Partida Rol por web

Salis de la posada decididos y os encamináis hacia el cuartel de la guardia. Ya habéis estado allí antes por lo que llegáis en poco tiempo y sin dar demasiados tumbos por las calles.

Al entrar os recibe Lauren, subordinado y mano derecha de Tormus. 
Buenas tardes forasteros. Me alegra veros de nuevo por aquí - dice el capitán con un tono más amable que el de costumbre - ¿Puedo ayudaros en algo?

Salis de la posada decididos y os encamináis de vuelta al barrio noble de la villa. Puesto que empieza a oscurecer, las calles se están quedando cada vez más vacías. Enseguida aparecéis en la calle donde se encuentra la mansión de la familia Dryden.  La puerta de la verja se encuentra cerrada.

Alexander saluda cordialmente al capitán. 

- Mucho me temo que necesitemos la ayuda de los hombres de Tormus, capitán. El asunto que traemos entre manos se nos está yendo de las manos y ahora hay vidas inocentes en juego. Vayamos a tratarlo a un lugar algo más reservado.- Alex miraba en todas direcciones, pues no sabía hasta donde podía llegar la influencia de la red de espionaje de la cábala. 

Llegamos hasta el cuartel donde nos recibió Lauren. Aunque la mayor parte de mis reservas hacia él se habían disipado, aún no terminaba de confiar plenamente en el capitán. Prefería tratar esto con Tormus directamente.

Ante la sugerencia de Alex de buscar un sitio más privado, asentí, apoyando sus palabras. Esta información no podía caer en manos de cualquiera. Nuestras vidas y las de nuestros compañeros estaban en juego y si perdíamos esta oprtunidad de desarticular a la secta, las consecuencias podrían ser desastrosas.

Espero que Tormus pueda ayudarnos... Temo por Burlat y por Kraull... especialmente por Kraull.

De acuerdo, pasad por aqui - os dice Lauren, que os lleva hacia un despacho más privado. Una vez dentro cierra la puerta tras de si - Antes que nada, Tormus me pidió que si veníais por aquí, os diera las gracias en su nombre por los actos que estáis llevando a cabo y lo peligroso de vuestra misión. Ahora mismo, el Jefe de la guardia en persona, junto a un destacamento de leales hombres se están adentrado en el gremio de ladrones. En cuestión de horas esa banda de canallas será erradicada de Frencia. De todas formas imagino que no estáis aquí para recibir elogios, sino por el tema del culto a Bahamuth ¿como va la infiltración?

- Es por eso por lo que hemos venido. - Alex le explica todos los pormenores y detalles de la situación, asi como el tema de la familia a la que deben matar, haciendole entender al capitán la gravedad de la situacion en la que se encuentra la familia y ellos mismos. 

- Necesitamos un señuelo, algunas cabezas de esas de ladrones para poder simular que hemos acabado con la familia, y necesitamos que vuestra gente saque a la familia de la ciudad y la esconda durante una temporada

Tormus no se encontraba allí. Las noticias que nos dio lauren eran alentadoras, pero yo seguía sin sentirme del todo cómoda en su presencia. Sin embargo, la única chance que teníamos, era confiar en él si queríamos salvar a aquella familia.

Alex expuso con presición la situación en la que nos encontrábamos. Había que simular que habíamos cumplido con lo encomendado sin dañar a nadie realmente y sólo con ayuda de las fuerzas locales podíamos lograrlo.

-Lauren, tenemos poco tiempo. Esta noche se realizará alguna clase de ritual de la secta y si no hemos cumplido con lo que nos encomendaron, nuestra historia quedará al descubierto y sus miembros se nos escaparán. Por favor, ayúdanos.

Lauren se queda perplejo cuando oye vuestra propuesta. Al momento la expresión de su cara se recrudece. No es que le tenga ningún aprecio a los ladrones del gremio, pero de ahí a matarlos para utilizarlos como señuelo hay un abismo - contesta a Alexander en tono de reproche - Esos ladrones serán juzgados. Los jueces decidirán qué hacer con ellos, no nosotros. Solo os puedo prometer que protegeremos a la familia,  los sacaremos de la villa y los pondremos en lugar seguro hasta que todo esto haya pasado

Por su parte, Lalaith se fija en Lauren detenidamente. Estudia sus gestos, sus expresiones, el tono de su voz... todo parece indicar que está siendo sincero con vosotros. No hay nada raro en su actitud. Podría catalogarse a Lauren como una persona de humor cambiante.

Avanzamos a paso rápido por las calles hasta encontrarnos delante de la mansión, por desgracia, el jardinero había cerrado la puerta de la verja y por tanto tendríamos que escalarla o intentar comunicarnos con los de la familia Dryden de alguna forma para advertirles del peligro que corrían.

-¿Qué hacemos?-pregunto mirando a Kraull.

Kraull caminaba cabreado con toda aquella situación.

-Tsssk! que me trate asi un misero ladrón ¿quien se cree que es?

Sus pensamientos rondaban alrededor de ese momento cuando el enano lo  interrumpió con aquella pregunta.

-Miraremos alguna otra entrada, quizá haya alguna para el servicio, o alguien cercano por este lugar que pueda abrirnos la puerta.

Kraull buscabapor allí, mirando hacia el jardín por si había alguien...aunque tambien podrían llamar ala puerta y contar que ocurría.

-Podemos incluso llamar y contarles que corren un grave peligro. Siempre que no digamos que nosotros "pertenecemos" a dicha secta, y que nos involucren.

JAJAJAJAJAJAAJ

Rio para sí el paladin.

- Menudo plan. Entramos, explicamos lo que acontece a estas personas, la llave la guardará Burlat yo me ofreceré gustoso a acompañar a esas personas a un lugar seguro, y en mitad de camino el mandoble hará el resto. Luego volveré sobre mis pasos y .... diablos, ¿deberé golpearme la cabeza con algo bien fuerte para dejarme señal...ya veré. Pero pobres gentes, me golperon y caí inconsciente y en la huida los masacraron a todos. Luego pensaré como recuperar esa llave.

No podía caber más en sí de gozo. Parecía que todo podía llegar a un buen final y que su amada espada por fin podría alimentarse de nuevo.

-Ladox, necesito de tu bendición para poder llevar a cabo esta empresa y poder ofreceros de nuevo un sacrificio...esta vez con sangre ajena.

En su mirada podría verse la maldad que los llenaba, lastima que Burlat...fuera tan pequeño.

Me relajé un poco al sentir que Lauren, a pesar de ser un hombre de carácter voluble, no parecía estar mintiéndonos. Además, sus palabras eran sensatas y nos ofrecía su ayuda, así como garantizarnos que la familia estaría a salvo.

Con el ánimo un poco más arriba, agradecí al capitán lo que estaba haciendo para facilitarnos el desenmascarar a la secta y sus horribles asesinatos.

-Vamos Alex, debemos reunirnos con Kraull y Burlat cuanto antes. Los cuatro debemos presentarnos ante la secta si no queremos que sospechen que estamos infiltrados.

Alex permaneció reflexionando ante el nuevo planteamiento de la situación, sopesando pros y contras y calibrando cual debería ser su siguiente movimiento. Tras llegar a la conclusión que él consideraba acertada se despidió del capitan estrechandole la mano con afecto.

- Muchas gracias por todo capitan. Nos ha sido de gran ayuda. Necesitamos cuanto antes que evacuen a la familia con la mayor discreción posible. Nosotros no tardaremos en actuar.  

Abandonaron el edificio militar y cuando ya regresaban y se aseguró de que no había oidos indiscretos se giró hacia su compañera

- ¿Que opinas? ¿Podremos confiar en los guardias?

Observáis pero no veis a nadie por el entorno. Ni en la calle ni en el jardín que precedía a la entrada de la mansión. Aunque si veis que dentro de la casa hay luz y algo de movimiento.

Burlat paracía tan perdido como Kraull y entonces miró si habría alli algun objeto para poder llamar a aquella verja, poder dar a ver que estban alli. Una campana o algo extraño.

-Si no podemos hacer que nos habran, tendremos que entrar como ...meros ladrones

Decir esa palabra estaba claroq eu el dió asco al paladin, era algo que no entendía...pero las circunstancias eran demasiado precipitadas y urgentes como para pararse en los epqueños detalles.

Kraull encuentra lo que parece ser una cadena pequeñita que al tirarla hace sonar una campana. Al momento un hombre ataviado con un esmoquin negro y camisa blanca abre la puerta y cruza el trecho del jardín hasta llegar a la verja. 

Os observa unos instantes y se queda extrañado al ver a Burlat, no obstante os habla con educación mientras su figura se alza totalmente erguida. Buenas noches señores. Soy el mayordomo de la familia. El señor Dryden no espera ninguna visita a estas horas de la noche, así que me veo en la obligación de pedirles amablemente que regresen en otro momento.

No era momento de preocupar al servicio, por lo que Kraull con yelmo bajo el brazo y dejando ver su rostro, aunque palido, de buen ver y alimentado, dijo con voz suave:

-Sé que tu señor no espera visita, pero debo tratar un asunto privado con él.

No dijo más, esperando la reacción del mayordomo.

Lo siento mucho pero mi señor no desea ser importunado a estas horas. Les ruego que vuelvan por donde han venido - contesta el mayordomo de muy buenas maneras y seguidamente se da media vuelta con la intención de volver a cruzar el jardín para entrar en la mansión.

-Yo creo que sí- respondí a Alex mientras nos alejábamos. -Al menos en Tormus y en Laurence... y ellos confiarían esta misión sólo a aquellos en los que confíen plenamente. Creo que por este lado estamos seguros. Ahora tendríamos que reunirnos con Kraull y con Burlat para ver como les ha ido con sus pesquisas. La tarde avanza rápido y aún no tenemos un plan decente. No quiero terminar siendo la ofrenda de sacrificio de esa secta!- poco a poco iba recuperando el humor. Al saber que al menos nuestras espaldas estarían cubiertas por la policía y que la familia estaría a salvo, me había quitado un enorme peso de encima.