Partida Rol por web

 Junto a vosotros se para la camioneta del rubio, que apaga el motor y baja del coche con la chica.

-¿Que pasa?¿Por que os habeis parado?-pregunta extrañado.

-Se quedó sin gasolina... por eso paramos-le respondo tranquilamente.

Busco con la mirada a mi hermana e manera absurda pues la tengo cogida de la mano fuertemente. Mis ojos girando esperándo ver aparecer a alguna de esas personas enfermas.

-No, Carol, yo no conozco esta zona-respondo a Carol amablemente.

PArece realmente tensa con la aparición de ese hombre, peor cada uno tenemos nuestra propia vida y no debemos juzgar nada. Miro al doctor que sigue con mal aspecto.

-Bueno, pero es cuestión de mantener el rumbo que seguíamos hasta la salida de la granja. Usted sabe cuál es, ¿no? -pregunto mirando a Roy.

Uso la linterna para enfocar nuestros cuerpos más que las caras: es muy desagradable estar hablando con alguien que te enfoca la cara como si fueras un terrorista.

 El hombre baja de la camioneta y le tiende una mano al doctor para ayudarlo. Despues se acerca a vosotros.

-Yo no conozco la zona mucho, pero si no me equivoco cerca de aqui, siguiendo este campo deberiamos ver alguna de estas granjas, creo que con lo que hemos avanzado no debemos estar muy lejos. Con suerte podremos pasar la noche y quizas tengan conbustible para poder traer por la mañana a la furgoneta. No es raro que tengan un deposito, ya que al estar lejos de la ciudad...Bueno, ¿nos ponemos en marcha?-dice mirando al resto.Su voz sigue sonando desanimada pero parece que al menos se ha recuperado del estado en el que estaba. 

 Esto...-dice la chica hispana que iba con Scoot- Miren, se que estamos hasta arriba de mierda pero...bueno creo que lo mejor será que sigamos juntos. Scoot tambien piensa lo mismo, espero que nos les importe que sigamos con ustedes..-se la nota preocupada y nerviosa. Es bastante joven y esta claro que esta situaccion le ha cojido tan desprevenida como a todos.

Escucho a Jabba con atención. No parece que haya cartografiado la zona precisamente, pero bueno, menos da una piedra, ¿verdad? Asiento ante sus palabras y coloco bien mi mochila.

-Perfecto pues -digo acercándome a mi hermano y apoyándome sobre él-. En marcha.

La chica nueva surge de la otra furgoneta y nos suelta su propuesta. "Claro, hija", pienso yo. "Créeme: si yo estuviera solo con Sean también me haría cacota en los pantalones". No puedo culparles por tener miedo (o por su conveniencia, no vamos a mentir), es una reacción totalmente humana y que me parece que en estos momentos es más que comprensible.

-Sí claro, por mí estupendo -contesto distraído. Esa chica pide a gritos un mote...

Concentra la vista en el camino, intentanto no tropezar en la oscuridad. Dirige una sonrisa débil a Nidia, más por el tono que usa que por lo poco que le puede decir, pero se lo agradece igualmente. Aunque no está segura que en medio de la noche ese pequeño gesto haya llegado a su destinataria.

Ignora con todas sus fuerzas a Scott, que ha llegado con el coche detrás. Le cuesta, pero ahora no tiene ni tiempo ni ganas de dedicarle ni medio pensamiento a ese hijo de la gran puta. La chica que va con él no sabe dónde se ha metido, de hecho le extraña que siga viva o intacta al menos. Así que siente cierta simpatía hacia ella, ni que sea por lo que está a punto de venirle encima.

- Sí, claro que puedes seguir con nosotros - dice remarcando el "puedes", utilizando un tono de voz dulce - Pero creo que lo mejor que puede hacer tu compañero es adelantarse con el coche para abrir camino, con los faros verá antes cualquier granja. Y podría llevarse con él al doctor, no está demasiado bien para ir caminando... - expone mientras va caminando, sin mirar en ningun momento a nadie.

- Eso parece una gran idea Caroline... La verdad es que no le apetecía cargar con el doctor, no por el peso, sino por lo que pudiera pasar. Ya había podido comprobar lo que les ocurría a los que se infectaban con esa mierda... y no le hacía ninguna gracia que le pasara al doctor mientras lo llevar a cuestas.

Una vez dicho esto, se acercó a Tony, y le paso una de las linternas que habían cogido de su casa. - Toma Tony, será mejor que nos guíes tu, te conoces mejor la zona que ninguno de nosotros... Dijo mientras dibujaba una cálida sonrisa a su amigo.

Volví a cerrar los ojos, sólo un momento pero un frenazo seco me sobresaltó nuevamente.

- ¿Qué ocurre?- Dije. Y cada uno de los que íbamos en la furgoneta, ordenadamente, maldijo al maldito depósito de gasolina.

- Vamos, ¡no me jodas!. Menuda mierda de gasolina del capullo- dije uniéndome a las maldiciones. Y moviendo las manos de un lado para otro, señalando el marcador y dándome con las palmas de las manos en los muslos.

Los chicos empezaron a bajar de la furgoneta y yo no quise ser la última porque el doctor ya daba pavor.

- Claudia.- Le dije a la niña. ¿Te vienes conmigo?. Esa propuesta quería que se notase lo más natural posible, porque Will parecía que iba a morirse de un momento a otro, pero se notaba que quería alejar a la niña de su padre, al menos por unos momentos.

Hacía fresco, y la piel se me erizó. Tenía muchísimas ganas de pasar la noche en un lugar cómodo o al menos cálido.

- Chicos, mejor que nos movamos rápido para poder descansar antes.- añadí con cansancio a las propuestas y comentarios del resto.

Miré a Nidia y Ruth que me miraron con mucho miedo y no me extraña, estaba al lado de una niña cuyo padre se estaba convirtiendo en una de esas personas con pintas de Muerte. De repente, la chavalina de pintas de "frescurria" salió de la furgo que nos seguía y yo seguía en mis trece de que no necesitábamos más gente. Pero me callé como una mala pécora.

Carol tuvo la mejor de las ideas; que Scott y María, con el doctor, fueran delante de nosotros para alumbrar el camino. Pero ello, a su vez, me parecía paradójico. Pareceríamos un grupo de personas a las que se le ha muerto un ser querido y que van detrás del coche de la funeraria a paso lento pero el caso es que, nadie está muerto, de momento.

- Si vierais alguna persona de esas en la lejanía, decidlo también.- Añadí en tono elevado.- Al menos que nos de tiempo a hacer algo.

Todos nos movimos a la vez, como si nos tirasen con una cuerda por la que estamos unidos, los 9. Me uní más aún al grupo, que se había convertido en mi única familia, sintiéndome un poco más serena y decidida.

 La niña mira a Claudia cuando le propone ir con ella, pero niega con la cabeza mientras se abraza a su padre.

-N-no yo voy con mi padre..-dice con un tono de voz bajo, casi inaudible.

 Esta bien, ella tiene razon. Me adelantaré con la camioneta con María, el doctor y su hija. Aun hay sitio para alguno mas...-dice Scoot mientras se sube a la camioneta.-De todas formas no podemos ir muy rapido, la camioneta esta no tiene pinta de estar echa para correr por el campo, y no quiero que se joda un eje por ir mas deprisa. No creo que nos perdais de vista.

Bueno, parece que Scooby va a ir abriendo camino con la furgoneta y se va a llevar al Dr. Who y a la niña. "Ay, niñita, niñita", pienso. "No te me contagies porque no sería nada divertido".

-Pues hala, en marcha. Usemos las linternas entre todos para alumbrar lo mejor posible -digo echando a andar junto con mi hermano.

-Repito que sería bueno que guardaramos alguna de als linternas...si de todos modos las luces de la camioneta nos irán alumbrando....-digo cais en un susurro al pensar en la posibilidad de que nos quedemos sin linterna para cunado realemente hagan falta.

Sigo cogida de la mano de mi hermana y sigo sintiendo el miedo y la inquietud que se esconden bajo mi piel. Mi mente vuelve a volar una vez más en pos de mi madre y de Richard

-Ruth, ¿tú qué opinas?-le pregunto a mi hermana que lleva mucho tiempo callada.

-Tienes razón, con los faros de la camioneta no tendremos problemas- afirmo con seguridad mientras apago mi linterna manteniéndola en la mano libre por si surgiera algún imprevisto.
Tuerzo el gesto observando como la niña sube al vehículo junto a su maltrecho padre y después empiezo a caminar tras de ellos junto al resto.

-¿Qué vamos a hacer si el doctor se pone como el resto de la ciudad?, ¿y si nos contagiamos todos?- pregunto a todos en general aprovechando el hecho de que ni el afectado ni la pequeña pueden oírnos. La decisión al respecto es demasiado delicada para mi gusto.

- Pues nada. A repartir tiros como locos si nos contagiamos todos.- Dije con ironía.- Y en esa camioneta ya irían enfermos cuatro, y somos 11.

Roy caminaba en silencio. No quería darle demasiadas vueltas a la pregunta de Ruth. Había visto como enloquecía el policía en la comisaría, y había necesitado de toda su fuerza y la de James para reducirlo. No quería ni imaginarse lo que tendrían que hacer con el doctor si enloquecía de aquella manera, y además, estaba su hija. Eso sería un palo muy grande para la pequeña. No, era mejor no pensar en ello hasta que llegara el momento.

Sin darse cuenta, Roy sujetaba fuertemente el bate. Su inconsciente sabía lo que tendrían que hacer, pero era demasiado duro como para decirlo en voz alta. Su mirada se cruzó con la de la joven Ruth, pero rápidamente la desvió. No quería que este viera, ni por un momento las ideas que se estaban pasando por la cabeza.

 La camioneta se puso en marcha. Avanzaba lenta y penosamente por el campo, tratando de ir recto. Los faros se veian delante vuestra iluminando una pequeña zona entre la negrura que os rodea. Poco a poco los edificios de la granja se acercan hasta que los distinguis con facilidad. Una casa de dos pisos, un gran establo con su cerco y un poco mas lejos lo que parece un deposito de agua. No se escucha nada, todo está en calma. Algunos se frotan las manos para quitarse el frio aunque todo el grupo esta tenso. La camioneta se para a unos 10 metros del establo. De ella bajan Scoot y Maria.

-Bueno ¿y ahora que?-pregunta el rubio.

 James Rivers se frota las manos una vez mas y mira con detenimiento los edificios. Despues mira al cielo, calculando el tiempo que tienen antes de que amanezca.

-Será mejor que nos adelantemos dos o tres y miremos la casa, tenemos que encontrar refugio lo antes posible. Estamos todos agotados. Por otro lado, no creo que la infeccion haya llegado hasta aqui, quizas dentro haya alguien que nos pueda ayudar-se queda pensativo unos segundos-aunque no espero nada. Alguien deberia quedarse con el medico y con la niña y el resto deberiamos ir a la casa. Los establos pueden esperar ha que hayamos dormido un poco. ¿Que os parece?

Pese a ser "la autoridad" en el grupo, el policia no quería ser el que mandaba. Se sentia tan incomodo como el resto, quizas mas aun. Se sentía raro en aquella situaccion. Seguramente preferiria estar en casa con su chica...descarto rapidamente esa idea de su cabeza. Simplemente se limitaba a ser uno mas del grupo pero sobretodo no quería destacar.

Dios, qué frío tengo. Me froto las manos para tratar de desentumecerlas y volver a sentir... pues más frío. La pescadilla que se muerde la cola. ¡Ah, lo que daría por un poco de caldo calentito...! A lo lejos (y en la penumbra) podemos empezar a distinguir los lúgubres contornos de la granja. No sé qué me da peor rollo, el edificio en sí, el hecho de que sea de noche o que estemos aquí por una puta infección. Sea lo que sea me pone los pelos de punta.

SWAT comenta un plan de acción que la verdad me parece de lo más lógico. Yo sólo quiero meterme en una cama y enterrarme en toneladas de mantas, pero es cierto que meterse en la casa sin saber qué hay dentro con una niña y el Dr. Who, que tiene el pie derecho en el otro barrio y el izquierdo sobre una pastilla de jabón, es poco apropiado.

-Sí, me parece buena idea -digo mientras asiento tratando de combatir la tiritona. Dr. Who y Hannah Montana siguen en la furgoneta, pero creo que si tenemos que esperar deberíamos sacar por lo menos a la niña...