Partida Rol por web

Kvothe habla demasiado.

-Las opciones son luchar o huir. Veamos, los que más pinta de guerrero tienen son Odiseo, Robin y Juana. Yo creo que si vamos a atacar, Asenath y Kvothe podréis encargaros de ella, mientras tu y yo manejamos a Robin. Si sois capaces de usar magia, vosotros dos- señalo al principito y a la emperatriz infantil.- deberíais eliminar a  Odiseo antes de que os toque, no os considerará objetivos prioritarios.

Me acaricio el bigote pensativo. Las nuevas incorporaciones lo ponen todo más difícil, pero podrían ser en la misma medida útiles.... Siempre que estén del lado del bien, claro.

-Entiendo la discrepancia que hay ahora mismo, mis señores. Yo tampoco sé lo que pensar. Hasta ahora he creído que ustedes dos eran enviados del demonio para acabar con los justos. Además, han decidido unirse a nosotros a escasas horas de que la gran batalla dé comienzo... Sin embargo, Dios no juzga y tampoco deberíamos nosotros.

Voy andando de un lado para otro, erguido, con una pose de poder llena de altanería.-No, no juzgaré, pero voy a necesitar pruebas. Si de verdad ustedes dos están de nuestro lado podrán demostrarlo llegado el caso. Ataquen a uno de los enviados del demonio cuando todo empiece. Son bravos luchadores, tanto la dama como el caballero. Acabad con un enviado del demonio, uno solo, y estaremos encantados de tenerlos a nuestro lado.

Me quedo mirándoles, esperando la reacción de ambos a mis palabras.

-Entiendo su posición, señor Jekyll... Y disculpe mi sofoco... Pero es que me parecería sencillamente patético perder una buena oportunidad de sobrevivir por cerrarnos en banda...

Reconozcámoslo, doctor... Quizás nos sobre el intelecto pero... ¿Qué hay de físico? ¿Y de nuestra oportunidad de defendernos? Los necesitamos. Y usted sabe, tan bien como yo, que con dos vejestorios, una pareja de enamorados, una solterona de pocos recursos y ustedes dos, por muy brillantes que sean, no llegaremos muy lejos si no sabemos más sobre el resto...

Lo miro, más seria ahora, más realista. Intentando hacerlo entrar en razón.

-También hay que contar con Yocasta, que les acompaña y por lo visto también es una instruida guerrera a tener en cuenta. Además, los profesionales también están haciendo sus asignaciones. Tendremos que actuar rápido o podrían echársenos encima antes que nosotros. ¿Es una buena idea dividirse en parejas? ¿No sería mejor avanzar cubriéndonos entre los seis y conseguir tantos recursos como podamos?

Parece que quieren pasar directamente al plan "atacar antes de ser atacados"... quizá llevados por el miedo.

-Y que tal si... asignamos objetivos de la cornucopia. Por ejemplo que uno se haga con víveres, otro con mochilas, otro con algún arma... cosas así. Debemos usar nuestra astucia contra ellos, no nuestra fuerza... y creo también que un doctor podría ayudarnos si salimos heridos.

-No he visto a ningún mago luchar con una mochila. Además si eliminamos a alguno de ellos, los que pretendiesen huir, probablemente se unan a nuestra causa.  Si hacemos eso, nos matarán, matarán primero al que se arme y después a los demás. Parece que no entendéis que se trata una competición de letalidad. vosotros veréis si preferís ser cazador o cazado, pero el que tiene la ballesta es el que termina la cacería en pie. 

Mi mirada se vuelve algo más seria, hasta preocupada.

-Me duele admitir que temo por nosotros, pero es así. Sospecho que el demonio ha invadido el alma de algunos de nuestros aliados y que ahora anda tras nosotros. Mi inseparable Sancho, mi amada Dulcinea, mi buen hombrecito... Lo que os voy a decir ahora puede que no os guste, pero es lo única solución que veo.

Respiro hondo y les miro a los tres a la cara antes de proseguir, haciendo una de mis numerosas pausas dramáticas.

-Entraré en la cuernocopa y cogeré un arma. Ustedes sé que tienen planeado huir... Adelante, hacedlo, es lo más sensato. Cuando todo dé comienzo yo estaré en medio de la pelea y podré comprobar si las intenciones de los nuevos son buenas o malas. Si veo a esos dos atacando a los justos huiré con ustedes para poder protegerlos más adelante. Si veo que atacan a los enviados de satanás me quedaré a ayudarles y podremos reunirnos más adelante. Permaneced a unos metros de nuestro punto de encuentro y solo acudid a él si escuchan un aullido. Significará que estoy ahí y que estoy solo o con gente de confianza. Qué les parece?

Desgraciadamente este plan tiene muchos fallos. Realmente no sabemos si va a haber o no componentes arcanos, e incluso en el caso mas favorable la magia necesita tiempo y condiciones. Algunos rituales solo funcionan de noche, otros solo con la sangre de tu objetivo, otros necesitan que el objetivo este dormido... Si nos limitamos al combate directo con magia o sin ella creo que tenemos pocas posibilidades, esa es la premisa, en combate directo ganan ellos. 

Julieta levanta un dedo al escuchar a Don Quijote. - ¡No os confiéis! Podrían atacar a uno de los suyos para demostraros que son de fiar y después traicionaros, mi gentil caballero. Si os reunís con nosotros no traigáis a los profesionales bajo ningún concepto. Y recordadlo bien, nos encontraremos a un kilómetro y medio en la dirección contraria a la luz.

"Ninguno responde. Quizás no sepan que responder, o no sepan que les pregunto. Nunca me había encontrado con algo así. La desconfianza generalizada por mi presencia, y la de Susan, me tiene descolocado. Estaba claro que, algo, se me escapaba de las manos. Y no acababa de comprender el que. Por desgracia, las buenas intenciones de Holmes y Marple me parecían, simplemente, una quimera después de escuchar a los demás presentes. Una, desconfiaba abiertamente, y el otro... el otro me pedía que matara a alguien. No me había unido a ellos para matar a nadie."

Quiere una prueba. Deckard guardo silencio, negando que tipo de prueba se le demandaba. Me temo que eso no es posible, caballero. Vine aquí con la promesa de que todos podríamos sobrevivir, no para matar. Si fuera así, me habría quedado con los distritos profesionales. No estoy interesado en matar a nadie... y si es esa la prueba que requiere, ya le advierto que no deseo pasarla. Negó la mano de Holmes cuando le ofrece la mano, a causa de la propuesta del caballero. Lo lamento, Holmes. Vine para salvarnos tanto a Calvin, como a mí, como a los demás. Fue lo que me prometió la señora Marple. No para matar a nadie.

Miró a Marple, negando con la cabeza.  Lo lamento, Señora. Sus intenciones sus buenas, y sus palabras sinceras. Pero me temo que solo causaré fracturas a su grupo. Calvin y yo encontraremos la manera de escapar solos. Le deseo... Le deseo buena suerte. Cuando vuelva a casa, cómprese una tortuga.

Les deseo lo mejor, caballeros, damas. Espero que encontréis la manera de salir vivos todos de aquí. Como gesto de... buena voluntad, les diré que tengan cuidado con algunos de los presentes. Robin Hood desea unir a los profesionales contra todos los demás, y Odiseo, unir a los no profesionales contra los profesionales. Por mi parte, intentaré huir y pensar una manera de salir de aquí.

Adiós. Fue la despedida, contundente, y miró a Calvin, para que le acompañara a algún lugar alejado, a solas, para poder hablar del proceder del día siguiente.

Todo esto me parece ridículo y estúpido a partes iguales. ¿Qué más querían que hiciera? Ninguno de ellos había tenido que soportar semejante humillación ni semejante desconfianza. ¿Qué han hecho aquellas dos personas para merecerla? Y, por si fuera poco, encima Deckard sigue ofreciendo ayuda, y gestos de buena voluntad después de todo.

Sólo espero que aquel atajo de gañanes sea capaz de reaccionar a tiempo y pedir a Deckard que vuelva a unirse al grupo. Entretanto, yo sí tomo cartas en el asunto, y le sigo, llamando su atención antes de que se marche:

-Espere, señor Deckard. - le digo, algunos pasos tras él, incapaz de seguir su ritmo. Una ya no es una jovencita, después de todo y, aunque estoy en buena forma para mi edad, lo cierto es que los años comienzan a pasarme factura a ese respecto.- Siento que haya tenido que pasar por esto. Y siento estar rodeada de este atajo de imbéciles sin conciencia alguna. Sé que están asustados y que es el miedo quien les guía, pero ¡demonios! No sé a qué viene de repente tanta estupidez reunida...

Miro a aquel joven que, paradójicamente, ha sido el único que ha demostrado que sus buenas intenciones van más allá de las palabras, a pesar de haber sido el primero en ser juzgado:

-Yo creo en usted y no pienso abandonarle a su suerte, hijo. Ni a usted ni a su amiga. - les digo a ambos, mirándolos alternativamente, en una clara declaración de intenciones- Sin embargo, si queremos salir de aquí vivos necesitamos actuar con cautela. Y es Holmes quien tiene la clave para que todos salgamos de aquí con vida.

Les propongo algo... Hagan como que siguen su camino... y preocúpense de seguir con vida. Yo, entretanto, intentaré averiguar cómo salir de este entuerto, cuál es esa forma de que todos salgamos de aquí con vida. 

Sígannos, en cuanto suene la alarma, sin que el resto lo sepa. Yo les mantendré al tanto de todo, les avisaré de cualquier posible amenaza... Yo les protegeré siempre que me sea posible. Sólo les pido una cosa: que no se olviden de esta anciana.

En cuanto esta locura comience, caminaremos en dirección a la luz. Un kilómetro y medio. Eso fue lo que dijo Jekyll. Reunámonos allí e intentemos salir de esta.

Vuelvo a mirarlos a ambos, decepcionada con todo aquello. Lo cierto es que había pensado en una gran alianza que pudiera asegurarnos que los planes de Holmes se llevaran a cabo, que nos ayudara a controlar a la mayoría, para intentar mantenerlos con vida. Y, sin embargo, nadie había parecido entenderlo, a excepción de ellos dos.

-No se marchen a su suerte, señor Deckard. Concédandle ese favor a esta anciana.

Observo la planificación, las nuevas incorporaciones, las discrepancias y las resignaciones. Todo ello sería ideal para una obra de teatro pero aquí está de más. Como siempre, todo el mundo sabe de todo y luego pasa lo que pasa, que fastidian al resto.

- Tanta buena voluntad de ayudar y a la primera de cambio echa a correr. Vaya un numerito... Desde el principio no quiso quedarse y agarró la primera oportunidad que tuvo para marcharse. Si de verdad quiere sobrevivir y evadir a la violencia, como nuestro grupo, debería quedarse. Si no, que le vaya bien, pero deje de engañar a la gente con sus numeritos -le digo al tipo mientras se marcha.

Dicho esto, tengo la moral bastante tocada. ¡Aún no he conocido al amor de mi vida! Así que no puedo morir en esta mierda de espectáculo. Y cada vez las cosas se complican más y más.

"Vamos, Bridget, que tú puedes... Solamente hay que... Hmmm... No morir, eso es"

Tomo aire honda y profundamente, mirando al resto.

- Me parece bien el plan de ir en dirección a la luz, pero no sé calcular esa distancia... ¿y si me paso de largo? Por otra parte, ¿plantas venenosas? ¿Cómo que hay plantas venenosas? Espero que también hayan plantas de patatas fritas y hamburguesas -digo con una clara resignación- Esto es peor de lo que me imaginaba...

La niña observa muda la conversación que tiene lugar frente a ella, con tanta gente hablando de muertes, armas...
Su mirada ambarina se dirige al suelo fugazmente cuando el hombre del sombrero puntiagudo se dirige a ella, y acto seguido busca de forma sutil la figura del principito. Un niño, como ella, que pocas oportunidades tiene de sobrevivir si lo primero que hace es atacar a alguien más fuerte.

Desde luego, el llamado mago no esta teniendo en cuenta demasiadas cosas.
La niña se volvió hacia él.
- Entiendo que tengáis miedo de atacar vos mismo a quien parece más fuerte de todos los que estamos aquí. ¿Pero no os parece esperar demasiado de dos muchachos que apenas han alcanzado la pubertad? Me sorprende que intentéis utilizar una estrategia tal, pues no parecéis tan ingenuo para pensar que tenemos la más mínima oportunidad de luchar contra ese hombre. - La muchacha niega con la cabeza, sonriendo ante tan burdo intento de engaño.- Sé que voy a morir, y no tengo miedo de hacerlo. Pero eso no significa que vaya a correr hacia ese destino para evitar que se fijen en vos. Lo que pretendéis hacer, sacrificar a toda esta gente,- Continuó girándose poco a poco para abarcar con su pequeña mano toda la extensión del grupo que se había formado a su alrededor.- es un acto egoísta y cobarde. ¿Acaso os han causado mal alguno para que les deseéis un final tan cruel?

Bien, considerando lo que sabemos, yo diría que los objetivos apremiantes son Odiseo, Kvohte, Asenath, Yocasta, Ricewind y Don quijote. Hay que acabar con estos cuanto antes, pues o son los mas fuertes, o son los cabecillas de las distintas alianzas que se han formado. 

Secundariamente, lo ideal sería quitar de en medio a cualquier otro que pueda suponer una amenaza: Sherlock, Jekyll, Romeo, Julieta, Bridget o Ayra. 

No creo ni que el Principito, ni Alicia, Ni Elayne supongan una amenaza para nadie, no diría que son prioritarios.

Por ultimo, andad atentos a lo que haga Quatermain. No ha aceptado ayudarnos de forma directa, ni se ha puesto en contra nuestro, así que conviene tenerlo vigilado. 

La niña sonríe, algo triste.

- Escuchad, señor, pues lo que he oído es importante.- Coge aire, turbada.- Ese hombre vestido de rojo, el que lleva el sombrero puntiagudo, intenta azuzar a algunos de los otros contra vos. Tened cuidado, pues os considera una amenaza, y no quisiera perder tan pronto al único que ha mostrado por mí algo de compasión.

Los cabellos rubios, firmemente recogidos en una coleta a la altura de la nuca, se resisten al leve movimiento de la niña.

- Y el chico de cabellos de fuego, ahí a lo lejos, ha dicho un montón de cosas sobre la gente de la que os rodeáis. Tened cuidado.

-Siendo así... Deberíamos escuchar a lo que ha dicho Alicia. Asegurar algunos objetivos más seguros que llevarnos de la Cornucopia, aunque no sean tan ventajosos, y retirarnos en grupo rápidamente para evitar un conflicto rápido y directo.

Miro a la Emperatriz Infantil, escuchándola. Suspiro. Me recuerda un poco a Auri.

-Creo que deberíamos asegurar la supervivencia por ahora. ¿Os parece bien si traigo con nosotros al señor Jekyll, entonces?

Robin miro a la niña entre divertidoby sorprendido. No seria el el que rechazara ningun tipo de ayuda.
-Por el momento, si estoy en peligro, ponme a salvo.

- Bueno, al parecer el señor Rickman ha decidido irse por libre ante lo extraño de la situación. Espero que no se tome la venganza por su cuenta, aunque realmente parecía razonable. No os preocupeis, lady Julieta, aunque el señor Rickman ya no continúe en nuestro grupo intentaré mantenerlo vigilado.

No tengo ni idea de cómo, aunque bastará con saber el rumbo que lleve al comienzo de los juegos.

- Aún así, le agradezco su puesta de confianza en mí. Intentaré que su estancia en el grupo formado sea lo más cómoda posible. Procure correr lo máximo que pueda al comienzo en la dirección que el doctor ha sugerido y una vez reunidos, tal y como vos dijisteis, estableceremos la siguiente estrategia. Y por favor, cuidad de Romeo.

Nos vendrá muy bien su romance para conseguir recursos.

-¿Entonces somos 4 los que pensamos que es mejor evitar la lucha inicial y marcar objetivos como conseguir víveres y otras cosas necesarias para la supervivencia?

Espera el asentimiento de los demás. Son mayoría así que la loca idea de Rincewind parece descartada y solo queda fijar quien va a conseguir cada cosa y que es lo que deben conseguir para poder sobrevivir y no morir a la primera... lo más importante es resistir, aunque eso incluya huir.

-Como ya dije, por mi pare puedes unir a Mister Jekyll. 

Julieta observa al hombre alejarse con su compañera y no puede contener un suspiro de alivio. Sin embargo no se siente totalmente tranquila. - Me pregunto cuánto tardarán en contarle a todos los profesionales cuántos y quiénes somos... - Murmura para sí misma.

La joven rubia empieza a hablar y Julieta la observa con una enorme curiosidad ante la extrañeza de sus expresiones. Una sonrisa divertida surge en sus labios al ver la frustración de la joven. - ¿Qué son esas hamburguesas de las que habláis? - Pregunta con curiosidad antes de dirigirse a todo el grupo.

- ¿Entonces el plan continúa según lo previsto? ¿Habéis llegado a decirle a los profesionales dónde nos reuniremos? Si es así deberíamos cambiar el punto de encuentro.