Partida Rol por web

-Vale, vale, ¡pero démonos prisa!- apremio con un resoplido de cansancio y me froto los ojos. Empieza a costarme mantenerme atenta e incluso despierta, si no fuera por los nervios y la tensión de la situación probablemente me hubiera caído rendida hace rato pero supongo que no soy la única y no nos queda más remedio que aguantar. Al menos ahora parece que tenemos un posible descanso cerca.

-Alguien armado debe quedarse aquí y otro entrar dentro, eso está claro- es casi una redundancia pero es que realmente armados con pistolas sólo hay dos personas y eso reduce drásticamente nuestras opciones.

Paso entonces un brazo por los hombros de mi hermana dejando claro que esta vez no nos separaremos y la miro dejando que elija nuestro camino. La verdad es que ambos me parecen igual de halagüeños.

- Yo iré dentro - adelanta Caroline, antes de que nadie decida por ella - Los nuevos se pueden quedar con el médico.

Se adelanta en dirección a la granja antes de que le digan nada, aunque supone que a la gente le da igual quién se queda y quién se mete de lleno en la boca del lobo*. Le habría gustado poder proponer a Scott como explorador, pero tiene miedo de que sea demasiado evidente su odio por él y los intentos de librarse de su presencia. Tiene esperanzas de que, sea lo que sea lo que tiene el doctor, se lo haya contagiado ya. Aunque eso suponga que la niña y la chica esa, que no tienen ninguna culpa, también esten infectadas.

Antes de llegar a la puerta se gira para ver si alguien más se anima a meterse en aquel sitio.

Roy siguió a Caroline sin pensarlo demasiado. Dirigió una mirada reconfortante a su amigo Tony, y avanzó decidido hasta la puerta de la casa, donde esperaba la chica.

- Vamos a ver que hay ahí dentro. La voz sonaba decidida, y realmente parecía que la situación de tensión no le afectaba en absoluto. Con la linterna en una mano, y el bate en la otra, esperó que Caroline abriera la puerta y se decidiera a entrar.

- ¿Llamamos primero a la puerta? El rosto de Roy dibujó una mueca, intentando ser divertida. Aunque había pretendido hacer una broma, no hacía ninguna gracia.

Mira al resto, como esperando a que alguien más se anime a acompañarles. La broma de Roy no es bien procesada por su mente, que está funcionando a mil por hora centrada en otros temas.

- Euh... bueno... Igual tiene razón Rivers y la infección no ha llegado aquí. Lo mejor es llamar, sí. - dice, tras lo cual golpea con el puño lo más fuerte que puede - ¿Hola? ¿Hay alguien en casa? - llama a gritos.

Presta atención a cualquier ruido que pueda provenir de la casa, si hay alguien enfermo probablemente se le escuche antes de llegar a la puerta y les dé tiempo a salir corriendo. Sujeta el arma tan fuerte como puede, insegura de si sabrá utilizarla bien cuando llegue el momento.

Yo me quedé fuera. Encima no llevaba gran cosa en cuanto a arma, me pareció lo más sensato.

Caroline y Roy empujaron las puertas de la granja y por un momento pensé que detrás de esas puertas pensé que habría un par de enfermos esperándonos. Las piernas "me picaban" por entrar y resguarecernos.

Rivers, me dio algo de esperanza aunque yo tenía el piloto automático encendido, por si las moscas había que salir corriendo.

-Yo, si no os importa, me voy a quedar aquí -digo-. Vista mi actuación anterior, prefiero conservar mis miembros intactos...

Me apoyo en mi hermano y trato, en la medida de lo posible, de relajar el tobillo. La verdad es que el vendaje de el doctor me ha venido de maravilla, pero ¡cojones, menudo engorro! En fin, ¿qué se le va a hacer? Habrá que quedarse aquí sin quitarle un ojo de encima a Dr. Who. Sería conveniente tratar de apartar a Hannah Montana de su padre antes de que se pille también lo que quiera que tenga el pobre desgraciado.

-¿Queréis la linterna? -pregunto ofreciendo el aparato a algunos de los que se van a adentrar en la granja.

Miro a mi hermana de soslayo cuando pasa su brazo por mi hombro. Queda patente que seré yo quien decida nuestro destino.

-¿Pasamos?-la digo con la voz que sólo utilizo para hablar con ella.

Es nos ofrece su linteran. La cojo dándole las gracias y lanzándole una pequeña mueca que debería ser una sonrisa. Vuelvo junto a mi hermana y cojo su mano fuertemente. No quiero vovler a separarme de ella, es lo único que me queda y no quiero perderla, ya estuve mucho tiempo lejos de ella como para perderla otra vez.

Luego, cogida de la mano de mi hermana, camino hacia la puerta que están aporreando a grito pelado.

Roy giró la cabeza para mirar a los demás. Viendo que nadie más los acompañaba, les dedicó una especie de mirada de desprecio. No fue demasiado sutil, pero entre la oscuridad de la noche y el vaivén de la tenue luz de la linterna, era muy posible que pasara desapercibida.

Respiró profundamente, y esperó a que alguien respondiera a la voz de Caroline. Claro que esperaba que no fuera con un murmullo ni un arrastrar de pasos. Eso no sería buena señal. Un: "¿Quien es?", sería una agradable respuesta, aunque les abrieran con una escopeta en la mano.

Volví la vista atrás a donde estaba el doctor. Me asomé un poco, la ventanilla del coche Scott estaba abajo así que, pude apreciar el rostro de la niña y de su padre.
Will agonizaba.

 Os quedais unos segundos en silencio esperando una respuesta del interior pero no se oye nada. El unico sonido que se escucha son vuestros murmullos y el viento que corre por el campo. En ese momento una sensacion de inseguridad os invade. Hasta ahora habiais estado en un piso o en un coche, pero ahora estabais en campo abierto. Aquellas personas podrian llegar desde cualquier sitio.

 Rivers miraba al grupo nervioso. Pateaba el suelo para quitarse el frio, igual que si estubieran en la ronda de la ciudad. Pero no se tranquilizaba.

-Yo debería estar alli, seguramente sería de ayuda para entrar en la casa. Joder...-se gira hacia Scoot-Tu, ya me puedes decir lo que le has echo a esa mujer para no querer estar cerca tuya, por que como les pase algo...

Rivers lo decia en un tono neutro, sonaba a amenaza pero no lo era. Se veia inutil, viendo como unas personas hacian algo en lo que el podia ayudar y no hacia nada.

Scoot, miró a otro lado y no le constestó.

Bueeeno. Pues ahí están, ¿no? Ah, sí... la maravillosa sensación de estar rodeado por buena compañía y no poder esperar a entablar conversación. Todos permanecemos en silencio, mirándonos los unos a los otros, no sabiendo muy bien que decir. "¿Qué mal tiempo hace?", "¿qué estudias?", "¿qué opinas de la situación económica actual?".

El SWAT está un poco nervioso y no es para menos. La verdad es que a mí también me habría parecido una idea mejor que hubiera entrado él en la casa en lugar de Xena, pero qué se le va a hacer, la pobrecilla parece demasiado incómoda en presencia de Scooby-Doo como para quedarse aquí. No es que me parezca mal, a ver: yo encantado de tener a un escudo profesional entrenado que se quede a mi ladito y me proteja, pero vamos... que por lógica habría estado mejor que ellos contaran con su ayuda.

Scooby permanece en silencio cuando el SWAT le pregunta. ¿Se sentirá intimidado? Quién sabe. El caso es que a mí también me pica un poco la curiosidad y, la verdad, no me importaría que nos contara qué pasó entre él y la Princesa Guerrera.

-Sí, la verdad es que es curioso -comento relativa e intencionadamente distraído-. ¿Ex o algo así? ¿Le robaste la cartera?

Me hizo gracia la pregunta de "Es" y no me pude contener en soltar una risa.

- Si es por el robo de una cartera...Carol, se lo está tomando demasiado a pecho, eh? - comenté en tono gracioso, pero sin intentar hacer parecer a Scott más santo de lo que puede llegar a ser. Ese tío sigue sin gustarme, y la "furcia" menos.

Pero tras ese "paréntesis" volví a pensar que, si nos veía un enfermo de esos(sospechando potencialmente de Will), la íbamos a tener muy jodida. "¿Y qué coño hago yo con un cuchillo de cocina?"- me dije para mí misma. Aunque, mirándolo de otro modo, el terreno dónde estábamos era extenso y podríamos correr o alejarnos sin sensación de claustrofobia, miedo o inseguridad.

Teníamos a James de nuestro lado así que... esperé con impaciencia que "Es" soltara otra perla por su boca de comer pan.

 El hombre arrinconado miró a los demas antes de contestar.

Mirad, ella es mi...no creo que debiera deciroslo yo...fue mi novia. Estuvimos prometidos pero se acabó,¿de acuerdo?... ¡Asi que no me toqueis mas los huevos y meteos en vuestros asuntos!-dijo enfadado antes de retirarse a un lado con Maria, que fué rapidamente a hablar con el para intentar calmarle.

-¡Ja! -exclamo por lo bajo en clara señal de triunfo. Dejo que el joven siga hablando y, como puedo verle claramente airado, decido dejarlo estar... por ahora. Está claro que hay algo más. A lo mejor dejó a Xena por la otra. A lo mejor fue Xena la que le dejó porque dejaba los calcetines y calzoncillos sucios de aquella manera. ¿Quién sabe? ¡A lo mejor era Xena la cochinota!

Con una ligera sonrisa en el rostro me inclino hacia mi hermano y, susurrando lo suficientemente bajo para que solo él, SWAT y #Rubia2 puedan oírme, empiezo a comentar.

-Querida amiga, es hora de tu horóscopo -dice con voz de señorona repipi-. ¿Qué es lo que te turba? Ábrete, somos tus amigas... también estamos aquí.

Ante el silencio que proviene de la casa se gira hacia Roy y le mira interrogativamente.

- ¿Qué hacemos? - pregunta - Igual no hay nadie, tal vez siguieron también el plan de evacuación...

Mira el pomo de la puerta y tras unos segundos de vacilar intenta girarlo, y ante la negativa de éste a abrirse, empieza a forzarlo y golpearlo, más por frustración que por querer conseguir algo con ello.

- ¿Lo intentas tú? - dice tras soltar un resoplido - Estás más fuerte que yo... - suelta intentanto hacerse la graciosa (sin conseguirlo).

Echa una mirada hacia atrás, al grupo, pero al vislumbrar a Scott vuelve la mirada al frente. Le apetecía más meterse en esa casa que quedarse allí, estaba convencida.

- Tal vez... Siempre será mejor que esté vacía, a que este llena de enfermos...  El rostro de Roy se endureció ante la perspectiva de un enfrentamiento. Casi pudo sentir las mismas sensaciones de las horas previas de la Super Bowl.

- Ok, intentará echar abajo la puerta... Aparta, no te hagas daño. El vano intento de Caroline de derribar la puerta había hecho arrancar una sonrisa al grandullón. - Tiene agallas la chica...

 Roy se abalanzó con el hombro contra la puerta, la madera crujió levemente por el impacto, pero no cedió ni un milímetro. No parecía que hubiera sido una buena idea, y ahora tenía el hombro dolorido por el golpe.

- Mierda... Dijo mientras se frotaba el hombro.