Partida Rol por web

Nadie se paraba y el enano se veía forzado a seguir la carrera, pero el cansancio empezaba a pesar en sus hombros y pronto perdió el ritmo quedando atrás de forma bochornosa.

Al ver que el gnomo por fin decidía luchar, algo de animo volvió a su rostro, si bien solo pudo escupir a un lado para quitarse la saliva espesa de la boca y afirmar su arma en sus manos. -¡Eso!-

Todos parecían frenarse para enfrentarse a lo que nos perseguía. Quizás fuera la mejor opción ya que nos estábamos cansando innecesariamente para acabar luchando. Mejor hacerlo ahora que no cuando estuviéramos agotados del todo.

Me puse las manos en las rodillas para recuperar el aliento y me preparé junto a los demás para luchar de nuevo por nuestras vidas.

Sí. Luchemos.

Judge corría con todas sus ganas, los demas parecían decididos, pero de pronto el grupo paró en seco.

No entiendo muy bien esta indecisión, se nota que la hueste no guía sus pasos de forma clara y contundente. Yo estoy aquí para ayudar también....

Judge giró sobre si mismo y desenfundó la espada a dos manos.

- ¡Cuando queráis!

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Cuando finalmente el grupo decide parar y preparar una defensa, el grupo de Krenshars se detiene a la distancia. Lanzan algunos aullidos más y dan vueltas sobre si mientras no os quitan el ojo de encima. 

Algunos de ellos terminan sentándose o estirándose mientras otros permanecen en pie respirando profundamente o limpiándose una pata a lenguetazos.

No parece que os vayan a atacar directamente.

Pero alguno de sus terroríficos aullidos de vez en cuando os recuerdan que están allí, aguardando.

Myrmex estaba desconcertado con aquellas bestias. O bien estaban preparando algún tipo de ataque, o símplemente mantenían la distancia sin decidirse a atacar. Algunos animales carroñeros se limitan a seguir a posibles presas, y bien podría ser el caso.

-Bueno, pues creo que no nos quedan más opciones que atacar nosotros primero o seguir avanzando, pero sin correr para no agotarnos. Podríamos probar esto último, sin perder de vista a nuestros perseguidores para mantenernos alerta. ¿Qué decís?

Sicho frenó en seco nervioso al escuchar las palabras del grupo y se giró para ver la situación. La visión de aquellas bestias acechando a lo lejos y con su piel hacia atrás le aterrorizaba.

- Huir. -dijo muy seco- Yo voto huir. Mientras podamos. Pero no entiendo por qué se han parado ahora. ¿Algo les impide avanzar? Si nos escondemos despacio entre estos árboles y las aguas de la ciénaga quizá pasen de largo.

Viendo que las criaturas se paraban y las palabras de sus dos compañeros, Kai escupió en el suelo y continuó marchándose, pero esta vez sin correr y observando a esos malnacidos a cada paso. -Malditas bestias salidas de Khyber.-

En cuanto el grupo hacía amago de continuar avanzando, los Krenshars se levantaban y volvían a perseguir al grupo de nuevo. Pero siempre manteniendo la distancia. Con algún aullido aterrador de vez en cuando.

Incluso alguno de ellos hacia el amago de salir a la carrera hacía vosotros, pero a la que veía que os cuadrabais, retrocedía hacía atrás a paso casual, como si solo hubiera sido un juego.

-Parece que funciona-dijo Myrmex en voz baja a sus compañeros-. Confiemos en que se cansen pronto de seguirnos.

- No me huele nada bien el comportamiento de estos bichos, ¿por qué no atacan?

Sicho continuaba moviéndose despacio pero no conseguía quitarse ese nerviosismo de encima. Que las bestias tuvieran esa actitud le desconcertaba mucho.

- ¿Tendrán miedo de algo? ¿Y si hacemos por atacarles? ¿Quizá a distancia? -dijo con la cabeza llena de preguntas- No sé si será buena idea llevarlos hasta el barco.

No me atrevería a atacarle si ellos no hacen la intencion. Puede que se cansen dentro de poco.

No me creía demasiado mis palabras pero era lo más sensato en aquel momento. Debíamos avanzar pero sin perder de vista  las criaturas que nos acechaban

Avancemos con cautela.

Kai masculló algo incomprensible y luego miró a Judge.

-Que te dicen tus dioses, forjado- Le preguntó cauteloso mientras observaba a esos monstruos con resquemor. -Crees que los dioses nos sonríen o mejor lo tomamos con cautela.-

Judge tenía la mirada perdida pensando y rezando en su interior. las palabras de Kai le trajeron a la realida de nuevo.

- En la hueste tenemos de todo, algunos honran la batalla, otros honran la vida. ¿Qué camino debemos tomar?

Sacó un libro y un símbolo sagrado de la mochila, dejando su arma apoyada en el suelo y en su pierna al mismo tiempo, por si acaso. Después de hojear y murmurar palabras anunció su decisión.

- Arawai, como ya sabréis, la diosa de la vida y la naturaleza, la siento por estos terrenos. Sus palabras nos dirian claramente que dejemos a esas pobres criaturas en paz y sigamos nuestro camino.