Partida Rol por web

El sobre sólo contiene un anillo, de tipo sello, muy masculino. Parece de oro con una piedra roja - ¿rubí? - y los lados anchos con tienen un grabado que son a un ala lo que el "caballo de tiza" de Wiltshire a un caballo de verdad.

Andrea sonríe. Aún sin nota, creía saber lo que significaba. 

Aquel anillo decía "bienvenida, ya eres uno de nosotros" que curioso que no se lo dieran allí mismo antes de partir. Quien sabe. Juguetea con él entre los dedos buscando algo más de luz y examina con ojo crítico ¿qué edad tendría? ¿que tipo de grabado era...? Debía ser algún formulismo de presentación, un modo de identificarse entre los miembros de la Tradición o algo que solo se utiliza en rituales muy determinados. 

Sea como fuere, era un símbolo de pertenencia. Aquello le gustaba. 

Vaya... que interesante era aquello. Simbólicamente el murciégalo podía significar el misterio, discusiones y penas como resultado de comportamientos negativos de personas a su alrededor... aunque también podía hablar de un augurio de tristeza, malas noticias o sorpresas desagradables.

Eso, claro está, si no eran alas de dragón, en cuyo caso podríamos estar hablando de la lucha del "yo" contra las tendencias e instintos regresivos para liberar el alma. Aunque soñar con un dragón o con dragones, quiere decir que tiene tendencia de dejarse llevar por su pasión... Aunque muchas otras culturas dan otros dignificados a este símbolo.

Y el rubí en gemoterapia puede usarse para mejorar los estados de angustia, intoxicaciones, pérdidas de memoria... ¿no era algo así? 

Quizás si lo examino más de cerca...

- Muéstrame lo que ocultas... Rhal Ne Aur Gxi She Ar Met.

Glifos alquímicos etéreos aparecen ante los ojos de Andrea sobre el anillo. Ellos le hablan de los materiales del mismo. Oro y Rubí, de pureza sin tachadura ambos.

Efectivamente ver la magia en sí misma no era su especialidad, pero había que intentarlo... La pureza de aquellos materiales sí le decía que había manos sabias tras su elaboración, pero eso no era suficiente. Echó a andar hacia su bolsa y extrajo el disco de metal que en él guardaba. Quien sabe, si en el anillo había algún tipo de magia relacionada con las Fueras era más que probable que algo se desvelara.

Andrea no encuentra nada en el anillo que esté relacionado con Fuerzas. Definitivamente Ars Vim iba a ser su próximo campo de estudio.

Ahora que cae, viendo dónde estaba el paquete - bajo un montón de revistas de hace varias semanas - la idea de que lo enviara Magnus o Alhisha no termina de encajar...

- Maldita sea... - Comenzaba a dolerle la cabeza. Se deja caer en su cama (tras mover de un empujón una de las cestas que aún estaba arreglando sin grandes miramientos). Si lo poco que había entendido de cómo funcionaba la esfera de Correspondencia era cierto, el que lo hubiese encontrado bajo una montaña de ropa y revistas de hace semanas podría significar muchas cosas.. entre ellas, que alguien había usado aquel truco para hacerle llegar el "regalo" de forma menos descarada.

Revisó otra vez el sobre. Seguía sin haber remitente. ¿será que lo recogió Julia en el buzón de cualquier manera? Realmente no recordaba haber visto un símbolo como aquel en el mes de estudio. 

Finalmente y resistiendo el gesto imprudente de ponérselo sin más, Alarga el brazo hasta que tantea el móvil y llama a su mentora. Echando un ojo al reloj, no debería estar en clase...

- Dime, Andrea - responde Hillary, siempre directa al grano.

Siempre directa y sin rodeos... - Tengo en mi mano algo que no debería estar aquí y no logro descifrar. Es un anillo. Rubí y alas membranosas grabadas. Oro puro... ¿Lo enviaste tu?

- No, no se te envió nada. No es mío y Magnus me habría contado algo al respecto. ¿No es un anillo normal?

- Para nada... y no logro identificar qué es. Está más allá de lo que puedo reconocer. Lo peor del caso es que parece que haya estado varias semanas en casa... y el sobre no tiene remite, así que fue deliberado. - rie por lo bajo - ¿estas cosas pasan a menudo?

- No tan temprano, no te ha dado tiempo a crearte seguidores ni enemigos aún... - un momento de silencio - Tráelo a mi despacho en la Facultad de Historia, a ver si descubrimos de qué se trata.

- Voy para allá. Tardaré lo que me permita el tráfico. - Meto el anillo en el mismo sobre en el que llegó y lo doblo un par de veces antes de meterlo en el bolso. Tendría que empezar a pensar en cambiarlo por una riñonera o algo más práctico... Había perdido un rato infructuoso intentando encontrar respuestas. veremos qué es lo que Alhisha puede decirme al respecto.

Conocía la universidad de Historia gracias a un par de visitas para buscar referencias o hacer encargos desde el museo, de manera que no debería serle muy difícil orientarse y dar con su despacho.

Andrea llega con facilidad al despacho al cabo de una hora. Allí, Alhisha cierra la puerta con llave, extiende un papiro en blanco sobre su mesa y le pide a Andrea que deposite sobre él el anillo, tras lo cual se pone a estudiarlo con un trozo de junco a modo de pluma, un frasquito de tinta recién molida junto al papiro.

Entonando una compleja letanía en enoquiano - demasiado compleja para que Andrea pueda seguirla - Alhisha va tomando gotitas de tinta con la caña de junco y las va salpicando alrededor del anillo. Nombres de deidades egipcias se intercalan en el torrente enoquiano mientras que las manchas van llenando surcos del papiro que parecen formar figuras...  Garabatos para cualquiera que no conozca la Lengua.

- Istyar - dice en voz grave - este anillo te pertenece. Es tuyo desde antes de se alzara la primera pirámide y se erigiera la primera mastaba. Posee una magia poderosa, pero resulta... incompleta. Como ver un fragmento de un dibujo, sin unirlo al resto de piezas no se distingue del todo. Lo que quiera que sea, juraría que no es peligroso. Al menos no para ti.

- Pero... eso no tiene sentido. Pensé que fue el libro quien me despertó ¿cómo es posible que mi alma sea tan antigua? - Ya que su mentora había dado por finalizado el ritual, toma nuevamente el anillo -  Y más importante aún... Si es así, ¿quien lo ha guardado todo este tiempo, solo para abandonarlo en el buzón de una casa en la que vivo hace apenas unos meses?

¿Cómo es posible que me encontraran, si acabo de recibir mi nombre? - Andrea Suspira, observando el objeto. Seguía teniendo más preguntas, pero sabía que la respuesta a todas ellas sería exactamente la misma que ya entreveía en la mirada de su mentora, así que no esperó a sus palabras - Está bien. Al menos al venir aquí sabemos que no es peligroso. El Destino que me trajo aquí aún me guarda algunas sorpresas... y esta no me la esperaba.

Una última mirada a su mentora, como pidiéndole permiso. - Supongo que desde el principio sólo habia una manera de resolverlo - y finalmente, se pone el anillo

- ¡Por Isis! - exclama - Tu aura... se ha vuelto mas brillante, ardiente casi. Lanza algún conjuro, ¡cualquiera! Aprendí algo de un Bonisagus que podría sernos util.

Istyar obedece, retorciendo su mano en los gestos alquímicos para ver la composición del papiro - lo primero que se le ha ocurrido.

- Increíble - susurra Alhisha - De algún modo... ¡potencia tu magia!

Me quedo mirándola con asombro. - No... no se ni que decir. Esto es muy extraño, y aún me pregunto como es que ha regresado a mis manos desde... puff... quien sabe cuantas vidas, y ahora me dices que... - Niega casi con ganas de reír - Me pregunto quien sería... en esa vida, me refiero. - mirando el anillo - lo averiguaré, sin duda.

Gracias por todo, Alhisha. Realmente me has sido de gran ayuda. Sea quien sea quien me lo envía no parece que me desee ningún mal. 

Y eso... eso me abre una duda. Sobre la forma en que Magnus me encontró. ¿Tan solo buscaba una restauradora y pensaban que mi Despertar fue una grata sorpresa, o realmente sospechaban algo de todo esto?

CAMBIO DE CAPÍTULO:

A primera hora "oficial" de la mañana, aún con Michael durmiendo, Istyar echa mano del teléfono de él y va al balcón. Lleva un buen rato despierta y la impaciencia le puede. Llama a Magnus para enterarse un poco mejor de la situación, si se les ha dado alguna escusa en sus respectivos trabajos y cuando quieren que vayamos a la hacienda. Si es necesario ella les puede llevar... si encuentra su furgoneta, claro. ¿seguirá en el museo?

Preparará desayuno, se cambiará de nuevo si su ropa ya se ha secado y llamará a Raquel a media mañana, cuando esté de camino a su casa. ¿Quizás pueda arreglar el malentendido sin que ninguno de los dos sienta dañado su orgullo?

La situación en casa sigue tan gélida como de costumbre, por mucho que Andrea intenta suavizarlo con intenciones y palabras dulces y de ánimo, lo cierto es que sus desapariciones sin explicación no ayudan a suavizar la situación, lo cual resulta un poco deprimente. Sabe que tiene que pasar más tiempo con su hermana, no solo por el miedo vago que tiene a que comience a relacionarse con un cualquiera que le haga daño, sino por la posibilidad real de que Julia comience a verse con su ex. Cuando Andrea cae en la cuenta de ese pensamiento se ríe de sí misma. Es absurdo, pero aún hay algo que lo ata a ese hombre y no le gusta. Tomó grandes decisiones y fue muy osada cuando fue a su encuentro, y ahora lo único que desearía es que desapareciera de su vida. ¿pero de qué huía? Sin duda, ahora se abrían puertas mucho más grandes que lo que podría llegar a ser una vida en compañía sin mas.

Tras pensarlo un poco, llamará a León:

En estos días recibirás un mensaje a horas intempestivas que queda guardada en tu buzón de voz. Aunque no da su nombre no te cuesta identificarla.

" Hola, siento llamarte a estas horas. Necesito pedirte un favor. Hay una persona... en fin, para que andar con sutilezas... mi ex aún no me ha devuelto algunas de las piezas de arte que tenía en su piso. Me cuesta mucho enfrentarme a él y aunque todavía no se si quemarlas o venderlas, pero no me siento cómoda con que las conserve. Sé que es una petición egoísta, pero tampoco conozco a nadie en la ciudad a quien le pueda pedir algo así ¿podrás ayudarme a ir a buscarlas? A cambio podría... no se, ¿invitarte a comer? - rie - En realidad no sé qué podría hacer para compensarte, pero créeme que si está en mi mano yo siempre devuelvo los favores No hace falta que sea ahora. En realidad no hay prisa, pero sí que necesito que alguien me eche un cable. Venga, ya me llamas cuando lo pienses. Este es mi número. Guárdalo. Ya hablamos.   piii "