Partida Rol por web

-¡Hoooooola!Creo que será mejor comenzar de cero, ya que nuestro último encuentro no fue muy bien. Mi nombre es Morfo y si estás viendo esta grabación, es que algo ha ido bastante, bastante mal. Ya sé que dejar una grabación no es lo más apropiado, pero ante tiempos desesperados, medidas desesperadas.

La calidad de la grabación no era precisamente buena, era como si de alguna forma, algo drenase la energía de los sistemas, Aún así, el mensaje era lo suficientemente claro como para que no ser perdiese ningún detalle importante.

-Bien, como tratamos de explicarte anteriormente, somos los Exiliados. Fuimos reclutados para proteger y salvar el multiverso de su propia aniquilación. A grandes rasgos, algo sucedió que alteró incontables realidades provocando que estas no siguiesen el curso natural de su historia. Esos cambios, de no ser arreglados, acaban desestabilizando por completo toda la realidad hasta que finalmente, desaparece para siempre. Nuestro trabajo consistía en viajar a esas realidades alteradas y poner cada cosa en su sitio. No era un trabajo sencillo y no voy a mentirte, perdimos a muchos buenos amigos en el camino. Pero todos nosotros luchamos sin dudar, pues sabíamos que de no hacerlo, millones de vidas desaparecerían.

Morfo alza la cabeza al sentir un gran estallido de energía que durante unos breves instantes, provoca que las luces del bunker parpadeen.

-¡Maldita sea! El tiempo se me acaba, resumiendo, tras varios años de intensas luchas decidimos reunir nuevos equipos de Exiliados para que nos ayudasen a proteger el multiverso. Para evitar dañar nuevas realidades, decidimos reclutar tan solo a héroes cuya muerte fuese inminente. Héroes que como tú, se sacrificaron por un bien mayor y que sirvieron de inspiración para los suyos. -Encogiéndose de hombros, el hombre de goma pareció pedirle perdón. -Tú sacrificio provocó que se abriese una nueva academia especializada en las artes arcanas. Los comienzos no fueron sencillos, pero gracias al esfuerzo de tú madre, una nueva generación de grandes héroes nació para traer una nueva era de prosperidad y paz. Te convertiste en un símbolo al que seguir y como bien sabrás, un hombre puede morir, pero un símbolo puede volverse inmortal.

Un resplandor de energía con una tonalidad rosada apareció de pronto tras morfo. De un portal de teleportación emergió una joven que pese a estar agotada, mantenía una fiera mirada.

Date prisa, Morfo. No podremos resistir mucho más, tenemos que salir de aquí...

La aparición de la joven provocó que Morfo se sintiese mucho más presionado y comenzó a hablar mucho más rápido a la cámara.

-No podemos devolverte al lugar la que procedes, eso te mataría en el instante. Pero podemos ofrecerte la oportunidad de seguir siendo un héroe y velar para que no solo tu realidad no desaparezca, si no millones de ellas más. No hay mucho más tiempo, tan solo puedo decirte que el primer equipo de Exiliados que reclutamos, tras dos años protegiendo el multiverso, se han vuelto contra nosotros. Han acabado con casi todos los equipos y lo único que sabemos, es que antes de su repentino cambio de comportamiento, esta fue la última realidad que visitaron. Si no regresamos, te pido que por favor descubras qué es lo que ha pasado aquí. Las artes arcanas y el don que posees con la tecnología te hacen el candidato idóneo para descubrir la verdad. Tan solo una última cosa...

Un gran estallido de energía pone fin a la grabación.

El lugar en el que Alexander había despertado, estaba sencillamente devastado. Se trataba de un bunker subterráneo extremadamente antiguo. En cierto modo era como pasear por uno de esos escenarios tan propios de las películas bélicas.

El aire estaba viciado e incluso en algunos lugares, resultaba totalmente irrespirable. Varias secciones habían quedado reducidas a escombros, entre ellas, el lugar desde donde Morfo había realizado la grabación. De hecho casi fue un milagro que encontrase la grabación. Lo que no encontró fue cuerpo alguno, aunque estaba claro que allí se había librado una gran batalla.

El exterior no era mucho más agradable, el cielo, siempre oscuro y sin sol, no mostraba tampoco estrella alguna en el firmamento. La luna o lo que quedaba de ella, se podía apreciar desde la superficie, pero una gran sección de la misma había sido destruida y sus pedazos flotaban a su alrededor.

La tierra era un árido desierto donde no existía vida alguna, Alexander era el único ser vivo de todo el planeta. Las ruinas eran escasas, casi todo había sido reducido a polvo y cenizas. Pero Alexander podía ver más allá, aquella realidad no solo estaba muerta, si no que poca a poco, lo último que quedaba en pie era arrastrado hacia la nada. Así que tan solo era cuestión de tiempo que la tierra también desapareciese y con ella, él.

Las salidas al exterior del bunker eran casi un peligro mortal. La gravedad actuaba de forma errática, las temperaturas variaban de forma radical y el oxigeno era inexistente en algunas zonas. No fue sencillo, pero gracias a su poderosa determinación logró descubrir dos cosas. La primera de ellas, tenía que ver con donde anteriormente se encontraba el polo norte. El lugar estaba cubierto por enormes cristales transparentes que de alguna manera, parecían absorber toda clase de energía. Cuanto más se acercase allí, menor sería su capacidad para conjurar hechizos.

La segunda, era un sistema rudimentario de ordenadores. En ellos encontró la base de datos de los Exiliados o al menos, parte de ella. Había decenas de nombres y todos tachados en rojo como muertos o desaparecidos en combate. Logró descubrir también quienes eran los cinco Exiliados que se habían vuelto contra sus compañeros y que ahora se hacían llamar, los renegados.

Por último, logró dar con un sistema oculto que poseía energía para un solo uso, pero que ofrecía dos posibles alternativas. La primera de ellas le permitiría ponerse en contacto durante unos pocos minutos con alguien o algo que cambiaba de realidad cada poco tiempo. La segunda opción, era activar un portal cuyo destino no estaba nada claro.

Alexander rebobino mentalmente la grabación en su cabeza, estudiando sus detalles y contrastándola con el resto de información que había encontrado en el bunquer o descubierto por su cuenta. Todo parecía indicar que aquel curioso individuo llamado Morfo decía la verdad. El multiverso corría peligro, sus protectores se habían convertido en Renegados, y el nunca podría volver a su propia realidad.

Aquel último detalle pesaba sobre su espíritu como una losa. Y que su muerte hubiese propiciado la fundación de la academia de la que su madre y Extraño habían hablado tantas veces era un pobre consuelo. Ya nunca emprendería nuevos proyectos con su padre, ni disfrutaría de las historias de su madre; nunca volvería a viajar a Attilan con su tío Pietro o a visitar la escuela de los x-men con su tia Lorna, ni volvería a caminar con su abuelo por las calles de Genosha. Y Valeria Richards nunca volvería a sacarle de sus casillas ganándole de nuevo al ajedrez...

- ¡No! - el sonido del puñetazo resonó el la solad del bunquer. No iba a renunciar a su vida, no sin luchar. Era un adepto de las artes arcanas, era el hijo de una mujer que había cambiado el tejido de la mismísima realidad, y era un Doom. Si las leyes de la vida y de la muerte pretendían impedirle volver a su hogar ya podían irse preparando.

Pero para eso necesitaba un hogar al que volver y no lo tendría si los universos comenzaban a caer como fichas de dominó. Los renegados tenían que ser detenidos. Pero si aquellas versiones se parecían mínimamente a las de su propia realidad no iba a ser fácil, nada fácil. Una tarea imposible de llevar a cabo sin ayuda, incluso para él.

Había tratado de rastrear sin éxito el paradero de sus salvadores, o de algún otro de los supuestamente numerosos equipos de Exiliados. Pero los malogrados medios de que disponía tan solo habían dado con aquella erratica señal que saltaba de un mundo a otro. ¿Un equipo de Exiliados? ¿Los Renegados? ¿O algo completamente diferente? En cualquier caso se trataba de algo con la capacidad de sacarle de allí, y estadísticamente era más prometedor que un portal desconocido. Sería diferente si el soporte vital de su armadura siguiese activo. Pero este había resultado dañado en la batalla que culminase con su (casi) muerte, e incluso con recursos apropiados tardaría meses en reparar su arcanotecnología.

Tras un último repaso a sus posibles planes de contingencia emitió la señal, primero en Inglés y después hizo que el ordenador la tradujera a las lenguas más comunes de la galaxia conocida.

- Saludos a quien esté escuchando este mensaje.
Al igual que usted soy un viajero, uno que se ha quedado varado en una realidad particularmente desolada y desagradable.
Si se aviene a responder a este mensaje podríamos discutir los términos de mi rescate y transporte a un universo o planeta más civilizado.

Atentamente,

Alexander von Doom, Príncipe de Latveria -

La gran cantidad de energía necesaria para activar la comunicación, provocó que los generadores de reserva se activasen produciendo un sonoro zumbido. Las instalaciones no solo se encontraban en mal estado por el paso del tiempo, si no también por las batallas que se habían librado allí. Por lo que fue realmente una suerte de que el mensaje fuese enviado.

Durante dos minutos no hubo respuesta y cuando ya casi estaba a punto de darse por vencido, una voz distorsionada comenzó a hablar. La señal llegaba llena de interferencias y Alexander tuvo que hacer su mejor esfuerzo para aclarar la señal lo máximo posible.

-Saludos Alexander Von Doom, príncipe de Latveria. Mi nombre es Oshosi, he captado su intento de comunicación. La señal resulta ser extremadamente débil, tal vez debido a que se encuentra en una realidad catalogada como zona aniquilada. Los saltos entre realidades no están autorizados, su mera presencia o incluso su ausencia, puede provocar terribles cambios en el tapiz de la propia creación.

La pantalla del comunicador se activó, mostrando una imagen del propio Alexander, junto a diversos datos que hacían gala a sus virtudes, así como de algunos defectos.

-Mi base de datos indica que se encuentra en los archivos de los Exiliados, pero bajo el estado de inactivo. Sus coordenadas coinciden con la última localización conocida de los Exiliados Originales. ¿Posee información respecto a ellos? Qué es lo que...

Oshosi poseía una voz femenina de lo más relajante, una de esas voces que uno podía pararse horas escuchando. Aunque aquel no sería precisamente uno de esos días, pues simplemente la comunicación se cortó. Los generadores de emergencia comenzaron a soltar humo y a prenderse fuego.

Tras otro par de minutos en lo que todo parecía perdido, una imagen apareció frente a Alexander. Se trataba de un hombre bajito y con algo de sobrepeso que portaba unos ropajes que bien podían situarlo como una especie de mayordomo.

-Vaya, disculpa a Oshosi, es relativamente nueva tratando con las personas. Mi nombre es Hank, Hank Pym y soy un Exiliado. Si realmente eres quién dices ser, es prácticamente un milagro que hayas contactado con nosotros y que sigas con vida.

La imagen, aunque podía ser percibida mediante la vista y el oído, no era una proyección astral, ni nada relacionado con la tecnología que él dominase. Simplemente era una especie de comunicador instantáneo a través de las realidades. Algo asombroso y que sin duda requeriría de una gran fuente de energía.

-Por los archivos de Morfo, eras un posible recluta para los Exiliados de lo más talentoso, aunque te negabas a jugar en equipo y tan solo querías regresar a tu hogar. Bueno, lamento comunicarte que nosotros tampoco podemos devolverte a tú hogar, de hacerlo morirías al instante y tal vez creas que miento, pero no tengo ningún motivo para ello. ¿Ummmm? Por el mensaje que has enviado, pensé que estabas solo, pero los sensores de la Oshosi detectan dos formas de vida más cerca de tu posición. ¿Eres uno de los Renegados y tratas de atraparnos en una emboscada? Lamento decirte que vas a tener que hacerlo mejor para cogernos con la guardia bajada...

Varios metros por encima de la posición de Alexander, el bunker comenzó a crujir. Las vigas de metal, pese a su grosor y tamaño, comenzaban a doblarse como si de serpientes con vida propia se tratase. Algo o alguien iba hacia allí...

Una mueca de alivio mal disimulado cruzó su rostro cuando su mensaje fue respondido por una colaboradora de los Exiliados. Si bien la voz, aunque agradable, no procediese de un ser vivo. ¿Sería una Inteligencia Artificial o una Virtual? 
- Afirmativo, Oshosi - Alexander tomo nota de las características y comentarios de su "ficha" ¿Egocéntrico y Narcisista? ¡Venga allá! - Poseo información sobre ellos y me gustaría transmitir mi solicitud para incorporarme al equipo con efecto inmed... ¡Condenación! -

Se esforzó en recuperar la energía y la comunicación mientras exclamaba pintorescas maldiciones en rumano. Con el tiempo y materiales necesarios podría haber recargado los generadores con energía arcana, pero aquel búnker medio destruido ni tan solo tenía repuestos corrientes. Su sorpresa fue mayúscula cuando aquel pequeño mayordomo apareció sin más ante él presentándose como ¿Hank Pym?. Desde luego no se parecía en nada a las fotos y vídeos del científico y miembro fundador de los Vengadores.

- Saludos, señor Pym - Alexander se abstuvo de sacar de su ignorancia a su interlocutor, pero parecía obvio que los humanos del multiverse tendían a ver la vida y la muerte como conceptos absolutos e inmutables. Allá ellos - Si, no negaré que mis primeras impresiones con sus compañeros dejaron mucho que desear, pero en aquel momento no me encontraba en situación de pensar con claridad. Sin embargo tras considerar y verificar su información he podido constatar que el estado del multiverse es en verdad preocupante y que la labor de los Exiliados es más necesaria que nunca. Es por ello que solicitó incorporarme al equipo - O a lo que quede de el -

El comentario de Pym sobre las otras formas de vida fue desconcertante, al menos hasta que el viejo edificio comenzó a quejarse. ¿Acaso su transferencia había despertado algo?

- No he dicho sino la verdad, y hasta ahora estaba convencido de ser el único hombre con vida en esta tierra - Y puede que aún lo fuera. El ruido sonaba a algo grande y  no tardaría mucho en llegar allí - Puede que no tenga mucho tiempo. He encontrado una grabación con información de sus compañeros Exiliados, gustosamente se la entregaré si me sacan de aquí. Tiene mi palabra. - 
 

-¡Oh, átomos! Esto no pinta bien. Dame un segundo...

La imagen del broker temporal frunció el ceño con cierto aire de preocupación. Durante largos segundos guardó silencio, tal vez examinando o revisando algún tipo de información. Mientras tanto, a través de una de las pocas cámaras de seguridad que aún permanecían en funcionamiento, Alexander pudo ver cómo el metal se retorcía dotado de vida propia y destrozaba todo a su paso. Las grandes vigas que sostenían el bunker se deslizaban ahora como serpientes sedientas de destrucción. Pero aquello no era todo, allá donde el metal no podía llegar, poderosos estallidos de fuego terminaban el trabajo.

Dos figuras emergieron finalmente y fueron captas por una de las cámaras antes de que esta dejase de funcionar. Su forma sin duda era humanoide, un hombre y una mujer probablemente. Pero no eran humanos, los cuerpos estaban construidos por algún tipo de cristal rosado, muy similar al que se encontraba en el polo norte del planeta.

-Debemos cosechar al Exiliado, su esencia debe de ser nuestra.

La voz del hombre era extraña y en cierto modo, era como el sonido que se producía al arañar una pizarra. La mujer por su parte no dijo nada, simplemente continuó levitando a través del bunker disparando rayos de fuego a todo lo que se interponía en su camino. Tal era la intensidad de sus llamas, que hasta el metal caía fundido.

-Intentaré conseguirte ayuda, pero de momento será mejor que salgas de allí. -Interrumpió de pronto Hank. --Si las lecturas de mis sensores son ciertas, te enfrentas a dos antiguos Exiliados que perecieron protegiendo el multiverso. El primero es capaz de manipular el campo electromagnético, pero su poder más devastador es la capacidad de transformar en metal todo lo que toque. El segundo enemigo es capaz de asimilar la energía del sol y transformarla en plasma, sus ataques son devastadores. Tardaremos en poder ofrecerte ayuda, hasta entonces, mantente con vida.

- Hasta pronto entonces señor Pym -

Alexander se apresuró hacia una de las salidas del complejo. Ciertamente la situación no era halagüeña pero se había visto en peores disyuntivas, y gracias a la información del hombrecillo sabía de lo que eran capaces sus adversarios. Aunque era innegable que la composición de los mismos resultaba intrigante. Todo apuntaba a una conexión con los misteriosos cristales del polo y a las teorías de la simbiosis entre la energía arcana y la fuerza vital del planeta. Los atlantes tenían fascinantes estudios sobre el tema, pero por desgracia seguían siendo muy reservados a la hora de compartirlos con extranjeros. 

Con sus capacidades mentales funcionando a pleno rendimiento el joven von Doom fue observando y evaluando la estructura del búnker, determinando sus puntos débiles. Allí donde veía posibilidad de sacarles partido se concentraba y arrojaba una descarga mágica que derrumbaba nuevas secciones del edificio, para después continuar sin pausa su camino.

Sabía que eso no detendría a los seres, no a un manipulador del electromagnetismo, pero los retrasaría y, tal vez, los obligaría a gastar energías. ¿Serían autómatas con "baterías" que necesitaban recargarse, o serían constructos de movimiento perpetuo como los golem? Su declaración de absorberle su energía parecía apoyar la primera hipótesis; merecía la pena comprobarlo. 

La genialidad de Alexander, unido a su conocimiento de las artes arcanas, le permitieron retirarse hacia los pasajes más profundos del bunker, a la vez que iba sellando los accesos tras él. El bunker era un lugar grande, casi laberíntico, por lo que ocultarse de sus perseguidores debería de ser sencillo. Pero como bien sabía Alexander, la vida jamás es sencilla para los héroes.

La propia armadura que portaba vibró suavemente, Magnus la estaba usando para sentirlo y seguirlo allá donde fuese. El heredero de magneto poseía todo el poder de su padre y más, mucho más. Su capacidad para percibir el metal le otorgaba ventaja en aquella situación.

A sabiendas de que el enfrentamiento era ya inevitable, Alexander se vio obligado a prepararse para combatir contra aquellos dos seres. El primero en llegar, lo hizo envuelto en poderosas llamas de fuego que tras cristalizar las rocas y fundir el propio acero de las paredes, se detuvo a escasos metros de Alexander.

Su forma humanoide recordaba vagamente a la de una mujer...¿Con dos coletas? Aunque todo su cuerpo estaba formado por una especie de cristal rosado traslúcido. La mujer levitaba en el aire, desprendiendo un intenso calor.

-No eres un Exiliado, eres un desplazado. -La figura parecía mostrar curiosidad. -Te concederé la oportunidad de arrodillarte ante mí. Cumple mi órdenes con ciega devoción y permitiré que una realidad de tú elección permanezca intacta. El multiverso es una abominación que debe de ser destruida, pero permitiré a unos pocos elegidos que salven unas miseras realidades. Esa será mi única oferta, acéptala o prepárate para ser asimilado.

Las manos de la mujer se envolvieron en intensas llamas haciendo un claro despliegue de poder, tal vez para impresionar o atemorizar al príncipe de Latveria.

El plan daba sus frutos, aunque sospechaba que por desgracia le había obligado a adentrase más en la estructura. Cada vez que intentaba encaminarse hacia una de las salidas alguno de los seres se desplazaba para interceptarle. Criatura o no aquel controlador del electromagnetismo exhibía un dominio casi comparable al de su abuelo. Si tan solo su armadura estuviese a pleno rendimiento... pero una de las primeras lecciones de su padre era el evitar malgastar tiempo en lamentaciones o consideraciones inútiles.

Alexander sopeso sus opciones en tan solo un segundo y avanzo con rapidez, hacia uno de los caminos de salida bloqueados por los seres. Tendría mas posibilidades si los enfrentaba en solitario que si esperaba a que volviesen a reunirse y le arrinconasen. Y con suerte la absorvedora y emisora de energía solar tendría algo de hándicap en aquel complejo subterráneo.

Cuando esta le salio finalmente al paso una parte del joven von Doom no pudo sino admirar lo real y viva que parecía, dejando de lado su obvia naturaleza antinatural. Otra parte considero la idea de si matarla seria o no asesinato, como el de una inteligencia artificial. Y su mayor parte ideo maneras para terminar el enfrentamiento lo antes posible, antes de que llegase la otra criatura.

- Agradezco vuestra generosa oferta, señorita, pero no me encuentro en posición de contentaros – las vibrante energía carmesí chisporroteo entre sus dedos, rivalizando con las llamas – Un Doom nunca se arrodilla -

La mujer envuelta en llamas no mostró emoción alguna, de hecho sus rasgos ni tan siquiera se movían cuando hablaba. Era una mujer no especialmente alta, con una silueta atractiva. Pero todo su ser estaba formado por una especie de cristal semitransparente de color rosado. Un intenso calor emanaba de ella a la vez que dos esferas de un fuego azulado ardían en sus manos sin quemarla.

Doom se alzaba a escasos metros de ella preparado para entrar en combate. Su magia era poderosa, pero desconocía cómo de poderosas podían llegar a ser las llamas de aquella extraña mujer. ¿Serían capaces de igualar o superar sus propias llamas? Una pregunta que pronto tendría su respuesta.

De pronto una intrusión telepática llegó hasta él, no sintió ningún tipo de ataque pero reconoció rápidamente que se trataba de alguien estableciendo un enlace de comunicación.

-Los refuerzos están en camino, ¿Cual es la situación?-

Pocos segundos después, un resplandor de energía emergió justo entre ambos enemigos. Durante unos breves instantes, el lugar quedó completamente iluminado, después todo regresó a la tenue iluminación que había en el bunker.

Para alguien versado en las artes arcanas y la ciencia, tal y cómo era Alexander, quedó bien claro que aquello se trataba de algún tipo de teleportación. ¿Serían los refuerzos?

-Hola, encanto. ¿Alguien ha pedido una pizza con piña?

La preciosa mujer de piel esmeralda crujió sus nudillos tras lanzar una sonrisa hacia Alexander y encararse a Sunfire. La mujer portaba algún tipo de traje de moléculas inestables que cubría por completo su cuerpo. ¿Un traje ambiental? Sí, era lo más probable.

-Por lo que sé, este tipo blindado es de los nuestros. Así que será mejor que te largues de aquí lady velita, antes de que sople y apague tus llamas.

La diplomacia no parecía ser el punto fuerte de She-Hulk, aunque en aquella situación era precisamente lo que necesitaban. Después de todo, Sunfire ya estaba más que dispuesto a reducir a Alexander a cenizas. Por ello no pronunció palabra alguna, simplemente alzó las manos dispuesto a liberar el poder abrasador que había en su interior.

Pero junto a la gigante esmeralda había aparecido otra figura ataviada también con otro traje ambiental. Portaba una oscura máscara y se encontraba agachado en el suelo con una postura que mostraba que poseía una gran agilidad.

Spiderman fue el primero en predecir el ataque, sus sentido arácnido le previno de ello, lo cual dotado a sus reflejos amplificados, le permitieron actuar en primer lugar.

Cuando Sunfire comenzo a extender sus manos hacia Alexander, Peter ya estaba preparado: Desde que habian llegado a aquella realidad, su sentido aracnico habia estado pulsando levemente, como si el simple hecho de solo encontrarse en ese mundo muerto fuera una amenaza inmediata... Y hasta donde sabia, lo era. Si bien este hecho lo ponia tenso, tambien le permitio reaccionar aun mas rapido que la ex-Exiliada.

Desde una de sus muñecas salio disparada una telaraña hacia un enorme escombro del bunker, atandolo. Spiderman entonces alzo con fuerza su brazo, comenzando a girar en circulos la piedra sobre su cabeza para ganar velocidad y potencia de impacto.

-Que crees que sea mas duro, Jenny? pregunto mientras soltaba la telaraña con la piedra en direccion a la mujer Concreto reforzado o cuarzo?

Spiderman, provisto de su sentido arácnido y de sus increíbles reflejos, fue el primero en actuar. Tomando uno de los pesados cascotes que había por el suelo, lo hizo girar hasta alcanzar una gran velocidad y se lo arrojó con todas sus fuerzas a la dama de fuego.

Lo que Spiderman no sabía, era que Sunfire había sido uno de los Exiliados originales durante mucho tiempo y que eso, había fortalecido sus poderes, así como también sus capacidades combativas. Por ello, cuando el pesado proyectil avanzó hacia ella, se deslizó volando hacia atrás realizando en un último momento, un giro que la hizo deslizarse alrededor del proyectil sin sufrir daño alguno.

La desventaja numérica suponía un ligero problema para Sunfire, por lo que optó por incapacitar a Jennifer privándola de su vista. Por lo que extendiendo los brazos a la vez que se erguía, liberó un poderoso torrente de energía que iluminó el bunker durante unos breves instantes. Spiderman y Alexander pudieron cubrirse a tiempo, después de todo, la potencia del ataque no iba destinada contra ellos.

She-Hulk era alguien dotada con un poder físico inimaginable, pero Sunfire había combatido en otras ocasiones con seres como ella. Por lo que su ataque surgió efecto y la gigante esmeralda quedó cegada.

-¡Maldita sea!

Gritó enojada She-Hulk tras dar un paso hacia atrás y cubrirse con las manos los ojos. Su capacidad de regeneración la pondría de nuevo en funcionamiento rápidamente, pero hasta entonces, se encontraba en desventaja. Ahora se había cabreado, se había cabreado de verdad y no pensaba dejar que en su primera misión oficial como Exiliada la dejasen en mal lugar.

-¡Atrás!

Ordenó a sus compañeros a la vez que daba un par de pasos hacia adelante. Tal vez no vería a su enemiga, pero tenía un truco preparado para situaciones así. Con toda la fuerza que su poderoso cuerpo era capaz de ejercer, dio una palmada que liberó una gran fuerza destructiva.

Los pesados escombros salieron disparados y los más pequeños, simplemente quedaron reducidos a cenizas. Tal era la potencia del ataque, que si lograba alcanzar a Sunfire, seguramente poco quedaría de ella. Pero una vez más, la experiencia de la antigua Exiliada demostró que esta terriblemente preparada para hacerles frente. Deslizándose por el aire con elegancia y velocidad, atravesó el agujero que había creado poco antes para entrar en la estancia donde se encontraba Alexander.

Los rasgos de la figura de cristal no mostraban cambio alguno, pero todos pudieron sentir cómo se reía de ellos. Allí, flotando sobre sus cabezas, la dama de fuego observó divertida qué truco tendría Alexander preparado para ella.

Alexander se dispuso a conjurar uno de sus poderosos hechizos para vencer lo antes posible a Sunfire. A su alrededor comenzaron a brillar diversos símbolos arcanos, que alimentando su magia, potenciaban de alguna forma su ataque.

-Agghh

Un quejido de dolor surgió de pronto de Alexander cuando una cuchilla de energía psiónica lo atravesó el pecho y lo hizo caer al suelo derrotado. Tras él y emergiendo de las propias sombras, una nueva figura femenina acababa de hacer su aparición. Alrededor de su brazo derecho, una energía rosada resplandecía como si de una cuchilla se tratase.

She-Hulk maldijo por no haber visto venir a la recién llegada y con dos rápidas zancadas, se interpuso entre la dama de cristal y Alexander. Ahora dependía únicamente de Spiderman acabar con Sunfire, su compañera se encargaría de proteger a Alexander y pararle los pies a la nueva invitada.

-Mierda! exclamo Peter cuando la cuchilla de energia atraveso el pecho de Alexander. Antes de que pudiera rescatarlo con sus telarañas, Jenny se interpuso entre la recien llegada y el recluta caido. Apretando los dientes, se vio obligado a volverse contra Sunfire.

No estaba seguro del alcance de los poderes de la mujer de fuego, solo estaba seguro de que tenia que entretenerla el tiempo suficiente para que Jenny evacuara al herido Alexander.

Juntando todas sus fuerzas, dio un salto hacia atras hacia la lidapidada pared de atras para impulsarse y salir disparado hacia la mujer que flotaba sobre ellos.

Haciendo gala de su increíble agilidad, realiza una elegante maniobra para impulsarse contra Sunfire. La dama de fuego, cegada por el orgullo, alza una barrera de fuego con la que pretende abrasar al Exiliado. Spiderman casi puede escuchar cómo se burla de él. Grave error...

Cuatro patas mecánicas surgen de la espalda de Spiderman y tras atravesar la barrera de fuego, se incrustan con terrible fuerza en el pecho de la Revivida. Un ahogado grito de dolor emerge momentáneamente de Sunfire, pero la potencia del ataque es tal, que no tiene tiempo para nada más.

La sensación que le produce todo aquello a Spiderman, es cómo si acabase de atravesar una pared de hormigón con sus patas mecánicas. Salvo que el cuerpo de la revivida es mucho más frágil y no tarda en caer partido en mil trozos los cuales, no tardan en convertirse en polvo y desvanecerse.

Con Sunfire destruida, la otra figura de cristal se encuentra en desventaja y decide no continuar con aquella contienda. Adentrándose una vez más en las sombras, se funde con ellas y desaparece. Ya tendrá otras oportunidades de hacer caer a los Exiliados.

Jennifer toma el cuerpo blindado de Alexander y como si no pesase absolutamente nada, lo alza sin esfuerzo con una sola mano. No tiene tiempo de revisar las heridas que le han infringido, su principal preocupación es acabar con la dama de las sombras. Por suerte, la impresionante maniobra de Spiderman ha logrado derrotar de un solo golpe a Sunfire, por lo que la otra revivida decide retirarse del combate.

-Tksss- Maldice la gigante esmeralda. -No he logrado dar de un solo golpe.

Su gran factor de curación no ha tardado mucho en devolverle la visión. Aún no está al cien por cien, pero distingue lo suficiente cómo para moverse con soltura y libertad.

-Será mejor llevar a este tío a la enfermería y ver cómo les van al resto. Buen trabajo, araña. Me encantan esas patitas tuyas.

Con un guiño divertido, se pone en contacto con hank a través del comunicador para que los saque de allí.

Durante una milesima de segundo, Peter sintio un panico terrible mientras cargaba hacia Sunfire: Si el fuego no desaparecia al recibir un impacto como habia planeado, dependeria completamente de que el traje ambiental de Hank fuera a prueba de calor.

Para su alivio, no hizo falta: Tan fuerte fue la arremetida que sintio como el cuerpo cristalino cedia ante sus extremidades mecanicas. Choco contra aquel cuerpo extraño y cambio de direccion en el aire, dandose impulso gracias a una voltereta, cayendo en picada hacia el suelo con el cuerpo de su enemiga por debajo para impactarlo.

El cuerpo se destruyo al impacto, y Peter no pudo evitar maravillarse por su propia habilidad. Habia tenido suerte y dado un buen golpe, para variar.

Sonrio a su compañera cuando esta lo felicito, sintiendose un poco tonto al recordar que ella no podia verlo tras la mascara.

-Gracias, Jenny dijo, percatandose de que el cuerpo se habia desvanecido. Recogio a toda prisa un par de piedras y escombros donde el Sunfire se habia desplomado, esperando que quedase alguna particula de ella para poder analizarla en la nave. Mientras mas supieran de sus enemigos, mejor podrian prepararse para la proxima

-En marcha susurro con un monton de escombros bajo uno de sus brazos Alexander no tiene buena pinta.