Partida Rol por web

La Sargento Norman espera ordenes manteniendo su posicion. Todo parecia demasiado tranquilo, ¿quiza la calma que precede a la tempestad?

Aquella imagen le llama la atención, ese lugar esta demasiado limpio, al menos para lo que es Omega y teniendo en cuenta lo que acaban de ver. No hay signos de batalla, ni Geth, ni mercenarios, nada... aquello no le gusta, pero no pueda hacer nada que no hiciera ya por el momento, y es andar con cuidado.

Tras revisar la sala sigue con al grupo a través de la puerta que lleva a los distritos.

Maldita sea. Nos estamos metiendo en la boca del lobo.

Inara mira hacia la puerta que lleva al resto de los hangares, casi esperando ver a un geth salir de allí, mientras se dirige hacia los distritos con el resto del grupo.

Summer sigue al resto de compañeros, fusil de asalto en ristre, manteniendo la concentración.

En la salida inmediata, un pequeño rellano, con una escalera que baja hacia el hangar 13, una que sube al hangar 14 y una puerta al fondo que da a los distritos, según rezan las señales que hay en la pared y en la propia puerta.

Así pues, una vez asegurado el hangar y las zonas colindantes, llamáis a la nave, y esta confirma vuestra señal. En poco menos de dos minutos, la nave se acerca y se ancla con una precisa maniobra, fruto de la pericia de la Teniente Otakovsky, y los equipos de seguridad desembarcan, seguidos por Turin. En cuanto se despliegan, dos Tenientes se presentan ante vosotros. El primero, un Teniente humano, el Teniente Jones Stenford, se presenta con el clásico saludo militar humano ante Riggs, y le comunica que él y su equipo están listos y a sus órdenes. Otro, un turiano de rango similar a Teniente en la marina turiana, llamado Kholan, se presenta ante Sehabed, saludando de la forma turiana, para comunicarle lo mismo. Está listo y a sus órdenes. Su equipo es mixto, formado por dos turianos (incluyendo a Kholan), dos humanos y una humana, que parecen llevarse bastante bien.

Siguiendo directrices de Turin, se despliegan diez de los mecas y dos YMIR, para servir de seguridad adicional en el hangar, que a partir de ese instante, se transforma en el cuartel de avanzada para vosotros y los equipos de seguridad de la Kursk/Pripyat. Turin os reune, y os confirma las órdenes por última vez. Riggs debe ir al Afterlife, en la zona superior de los distritos, para encontrar a Aria T'Loak, y ayudarla en todo lo necesario para recuperar el control de la estación. Sehabed debe llevar a su grupo al carguero turiano Gohl, para encontrar pistas sobre la situación de Omega. No obstante, se os da una nueva directriz. En caso de encontrar a Shepard, se la debe traer al cuartel de avanzada, pero evitar en lo posible cualquier encuentro hostil. En caso de ser imposible evitar un enfrentamiento, vuestras órdenes son la de seguir a la ex-comandante.

Dicho lo cual, Turin is desea suerte. Es vuestro turno.

Veigon saluda al "teniente" respetuosamente pero con evidente sorpresa.

Señor Kholan, para optimizar el escuadrón de infiltración en la Gohl, necesito saber nombre, rango y cursos del resto del equipo, de las habilidades y capacidades de Inara y Maron estoy al tanto. Les asiente con camaradería.

Riggs saluda al teniente Stenford, aunque con menos fuerza de lo que suele hacerlo, un poco desganado, sin darle importancia al protocolo por un momento, haciendo un disimulado gesto de saludo. Escucha el repaso de las ordenes, así como las nuevas variantes, aunque no le da mas vueltas pues ya tiene aquello todo bastante claro. Por lo pronto tan solo le importa ponerse en movimiento cuanto antes, hasta donde sabe cualquier cosa puede pasar en aquel sitio, así que mejor no ponerse muy cómodos ni perder el tiempo con demás formalidades. Al menos ahora tiene un puñado mas de hombres bajo su mando, aunque no sabe hasta donde le puede ser eso de ayuda.

- Teniente – dice tras el débil saludo, mirando al hombre a los ojos, para luego posar la vista, por unos segundos, en el resto de los hombres. Finalmente, y sin decir mas nada, vuelve a tomar su arma entre manos y afloja un poco la postura rígida de su cuerpo – Usted y sus hombres irán a nuestras espaldas, por lo menos a quince metros de nosotros. Cubrirán la retaguardia y nos servirán de apoyo en caso de que nos tomen por sorpresa – se gira en su lugar y mira a la puerta que los dirige a su objetivo. Luego vuelve el rostro a Sehabed, lo mira unos segundos a los ojos, y da unos pasos a la puerta que lleva a los distritos – todos atentos y en absoluto silencio. Andando. - ordena finalmente, mientras se dispone a partir finalmente hacia su objetivo.

Stegenno miraba a su alrededor con curiosidad turística, a simple vista no parecía que estuviera en territorio hostil.

Miró momentáneamente a los nuevos hombres que habían llegado, pero los encontró aburridos, así que volvió su vista a examinar el lugar.

Inara observa a los recién llegados y escucha las ordenes de Turin, con un gesto serio que no enmascara completamente un cierto desacuerdo con las mismas.

Una vez más, se fija en las diferencias entre los dos oficiales al mando de los pelotones, Sehabed y Riggs. La juventud del primero, que le lleva a esmerarse en lo que hace, intentando llevarse bien con todo el mundo contrasta con los gestos cansados de alguien que ha visto mucho, demasiado, y que se escuda en la jerarquía militar para evitar exponer sus opiniones.

Mirando por un momento al resto del grupo y a los recién llegados, se vuelve hacia el hangar, con la incómoda sensación de que ha sido demasiado fácil llegar hasta aquí.

Kholan asinete, con fría y eficaz marcialidad, ante las órdenes de Sehabed. En su rosotro, es fácil notar que, por un lado, no se siente a gusto con el hecho de obedecer las órdenes de Sehabed, puede que por el hecho evidente de la clara diferencia de edad entre Kholan y Sehabed. No obstante, esa faceta parece entrar en conflicto con un profundo respeto, muy probablemente al cuerpo de los SPECTRE, y no al propio Sehabed.

-Por supuesto. Él es el especialista Gorren.- Señala al turiano. -Especialista de cuerpo a cuerpo de nuestro grupo, y segundo al mando. Ella.- Señala al otro turiano, que es turiana, lo que os produce una ligera sorpresa, pues a simple vista, no parece diferenciarse en nada a Kholan o Sehabed, al menos con la armadura pesada. -Es la especialista Seba, nuestra especialista en guerra electrónica.- Señala a los humanos, los dos hombres. -Él es el Artillero de primera clase Henrik Stabros, nuestro especialista en armamento pesado, y el Sargento Alejandro Torres, nuestro tirador, y hombre en punta.-

Mientras, el Teniente Stenford asiente. Este si parece tener a Riggs como una figura de absoluta autoridad. -Entendido, señor.- Dice, únicamente, antes de preparar el arma y girarse a su unidad, tres humanos y una humana.

-Chicos, cubriremos la retaguardia. Formación en abanico, desplegaos, a dos metros los unos de los otros, yo iré delante. Avanzad en silencio. Informad de cualquier cosa sospechosa. Y digo cualquier cosa sospechosa, es decir, que se salga de lo normal ¿Si, Gary?- Uno de los humanos, calvo y de raza negra, asiente. -Bien. Pues arreando.- Dicho lo cual, sigue a Riggs.

 Veigon saluda al resto del equipo con cordialidad y en su mente es evidente una nueva configuración de cuadrilla.

Mi idea es simple, ustedes son un grupo que funciona mejor en tácticas de choque frontal, pero no deseo que arriesguen su vida tontamente, así que quisiera que cubran nuestro flanco. En fondo mi rifle y las capacidades defensivas de mi compañera biótica nos ayudarán a infiltrarnos, ojalá sin ser detectados. La idea es que ustedes nos ayuden a detectar, y si es factible deshabilitar cualquier torre de vigilancia o torreta bélica con las habilidades de Stabros y Seba. Traten de acercarse lo más posible sin ser detectados para optimizar el combate cuerpo a cuerpo de Gorren, y asi evitar el estruendo de los disparos. Torres puede reemplazar a los francotiradores entre atalayas para cubrirlos. Su rango y liderazgo no estan en duda señor Kholan. Confío en su criterio táctico y sus habilidades de combate. Dudas o sugerencias son bien recibidas. Les sonríe a todos tanto los dle grupo nuevo como los de infiltración.

Inara escucha a Kholan y Sehabed, mientras observa al grupo de Riggs alejarse hacia los distritos.

- Debemos llegar a la Gohl en la planta décima, caballeros - dice interrumpiendo al teniente Kholan cuando se disponía a hablar. -  Los detalles de cualquier confrontación será mejor aclararlos en el momento, cuando tengamos información precisa de a qué nos vamos a enfrentar y en qué entorno. ¿Proseguimos? - añade mirando al ingeniero Avot.

Saludo al grupo al completo con el saludo militar. Observo mientras hablan al turiano y la asari. El plan parece estar claro, otra cosa es lo que nos encontremos en este lugar perdido de la mano de Dios. Mantengo la calma y espero que continuemos con lo establecido.

Kholan asiente.

-Por supuesto, lo se.- Contesta, de forma cortés, aunque igualmente fría y marcial. Se gira hacia su equipo.

-Bien, escuchen. Stabross y Seba irán delante, nos cubrirán a los dos equipos. Serán nuestra punta. No obstante, el agente Sehabed insiste, y yo coincido, en que tengan cuidado. No hay modo de saber a que nos enfrentamos en esta estación, así que avancen con cuidado y sin ser detectados. Eso va por usted, Stabross.- El turiano clava la vista en el hombre, alto y corpulento, de cabello rubio muy claro cortado a cepillo y piel blanca. Este asiente

-Claro, señor. Se intentará.- El turiano se dirige a Torres

-Torres, se encargará de los francotiradores enemigos.- El tirador, de mirada avispada, menudo y pelo moreno revuelto asiente, sin más que decir. Kholan se vuelve ahora a Gorren. -Usted conmigo, cubriremos el blanco del agente Sehabed y su grupo, y acabaremos con lo que Stabross y Seba detecten. ¿Todo claro?- Su grupo asiente. Kholan se vuelve de nuevo hacia Sehabed.

-Estamos listos.-

Mientras, Riggs y su unidad, se marchan hacia los distritos. Stenford espera que se hayan alejado unos metros antes de seguirle.

Avanzáis hacia los distritos, hacia el Afterlife. Al salir de forma definitiva de los hangares, los signos de batalla son claros. Los casquillos aún humean y la sangre, roja, azul y verde, aún está caliente, lo que quiere decir que la batalla aún es reciente.

-Gary, comprueba si hay alguien vivo entre esta carnicería.- Susurra Stanford cuando entra, siguiendo a Riggs, Norman, Reynolds y Stegenno, siempre a quince metros.

Siguiendo el rastro de la batalla, llegáis hasta una bifurcación. Podéis continuar por los distritos hasta la planta baja del Afterlife, atravesando el mercado. Eso os llevaría por el camino más estrecho, y de bien seguro menos vigilado, pero para ello debéis atravesar el corazón del territorio Vorcha. Siguiendo sus pautas sociales, y si están vivos, lo más probable es que estos aliens se haya atrincherado y maten a todo el que entre. Y sabéis que, pese a su escaso intelecto, los Vorcha son peligrosos cuando se sienten amenzados.

El otro camino os lleva a la puerta principal del Afterlife. A través de un camino ancho y con poca cobertura, y si el Afterlife está tomado, esa será la zona más vigilada.

Stegenno se queda mirando el camino ancho, pensando en sus cosas mientras se mantiene en postura erguida e indiferente.