Partida Rol por web

-¡Patoso! - Exclamó de pronto el cuerpo de Snorri mientras yacía colgado en la posición en que el mediano lo había visto. La tela de su manga se desgajó ligeramente con el característico sonido y Snorri quedó colgando todavía más cerca de caer al suelo. A continuación continuó roncando plácidamente.

Franerick se dio vuelta, mirando a su hermano.

-¿Crees que estará de su lado... o del nuestro?- preguntó el mediano, mirando de reojo los pocos restos que quedaban del liao.

Y luego caminó hacia el ventanal para vislumbrar si había algo más que pudiera hacer...

Tukk tuvo que llevarse el puño la boca para no vomitar. Aquellla sucesión vertiginosa de imágenes y la sensación de ingravidez hicieron que si estómago enano se pusiera del revés. Esto debía ser lo que se sentía al navegar en mar abierto, algo que cualquier enano que se precie jamás haría si podía elegir enfrentar cualquier otro dragón multicéfalo.

Manchado de tinta, con la mirada desencajada, el rostro macilento y la bilis cabalgando por su garganta trató de componer uns pose más digna de un guerrero y siguió a Snorri tras asentir. Pronunciar algun a palabra aumentaba enormemente las posibilidades de volver a saludar a su desayuno. 

La grieta, ¿qué la provocó? Ha sido todo por ese estúpido temblor de tierra. Había protegido este complejo con una red de sortilegios y energía extraplanar, pero los últimos movimientos telúricos han debido debilitar la estructura. He podido reparar todo lo posible.

La criatura ha vuelto. La vidriera no ha servido para contenerla ahora que está resquebrajada y su simetría es imperfecta. Es un ser cuadrúpedo que babea un líquido corrosivo y parece ocultarse en los pliegues de nuestro plano: esquinas, umbrales…

Ha traído consigo un huésped de otra dimensión. Al principio pensé que se trataba de un virus, pero parece tratarse de una fractura. La magia de la vidriera y de la bestia parecen haber creado una reacción que enloquece y mata a todo el que se encuentra con ella. Al consumir el Liao el suficiente tiempo he logrado librarme. He escrito una fórmula rápida, pero creo que no será suficiente para acabar con la brecha.

Si mis cálculos son correctos, reparar la grieta de la vidriera con el ritual que dejaré a continuación* permitirá expulsar a la bestia a su plano original y sellar la fractura en la realidad. Dejo estas anotaciones en el caso de que el delirio se extendiese fuera de este complejo y pusiese en peligro mi trabajo.

Por el momento me interesa seguir experimentando con el cuadrúpedo, pero si alguna vez debo terminar con todo deberé recurrir a este ritual.

—Creo que es mejor no jugar con las drogas del geómetra. He leído lo suficiente para saber que solo un hechicero experimentado puede atreverse a viajar con él, pero no sin entrañar un grave peligro para su salud física y mental.

El semiorco se reunió con Franerick junto a la vidriera. Podrían ver Pasombrío al pie de las montañas, recibiendo la policromática luz sanadora.

—Antes mencionaste a un segundo Bertoldo, ¿verdad? Un mediano pelirrojo. He visto a una criatura similar rondando por el laboratorio y alborotando a la… Bueno, la "abominación".

-Vaya, vaya. - Dijo Snorri después de leer el documento. -Parece que al fin encontramos algo útil para salir de este embrollo.

Snorri volvió a leer el texto y después meditó sobre el asunto. Tenía un rostro serio y concentrado como Tukk jamás lo había visto hasta entonces. Sostenía su mentón con la mano derecha pensativo mientras releía una y otra vez los pasos del ritual.

-Espero que todo lo que es necesario se encuentre en este laboratorio. Vamos a ver... Cristal mágico de Tubdeth, polvo de vitriolo y cinabrio. Tenemos que mezclar los ingredientes a alta temperatura y realizar sobre ellos un hechizo de protección sanadora, después aplicarlo sobre el trozo de vidriera desquebrajado e implorar a la diosa Areth de la curación. Parece sencillo, ¿no? Lo complicado parece el modo de aplicarlo. Hay que despejar los ángulos de las facetas de los cristales de la vidriera colindante al roto y aplicarlo siguiendo el vector resultante de despejar el coseno de la suma de dichos ángulos. Espero que alguien en el grupo sea bueno en matemáticas.

-¿...y Tukk?- preguntó al escuchar sobre los riesgos de la droga si no se era un hechicero.

El enano a ojos vistas no lo era, no había que ser un letrado... o un hechicero, para darse cuenta.

-Sí, parece ser que es el hijo de tu compañero, Junior, y que les hizo algo a ellos- señaló hacia los drogados babeantes -Por eso han venido, además de la vidriera- dijo encogiéndose de hombros -¿Qué más me puedes decir de la abominación?- preguntó -Porque tenemos que hacer algún plan para atraparla...-

Tukk siguió al mago atento a movimientos extraños alrededor mientras Snorri hablaba más para si mismo que otra cosa. Bastante tenía el enano con no vomitarle encima.

—¿Volvemos ya? —consiguió barruntar con los ojos a la virulé.

Aquella era la peor resaca que recordaba y ni siquiera había bebido un mísero trago.

-Sí, sí, vamos. Ya están preocupados por ti. - Dijo en referencia a las palabras del mediano.

—…Ya están preocupados por ti —dijo Snorri poco antes de despertar de sopetón. Tukk lo hizo poco después, dando un respingo como si hubiese estado soñando que caía hacia un abismo invisible. Por su rostro era evidente que el enano había tenido resacas mejores.

Gronkar también se sobresaltó, aunque se recompuso lo suficiente como para responder a su hermano.

—Supongo que tendremos que discutirlo después, aunque tengo un plan. Esto… —titubeó dirigiéndose a Snorri y a Tukk—, ¿estáis bien? ¿Habéis visto algo?

Snorri volvió al plano convencional y estuvo a punto de partirse la crisma cuando despertó, pues al parecer con las prisas había olvidado colocarse en una posición segura. Una de las primeras cosas que aprendes cuando te pones a viajar con el Liao es precisamente a quedarte en una posición que no entrañe ningún peligro, pero con las prisas se le había olvidado. Por fortuna, otra de las cosas que aprendes es a mantener el equilibrio en posiciones de lo más absurdas, por lo que Snorri reaccionó como un gato y evitó descalabrarse la cabeza contra el suelo.

-Sí, ya está. Hemos conseguido ver la información del manuscrito antes del... desastre. -Miró de soslayo al mediano. -Hay que hacer un ritual que repare la vidriera y solucionará el tema de la enfermedad.

Mientras hablaba tenía la atención más centrada en ir rebuscando por los estantes del laboratorio, de vez en cuando cogía algún objeto y se lo echaba al zurrón. Abrió un frasco, lo olisqueó y lo desechó arrugando la nariz. Luego hizo lo mismo con el siguiente y debió gustarle porque a continuación se lo guardó.

-Ah, por cierto, ¿qué tal se os dan las matemáticas?

Tukk abrió los ojos con el rostro macilento y desencajado. Se incorporó torpemente e incluso parecía que iba a responder a Gronkar, pero algo le detuvo y se limitó a levantar el índice frente a la cara del semiorco pidiendo un momento. Apenas le dio tiempo a volverse a un lado justo antes de vomitar el desayuno, doblado sobre si mismo de manera grotesca. 

Cuando acabó de soltarlo todo, se garró a una de las mesas cercanas para sostenerse en pie y mantener una pose mínimamente digna. El pelo alborotado, las barbas sucias, la cara abotargada y las manchas de tinta sobre su ropa no ayudaban. Estaba hecho un desastre, presa de unos terribles mareos que luchaba por no hacer excesivamente evidentes, evidentemente sin éxito.

—Eso... —añadió discretamente apoyando las palabras de Snorri cuando pudo reunir el decoro para poder hablar—. Al otro lado es un sindiós de imágenes vertiginosas y diría que no estábamos solos. Este encontró las formulas del Geómetra. Solo dinos cómo te ayudamos —dijo a Snorri sin fuerzas para nada más.

Gronkar se apresuró a ayudar a Tukk a mantenerse en pie. 

—Bueno, no soy un experto, pero conozco bastante bien algunas de las fórmulas del geómetra. ¿Necesitarás ayuda con el ritual?

Franerick vio la mirada de Snorri, e inmediatamente lo miró y se encogió de hombros. ¿Qué le podía decir? Nada.

-¿Las mate-qué?- preguntó el mediano, que sabía contar, sumar y restar... pero no sabía que eso eran matemáticas -Así que diría que no... ¿por?-

Se fue acercando a los demás, para ver cuál era el plan.

-¿Cómo hacemos ese ritual?- dijo entusiasmado, que aunque nunca se le hubiera ocurrido hacer magia, había algo de todo eso que le llamaba la atención, posiblemente como a un niño.

-Afortunadamente el laboratorio del Geómetra tiene todo lo que necesitamos. La complicación está en la propia ejecución del ritual. - Explicó el mago. -Tenemos que mezclar los ingredientes a alta temperatura y realizar sobre ellos un hechizo de protección sanadora, después aplicarlo sobre el trozo de vidriera desquebrajado e implorar a la diosa Areth de la curación. Pero para aplicarlo en la vidriera no vale con hacerlo de cualquier manera. Tenemos que despejar los ángulos de las facetas de los cristales de la vidriera colindante al roto y aplicarlo siguiendo el vector resultante de despejar el coseno de la suma de dichos ángulos. - Le explicó a Franerick, aunque por la cara del mediano parecía que Snorri estaba hablando en alguna lengua muerta poco conocida. 

Tukk se pasó la mano por la cara.

—Vale —masculló—. De todo lo que has dicho solo he entendido que hay que hacer un fuego así que me pongo a ello. No tengo humor para jugar con los senos de Arleth.

En el medio de la habitación apiló una seria de libros viejos que le apreció que podrían quemar bien. Partió alguna silla para usar sus listones como fuente de una llama duradera. Rebuscó entre los alambiques y tamices del Geómetra de un lado de la sala de conjuración hasta dar con un fuelle arcaico pero funcional. Finalmente se acercó de nuevo a la pira haciendo eses.

—¿Alguien tiene una primera chispa o yesca y pedernal? —se apoyo en fuelle a modo de bastón.

-Oh, sí, discúlpame. - dijo recuperándose de sus pensamientos cuando el enano pidió una chispa, y chasqueando los dedos hizo brotar una pequeña llama en la pira que había creado el enano y retomó sus pensamientos sobre hipotenusas, cósenos y derivadas.

Gronkar le dio instrucciones algo más comprensibles a su hermano para que pudiese facilitarle los componentes e instrumentos de medición a Snorri. La hoguera se encendió con la chispa de la magia, que parecía arder en deseos de cumplir su propósito y jugar con el tejido mismo de la realidad, el espacio y el tiempo.

Con algunas correcciones del semiorco, que conocía bien la obra y las manías del geómetra, Snorri logró completar la primera parte del ritual. El vapor se enroscaba en extraños arabescos en torno al hechicero mientras este los dirigía con cuidado a la fractura de la vidriera. Si su profesor de aritmética pudiese verle ahora habría llorado de emoción poco antes de denunciarle al Concilio por incumplir infinidad de leyes contra ese tipo de hechizos.

Pero mientras Snorri empezaba a entonar los cánticos, la realidad vibró. De la vidriera surgió un ser distorsionado que avanzaba torpemente sobre cuatro patas. Consumido y macilento, con una larga y retorcida lengua.

Para Tukk, Snorri y Talan era, para su desgracia, una cara conocida.

—¡Es la criatura! —advirtió Gronkar—. ¡Parece que no quiere ser expulsada de este plano! ¡Debemos proteger al hechicero mientras completa el cántico*!

-Maldición. Tukk, ¿la derivada de una función arcoseno de equis era uno partido por la raíz cuadrada de uno menos equis al cuadrado o menos uno partido por la raíz cuadrada de uno menos equis al cuadrado? Siempre me lío con eso. Ah, ya, no me lo digas. Ya sé.

Snorri iba despejando los complicados cálculos mientras lanzaba preguntas de ese tipo al resto de sus compañeros que el mismo se respondía. El mago movía las manos en ángulos diversos y el humo de los diferentes componentes que ardían en la pira se iba asentando en la vidriera tomando formas y colores de lo más variopintos hasta llegar a restaurarla. Ahora solo quedaba implorar a la diosa con los cánticos.

-Ah, sí. Me olvidé comentaros que andar jugando con los planos tiene el riesgo de atraer criaturas de este tipo. - Dijo como si se tratara de una minucia antes de seguir con los cánticos.