Partida Rol por web

Cuando dejé de notar la protección de Perun sentí que estábamos en grave peligro y me reuní inmediatamenre con los otros dos sacerdotes.

- ¡Estamos en peligro! supongo que vosotros también lo habreis notado, asi que tendremos que pensar cual será nuestro siguiente movimiento. Podemos quedarnos aquí e intentar hacer frente a la presencia demoniaca que se aproxima, opción que sin la protección de nuestros dioses es probablemente bastante suicida, o bien podemos intentar escapar. ¿Qué opinais?

La cara de Vilyesky lo decía todo, algo sucedía, y era muy grabe, la cara de preocupació y erviosismoa  aumentaba cada instante, cada segundo que pasaba notaba la pérdida de la cercanía de su dios Perún, su presencia ahora era casi inperceptible...

Mientras rumiaba que sucedía y el porque, mientra luchaba por intentar creer que aquella presencia maligna que notaba no se acercaba, se derrumbó casi del todo al escuchar al sacerdote con mas poder de los tres que se encontraban juntos... Sería ese su fin, después de todo lo sucedido...

- No se, mi señor,si tendrmos la oprtunidad de lograr ecapar...

- Una figura oscura aparece recortada por la escasa luz del exterior cuando las puertas del templo se abren bruscamente de un tremendo empujón y golpean las paredes.

- Los dos acólitos de Varuska intentan echar al intruso, se escuchan dos tajos de espada y ambos caen destrozados a ambos lados de la puerta.

- Ahora veis la sonrisa de maldad perversa del intruso, además de su espada ensangrentada...

- "Oh, pero qué tiernos, puedo oler vuestro miedo. Es delicioso. ¿Os pensábais que estas paredes os protegerían de mí? Habéis de saber que soy Iakov el Ensartaojos, y que he venido a cosechar vuestras miradas... para siempre." -

Me quedé perplejo ante la entrada de de Iakov en el templo. Sin la protección de Perun me sentía como un bebe ante las fauces de un lobo hambriento, sabía que sólo la suerte podría salvarme de esta situación. Dirigí mi mirada en todas direcciones con la intención de encontrar una posible salida, mientras que mi mano derecha se dirigia disimuladamente hacia la empuñadura de mi daga por si tenía que defenderme Perun...¿Donde estas?

- "No busques a tu dios, sacerdote. Esta región es ahora el dominio y campo de juego del Señor de la Furia." -

El guerrero desenvaina su espada y avanza sonriente hacia vosotros.

TIRADAS DE INICIATIVA:

- Es 1d10 más la suma de Destreza + Astucia.

- Si alguien no tira en un plazo prudencial de uno o dos días, entenderemos que tiene a su personaje muerto de miedo y no se defiende.

INICIATIVA 12.

PRIMER ASALTO:

- Iakov y Balau son simultáneos.

- Varuska es la última.

- Vilyesky ni siquiera reacciona.

- Ataque completo contra Vilyesky (por estar distraido). Cuatro éxitos usando la técnica de la espada del demonio.

- Daño bruto: 5 heridas.

- Vilyeski ha caído al suelo (Malherido, -2 dados a toda acción) con un tremendo corte en el pecho.

- Le toca actuar a Balau, quien está a punto de perder su turno.

- Varuska puede declarar y actuar ya.

Mientras Iakov atacaba al paralizado Vyliesky, desenvainé mi daga y carge contra él esperando encontrarle distraido con su objetivo.

- La puñalada de Balau parece coger parcialmente desprevenido a Iakov el Ensartaojos, que sufre 2 heridas pese a su resistencia demoníaca.

- Debido a las heridas, Iakov sufre ahora una penalización de -1 dado a toda acción.

DA COMIENZO EL SEGUNDO ASALTO:

- Se mantiene el orden de iniciativas.

- Furioso por el ataque de Balau, el infame bandido contraataca con un terrible tajo que decapita salvajemente al Sumo Sacerdote de Perun en Transilvania.

- La vida de Balau llega a su fin.

Al notar como penetraba mi daga en el cuerpo de Iakov deseé que ese fuera su final, incluso por unos momentos llegué a pensar que lo había logrado, hasta que ví su mirada furiosa y como movía de forma sobrehumana su espada en dirección a mi cuello. Durante unas milesimas de segundo me dió la impresión de que había fallado, de que la espada ni me había rozado, pero de repente noté como mi pecho se empapaba de sangre y como mi visión se nublaba. Lo último que alcancé a ver fué la cara de Vyliesky, y deseé que pudiera escapar del monstruo que tenía delante para continuar predicando la palabra de Perun.

Nunca había pensado en como sería mi muerte, pero morir por intentar salvar a un "hermano" me parecía una bella forma de morir. Ahora podría descansar en paz, dejar este mundo cruel y vivir eternamente en el reino de Perun.