Partida Rol por web

Al escuchar la última declaración del doshin respondo rápidamente. -No. No hace falta que haga correr ninguna voz.- No necesitamos que todo guardia se entere de que investigabamos un clan. -¿Sabe de alguna persona cargando harina, avena o sake?- Temía que la respuesta fuese que eso era común, pero valía la pena intentar con esa pregunta.

 -¿Tiene idea de que pasó con ellos luego de que Agasha-Sama concluyera y les informara que sus síntomas no eran por la enfermedad?-

Escuchaba con atención. Por lo que parecía a los escorpión les gustaba la discreción y los secretos. Era interesante saber que el ronin que habíamos visto antes era quien trataba estas situaciones. De hecho, era muy probable que supiera bastantes secretos sobre lo que sucedía en aquel distrito. Al entrar, con el olor y la suciedad, así como las vistas de los eta fijas en nosotros, me habían hecho suponer que no muchos samurai venían por aquí. Por el comentario sobre Kazu, parecía que estaba equivocada y aunque no debían ser muchos, si los suficientes para que hubiese alguien encargado de los disturbios que pudieran generar. Tomé nota de todo ello, tendríamos que hablar con él, aunque di por hecho que no era necesario mencionarlo, al menos aún no. 

Intercambié una mirada con los dos Mirumoto. Luego esperé a que continuasen preguntando. 

Al menos parece que el caso camina, ya tenemos más pistas que seguir...

A pesar de lo incómoda que se sentía con los escorpiones, ver como el caso avanzaba, le daba muchas buenas esperanzas a Kasumi...

Por otro lado, la joven tampoco creía que doshin fuera del todo sincero, por frecuentes que fueran las visitas en esta zona, no creía que ningún samurai pasara desapercibido, o puede que, tal vez, el doshin no lo supiera y tuvieran que preguntar a otros... puede que no tuviera que ver, pero aún recordaba muy bien la actitud casi desafiante de los eta cuando llegaron por la mañana.

-... muchas, Bayushi-sama. +contesta, con algo de vacilacion, apoyandose en firmes con el baston+ ¿Podria ser mas especifica, por favor? No entiendo si lo dice por cantidad, o por algo en particular...

-No estoy seguro de que atendiera a ninguno, sama... Cejas solo constato esa rareza en casos que encontro en la calle, pero no revisaba a los pacientes de Agasha-sama. Tal vez su sirvienta lo sepa mejor.

La respuesta era obvia, como me temí, pero valía la pena intentar. -Posiblemente el Agasha mismo haya sido el que llevaba las mercancías.- Según la descripción del kami, fue la víctica la cual trajo el harina, sake y avena, pero los espíritus tenían fama de imprecisos, asique agregé: -O si no vio al Agasha cargando con eso, también pudo haber sido un hombre del distrito mercader que se dirigía hacia esta casa.-

 -Muy bien, creo que eso sería todo, al menos hasta ahora, solo quedaría que me informe en donde puedo encontrar a su segundo, Cejas, para obtener mayor información- Comento ante el anciano jefe del distrito.

-Deberia estar en el pozo, donde se reunen los nuestros a descansar cuando termina su jornada, aunque puede estar haciendo la ronda su surgio alguna emergencia, sama

-Esta unos cuantos minutos al norte, cerca de la muralla que separa con el distrito Pescador, sama. +aclara+ Podemos ir alli en un rato, aunque nos alejaremos bastante del resto...

Escuché con calma. Si entendía correctamente, aunque los ashigaru hubieran visto a un samurai, para evitarse problemas no lo dirían. Lo que hacía falta era alguien dispuesto a hablar. Probablemente Kazu se había ganado una posición en la que los eta confiaban en él. Y puede que algún eta a quien no le importase ser... irrespetuoso pudiera hacerlo también. Pero los eta no tenían ningún motivo para hablar. ¿Qué les importaba a ellos la muerte del Agasha? Por supuesto, la familia de Eiko podría tener motivos, pero para ello tendría que... hacer una presión inapropiada. 

Intentando ser todo lo diplomática posible decidí intervenir en favor de la Bayushi. 

- Creo que lo que Bayushi-san esta preguntando es quién visitaba al Agasha. 

 -Ya veremos que haremos Kazu-Sama, pero por el momento ya hemos acabado aquí, por lo que debemos marcharnos-. Luego de responder a Kazu-Sama me giro hacia Chillón -Agradezco su hospitalidad, cuando obtenga el dato, le haré saber la respuesta a la pregunta que me realizó con anterioridad- y dicho eso me incorporo, levantando conmigo las armas y acomodándolas en mi cadera, para luego despedirme -Que sus planes se concreten- digo a Chillón mientras parto hacia la salida.

-No lo se, Dragon-sama. +contesta el doshin+ Como explicara antes, vigilamos mas otros sectores, y desde luego no nos concentramos en casas en particular, ni en las personas que trabajan transportando de aqui alla mercancias... Tendria que preguntar algo asi a su sirvienta o a los vecinos. 

-Que las Fortunas guien sus pasos hacia la gloria, Bayushi-sama.+te despide con una reverencia tocando casi con la frente el suelo, el anciano eta. 

Rapidamente salen afuera, donde aun vagan los jovenes armados, aunque desde luego no estorban. 

-Usted dira, sama. El pozo queda hacia alla, solo debemos seguir la calle. +señala el ronin, apuntando al norte+ Aunque tambien podriamos volver a la casa y enviar a alguno de mis hombres a por Cejas. 

Imaginé que los escorpión ya sabrían que esa iba a ser la respuesta. En cualquier caso, parecía que no nos quedaría más remedio que preguntar a los vecinos y la gente del lugar. Era una lástima que no parecieran demasiado colaboradores. Pero la impaciencia no era nunca buena consejera, de modo que me mantuve en calma. 

- Entiendo que la puerta del dragón no debe tener... mucho tránsito de samurais. Sin duda el paso de uno debe ser un suceso lo suficiente inusual para destacar - sugerí, porque no creía que hubiera muchos samurai que se sometiesen a este olor, borrachos o no. Pero si empezaba a entender cómo funcionaban aquí las cosas, el ashigaru no diría nada por temor a ganarse la enemistad de ese samurai... 

-Hai, sama, pero no vigilamos esa puerta. La Guardia del Trueno lo hace, desde la torre al otro lado del río. Si algún samurai la atravesara ellos lo sabrian... Como usted señala, son pocos aquellos que tengan algun asunto aqui. Nosotros nos concentramos mas en torno a la Puerta del Desdichado, en la muralla del Distrito Pescador. Aquellos que buscan sus diversiones en las Cuevas Cangrejo y pueden causar problemas entran y salen por alli mayormente.

Ya me estaba cansando de aquella conversación sin sentido. Al parecer el doshin no sabía nada de lo que pasaba por estos lugares, y había que seguir con nuestro trabajo. -Creo que ya hemos preguntado lo que necesitabamos. Lo mejor será movernos rápido. -Le dije a los demás samurais.- Deberiamos ir a hablar con la Guardia del Trueno o con los vecinos de la zona.