Partida Rol por web

Las sombras de la rebelión: Castilla, 1520 [INCONCLUSA]

Toledo

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08/09/2008, 18:51
Beatriz de la Vega
Sólo para el director

Les oía, pero no quería saber nada, sólo abandonarse al sueño. Mañana conocería a su padre, y con ese pensamiento, aferrada a su progenitora, la oscuridad la sumió en la dulce aunque dolorosa inconsciencia diurna. Tenía tantas preguntas, tan pocas respuestas. ¿Por qué su padre nunca quiso verla? ¿Por qué se había dejado manejar por semejante mujer horrible? ¿Por qué nunca tuvo noticia suya?

Su vida, ahora incluso con más certeza, había sido un engaño, en el que consciente o inconscientemente, todos los que la rodeaban, fueron participes de la burda mentira que había creido ser ella en los 17 escasos años en los que estuvo viva. Ahora estaba muerta, pero era real. Ahora enfrentaba las mentiras que nunca supo que tendría que afrontar.

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09/09/2008, 17:24
Paulo de Cesena

Palpaste la cama cuando tu cuerpo volvió a la consciencia: durante el día, tu madre había abandonado el lecho. En cambio, sentado frente a ti, impecablemente vestido y observándote con interés, se encontraba tu sire.

-A estas alturas, niña, imagino que habrás comprendido que tu abrazo no fue algo casual. Escúchame con atención, pues lo que voy a decirte sólo lo diré una vez, y de que lo entiendas correctamente dependerá tu supervivencia, la de tu madre y la del resto de tu familia. -Paulo acarició sus manos con fruicción- Pronto va a estallar una guerra. Hay... enemigos nuestros que desean destruirnos. Destruirme a mí, a ti, a todos nosotros. Y no se detendrán hasta haberlo conseguido. Sus fuerzas son enormes, sus poderes rivalizan con los nuestros y el momento les es propicio. Pero hay algo con lo que no cuentan. Algo que hará que lo que esperaban una conquista fácil y cómoda se convierta en un infierno del que no puedan salir más que destruídos completamente. Y ese algo, mi querida niña, eres tú.

Se levanta lentamente, mientras clava sus ojos en los tuyos.

-Vístete: iremos a conocer a tu padre. Y todo dará comienzo, por fin.

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09/09/2008, 20:52
Director

Dos noches habían pasado desde la cena en casa de Beatriz, y por fín, tus pasos resonaron en la cavernosa catedral de Toledo. Donde el Duomo de Milán era majestuoso, esta Catedral era humilde y recogida. Milán brillaba con luz propia, se sabía centro del mundo moderno, del arte y el lujo: cantaba a Dios desde el convencimiento de que el hombre era su mayor creación. En cambio, Toledo... En Toledo, ante su enorme y gótica Catedral, uno no podía pensar de los hombres más que que carecían de importancia al lado de la grandeza de Dios. No eran nada. Enanos junto a un gigante. Insectos reunidos bajo los altares, penando por su vida terrenal, deseando volver a su seno.

A esa hora, en la Catedral no había más que un par de mendigos que intentaban dormitar en los bancos. Por eso te fue muy fácil localizar un acceso a las catacumbas. Paulo de Cesena había dicho que allí debías comenzar a tus enemigos, que, paradójicamente, eran como tú. ¿Qué sentirías al verlos? ¿Qué emociones experimentaría tu mente al contemplar a otros seres como tú? ¿Serías capaz de destruirlos...?

El pasillo se estrechó hasta acabar en unos escalones que descendían casi verticalmente. Un aire, frío y malsano, emergía desde las catacumbas...

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09/09/2008, 22:00
Beatriz de la Vega

Beatriz bajó la mirada, incomodada por la de su sire. Parpadeó, y volvió a posar sus ojos sobre los de aquel hombre desalmado. La confusión y el temor se mezclaban en su expresión. Confusión por no entender de lo que Paulo hablaba, y temor por lo que llevaba carcomiéndole los sesos desde la noche anterior: conocer a su padre.

¿Se llevaría la misma decepción que cuando conoció el verdadero paradero de su madre? ¿Sería su padre también la marioneta de alguien poderoso y de malos sentimientos como era Paulo de Cesena? No quería pensar en las posibles respuestas.

Necesitaba saber más, entender algo del asunto en el que, sin quererlo, se había o la habían metido, y tomándose el atrevimiento, preguntó-¿Y quiénes son ellos? ¿quiénes nosotros? ¿por qué quieren destruirnos?-quería respuestas, y seguramente Paulo, como siempre, se mostraría reticente a contestar, o bien contestaría algo que no tenía que ver, o que no dejaba nada en claro-Contestadme, por favor, pues soy partícipe de algo que desconozco-su mirada cobró intensidad, y deseando que el hombre contestase, recurrió a las facultades que su sire le había enseñado durante los últimos dos años, pretendiendo "ablandar" su resistencia, volverle más propenso a la colaboración.

Notas de juego

Dejo la dificultad estándar pues no se la fuerza de voluntad de Paulo.

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10/09/2008, 00:52
Isaac Bitlor
Sólo para el director

Una nueva noche emergía desde las tinieblas cubriendo todo con un manto de penumbras, sobras que acogían al Nosferatu mientras se desplazaba por las calles hasta dar con la catedral de Toledo…. Sus ojos parecían dos lunas… una mirada de incredulidad reinaba en su rostro cubriéndolo de un aspecto extraño como de lejanía, y desolación.
Realmente esta era la casa de Dios, realmente aquí se albergaba la fe del obre o la voluntad de…… Se había quedado mudo observando el lugar, luego tras mirar y observar con detalle pudo divisar la entrada a las catacumbas… un aire malsano golpeo su rostro…. Y aire viciado….. El frío volvió a traerlo a la realidad, estaba dispuesto a hacer el mandato del Arzobispo de Milán…. Cumpliría con el pedido de Paulo…..

Cerro los ojos por unos segundos pero el primer paso ya estaba dado… comenzó a descender por las escaleras….. Poco a poco su corazón quería salir por su boca… por primera vez estaba nervioso.

- Me guiare por la voluntad del Señor y Mi Ser – Murmuro en su caminar….
 

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13/09/2008, 18:43
Paulo de Cesena

El rostro de Paulo se dulcifica mientras tus ojos le escrutan inquisitivamente.

-No hace falta que trates de convencerme, mi niña. Bien sabía yo que un día tendríamos que tener esta conversación; y será de buen grado que yo te cuente lo que deseas saber.  -Tu sire parece ser consciente de tu intento por encantarle, pero aún así, no dirías que ha fracasado: sus formas son, de alguna manera, más suaves.

-Has de saber que no somos los únicos seres de la noche que habitan el mundo. Hay bastantes más que nosotros, y, como en todas las criaturas de la naturaleza, todos se organizan en torno a manadas que recuerdan al primero que nació de su estirpe. Nosotros descendemos de uno sólo, pero éste, a su vez, engendró a otros tres y éstos engendraron a los trece que hoy conocemos como fundadores de cada linaje... El fundador de nuestra estirpe se llamaba Arikel, y tuvo el honor de ser el primero de los trece en recibir el regalo de la inmortalidad. Nosotros descendemos de él, y, durante muchos siglos, los hijos de Arikel han estado cercanos unos a otros, ayudándose y apoyándose en la necesidad. Así también lo han hecho los descendientes de los otros doce fundadores. Pero por desgracia, la disensión pronto creció entre nosotros. Hace muy poco tiempo, unos exaltados decidieron que debíamos ocultarnos de la mirada de los hombres y vivir el resto de nuestras no-vidas como fantasmas. Se negaron a aceptar la realidad que supone ser uno de los nuestros: estos vástagos son nuestro mayor enemigo, y se hacen llamar La Camarilla. Desean una vida en paz con los mortales, y dieron la espalda a nuestra tradición: simplemente adoptaron el código moral de los mortales, sin entender que lo que a ellos les salva la vida, en nosotros sólo es una limitación fútil, una mutilación estúpida... Por desgracia, nuestros hermanos de linaje abrazaron también estas creencias estupidas...

Hace una pausa mientras acaricia las sábanas distraídamente.

-Pronto surgió la resistencia. Muchos de nosotros nos negamos a plegarnos a la ética mortal. Y así surgió el Sabbat, que tiene en Castilla su mayor apoyo, algo que la Camarilla odia, puesto que nuestra mera existencia les recuerda su rendición, su miedo y su frustración. Desean destruirnos, y lo harán muy pronto, si no lo evitamos. Y tú tienes un papel muy importante en todo esto, mi niña.

Notas de juego

Durante un tiempo, Paulo parecerá más solícito a cumplir con tus ruegos... ¿pero cuánto?

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13/09/2008, 19:09
Director

El pasillo que conduce hasta las catacumbas en estrecho y húmedo. Varios siglos de historia jalonan este osario lleno de calaveras de buenos cristianos, ratas, y más cosas... El pasillo se prolonga hacia el norte y al final hay una bifurcación: girando a la izquierda parece llegarse a una escalera oscura, cuyo final no puede verse. Girando a la izquierda el camino continúa en el mismo piso, y las antorchas iluminan tenuemente los nichos cubiertos de telarañas...

 

Notas de juego

¿caminas de manera normal? ¿tomas alguna precaución...?

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13/09/2008, 19:41
Isaac Bitlor
Sólo para el director

A paso tranquilo se movía el Nosferatu, parecía sentirse como en casa aunque algo recorría su cuerpo de una manera poco antes vista…. Sus ojos escudriñaron todo lo había en el lugar, si en cierto modo era detallista y le gustaba llegar al final del punto de partida.
Fue cuando llego hasta la bifurcación del camino, por un segundo quedo en el silencio junto con la penumbra que lo reconfortaba cada vez que se encontraba con ella…. Un paso marco el camino guiado por las antorchas…. Esta noche seria cuando el joven Nosferatu haría contacto con los suyos.
 

- Hay alguien ?- Aquellas palabras parecieron salir de su cuerpo como puestas por otra persona.

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15/09/2008, 13:57
Beatriz de la Vega

Mi señor, y ¿cuál es mi papel en la contienda de la que me habláis? No soy diestra manejando ningún arma, y aún soy joven, no creo ser capaz de dirigir ningún ejercito y mucho menos de escoger una estrategia adecuada-posó una mano sobre la suya, casi con asco, con resquemor, pero con la más tierna de las expresiones pintada en el rostro.

¿Por qué está mal convivir con los que antes fueron nuestros semejantes sin poner en peligro sus existencias? Además, si ellos descubriesen que nosotros, monstruos, estamos tan cerca... ¿no se alzarían en nuestra contra?-le hablaba, desde la inocencia que aún podía quedarle, con una mano posada sobre el corazón-Y nuestro fundador... Arikel, ¿qué piensa sobre la disensión? Y el primero de todos nosotros, ¿por qué deja que sus descendientes armen esta trifulca?

 

Notas de juego

Habrá que verlo, jajaja, por ahora aprovecharé este día

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17/09/2008, 13:55
Paulo de Cesena

Paulo de Cesena sonrie cuando tu mano se posa sobre la suya.

-¿Acaso los humanos se comportan como perros para que éstos no conspiren contra ellos? No, ellos saben que son superiores y atan una cuerda a sus cuellos, no se ponen a cuatro patas y fingen ladrar. Eso es lo que pretenden nuestros enemigos, niña: que seamos como mortales, ¡pero no somos mortales! Quieren que neguemos nuestra naturaleza, por miedo o por culpa. No se han aceptado, y por eso son muy peligrosos, pues buscarán destruir a aquellos que no piensen como ellos.

Luego se incorpora y pasea distraidamente hacia la ventana, como si hiciera memoria.

-Arikel... el primero de nuestro linaje, los Toreador, desapareció hace mucho tiempo. También el primero de nosotros. Nuestra raza es vieja, niña, al menos tan vieja como los mortales. Pero nuestros hermanos de linaje han vuelto la espalda a las verdaderas enseñanzas de Arikel: él promovía el gusto a la belleza, pero fue malinterpretado. No se referia a la belleza tal y como la conciben los mortales: así es como nuestro clan ha acabado siendo un grupo de patanes adoradores del arte mortal. No, la belleza para nuestra raza nada tiene que ver con esas trasnochadas fruslerías...

Una vez en la ventana se da la vuelta y mira hacia la cama.

-En cuanto a ti... eres más útil de lo que puedes imaginar, niña. Pero eso lo descubrirás muy pronto, esta misma noche. Ahora vístete. Quiero que Juan de Padilla vea que su hija ya es toda una mujer...

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18/09/2008, 14:18
Beatriz de la Vega

Las palabras de Paulo parecían contundentes, y sus argumentos eran casi irrefutables. Ella ahora no era mortal, esa era una gran verdad. Quedó mirándole mientras hablaba, como asimilando todo aquello que su sire le decía. No estaba de acuerdo con él en que la belleza tuviera que ser macabra y cruel, pero sí en que debería ser mucho más trascendente que un simple cuadro o una escultura detallada. La belleza para ella yacía en el sentimiento... en el amor que el prójimo podía darle a los demás, o en la dedicación que podía imprimir en sus gestas. Eso era lo bello, la escencia de los que estaban vivos y tenían alma.

Quizás Paulo tenía la misma concepción, pero tenía una visión errónea de la misma. Por un momento sintió que comenzaba a entenderle, a comprender más de un por qué. No obstante aún quedaba aquel hueco enorme en su existencia, el de conocer el por qué de las grandes mentiras que habían compuesto su vida. Intuía que sólo le faltaba una pieza para completar el puzzle, y que la obtendría esa misma noche.

Así que se vestiría, se remendaría nuevamente, y partiría junto a su sire a ver al que supuestamente era su padre. Pero Paulo seguía ahí... ¿es que pensaba ver cómo se vestía? Ella no era una mortal... pero aún así, el pudor era algo que llevaba demasiado arraigado como para pasarlo por alto-Me vestiré entonces, así que si me disculpáis...-su expresión, dentro de aquella triste melancolía que permanecía desde el dia de su Abrazo, se tornó ruborizada, mas no hubo color en sus mejillas, pues ya no podía haberlo.

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18/09/2008, 16:56
Paulo de Cesena

Tu sire abandona la sala con una sonrisa indescifrable flotándole en los labios. Es notorio que ha percibido tu rubor y eso, como todo lo que aún te ata a la humanidad, le resulta gracioso.

Te vistes en silencio, procurando controlar los nervios por la cena de esta noche. El momento en el que por fin conocerás a tu padre parecía algo más emocionante años atrás. Después de ver en lo que se ha convertido tu madre, el reencuentro con tu padre puede ser igualmente decepcionante.

No, decepcionante no... no es que haya sido una decepción conocer a tu madre, te recriminas mientras te ajustas con demsiada fuerza el vestido, como castigo por ese pensamiento. No, decepcionante, no. Pero puede ser infinitamente más triste de lo que imaginas conocer a tu padre...

Juan de Padilla. Has oído el nombre antes, en boca de tu tio y de tu primo Pedro Laso. ¿Pero quién era? Un hombre importante en la ciudad, uno de los Regidores de Toledo, el puesto que hacía poco había alcanzado también Pedro Laso. Lástima que no prestaras más atención a esas conversaciones: ¡si sólo hubieras sabido que se hablaba de tu padre...!

Cuando estás lista, Paulo y tú os introducís en el carruaje y, por segunda vez desde tu abrazo, abandonas la casa de tu sire. El carruaje se adentra en las murallas de la ciudad y te sobresaltas cuando pasa por delante de tu antiguo hogar...

Catalina, María, mi tío... están ahí dentro...

Paulo parece percibir tu inquietud, pues posa su mano en tu hombro. Pero el contacto, en lugar de traerte consuelo, te crispa.

Finalmente llegáis a la parte trasera de una gran casa cercana al Alcázar. Conoces el barrio: es el de los más altos potentados de la ciudad, los patricios y los que tienen cargos administrativos o judiciales. Entráis a la mansión por lo que parece una puerta de servicio, que se prolonga en una estrecha escalera. El segundo piso es muy amplio, pero de gran austeridad. Apenas si hay adornos, más que un par de cuadros con motivos religiosos. Al cabo de un pasillo hay una puerta cerrada de la que provienen unas voces ahogadas...

-¡He dicho ya mi última palabra al respecto, mi señora! ¡Carlos es mi Rey, y aunque bien sabe Dios que no me gusta, antes me mataré que levantar mi espada contra él! ¡¡Y mucho menos para ayudar a esas criaturas del infierno con las que os veis!!

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18/09/2008, 17:08
Juan de Padilla

Justo en ese momento, Paulo de Cesena abre la puerta y camina al interior de la habitación con paso enérgico. Dentro está Maria de Pacheco, la mujer que conociste la noche anterior. Y un hombre de porte distinguido, que parece mantener un discurso acalorado. Se gira en cuanto entráis en la habitación y mira a Paulo con unos ojos entre la cólera, el miedo y el desafío.

No hay duda. Es Juan de Padilla.

Se dirige hacia su mujer, María de Pacheco, y sigue gritando:

-¡Y lo traéis a mi casa! ¡Os atrevéis a mancillar una casa honesta y temerosa de Dios con la presencia de este engendro del demonio! -Se refiere a Paulo, sin duda (no parece haber reparado en tu presencia, pues estás encogida tras de tu Sire, sobrepasada por la escena). Paulo, ante el torrente de insultos, mantiene la mirada del hombre con una sonrisa fría y desapasionada en sus labios. El hombre (el hombre que es tu padre) continúa hablando- Escuchadme bien, monstruo. No importa lo que os haya dicho mi mujer: no movere un sólo dedo para ayudaros. Si estáis en peligro de ser destruidos, ¡bien! ¡daré gracias al Señor por ello! Sed destruidos y regresad al infierno. ¡Yo me reiré mientras os veo desaparecer!

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18/09/2008, 17:14
Paulo de Cesena

Paulo sonrie más abiertamente y da un paso lateral, dejando que la luz de la estancia te ilumine.

-¿Y también os reiréis cuando vuestra hija sea destruída...?

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18/09/2008, 17:16
Leviatán

A lo lejos, pasillo abajo, una voz canturrea.

-Sssí, un poco, un poquito, una pizquita de rata para nuestro viejo viejo encadenado. Un poquito de comida para el encadenado... y la soledad eterna, ssssí...

Cuando te acercas hacia el lugar de donde proviene el sonido, compruebas que es uno de los tuyos quien lo emite. Un Nosferatu que camina entre las catacumbas con una rata muerta en sus manos. Cuando él a su vez te percibe se detiene y te mira con enorme curiosidad.

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18/09/2008, 18:39
Beatriz de la Vega

Beatriz quedó petrificada, inmóvil, como una pequeña criatura asustada. ¿Aquel hombre era su padre? Sus rasgos... se parecían a los de ella, y, aunque eso no fuera una prueba irrefutable, algo le decía que de verdad lo era. Su corazón, de no haber estado muerto, hubiera latido con fuerza en aquel momento. 

Se sintió de pronto indefensa, vulnerable, presa de un miedo irracional. Su cuerpo se encogió frente a la presencia de Juan de Padilla, como si su sola mirada le pesase de forma infinita. No sabía qué hacer, o qué decir, estaba perdida. No sabía si odiarle, por no haberla ido a ver, por haberla mantenido engañada durante tantos años, o correr hacia sus brazos, porque al fin y al cabo era su padre y al fin le conocía.

Lo único que logró atinar a hacer, fue una leve y nerviosa inclinación, a modo de saludo. Mientras, su rostro se compungía, presa de la tensión, del cúmulo de sentimientos que se agolpaban en su garganta cerrándola en un nudo. Sus ojos humedecían, su boca luchaba por dibujar una curva triste-Buenas noches, mi señor, padre...-al pronunciar aquella palabra, no pudo evitar que escapase una traviesa lágrima carmesí.

Rodó por su mejilla, y chocó contra el suelo, y a esa le siguió otra, y otra, y así hasta que la joven no-muerta se percató de que ella misma se encontraba en aquella habitación, y tomó su pañuelo, secando sus lágrimas con cuidado, con un cuidado innecesario, pues en sus mejillas los polvos de arroz eran prescindibles.

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18/09/2008, 19:37
Isaac Bitlor

Lo observo con tanta curiosidad como recibía, con una reverencia se presento ante su igual – Buena noche Mi Señor, mi nombre es Isaac Bitlor….. vengo desde la tierras de Milán y busco asilo por unas noches si se me es cedido claro – Expreso con elocuencia.

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21/09/2008, 00:54
Leviatán

El nosferatu parpadea varias veces. Sus ojos amarillos te siguen mirando con curiosidad, mientras que la rata cuya cola sostiene en una de sus manos empieza a oscilar obscenamente.

-Mmmmmilán. Mi-lán. Leviatán no conoce más que Toledo. Toledo por debajo. ¿Tiene un debajo Milán? Sois yo, pero no sois yo. Como Deumes. Deumes sabe qué hacer cuando yo no sé qué hacer. Él sabrá. -Mira la rata de repente, con gesto triste- Pero el encadenado se quedará sin comida... y tendrá hambre, el señor cadenas tendrá hambre. Pero tardaré, por mi amigo de Mmmilán. Seguidme. ¿Tiene un debajo Milán?

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21/09/2008, 00:59
Juan de Padilla

El hombre titubea, mirando alternativamente a su esposa, a Paulo de Cesena y a ti. Sin duda la escenografía era perfecta y el encuentro había sido planeado con mucho cuidado. Si pretendían quebrar el espíritu de un hombre, era justo eso lo que habían logrado.

-¿Beatriz? ¿Mi hija? ¿Qué hechicería, qué fantasmas sulfurosos habéis conjurado, monstruos? ¿Es este peso para que un sólo hombre lo cargue a sus espaldas? Pero eres Beatriz, sí: tus ojos son los de Cayetana. Tienes que ser Beatriz. Y estás viva. Viva. -Toma tu mano con la suya temblorosa- Aunque estás helada, fría como la misma... ¿Es... cierto que eres uno de ellos? ¿Tú, mi hija? ¿Tú, lo único que me queda en el mundo para recordarme a Cayetana? ¿Qué habéis hecho? ¿¿Qué habéis hecho??

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21/09/2008, 02:58
Isaac Bitlor

Cita :

- Pero el encadenado se quedará sin comida... y tendrá hambre, el señor cadenas tendrá hambre. Pero tardaré, por mi amigo de Mmmilán. Seguidme. ¿Tiene un debajo Milán?
 
Quedo pensativo y en silencio, a quien se referia al encadenado.....
 
Comenzo a caminar caminar tras el Nosferatu llamado Leviatan, el silencio surcaba el aire como una fina daga buscando chocar contra algo hasta que las palabras salieron solas.... - Si Milian posee un debajo, agradable y acogedor - Sonrio de forma cortez - Dime mi buen Leviatan,  si asi o llamasis... quien es aquel que llamas ¨Encadenado¨-  Pregunto con coriosidad en su tono de voz - y con todo respeto tambien me gustaria saber quien es Deumes-