Partida Rol por web

Kumi detuvo su andar hastiado y repetitivo de golpe y alzó un poco la cabeza para ver quien le hablaba. Ladeó la cabeza mientras valoraba a aquel joven

- Soy Kumi. Distrito 12 - dio un paso atrás despacio sin dejar de mirarlo, como si fuera a atacarla en cualquier momento

Arqueo la ceja intrigado, al parecer Kumi no estaba del todo cómoda con mi presencia y menos en esa fiesta abarrotada de tantos depredadores. Su comportamiento me pareció de lo más natural y humana, estaba nerviosa por estar en frente de alguien que prontamente podría ser su verdugo, o víctima. 

Intento bajar la tensión, siendo más defensivo -Hem.. Perdón, no quería incomodarte. Solo quería hablar contigo, nada mas- ahora cambio a un tono más relajado y algo cómico -No quería que pareciéramos los marginados. Ya que muchos tributos se han hecho muy buenos amigos- expresó una sonrisa natural, muy diferente a la que le había dedicado a mis interlocutores en la fiesta.

Con la cabeza gacha, y tratando de disimular, respondí a la chica:

-No sé si hablar con ella de esto sería lo más sensato. No quiero sonar despiadado, pero realmente mírala: ya ha obtenido un patrocinador, y por lo que aparenta es muy probable que ya haya conformado sus propias alianzas. Todos somos rivales, Kumi, no lo dudes. Excepto tú y yo. Lo mejor sería que mantuviéramos nuestro pacto en secreto, al menos bajo mi punto de vista. ¿Qué opinas tú? Ah, he de añadir que tampoco pienso hacerle daño a esa niña del distrito 8. No, de ninguna forma.

Gretchen no sabía qué estaba pasando, mucho menos porqué fue un patrocinador a por ella, especialmente hacia ella. Se quedó mucha tras la intervención de Raziel aunque terminó por agradecerle con una ligera sonrisa nerviosa de sonrosadas mejillas y un “gracias” a baja voz.

Cuando creía que las sorpresas habían terminado se acercó a ella uno de los tributos. Recordaba haberle visto en la sala de entrenamiento aunque no hubieran intercambiado palabra y, ahora, a pesar de que le estaba hablando no entendía nada.

- ¿Perdón? – No sabía si era un elogio o un insulto, prefiriendo preguntar antes.- Creo que te estás equivocando de persona.

Asintió despacio y antes de marcharse le dedicó una mirada de frente, algo más relajada y de aprobación

- Nunca he tenido amigos, solo familia. Y solo me tienen a mi - murmuró - Me tenían.. - pareció dudar de si seguir adelante o hablar con el amable chico

- Tienes pinta de ser de los que tienen amigos... Porque yo? No soy simpática ni me gusta hablar mucho...-

—¡Seguro! —respondió a Gretchen dándole la razón y continúo otro tanto irónico para ver si la mujer de rosa reaccionaba y más que nada para provocar pues de completo amarillo siendo visto por todos estaba jugando su rol de llamar la atención:— ¡Perdona que no me presenté! Esta de rosa es mi tía y yo soy su sobrino Stupp Hide, encantado. ¿Tú cómo te llamas?

—Pues debes ser de las pocas personas que me ha visto, de noche y completo amarillo se hace difícil verme —respondió con ironía.

Ladeó la cabeza mientras se llevaba el índice al labio inferior sin entender muy bien aquel tono. La estaba provocando como los chicos de su distrito? Estaría midiendo si podía con ella?

- Parezco débil, pero no lo soy - intentó sonar convencida pero no estaba segura de haberlo logrado.

Estaba siendo todo demasiado rápido. Muy rápido.

Primero fue la intervención de la misteriosa ¿mujer?, la patrocinadora que parecía apoyarla sin saber exactamente por qué. Ni siquiera ella misma se veía aguantando más de un par de horas en la arena. Igualmente se lo agradeció con una ligera sonrisa nerviosa mientras se soltaba de Drew, alejándose un paso.

Será mejor que vayamos.- Ya no se atrevía a mirarle, pensando que se estaba imaginando las cosas y sabiendo que no podía llegar a algo más si iba a morir. No podría soportarlo.- Me voy adelantando.

Con la mirada agachada, completamente sonrojada y sintiéndose nerviosa por todo lo que pasaba por su mente, caminó hacia donde estaba el resto, esperando así llegar a conocerlos.

No había tenido tiempo de hablar con el resto, tampoco de asimilar todo lo que estaba asimilando a su alrededor, parando a uno de los camareros que paseaban con bandejas de metal llenas de copas para coger una y terminarla de un par de tragos al notar su garganta seca. Apretó los ojos por el amargo sabor no reconocible, dejando la copa vacía en la misma bandeja y cogiendo otra, esta vez para mantenerla más tiempo llena.

Pensaba en la conversación que había tenido con el tributo, en lo que sentía, pensaba, y la insinuación del patrocinador, cada cual más descabellado del anterior. Se retiró el cabello del rostro mientras miraba al cielo, como si suplicara cualquier tipo de ayuda para calmar sus nervios antes de caminar hacia el resto, saludándolos previamente con la mano libre.

Creo que no hemos tenido tiempo de hablar, aunque sea un poco.- Miró a cada uno, esperando no haberles molestado con su presentación.- Soy Gretchen, distrito 7.

¿Sobrino? – Miró primero a la mujer de rosa, ahora alejándose, y luego a Stupp, preguntándose si dejarían que un familiar fuera tributo o si siquiera tendría alguien conocido en el Capitolio teniendo en cuenta lo marginados que estaban los distritos. Sin embargo al ver sus ropas perfectamente podía entrar dentro de los cánones, aunque ella misma parecía otra persona completamente distinta tras pasar por las manos de los diseñadores. Por si acaso, para asegurarse, prefirió omitir el tema.- Gretchen Hyde, distrito 7.

Era momento de hablar con los demás y miró a Stupp y me río un poco. - Pero mira cómo estás, todos aquí te miran a ti. Buen traje amarillo -

Luego seguí a Gretchen. - Hola a todos Drew, distrito 6- Me quedé mirando a todos esperando que no sea el único con mi ideal.

Tweedie alzó la mirada hacia el chico que se dirigía a ella, parpadeando a través de sus gafas. -Tengo catorce.- Dijo, antes de bajar la mirada un poco intimidada. -Tal vez algún japonés me patrocine.- Dijo en un tono más bajo. Aunque hasta el momento no parecía que la estrategia de su tutor hubiera dado mucho fruto.

-Tu traje es bonito.- Había vuelto a levantar la mirada. -Cuadra con este lugar.- El gesto de su mirada se explicaba por si sólo: si era por sus ropas, el chico frente a ella quizás tendría más posibilidades de ganar y quedarse en ese lugar.

Parecía que todos los tributos habían decidido por reunirse en un punto. La pelirroja veía como muchos parecían moverse con naturalidad en aquel lugar. Ella sólo esperaba resignada.

-Tweedie, distrito 8.- Murmuró desde su silla, e hizo un muy tímido saludo. Sus ojos azules los miraban a todos a través de los cristales de sus gafas.

Ya me parecía a mí raro lo de Gretchen, jajaja... Pero sin problema, nos hemos entendido.

—Si... en eso tienes razón, parezco uno de estos monstruos que pululan por aquí y no un tributo —respondió a Drew en viva voz provocando a ver si la gente que lo escuchaba se escandalizaban un poquito y continúo hablando en general:— ¡Stupp Hide!... Tiene gracia que mi apellido sea el verbo "esconder".

Miro a Kumi con cierta empatía, no me imaginaba que al distrito 12 le fuera tan mal. Mi distrito no era precisamente el más acomodado, pero nunca me faltó nada; y mucho menos ya que era considerado un campeón allí en casa. Sin embargo, ella estaba ahí no por honor y gloria, sino porque las circunstancias no estuvieron a su favor, y quién sabe por lo que habra pasado antes de todo esto.

Miró al grupo de personas, grotescamente felices, con los que celebraba antes -Ellos no son mis amigos. Para ellos no soy más que una ficha por la que apostar. Y yo aprovecho eso jajaj- sonrío, más para sentirme bien conmigo mismo, que para hacer que ella se sienta cómoda. Mis amigos estaban en casa, mis padres, mi hermano y los que siempre estuvieron conmigo, no porque fuera el campeón de mi distrito, sino porque en verdad les importaba.

-Simplemente me pareciste la chica más auténtica de entre toda esta gente falsa, incluyendome ahí; por eso me acerque a hablarte. Ademas, quería conocerte- Levanto la mano y la acerco a ella, en un gesto amistoso, para estrechar la suya -Un placer-.

-También se traduce como "pellejo", "cuero", "piel"...- Fue enumerando la niña, pero su voz fue bajando de volumen antes de volver a apartar la mirada.

Kumi se cruzó de brazos como si alzara un escudo entre ella y el resto. Su rostro no denotaba emoción alguna, quizás un leve tinte de tristeza, recelo y algo más dificil de identificar.

- Kumi. Distrito 12 - miró a la niña pelirroja pero tuvo que apartar la mirada. Lucia tan bonita, tan infantil... que le partia el alma