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Los Últimos Días de la Libertad

Libres y Prófugos

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19/12/2023, 18:42
Klee Harlanz

A veces la vida es sencilla. Sujeta a parámetros corrientes. Decisiones simples que los diferentes elementos que conforman este conglomerado adoptan en un sentido u otro y que definen para bien o para mal, el curso de la realidad. Pero no es que Klee se estuviese poniendo filosófico. Era simplemente que percibía, como esos capullos estelares que solían blandir espaditas de colores, el devenir de su futuro próximo. Se veía claramente tirado en una zanja con varios agujeros de blaster en su tripa y, oh, sí, también cara por culpa del botarate de su socio.

¿Pero a quién demonios se le ocurre semejante patochada? ¿Tratos a largo plazo? ¿Esbirros de un señor del crimen? ¿Un primer cargamento de prueba? Anzak era un imbécil y la decisión, porque de esto iba el asunto, de Klee de permitirle hablar primero, era la piedra angular de toda aquella debacle que se cernía sobre el grupo como la sombra de un destructor imperial sobre un planeta primitivo. 

¿Tan difícil era aguantar el tipo y darle la especia a precio asequible? El tipo pensaría que había estafado a aquel grupo de pardillos y los pardillos, Anzak "lengua de mierda" y el resto, habrían conseguido un poco de pasta que quemar en los prostíbulos y salas de apuestas... por-la-ca-ra. Por que no había que olvidar que llenar esa mochila de pequeños fardos de especia había sido un extra que Klee había ejecutado cuando la prioridad era salvar el pellejo. Pero no... si existe la más mínima posibilidad de que ello comporte un lío de narices con serias posibilidades de morir, ahí que está la aguerrida tripulación de la Fénix para hacerlo posible. Lo de morir, claro.

Sin embargo el órdago ya estaba lanzado y, aunque el rodiano no aprobaba la estrategia de su socio... ¿cuándo sí? ...prefirió aguantar el tipo y ver la reacción del lagarto.