Partida Rol por web

Finalmente el grupo cruza las puertas de la ciudad y se encuentra con un lugar luminoso, de calles anchas y brillantes por las que pasean gentes de una gran variedad de razas. Casi todas las casas tienen una tienda adosada y en varias de ellas se pueden ver artesanos trabajando en sus creaciones.

Desde la entrada se pueden ver las torres del palacio que preside la ciudad desde lo alto de una acumulación de rocas.

Flogdegnurt se quedó mirando aquella formidable construcción con curiosidad, preguntándose cuánto tiempo habría llevado construír aquello y para qué hacer semejante cosa. Era sin duda la ciudad más grande y ostentosa que hubiese visto jamás y estaba llena de puestos donde comprar o robar todo tipo de mercancías. Pero esas calles exageradamente anchas y ese palacio de tamaño descomunal, le parecían poco prácticas. En caso de ser atacados, un ejército podría desplegarse y campar a sus anchas, nunca mejor dicho, por sus calles.

En los tiempos del rey Gimlok III, que convocó a las 11 tribus de las montañas contra el imperio, conquistar aquella ostentosa ciudad habría sido pan comido.

Bien...debían buscar a Los Velthana. No tenía ni idea de quienes eran ni dónde podrían localizarlos. Por un momento se sintió estúpido por no haber preguntado a Frank quiénes eran o dónde encontrarlos. Se imaginó al viejo riéndose a carcajadas al darse cuenta que ninguno de ellos se había parado en aquella cuestión.

Miró a sus compañeros encogiéndose de hombros.

-Ir directamente al palacio y preguntar por elloz ahí. Zer quienez zer Velthana han de zer conocidoz en la ciudad. Allí zeguramente zabrán dónde poder encontrarloz. Ez deber de todo gobernante zaber de la gente a la que gobierna.
 

Unos densos nubarrones empiezan a cubrir las calles de la ciudad...

Una vez Varag les hubo informado de quiénes eran los Velthana, Norm propuso que todos pararan en una posada para tomar un refresco y un baño. Los exploradores grises debían aparentar su mejor forma antes de llegar a palacio. Una vez hecho esto, se pondrían sus capas reglamentarias y acudirían a las puertas del palacio a explicar su propósito y misión.

—Si parecemos unos pordioseros, igual tardan en recibirnos. En cambio, si llegamos aseados y preparados, igual ganaremos horas. Yo creo que las cosas de palacio van así...

- ¿Bañarnos?

Abot levantó el brazo

- ¿Por qué? ¿Olemos mal? snifff se olió el sobaco con detenimiento Yo, como mucho, huelo a bosque.

~~—Si parecemos unos pordioseros, igual tardan en recibirnos. En cambio, si llegamos aseados y preparados, igual ganaremos horas. Yo creo que las cosas de palacio van así...

El orco titubeó pero acabó dando la razón al humano. Una hora más o menos no les haría no llegar tarde y había pasado suficiente tiempo con la nobleza como para saber que las apariencias eran importantes.

Preguntemos también en la posada de que es lo que se comenta por la ciudad. Quizás así no iremos totalmente a ciegas a ver a los Velthana. - Un Explorador Gris se debía a su misión pero no por ello debía dejar de ser precavido.

~~- ¿Por qué? ¿Olemos mal? snifff se olió el sobaco con detenimiento Yo, como mucho, huelo a bosque.

Sí, a pino. - respondió Varag con humor. Haber terminado el viaje era buena noticia. Solo esperaba que la recepción que les esperaba no incluyese beber hasta caer redondo. El guerrero no era buen actor y ganar al anfitrión no era particularmente educado.

…

Flotaba en un mar de oscuridad, no sentía nada, juraría que estaba ya en algún transito espiritual post mortem. Era tranquilo, no se oía nada… no se sentía nada… seguro que con el tiempo se volvería insoportable, ¿o no?

— Pobre la mente de los mortales, solo unas horas te parecen eternidades —. Se dejó oír una voz calmada, reflexiva, afable, casi risueña por el comentario. — ¿Será por eso que ustedes no soportarían la inmortalidad? ¿Porque sus mentes no están preparadas para la inmortalidad así como sus cuerpos?

Abrió los ojos, una mujer de aspecto aparentemente humano… claro pero a la vez difuso, como rodeado por una especie de resplandor extraño… se le aproximaba.

— Soy  Landra, pero tú no me conoces. No importa. No me agrada demasiado el título, demasiados recuerdos desagradables.

Se dio cuenta de que podía incorporarse. Se hallaba en completa desnudez, mero no le importaba demasiado, no sabría decir si aquella Landra se encontraba en iguales condiciones o si poseía alguna clase de ropa de su mismo color de piel. No tenía ninguna herida en su cuerpo, cuyo pelaje se veía claramente tan suave y bien arreglado como en los días en que vivía su cómoda vida.

— ¿Has decidido morir? Cuando acababas de descubrir que no eras como el común de los mortales. Esta vez no lo harás, no aun, mortal; pero no deberías seguir arrastrando esas cadenas hacia tu pasado.

De pronto, en un pestañeó, como si nunca hubiese estado y solo se trataba de un recuerdo… Landra desapareció. No tuvo que aguardar demasiado… otra figura comenzó a acercarse, y esta no emitía luz propia, aun así cuando se acercó lo suficiente pudo distinguirlo tan bien como se veía a su propia persona… aunque no se viera ninguna luz en aquella oscuridad total.

[color=#990099]— “Softy”… querida valiosa joya de mi colección. —[/color] Dijo Sadín Ifavor, con un tono amanerado, como si le hablara a una vieja amistad reencontrada, luciendo uno de sus típicos trajes lujosos. [color=#990099]— Que suerte encontrarte, temía que te había perdido.[/color]

— ¿De dónde…? [color=#990099]¡Vete! No quiero volver a verte —[/color] Respondió. [color=#990099]— ¿Cómo pudiste? Creí… que me amabas, que teníamos algo especial; ¡me abandonaste con esos asesinos![/color]

[color=#990099]— No me hables así. —[/color] Su tono cambió completamente. [color=#990099]— Te enseñe a nunca hablarme así. Eres lo mismo que este traje, lo mismo que un perro, se te olvido ¿Verdad? Deberías haber vuelto con tu amo, yo soy tan asquerosamente blando que hasta no te pediría que me beses los pies, te habría dado algo de comer.[/color]

[color=#990099]— Ya basta. ¡Ahora soy libre![/color]

[color=#990099]— ¡Eres solo un perro perdido! Tú me perteneces, tus padres me pertenecieron, tus abuelos, incluso tus bisabuelos, yo los elegí y los cruce solo con quien yo quise. —[/color] Y agrega riéndose entre dientes. [color=#990099]— Te hice mía más veces de las que tú eres capaz de contar.[/color]

[color=#990099]— Ya no soy “tuya”, Sadín —[/color] Responde con amargura, con los ojos entrecerrados en finas rendijas [color=#990099]— Pase un año durmiendo en la tierra, comiendo basura, y tú ni siquiera intentaste buscarme. Si al menos hubieses aparecido en ese momento… si al menos hubiese encontrado un mensajero o lo que sea que dijese que me mandaste buscar, yo habría ido corriendo ante ti. No importa la excusa que me dieras, yo…[/color]

[color=#990099]— ¿Yo? ¿Escusas? Que confusión tienes en ese cerebro diminuto. Yo soy un Ifavor, no me encojo ante nadie. Y tú, pequeñ-A sabandija refinada… todo lo que eres fue por mi gracia y capricho, mientras viva me pertenecerás.[/color]

[color=#990099]— ¡No…![/color]

[color=#990099]— ¡Ya has hablado bastante! Ya es, por mucho, demasiado molesto —[/color] Con unos ademanes rápidos de su mano izquierda de pronto las palabras dejaron de oírse por más que “Softy” esforzara su garganta.

— Debes enfrentarlo. No temas más, hazlo de una vez. — Resonó la voz femenina dentro de su mente.

“Softy” corre velozmente hacia aquel con las garras desenvainadas. Intenta clavar sus garras de su mano derecha en el rostro pero Sadín con toda la tranquilidad y facilidad del mundo simplemente se mueve a un lado esquivando el ataque además de darle el tiempo suficiente para patear los pies de “Softy” haciéndole caer estrepitosamente. Enseguida se levanta saltando directamente del suelo en un intentó furioso y desesperado de enterrarle sus garras pero este fácilmente vuelve a esquivar cómodamente. “Softy” intenta calmarse, está claro que ni siquiera está intentando contraatacar en total humillación suya. Vuelve a arremeter pero Sadín intenta agarrarle los brazos, pero “Softy” se aleja hacia retrocediendo de un salto, instantáneamente vuelve a saltar desbordando rabia arremetiendo hacia el otro y consiguiendo por fin hundirle sus garras, propinándole 3 zarpazos con ambas manos en el pecho y cerca de la cabeza ante un sorprendido Sadín. Dos de ellas son especialmente profundas, desgarrando las ropas y cubriéndolas de sangre que rápidamente se derramaba; el último logro darle en la frente, aunque superficial, pero las pequeñas gotas de sangre rebelaron a los ojos entorpeciendo su visión.

[color=#990099]— Ahora… —[/color] Dijo frotándose los ojos [color=#990099]— ¡Sí que te voy a matar![/color]

Sadín se arroja a atrapar a “Softy” pero los movimientos de su antiguo amo se entorpecieron y consigue eludirlo. Rápidamente vuelve a arremeter violentamente contra el otro pero este consigue cubrirse con sus brazos a la vez que hace que “Softy” caiga al suelo. Pero no pierde tiempo y da una patada aprovechando las garras de las zarpas de sus “pies” descalzos, logrando herirle el vientre pero solo logra rasgar aún más las ropas de su oponente.

[color=#990099]— Estas ¡Ropas valen más que tu vida! ¡Que la de toda tu raza! —[/color] Grita Sadín ya encolerizado lanzándose contra “Softy”.

Sadín consigue tomar del cuello a “Softy” y comienza a estrangularle. Forcejea tanto como puede pero no consigue quitárselo de encima, intenta clavarle sus garras pero no consigue atinarle debido a la fuerza que le asfixia. “Softy” entonces utiliza sus piernas para aplicarle una llave a Sadín que lo obliga a caer al suelo, ambos se separan intentando incorporarse. “Softy” se afana por agarrarlo pero este responde con una patada, “Softy” logra moverse a un costado con lo que Sadín solo consigue rozarla con su bota. Vuelve a arremeter contra el pálido vampiro consiguiendo hundir sus garras en el costado derecho de su rostro. El aspecto de Sadín era un desastre, “Softy” jamás lo había visto en un estado tan deplorable, la sangre se derramaba sin pausa.
Sadín lleva su mano hasta la herida acabada de serle propinada en su rostro, pone una rodilla en el suelo intentando recuperarse. Entonces se frota la sangre de su rostro.

[color=#990099]— Jeje… es bueno ver que al menos quien contrate para entrenarte no me timó, siempre creí que eras más adorno que otra cosa —[/color] Le dice, recuperando sorpresivamente su tranquilidad [color=#990099]— ¿Qué crees que cambiará esto? No puedes escapar de lo que eres, y todo lo que eres tú y tus antepasados fue por medio y gracia de mí.[/color]

[color=#990099]— “Mientras vivas me pertenecerás” —[/color] Repitió las mismas palabras de Sadín. [color=#990099]— Tienes Razón, ahora seré libre.[/color]

“Softy” acabó finalmente con Sadín desgarrando de un zarpazo limpio la garganta del que fue su amo. Su cuerpo cayo inerte al suelo desangrándose. Todo era tan irreal y apabullante, la sangre le hervía, se sentía más fuerte y poderosa que nunca, increíblemente viva… pero también lleno de un increíble vacío, soledad y espanto por lo que acababa de hacer… aun sentía algo por aquel de quien recibió cuidados desde su nacimiento.

— ¿Cuál es tu nombre? — Pregunto la voz femenina de aquella Landra reapareciendo. “Softy” no pudo responder.

— ¿Careces de un nombre? Pues reclama lo que has ganado, lo que es tuyo por derecho propio, ¿Cuál es tu nombre?

— ¿Sa… Sadín…? — Decía colmándole la extrañeza, pero enseguida continuo con más convicción — Sadín Ifavor.

— Los liberados toman el apellido de quienes fueron sus amos, pero ten cuidado al usarlo, la familia Ifavor es infame y peligrosa… y tú enemiga.

...

Sabias palabras. - reconoció Basta a Norm. - Tras un largo viaje, será agradable descansar brevemente y nos permitirá no parecer pordioseros al llegar.

Por no hablar de poder tomar el pulso a la ciudad.

—No se... podemos buscar alguna posada... pero lo mío es hablar con algún granjero y que nos prepare un baño... —Lo de Norm era el campo abierto. 

-Yo no quiero bañarme-contestó Flogdegnurt con indiferencia-Ni pienzo que importe. Zoy goblin. Zi la capa que llevamoz no ayuda, no creo que nada lo haga.

El goblin miró al resto de sus compañeros esperando a ver lo que pensaban hacer.

-...pero zi quereiz, puedo ezperaroz en una taberna.
 

Bastia dejó escapar un pequeño gruñido animal al ver a todos sus compañeros dubitativos sobre cómo actuar, si ir primero al castillo o preguntar en una posada y, si entraban en una posada, en cuál entrar y quién hablaría.

Giró sobre sí misma y entró en la primera taberna que vio.

Cerveza. - pidió dejando una moneda sobre la barra. - A ser posible no muy aguada.

Dio un largo trago según recibió la bebida y miró al humano tras la barra.

Hemos visto bastante movimiento desde que hemos llegado, ¿siempre es tan bulliciosa la ciudad? - sabía por los comerciantes de su caravana que la gente solía soltarse más si les dejabas hablar de su trabajo o de su lugar de procedencia. - Supongo que eso querrá decir que los velthana están siendo benévolos.

Giró sobre sí misma y entró en la primera taberna que vio.

Abot dudó un instante pero en seguida siguió a Bastia.

Cerveza. - pidió dejando una moneda sobre la barra. - A ser posible no muy aguada.

- Que sean dos, el viaje ha sido caluroso y estoy sediento. agachó la cabeza para mirar por encima de sus lentes la moneda de la barra  ¿Alcanza con eso para las dos?

Bañarse era una cosa, pero refrescarse del camino (por dentro) era muy diferente

El grupo se aloja en una posada, contrata unos baños y se deja caer por la taberna para escuchar que se habla.

La ciudad esta tranquila, parece razonablemente prospera y se habla poco o nada de sus gobernantes. La gente esta más preocupada por la guerra en el norte que por la política local.

A ultima hora de la tarde, bañados y arreglados algunos, aún sucios y algo achispados los otros, los nuevos exploradores se dirigen al palacio que corona la ciudad.

Allí son recibidos por un secretario al que no les sorprende su presencia. Tras esperar durante unas horas en una cámara con abundante comida y bebida, y llena de cortesanos con sus mejores galas son introducidos a un pequeño despacho donde les espera una pareja de humanos jóvenes.