Partida Rol por web

Julia ya lleva una semana en el cuarto de invitados - otrora almacén - del estudio de Andrea y todavía no ha soltado prenda a por qué está aquí.

Cuando ve a su hermana, hija de su misma madre, Andrea se sorprende ante el nulo parecido que tienen ambas. Mientras que Julia tiene todos los rasgos que cabe esperar de una dominicana, Andrea casi parece una gringa en comparación. Mirar a su hermana es ver a su madre, pero al mirarse a sí misma ve... ¿qué ve?

Cada vez que Andrea ha intentado sacar el tema de por qué Julia ha hecho tan largo viaje - y mas sin saberlo los padres - ésta ha logrado despacharla preguntándole por Max. Siempre tuvo esa habilidad para tocar temas de los que no quería hablar. Ni que entrenara.

Por supuesto, la visita "temporal" - que Andrea mucho se teme que va a ser de una "temporalidad prolongada" - ya ha empezado a desorganizarle la vida. Por de pronto, todas las obras que quería dar por terminadas - y por eso las guardaba en aquella habitación - vuelven a estar por medio. Ello no sólo le provoca los consabidos problemas de levantarse zombie a por un café y chocarse con ellas al ir adormilada, sino que, encima, ahora no terminaba de verlas cuajar, e insistía en seguir retocando, ampliando, modificando... Esto no iba a funcionar.

El repetido dicho de que el artista nunca acaba sus obras, sino que las abandona, definitivamente se estaba cebando con el subconsciente de Andrea. ¿Pero qué más podía hacer para no tropezarse con ellas? ¿colgarlas del techo? ¿Marearlas en el coche día y noche? cualquiera de esas opciones acabaría por estropearlas.

Y no ayudaba que precisamente estuviese haciendo acúmulo para una exposición. Y no cualquier exposición, era su puesta en escena como artista individual y no solo restauradora (y conservadora, para qué engañarnos) del museo. Era importante dar una buena impresión.. y aquello comenzaba a ponerla de los nervios. 

Al menos hoy el taller no abriría por reformas y eso le daba algo más de tiempo para encontrar un momento con su hermana. - ¡Piensa en positivo, piensa en positivo! - Ensayó su mejor sonrisa en el espejo y los ojos pintados en el marco de debolvieron la mirada con aprobación - ¡Así me gusta, chicos! ¡Dando ánimos! jaja

- ¡Guapísima! Hoy no tienes escapatoria. Nos vamos a la playa a comer helado y ponernos ciegas a ver surferos. ¿Qué me dices? - Sentencia por fin con ímpetu tras salir de la habitación - Y no me digas que no tienes bañador, porque ahora sí que tienes. - Sonríe triunfal tendiéndole el bikini que había elegido para la muchacha y que seguro que le quedaría mejor que a ella misma. De hoy no pasaba de saber algo más de lo que pasaba como que se llamaba Andrea.

- ¿La playa?¡Qué chévere! - exclama Julia agarrando el bikini que le tiende Andrea para salir corriendo acto seguido al baño a cambiarse. Andrea tiene que reaccionar rápido - benditos sean sus reflejos - para atrapar una de sus obras que enganchó un tirante del bikini al girarse Julia tan rápido y casi cayó al suelo.

Aún sintiendo un escalofrío recorerle la espalda, coloca nuevamente la obra en su lugar improvisado. - No, si tendré que contratar un almacén... o buscar otra casa ^^U

Para el bolso de playa solo le hace falta añadir una toalla más, y el resto ya lo tenía dispuesto en el armario junto a la puerta. Un vestido ligero, pantalones cortos, dinero llaves... - tendré que hacer copias para Julia... - Block de esbozo, portaminas mágico* y gorra.

Nuevamente se acerca al baño. Y toca a la puerta (más valía estar cerca para sostener lo que pueda caer), y toca a la puerta. - ¿Preparada?

- ¡Lista! - exclama saliendo del baño en bikini con un cuasitransparente pareo al hombro.

- ¡Aprovechemos entonces! - Hacía un buen día a pesar de que recién empezó la primavera, y ya echaba de menos estas escapadas tras el invierno cerrado. Y mas ahora con lo aprisionante que se estaba volviendo su casa en la última semana.

- Ya pensaremos al regreso cómo hacer más espacio en todo este caos y ahora... ¡Día libre! - Dejando el estudio atrás cerrado, bajan en el ascensor hasta el garaje. Al cabo de un rato conduciendo y gracias a que la muchacha no tiene escapatoria, comienza a preguntar.

- ¿Y qué más te gustaría ver o hacer? ¿hay algún sitio que quieras conocer en la ciudad?

- Uhm... ¿Qué tal Hollywood? Los estudios, digo - responde ella con estrellas en los ojos.

- Bien, cuando regresemos a casa echamos un ojo al ordenador y buscamos las rutas. Estoy segura de que hay visitas guiadas, eso sin contar con la "ruta de las casas de los famosos" jeje. ¿y después?

- ¡Uh, las casas de los famosos! - exclama con tono lascivo - ¿Te imaginas ligarte a un famoso, dar entrevistas, que te den un programa en la tele por cable.... - añade soñadora

- Jajaja. si, puedo imaginármelo, y para eso tendrías que acercarte mucho a ellos. Algo así como encontrar trabajo de camarera en la zona. ¿ese es tu plan?

- ¡Ay, camarera, no!- exclama con desagrado - Lo conoseré en la playa, o paseando... Él se fijará en mí.... - vuelve a ensoñarse.

Cabría pensar que Julia se tiene en una exagerada estima, al menos en lo que a atraer hombres por su aspecto se refiere.

- Ojalá fuese tan fácil, Julia... ojalá - Se había mantenido en contacto con ella por emails y ocasionalmente Skype, pero seguía sin entenderla del todo. Era su hermana, la quería (cómo no), pero tenia algunas cosas... Al menos ya estaban llegando a la playa.

- Muy bien, ya estamos. Por suerte esta es de las mejores épocas para disfrutar de la playa. No hay tantos turistas - Aparca el coche y se adentran en la arena. No sabía si el día acompañaría para ver surfistas, pero ya de por sí el olor del mar lograba tranquilizarle los nervios. Merecía la pena venir hasta aquí.

Unos minutos después, han elegido rincón en la playa, extienden las toallas y comienzan con el protector. Con la escusa de ponerle la crema en la espalda, Andrea ensaya otro ataque, esta vez más directo. 

- ¿Le has dicho ya a Mamá que estas aquí conmigo?

- ¿Oye, y el perrito que me dijiste que tenías?- pregunta ella - Ése que me enseñaste por webcam. ¿No le pasaría nada, o sí?¿Qué lo tiene Max, quizá? Chica, nunca entendí que lo dejaras, con lo buen partido que es...

Sabía que lo haría... - Sin embargo, no permito que me cambie de tema y la miro muy seria - Julia, Mamá estará preocupada. No le importará que estés conmigo, pero necesito saber qué es lo que sucede. Si no, tendré que llamarla yo y prefiero que me lo cuentes tu, porque soy tu hermana y para mi eres importante. 

Sea lo que sea no me voy a asustar - Sonrío con confianza

- ¡Ay, ya déjate de mamá ni mamá y cuéntame qué tal está Max! Digo, además de libre... - añade con un tono totalmente inadecuado

- ¿Max? Podrido. Mejor que no te le acerques ni para pedir la hora. Créeme, no es tu tipo - Había conseguido que saltara y cambiarme de tema, pero no me daría por vencida. - ¿Sabes que podrían arrestarme por secuestro si ellos mandan a buscarte?

Julia, las cosas no se arreglan ignorándolas, y si te quieres quedar conmigo necesito que confíes en mi y me cuentes.

- ¿Ay nomás, no me seas boba! ¿Cómo te van a decir nada de secuestro si tú estabas aquí cuando yo salí de la isla?

- Pues claro que si ¿o es que no conoces la ley? - vamos, vamos... suelta prenda si has picado no pienso ceder, pececilla - Se puede denunciar tras 24 h de desaparecida, y justo 4 días después es cuando en esta cuidad la gente se moviliza... Empezando por los parientes. Que no te extrañe que la policía en casa a la vuelta. Tu no conoces Los Ángeles, hay cosas que se toman muy en serio para evitar la mala prensa.

Pero estamos a tiempo de solucionarlo. He cuentas Qué ha pasado y entonces podré ayudarte. De otro modo no podremos hacer la ruta de los famosos, porque te llevarán.

Justo en ese momento suena el móvil. El tono es el que le puso a su jefa.

Diantres... justo ahora - Dame un segundo. Tenemos que seguir hablando de esto. Si quieres aprovecha y date un chapuzón. No sé cuanto tardará - Rebusca unos segundos en al bolso hasta dar con él *clik - Buenos días?