Partida Rol por web

Yusei oscuro parece empezar a perder la paciencia. Levanta su arma y da un tajo en dirección a su contraparte. El golpe conecta en el cuerpo del Mantis, que no puede evitar quejarse por el dolor ocasionado.-Tanto hablar, tanto hablar. Pero no HACES nada. ¿Quieres golpearme? Córtame. ¿Quieres matarlo?- Dice refiriéndose a lo que tiene detrás, abriéndose de brazos mientras lo mira, dejando su guardia libre de golpes.- Pues mátalo. Pero como siempre... eres pereza. No haces nada, mucho ruido y pocas nueces. Basura.- Y escupe delante suya.

Niou continua con los ojos cerrados, pero esboza... una sonrisa. Su cuerpo parece destensarse un poco. Sin embargo, aún no sale de su "trance" meditativo, y no está relajado del todo. Si hubiera que aventurar algo, parece que ha pasado de estar en el campo de batalla a una sesión intensa de entrenamiento. Aún es algo bastante intenso pero... la naturaleza de su situación parece haber cambiado radicalmente. O al menos esa impresión tiene y da el Cangrejo.

Algo no fue del todo bien. De repente Yusei desenvainó su espada y cortó a su alrededor, sin saber siquiera si le estaba dando a alguien, como si por un momento hubiera perdido el control nuevamente.  Los cortes parecían rápidos y tajantes. Esperemos que nadie salga herido...

Sin lugar a dudas, la lucha interna que estaba teniendo Yusei no estaba resultando nada fácil. Ya solo restaba esperar, y por supuesto, a protegerse los unos a los otros, ya que definitivamente, algo no iba nada bien durante la prueba de Caos.

Akira simplemente esboza una sonrisa confiada y guiña el ojo a los dos que se han alegrado de tenerla de vuelta. En postura sigue protegiendo a la monje dragón sin relajarse a pesar de que Yukinaku haya recuperado la compostura. Aún quedan dos que por suerte no se les ve muy agresivos, pero eso puede cambiar en cualquier momento. -Un placer tenerte de vuelta, Yukinaku-san. ¡Ahora solo quedan los demás!- Responde de forma animada aún blandiendo su wakizashi enfundado.

¿Cómo estará Kaminari? No ha querido visitarle demasiado en esos días para no tratarle mal bajo la influencia de la mancha. En el fondo está deseando volver a montar y darse una vuelta por esas... ugh, montañas dragón. Cierto, que están en ese estúpido territorio aburrido que no permite circular bien a los caballos...

Cómo arruinarle el día a alguien.

- Todo un honor, kehehe - asiente Niou de acuerdo con la misma sonrisa. En parte la sonrisa viene porque sabe que viejo maestro le habría golpeado en la cabeza con su abanico de madera y papel si le hubiera escuchado decir algo tan soberbio. "¿Quién te crees que eres maldito renacuajo? ¡Cuando llegues al nivel de los Siete Truenos podrás decir que eres mínimamente digno de algo pero hasta entonces bájate esos estúpidos humos!". Y lo más gracioso es que sabe que su otro yo también ha pensado en ello.

Tras dejar unos segundos para que los dos compartan este momento de humor, Niou pregunta:

- ¿Qué es lo que quieres? Creo que lo que he aprendido es que he sido injusto, kehehe... Eres yo al fin y al cabo. Estaba reprimiendo una parte de mi porque la creía mala... y precisamente eso la hacía mala. Creo que mereces una compensación, así que te pregunto... ¿qué es lo que quieres? 

Las palabras del Cangrejo, por supuesto, son sinceras. No solo sería deshonesto mentirle a su otro yo.. ¡sería estúpido!

Yusei contuvo la respiración por el golpe recibido. Podía sentir el dolor, pero no por ello iba a parar aquella que tenía que decir.

-Puedo aceptar que no puede existir una parte buena, blanca, o de luz sin su otra mitad; mala, negra o llena de oscuridad. Pero no caeré en el mismo error que tú y me dejaré manipular por una de ellas y ser como resultado un simple títere-. Tras ello tiró su arma contra su parte oscura y sonrió levemente, sosteniendo su mano en la herida.

-¿Creías de verdad que iba a atacarme a mi mismo? ¿Y crees que éste es el Yusei que de verdad se está equivocando de camino? ¿Aquel que acepta que atacarse el uno al otro no serviría de nada y que desiste de ser doblegado por nada ni nadie? Si crees que hablo demasiado escúchame bien, porque ésto es lo último que tengo que decirte de verdad: si tengo que morir, moriré aceptando quién soy, con todo lo que eso conlleva, y sin ser manejado por ningún poder ajeno, sea del tipo que sea. Incluso si muero yo, aquí y ahora, tú no serás nada. Nada, a excepción de otro peón más, y precisamente hablando sobre el lenguaje, no serás ni siquiera tú el que hable por ti mismo. Nunca más. Al menos yo, esta parte que sigue aquí, continúa defendiéndose con estas palabras. ¿Pero y tú? ¿Qué harás entonces tú?- sentenciaba Yusei mirándolo de la forma mas seria que él hubiera podido mirar a alguien. Si en realidad su parte oscura estaba tan manchada y cegada por el ansia de poder para sí mismo volvería a atacar, pero si su otro yo pudiera comprender que para avanzar se necesitan de ambas fuerzas...

La joven atendió a las suplicas de Yukinaku. Sabia que un ser del Jigoku intentaría ganarla en fuerza, cosa que la joven Isawa conseguiría sin esfuerzo. Se ayudo con las mano de Nobunaga a levantarse para levantar también a una Yukinaku apresada, después de levantarse la soltó dejándola siempre en una posición en la que pudiera servirse por si misma de equilibrio. Escucho los nombres de las personas que se habían liberado.

- Aun no ha terminado para algunos y eso significa que aun no podemos relajarnos -dijo tajante la Togashi.

Le sonaba familiar la voz del guarda Dragón que había traído Halona, pero no iba a insistir en una situacion tan precaria como esta. La visión de Hikari no era muy buena y gracias a su Kiho podía defenderse un poco ante la adversidad, pero tenia que estar atenta quien de los dos cedería al poder de la mancha. No sabia a cuanta distancia estaba cada uno, pero pudo ver como uno de ellos empezaba a moverse, no decía ninguna palabra por lo que podía presuponerse que no había superado aun su desafió. Así que Hikari se lanzo contra él sin pensárselo e intentando no golpearse con quien estuviera enfrente. Mientras corría volvía a activar el tatuaje del Ki-Rin.

Cuando llegue a mi objetivo, no tenia idea de quien era y la adrenalina, tensión y la borrosidad de mi vista no pude identificar bien a quien agredía, pero me sentía horrible por dentro al ver que no reaccionaba bien. Así que tan solo me regí por lo que debía hacer y le agarre con fuerza.

- Honorable samurai, no se quien eres, no se cual ha sido tu pasado -dije intentando trasmitir tranquilidad- Pero has llegado muy lejos para rendirte ahora. No te conozco absolutamente de nada y posiblemente solo hayamos compartido un par de frases pero siento, en este momento, un gran sentido del honor en ti. Así que, por tu honor, resiste, fuerza tu voluntad, continua en nuestro camino y no te desvíes por el Jigoku. Por favor, resiste.

La Togashi se mantenía firme e intentaba hacer que su aliado también se mantuviera firme, eso si, no sabia si lo conseguiría. No quería ver a un compañero caer tan rápido y haría todo lo posible para conseguirlo.

El otro Niou le mira acariciándose la barbilla muy suavemente mientras hace gestos raros con la cara típicos del extrovertido de Niou-Qué preguntas más tontas, yo. ¿Cómo que es lo que quiero? Eso deberías saberlo tú ya. Al fin y al cabo eres yó. ¿Por qué tienes que preguntarme algo así? Kehehehe. Las respuestas a las preguntas están en ti ya.- Tose un poco, levantándose de seiza y sacudiéndose por costumbre la ropa que lleva. Mete ambas manos en sus ropajes, mirando hacia su contraparte con gesto tranquilo.

-¿Y bien? ¿Qué me tienes que decir? Kehehe.

El otro Yusei tira el arma a un lado extendiendo los brazos y dándose un par de golpes en el pecho, mirando hacia el otro Yusei con una sonrisa algo socarrona en el rostro.- Por fin tienes al menos huevos para decir dos frases seguidas con sentido. Preguntar qué haré yo es una estupidez. Al fin y al cabo, yo soy tú. Siempre lo he sido, y siempre haré lo que realmente queremos hacer. Solamente si flaqueas y ocultas lo que verdaderamente bucas es cuando yo me encargaré de recordarte lo que importa.- Se acaricia la nariz con un dedo, mirando a su otra parte.

-¿Y bien? Aún no has dicho qué vas a hacer cacho heimin. Sólamente has dicho que vas a seguir adelante y poco más.

Una vez ambas muchachas se pusieron en pie, Nobu pudo respirar un tanto más tranquilo ante toda aquella situación que se salía un poco de madre, en el fondo esperaba que no se prolongara mucho más puesto que el hecho de que sus compañeros estuvieran perdiendo el control de esa forma no representaba nada bueno.

Quedó impresionado ante el segundo agarre de la Togashi, pero a decir verdad también le preocupaba un poco la integridad del pobre Yusei...¿Serían sus pesadillas tan crueles como lo fueron las de Nobu? Fuera como fuere, en el fondo sabía que lo lograría, su amigo había conseguido imponerse a todas las situaciones que el grupo había pasado y esta no sería la excepción. Esperaba con el corazón en un puño, y con una esperanza ferviente a que sus amigos volvieran en si de un momento a otro.

La Shugenja asintió a las palabras de Nobunaga y la monje Togashi. Estaba esperando a que soltara la presa para poder levantarse. Una vez levantada con cierta dificultad debido a su pequeño problema se apoyó en Nobunaga con su permiso y se decidió a ayudar a aquellos heridos que hayan recibido daño durante la escaramuza.

Dio un rápido recorrido con la vista y posteriormente sacó un pergamino ya muy bien conocido, tras ello empezó a recitar su ya conocida plegaria con intención de cerrar heridas y reconfortar a sus compañeros. La situación parecía bajo control desde ese mismo instante, aunque la tardanza para terminar el ritual de sus dos honorables compañeros parecía preocupar y mantener en tensión a la fénix.

- Grandes Kamis del agua, vosotros que ostentáis el poder de la vida que fluye en nosotros, ruego misericordia por aquellos de los que ya no emana y que vuestro poder cree de nuevo corrientes de esperanza en ellos. ¡Guiadlos hacia su recuperación y dejad que vuelvan a crear su propio futuro! ¡Camino hacia la paz interior! Como siempre, durante la plegaria cerraba los ojos y con un tono muy claro y serio la recitaba. Al terminar la última palabra, surgían un pequeño rastro de neblinas que se dirigían a la Togashi con intención de cerrar el corte y mitigar el daño que había producido durante su pérdida de control. La neblina rodeaba a la monje y daba sensación de flote en la misma cuando la herida estaba siendo tratada.

Yusei sonríe ligeramente ante su yo más oscuro.

-Bien, eso significa que seguimos siendo lo que siempre hemos sido. Aún no todo está perdido para nosotros. Pero... No sé si estoy entendiendo bien esto último. ¿Que qué haré yo? Te pregunto qué harías tú porque a lo mejor venías aquí a reventarme la cabeza, que me has atacado joder- Yusei alzaba ambas cejas y mirándose la mancha de sangre. Menudo tajo llevaba.

-Pero, ¿qué qué voy a hacer yo? Yo he venido aquí por ti. Porque no puedo continuar sin la otra cara de mi ser, sin aceptar que para alcanzar todo cuanto quiera necesito de las dos partes. La pregunta es más bien qué vamos a hacer- hizo una pausa dramática -Y eso es que nos vamos. No tenemos nada que hacer aquí. Porque si lo dices refiriéndose a... eso- lo señalo ligeramente con la mirada- yo no tengo intención de atacar a nadie ni a nada si no hay un motivo para ello. No puedo perder el tiempo aquí con algo que no merece la pena- suspiraba mientras cerraba un momento sus ojos. Sentía que llevaba demasiado tiempo allí, y no sabía hasta qué punto podría haber sido peligroso. -Tenemos mucho que hacer allá afuera. No aquí, con eso- Yusei miraba con los ojos entrecerrados a aquella amorfidad. Era bastante chunga.

-¿Nos vamos?- se giró ligeramente dando la espalda a su otra parte pero aún mirando hacia la dirección del Yusei oscuro, observando su reacción.

Todo este gran espectaculo parecia que faltaba poco para terminar, aunque de todas maneras, parece que ellos dos la estan pasando de manera terrible, quizas estan sufriendo mas de lo que lo han hecho la mayoria, ¿Que tan poderosa es esa mancha? Su poder sin duda alguna es algo que no deseo experimentar en mi vida...

Pero solo uno de ellos pierde el control una que otra vez... -¿Que es lo que causa la Mancha, para enloquecerlo de esa manera? -Pregunto al aire en posicion de defensa, observando como la monje quien me parece alguien... Conocido, hace una presa sobre este. ¿Estara bien en el fondo el muchacho?

- Kehehehe... - ríe el Cangrejo. Claro, su otro yo es tan agudo y mordaz como él, ¿qué esperaba? Y tan directo también. La pregunta es sin duda pertinente... ¿qué quiere Niou? El chico se rasca la barbilla, pero él ya sabe la respuesta. Así que simplemente la enuncia en voz alta: - Quiero ser fuerte sin preocuparme de formalismos, para proteger lo que está bien sobre lo que es correcto. No me importa ser un poco más salvaje si lo que hago de verdad es cuidar de mi gente, de mi pueblo, mi familia y mis amigos. Quiero expulsar a todos los que quieren dañarles y quiero estar más en equilibrio con el mundo... no solo con la parte que me han dicho hasta ahora que está bien, si no con todo en él. Y sobre todo, conmigo mismo.

Con una sonrisa, y mirando a los ojos de su doble concluye finalmente:

- Quiero mirar a la oscuridad en mí sin miedo y ver a un amigo en ella, no a un enemigo que combatir. No ganaré ninguna batalla si hay una batalla dentro de mí.

El otro Yusei mira a su contraparte y asiente una vez más. Sin embargo, antes de irse le dedica unas palabras.- No echarle hará que siga estando dentro de tí. Dentro de nosotros. Puede que ahora no tenga tanta fuerza por que lo controlamos tu y yo... pero eventualmente volverá a llevarnos a los dos.- Dice mientras dirije su mirada hacia arriba, cerrando los ojos y cayendo ambos en un sueño bastante plácido y cálido.

"Tu Caos interior está algo más calmado, pero el Jigoku sigue teniendo influencia sobre tí. Seguirás teniendo pesadillas y malestar bastante amenudo. Al menos habrás perdido la paranoia."

Yusei despierta.

El otro Niou mira hacia su contraparte sonriendo como suele hacerlo él. Suelta una leve carcajada y le da un golpe en la espalda bastante sonoro, en plan campechano. Detrás de él el ojo sigue estando, depredando y esperando alguna oportunidad para atacar.- Tu y yo somos uno, está claro que siempre nos llevaremos bien. Ahora dime, ¿Qué vas a hacer con él?- Dice señalando con un gesto de su cabeza al monstruojo.

Parece que todo estaba bastante calmado... Hasta que de repente Yusei atacó de nuevo. El corte fue preciso en el cuerpo de la monje dragona, que al ver que se estaba levantando de nuevo fue a intentar pararlo. Pararlo lo ha parado. El corte con su cuerpo y luego su cuerpo con una buena llave. Está la monje atrapando en una presa al pobre Mantis que ataca medio dormido.

Por otra parte el resto se mantiene en tensión, algunos bastante más aliviados de que el resto haya despertado al fin y de forma tranquila. Halona sonríe levemente.- Me alegra ver que estáis de vuelta chicos. Lo que causa la mancha es el control de una voluntad antigua y perversa que intenta subyugar sus mentes, Akihiro.-

- Tú puedes usarlo, ¿no? Podemos usar su poder. Recluirlo y controlarlo... Kehe, ¿o no? No termino de entenderle bien - responde refiriéndose al ojo. Lo cierto es que no ha dedicado mucho tiempo a penasr en ello, pero imagina que es el Caos en sí mismo que se ha acumulado en su interior durante el entrenamiento y la prueba. Le da un poco de miedo, pero no se va a dejar llevar por ello. Mirando a su doble añade - Si crees que podemos controlarlo yo estoy a bordo. Podemos usar su arma contra ellos, kehehe, convertir su espada en nuestro escudo.

-Podemos controlarlo, y para ello hay que enfrentarse a esa presencia. Kehehehe. Vamos a por ello hermano.- Dice mientras se gira mirándole por encima del hombro, marchando lentamente hacia el ojo, jirones de carne y tentáculos que provienen de la criatura de otro mundo. Niou siente el deseo de acompañar a su otro yo a la tarea, y claro que le acompaña.

"Tu Caos interior está calmado contigo mismo. Habéis entre ambos expulsado por ahora la influencia que pueda tener el Jigoku sobre tí. Sigues manchado, pero ahora puedes controlar ese poder como si fuera tuyo, sin tener pesadillas, ni paranoia ni similares."

Niou despierta.