Partida Rol por web

Más allá de las montañas de la locura

Capítulo 7: en las montañas.

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24/02/2015, 20:50
Chester Field

Chester iba a soltarle un improperio a la vieja arpía - una cosa era meterse con él, y otra muy distinta meterse con la calidad de su trabajo - cuando el bueno del Doctor Hirsch le echó un cable, dándole la razón con lo de las fotos.

Bueno, al menos hay alguien cuerdo en este grupo - pensó con cierto alivio. Empezaba a estar ciertamente preocupado al respecto.

Señora Ménez, si no le gustan mis fotos, le sugiero que a partir de ahora tome usted sus propias instantáneas. Y entonces podrá decidir quién las ve y quién no, como hago yo.

¡Maldita sea! ¡Al final no había podido morderse la lengua! Es que esta mujer le sacaba de sus casillas...

Fue entonces cuando escucharon a Halperin. Chester intentó sacarse a Ménez de la cabeza y empezó a escudriñar por su ventanilla, buscando cualquier rastro del campamento.

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24/02/2015, 20:55
Guardián de los Arcanos

Está entrando ya la noche antártica, que es un momento mágico, especial. Con el reducido ángulo de incidencia del sol, las distancias se hacen siempre confusas, los colores vivos, los contornos de las cosas extraños y grotescos. El viento está soplando en todo momento desde las montañas. No ha rolado en ningún momento. Es fuerte, lo que dificulta la navegación, pero es muy estable, lo que parece evitar sorpresas. Todo lo que se ve desde el avión es un turbulento paisaje de rocas y nieve. Los montículos y salientes atestiguan eones de presión geológica, enormes cantidades de nieve han quedado atrapadas en las depresiones y estrechos y retorcidos valles, mientras que los picos y protuberancias de piedra al descubierto sobresalen sobre los glaciares y las laderas nevadas.

El Campamento Lake debería estar al pie de una de esas estribaciones, a una altitud de tres mil doscientos metros sobre el nivel del mar y unos setecientos cincuenta metros sobre la meseta polar, según los datos que tiene en sus notas Moore.

Comenzáis a volar a lo largo de las montañas, más o menos siguiendo la curva de nivel que resulta de cruzar esos datos. La Cordillera Miskatonic domina el paisaje al oeste.

En el silencio que se hace cuando todo el mundo comienza a buscar, por debajo del ruido de los motores, se puede escuchar el viento. Es como un acorde de multitud de silbidos, complejo y constante. Jamás habéis oído un viento sonar así. Jamás tras las acolchadas paredes de un avión con los motores a todo gas. El volumen debe ser impresionante, todo a la medida de las montañas.

El inquietante muro cuajado de escarpaduras pesadas y oscuras atrae el ojo y le hace olvidarse de la tierra que hay más abajo. El terreno es vasto. El aire sobre estas rudas y desnudas colinas está infestado de turbulencias una vez comenzáis a perder altura para poder ver mejor el suelo. El avión se sacude y salta continuamente, desviándose bastantes metros de su curso hacia arriba o hacia abajo en un abrir y cerrar de ojos. Parte del equipaje se suelta, de manera que es necesario que Halperin suba hacia aires más constantes y que lo sujetéis otra vez. A pesar de haberse movido en círculo, ya no está bien seguro de dónde estáis, así que hay que retroceder de nuevo para no dejar terreno sin cubrir.

Dominique procura comunicarse por la radio con los otros dos aviones, pero le cuesta mucho. La radio parece afectada por algún tipo de campo magnético, cosa que no es rara en estas tierras, dado que el polo magnético del planeta provoca numerosas turbulencias. De todas maneras sus esfuerzos dan para que todo el mundo se ponga de acuerdo y los tres aviones van batiendo el terreno, cada uno con su franja asignada.

Notas de juego

Todo el que no esté inmunizado, tirada de mareo: constitución x5.

Ah, si, Orientación, en vez de navegación, que se me va la pinza.

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24/02/2015, 22:01
Nandan S.
Sólo para el director
- Tiradas (3)
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24/02/2015, 22:56
Dominique Pickwell
- Tiradas (3)

Notas de juego

Entiendo que los dementes estan curados de mareos

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25/02/2015, 09:50
Timoty Pooster

Tim busca alguna marca en el paraje helado que recuerde a un campamento o algun destello de luz, fijandose en demasia en ello. Esto le conlleva empezar a ver borrosos y perder por varias veces la linea del horizonte y sus refetrencias espoaciales.

De pronto percibe un ligero dolor que se hace intenso en su cabeza, trasformandose en un mareo severo que le lleva a tener que sentarse de nuevo en el suelo y apoyar sus piernas en alto sobre un par de fardos de carga. Su tez se vuelve cerulea, blanquecina y empieza a sentirse realmente incomodo. Un sudor frio empieza a perlar su frente.

Si me permiten, he de descansar un poco, me encuentro indidpuesto..gasp!

- Tiradas (3)
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25/02/2015, 15:57
Guardián de los Arcanos

Notas de juego

Entiendo que los dementes estan curados de mareos

Nope, solamente los profesionales de la aviación o el mar están curados de mareo, los demás, a no ser que hayan concurrido circunstancias especiales (sacar menos de un 20% en la tirada y luego un descubrir o un seguir rastros) no son inmunes. Por ejemplo Nandan y Menez (creo) son inmunes.

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25/02/2015, 16:39
Aramiker Menez

- Lo siento mucho Sr. Moore, pero se me han dado órdenes de permanecer sentada...por mi propia seguridad.-Dijo con toda la mala leche de la que era capaz, que no era poca. Así que cuando todos miraban por las ventanas ella se sentó en el asiento y se apretó el cinturón de seguridad.- Así, bien sujeta, no vaya a ser que entremos en una depresión atmosférica y me vaya a romper la crisma.- ¿Por qué iba a mirar por las ventanas si ni siquiera le dejaban ver unas supuestas fotos?¿Cómo iba a encontrar ella un campamento en aquellas condiciones? Si aún quedaba algún resto visible ya habría sido oculto por la nieve y el hielo. Pero esto no quedaría así, iba a averiguar costase lo que costase qué ocultaban los Dementes sobre su viaje. Como se hubieran inventado todas esas historias iban a vérselas con Aramiker Menez. Disfrutando de las agradables turbulencias, nada comparadas con el sube y baja que habían sufrido en el Gabrielle, la intrépida reportera se dedicó a dar mimos al pobre Pooster que aún parecía sufrir de mareos.- Trate de relajarse. Usted puede con esto y más.

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25/02/2015, 18:15
Chester Field

Tras unos minutos de mirar por la ventana a ver si aparecía el dichoso campamento, Chester empezó a sentir el mareo y el malestar que solía invadirle cuando el avión sufría aquellas terribles sacudidas.

Tratando de controlar las arcadas, cerró los ojos y relajó su respiración. No se sentía nada bien, y aquel constante sube y baja no tenía visos de que fuera a terminarse en breve.

- Tiradas (1)
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25/02/2015, 22:37
Alexander Peabody

Apenas consciente de lo que le rodea, en parte por sus propios fantasmas y en parte por el enorme estruendo combinado de motores y viento huracanado. No comprende qué puede ser tan importante para que los demás se empeñen en mantener una conversación en esas condiciones, y desde luego no despiertan interés alguno en él las fotografías de la discordia. Por lo que a él respecta, ha visto suficientes "cosas extrañas".

Mirando absorto por la ventana, se levanta bruscamente señalando algo en el exterior y tratando de llamar la atención de los demás. Sin embargo, vuelve a sentarse, al parecer cambiando de opinión. Visiblemente pálido, solo acierta a esconder su cabeza entre sus rodillas, y parece presa de la nausea.

- Tiradas (3)
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26/02/2015, 01:53
Nandan S.

Nandan no conseguía estar quieto. Le gustaba mirarlo todo y andaba de ventanilla en ventanilla, sintiéndose feliz con la experiencia. No sentía el mareo de los demás si se ponía de pie y eso le ayudo a dar un vistazo tranquilo e indicar a Pooster algunos detalles para que los dibujara.

Cuando Chester se encontró mal, fue el primero que le acercó una pequeña cubeta para aliviarse. El chico había visto lo que el mareo podía hacer en hombres fuertes y grandes durante la travesía desde Melbourne, y una ayuda no le venía mal a nadie.

Notas de juego

Tiradas en la entrada anterior.

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26/02/2015, 21:59
(Starkweather-Moore, líder) William Moore

Es extraño, Moore se había evadido de su mutismo cuando hubo una tarea concreta que hacer, y ahora gritaba para hacerse oír mientras buscaba el campamento Lake con unos pequeños prismáticos, nadie del campamento Lake mencionó estas perturbaciones electromagnéticas. Señor Peabody, creo que su primera tarea será estudiar este fenómeno.

Se estaba comentando que la "tormenta" magnética duraba demasiado y que era demasiado estable. Normalmente estos fenómenos provocaban un ruido con una pauta típica en la radio y en los instrumentos. Tampoco estaba habiendo una aurora austral.

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26/02/2015, 22:06
Guardián de los Arcanos

Durante el enésimo bache aereo todos los que se habían mareado terminaron por vomitar hasta la última papilla. Y había bolsas en los asientos, pero era complicado apuntar en medio de tantos botes. Más de uno y más de dos adornaron sus parkas con vómito, y comenzó a oler a bilis y alimentos parcialmente digeridos.

Por otro lado Nandan había aprendido a tener el cinturon de seguridad puesto. Ya hacía rato que se había pegado un revolcón, dandose un par de golpes bastante serios tanto en la cabeza como en las costillas. Había sido trabajoso volverle a llevar al asiento aturdido como estaba, y Halperin había tenido que volver a salir de la formación para tomar altura y, así, llegar a zonas menos inestables. Ahora recuperaba la consciencia con un terrible morado en la frente, el tobillo torcido de mala manera y algo de sangre saliendo de un oído.

Fue Dominique quien descubrió el campamento Lake. Fue gracias a los hangares de los aviones: cuatro montículos cuadrados y grandes. Eso le guió a otros montículos más pequeños y no tan regulares que debían haber sido las tiendas. Todo parecía situado como para protegerse de los vientos dominantes, los que llegaban de las montañas. Más pequeños, había otras pequeñas depresiones, seis, en linea con lo que debería ser el eje que conducía al polo sur magnético.

La luz era a veces dorada y a veces gris. El lugar era una pequeña meseta de terreno llano. Tenía algo más de un kilómetro de largo, protegido en parte del incesante viento por una protuberancia y las colinas que lo rodeaban. El lugar no era muy diferente de los mil sitios similares que lo rodeaban, pero los montículos y partes en penumbra del hielo eran sospechosamente regulares en su tamaño, y estában dispuestos en columnas y ángulos que no parecían responder al capricho de la naturaleza. Había un montículo adicional que se os señaló desde el Belle, bastante alejado del campamento, unos cuatrocientos metros al oeste, en la base de un saliente de piedra. No parecía haber señales de vida, vistas desde el aire.

El aterrizaje fue violento pero, a decir de Halperin y Dominique, todo salió muy bien.

- Tiradas (6)

Notas de juego

Nandan: seis puntos de daño por golpes varios contra todo lo que hay en el avión, incluidos tus compañeros.

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26/02/2015, 22:42
(Starkweather-Moore, líder) William Moore

El rugido de los motores se apaga, queda solo en lilencio adornado por los cantos del viento. Es un sonido desértico y solitario. Durante un instante nadie se mueve, luego el profesor Moore se desabrocha el cinturón, se os acerca y os mira a los ojos. Uno a uno.

Sabéis porqué estamos aquí, por supuesto. Dice en voz baja, serio y concentrado. Estamos aquí para descubrir lo que pasó hace tres años. Lo que pasó en realidad. Algo terrible ocurrió ahí fuera, a unos pocos metros de este punto. Yo no sé lo que fue, pero me costó unos cuantos buenos amigos. Y los que saben lo que ocurrió, los que volvieron a casa tienen miedo de contarlo.

Hace una pausa para que asimiléis lo que ha dicho.

Conozco a esos hombres como conocí a los hombres que fellecieron. Lake, Atwood, Carroll, todos eran hombres valientes. No temían lo desconocido. William Dyer y Frank Peabodie eran también valientes. No tenían miedo a la muerte ni a la verdad.

Aquellos que volvieron a casa sin embargo, todos y cada uno, mienten sobre algo. Algo que intentan ocultar al mundo. Les pido a ustedes que me ayuden a descubrirlo. Ustedes no temen mirar debajo del velo que cubre la realidad o a razonar sobre lo que encuentren ahí. Yo quiero saber lo que es, dónde está, antes de llamar al señor Starkweather. No muevan nada todavía, pero husmeen todo lo que puedan. Saquen toda la nieve que estorbe sin tocar nada.

Tenemos gran parte del día hasta que llegue la perforadora y las máquinas de derretir hielo. Tan pronto como hayan montado las tiendas serán ustedes libres para explorar. Quiero saber qué fue lo que mató a mis amigos.

Por un momento echa un vistazo al Belle y a su tripulación, con una cara perfectamente inexpresiva y luego se dirige hacia la salida. Los ahora sobrecogedores silbidos del viento, los acordes que varían extraordinariamente, ricos, con una armonía que molesta al oído humano, rubrican sus palabras.

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27/02/2015, 16:40
Dominique Pickwell

Una vez aterrizados, Moore nos da el mensaje de "bienvenidos al infierno" mientras Halperin y yo llevamos a cabo la rutina de estacionamiento del avion. Halperin esta vigilando el motor que hemos dejado al ralenti para proporcionarnos la calefaccion necesaria mientras nos equipamos para salir al exterior.

Bueno, pues al lio. Vamos a buscar un buen sitio que este a resguardo para montar las tiendas, pero lo primero es vestirse correctamente antes de salir del avion. Asi que tras vestirme y comprobar mi estado presto ayuda, superviso y me supervisan la correcta colocacion de la ropa.

Vayan localizando el sitio mientras terminamos de aparcar el avion. Dicho esto Halperin y yo terminamos por parar el motor, hacemos la ultima comprobacion interior y salimos al exterior a colocar los vientos en las alas, las lonas para proteger la cabina y los motores y el mantenimiento diario de los motores antes de que se enfrien.

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27/02/2015, 18:43
Dr. Arthur Hirsch

Lo primero es lo primero. Muchacho, no te muevas, vamos a ver si tienes algo roto. Hirsch no hacía mucho caso de lo que decía Moore. Como había dicho al principio, era algo que ya sabíais o maliciabais desde hace tiempo. El rollo de los "hombres de Moore", que había comenzado con la casualidad de que llegarais a la nómina de la expedición cuando ya los sabotajes estaban en su apogeo, había sido aprovechado para que Moore pudiera llevar a cabo investigaciones más personales.

Puede que tengas una costilla rota. ¿Te duele aquí? Si. Parecía doler mucho. Hirsch retiró rápidamente el molesto dedo. Rota no, pero debe estar fisurada. Tu tobillo se hinchará. No se te ocurra quitarte la bota, porque luego no te la podrás volver a poner. En cuanto al golpe en la cabeza, necesitas reposo. Dentro de una media hora tendrás náuseas. Dominique, se dirigió al piloto canadiense con toda formalidad, debe mantener el avión caliente durante una hora o así, el muchacho necesita reposo, oscuridad, un cubo para vomitar y tener ese pie en alto. Mientras lo decía le ponía una inyección. Antiinflamatorio, muchacho, con algo de analgésico. Y recuerda que cuando los expertos aconsejen llevar el cinturón puesto, debes llevarlo puesto, ¿de acuerdo?

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27/02/2015, 19:54
Aramiker Menez

- Pobre chaval.- Decía Menez mientras acariciaba la frente morena de Nandan y le echaba para atrás el alborotado pelo con gesto de preocupación. La sangre de Starkweather senior corría por sus venas y se preguntaba si no estaría maldita y por eso el joven Nandan tenía tan mala suerte. Pero no lo dijo en alto para no preocupar al pobre.

Menez entrecerró los ojos ante las misteriosas palabras de Moore.

- Cuídelo bien.- Le dijo a Hirch mientras buscaba la compañía de Pooster. Antes de partir a investigar se dio la vuelta para despedirse de Nandan.- Luego vengo a hacerte una visita.- Antes de salir se dispuso a preparar todo su equipo meticulosamente. Nunca había que tener prisa en el desierto de hielo, es lo que había aprendido en los cursos del Gabrielle.- Maggie, cariño, yo te sigo.

Notas de juego

Si esta Maggie por ahí voy con ella. Mi equipo el mismo que cuando fuimos al campamento Lexington.

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27/02/2015, 22:49
Dominique Pickwell

No hay problema doctor, mantendremos un motor operativo todo el tiempo que podamos, asi que me dispuse a desmontar un par de asientos para acomodar a Nandam lo mejor posible, halperin, quedate en cabina y hechale un ojo al chaval de vez en cuando, yo salgo afuera a asegurar el avion.

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27/02/2015, 23:07
Maggie O'Connel

Nadie sale fuera sin que yo misma revise sus ropas, ¿entendido? Llama al otro avión y diles que no salgan hasta que vaya yo.

Notas de juego

penejotizando

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28/02/2015, 00:08
Chester Field

Como la última vez, había vomitado hasta la primera papilla. Eran las perturbaciones lo que hacía que se sintiera tan mal... ¿o era otra cosa? Alguien había hablado de tormentas electromagnéticas, o de no-sé-qué electromagnético. Quizás era aquello lo que hacía que Chester prefiriera estar muerto. El fotógrafo recordaba perfectamente la última vez que a bordo de un avión habían sufrido un fallo por culpa de algo electromagnético.

Dragones... dragones por doquier - empezó a murmurar, medio inconsciente por el mareo.

El aterrizaje hizo poco para mejorar el estado de Chester. Seguía sintiéndose fatal, y ahora además hacía frío. Y Moore decía, no sé, cosas. Cosas serias. Chester apenas entendió nada de lo que decía. Empapado en sudor, intentó poco a poco relajar su ritmo cardíaco, respirar profundamente - pero tampoco demasiado, el avión olía a mierda medio digerida - y prepararse para salir al exterior.

Dicen que el aire fresco ayuda a despejarse. Bueno, quien diga esto o es un gilipollas o no tiene ni idea de lo que es el aire antártico. Aquello no te despejaba: te golpeaba en el plexo solar como un boxeador profesional, haciendo que te doblaras por la mitad y dejándote sin aliento, tratando de coger algo de aire para poder volver a respirar.

Bueno, había trabajo que hacer. Y por todos los dioses que Chester no se sentía capaz de hacerlo, pero si quería ver salir el Sol a la mañana siguiente, más le valía tener un sitio donde dormir.

Y estas tiendas no van a montarse solas, o sea que en marcha - dijo, tratando de animarse sin mucho éxito.

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28/02/2015, 23:20
Guardián de los Arcanos

Las tiendas no podían montarse solas, desde luego, y en el equipaje estaban todos los pertrechos de supervivencia que iba a usar todo el grupo que iba a ir, así que también había que descargarlo y dejarlo a un lado bien atado. A eso se añadían las primeras piezas de la taladradora de Peabodie, equipo pesado y  aparatoso.

Se cerró la última cremallera de los trajes y se abrochó el último botón. Hirsch y Nandan permanecieron el el avión durante la primera hora, hasta que fuera seguro que al chaval no le iban a sobrevenir complicaciones por culpa del golpe en la cabeza, y hasta que actuaran los antiinflamatorios. Halperin, DeWitt, Huston y Dominique se pusieron a hacer el mantenimiento de los aviones, que tenían que regresar para hacer más viajes. Maggie dirigia el montaje de las tiendas necesarias para que todos pudierais guareceros, el montaje de la antena de la radio y la de la radio misma cayó en manos de Peabody. El resto eran poco menos que peones a la orden del especialista que quedara más cerca.

Acacia y su gente observaron vuestros movimientos durante unos momentos. Estaban Acacia, Williams, Wrigth, Tuvienenn y Prestley. Luego ellos también se pusieron en movimiento: Prestley sacó un trípode y una cámara y se puso a grabar. Acacia y Tuvienenn comenzaron a montar una tienda para los tres que se iban a quedar. Williams y Wrigth comenzaron a hacer el mantenimiento del Belle.

Vuestro campamento se estableció a unos noventa metros del campamento Lake. La primera semilla, que vosotros ayudasteis a plantar, fueron la tienda para despensa y cocina, la tienda del generador y la radio y la tienda para los especímenes, laboratorio y material científico en general. Más adelante se pondrían las habitaciones. Por el momento esas tres tiendas eran suficiente. En cuanto los aviones estuvieron vacíos (Nandan cojeando pero bien y Hirsch salieron cuando pudieron) Halperin, Huston, DeWitt y O'Doul despegaron para volver al campamento base a por más material, al igual que Williams y Wrigth con el Belle.

Para hacer vuestro trabajo correctamente había que apilar bloques de hielo como defensas contra el viento, cajas y barriles que pudieran estar expuestos al frío. Como colofón a todo el esfuerzo, a eso de las 23:00 Dominique eligió para ser señalizada la mejor pista de aterrizaje que pudo encontrar y dirigió la instalación de un par de mangas de viento y de banderolas de colores y soportes para bengalas, por si había que hacer aterrizajes en condiciones de mala visibilidad. Todavía faltaban unas cuantas horas para que llegara más gente.

A eso de las 22:00 horas del día 27 el trabajo se había acelerado, ya que la gente de Lexington había terminado con lo suyo y acudió en vuestra ayuda. Priestley (y Chester también, aunque quizá en menor medida, ya que vosotros teníais más trabajo) se habían estado dedicando a molestar a todo el mundo para que hicieran poses para las fotos y tomas de cine. "Posa para la foto" y "¡Vamos, amigo! ¡Estamos haciendo historia! ¡Ya verás lo orgullosos que se pondrán tu mujer y tus hijos!" fueron frases comodín para obligaros a saludar, sonreír, posar con un pie plantado en una caja y monerías por el estilo. Tuvienenn, un experto en supervivencia, alivió mucho la labor de Maggie, que tenía que estar en todas partes. Acacia trabajaba como uno más, y en ese contexto pudisteis descubrir que era capaz de ser afable, incluso alegre. Finalmente os reunisteis todos bajo un par de banderas (de los Estados Unidos e Inglaterra) con Moore y Acacia en el centro dándose la mano y todos los demás a un lado u otro y os hicieron la foto de grupo a la que cabría titular "primera avanzadilla cerca del campamento Lake" o algo así.

En el terreno estaba grabado claramente que siempre, pero siempre, soplaba el viento desde las montañas Miskatonic. Se notaba en el desgaste de los accidentes del terreno y en los lugares donde se acumulaban la nieve y el hielo. Era un viento fuerte pero, igual que había pasado con los aviones, el hecho de que fuera tan estable os ayudaba a bregar con él. Siempre había que caminar haciendo fuerza hacia el mismo lado, y los muros de contención, aunque gruesos y difíciles de hacer, habían ofrecido pocas dudas sobre su ubicación.

Por fin todos pudisteis dar una vuelta por los alrededores del campamento Lake. El mudo testigo de la tragedia de hace tres años. La nieve y el hielo lo habían cubierto todo. Era un lugar con una quietud petrificada. El sonido del viento parecía más lacerante aquí: afilado como un bisturí. La árida dicotomía de blanco y negro lo invadía todo. Vuestros pasos hacían crujir la nieve. El aliento transformado en vapor era arrastrado dejando un rastro en la piel de vuestros rostros, en el bigote, quien se lo estuviera dejando, en las capuchas. Las sombras perfiladas, puntiagudas, cambiaban a cada hora haciendo variar el paisaje completamente.

Con el viento constante llegaban pequeñas partículas de hielo y nieve casi invisibles que conseguían cristalizar sobre cualquier superficie sólida en cuestión de horas. El aire parecía lo suficientemente claro, pero a ras de suelo había algo de niebla, visible solo cuando uno miraba hacia un objeto que estuviera a una distancia muy concreta. Esa niebla, las sombras cambiantes, el sonido, la engañosa nitidez del aire y la distorsión de la perspectiva que provocaba el monstruoso muro de las montañas, hacían que cuando uno miraba a cualquier objeto pareciera inquietantemente nuevo y poco familiar, sobre todo si se hacía con el rabillo del ojo, haciendo que vuestro cerebro interpretara a cada paso movimientos o cambios súbitos en el entorno que minaban la serenidad y roían la cordura poco a poco.

Os era necesario de tanto en tanto parar, cerrar los ojos y respirar lo más hondo que os dejaba el aire helado. Entonces el acorde del viento de las montañas evocaba visiones de coros inhumanos que cantaban, o visiones desconcertantes de una geometría sugerente pero incomprensible.

Poco a poco, empero, os hicisteis dueños de la situación. Bajo la guía de Sutton y de Nandan se levantó un plano de lo que quedaba del campamento Lake para que al abrigo de las tiendas pudierais planificar el comienzo de los trabajos.

Ya en la tienda, calentitos y con un tazón de sopa entre las manos, Sutton, que era quien sabía más de cómo afrontar un trabajo de arqueología, que eso era a lo que os enfrentabais aquí, dejó claro que cada uno de esos bultos representaría un trabajo de hasta seis horas para al menos tres personas, si lo que se deseaba era ir desentrañando los misterios que encerraban sin arruinarlo todo. Era necesario tender cuerdas, cuadricular el terreno, ir sacando material poco a poco y con paciencia, clasificar cada hallazgo y guardarlo correctamente etiquetado para luego hacer dibujos e ir interpretando el conjunto. Esos equipos de trabajo debían estar dirigidos por él mismo como director de la excavación, y Nandan también debía estar a parte, ya que se encargaría de levantar planos de cada estrato que se fuera despejando. Podíais hacer, por tanto, hasta tres equipos (si Acacia consentía en ayudaros) y había que elegir con qué tres bultos comenzabais primero.

Notas de juego

En escena: vosotros y Moore por un lado y Acacia, Tuvienenn y Prestley por el otro.

Necesito acciones, tanto de tipo social como práctico. Sobre todo saber qué zonas deseáis desenterrar primero y cómo componéis los equipos que se encargarán de cada una.