Partida Rol por web

Agarro la culata del revólver con más fuerzas mirando hacia atrás, como esperando a que el bicho extraño que hemos dejado en la celda se libere de repente y nos ataque. Tal vez deberíamos haberlo dejado suelto... No. Si alguna vez vuelve una expedición como es debido, sin un puñado de nazis locos pisándoles los talones, tendrá tiempo de ver qué coño es.

-Vamos al puñetero obelisco ése... Este lugar me pone los pelos de punta, y no sólo por el frío. Cuanto antes lo registréis los cerebritos, mejor.

Miro hacia el monumento que destaca por su forma y tamaño. Seré un enfermo, pero me recuerda a...

En poco tiempo llegais a la plaza más grande de las que habeis encontrado hasta ahora. En su centro se alza un obelisco metálico completamente oxidado sobre el cual todavía pueden verse una serie de grabados que representan la construcción de la ciudad y toda su historia. En uno de los lados pueden verse los fundadores de la ciudad representados con alas, partiendo desde una estrella y llegando hasta la tierra; Más abajo la ciudad es construida y a ella llegan cientos de viajeros de todas partes del universo que no la habitan, sino que la tienen como lugar de paso y centro de comercio. En el otro lado se representa una rebelión de extraños seres de todas las formas imaginables contra los seres alados y aparece por primera vez la figura de lo que parece un sumo sacerdote. En la siguiente cara puede verse a ese sacerdote controlando toda la ciudad envuelto en un aura de poder. El otro lado está en blanco, pero al pié del obelisco alguien ha continuado grabando, aunque de forma mas tosca; El grabado representa a ese sacerdote exterminando a cientos de criaturas que, al parecer, se estaban rebelando contra él.

Hasta un zoquete como yo tiene nociones de Historia básica. Eso y que vi buenas pelis de niño.

- Sic semper tyranis... Igual el mono raro de la jaula es un Thomas Jefferson galáctico ¡o un Espartaco! Hay que joderse... aquí hubo una revuelta de esclavos.

Me encojo de hombros, en el fondo no me importa demasiado.

- Tanta tecnología y mierdas, y eran tan imbéciles y prepotentes como nosotros. Sigamos registrando este sitio, empiezo a pensar en buscar una salida. Y en cómo regresar a casa. Este lugar me deprime.

Lucius se queda sin palabras por un rato ante la visión del obelisco. De repente reacciona abruptamente y comienza a moverse por todo el obelisco, tomando notas y haciendo fotos y calcos. - Qué gran, qué gran descubrimiento - le oís murmurar, sonriendo - ¡Soy el Schliemann de esta generación!.

Cuando termina de documentar todo se dirige a vosotros, pero sigue mirando el obelisco - ¿Alas? ¿Tendrá que ver con el mito de los ángeles? ¿Y quién era ese sacerdote?. Pese al incalculable valor de la información que este obelisco nos aporta, aquí no podemos hacer nada más que admirarlo. Deberíamos seguir hacia el bazar, y luego ir al centro... hemos visto varias zonas de la ciudad, pero sigo sin saber qué buscaban los alemanes, y por qué nos encerraron en vez de entrar ellos.

Lucius comienza a andar hacia el bazar, pero gira su cabeza a veces para volver a admirar el obelisco, extasiado - A-A-Alison... ¿Vienes? - Dice tímido, bajando la mirada

Despues de observar con atencion el obelisco tratando de saber que ocurrio en la ciudad, me doy cuenta de que Lucius ha comenzado de nuevo a andar hacia el bazar. Sonriendo levemente le respondo cuando me invita a ir con el. 

-Que remedio- me encojo de hombros- No dejaras nada por explorar y creo que haces bien, debemos asegurarnos de que no dejamos nada importante atras, todo puede servirnos para salir de aqui. Voy contigo.

Tal vez en el bazar haya algo interesante, armas, mapas o cualquier cosa que mejore nuestro equipo, sin pensarlo mucho empiezo a andar detras de Lucius.  ​​ ​​ ​ ​ 

Una vez más seguís al entusiasmado Lucius que s edirige hacia el bazar, última parada antes de alcanzar el siguiente enillo de la ciudad. Se trata de un edificio enorme, abovedado y adornado con vistosas cristaleras que fué sin ninguna duda un enorme mercado. En su interior podeis ver las galerías donde hoy solo quedan los restos de los comercios que alguna vez dieron vida al lugar. Pero el tiempo no e slo único que parece haber hecho estragos en el lugar; La mayoría de mercancías yacen desperdigadas por el suelo sin ningún orden aparente, como si una multitud hubiese abandonado el lugar a toda prisa dejando solo caos tras de si. Entre los objetos que hay a la vista encontrais grabados, piezas de ceramica y utensilios desconocidos para vosotros.

Lucius revolotea extasiado por todo el bazar, mirando las ruinas e investigando entre las mercancías

Cuando entro en el bazar miro a mi alrededor. Tal vez haya algo de utilidad y me pongo a registrar entre las cosas que hay tiradas por alli. 

Me tropiezo un par de veces al entrar en el recinto comercial. Algunas de las telarañas me cubren los ojos, nublando mi natural agudeza.

Gabriel sigue al resto del grupo algo ensimismado con todo lo que hay alrededor, ojeando todo, pero sin llegar a prestar atención, cogiendp algunos objetos pero descartandoles casi al instante y sin acertar a ver la magnitud de lo que estaban explorando.

El bazar es enorme y estais seguros de que invirtiendo el tiempo suficiente podríais hacer grandes descubrimientos aquí. Desgraciadamente no disponeis del tiempo ni el ánimo para explorar el lugar con detenimiento y solo Alison y Lucius parecen hallar algo significativo. Lucius se mete en el bolsillo un puñado de piezas hexagonales, planas de cristal azúl con minúsculas inscripciones en ellas; Parecen monedas. Alison se hace con un pequeño cuchillo curvo finamente trabajado que todavía conserva su funda metálica; Es pronto para decirlo, pero parece que la mejor artesanía árabe no tiene ni punto d ecomparación con esta obra de arte. Sin nada mas que ver aquí, os encaminais por fin hacia el anillo intermedio de la ciudad.

Parece que cada anillo fuera un distrito independiente de la ciudad, separado por un canal cuya agua oscura y congelada emite una persistente neblina que impide ver mucho más allá. Para cruzar hay varios puentes, idénticos y que apuntan hacia el centro de todo. Al otro lado, parece ser que las construcciones son más altas y homogéneas que en el anillo exterior, como si sirviesen a otro proposito.

Lucius anda tranquilamente absolutamente absorto en sus monedas, murmurando mientras intenta descifrar los grabados.

Pienso en la liviandad del Ser mientras la neblina que surge del canal nubla mis sentidos.

Me quedo mirando fijamente el agua del canal, la neblina me impide ver mas alla, pero mis oidos no entienden de neblinas y creen escuchar algo. Alzo los ojos y miro al frente sin ver nada. 

-Silencio! Me ha parecido oir algo- me llevo el dedo a los labios y me concentro tratando de escuchar algo mas. 

Gabriel se detiene un momento ante las palabras de Allison mientras cruzan el puente e inmediatamente echa un vistazo en los alrededores pero tras unos segundos sacude la mano quitándole importancia.

- Estas segura Allison? Esto es terriblemente tranquilo, quizás los nervios te han jugado una mala pasada.- comenta bastante convencido.

Alison es la única que parece percibir algo mientras cruzais el puente sobre el canal brumoso, como un lejano crujir de hielo, pero por mucho que mirais, no adivinais el origen del sonido. Una vez poneis los piés en el anillo intermedio os dais cuenta de que este barrio tenía un propósito muy distinto al exterior; Las casas comparten un diseño similar y tienen más de una planta, como si estuvieran resevadas a algún tipo de "clase alta", aunque por el estado de sus puertas, ventanas y calles, parece que aquí se hubiera librado una batalla. De vez en cuando os topais con los restos de alguno de esos seres reptilianos como el que os encontrasteis en la torre, aunque cualquier resto hallado en el exterior se halla en muy mal estado y se convierte en polvo nada mas tocarlo.

Y mientras estais reflexionando y divagando sobre estos temas, un crujido lejano os llama la atención: No es el sonido del hielo sino más bien un sonido de piedra quebrandse. Al ruido le sigue un grito desgarrado, sin duda humano y siguiendole, el tableteo de armas automáticas y más gritos. Parece estar librandose una pequeña guerra a varias calles d edonde vosotros estais y en dirección al centro de la ciudad.