Partida Rol por web

Alexander, no sólo autoriza la conexión si no que además, me comenta que cuando provenga de ti la conexión no es necesario que le pida permiso por mi parte.

Conectados por La Voz, la comunicación es directa de el mago blanco hacia Alexander, no hay una transcripción del mensaje por parte de esta entidad que os conecta, si no que podéis escuchar la propia voz del otro y este puede contestar con su propia voz por lo que el mensaje no se corrompe de ninguna manera.

"Considero oportuno que cuando esté a solas, en un lugar seguro y en las afueras de Suzail, converse con la entidad que ahora le envía mi mensaje. Tenga en cuenta lo que hablamos antes, sea perspicaz y vea más allá de lo que sus ojos le muestran, no comenta imprudencias ni juzgue antes de entender. Puede que me demore más de lo previsto, pero volveremos a hablar pronto" 

Como respuesta a tu despedida de los dragones púrpura, Thorian te responde sin problemas, nos encontraremos pronto, espero y te guiña un ojo.

En una hora, a la entrada de la sede de los dragones púrpura. Te responde en dracónico

Por alguna razón del destino que se te escapa, no consigues nada de información útil. Cuando llegas, pocos rostros conocidos, los que conoces ocupados y con poco tiempo para dedicarte. Intercambias algunas palabras con ellos pero no hay nada de interés en lo que te comentan. Quizás realmente no haya nada interesante que saber.

El tiempo se me escurre de los dedos, mi paso por la sede de los Magos de Guerra es menos fructífero del que esperaba, apenas si veo alguna que otra cara conocida que me saluda de lejos. Pero al menos me han visto, Cormyr no está ajena a intereses que se mueven en silencio, entre sombras, y que me vean aquí es indispensable para poder trabajar con cierta libertad los días por venir. Los Magos de Guerra y los Dragones Púrpura son las fuerzas principales, con llegada al trono de Cormyr, la Posada sin duda esconde informantes menos relevantes pero que responderán a intereses particulares, algún gremio, algún noble, o incluso a los Harpers que se mueven de incógnito en el reino. Me interesa ser visto por ellos para hacer sólida mi coartada, pero no me preocupan en realidad, ninguna de estas fuerzas colaboraría voluntariamente con las fuerzas de la oscuridad. En cambio las fronteras de Cormyr tienen presencia de los Zhentarim o del Culto de los Dragones, y esos dos sí serían capaces de tratar con el elegido de Kelemvor, debo confundirlos en cuanto me sea posible para evitar dar ninguna ventaja a quienes aspiran a destruir la vida en Faerun. Debo ser en extremo cuidadoso.

La hora pasa rápido, y acudo al punto de encuentro que mi maestro dispuso, a la espera de su llegada.

Parecía que iba a darse un nuevo paso en pos de la misión que les aguardaba en el futuro, o al menos eso extrajo del mensaje de Dhelen. Aunque de nuevo parecía que estaría escaso de información.

No quiso esperar más, inició su camino hacia la posada donde se había alojado previamente para irse a las afueras con su montura, no pensaba ir lejos pero le vendría bien estirar las piernas y galopar un poco para desentumecerse. De paso podría salir del tumulto de la ciudad y sentirse a solas durante un tiempo.

El paseo se le antojo breve, sentía una extraña preocupación como si sintiese que algo terrible estuviese a punto de pasar. Creyó estar sugestionado por todo el misterio que le había rodeado durante las últimas horas, y añadido al descubrimiento del culto del dragón era lo que necesitaba para completar las teorías conspiranoicas. Sacudió su cabeza para eliminar esos pensamientos que no le llevarían a ninguna parte, y una vez hubo llegado a su destino desató a su compañero y lo montó en dirección a la puerta este.

Intentó darse toda la prisa que pudo sin llegar al galope entre los muros, una vez en el exterior jaleó a Arivae y se alejó a toda velocidad disfrutando del viento que golpeaba su cara. La carrera duró unos minutos hasta que encontró un buen árbol con sombra y se bajó a su lado. Compartió agua con su caballo y le dejó sin ataduras. Aprovechó entonces para rezar a Torm, previo a la conversación con la Voz.- Gracias por haber cruzado mi camino con el de mis nuevos compañeros. Mentiría si dijese que no disfruto la compañía de vez en cuando, pero no puedo arrastrar a nadie hacia la vida que yo tanto disfruto, pero que se que para otros puede significar el mayor de los horrores. No todos pueden enfrentarse al mal, y por eso te pido protección para tanto los que luchan contra el como para los que lo sufren. Espero seguir a la altura la prueba que me has encomendado y poder llevar tu luz y justicia hacia cada rincón de nuestro mundo. Cuida de mi viejo amigo allá donde esté ahora, nunca apartes tu mirada de el pues su bondad no conoce límites. Guía mi espada y mi juicio para con ellos atravesar el velo de las sombras y golpear a la oscuridad directamente en el corazón.- Una vez hubo terminado la pequeña plegaria, adoptó una postura más cómoda bajo la sombra del árbol y esta vez contactó con la voz.- Estoy solo, a las afueras como Dhelen me pidió. ¿Hay algo que tienes que decirme?

Maxer Hlarr no se hace esperar y a la hora indicada aparece junto con lo que parece ser un aprendiz suyo, un humano relativamente joven con una capa azul, un bastón de apariencia corriente, corta barba, de pelo castaño y una túnica blanca.

Saludos Dhelen, permite que te presente a Christian Pixie, un joven prodigio al que he adoptado como mi aprendiz y con el que no tengo secretos. Cuanto tiempo sin verte. ¿A qué debo el placer de esta visita?

Si quisiera decirte algo, yo mismo habría contactado contigo.

Mi maestro acude puntualmente, le estrecho la mano con afecto y respeto, gracias a él es que soy quién soy ahora. - Maestro Maxer, gracias por venir, me alegra volver a verlo - No vino solo como esperaba, lo acompaña su aprendiz, un joven mago que ocupa el lugar que años atrás yo también ocupé, sus vestiduras blancas se espejan con las mías y no tengo dudas que ha de ser inteligente y capaz, el Consejero es muy exigente a la hora de elegir a sus discípulos. - Mucho gusto Christian Pixie, mi nombre es Dhelen Tarvor, alguna vez estuve en tu lugar - le extiendo mi saludo en tono amistoso. No puedo evitar, ni quiero hacerlo, el verlo como es a través de mis ojos¹.

- He venido a la Capital por unos asuntos, no quería dejar pasar la oportunidad de saludarlo. Sin embargo, debo admitir que no es sólo eso por lo que le pedí de vernos. Podemos ir a un lugar más privado? - le propuse, invitando con un gesto a su aprendiz, si Maxer confía en él, entonces podrá escuchar lo que tengo que decirle. Caminamos unos metros hasta alejarnos de la entrada de la sede de los Dragones Púrpura, caminando por los jardines a su alrededor.

- He tenido algunas revelaciones inquietantes ultimamente, puedo ver los hilos que Kelemvor mueve para traer la destrucción a este mundo. No tengo pruebas, ni se con exactitud qué está planeando, me propongo averiguarlo y lo mantendré informado, pero tal vez sea bueno que el tema se trate en el Consejo de Magos de Cormyr, porque en cuanto el dios de la muerte actúe será demasiado tarde para detener su avance - mi voz es calma pero seria, no dejo dudas acerca de mi preocupación. Era pronto para notificar al Rey de algo así, menos sin evidencias, pero el Consejo de Magos era algo diferente, tenía contacto con otros Consejos similares de otros reinos y uno de sus miembros era nada menos que el Mago de la Corte Real de Cormyr, Vanderdahast, un hombre muy influyente y que estaba al mando de los Magos de Guerra y de los Dragones Púrpura, sus oídos sabrían apreciar esa información y se prepararía para la amenaza.

- Para dar con el enviado de Kelemvor y prevenir un desastre, contacté una entidad que me está ayudando y me reveló el nombre de alguien que en el pasado tuvo un gran poder, de algún modo encontrar su obra podría permitirme desmantelar los planes de su culto. Se trata de un tomo escrito por Yagrax, le suena ese nombre? Alguna vez escuchó hablar de él o sabe si podría encontrar algo al respecto en la biblioteca de Suzail? - pregunto, midiendo mis palabras sin faltar a la verdad.

Para ser sincero, esperaba que arrojara algo de luz sobre este asunto. Si lo que Dhelen dijo es cierto no tiene ningún sentido resumir nuestra reunión y lo que hablamos, pues estoy seguro de que ya conoce esos detalles. Estoy agradecido y me siento afortunado de haber encontrado a estos aliados, pero ello no quita que haya demasiadas sombras rodeando todo este asunto. Vuestra historia es mayor que la nuestra, por lo que entendí ya se conocen desde hace tiempo y han creado un pacto de confidencialidad, no le pediré que rompa ese pacto pero si que añada más información sobre todo esto. Siento que estoy detrás y no me gusta la sensación de ser una marioneta, no en el mal sentido, pero alguien desde luego está tirando de los hilos. Dhelen no cree que exista problema en que alguien de un poder tan grande como para conectar de esta manera a dos personas tenga unos objetivos personales  en este caso misteriosos, pero a mi parecer cuanto mayor el poder mayor la escala de los actos y por ende las consecuencias. No dudo de que las intenciones sean nobles y puras, pero volvemos al principio, deseo conocer más para poder estar completamente en sintonía tanto con mis compañeros, la misión y usted, la Voz.- Intentó ir todo lo despacio que pudo, sin exigir pero dejando claras sus inquietudes. No dudaba de las intenciones como el mismo había dicho pero no le gustaba la forma en la que se estaban desarrollando los acontecimientos, se sentía perdido sin saber que paso dar y hacía mucho tiempo que no se encontraba así.- He confiado en su palabra, me gustaría que confiara ahora en mi. Entenderé que no sea este el mejor momento para tener esta conversación, pero sentía la necesidad de dejar claras mis dudas.

El experimentado y anciano mago presta atención a todo lo que le dices, cuando pronuncias las palabras Yagrax su rostro se tensa pese a que intenta disimularlo ¿Yagrax dices? Se le nota algo preocupado y algo nervioso, nada propio de él. No creo que encuentres información de ese libro en ninguna biblioteca a la que vayas. Se detiene y te posa la mano sobre tu hombro brevemente mientras te pregunta ¿qué entidad te ha revelado sobre ese tomo? Dhelen, es muy peligroso. Ni siquiera yo me atrevería a abrir ese libro, pues aunque de sus páginas puede salir un gran conocimiento y poder hay una posibilidad muy alta de que mueras nada más abrirlo y en caso de conseguir sobrevivir a ello puedes volverte loco e incluso provocar alguna catástrofe. No entiendo bien en qué andas metido pero ese libro es un peligro para cualquiera.

Ni nombrar al dios de la muerte ni mencionar sus oscuros y destructivos planes captan la atención de mi maestro, pero nada parece alterarlo hasta que pronuncio el nombre de Yagrax. Quién fue como para inquietar a mi maestro? La certeza con la que asegura que no hallaré nada acerca del libro en una biblioteca justifica porqué no había leído nada al respecto, acaso es un nombre prohibido? Su pregunta acerca de la entidad me coloca en una posición incómoda, no voy a delatar el trato que tengo con La Voz, pero tampoco voy a mentirle a mi maestro - Se poco de esa entidad, pero eso no me desvela mientras continúe ayudándome a detener los planes de los nigromantes, no lograrlo sería nefasto para todo el mundo... si fracaso, es mejor que Cormyr se vaya preparando para un período oscuro como nunca antes se vio - le digo, sin ocultar mi preocupación por lo que mis visiones me han revelado al respecto. 

- Seré prudente, no lo abriré, no es poder lo que busco, sino detener la oscuridad que se avecina - le digo para transmitirle algo de tranquilidad, apelando a su confianza - Pero, sin referirme al libro sino a su escritor, quién fue Yagrax que resulta ser tan poderoso pero no se halla en las bibliotecas arcanas? Por qué el secretismo sobre su existencia? Los libros hablan de dioses malignos y de demonios, criaturas cuyo poder y maldad son extraordinarios, acaso Yagrax es peor que ellos? - me inquieta el motivo por el que se oculta su existencia - Para usted ese nombre significa algo, sería importante para mi que me ilumine al respecto ya que de un modo u otro me veré ligado a él, qué puede decirme acerca del autor del libro? - Maxer parece saber bastante de él, por eso me previene, por eso se preocupa, espero esté dispuesto a compartir ese conocimiento conmigo.

Por desgracia poco más sé, no sé de su autor. Ni siquiera si Yagrax es su verdadero nombre. Mira al suelo algo decepcionado. 

Después cambia de tema mirándote con curiosidad ¿Por qué me hablas de un período oscuro? ¿Qué es lo que se te ha desvelado exactamente? 

Asiento ante la respuesta de mi maestro y le resto relevancia al tema, no tiene porqué sentirse incómodo al respecto, bastante ayuda me ha brindado al advertirme sobre la naturaleza del libro. Tanto Maxer como La Voz sostienen lo mismo, que no debe ser abierto, así que lo tendré en cuenta.

Finalmente el mago pone su atención en algo de lo que dije antes, miro de reojo al joven que lo acompaña, no parece ser una amenaza, pero no lo conozco lo suficiente para revelar mi condición ante él, así que evito hablar más de la cuenta - Se me ha revelado que el mal se está moviendo muy activamente, los dioses malignos han elegido un par de personas cuya identidad aún desconozco, y le han otorgado una inmensidad de dones para cumplir con sus macabros planes. Su influencia se comenzará a sentir pronto, Cormyr tiene que estar preparada para todo, una plaga, una guerra, una invasión de dragones, un alzamiento de los orcos en la frontera, atentados del Culto de los Dragones o de los Zentharim, y hasta el levantamiento masivo de no muertos, esos son los riesgos que veo por ahora, y me esfuerzo a diario en descubrir sus movimientos a tiempo para frustrarlos -

- Maxer, le pido que comente estas cosas en el Consejo de Magos de Cormyr, para que los Magos de Guerra y los Dragones Púrpura estén preparados, e incluso otras ciudades redoblen su seguridad. Por mi parte en cuanto sepa algo más se lo haré saber. - espero tome en serio mi advertencia y no subestime el poder del enemigo, si lo hace será el fin de esta nación, yo sólo no podré detenerlos.

- Le agradezco su tiempo y su consejo, Maestro Maxer, sus palabras siempre iluminan mis caminos - me inclino levemente, agradecido por su colaboración, y luego detengo mi mirada sobre su discípulo - Tu mentor es un poderoso mago y una gran persona, estás en buenas manos. Alguna vez yo estuve en tu lugar y me alegra saber que hay más hombres con la vocación de proteger nuestro reino y usar las artes arcanas para oponerse al mal. Christian, encantado de haberte conocido - le sonrío y me detengo un instante frente a él, observándolo¹.

- Estaré en la posada Las Armas Doradas esta semana, si alguno de ustedes requiere de mi ayuda o simplemente quiere conversar, pueden dejar un mensaje allí y yo responderé en cuanto me sea posible. Gracias a ambos por su tiempo - dijo sin contener mi gratitud, sabiendo que ya tomé bastante de su valioso tiempo.

Tras despedirme me alejo de la sede de los Dragones Púrpura y camino hacia el mercado, entro en un local de ropas elegantes y compro una capa amplia y larga, de color bordó², algo nada usual en mi que suelo usar ropas blancas. Salgo del local y camino hacia los bordes de la ciudad, girando una y otra vez, hasta que estar cerca de los muros, buscando un rincón poco transitado, detrás de edificio poco concurrido, uso las artes arcanas para atravesar la gruesa pared y viajar sin sobresaltos al otro lado. Me espera un largo camino a pie hasta el punto de encuentro con Alexander y Thorian³.

Entiendo que el motivo de tus dudas es desconfianza hacia mi persona. Tiene sentido que desconfíes teniendo en cuenta que me oculto tras un seudónimo y no doy la cara. Pero todo ello no es más que para mi seguridad y tranquilidad. Piensa que si fuera el enemigo no brindaría una tan estimable ayuda de poder contactar con cualquier persona mentalmente y valiosa información sobre un enemigo que será común, lo más probable, con el tiempo. Para mí serías de gran ayuda y me gustaría que vuestra alianza con el mago blanco y Sir Thorian perdure. Pero creo que poco más puedo hacer de momento para que confíes en mí. Sólo se me ocurre que para que veas que yo confío en que es bueno para mí que el mago blanco, Thorian y tú seáis aliados; y por lo tanto no soy el enemigo, hacerte otra muestra de buena fe por mi parte. Estoy dispuesto a darte un pequeño obsequio, ¿hay algo material que pueda ofrecerte a cambio de que te involucres con el mago blanco y Sir Thorian en la búsqueda del libro que te comenté al principio? 

No soy una persona que se mueva por lo material, el dinero que he ido consiguiendo a ido a parar a lo mas necesitados, todo lo que tengo lo he conseguido gracias a mi esfuerzo y a mi dios, con mi arma, mi armadura, y mi fe he conseguido derrotar al mal al que me he enfrentado, pero si  creéis que necesito algo que me ayude en esta búsqueda no dudare en aceptarlo.

Te conozco, y sé que es así y aunque tu fe en Torm es lo que más fuerte te hace para conseguir tu objetivo, no está de más tener más herramientas necesarias para que la lucha contra el mal que está por venir sea más fructuoso. Te daré una espada digna del elegido de Torm si con esto me aseguro que vayas con el mago blanco a conseguir el Tomo de Yagrax para mi.

Que asi sea, aunque no alzare mi filo hacia nadie que no lo merezca, permanecere atento a cualquier señal de corrupcion, Golpere rápida y enérgicamente a la podredumbre de los corazones mortales. Dare muerte rápida y dolorosa a los traidores.

Las palabras surgen del paladin rápidamente como si fuera una letanía que se repitiera en su mente continuamente

Todas las buenas espadas tienen un nombre comienza a decir mientras a pocos pasos tuya se materializa una espada elige sabiamente el de esta pues puede que te acompañe durante mucho tiempo en tu gesta 

Ahora ve y cumple tu promesa, el mago blanco espera.