La conversación fue interrumpida por la aparición de Fódel junto a dos meretrices. Khalia palideció al ver a las dos jóvenes de vida alegre. Cerró sus labios sin hacer comentario alguno y tan sólo atinó a asentir a las órdenes de Kosef. Salió del dormitorio, y se quedó ante la puerta. Por un momento se había quedado en blanco, no entendía por qué un joven como él solicitaba ese tipo de servicios, seguro que podía estar con la dama que se propusiese, era un chico bastante agradable y educado... Pero esas mujeres...
Se encontraba con los brazos cruzados, sintiendo la brisa marina contra su rostro, cuando un sonido amortiguado por la puerta la hizo ponerse alerta. Presta abrió la puerta con el arma desenfundada, encontrándose con la imagen del joven Kosef siendo atacado por las dos prostitutas. Justo en ese momento, la que estaba encima de su señor perdió la concentración, y Kosef aprovechó ese descuido para lanzar el artefacto, con el que lo estaba amenazando, lejos de su alcance.
Khaila, sin pensarlo dos veces, cargó contra la joven, utilizando el plano del espadón. No podía permitir que terminara el hechizo que estaba dispuesta a formular...
Tirada: 1d20(+6)
Motivo: ataque
Resultado: 15(+6)=21
Tirada: 2d6(+4)
Motivo: daño atenuado
Resultados: 1(+4)=5, 6(+4)=10
La mujer que estaba en el suelo soltó un profundo chillido cuando vió a su compañera derrumbarse como un fardo ante el potente golpe de Khaila.
-¡Tu señor es un vampiro! -chilló la muchacha con un timbre de terror-. ¡Somos clérigas de Khelenvor, ayúdanos a destruirlo!
Tirada: 1d20(-1)
Motivo: Iniciativa Meretriz
Resultado: 19(-1)=18
-¡Miente, es una asesina enviada por algún rival! ¡Acaba con ella! -gritó Kosef, abalanzándose sobre la segunda meretriz con las manos desnudas.
Tirada: 1d20(+6)
Motivo: Iniciativa Kosef
Resultado: 2(+6)=8
Khaila se giró y por un momento no supo reaccionar. ¿Un vampiro? No... No puede ser... Confusa titubeó por un instante. Pero finalmente reaccionó al ver como Kosef se lanzaba sobre la joven. Parecía demasiado valiente para ser alguien tan enfermizo. Su apariencia engañaba y Khaila finalmente reaccionó.
¡ALTO! Gritó con el espadón alzado. El primero que se mueva sentirá el mordisco de mi acero. Dijo con voz imperiosa, preparándose para reaccionar ante el menor movimiento de cualquiera de ellos.
Tirada: 1d20(+1)
Motivo: iniciativa
Resultado: 1(+1)=2
Preparo acción ^^
La meretriz reculó, dispuesta, al parecer, a acatar la orden de Khaila. No así Kosef, que se abalanzó sobre ella, pero tropezó con la pata de una silla volcada y apunto estuvo de caer. Viendo que el Kosef no se iba a detener, la mujer lo atacó con una daga reluciente.
Con la desesperación que sólo el auténtico terror puede lograr, la meretriz clavó la hoja profundamente en el corazón de Kosef. Este lanzó un estremecedor aullido sobrenatural y de improviso se convirtió en una bruma insustancial.
La daga de plata de la mujer quedó unos instantes flotando en el aire, como un gesto de interrogación, antes de caer al suelo con un tintineo.
-¿Necesitas alguna prueba más? -dijo la mujer en un murmullo. Se agarraba el pecho, probablemente su corazón latiera desbocado. Sus ojos parecían centrados en Khaila, como si no supiera qué iba a hacer a continuación.
La bruma que era Kosef Starag flotó por el aire, dirigiéndose hacia la puerta abierta.
Tirada: 1d20(+3)
Motivo: Ataque Kosef a Meretriz
Dificultad: 9+
Resultado: 1(+3)=4 (Fracaso)
Tirada: 1d20(+2)
Motivo: Ataque Meretriz a Kosef
Dificultad: 18+
Resultado: 19(+2)=21 (Exito)
Tirada: 1d20(+2)
Motivo: Confirmación de Crítico
Dificultad: 18+
Resultado: 20(+2)=22 (Exito)
Tirada: 2d4(+4)
Motivo: Daño
Resultado: 4(+4)=8
Joder y me mete un criticazo con la daga la moza de aquí te espero xD.
¡Mierda! Khaila no necesitaba más pruebas. Era la primera vez que se hallaba ante un vampiro, pero, cuando era pequeña, su padre le había contado alguna vez leyendas sobre ellos. No pudo por menos reprocharse el haber sentido cierta empatía por Kosef. Sintiéndose engañada y furiosa, la joven no iba a permitir que huyera... Con toda su rabia intentó golpear el gas en el que se había convertido, sintiendo como la hoja atravesaba inútilmente la niebla...
No, no necesito más pruebas... Quédate junto a ella. Le dijo a la meretriz mientras salía detrás de la bruma, con la intención de no perderlo de vista.
Tirada: 1d20(+5)
Motivo: ataque
Resultado: 5(+5)=10
Khaila siguió la bruma hasta el exterior, donde la noche ya campaba a sus anchas. Oculta por la oscuridad, la insustancial neblina se escurrió hacia la bodega. La guerrera sabía que de nada servía acuchillar aquella cosa, así que lo siguió por los pasillos del interior del barco hasta que se coló por una puerta. La estancia estaba iluminada por una vela...
...que sujetaba el fiel Fódel. En la otra mano empuñaba con fuerza una maza. Sus ojos azules observaban conmocionados a Khaila. La bruma en la que se había convertido Kosef se deslizó por la rendija del ataúd que Fódel protegía con su cuerpo.
-Por favor, Khaila -imploró con voz temblorosa el anciano-. Él no ha hecho daño a nadie. Por favor, misericordia para mi señor.
Khaila después de seguir la bruma, llegó a la bodega. Allí vió cómo se introducía en un ataúd, mientras Fódel, intentaba proteger la huída de su señor.
Khaila no pudo mas que detenerse, extrañada ante la fidelidad del sirviente... Pero... Pero si es un monstruo... Le respondió la joven con voz trémula y sin bajar el espadón. ¿Si no ha hecho daño a nadie, decidme, por qué le trajisteis las dos meretrices? Preguntó Khaila, esta vez con la voz más segura. A su mente venían imágenes escuchadas hace tiempo, de como los vampiros se alimentaban de la sangre de otras personas, y no pudo por menos imaginarse la suerte que hubiesen corrido las dos mujeres.
Fódel miró al suelo durante unos instantes, como si estuviera haciendo acopio de valor.
-Es cierto lo que piensas, pero eso no le convierte en un monstruo. Mata por necesidad, porque necesita alimentarse. Porque su naturaleza así lo dicta -el anciano se envalentonó ante su propio discurso y blandió la maza con fuerza delante de si-. Si quieres llegar hasta él y matarlo, tendrás que pasar por encima de mi cadáver. Matarás a dos personas, no por necesidad, sino porque te han educado en creer que el mero hecho de ser un no-muerto es suficiente para condenarlo. ¿Quién es el monstruo aquí, Khaila?
Tirada: 1d20
Motivo: Iniciativa
Resultado: 19
Khaila por un momento se quedó en silencio. ¿Hasta qué punto ella era un monstruo? Desconocía esa respuesta, y la duda se notaba en sus ojos. Pero la imagen de las dos clérigas muertas, desangradas, se antepuso a cualquier duda que pudiese tener. Dejarle con vida era arriesgar la vida de ¿cuantas personas? Khaila desconocía esa respuesta, pero no podía permitir que su incertidumbre pusiese la vida de otras personas en peligro...
Fódel, lo único que conseguirás será tu muerte. Tu señor debe morir y de esta forma dejar de matar vidas inocentes. ¿Osas llamarme monstruo a mí? Eso sería si me uniera a vosotros. Y no, lo siento... Así que mejor apártate de mi camino.
Tirada: 1d20
Motivo: iniciativa
Resultado: 19
me olvidé de poner el +1 a iniciativa ^^
Tras el aviso Khaila se mantuvo quieta, esperando ver la reacción de Fódel. Sentía sus manos sudorosas, ya que no quería acabar con la vida del viejo sirviente. Pero si no tenía otro remedio así lo haría...
preparo acción... Le acabo de avisar y espero ver su reacción... Si se lanza a por mi atacaré primero ^^
Fódel no se movió.
-No lo entiendes. ¿Es un gato malvado por comer ratones? Yo no lo creo, y el gato tampoco, pero supongo que los ratones no opinarían lo mismo. ¿Debemos entonces matar a todos los gatos?
El anciano suspiró.
-Sé que no quieres creerme, Khaila, pero debes escucharme. Sé que tú haces lo que haces porque crees que es lo justo, ¡pero yo defiendo a mi señor por el mismo motivo! Todos los asesinos piensan que era necesario que mataran a su víctima. ¿No lo entiendes? Por favor, déjanos marchar.
khaila miraba a Fódel con lástima. ¿Cómo podía estar tan ciego? Por un momento vino a su mente la conversación que había mantenido con el señor Starag. Era un joven educado y agradable... Pero... No te dejes engañar... Es un vampiro.
¿Me hablas de gatos y ratones? Eso es el ciclo natural de las cosas... Pero estamos hablando que tu señor mata a personas... ¿Me oyes? PERSONAS. Terminó gritando la joven. Estaba en sus manos acabar con él, y la duda se cernía en su interior.... No, lo siento Fódel, no puedo permitirlo. Dijo con lágrimas en los ojos mientras se lanzaba contra el sirviente, intentando derrumbarle pero sin causarle mayores daños.
Tirada: 1d20(+6)
Motivo: ataque
Resultado: 6(+6)=12
Tirada: 2d6(+6)
Motivo: ataque
Dificultad: 4+
Resultado: 10(+6)=16 (Exito)
lo mismo que antes... Carga y -4
kaka tirada >.< dejo el daño... Como dijiste pero uffff
estooooo...... matame si quieres, pero es +4 en el daño, y se me fue la pinza.... Así que en verdad es 14 >.<
Pese a que trataba de convencerla, el anciano esperaba el ataque de Khaila. Cuando esta se abalanzó sobre él, Fódel trazó un arco con maza y la golpeó en la mandíbula. La guerrera sintió un terrible dolor y sabor a hierro de la sangre inundó su boca.
Se rehízo rápidamente y golpeó a Fódel con la empuñadura de su espada en el cráneo. El peso del arma y la potencia imprimida por Khaila fue suficiente para que el anciano se derrumbara en el suelo como un fardo.
El último obstáculo que se interponía entre ella y el ataúd yacía inconsciente en el suelo. Dentro del féretro aguardaba el cuerpo frío de Kosef Starag, indefenso aún, pero recuperándose de la estocada de la Khelenvorita.
Tirada: 1d20(+1)
Motivo: Ataque Preparado de Fódel
Dificultad: 15+
Resultado: 19(+1)=20 (Exito)
Tirada: 1d8
Motivo: Daño
Resultado: 6
Recibes 6 puntos de daño por el ataque que Fódel había preparado contra ti. Modifica la ficha en consecuencia.
Tarde se dió cuenta Khaila de que había infravalorado al sirviente. Al sentir el sabor de su propia sangre, la joven apretó los dientes, pero no por elló se echó atrás, y consiguió golpearle.
Ahora nadie se interponía entre ella y el ataúd. Se acercó y con rapidez levantó la tapa, dejando al descubierto el interior... Mantenía cogido el espadón, preparada para cualquier sorpresa que pudiese venir de dentro. Era la primera vez que se enfrentaba a un vampiro, y la joven, empezaba a darse cuenta de lo peligroso de sus actos. Mordiéndose el labio observó....
Khaila abrió el ataúd, y ahogó un chillido cuando vió que Kosef la miraba fijamente. Tardó unos latidos de corazón en darse cuenta que los preciosos ojos del príncipe mercader de Damara estaban desenfocados y miraban más al infinito, más allá de ella. Su hermoso rostro estaba desencajado, y presentaba una palidez mortal. Parecía que instintivamente se agarraba el pecho, en el que se había formado una costra carmesí que semejaba una grotesca rosa brotando de su pecho.
-Para acabar con él debemos cortarle la cabeza -la voz de la Khelenvorita, en el umbral de la puerta, sobresaltó a Khaila-. Después, rociaremos su cuerpo con agua bendita para que vuelva de donde nunca debió regresar.
La sacerdotisa, aún vestida de meretriz, empuñaba un pesado hacha que sin duda habría encontrado por el barco. Junto a ella estaba la otra mujer que aún se sujetaba la cabeza allí donde Khaila la había golpeado. La mirada de la sacerdotisa del hacha se desvió un momento al cuerpo inerte de Fódel, antes de volver a posarla en Khaila. Sus ojos se exhorbitaron un momento.
-Has... has hecho lo correcto -tartamudeó, y avanzando unos pasos, tendió el hacha a Khaila por el mango-. Acaba lo que has empezado. Eres más fuerte que nosotras y podrás hacerlo más limpiamente.
Si aceptas cortarle la cabeza tú misma, debes hacer una tirada de Fuerza contra CD 15. Un fallo implica que tienes que das otro corte, montando la consecuente carnicería. Cada fallo reduce la CD en 1 punto. No puedes elegir ni 20 ni 10 en estas tiradas.
Khaila ahogó un grito al ver la imagen de Kosef en el ataud. El vampiro parecía estar mirándola, aunque enseguida se dió cuenta de que no era así. Su mirada estaba desenfocada y miraba más allá. Bajó la espada, no podía alzarla contra él. En ese momento se sobresaltó al escuchar la voz de la clériga en la puerta.
Se giró y allí se encontraban las dos clérigas. Tragó saliva tras escuchar la forma de matar a un vampiro. Todo la determinación que tenía hacía tan solo unos instantes, se acabava de venir abajo. La imagen de Kosef, indefenso y malherido la tenía gravada en la retina de sus ojos. La clériga le alargó el hacha para que fuera ella quien le diera el golpe de gracia. Khaila la miró con pesadumbre y negó con la cabeza.
Lo siento, no tengo motivos para terminar con su vida. Es... Era un joven agradable... No puedo hacerlo. Musitó mientras se dirigía hacia la puerta, dejando que las clérigas hicieran lo que vieran más oportuno.
La sacerdotisa a la que Khaila había golpeado bufó sonoramente.
-La amabilidad no tiene nada que ver en esto. Te ha hechizado, idiota. Has caído como una ingenua en sus mentiras y en sus encantamientos de no-muerto. Déjame adivinar, ¿te quedaste prendida de sus ojos llenos de misterio?
Agarró el hacha de su compañera de un tirón mientras le echaba una sonrisita desdeñosa.
-Nosotras no podemos romper el encantamiento. Yo que tú iba a un templo y me lo miraba, monada. A menos que quieras tirarte una dekhana suspirando por tu amor perdido. Ahora apártate. Sigues hechizada por el vampiro, así que si vemos que intentas algo raro... -dejó la frase en el aire, pero su forma de esgrimir el hacha era suficientemente vehemente.