Partida Rol por web

No nooo... sosia no... soy hitano weno - Puta zorra, de haberlo sabido me escondo detrás de los contenedores y te desnuco de una pedrá - Yo namá he viniu con mi premo - empiezo a echar la mano al bolsillo para sacar mi DNI - nosotro los hitano tamo pasándolo mu mal. No tinemos tantas coisas como vosotros lus payus, midisinas y tu esu, y hemo venío pa ve si había algo pa comel pa nuestras familias.

Me acerco lentamente con las manos en alto, y le acerco lentamente mi DNI para que lo vea - Acabamus de llegal y ta to hecho un disastre siñurita. Aquí ya ha intrau alguien... Pero quedan coisas. Yo ti las enseño paya.

Se me vuelve a encender la bombilla. Uno de los trabajadores sociales me dijo que los polis no eran malos, que estaban para servir al ciudadano. Atando cabos vi que la jugaba me salió redonda; ahí tienes mi DNI, petarda, estás ahí "pa servirme". Casi me empalmo sólo con pensar que "me tiene que selvil".

Cuando ha ojeado el DNI le digo - ¿Ve siñurica? Yo hitano weno, con mis papeles y to hecho bien como los payos. Me tiene que selvil porque soy siudadano, pero soy weno. Vamo a por cosa pa nuestras criaturicas que tien hambre, ¿ta bien siñurica?

Los nenes se fueron. A tomar por culo ya. Luego el papa demuestra que tiene más tistículos que tos los payos y que el resto de nosotros juntos.

- Ay er papa. Claro que sí. Yo ti lo buhco - me levanto, y le beso el dorso de la mano repetidas veces- Que haríamoh sin ti, mi papa gueno.

La mera idea de ir a recoger al Cristo me removía to. Claro que sí. ¿Por qué no había caído antes? Pues porque….Y en ese hilo de pensamiento estaba. Que me levanté y to, me palpé el bolsillo y…Fui rápido a abrir la puerta de casa y gritar:

- ¡OH REVIENTOH AR VORVÉ! ¡DEHGRASIAOH! - grito al rellano.

Le miró como sus justificaciones fueran mierda. Robar es robar. Aunque últimamente se robaba y saqueaba mucho. Pero aquellos alimentos podían ser la diferencia entre la vida y la muerte para muchas personas desplazadas. Y no se los iban a regalar.

-Quédate ahí parao mientras compruebo tus antecedente.

Se fue pal coche y comenzó a hablar con su compañero. Le dió su DNI.

Un rugido de motor, un coche que viene a to polla en perpendicular con el coche de policía. Rumbo de colisión. Entretenidos con su primo, no lo habían visto, y les embiste por el lado. A la chavala se la carga, por que estaba de pie. La deja sin piernas. Al policía chico le provoca heridas muy serias. Los coches están preparados para empotrarse de frente, pero no de lao. Salta el airbag el tío con una brecha en la cabeza.

El Caye lo ve todo flipando en putos colores desde fuera. ¿Y su DNI? Como pa buscálo ahora.

-¡Quítale la pipa al pulisia primo!

Obviamente, si le daban espacio para recuperarse les iba a disparar.

Y lo vio claro, carro en la puerta, carro pa movése por la siudá. Además que era un préstamo, lo que es de la familia, se queda en la familia. Entre primos no era robar. Se acercó y pim pam, ya tenían coche, fácil como robarlo los sigarros a la tía Choni. Habían nacido para esto.

-'Amo, Brando, yo condusco, que tu no sabe- se partía el culo de su hermano, aunque pa muchas cosas eran iguales, pero lo importante era fardar: de coche, de tele, de oros... Las cosas importantes de la vida se enseñaban, pa que la gente supiera que tú siempre por encima.

No me da tiempo ni a gritar ningún improperio. La colisión me hizo dar un salto patrás que hizo que pareciera que estaba tocando las castañuelas, con un brazo para arriba cubriéndome la cabeza y otro cubriendome el pecho, apoyado sobre una pierna mientras que con la otra intentaba cubrirme la chorra.

Ay diomio... - No me quedaba ya otra. Voy corriendo a quitarle la pipa a los polis, y de paso a ver si por algún casual mi dni ha salido volao a algún sitio a mi alcance. Bueno, y las esposas, y alguna linternilla, y la porra si me cabe en las manos también. Vamos, arramblo con to lo que pueda y no me lleve más de dos segundos agarrarlo.

Por otro lado... las putas furgos de la Cruz Roja; en cuanto tengo una pistola a mano me levanto rápido y miro a mi alrededor, a ver qué coño estaban haciendo los demás. Si veo al perro le grito el primer nombre que se me vino a la cabeza - ¡PERICO! ¡ENTE PACÁ! - mientras agito enérgicamente un brazo para que viniera.

Aprovechando que el otro poli tiene que estar, en el mejor de los casos, medio inconsciente, me acerco también a quitarle la pistola, además de lo que le quité a la paya chiquitilla.

El patriarca tenía en casa unas armas. Una pistola de 9mm rusa, con la estrella soviética todavía, aunque algo despintada, una navaja modelo king size y la escopeta recortada y su caja de cartuchos. Le ayudó a ponerse el armamento, aunque le dijo que se quedara la navaja. Quizá la iba a necesitar. Escondieron la escopeta en una bolsa de deporte de esas flexibles, con los cartuchos, y bajaron a la puerta de la casa, dejando a su prima allí, que hoy no curraba.

Abajo la calle estaba llena de basura y medio inundada. Pero había estado así desde, no se, el año 92 quizá. Ya ni le prestaban atención al detalle. Los basureros no pasaban por las Tres Mil, la basura la tenían que sacar ellos, y algunos eran muy guarros. El mercedes tuneao llegó, y dentro de él estaba su primo el Boliche. Pitó un par de veces para atraer su atención.

El primo se bajó un poco las gafas en el puente de la nariz.

-Anda, subí. He tenío que rebuscá que no sabía ni donde tenía el kalasnikó mi primo Nicolá. Pero la ocasió lo merese, si señó.

Miró a su prima cuando subía. Madre mía que BUENA que estaba. Pa petarla del derecho y del revés.

-Que suerte tiene tu marío, híja. Eso es carne y no lo que le esha mi aguela ar pushero.

Tardó mucho rato cogiéndole cosas a la compañera. Cuando fue a por él y se levantó, ya tenía la pistola en la mano. Se agachó instintivamente y el tiro pasó alto, rompiendo el cristal de la luna delantera.

-¡PUTOS GITANOS DE MIERDA, HABÉIS MATAO A LA SONIA!

El Chacho gritaba desde el coche que había fangao.

-¡Pégale un tiro primo!, ¡Dispárale al payo o te mata!

El "ser bueno" se estaba yendo a tomar por culo.

Ayudé al papa a equiparse, y yo me guardé la navaja en el bolsillo. Sabía usarlas. El Cristo me enseñó a los 14, cuando nos casamos. Me dijo que su mujer debía saber defenderse. Que la vida es muy puta, y mejor tajar a que te tajen. También me puse mis gafas de sol. Las de aviador. Se la vi a la Anyelina Yolis en una revista, y el Cristo me las robó pa mí.

Bajo con to mi taconeo hasta la calle. Toa llena de mierda. Pero eso ya ni se sentía. Era parte del paisaje. Y tampoco era prioritario. Mira los payos. Tan limpios y les están dando por to el culo. Miro a un lao. Miro al otro. Me atuso la melena, me recoloco los vaqueros (to bien apretao) y ando a paso decidido al coche. Caminando como una Heredia.

Monto atrás en el coche.

- Preeemoh, pero c`arte tié - le dicho, subíendome las gafas hasta la cabeza - Kalasnikó y to. La vin. Vamó a por er Crihto. Que se va cagáh la perra.

Me muevo rápido a un ángulo desde el que el poli no me pudiese disparar,como si me fuese la vida en ello y nunca mejor dicho.

TATE QUIETO PAYU, ETO HA SIO UN MALENTENDIO. Tengo la pipa de la paya, así que como dipare otra ve te mato. Yo no quiero matá a naide, namás que quiero coisas pa mi familia e irme tranquilo. Tira la pitola fuera der coshe o te jarranco los braso a tiros pa que no pueas dispará. Tré segundo tienes...

Miro a mi alrededor para vigilar las furgonetas y me asomo un poquillo por la ventanilla de atrás del coche del poli, a ver qué hacía el madero - UNO... - por un momento se me olvidó qué coño venía después del uno, cosas de los nervios - DOOOOH... - digo con la voz un poco temblorosa, pero más por los nervios que otra cosa, porque estaba ya apuntando al poli desde atrás.

Tira la pihtola cohone - pienso con todas mis fuerzas antes de decir tres y apretar el gatillo, apuntando al hombro del poli.

Apretó la mano en torno al arma. Podía salir de allí vivo, aunque herido, o muerto. Sobrevivir al Apocalipsis para que te mate un gitano. Manda huevos la cosa.

Cuando dijo tres, tiró la pistola fuera del coche.

El primo se había bajao del coche cuando lo había encañonado. Y cuando el policía tiró el arma, la cogió, se acercó y le disparó al pecho. BAM. El tiro le atravesó un pulmón y el tío se ahogaba, más muerto que vivo, perdió el conocimiento. Entonces se giró a su primo con cara de mala leche.

-¿Estás agilipoyao o qué? Es nosotro o ello, primo. Ésto é el apocalísi. Y ésto les farta el pelico una gamba para matarnos a tós conforme nos ven yegá.

Pasó a su lado, el perro ya se acercaba.

-Ties que echarle cohone a la cosa, primo. Madurá.

El perro traía algo en la boca. Su Dni entre los dientes.

-Amo a la fragoneta que er coshe se ha quedao esha una mierda.

El primo miraba el maletero y cogía la munición de la poli, un chaleco antibalas y una escopeta SPAS-12, y lo metía todo dentro de una bolsa del mercadona.

Iiiisu e payo, no etan difisi - Me siento satisfecho al ver que el poli colabora conmigo. Por primera vez, un poli haciéndome caso.

Sin embargo, rápido se va mi gozo a un pozo. Tras ver cómo el Chacho le pegaba un tiro al madero me quedo bloqueao, de piedra, tieso en el sitio. Tanto pa ná.

Cuando vuelvo a mí, me hago la cruz y miro con pena al poli y el cadáver de la muchacha. - Lu sientu payus...

Pero matá etá mal premo... é... é pecadu... - le respondo con la boca pequeña, casi mejor que ni me oiga.

Mientras el chacho sacaba las cosas del maletero de los polis, me doy cuenta de que ahora la sartén por el mango la tenemos nosotros, y que por ahí había un par de fragonetas mu bonicas a las que podíamos encañonar pa que nos ayudasen a llevar cosas pa las 3000, pero debía ser el único puto gitano con algo de conciencia.

Amos a dejálus... que se lleven lo que quea pa lo suyos, total, tampoco quea ya mucha coisa... - pienso para convencerme mientras me hago el loco para que el Chacho no se fijase en ellos, al menos no por mi culpa. Y para ayudar a que el Chacho no se fijara en ellos, veo que viene Perico con mi DNI - ¡ Yeeehe ahyn ! ¡Míralo qué buapo mi Perico, que me trae el DNI y to! La prósima paga te la queda tú pa comprar canne ejejejejejeje - le digo al perro, recién bautizado oficialmente como Perico, mientras le quito el DNI de la boca y me lo guardo, rascándole la cabeza. La verdad que el animal me ha ayudado a olvidar el mal trago de los polis en un pis pas.

Voy pa la furgo Chacho, tispero ahí - Y eso hago, en el asiento del copiloto y contento con el perrete acariciándolo.

El Brandon se quedó apoyao fumando en el capó mientras el Kevin lo afanaba. Fue cuestión de segundos.

-Una mielda pa ti, condúco yo que tú no sabe -y le dio una palmada en la mano.

Volvían pal barrio, y Perico no dejaba de ladrar. Estaba inquieto. Por encima de sus cabezas hacían pasadas unos cazas, y se movían platillos volantes a una velocidad increíble. La batalla por España continuaba, ajena a sus trapicheos.

Se encontraron con una desagradable sorpresa. En la salida que habían tomado para llegar allí, había un control militar bloqueando la carretera.

El Chacho detuvo la fragoneta y el soldado se acercó, mirándoles con recelo por sus malas pintas. Pero iba mejor armado que ellos, y había que proceder con mucha cautela.

-No pueden entrar en Sevilla. Se ha declarado zona de operaciones militares. Circulen, circulen.

Rumbo a Simón Verde, urbanización ultramegapija a ocho kilómetros de la ciudad. Conducía Kevin, que no soltó el puto volante, a pesar de que casi se estrellan por pelearse a ver quien lo hacía.

Las escenas más allá del barrio eran dantescas. Damnificados que caminaban carretera abajo, colas interminables de coches por la autovía, que les obligó a tomar rutas secundarias, controles de la policía y presencia de milicos. En el aire se estaba desarrollando una pequeña batalla contra los platillos volantes.

Les costó casi tres horas llegar a la puta urbanización, usando caminos de tierra y todo eso. Pero eran tozudos como la madre que los parió. El coche tenía la gasolina a menos de la mitad, pero ya estaban allí. Oteando las casas pijas. ¿Cual escoger? Habría que mirar bien las presas.

El primo arrancó el buga y se fué a to polla hacia Mairena del Aljarafe, rumbo a la prisión. Pero más allá del barrio la cosa estaba jodida, mucho más de lo que decían por la tele. Damnificados que caminaban carretera abajo, colas interminables de coches por la autovía, que les obligó a tomar rutas secundarias, controles de la policía y presencia de milicos. En el aire se estaba desarrollando una pequeña batalla contra los platillos volantes.

Estaban a medio camino, pero había que repostar. En la gasolinera más cercana había unas colas que no era ni normal, y habían colocado un letrero de "combustible agotado".

Masculló algo entre dientes.

-Joé. A vé si nos vamo a quedá tiraos.