Partida Rol por web

A medida que desciendes del techo del avión observas mejor a esa persona y cada vez estás más seguro de que se trata del profesor Brush. Sin embargo al pegar un salto y llegar al suelo lo pierdes de vista. Te das la vuelta porque el resto de compañeros se encuentran en la puerta del aeroplano observándote a ti y al entorno.
Una vez más te giras buscando a la persona que viste pero no la encuentras por ningún lado. ¿Donde se ha metido?

La cuestión es que se parecía mucho al doctor Brush pero su forma de andar y ese susurro que escuchaste proceder de él era muy extraño.

- ¡Charlie, por todos los demonios, aquí no hay nada!- levantándose con prisa ante el grito, Leroy ha salido al exterior cerca de Irina. Lleva en la mano el palo que ha mantenido a su lado durante la noche por si los vigilantes no dieran la talla y algo atacara el avión al acudir oliendo la comida.- ¡Maldita sea, ¿no nos habrás levantado por nada?!- recordando que mencionaba al desaparecido doctor Brush, Leroy mira alrededor del avión hasta donde la selva le permite.- ¿dónde ha visto a nuestro visitante, Charlie? Nuestra posición aquí abajo no es tan privilegiada.

Sin responder a sus compañeros, Charlie camina sin rumbo aparente durante unos instantes y termina por detenerse junto a unos sombríos arbustos.

-Doctor. Nos tenía preocupados. No sé lo que le ha ocurrido, pero ya está a salvo. Más vale tarde que nunca, ¿verdad? - habla hacia algún punto entre la vegetación, dándo la espalda al avión - Le buscamos. Tengo su zapato. Y usted tiene mi navaja. Doctor. ¿Doctor? ¿DOCTOR? ¿A QUE COJONES JUEGA?

Dando un puñetazo al tronco de un árbol, se gira. Apenas parece darse cuenta de que se ha despellejado los nudillos.

-¡Le he visto! ¡Era él! ¡Joder! ¡Era él! - grita hasta quedarse afónico.

Félix pegó un salto y se puso en movimiento casi inmediatamente.

—¿Qué pasa? —dijo un tanto desconcertado en primera instancia. 

La mano estaba sobre la culata del revolver a la espera de lo que pudiera ocurrir. Seguía con la mirada a Charlie vigilando por cualquier cosa que pudiera amenazarle hasta que el hombre dio el golpe sobre el árbol. En ese instante Félix corrió hasta ponerse a la altura de Charlie.

—¡Eh! Tranquilo. ¿Hacia donde ha ido? —dijo tratando de tranquilizarle.

Flora salta de alegria al oir hablar a Charlie del Doctor... pero se le esfuma al descubrir que todo ha sido una ilusion... o no.

¡Charlie! ¿que ha visto? Hable francamente... ¿le ha visto? ¡diganoslo!

Pues yo no escuche ni vi nada por los alrededores... aunque desconfio plenamente de esta isla - Irina trata de bajar un poco los decibeles de la situacion mientras mira en circulo toda la zona como esperando que se aparece el profesor por sorpresa de algun flanco...

El viejo parece derrotado y, como tal, se deja caer de rodillas, con la mirada perdida.

-Sí, es la isla. Hace que mi cabeza funcione peor que cuando la remojaba a diario en alcohol de tercera. - escupe al suelo - Casi desde que llegamos, veo y oigo cosas raras. Ya no me puedo fiar ni de mis ojos ni de mis orejas. Parecía tan real, acercándose al avión cojeando y farfullando algo en voz demasiado baja, como si estuviera enfermo o herido... Pero si hubiera sido realmente él, ¿por qué desaparecer? El doctor no se escondería de nosotros.

- O tal vez sí, después de abandonarnos a nuestra suerte.- Leroy se acerca a la pareja de hombres que escudriñan la jungla, allí donde el vagabundo ya duda de haber visto al doctor Brush.- Vamos Charlie, estar sobrio parece que afecta a sus sentidos, pero algo vería. Y aunque dude de ellos, yo sí tengo la certeza de que alguien nos acecha. Que sea el doctor enloquecido por la soledad y la pérdida de su esposa o nativos huidizos no podría asegurarlo. En cualquier caso seguirlo y perdernos en el interior de la isla sin tomar medidas para regresar sería sumamente imprudente.

La situación se calmaba tras el breve suceso, por lo que el frío se dejó sentir en los cuerpos desprotegidos una vez sus mentes dejaron de centrarse en la novedad. Leroy con un ligero tiritar se arrebujó dentro de su chaqueta, arrugada e impregnada por un olor a sudor que era mayor cada día que pasaba.

- Al menos hoy no parece que vaya a llover más. Tenemos comida si conseguimos cocinarla, por lo que habrá que aprovechar a recoger leña. Me muero de hambre y ese jabalí nos dará de comer a los cinco como no lo hemos hecho desde que llegamos a esta miserable isla.

El detective negó con la cabeza.

—Mirad, o ha tenido mucha más suerte que nosotros o me temo que ... —dejó la frase en el aire.

Félix había perdido todas las esperanzas de encontrar con vida al doctor. Ahora su principal objetivo era encontrar como salir de esa maldita isla.

—Iré a buscar algo de leña, aunque dudo mucho que nos sirva de algo con la humedad que hay pero quizá podamos ponerla a secar.

El astió y el desánimo quedaba patente en las palabras y los gesto de Félix.

—¡Maldita isla! —dijo a la vez que daba una patada al suelo antes de dirigirse en busca de leña.

- Será mejor que alguien le acompañe. ¿Tal vez Irina quiera servirle de compañía una vez más?- más que un retintín irónico, que es incapaz de evitar, Leroy parece estar sugiriéndolo seriamente- Flora y yo permaneceremos junto a Charlie, por si el doctor "volviera una vez más". No veo juicioso volver a aventurarnos solos en ninguna parte.

Charlie parece estar bastante alterado por lo ocurrido, tanto que todos participáis en buscar por los alrededores por si acaso... tras unos instantes de búsqueda entre bostezos y suspiros por el frío os reunís todo en la entrada del avión con las cabezas agachadas ante el fracaso de vuestra búsqueda.

En ese instante, cuando vuestras miradas acusadoras se dirigen todas ellas hacía charlie algo llama vuestra atención. Un sonido cercano similar al de cuando alguien tropieza y cae al suelo seguido de un molesto murmullo. Con un gesto de perplejidad todos os giráis hacía el lugar de donde procede el ruido.

Pero... si hace un momento tú has estado registrando el lugar de donde proviene ese ruido. ¿Acaso se trata de otra trampa de la isla?

- ¡Félix, Charlie! ¡Ahí atrás! - Leroy agarra el palo con fuerza asiéndolo con ambas manos. Es un arma burda, pero le servirá para dar una buena lección a lo que esté farfullando tras llamar la atención tan torpemente.

Temiendo que vuelvan a perder de vista lo que quiera que sea, y progresivamente la cordura de paso (ya llevaban días culpando a la isla, ¡cómo si fuera un ser sentiente dotado de una inteligencia perversa!).

Charlie, abatido y algo ausente tras lo sucedido, reacciona con lentitud. Se acerca titubeante al arqueólogo y empuña con desgana palo y machete en la dirección que éste señala.

-¿Doctor? - pregunta con voz insegura.

Flora mira curiosa que es lo que esta molestandoles... curiosa y ligeramente aterrorizada por la duda...

¿El Doctor?

¿¡Maldita sea, y ahora que?! - masculla por lo bajo a regañadientes... ella se mantiene al margen de la situacion, entre nerviosa y algo enojada. Parece que la paciencia se va acabando con determinadas actitud que esta teniendo "la isla"... y es cuestion de tiempo nomas esperar que la joven se quiebre.