Partida Rol por web

 Vamos, ayudadme. tenemos que poner algo para bloquear las puertas. Si como decis son muchos pueden echarlas abajo con facilidad-dijo el policia a voces, llendo hacia la puerta principal. A el se le sumó Tony que despues de ver como estaba Roy volvió a bajar las escaleras para echarle una mano.

 Doctor, yo le ayudare. No está en condiciones, usted tambien deberia descansar.- le dijo la joven hispana, pero ante la negativa del doctor se colocó junto a él y trato de ayudarle lo mejor posible para sacar la bala y limpiar la herida. rapidamente la joven le trajo lo que le había pedido: un cuchillo de cocina calentado al rojo, agua caliente, paños y lo que fuera que encontrase en el botiquin.

-Estate quieto, esto te dolera.- Rapidamente con el cuchillo relizaron un corte, extrageron la bala. Despues la chica continuó sola, pues el doctor,cayó hacía un lado y se apollo en la pared, sudando consumido por la fiebre. Roy debido al dolor tambien sudaba, aunque no llego a quedar inconsciente. La resistencia del ex-jugador era notable y la habilidad del doctor y la muchacha habían sido impecables. Maria apoyó a roy junto a la pared, cerca del doctor y empezó a cuidarlos a los dos, tratando de bajar la fiebre del medico y de desinfectar la herida de Roy.

Observo a James y Tony cuando bajan apresuradamente y arqueo una ceja.

-¿Qué hacéis? Ya hemos tapiado las puertas y ventanas que hemos podido...- no sé a qué les ha venido esta repentina decisión así que les miro inquisitivamente -¿Cómo está Roy?, ¿mejor?

Baja las escaleras tras Roy y se sobresalta al ver a todo el mundo corriendo de un lado para otro. Parece que la chiquilla que va con Scoot sabe algo de primeros auxilios y se tranquiliza un poco al ver que alguien se puede encargar de la pierna de Roy, así que centra su atención en el resto.

- ¿Qué pasa? - pregunta - ¿Qué estáis haciendo? ¿Puedo ayudar en algo?

Evita la mirada de Scoot, cualquier cosa que tenga que saber prefiere no saberla a través de él, todo sonaría a mentira.

Por Dios, creo que se están volviendo locos. Mientras bajo las persianas empiezan a subir y bajar unos y otros y a mantener un diálogo de besugos que ni ellos mismos entienden. ¿Qué hora es? Manzanas traigo.

Entre los delirios de uno y otro puedo entender que Simon (o Garfunkel) ha disparado a Roy en la pierna. Chihuahua sube a atenderle mientras intenta también hacer algo por el doctor que, como de costumbre, no deja ni que se le acerquen. Joder, qué mal me cae ese hombre... Y ahora baja Xena y claro, en el primer piso tenemos a Scooby. ¡Esto promete!

-Sí, por favor, ayuda a mover cosas para atrancar las paredes.

Roy, sentado en el piso de arriba se dejó curar y desinfectar la herida. Le dolía que le hurgaran en la pierna, pero intentó aguantar resignado el dolor.

- ¿Que está pasando ahí abajo? Dijo entre dientes a la chica que le atendía.

 Esta bien, Maria y el doctor le estan ayudando con la pierna. ¿Quien demonios le disparo?-pregunta el rubio alterado por la tension del momento.-Es igual, no estamos seguros. Muchos de los infectados de la ciudad vienen hacia aqui-dice mientras ayuda a River a mover algun mueble mas hacia la puerta-Y por si fuera poco estamos cerca de tener uno dentro. Vuestro medico está en las últimas. Joder, hay que bloquear tambien las ventanas, que alguien las tape como pueda.

Ayudo a tapiar las ventanas. Después del disparo propinado a Roy deseo sentir que soy capaz de hacer algo bien y que puedo ser útil en algo, aunque, como dice mi hermana ya hemos tapiado todo lo que hemos podido.

-Yo disparé a Roy, ¿vale? ¿Lo publico en la Gaceta? ¿A alguien más le interesa?-digo en tono borde pues todo el mundo se empeña en preguntarlo e indirectamente hacerme sentir mal.

Uno de mis pies golpeacon fuerza uno de los muebles, necesito descargar la rabia que siento dentro de mi por sentirme tan sumamente inútil.

-Tendremos que buscar formas de salir de aquí... esos seres serán capaces de entrar...y a la larga nos quedaremos sin comida-les digo a pesar de sentirme algo más segura dentro de esa casa.

Roy empezaba a impacientarse. Estar sentado sin hacer nada, no era justamente lo que le gustaba más. Quería bajar y ayudar los demás en lo que demonios estuvieran haciendo. Pero esperó a que terminaran de desinfectar y vendar la herida de su pierna. No le apetecía nada que en el momento de la verdad la herida le impidiera actuar con comodidad.

- Venga, ¿Cuanto vas a tardar? Increpó desconsideradamente a Maria.

Me limito a encogerme un poco de hombros porque ya me pesan los brazos después de haber tapiado lo que hemos podido pero no voy a quejarme si están asustados y quieren añadir algún mueble más.

-No sé si serán capaces de entrar, parecen un poco atontados... hasta que te tienen cerca y se convierten en maníacos- chasqueo la lengua al recordar ese detalle. ¿Alguien los ha llamado ya zombies? Bueno, pues yo no creo que tarde en hacerlo.

-Descansaremos y cogeremos lo que podamos de aquí, mañana cuando amanezca nos marcharemos. Haremos turnos durante la noche para vigilar, ¿vale?- creo que es una propuesta razonable así que espero que más o menos estemos todos de acuerdo porque no me apetece pasarme media hora discutiendo sobre tonterías.

-Voy a recoger algo de comida- anuncio después dirigiéndome a la cocina para registrar cajones, armarios y nevera, aunque de ésta última no creo que coja nada más que bebida.

A Simon (o Garfunkel) parece que le ha afectado disparar a ELGÅ. Pobre, joe, un fallo lo puede tener cualquiera. Que sí, que no es lo mismo confundir la sal y el azúcar que disparar a un hombre, pero bueno, basta ya de atosigar, ¿no?

Parece que el ambiente se va cambiando y menos mal porque creo que ya empezamos a estar todos algo tensos. Cuando termino con las persianas me acerco a mi hermano para poder apoyarme mejor y empiezo a moverme hacia donde está el grueso de la gente.

-Yo voto por comer un poco, descansar y mañana pensaremos en cómo salir de aquí -digo mirando a Simon (o Garfunkel)**, que ha hecho la propuesta más sensata-. Llevamos un trote bastante duro y a todos nos vendrá bien, ¿no?

-Estoy de acuerdo con vosotros-les digo a Es y a mi hermana.

Luego, pienso en la idea de ir a buscar comida a la cocina sin olvidarme que dentro de la casa no estamos solos del todo. Espero a que los demás decidan como organizarnos y miro las escaleras para ver si Roy baja o no y como estará de enojado conmigo después del disparo. Siento como de nuevo mi corazón se acelera ante la angustia. Saco mi cajetilla de cigarrillo y me enciendo otro que me vuelvo a fumar en cuatro o cinco caladas rápidas.

Siento que Nidia se agobie con tanta pregunta pero francamente, quería saber qué había pasado. Otra cosa es, cómo se le pregunte. El tal Scott tiene la delicadeza en los pies, menos mal que la boca la ha abierto él y no la chica "Wey".

- Si ya está todo tapiado, ¿Qué van a tapiar más?- me pregunté. Veo que Scott dice de tapiar las ventanas y a Nidia correr rápidamente para cumplir la "orden" del tipo este. Estoy perdida. Es un simple cierre de persianas y ventanas, ¿no?

Se escuchan gemidos de Roy y, tal angustia me dio que me removió las tripas con sólo imaginar la intervención quirúrgica que le tenían que estar haciendo. Nuevamente, que hablara "Es" me empujó a apartar el malestar y mezclarme con el grupo. Creo que empezaba a confiar en su personalidad sarcástica y estúpida, pero era uno de los que conseguía tranquilizar la situación con sus comentarios ácidos y cómicos -casi siempre, infantiles-. Probablemente, desde que empezó todo esto, vivía en continua tensión o miedo como muchos de nosotros, pero al actuar, al hablar o al simple hecho de estar sentado en el sofá de la casa de Roy, no mostraba un estado de terror. Al menos, yo no se lo notaba excesivamente.

- ¿Hemos establecido ya Parlamento, "Es"? - Dije con un tono burlón al escucharle romper el hielo. - Yo... ¿Sabéis lo que creo?. Al doctor no le queda mucho para morir, es decir, supone "YA" un peligro grave si finalmente se convierte en uno de "ellos". Sí, tenemos que descansar, lo necesitamos urgentemente, como dice "Es", pero no podremos hacerlo con un tipo que esta gravemente enfermo, especialmente, de ésta enfermedad...- recalqué- yo al menos, no.
Propongo que, dos o tres de nosotros estemos de guardia con el Doctor aquí abajo mientras el resto descansa arriba. De ese modo, ocho de nosotros podrán descansar una horas y si ocurriera algo, les daría tiempo a reaccionar y moverse. Después, cambio de turno. No perderemos de vista al Doctor, descansamos un poco, estamos alerta por los hijos de puta que hay fuera y nos repartimos el sacrificio del grupo. - Descansé para tomar aire.- Yo me quedo las cinco** primeras horas con el Doctor abajo. Los que estén más exhaustos, que duerman antes. ¿Qué os parece?

 Maria reyes, apretó fuertemente la tela con la que estaba taponando la herida y se levanto estirando la espalda. 

-Mira-dijo tranquila- No pienso perder mas el tiempo contigo, te he curado la pierna. Ahora si nos haces un favor, te quedas aqui quietecito dejando que se cure y... vigilando al doctor y a la niña. No se que les pasó pero parece que esta en las ultimas-dice con voz baja-y la pequeña...esta demasiado callada...supongo que es normal... bueno mantente calmado y atento, no me gustaria que ocurriese nada... a la minima me llamas, estaré abajo ayudando a los demas. Ah... y la proxima vez que alguien te dispare, te las tendras que arreglar tu solo-dijo llenado esas ultimas palabras de rabia.

 Me parece una buena idea, a mi tampoco me gusta el aspecto del doctor. Y aun tengo recuerdos de la comisaría-dijo como si hubieran pasado meses desde aquello- Aunque no descarto el plan de huida, tenemos pocas armas con las que defendernos de esa gente. Es como si la enfermedad los hubiera vuelto locos...aunque con Roy herido y el doctor en ese estado...No se como podremos hacerlo-dijo mientras apilaba unas sillas encima de una comoda, para bloquear una ventana con ayuda de Tony.

 Sean se asomó poruna rendija de una de las ventanas del lado derecho de la casa. Estaba cerca de scoot que os escuchaba cuando derrepente el chico os interrumpió.

-Joder ya estan muy cerca, ya los veo! Son muchisimos! Joder Es!.... Parece...como si fuera una pelicula de terror... O mierda!-dijo nervioso, bastante alterado.

La voz de Sean hace que de nuevo me ponga nerviosa.

"Mierda, ni los cigarros me tranquilizan" pienso mientras me asomo a la ventana a la que se ha asomado él.

-Se están acercando mucho. Igual deberíamos subir al pios de arriba o bajar al sótano-les comento aun pensando en la herida de Roy pues la culpabilidad no deja que me olvide de ella.

Busco la mirada de mi hermana y mis ojos gritan aterrados a pesar de que por mi boca no sale ni un sólo sonido.

-A lo mejor si dejáis de chillar no os escuchan- replico mientras me llevo una galleta a la boca y meto varias proviciones en una bolsa. No creo que duren mucho siendo tantos pero es mejor que nada y supongo que el próximo pueblo no puede quedar ya muy lejos.

Me cuelgo la bolsa en un hombro y vuelvo al salón.
-Los turnos que propone Claudia me parecen perfectos- me encojo de hombros y después miro a mi hermana pensativa -Mejor arriba, si hay que salir corriendo podemos usar alguna ventana y saltar hasta el jardín- la caída puede ser algo aparatosa pero ese detalle mejor evitarlo. Aún así ofrece más posibilidades que un sótano.

-Recordad lo de no abrir puertas cerradas, ¿eh?- digo a los que han llegado más tarde antes de coger la mano de mi hermana y empezar a subir nuevamente las escaleras. Roy ya debería tener lista su... cura.

Arqueo la ceja ante el comentario de la rubia.

-Parlamento no sé, pero la presidenta ya parece electa -digo levantando las cejas y marcando mucho la mueca.

En realidad tiene toda la razón del mundo y su plan me parece el más sensato. Qué coño, cualquier plan que hubiera implicado dormir y tener al Dr. Who bien vigilado me habría parecido aceptable. Una cabezadita, pensar, relajarse... Pero, ¿quiero realmente eso? Porque quedarse tumbado mirando en la oscuridad el techo mientras te acompaña la rítmica respiración de los que te rodea implica divagar y pensar. Implica acordarse de cómo corrías entre la marea de gente y cómo tropezaste y soltaste la mano de tu madre y cómo no pudiste volver a encontrarla una vez te volviste a poner en pie.  Implica pensar en qué habrá ocurrido, en dónde estará, en si mira también al techo en algún lugar preguntándose dónde están sus hijos. Implica replantearse la situación, pensar en las llamadas que hemos hecho sin cesar y que no han recibido respuesta. Implica que, para cuando queramos darnos cuenta, ya será la hora de ponerse en pie y no habremos dormido nada porque nos hemos estado comiendo la cabeza.

Iba a contestar a lo de dormir en el sótano pero Simon (o Garfunkel) me quita las palabras de la boca. La perspectiva de saltar por una ventana es de todo menos halagüeña, pero la prefiero a tener que escarbar en tiempo récord un túnel para salir de nuevo a la superficie.

Me giro hacia Sean, que está visiblemente nervioso. Joder, ¿por qué mira? ¡Es mejor no hacerlo! ¡Saber que están ahí pero no echar un vistazo para así no inquietarse más!

-Venga, ven, deja de mirar que sólo te va a poner más nervioso -le digo atrayéndolo hacia mi por el hombro tratando de sonar calmado-. Creo que necesitamos comer un poco y descansar.

¿Cuándo va a darse cuenta de que dependo de él para mantener la cabeza medianamente fría?

Roy no contestó a las palabras de Maria, ya estaba suficientemente cabreado como para volver a alterarse por una tontería, además la pierna le dolía, y necesitaba descansar. No moverse le había parecido un gran consejo.

Los cuerpos de los muertos en el piso proporcionaban un espectáculo dentesco, todo cubierto de sangre y pegotes grisáceos. Lentamente se incorporó, apoyado en el bate, e intentando no poner el peso en la pierna herida.

Como pudo, metió al doctor en una de las habitaciones. Era mejor que la hija de este no estuviera cerca de los niños muertos.

- Oye niña, ¿Como te llamas? Dijo Roy mientras llevaba a cabo la operación de traslado. Más que nada para distraer a la cría, pero también por que realmente no recordaba su nombre.

Dejó al doctor recostado en una cama, y se sentó cerca de él. No tenía intención de perderlo de vista.