Partida Rol por web

Nuevamente la hoja demonio del Melnibone ensarta el corazón de otro mercenario, que cae al suelo muerto al instante.

Suy, con dos rápidos movimientos bloquea y esquiva los ataques de sus oponentes.

Características de la daga:

VC: 85

Con 10, Tam 7, Int 2, Pod 10

Arma (VC 50)+5D6 daño, +27% ataque

Habilidades (VC20)+2D10

Características (VC 15)

Viendo que no quedan más enemigos a mi alrededor, cargo contra los de Sui.

Al igual que Alastor, corro a atacar al otro mercenario de Suy

Justo cuando Suy coge la daga y se dispone a clavársela a sus enemigos, Alastor y Sadric empalan con sus armas a los desdichados mercenarios, que no pueden hacer nada más que morir en el acto. Tras esto, Alastor, empieza a marearse por la pérdida de sangre debido al enorme golpe sufrido.

Consigo hacerme con la saga de Cako cuando mis dos compañeros acaban con los mercenarios que quedan. Sin embargo noto que Alastor está bastante tocado y le hago sentarse mientras examino sus heridas e intentó parar la henorragia.

Justo en el momento en el que Alastor se desmaya, consigues hacerle Primeros Auxilios y parar su hemorragia. En verdad le acabáis de salvar la vida al guerrero.

La refriega había sido buena. Unas cuantas almas habían partido a engrosar las filas de Arioch, y mis demonios habían respondido a las mil maravillas ante mis rivales.

El estado de Alastor era crítico. La rápida actuación del sacerdote cortando la hemorragia, había hecho que el bárbaro tuviera opciones de vivir. Sin dudarlo un solo momento, me quito mi anillo, y se lo pongo en el dedo a Alastor, mientras pronuncio nimaen ena´han.

Si había comprendido la situación, la facción rival, nos había tendido una emboscada con la intención de aniquilarnos. Pero enviar solamente 10 mercenarios contra un Melnibones, era subestimarlo, y eso si que me había hecho enfurecer. Después de concluir la investigación, tendríamos tiempo de vengarnos de ellos.

Echame una mano Suy, metamos a Alastor en el carruaje. Creo que debemos ir al puerto para continuar nuestra misión. No crees?

Ayudo al melnibonés a meter a Alastor en el carruaje y le contesto.

Sí, vayamos al puerto, hemos aceptado un contrato y no vamos a echarnos atrás porque nos hayan asaltado unos cagabandurrias...

Miro los cadáveres esparcidos por el suelo...

La verdad es que lo siento por Cako pero no puedo decir lo mismo del pantangiano, tarde o temprano lo habríamos matado uno de nosotros... Espera un momento, déjame registrar los cadáveres por si tienen algo que nos pueda servir, alguna nota o algo que pueda valer, además, después de cobrarse las vidas de casi tres de nosotros y de mi demonio no voy a permitir que nadie se lucre de sus muertes si no somos nosotros... Y eso también va por Cako y el pantangiano...

Tras lo dicho registro los cadáveres de Cako y el pantangiano en busca de dinero, objetos de valor o demonios... Tras ello paso a los mercenarios con las mismas intenciones amen de encontrar alguna orden manuscrita o similar...

Registras los cadáveres pero no encuentras más que dos pociones en el cadáver del Pantangiano.

Has terminado ya de rapiñar cuerpos sacerdote? Pregunto con evidente impaciencia. Podemos irnos ya? No sabemos donde está el puerto ni el barco que tenemos que coger. Sería bueno ponernos en marcha.

Sí, he terminado, nada interesante excepto estas dos pociones.... ya miraré de que se trata. Vayamos pues, maese melnibonés, no perdamos más tiempo...

Y, sin más dilación, subo al carruaje...

Doy la vuelta al carruaje sin inmutarme por los choques o desperfectos. No tenía ni la más remota idea de como llegar al puerto, pero presuponía que sería cuesta abajo, o quizás desde algún punto de la ciudad consiguiera ver algo más que casas.

En breves os meteré ya en la partida.

Vuestro rol es el siguiente. Sois colaboradores del Conde, y os envía con los aventureros para:

Bon Ferres: Con tus conocimientos de artesanado, evaluar la calidad del material forjado, así como su utilidad. Si es utilizable o se puede arreglar para su posterior comercio.

Jarred: Una vez evaluado, se te envía para que uses tus conocimientos sobre cómo puede ser comercializado, así como su valor intrínseco.

El coche, aunque no circula a demasiada velocidad, va dando tumbos y golpes contra las esquinas. Quizás era la primera vez que el noble de Melnibone conducía este vehículo. Os dirigís cuesta abajo. Llegais a una plaza, y allí un borracho está llendo de camino a su casa. Veis que le falta calle para andar. Parais el carro y desde allí distinguís la zona del muelle. Callejeais hasta llegar a la empalizada que separa la zona del muelle de la ciudad. Seguís la empalizada y llegais a la entrada del muelle. Allí,os dais cuenta de que es enorme y que hay por lo menos un centenar de barcos atracados.