Partida Rol por web

Naibrar se quedó detrás de los hombres cuando éstos comenzaron a usar sus juegues y a poner en práctica sus habilidades. Ella no tenía nada que ofrecer, estaba especializada en convocaciones y en ese momento, ninguna sería de utilidad hasta que no hubiesen avanzado un poco más. Además, podía ver en la oscuridad a una buena distancia, de modo que toda aquella luz tampoco le hacía falta.

Algo se había movido. No donde se encontraban los intrépidos buscadores, que también, sino que algo se había movido a nivel global, a nivel místico, el multiverso acababa de dar un vuelco. Aunque de eso, aquel grupo de buscadores no tenían ni la más remota idea, aunque quizás lo descubrieran más adelante. Quizás más pronto que tarde y es que el tiempo y el espacio así como lo conocían había cambiado y lo había hecho para siempre...

Pero como habíamos dicho, algo se había movido frente a ellos. Mientras se adentraban en aquel lúgubre pasadizo que a tramos descendía en unas resbaladizas escaleras y a tramos no, todos ellos percibieron como un extraño ser se acercaba a ellos, silencioso, pero de forma imparable. Un ser de apariencia mecánica y ojos oscuros como la noche.

Era una criatura enorme, de más de diez pies de alto y fabricado de un metal negro mate que parece absorber la luz. Una niebla llena los espacios vacíos de su armazón esquelético y sus dos largos brazos terminan en afiladas garras metálicas. Una cabeza esculpida en forma de cráneo severo se encuentra por encima de un torso amplio, pero el constructo carece de cuello. Se mueve lentamente y en silencio, flotando ligeramente por encima del suelo sin hacer ningún ruido mientras se desplaza.

—Atentos —dijo Dhelen al ver aparecer a ese ser, cruzando el bastón por detrás de la espalda.

- He venido a por ti Dhelen Connors. - Habló aquel ser fijando su oscura mirada en aquel hombre de tez morena y carismática presencia. - Prepárate a morir. - Añadió con usu artificial y terriblemente profunda voz.

—Yo soy Dhelen Tarvor, de los Tarvor de toda la vida —habló aquel el mago de tez morena y carismática presencia fijando su oscura mirada en aquel ser de voz artificial y terriblemente profunda voz—. Te has confundido. Es a Sarah Connors a quien buscas.

La palabra idiota flotó en el aire, pero Dhelen no la pronunció.

- Morirás igualmente por atreverte a contrariarme... - Sentenció aquel ser metálico. Finalmente, el poder de las palabras no iba a servir para evitar el combate, el cual iba a ser... ¡A MUERTE!

Tarvor negó con la cabeza.

—Soy el Elegido de Savras, señor de la adivinación. He visto catorce millones de futuros y en ninguno consigues matarme. Ríndete o fenece.

Aquel ser metálico hubiera soltado una carcajada de haber tenido el mínimo sentido del humo, pero no fue así. 

- No serás el primero Guardián del Tiempo al que destruya, Dhelen Tarvor. - Remarcó con su profunda voz metálica. - ¡Y no serás el último!

Y entonces, tras aquella brutal amenaza, una sinfonía épico-terrible empezó a emanar de aquel androide.

- ¡Vaya, eso sí que no me lo esperaba! - Exclamó divertido el clérigo. - ¡Un androide vengador de la dimensión Z, con banda sonora incorporada, que viene a por ti Dhelen! - Le dio una fuerte palmada en la espalda a su ídolo que casi le corta la respiración. - ¡Jo, jo, jo! - Soltó una tremenda carcajada. - ¡Eres famoso en todo el multiverso! - Miró entonces a Alexander. - ¿Has visto eso Alexandar? - Sonrió. - Nuestra amiga Naibrar ha casado un muy buen partido! - Le susurró al paladín como si la elfa solar no pudiera escucharle, no obstante estaba justo a su lado y se enteró de todo. - ¡Jo, jo, jo! - Volvió a reír con muchas ganas.

-Vaya -comentó la elfa al ver aparecer aquel constructo

-Vaya -comentó la elfa al ver aparecer aquel constructo. Tras la conversación que Dhelen mantuvo con aquella criatura, la elfa puso voz entonces al problema al que iban a enfrentarse-. Es un golem de acero umbrío. Pero de los superiores. Tiene resistencia a la magia y a daño físico, solo puede ser herido con armas de adamantina y mágicas. Los conjuros de luz, sombra o energía positiva no le afectan, son inumnes.

No entiendo mucho de lo que me decis, solo decidme donde tengo que golpearle- dice Alexander