Partida Rol por web

Loki escuchaba atentamente lo que decía Coloso mientras asentía a lo que decía y realmente alucinaba con la cantidad de comida que era capaz de comer. Ella por su parte no comía mucha cantidad y sí que pidió alguno de los platos más raros. En la cena hablo sobre ella y su realidad. Les hablo que ella no era de la Tierra, sino de Asgard, pudieron ver que admiraba y quería mucho a su hermano mayor Thor, ella era un poco ratón de biblioteca, muy estudiosa porque quería convertirse en una gran hechicera. También les conto que su padre Odín le había encargado a su hermano muchos mundos y que a ella le encargo la Tierra. Por lo que conto parecía que realmente llevaba una vida de estudiante normal en la Tierra y que cuando algo pasaba ayudaba, pero mantenía su identidad en secreto de todo el mundo. Podía resumirse su vida en una vida bastante sencilla aunque rodeada de grandes lujos en Asgard y pacifica

Karolina agradeció que sus compañeros estuviesen de acuerdo en que era la hora de comer algo, ¡ya tardaban! Sin decir mucho más se metió en la enorme limusina, tan solo blandiendo una ligera sonrisa.

Pasó el corto viaje en silencio, sentada en un rincón mientras observaba a los demás. Ser teletransportados de una dimensión a otra era increíblemente incómodo, pero viajar en un medio de transporte más mundano se le hizo igualmente extraño.

Como no estaba acostumbrada a viajar acompañada se limitó a asentir levemente a lo que decían y a mirar distraídamente por las ventanas tintadas. Echaba de menos su nave.

La llegada al restaurante se le hizo igualmente extraña. No estaba acostumbrada a todo aquel lujo y cuidada decoración, por lo que se quedó unos segundos allí quieta, mirando el techo.

- Esas estrellas se ven raras… - comentó con cierto tono de “sé mucho de estrellas” antes de darse cuenta de que no era más que una proyección para decorar el lugar.

Se quedó tan avergonzada que decidió callar para no meter más la pata. Sin embargo, al ver los platos que les servían en aquel lugar, no pudo evitar quejarse.

- Con esto no tienes ni para alimentar a un mosquito chandriano – dijo mientras juntaba mucho los dedos índice y pulgar, mirando a los demás -. Y son jodidamente minúsculos.

Obviamente estaba exagerando, pero a Karolina le irritaba que vendiesen tan poca comida por tanto dinero, por muy buena que estuviese.

Acabó haciendo como Coloso, y pidió más platos de lo habitual en aquel lugar. Aunque no llegó a pedir tanto como el titán metálico.

Mientras atacaba sus pequeños pero deliciosos platos, Karolina escuchaba con atención las historias de los demás. Se rio con las anécdotas de Coloso y se mostró sorprendida cuando Loki dijo que era una especie de protectora de la Tierra haciéndose pasar por estudiante.

A pesar de la buena compañía Karolina pareció apagarse un poco tras la historia de la hechicera asgardiana.

Ella no tenía muchas ganas de participar en el intercambio de historias, pero reconocía que habían salido a comer juntos porque querían conocerse.

Les contó que era una fugitiva, un alma libre que viajaba por el espacio de planeta en planeta, de sistema en sistema. Siempre huyendo por los pelos de la pasma. Adujo que simplemente se había metido con quien no debía, pero que siempre trataba de hacer lo correcto.

Habló de numerosos y dispares planetas. Ecosistemas increíbles, criaturas misteriosas y multitud de razas alienígenas – a cada cual más extraña que la anterior.

Tan solo dedicó una corta descripción a su planeta natal, Majesdani. Les confió a sus compañeros que no era una humana con poderes, sino miembro de una especie de extraterrestres bioluminiscentes que extraían su poder de la luz de las estrellas.

- Es bonito, pero llama demasiado la atención – confesó finalmente, refiriéndose a sus poderes -. Por eso la mayor parte del tiempo voy “apagada”.

Se rio un poco de su propio chiste. Tras hablar de sus viajes por el espacio se la veía un poco más animada, aunque en ningún momento mencionó la Tierra.

- Veo que has cogido el funcionamiento de estas a la primera, jajajajaja rió a carcajadas - Saciemos nuestros estómagos, que ya iba siendo hora de comer algo.

Observó con detenimiento al Remy de este mundo, le decepcionó no pensaba que fuera a ser tan soso pero por lo menos los platos minúsculos que les servían estaban deliciosos, no era de mucho comer pero eligió los platos recomendados por el chef. Por lo menos en la cocina era bueno, pensó mientras sonreía. Acompañó la comida con vino y se dejo llevar por los relatos de sus compañeros. Les ofreció si así lo deseaban ilustrar a través de proyecciones mentales sus historias o imágenes de su familiares queridos. Y así lo hizo él. No lo relato, sino que se lo mostró en sus mentes.

Les enseñó un mundo donde los héroes se enfrentaban a villanos casi a diario para mantener el equilibrio tanto del mundo como la paz entre los países. Existía un equilibrio que si bien, se desataba en caos en ocasiones la fuerzas del bien llegaban a aliarse para acabar con los villanos superándolos con creces e intentado anticiparse.

Les mostró las diferentes composiciones de los equipos de héroes de su mundo. Los defensores, Los vengadores, alfa flight, Shield y la fundación Xabier, siendo estos dos últimos a nivel mundial. Y finalmente les mostró a los componentes de los Xmen, miembros de la fundación Xabier, donde su padre era uno de los líderes y su madre miembro. Scot Summers y Jean Grey. Después mencionó al resto del equipo entre los que se encontraba el coloso de su mundo, Tormenta, Pícara, Coloso, Sabia, Arcangel, Bestia, el hombre de hielo y Lobezno. El mayor equipo de élite de la tierra.

Explicó como él mismo fue miembro de un equipo de jóvenes mutantes, que mayormente realizaban labores para la comunidad mientras aprendían a controlar sus poderes.

Hasta que llegó la guerra, recibieron un aviso de que el imperio Shiar iba a destruir la tierra para acabar definitivamente con la fuerza Fenix, su madre. Por lo que en un acto de valentía el equipo de Xmen al que se unió Gambito partió al imperio Shiar a detener esa locura. El resto lo relató ya que no tenía imágenes, les contó como el emperador de los Shiar, en su locura ordenó destruir su propio mundo para acabar con la fuerza Fenix y con ella a los Xmen y sus padres. Murieron salvando la tierra. Los recuerdos del relato le llegaron a emocionar por lo que paró ahí el relato y continuó bebiendo vino y proyectando y escuchando los relatos del resto.

¿Ya se había dicho lo incómoda que se sentía Lana con todo esto? Todo era tan grande, lujoso y "libre" que le resultaba raro, casi antinatural... y aunque le había sonreído a sus dos compañeros que le intentaron animar, le costaba adaptarse. Lo miraba todo con verdadera curiosidad, hasta el mínimo detalle. Era como una niña pequeña en edad de descubrir cosas, pero no preguntaba por corte, no quería parecer que había salido de debajo de la tierra aunque fuese más o menos así.

Los platos que servían eran pequeños, no lo podía negar y al observar a sus compañeros que se quejaban de ello, pensó que eso no era lo normal a comer y que quizás ni merecía la pena. Aún así pidió algo al azar y para sorpresa de la morena, era lo más delicioso que comió en su vida. Así que ni corta ni perezosa pidió otro plato y otro y otro, hasta que no pudo más. Nunca había comido tanto y tampoco había comido aquellos manjares, eso le animó bastante.

Entonces sus compañeros empezaron a contar sus vidas. Era cierto, eran cuatro desconocidos que venían de otros mundos, si no fuera porque estaba justamente ahora rodeada de lujos y buena comida, pensaría que lo de otros mundos o universos era una total locura. Mientras escuchaba a sus compañeros probó un poco de vino, cosa que le hizo poner una mueca de como si hubiese chupado un limón. Así que dejó el vaso sobre la mesa y no lo volvió a tocar.

Escuchó a Coloso sobre sus anécdotas, su hogar y su familia, de como había dejado a su hija recién nacida atrás por esta misión y no pudo evitar sentir pena por el hombre, debía ser muy duro dejar a tu hijo y ni saber cuando volverías. Era tiempo arrebatado que no volvería.

Después escuchó a Loki, su nombre le sonaba de que era el hermano de Thor, si exactamente hombre. Por eso se extrañó al ver aquella chiquilla que resultaba ser una arcana poderosa. Tenía una vida apacible, como estudiante en un instituto. Lana se preguntó como sería aquel tipo de vida. 

El turno de Karolina le fascinó, por todo lo que contaba y todo lo que vio. Las proyecciones de Cable le hacían que casi no pestañeara, para ella todo eso era como una mentira, algo que no podía existir, pero se lo estaban enseñando.

Entonces llegó el turno de Cable, muchos de esos nombres los conocía, pero solo de oída claro. Pocos mutantes quedaban ya en su mundo, sobre todo los que podían ser potencialmente peligrosos como Xabier o el mismo Magneto. La última parte del relato de Cable, cuando dejó de proyectar imágenes y contaba la muerte de sus padres, no pudo evitar sentir empatía por él.

Y pareció que tocaba su turno. Torció el gesto, no sabía si hablar, pero debía ser justa ya que los demás hablaron. Entonces comenzó su relato. Su mundo eran ciudadelas metálicas rodeadas de desierto, apenas había vida natural, y entonces prefirió ponerles en situación ya que su vida no era tampoco emocionante. Explicó que el mundo antes era distinto, que era como en el que están ahora, pero que Iron Man sucumbió al poder del Guantelete del Infinito en el intento de derrotar al Titan Thanos. No solo fue que Thanos acabó muerto, si no que Iron Man, conducido por la locura, mató al Capitán América y a Red Richards que eran peligros potenciales para él. Los acontecimientos siguientes fueron una distopía bajo el poder de Iron Man y a todo héroe que se le cruzase acababa muerto. No tardó en acabar con todo aquellos que se atreviese a luchar con él, sobre todo porque creó un ejército de armaduras que eran capaces de luchar con cualquiera y encima cada vez iban mejorando. También contó que cuando la situación se hizo insostenible, Amadeus Cho y Hank Pym crearon un refugio para los pocos héroes que quedaba e intentaba luchar. Y ese era el mundo que ella conocía, un refugio subterráneo y sin contacto con el exterior. Explicó que era hija de Clint Barton y de Jessica Drew, esta última muerta. Por supuesto, dentro del refugio no era todo paz y armonía, y es que se formaron dos bandos. Uno querían matar a Iron Man y otros no, ya que solo estaba siendo influenciado por el Guantelete. No contó nada más, lo último que añadió es que estaba en una misión de búsqueda de suministros antes de que aparecieran todos juntos.

-Resulta curioso lo diferentes que somos todos en nuestras respectivas realidades. En otras realidades yo mismo colaboro, por lo que decís, con gente de Estados Unidos. Ni os imagináis lo disparatada que me hubiera parecido esa idea hace sólo unas horas. Y no debo ser el más sorprendido por lo muy diferente que son las cosas en esta y otras realidades... Pero creo que, por el bien de nuestras respectivas realidades, deberíamos hacer algo más que hablar de nuestros pasados, o de nuestras realidades. Tenemos que compartir información táctica. Hemos estado improvisando todo el rato y que haya salido todo bien ha sido casi casualidad. De hecho, no ha salido todo bien, ni de lejos, aunque hayamos salvado la situación. Tenemos que decir qué es capaz de hacer cada uno, con sinceridad y con precisión. No nos conocemos entre nosotros a ese nivel y creo que para lo que nos han traído aquí, es lo más importante. Yo, por ejemplo, no sólo soy casi indestructible y superfuerte (puedo levantar tanques sin demasiado esfuerzo), además he recibido algo de entrenamiento táctico, pilotaje... cosas del ejército. Pero creo que yo soy el más obvio de todos. ¿Qué hay de vosotros? -intervino nuevamente Coloso, sorprendentemente lúcido para todo lo que se había tomado aquella noche.

Mientras los Exiliados disfrutan de los exquisitos manjares que el restaurante les ofrece, uno tras otro comparten historias y anécdotas de sus propias realidades, por lo que la velada se torna de lo más agradable y entretenida. En ocasiones resulta extraño escuchar el papel que los presentes desempeñas en otras realidades, pero poca a poco, la mentalidad de los exiliados empieza a expandirse para tratar de abarcar lo realmente inmenso que es el universo.

Arrastrados por una poderosa fuerza a viajar de realidad en realidad para solventar los problemas que en ellas existen, mucho se temen que pasará aún algún tiempo antes de poder regresar a sus hogares. Así que Coloso, el líder del grupo, decide que es hora de que todos se conozcan mejor. Sin duda se trata de una idea sensata, pues pese haber tenido éxito deteniendo al clon de un Dios, sin duda todos saben que ese solo ha sido el comienzo de su viaje. Por lo que los peligros a los que deberán de hacer frente, sin duda serán de lo más inesperados, por lo que cuanto antes se conozcan y mayor sea el entendimiento que cada uno posee sobre el resto, más sencillo les resultará trabajar en equipo.

Trasladando la conversación a un lugar más cómodo, los Exiliados toman asiento en una zona del restaurante diseñada para tomar esa última copa, que sin duda los altos ejecutivos degustan tras una agradable cena. Los sofás son cómodos y su tacto suave, por lo que continuar conversando allí, sin duda es muchísimo mejor que hacerlo sentados aún en la mesa. Por otro lado, gran parte de los clientes ya han abandonado el local, por lo que el bullicio es prácticamente inexistente y pueden conversar con mayor libertad.

Los poderes de Cable fueron una gran ayuda a la hora de exponer su historia, pero Karolina no pudo evitar sentirse algo nerviosa por el hecho de estar cerca de una persona que podía mirar en su mente como quien lee un libro.

La historia del propio Cable la conmovió en cierto modo, pero ella tan solo bebió vino y evitó hacer ningún comentario. Y finalmente la historia de Lana, una Tierra árida gobernada por Iron Man.

La majesdaniana se sorprendió de lo tremendamente diferentes que podían ser sus realidades. Algunas no eran muy distintas de aquella en la que se encontraban ahora, pero otras eran verdaderos infiernos.

¿Qué determinaba si nacías en una realidad mejor o peor? ¿Por qué unos podían vivir una vida tranquila en una realidad pacífica, mientras otros como Lana debían crecer en un refugio subterráneo sin ver la luz del sol?

Karolina pensó en lo que les dijo Morfo cuando los reunió por primera vez. Aquello de restablecer “el orden del multiverso”.

En aquel momento le pareció una soberana gilipollez. En su interior crecieron algunas dudas sobre la misión que estaban llevando a cabo para rescatar las realidades. Pero se lo guardó todo para ella.

Una vez estuvieron en los cómodos sofás, Coloso sacó a relucir el tema de las habilidades. Karolina dio un sorbo de su vino y aguardó hasta que el hombre metálico hubo terminado.

- Yo sé lo justo para sobrevivir en mi realidad. Pilotar naves y viajar por el espacio, algo de culturilla general sobre alienígenas… - se encogió de hombros -. Aunque mi principal fuerte es conseguir lo que quiero – le guiñó un ojo a Lana – sin disparar mi arma. Ya sea hablando o sin que se enteren – finalizó, haciéndose la interesante.

Dio otro sorbo.

- Pero también soy de gatillo fácil – confesó -. El resto ya lo habéis visto. Brillo mucho, vuelo y manejo energía luminosa – comentó sin darle mucha importancia. Sus capacidades eran bastante comunes para alguien de su raza. 

La historia de Lana le recordó al último mundo en el que habían estado una vez más la mano del hombre había perjudicado la vida de los habitantes de la tierra. El ansia de poder y la falta de una buena respuesta ante ello podía destrozar las vidas de un planeta entero. Entendía porqué la joven se sentía fuera de lugar.

Coloso tomó la iniciativa, eran un equipo y debían trabajar como tal. Se apartaron a un lugar más cómodo y menos concurrido y comenzaron a relatar las habilidades de cada uno.

- Creo que por mi parte con poco os puedo sorprender, como ya sabes todo mi poder reside aquí dijo mientras señalaba su mente. - Siempre he operado en defensa de los débiles desplegando un gran poder defensivo ante ataques másivos, eso sí nunca tan intensos como el martillo de Thor, nunca hubiera pensado que podría aguantar un impacto así. Menudo hermanito tienes Loki. Puedo crear objetos en forma de campos de fuerza que pueden ser utilizados para el transporte, encerrar al enemigo o bien utilizar como cobertura o defensiva mente. sonrió recordando el incidente. - Eso sí una vez creados requieren de mi total concentración por lo que no podría protegerlos durante el combate. Y en general mover o lanzar objetos de gran peso o hasta parar el corazón de una persona si hiciera falta, pero como decía, estoy acostumbrado a usar mi poder para proteger.

- Por otro lado aparte del poder de la telekinesis soy telepata, puedo crear ilusiones, conectarnos para hablar privadamente, tranquilizar a las masas, sentido del peligro, detección de mentes y la posibilidad de dejar casi vegetal a alguien que se pasé de la raya. dijo con una sonrisa picara. - Y para acabar no dispongo de la piel metálica de coloso pero me protege un campo de fuerza de similar mágnitud. Y si necesitaís transporte OS llevó volando donde sea necesario.

Loki se mantuvo en silencio mientras algunos hablaban, trataba de ocultarlo, pero se notaba que se estaba emocionando con algunas de las historias que estaba escuchando, un par de veces incluso se froto los ojos. El cambio de escenario y conversación le alegro un poco ya que podía dejar de controlar sus emociones para no llorar ahí mismo, a fin de cuentas, ella era bastante “sensiblera”. Cuando hablaron alguno0073 de sus compañeros ella dijo:

Si Cable, mi hermano es muy poderoso… pero no sabría decirte si ese clan era igual de poderoso o un poco menos… mi hermano es realmente poderoso.

Se notaba en su forma de hablar que admiraba muchísimo a su hermano, entonces añade:

Yo… pues realmente no tengo experiencia en batallas, puede decirse que soy una novata… pero… la verdad es que tengo los sentidos bastante desarrollados, mi cuerpo es bastante más fuerte que el de los humanos y más resistente… ya visteis que el ácido no me hizo ningún daño y bueno, aunque no lo parezca soy bastante fuerte.

Loki mira a su alrededor y con facilidad coge con una mano una de las pesadas mesas que ahí allí y la vuelve a poner en su sitio mientras sigue hablando:

Pero básicamente soy una hechicera… aunque puede decirse que soy poco más que una aprendiz, soy capaz de como habéis visto crear una burbuja protectora o hacerme insustancial, también puedo lanzar un rayo de energía mágica, tele transportarnos, volar, puedo crear una niebla que ciegue y ensordezca a mis enemigos, puedo hacernos invisibles, cambiar los recuerdos de las personas y tengo algunas capacidades curativas… y bueno, soy un poco rata de biblioteca por lo que los lenguajes se me dan bastante bien.

Mientras hablaba no parecía prepotente, más bien lo contrario, parecía que sentía no saber hacer más cosas y no ser más útil de lo que era en esos momentos.

No era capaz de asimilar como podrían compenetrarse unos con otros, lo de jugar en equipo y complementarse lo veía fuera de su liga, aún así confiaba en que Coloso pudiera utilizar su conocimiento para formar de ellos un buen equipo.

Cuando acabaron de conversar respecto a sus poderes y viendo que era buena hora para ir al local de Dazzler les sugirió a sus compañeros.

- Tras llenar los estómagos ttoca algo de marcha no? miró a Karolina buscando su ayuda para mover al grupo. ¿Vamos a mover el esqueleto?

Fue curioso descubrir que Loki, además de hechicera, era fuerte y resistente. Por alguna razón Karolina se imaginaba a las hechiceras frágiles pero inteligentes. La asgardiana parecía no tener tara alguna a parte de su inexperiencia en combate.

Cada vez le parecía más interesante... 

Cuando Cable sugirió que era la hora de ir de fiesta Karolina asintió con energía. 

- ¡Claro!

En el espacio se sentía como una verdadera fugitiva. No podía pararse a descansar un segundo, siempre debía estar alerta. Cuando los que te persiguen pueden viajar por el espacio más rápido que la velocidad de la luz, una no puede dormirse en los laureles. 

Sin embargo, en aquella realidad Karolina no era más que una chica normal y corriente que iba de fiesta con sus amigos. Además era jodidamente rica. Era la oportunidad perfecta para dejarse llevar. 

- Venga, que si nos apalancamos aquí acabaremos volviendo al hotel - animó tras apurar lo que le quedaba de la copa de vino - ¡Todos a la limusina! 

Se la veía más animada en general, quizá por las copas de más que ya llevaba encima. 

Coloso, que no era precisamente el rey de la fiesta, estaba básicamente borracho (con una carísima colección de botellas de vodka sobre la mesa, ante él) para cuando el resto del grupo decidió que era hora de irse de fiesta.

-¡Claro! -dijo al instante con su marcado acento ruso, levantándose con ímpetu. El resultado fue que el enorme soviético rápidamente acabó en el suelo, llevándose la mesa consigo y golpeando otra con la cabeza, que rompió de cuajo. No es que sufriera daños, pero entre el mareo, el sueño y el golpe, cuando el resto de comensales trataron de auxiliar al gigante de acero, éste ya roncaba. Sonoramente.