Partida Rol por web

Un golpe sordo resonó en el interior del bunker, haciendo que el sonido rebotase en las paredes del pasillo. Después, cuando Adrian dejo de gritar, unos pasos a la carrera. El primero en verlos fue Kellen. Cuatro figuras corriendo por el pasillo, haciendo un sonido con sus gargantas como un grito ronco. El caballero templario dio un grito al verlos para advertir a sus compañeros. Una multitud de preguntas arreciaban en la cabeza de los agentes, pero esas personas... fueran quienes fuesen estaban ya a pocos metros de ellos y desde luego no parecía que tuvieran ganas de entablar conversación.

A Ilse no le gustó la actitud de Kellen con Adrían, ella le hubiese dejado hacer.- Cierto era que tenían ordenes, que incluían devolver a Penrod para ser interrogado, pero no era menos cierto que esas ordenes no decían nada de hacerlo con las dos piernas en perfecto estado. Y que el caballero era el jefe de la misión y quien decidía como actuar en cada ocasión, pero...¿Para que llevabas un doberman a una misión si cuando tenía que morder le impedías hacerlo?- pensaba.

Mientras esas cosas pasaban por su cabeza oyó a Kellen advertirnos. ¿Qué coño es eso?- le dijo a Penrod mientras sacaba su pistola.

Cuando vio al pequeño ejercito avanzar hacia él, Adrian se quedóboquiabierto pero aún así reaccionó con rapidez. Así que eso era lo que escondía elviejo....un ejercito de vejestorios que debíand e haber estado comiendo comida deshidratadadurante los últimos 10 años. Entonces vio que lacuervo estaba completamente paralizada... ¿cómo no? Esa chica no daba pie con bolo.

—¡Adentró!— exclamó Adrian señalando la puerta y disparando a las rodillas de uno delos atacant Desafortunadamente, la cuervo había aumentadolaonda expansivad e mala suerte y Adrian erró eltiro.

— Joder. ¿Que coño...? — la vision de aquellas cuatro figuras corriendo hacia ellos le habia hecho retroceder en un salto retractil. No podía creer lo que veía. Era imposible. ¿Como podria haber sobrevivido nadie en aquel bunker? ¿Quienes eran? Luego disparó Ilse. Adrian también y las ganas de preguntar cosas desaparecieron.

Kellen frunció el ceño cuando le llegó aquella especie de rumor ronco de algo que se arrastraba por el pasillo hasta su posición. Durante unos instantes se quedó alerta... escuchando. ¿Acaso había sido un ruido "real" o simple producto del estress y la paranoia? La respuesta no tardó en materializarse en cuatro formas que se acercaban visiblemente.

- ¡Cuidado! - bramó. - ¡Reagrupaos todos...!

Penrod miró extrañado a Ilse.

—¿Por qué me preguntas a mi? Estoy igual de sorprendido que tú.

El viejo retrocedió asustado tratando de poner a los hombres que le acompañaban entre aquellas figuras y él. Ellos al menos sabían combatir.

Aquellos tipos, llenos de sangre seca, de heridas y con ropa bastante vieja, echa ya harapos corrían hacia el grupo rápidamente y atacaron con violencia. Dos de ellos llegaron a la altura de Kellen y trataron de golpearlo con sus puños. Otro de ellos, un tipo delgado hasta el límite de lo imposible, llegó rápidamente junto a Ilse y a Adrian y trató de agarrar a la chica con violencia. el grupo parecía sorprendido por aquello pero los agentes no tardaron en reaccionar contra aquella desconocida adversidad.

Repuesta de la sorpesa inicial, Ilse golpeo con un fluido movimiento de artes marciales el brazo del tipo delgado que trataba de agarrarla, desembarazándose de él y colocandose en posición de combate.

Ilse esquivó rápidamente el agarrón de aquel tipo pero no estaba lejos del peligro. Una mujer se había acercado también a su altura y trató de golpearla pero Adrian se interpuso entre Ilse y ella.

Antes de que aquella fulana con bata de científico y cuello morado se abalanzase sobre él,Adrian lanzó un puñetazo sobre la magullada cara,con fuerza suficiente para desequilibrarla. El alcohol no había mermado las habilidades de combate del joven quien haciendo presa sobre su víctima se dispuso a arrojarla contra una pared... o mejor dicho contra Penrod

Penrod observó a aquellas criaturas. ¿Qué eran? Nadie podía llevar ahí viviendo tantos años.

Valoró la situación pero no tenía ningún arma para disparar así que decidió buscar un sitio donde esconderse.

- Joder. Cago en la leche Penrod... ¿Quienes son esos? .- Disparó a los bultos que se acercaban por el pasillo sin demasiada precisión más preocupado por buscar una posible cobertura. Quizás se habian pasado alli encerrados un par de lustros. A saber como habrían sobrevivido y lo que habian tenido que comer. Era normal que estuvieran chiflados pero un tiro era un tiro. Algo que nunca se olvida. Esperó que el ruido y las balas amedentraran a esa panda de harapientos.

Kellen se escoró ligeramente hacia un lado para fintar el ataque de aquella especie de guiñapo humano pero no tuvo suerte y el golpe le alcanzó haciéndole trastabillar.

Aquella misión se había vuelto una locura en cuestión de segundos. En el pasillo se escuchaban los gritos de los agentes y de aquellas personas que estaban encerradas en aquel búnker. Las luces de las linternas se movían creando extrañas sombras en las paredes mientras que el grupo trataba de combatir y defenderse como podía. aunque el entrenamiento recibido por todos ellos les ayudaba a salir de situaciones como aquella algo iba mal, desde luego aquellas personas no tenían que estar allí. No podían estar allí. Ilse logró esquivar a la mujer que se abalanzaba sobre ella pero su mentor no tuvo la misma suerte y recibió la embestida furiosa de aquel tipo. Apenas lograba distinguirlo en la oscuridad pero parecía llevar siglos sin lavarse ni comer y pese a ello tenia una fuerza descomunal. Adrian por su parte recibió el golpe de otro de los adversarios que acababan de aparecer pero no tardó en responder y dar un derechazo a la mujer que atacaba a Ilse.

La escaramuza continuaba y tanto aquellos tipos como la mujer peleaban con una fiereza inusitada y no parecían atender a razones. Los golpes se continuaban la situación era cada vez más peligrosa.

Aquel loco iba a machacar a Ilse si se mantenía a la defensiva, tenía que hacer algo.Recordó las lecciones de artes marciales que había recibido durante años en los tatamis de entrenamiento de los templarios mientras realizaba respiraciones profundas.

Aprovechó la fuerza, velocidad y ferocidad de su oponente y la usó en su contra, con una llave lo cogió del brazo y con ayuda de su pierna lo derribo. Una vez que el enemigo estaba en el suelo disparó con su pistola del calibre 40 directamente a su desprotegidos cabeza.

La mujer estaba boca abajo en el suelo a los pies de Ilse. Trató de levantarse pero de pronto un fogonazo de luz iluminó el pasillo. En la cabeza de aquella mujer se había abierto un oscuro y sanguinoliento agujero y la sangre y resto del interior de su cráneo se esparcían por el suelo. A sus compañeros no pareció importarles lo mas mínimo y no cesaron ni un segundo en sus violentos intentos de herir a los agentes.

Adrian sintió un "click" ensu cabeza. Algo acababa de recordar... las lecciones para no mostrar los sentimientos,ni siquiera bajo tortura que todos los agentes recibían... si...era una buena idea. Si no lo hacía ahora no tendría oportunidad... y no podía permitir que le pillasen.

El cabeza buque de Adrian observó la situación y vió a Martin agarrarse un costado. Entre los tiros y aquello el agente estaba jodido...y en el fondo a él le daba igual el viejo, le daba igual Kellen y le daba igual la tetona... Lo que no le daba igual era su viejo y maniático colega. Joder, llevaban la de Dios de misiones juntos. No podía permitir que muriese así...no, aunque eso significase llevarse otra hostia de un infectado. Sin dudar, Adrian levantó la pistola y disparó.

—¡¡MARTIN!!