Partida Rol por web

Vaya gracias, tenía la boca seca- dijo tratando de no ser seco.- Me ha gustado el entrenamiento pero no sé si seré capaz de recordarlo todo, no puedo llevar apuntes a la arena- y su cara dibujó una leve sonrisa. Se sentía mejor con ella aquí, pero no podía olvidar que quedaba muy poco tiempo para aprender. ¿En qué te has entrenado?

Estuve entrenando con las armas a distancias, ha sido bastante provechosa, sumado a mi entrenamiento creo que podre desenvolverme bien cuando llegue el momento...Mire a los demas mientras continuaba charlando con Max...me parece curioso la forma tan amena que charlan todos, es increible, pensar que despues estaremos matandonos entre todos...tambien se fijo en el detalle de los hermanos Brown del distrito 7...no sabia si sentir lastima o empatia con ellos...esta versión sera especial, si mal no recuerdo es la primera que tenemos hermanos...seran sin duda una atracción para los patrocinadores...

Termine mi comida...¿Con que seguiras entrenando despues?...

Me dirijo al comedor solo para tomar un rápido desayuno, allí veo como ya se encuentran la mayoría de tributos, algunos parecen haber hecho migas entre ellos, no sabía si alegrarme de ello pues tendría que acercarme a algún grupo si no quería quedarme solo y ser un blanco fácil en la arena, por lo que eche un rápido vistazo a la gente que había allí, buscando con la mirada alguna cara conocida que hubiera visto durante el viaje, pues no quería juntarme con alguno de los inútiles de los distritos menores... 

La segunda mañana de entrenamientos resultó ser mucho más agotadora que la del día anterior, eso de correr y disparar no se me daba del todo mal. Además en cuanto a la parte de correr estaba acostumbrado de las represiones de los agentes de paz que cometían contra los habitantes de mi distrito. 

En el Capitolio nos proveían de todo, libros, cepillos de dientes, comidas inimaginables, jacuzzis aromáticos... No es que tuviese intenciones de dejarme matar, pero ciertamente pensaba disfrutar de todo el lujo que pudiera mientras pudiera. Como en este caso un dispositivo móvil de proyección holográfica de lectura. Había descargado todo lo que podía saberse sobre las armas de fuego. Comer sabiendo que no podía manchar las páginas me proporcionaba una seguridad y una tranquilidad gratificante.  Siguiendo con mi dieta hipercalórica, escojo un risotto con vinagre dulce, de setas y trufa. Me siento a comerlo con calma mientras mis ojos devoran las líneas de lectura que tenía por delante. 

Estaba abstraído y poco interesado en lo que ocurriera a mi alrededor, mientras no me distrajeran seguiría enriqueciendo mi conocimiento sobre ese tema.

A la mañana siguiente Max se levantó y sintió como si hubiera borrado todo lo del día anterior Estupendo. Hoy me centraré en habilidades físicas pensó. Quizás no le había cundido por comer demasiado, estaba aficionándose a comidas muy grasas que no le servían demasiado.

Así que entró en el comedor y escogió lo que iba a comer con la cabeza, una dieta grasa pero con toda la proteína que pudo. No se llenó demasiado y en cuanto acabó se fue a entrenar.

El día anterior había estado demasiado cansada como para pasarse por el comedor y, para ser totalmente sincera consigo misma, no había tenido ganas de aguantar ninguna mirada evaluadora ni comentario despectivo.

- ¡Ei, Dave! - golpeó a su compañero en el hombro con gesto amistoso, teniendo que estirar el brazo para llegar hasta él. A su lado, parecía una niña. Seguro que es así como me ven todos... -. Ayer no te vi por los entrenamientos. ¿Qué te ha parecido el puesto de supervivencia?

Evaluó la comida con una mirada calculadora Todo tenía buena pinta y olía mejor pero, ¿sería lo correcto llenarse hasta reventar? Claro que no estaba dispuesta a pasar hambre pero seguramente dentro de unos días la pasaría. Y contra más se acostumbrara a las grandes cantidades de comida, más insatisfecha se sentiría en la arena. Quizás sería mejor seguir con su dieta de costumbre, algo de pescado, algunas algas nutritivas y pan.

La sesión en la sala de Supervivencia había sido agotadora, y como el día anterior el estomago pedía comida, por lo que me dirigí al comedor, allí como la vez anterior ya estaban los tributos que habían terminado sus entrenamientos.

Me dirigí a la barra y me serví un buen plato de arroz, un huevo frito y un par de mandarinas, eso me daría las energías suficientes para el entrenamiento que vendría a continuación. 

Esta vez no estaba mi compañera por el comedor, así que me senté en una mesa tranquila,no tardaría mucho en terminar mi bandeja para irme a la sala de entrenamiento de nuevo.  

Tras un agotador entrenamiento en el lago, cansada, sólo quería recuperar fuerzas. Aun iba algo mojada, y con una toalla encima, y aunque tenía algo de frío me cogí algo para comer y me senté en una mesa sola.

Volví  ir al comedor, todos iban por su cuenta en el comedor. Nadie quiere tener a un niño como yo de aliado, poco o ningún caso me harían, así que tendría que ir por mi cuenta por necesidad. Tenía claro que después de la clase de camuflaje tendría que ir por la tarde a Supervivencia.

Sin embargo el chico del 10, jonas creo...,  por lo menos me había saludado en el entrenamiento y pasamos varias horas juntos, ahora no me parecía bien que cargara conmigo así que me siento solo aunque le agradezco ese rato que compartimos, espero que se lo pueda devolver en los juegos...

Mientras disfruto de una buena comida, no tiene sentido preocuparse más de lo necesario, sin embargo, la comida no me sabe igual de bien que el primer día...

Cuando llegó a comer se sirvió sin pensar, un montón de comida e hizo un gesto de dolor cuando se sentó. Le dolía todo el cuerpo y no sabía si soportaría otra sesión así, así que pensó a qué podía dedicarse. Camuflaje, curar heridad, trampas, todas parecían buenas y no tenía demasiado tiempo. Empezó a comer y siguió dándole vueltas a sus opciones.

Observó a los tributos que había en el comedor, tratando de evaluarlos. ¿Este año será uno de esos llenos de violencia entre los tributos o será de esos en los que la arena hace el trabajo sucio y los tributos simplemente tratan de no morir? No se había dedicado a pensar en las aptitudes en las que destacaba cada tributo, pero quizás debería plantearse que la arena siempre era más mortal que cualquier arma o tributo.

Esta vez Leroy se le adelanta un poco. Ella se tomó su tiempo para ir a comer y cuando llega, se sirve de todo un poco. Se acerca a su compañero y le dedica una sonrisa. Luego, se siente y comienza a comer en silencio. Estaba muy preocupada por poder aprovechar las prácticas

Muchos tributos ya habían hablado, unos simpáticos, otros menos. Pero Clara formaba parte del primer tipo. Sabía que luego muchos iban a atacarse entre sí, pero no por ello había que ser desagradable.

-Hola- se ruborizó al darse cuenta que desde que estaban allí no se había presentado- mi nombre es Clara, del distrito 8.

No es que fuera tímida por naturaleza, pero reconocía que la situación podía intimidar al más contado.

-¿A alguien le molesta que me siente en su misma mesa?- dijo buscando el primer sitio libre- la verdad es que tengo hambre.

En cuanto alguien le diera su visto bueno, se sentaría para comer.

Hola. - Le dije a la joven. - Yo soy Caryl, del 5. - Le dije con una sonrisa.

-Hola Caryl- dijo también con una sonrisa, era bueno contar con gente amable. Al menos antes de que empezaran los juegos- supongo que no te importará que me siente cerca tuyo.

Dijo mientras miraba si quedaba algún hueco en la mesa. Era difícil que a Clara le cayera mal alguien, y menos si era jovial como aquella chica.

- No claro, siéntate. - Le dije mientras le señalaba un sitio con la mano. - ¿Cómo van los entrenamientos?

Cuando llego al comedor me sorprende los pocos tributos que habían llegado. - No me había dado cuenta de que quedase tanta gente en la zona de entrenamientos - me digo algo desubicada.

Echo un rapido vistazo alrededor para decidir donde sentarme. Tenía pocas ganas de comer sola, así que desecho pronto esa opción. En una de las mesas más alejadas de mi veo a Jerome. Parece absorto en su lectura así que decido no molestarle. En ese momento observo a la chica del distrito 5 con la que he compartido parte del entrenamiento. Esta con otra tributo. Sin pensarlo dos veces me dirijo hacia ellas. - ¿Os importa que me una? No tengo muchas ganas de comer sola - Me siento por inercia sin escuchar su respuesta. - Esperemos que no te hagan un feo - pienso.

Llego al comedor con los brazos tan cansados que no puedo ni levantarlos. Me dejo caer en la mesa mas cercana que resulta ser la de Jerome, el tributo con el que comparti unas palabras el otro dia.

-Hey...- La verdad es que no tenia muchas ganas de hablar pero siempre e preferido la compañia a la soledad.

Levanto la vista del libro holográfico. Ya sabía que tenía que pedirle a mi campeón que consiguiera para que pudiese hacer una prueba que impresionase a los patrocinadores. Con tan solo hacer el gesto de cerrar el libro este se desvanece en el aire, como aspirado por el proyector que me habían concedido.

-Hola, hola.-Respondo contento. El entrenamiento daba sus frutos, muchos de los tributos estaban afectados por nuestro destino y no habían asistido o los realizaban sin ganas.- ¿Qué tal va todo?

Sigo comiendo aparte del resto de la gente. Hay qgente que sigue conversando con los demás como si fueran amigos de toda la vida pero no se dan cuenta de que eso es en balde.

En un par de días tendrá que matarlos y seguri que no les resulta tan fácil después de saber todo sobre ellos.

Veo que estaba leyendo. Me corte un poco al ver que le habia interrumpido.

-Bien, supongo y ¿Tu? ¿Que estabas leyendo?-No era amabilidad, mas bien era simple curiosidad, lo que me motivaba a hacer esa pregunta. Un medio de empezar una conversacion mientras yo me atiborraba.