Partida Rol por web

 Roy se acercó cojeando y asiendo el bate con ambas manos, golpeo con un gancho a la mujer. Un sonoro crujido llenó el pasillo. La cabeza de la mujer golpeó la pared  salpicandola de sangre mientras los restos de dientes, carne sanguinolienta y astillas de huesos saltaban en todas direcciones. Acto seguido el cuerpo calló contra el suelo de manera pesada, dejando ver la cabeza hundida por completo de la mujer, que ya no se movia.

  Superado :) en este caso sacar un 1 es lo mejor que te podia pasar, de echo has sacado un -2 lo cual quiere decir que no tienes nada, pero nada de miedo. En los chequeos de miedo es al reves que en el resto :)

Mis ojos desorbitados ven como Roy asesta a esa mujer un buen golpe en la cabeza y como cae muerta al instante. Abatida las piernas me fallan y caigo al suelo mientras las lágrimas caen por mis mejillas.

-Roy...Roy...lo siento mucho-consigo decirle casi en un susurro que casi es inaudible-. Lo siento-repetí mientras las lágrimas mojan mis mejillas.

Tengo que esforzarme en contener la arcada que se me viene encima tras el grotesco y asqueroso golpe que Roy propina a la mujer enferma. Me llevo una mano a la boca y me apoyo un momento en la pared pero por suerte pasa deprisa así que me seco el sudor frío de la frente y me acerco a mi hermana.

-Hiciste lo que pudiste, claro que no le disparaste a propósito...- la beso en la cabeza y después le seco un poco la cara para intentar reconfortarla aunque por desgracia no tenemos demasiado tiempo para ello.

-Hay que ir a buscar a los demás y que te miren esa pierna Roy. Ya te has cargado a esa mujer, ahora no vayas de macho y quieras seguir caminando como si nada... al menos habrá que vendarte o hacerte un cabestrillo, ¿vale?- frunzo el ceño y me muestro intransigente aunque no sé porque este hombre acostumbra a no atender a razones.

-Caroline cuidaré genial de ti, nosotras vamos a buscar el botiquín y lo que podamos encontrar de utilidad- ayudo a levantarse del suelo a Nidia tirando de ella un par de veces. Ojalá pudiera darle algo de tiempo para sí misma y asimilar lo que ocurre pero es que no podemos, tenemos que seguir para adelante o nos quedaremos todos estancados sin saber como reaccionar.

Tras esto nos dirigimos al piso de abajo para poder indicar al resto que vengan.

 Joder-dijo incorporandose-voy a revisar el resto de las habitaciones, no quiero mas sorpresas. Puta pistola-dijo refunfuñando para si, revisandola de nuevo.

Roy se dejó caer al suelo, apoyando su espalda contra la pared. Se llevó una mano a la pierna. Joder, como le dolía, por suerte, la herida parecía superficial.

Roy estaba cabreado. Cabreado con él mismo, con Nidia y con los jodidos infectados. Respiró profundamente, intentando controlar el dolor, y simplemente asintió a las palabras de Ruth. Sabía por experiencia que no era buena idea forzar la pierna, no hasta que desinfectaran la herida y detuvieran la hemorragia.

- Daos prisa. Murmuró Roy entre dientes, mientras contemplaba la horrible escena que había contribuido a crear.

- Mierda, acabo de matar a un niño y a una mujer enloquecida... Y yo que creía haberlo superado, otra vez vuelvo a estar en la casilla de salida...

Chequeo a miedo(4) + Voluntad (2) ---> Resultado= 6

Se queda con el arma baja, bastante tocada por todo lo que acaba de pasar. Se siente mal por Nidia, pero no acierta a decirle nada antes de que su hermana se la lleve. Tienen suerte de tenerse una a otra.

- Sí, eh... yo cuidaré de él... - dice con un tono un poco incrédulo, pero dejándose llevar por lo que dice Ruth.

Roy parece estar bastante mejor de lo que creía, asi que prefiere esperar a que el doctor le mire la herida antes de empezar a toquetear algo que no debe. Pero las palabras de Rivers le llaman la atención, como si estuviera escuchando música de fondo y de repente se diera cuenta de que suena su grupo favorito. Sólo que esto no era agradable.

- ¿Qué? - suelta demasiado alto, poniéndose a su lado - ¡Estate quieto! ¡No abras ninguna puerta más! ¡Si se te vuelve a encasquillar el arma estamos jodidos! - se da cuenta de que quizás sus modales no sean los mejores y baja el tono - Por cierto, ¿estás bien? ¿Te hizo daño la loca esa? - pregunta con preocupación.

Me dejo llevar como una autómata por mi hermana después de ver como Roy me echa alguna mirada de rabia.

-Ruth, soy una inútil... soy una inútil...-atino a decir aún sacando lágrimas de mis ojos-. ¿Qué coño es todo esto? ¿Quiere esto decir que posiblemente mamá sea como ellos? ¿Y Richard? ¿Y si esas cosas nos hacen algo? ¿Y si lo que tienen es contagioso? Ruth... si eso es contagioso... si uan de esas cosas te contagia  ti...-saco de dentro todo lo que llevaba rondándome la cabeza desde que salimos de casa y vimos a los primeros... ¿zombies? ¿muertos?

Mi cuerpo tiembla y las lágrimas caen por mis mejillas. Mi voz suena gangosa.

-VAmos... soy consciente de que no podemos entretenernos...-la digo mientras trato de caminar hacia dónde están los demás.

Roy permaneció sentado en el suelo, apoyando su gran espalda contra la pared. Estaba bastante cabreado por todo lo ocurrido y su riostro así lo reflejaba, pero no tenía demasiadas ganas de hablar.

Desde su posición observaba y escuchaba la conversación de Caroline y James. Esperaba que James no estuviera herido, solo les faltaba otro lisiado.

Un calambre le recorrió la pierna herida, y la presionó con la mano. - Si no se dan prisa, me las cargo.

-No eres una inútil Nidia, has hecho lo que has podido y más teniendo en cuenta la situación. Yo ni siquiera hubiera sabido como apuntar esa cosa...- miro la pistola de reojo con el ceño fruncido y después a mi hermana con preocupación. Definitivamente se ha venido abajo y aunque no puedo culparla me atormenta el no poder consolarla.

-Seguro que mamá y Richard están mejor que nosotras pero si hubiera pasado lo peor... Nos seguimos teniendo la una a la otra, ¿vale? No voy a separarme de ti ni a contagiarme y tampoco voy a dejar que te pase nada. Si seguimos juntos seguro que continuaremos discutiendo pero llegaremos a la siguiente ciudad, ya no puede faltar mucho- en realidad no estoy muy segura de éste último detalle pero es estadística pura, por esta zona no hay desiertos con kilómetros de nada como en otros estados.

Después la abrazo con un suspiro de impotencia y finalmente volvemos a caminar cogidas de la mano. Hacerse la fuerte no es nada fácil...

 James sonrrió a Caroline mientras le miraba.

No, te preocupes estoy bien. Tranquila, creo que ya esta. Esos eran los unicos, no parece que aqui alla nadie mas.-dijó james, tratando de calmar la respiracion.- Quizas deberíamos avisar a los otros para que vengan y nos ayuden, creo que este podría ser un buen sitio para dormir...bueno al menos en el salon o algo, hay electricidad y no estaremos trece personas en una furgoneta. 

 Cuando llegais abajo podeis ver la furgoneta aparcada en la puerta de la casa. Dentro estan los demas algo agitados por lo que podeis ver, pero ninguno ha salido del vehiculo. 

En cuanto Nidia y yo llegamos a la planta inferior distinguimos la furgoneta aparcada muy cerca de la entrada. Mejor así, nos facilitan la tarea. Lo cierto es que debemos tener una cara de agotamiento y abatimiento bastante evidente.

-Eh chicos, ya podéis entrar. Pero no abráis ninguna de las puertas que encontréis cerrada, ¿vale? Esto... esto es importante- suspiro y entonces bajo la mirada hacia las mangas de mi chaqueta, frotándolas para disimular las manchas de sangre reciente.

-¿Dónde está el doctor? Roy tiene una herida bastante chunga, debería mirársela...- y tuerzo el gesto, porque dudo mucho que William se encuentre en condiciones de curar a nadie pero al menos habrá que intentarlo.

Mis ojos aún siguen llorosos, pero me amntengo muchísimo mejor de pie y parezco haber recobrado la compostura. Suspiro suavemente.

-Sí. sería bueno que el doctor viera la herida de Roy-digo recordando el modo en que se la ha hecho.

"Aunque el medicucho ese no sé si será capaz siquiera de descubrir lo que tiene" pienso para mí recordando al incompetencia de ese hombre.

PArece que todos se mantienen en sus respectivos sitios. Echo una mirada de complicidad a mi hermana y comienzo a andar de nuevo hacia la casa.

-Vamos, creo que dentro ya estaremos más seguros-digo aún con la pistola en mi mano.

Simon y Garfunkel hacen su aparición. Joder, joder, ¿qué coño hacemos?

-¡Esperad, esperad! -exclamo dándome la vuelta en el asiento-, ¡vienen más por delante!

Me cago en la gran madre que nos parió a todos y luego se comió su propia placenta. Bien, sangre fría. ¿Y qué si vienen más? ¡No importa! Lo que importa es encontrar un sitio para reponernos un poco, descansar... y evitar que vengan más enfermísimos de esos. Pero... coño, si es que ya están aquí.

ELGA está herido, eso dicen. El Dr. Who querrá morir en paz y... y creo que todos necesitamos dormir. Lo más factible sería dejar la furgoneta como está, medio bloqueando la puerta, y entrar para descansar al menos por hoy. ¿No? Vuelvo a mirar a mi hermano. Coño, ¡contéstame! ¿No me oyes pensar? ¡Dime qué hacemos, joder! ¡Deja de mirar hacia delante!

Lo que está claro es que si nos quedamos dentro de la furgoneta tomando el té tardarán poco en llegar a nuestra altura y empezar a golpear los cristales. Y si empiezan a romper nuestra única vía de escape...

Se me acelera el ritmo de la respiración y el pulso. ¿Miedo? ¡Qué coño, miedo! Invito a cualquiera que quiera experimentar el miedo a que venga a uno de los sermones del cura de mi padre cuando le invitamos a comer, ¡eso es miedo! Eso son personas, nada más, y si meto la primera, luego la segunda y me abalanzo sobre ellos acabarán bajo las ruedas de la furgoneta. Pero el estrés, la indecisión, el silencio...

-Vale, déjala como está, salimos por detrás, cerramos y entramos a descansar, mañana salimos. ¿Estamos todos de acuerdo? -digo por fin. Y si no lo están, peor para ellos porque es lo que vamos a hacer de todas todas.**