Partida Rol por web

El Sargento sale, y la Capitana Shepard niega con la cabeza. 

-Lo lamento, Capitán Riggs. Pero todo esto se ha hecho mal desde el principio, y demasiado deprisa. El expediente sobre el Sargento y las órdenes del mando de La Alianza me han llegado hace una hora, de hecho. Al parecer, el Sargento ataco y mató sin razón a diez turianos, durante una misión en dicha nave. El Sargento alega que el turiano iba a atacarles... Aunque la cosa no está nada clara. Como todo esta misión.-

Frunció ligeramente el ceño.

- La Alianza no planea ningun golpe de estado o ataque a la Ciudadela. ¿Por qué nos habrían enviado aquí? - Se dió un toque a la insignia de la Alianza que lucía en su pecho- ¿Como espías?

En ese momento giró la cabeza y miró cómo entraba Stegenno.

Al entrar Breil observó la situación y abrió la boca para decir algo.

No obstante no soltó ninguna palabra, había recordado las palabras del capitán y simplemente negó con la cabeza y se puso a buscar un lugar donde sentarse con desinterés. No obstante las palabras de Alexandra le tiraron de la lengua.

No te esfuerces encanto. Estas hablando con seres a los que la humanidad salvó sacrificando a miles de los suyos en lugar de simplemente dejar que su murieran y ocupar su lugar ... y a los que aún así nos acusan de planear un golpe de estado.

La palabra desagradecidos me viene a la cabeza, pero que se puede esperar de ... - Se mordió la lengua.

Buf, eso va a ser difícil ... muy difícil. - Se lamentó para sus adentros Stegenno.

 Los ojos penetrantes del turiano miran de hito en hito a los dos humanos ofendidos. Podía ponerse en su lugar, DEBIA ponerse en su lugar si quería mantener su fría calma, y así lo hizo.

A todas luces, lo importante es encontrar a Shepard, desarmarla y preguntarle. No tenemos suficientes evidencias para probar lo del golpe de estado, pero tampoco permitiremos que Cerberus perpetre otro ataque contra las demás razas de la galaxia, como hicieron con la flotilla quariana. Y el hecho que la misma alianza no haya enviado más que un par de escuadrones a los sistemas terminus no es un acto de prudencia contra las pandillas de vorcha y batarianos. Creo que esto tiene más que ver con alguna especie de alianza entre el hombre ilusorio y el corredor de las sombras. Ambos manejan información, manejan ejércitos y podrían hacerse a un poder muy grande con Shepard de su lado. Entre más pronto hallemos a la comandante, más rápido tendremos respuestas.

Desde La Ciudadela, has embarcado en una lanzadera individual con rumbo desconocido. Lo único que te han dicho es algo acerca del "Proyecto Kursk". Tu identidad ha sido enterrada en lo más profundo de un enmarañado océano burocrático. Toda base de datos, todo expediente, todo documento con el que se te pueda vincular ha sido restringido o borrado. Prácticamente, te han hecho desaparecer. Nadie con un nivel de acceso más bajo que el propio Consejo podrá volver a saber de ti. 

La lanzadera, que ni siquiera está identificada, sale junto con un grupo de transportes civiles completamente anónimo. Tus permisos, identificaciones y expedientes han sido destruidos. Ni siquiera te han dejado hablar con nadie. De hecho, la misma lanzadera es un vehículo sin piloto, controlada por una IV, de archivos restringidos. No se os ha dado el destino, ni la misión, ni ningún parámetro. Ni siquiera sabéis quien os acompañará en lo que quiera que sea que os acabáis de meter. 

Sentada en un poco confortable banco de metal, solo puedes ver pasar el universo, a través de la estela azulada, entre los dos relés de masa entre los que te mueves. Tras unas horas de viaje, finalmente sales de nuevo al espacio, a un sistema densamente poblado. La lanzadera va directa hacia un planeta de tonos violáceos, que desde la órbita, ya parece una joya, bien pulida, que brilla al reflejo del sol. La lanzadera frena en seco en la órbita y se mantiene allí por unos minutos, hasta que, finalmente, se le da permiso para entrar en el planeta.

Tras unas leves sacudidas, se te abre un paraje extraño, pero hermoso. Varias estructuras metálicas, ornadas con extrañas capas de cristal y mármol, se alzan majestuosas, formando una gran ciudad, entorno a una enorme construcción de varios kilómetros de altura, vigilada por una enorme escultura de metal, dos turianos, uno macho y otro hembra, que sostienen a la vez el símbolo de la jerarquía turiana. Es entonces cuando reconocess el palacio de la Jerarquía, el centro de Palaven, el hogar de los turianos. 

La lanzadera se para en un hangar, aparcando junto a otras seis, que ya esperan allí. Al salir, dos turianos, vestidos como personal de seguridad, sin demasiada amabilidad, te llevan hasta hasta una sala de briefing. En ella, un turiano, el embajador Hierax Turin, encargado de la embajada turiana para las relaciones humanas-turianas en La Ciudadela (un personaje polémico, dadas sus extrañas decisiones, que han favorecido y perjudicado a a humanos y turianos por igual) y un Navegante uniformado de La Alianza informan a cinco personas, un turiano, un salariano, una Asari y dos humanos, acerca de algo que no parecen tomarse muy bien. Todos parecen desconcertados, algunos hasta indignados. 

Turin sonría ante la fría lógica de su compatriota turiano. Parece ser el único capaz de calibrar la situación desde un modo de vista completamente externo. Antes de que pueda responder, otra humana, uniformada como Teniente de La Alianza, entra por la puerta, acompañada de un turiano de seguridad, que se separa de ella en la puerta. En ese momento, el Navegante aprovecha, con el debido permiso, para tomar la palabra. 

-Oigan, por favor. Todos los humanos aquí presentes somos oficiales de La Alianza. Y para serles sinceros, para mí nada de lo que envuelve esta misión tiene sentido. Cerberus, los planos de La Ciudadela... Que hay agentes de Cerberus en La Alianza es casi un secreto a voces. Pero eso no implica que La Alianza este envuelta en actividades terroristas. Y, evidentemente, ni la marina de La Alianza, ni La Tierra apoyaría un golpe de estado de ninguna clase. Eso es evidente para todos, incluso para el embajador Turín.- El Navegante señala al turiano, y este asiente. -Como he dicho, esto no tiene ningún sentido. Pero coincidiremos en que el que Cerberus tenga esos planos no es casual, y las actividades de Shepard, tampoco. Y por eso estamos aquí. Para encontrar a Shepard, y darle sentido a todo esto.- 

Breil permanece callado y sentado con algo de holgazanería.

Riggs sigue con la mirada al Sargento mientras este abandona el lugar. Tras su salida, se queda en silencio, mirando a los ojos de Shepard, quien le da mas detalles acerca del Sargento Stegenno, aunque Riggs no hace ningún comentario al respecto, aunque ya se puede hacer una idea acerca de aquel soldado, aunque no conozca en detalle su situación.

- Entiendo perfectamente – contesta finalmente a la Capitana, a la cual se dirige con respeto, como si de un oficial superior se tratara, ya que pese a tener el mismo rango su nombre infunde mas respeto que su posición.

Riggs se mueve en su asiento, acomodándose, antes de volver a hablar – Aun así, me gustaría saber a que se debe todo esto realmente – dice finalmente, y sin rodeos, como suele hacer.

Inara arqueó una ceja, sorprendida por el cariz que había tomado la conversación en los últimos minutos. La tensión en la habitación era evidente y el esfuerzo realizado por los turianos para no saltar ante el omitido insulto del sargento humano no le pasó inadvertido.

- Si Shepard, o la Alianza, pretendieran dar un golpe de estado, cosa que no creo - se apresuró a añadir ante el gesto de desaprobación de la humana - lo habrían hecho hace dos años, cuando la situación era mucho más precaria. ¿Para qué salvar a un Consejo que luego vas a tratar de derrocar? Incluso si Cerberus contase con el apoyo de los miembros más radicales de la Alianza, muchos humanos apoyan al consejero Anderson y aprueban la situación actual de su especie, por lo que Cerberus conseguiría una guerra civil además de enfrentarse con el resto de la galaxia...

Cambia ligeramente su postura, colocándose de forma que pueda ver a todos los presentes simultáneamente.

- De cualquier forma, creo que ninguno de todos los hechos que nos han desvelado hoy aquí sean mera coincidencia. Como dije antes, dudo mucho que las acciones de Shepard no atiendan a un esquema bien planeado. Si por ella o por Cerberus, es algo que no podremos saber hasta que se lo preguntemos.

- Discusión inútil. Trabajaremos juntos, por lo que sacar a la luz rencillas xenofóbicas me parece totalmente fuera de lugar. Breil Stegenno, todas las posibilidades deben ser estudiadas. Tú, yo, K'Lee, Sahabed, Norman... todos podemos ser espías. Puede ser que no lo seamos ninguno. Shepard tanto podría ser el mayor problema de la galaxia como su mayor solución. Cerberus es sólo un nombre, bien podría haber sido otra organización u otra raza la implicada en todo este asunto. Por lo tanto mi consejo es que observemos la misión como aquello en lo que nos han convertido. No existimos, señores. Nos han borrado de los anales de la historia, no somos nadie. Y como acabamos de nacer, no tenemos conocimientos, ni experiencias, ni tampoco prejuicios. Eso nos permitirá verlo todo sin el velo del odio o de la desconfianza. Por favor, señor Otakovsky, agradecería que nos pusiéramos en rumbo en cuanto nos expliquen cuál será el primer paso para encontrar a la Comandante Jane Shepard. - dijo el salariano, sentándose por primera vez en toda la conversación. Sonrió ligeramente echándole un vistazo a la pantalla en la que está dibujada la supuesta 'Pripyat'. - En lo que a mi respecta estoy deseando pisar esa nave. -

La Capitana Shepard suspira, antes de sacar otro dosier, y dárselo a Riggs. 

-El objetivo de nuestra misión no podría ser más sencillo... Y a la vez, más complicado. Lea el informe.- 

Cita:

No obstante, este proyecto se abandonó. Hasta hace seis meses, cuando, bajo supervisión del Consejo, volvió a activarse. La SSV Kursk, bajo la tapadera de la nave mercenaria Pripyat, tendrá la misión de dirigirse hacia los sistemas Terminus y capturar a la espectro renegada, y ex-comandante de La Alianza Jane Shepard.

Shepard sigue viva. El Consejo lo sabe. Si fingió su propia muerte, si fue herida pero no muerta, o por qué se ha ocultado durante estos dos años, nadie lo sabe. Ni nadie sabe que ha hecho últimamente. Solo se sabe que, por algún motivo, ha revolucionado los sistemas Terminus. Una justiciera Asari ha desaparecido, una torre ha sido asaltada a la fuerza en Illium, un operativo turiano se ha cargado a las principales organizaciones de mercenarios que operaban en Omega, para luego desaparecer. La activación reciente del relé de Omega-4. Colonias humanas han desaparecido. Eso por no decir el ataque que sufrió la colonia de Horizonte, a manos de una nave de tamaño imposible y de origen y diseño desconocido, y que los habitantes achacan a los "colectores"... Y eso solo lo principal. Tenemos pruebas, imágenes y grabaciones que demuestran que la ex-Comandante Shepard estuvo presente en todos esos actos. Esos datos los adjuntaremos junto con el dosier que les daremos una vez concluida la reunión

No obstante, eso no es lo peor. En todas estas imágenes, se muestra a la ex-Comandante Shepard junto con operativos de Cerberus. Obviamente, no podemos estar seguros de nada. Realmente, es difícil de creer que una hembra hu...- Rectifica. -Que una mujer con semejante historial, que salvara La Ciudadela, y en cierto modo, al consejo, trabaje ahora con Cerberus.

Sin embargo, hace poco, el consejo recibió esto.- Planos técnicos increíblemente detallados de La Ciudadela, con diversas señales e información sobre varios sistemas. -Son planos de la Ciudadela, planos muy exactos, que señalan la ruta exacta de un asalto sobre La Ciudadela. De hecho, si el asalto que se postula aquí llegara a realizarse, La Ciudadela podría ser tomada en cuestión de horas. Se hace referencia a sistemas que, de hecho, desconocíamos, y a túneles que ni siquiera sabíamos para que servían.- La pantalla se apaga de nuevo. 

-Junto con estos archivos, se adjuntan datos sobre los "colectores", y los llamados "segadores". Estos planos fueron conseguidos por uno de los agentes del Consejo hace poco, y por casualidad. El mensaje que lo encabeza dice, textualmente.-

DE: El Hombre Ilusorio

PARA: Comandante Shepard.

-El Hombre Ilusorio es el líder, o quien creemos el líder, de Cerberus. La codificación de este mensaje fue alterada. Es la primera vez que alguien ajeno a la organización de Cerberus logra recuperar un mensaje así. Fue casi como ponerle un cartel brillante de Neón en la Extranet. Quizás Shepard tratara de decirnos algo, o quizás fue un error muy grave. En cualquier caso, es algo que no podemos dejar pasar. Últimamente, Cerberus ha pasado a la inactividad, y ha estado muy ocupado reuniendo armas y personal, y construyendo naves. Nos tememos que traten de asaltar La Ciudadela, y dar un golpe de estado, que podría provocar una guerra a nivel galáctico. Es algo que, simplemente, no se puede permitir. Al llamado Hombre Ilusorio no podemos encontrarle, pero a la ex-Comandante Shepard, sí. Sus pistas son fáciles de seguir, y en los sistemas terminus, tarde o temprano encontraremos a alguien dispuesto a hablar. Trabaje o no para Cerberus, Shepard está en medio de algo muy importante. Por eso vamos a encontrarla. Y a preguntárselo.

Desgraciadamente, El Consejo ha... Digamos contemplado otra posibilidad. Si Shepard está con Cerberus, existe otra posibilidad. La Alianza tiene numerosas células de Cerberus, infiltradas, es un secreto a voces. Y que hay células infiltradas en La Ciudadela es obvio. No obstante, El Consejo teme que El Hombre Ilusorio colabore con los altos mandos de La Alianza, y esto pueda ser un golpe de estado. Teme que La Alianza trate de hacerse con la fuerza con La Ciudadela, usando a Cerberus, y eso justifique el cambio de dirección de Cerberus. Una opinión que yo no comparto, pero que, tanto el Consejo, como la Jerarquía, como la unión salariana y el consejo Asari, si comparten. El Consejo, y el alto mando de La Alianza han reclamado a Shepard por todos los canales posibles. Hasta ahora, sin éxito. No ha habido respuesta. Estas acusaciones mutuas podrían desencadenar una guerra, si todo esto saliera a la luz, sin ninguna prueba que aportar. Por eso es tan importante encontrar a Shepard.

La Capitana observa en silencio, esperando a que Riggs termine el informe, para responder a sus preguntas, lo mejor que pueda.

Tras leerlo todo, entiendes por qué la Capitana actúa como actúa. Es difícil imaginar como se debe sentir una persona en un momento así. La Capitana Shepard estaba, y de hecho está muy orgullosa de su hija, y su pérdida fue un dolor casi insuperable. Y el que ahora le digan que está viva, y la acusen de semejantes cargos, y que le encarguen cazarla... 

Riggs toma el informe y lo pone frente a sus ojos, mientras se acomoda en su asiento nuevamente, sentándose de manera firme, y leyendo atentamente.

El primer párrafo no llama demasiado su atención... naves de ultima tecnología fabricadas por varias razas, no es nada nuevo para él. El segundo párrafo, sin embargo, en donde se describe la situación de los sistemas Terminus, y a la vez habla sobre el paradero de la Comandante Shepard, llama mucho mas su atención. Había oído algo de eso, pese a estar prácticamente en paro, su posición le permitía que ciertos rumores llegaran a sus oídos, como los ataques a las colonias humanas por parte de los recolectores, o la supuesta colaboración de una, por sorpresa, Comandante Shepard aun viva con Cerberus. Sin embargo no eran mas que rumores, y al leer aquello puede confirmarlo.

Tras leer aquel párrafo, Riggs aparta los ojos del informe unos segundos, mira a la Capitana un instante, y vuelve a posar la vista en el informe mientras se inclina sobre el respaldo del asiento.

El resto de la información es, cuanto menos, alarmante, a la vez que sorprendente. No duda de las capacidades de Cerberus, y hasta donde puede llegar dicha organización, no mas que un puñado de terroristas para Riggs, para cumplir con sus objetivos, por lo que los planos y los indicios de un posible ataque a la ciudadela le parecen algo muy serio, pero no tanto como la posibilidad de una guerra con la Alianza dada aquella situación. Por un momento esta a punto de lanzar un insulto por lo bajo hacia el consejo, algo que no haría por primera vez, por dudar de aquella institución a la que tanto respeta, y de la cual esta seguro jamas colaboraría con terroristas como los de Cerberus, pero contiene aquel insulto, pues le guste o no aquel rumor ya esta en el aire y no hace mas que volver aun mas frágil la capa de hielo sobre la cual están parados.

Continua leyendo el informe, sumergido en el mismo silencio, hasta que finalmente lo vuelve a dejar en la mesa que lo separa de la Capitana Shepard. Se vuelve a inclinar sobre el respaldo del asiento y toma una bocanada de aire, se frota el mentón mientras mira al suelo, meditando, pensado por que esta ahí, por que le están diciendo todo aquello después de haberlo tenido lejos de la acción durante casi dos años, y que esperan que haga realmente. Instintivamente lleva su mano a uno de los bolsillos de su uniforme, buscando un cigarro, pero detiene aquel movimiento al recordar que no lleva nada, olvidando por un instante cualquier regla formal, pensando en lo que acaba de leer.

Levanta la vista hacia la Capitana, y entonces entiende la difícil situación por la que debe estar pasando al decirle todo aquello. Tanto desde el aspecto sentimental como profesional, no debe ser sencillo estar a cargo de aquella misión, teniendo en cuenta el icono en el cual se convirtió la Comandante Shepard en los últimos años. Lo entiende, aunque no lo comparta.

Tras pensar la situación durante largos segundos, en silencio, Riggs finalmente deja oír su ligeramente rasposa voz, mirando fijamente a Shepard a los ojos.

- Entiendo perfectamente la situación, Capitán – dice, manteniendo un tono profesional. Y pese a todo así es realmente, independientemente de su interpretación de la situación, se encuentran ante un ataque inminente a la ciudadela por parte de Cerberus, con inciertas consecuencias, y para evitarlo tienen que dar con Shepard de una forma u otra.

- Entiendo lo delicada que es, y la necesidad de actuar con cautela – continua, manteniendo el tono, sin dejar de mirar a la Capitana, y dando a entender que entiendo el por que de tanta discreción para convocarlo – y por eso, antes de entrar en mas detalles, me veo obligado hacerle una pregunta no oficial, si no le molesta.

Hace una pausa, piensa, antes de finalmente preguntar.

- ¿Por que yo? ¿Que es exactamente lo que se me ordena hacer? - pregunta finalmente, y la respuesta le interesa realmente, ahora, después de casi dos años lejos del frente, con una misión tan delicada frente a él.

La Capitana Shepard mira al Capitán. En su rostro se dibuja media sonrisa. Directo al grano. No podía esperar menos. 

-Todavía no se la razón por la que yo misma estoy aquí. Me lo intentaron explicar, pero apenas pude entenderlo. Y entonces, sin apenas darme tiempo siquiera a respirar, me pasaron cientos de expedientes y me pidieron que reuniera una tripulación y un equipo de marines para una incursión en los sistemas terminus. En una misión de alto secreto. Me llegaron varios expedientes, todos ellos de oficiales con un historial excelente, un servicio intachable, y de muy alta cuna. Y entre ellos, estaba usted, Capitán Riggs. Más que su historial, fue su condición. Su experiencia le ha llevado ya a combatir con delincuentes, en lugares similares a los sistemas terminus. Combatió contra los GETH en Eden Prime, y contra los batarianos en Mindoir y en Elysium. Incluso ha luchado cuerpo a cuerpo contra un krogan. Está acostumbrado a luchar tras las líneas enemigas, sin contacto con sus superiores, y sus tácticas nunca han sido excesivamente ortodoxas. El resto, eran oficiales de carrera, brillantes, pero acostumbrados a actuar como oficiales de La Alianza, con el protocolo por delante. Se supone que nos vamos a encarar con los peores elementos de los sistemas terminus. Y necesitaré a alguien capaz de seguirles el juego.- 

Aunque la Capitana no lo dice, está claro que tu pasado criminal tiene que ver. Básicamente, busca un perfil más parecido a un mercenario que a un soldado de La Alianza. Y parece que ese eres tu. 

Suspiró al volver a sentir el recelo de las demás razas de la galaxia. Todo el tiempo pasado en Eden Prime entre humanos casi había hecho olvidar esa sensación.

Si nuestra misión es trabajar juntos, rogaría dejaran a un lado sus prejuicios.

La presencia de sus iguales reconfortó a la joven.

Riggs asiente tras escuchar. Parece que le han asignado aquella misión por la misma razón por la cual le habían asignado antes tantas operación delicadas, por hacer su trabajo, sea como fuera. Al parecer al menos eso compensaba los problemas de los últimos años, la supuesta inestabilidad psicológica que había presentado tras Eden Prime y que tan al margen lo había mantenido por parte de sus superiores. Ahora eso queda atrás, ya no importa, al menos para quienes antes le daban tanta importancia, pero entonces Riggs, inesperadamente, comienza a preguntarse si esta preparado para aquello.

- ¿Cuales son los detalles de la misión? - pregunta finalmente, tras un largo silencio en el cual meditaba mirando al suelo. Vuelve la vista hacia Shepard al preguntar aquello, volviendo a centrarse en el trabajo.

La Capitana se encogió de hombros. 

-Si se refiere a parámetros... Nuestra nave tendrá una firma mercenaria. Constará como la Pripyat, lo que nos permitirá infiltrarnos en cualquier lugar, desde la estación de Omega hasta la misma Ciudadela. Obviamente, ni El Consejo ni La Alianza podrán ayudarnos si tenemos problemas, y negarán cualquier relación con nosotros. No obstante, más allá de eso... Si se refiere a la misión en concreto, tenemos algún indicio sobre donde empezar a buscar el rastro de la Comandante... Pero nada más. Y si se refiere a nuestro margen de maniobra, es muy amplio, más aún en los sistemas Terminus. Así que los detalles corren de nuestra cuenta.- 

El Navegante sonríe. 

-No podría estar más de acuerdo. Bien, si no hay más dudas, empezaremos con la parte técnica.- 

Riggs asiente en silencio y medita unos instantes antes de volver a preguntar.

- ¿Que hay del equipo conformado para esta operación? Entiendo que mi labor en esta compañia es la de encabezar al equipo de asalto, si es que lo hay, y si entiendo bien todo esto. Me gustaría saber como estará compuesto. - hace una pausa. En ningun momento deja de mirar a Shepard a los ojos - entenderá que su charla con Stegenno no me deja demasiado tranquilo... Capitán.

Summer miró alrededor hacia toda esa gente que no conocía. Era evidente que había llegado la última y que se había perdido algo muy importante. Rápidamente tomó asiento entre sus compañeros humanos mientras trataba de asimilar lo que había oído ¿Shepard estaba viva? Imposible. Pero eso explicaría el secretismo de la misión, el alto nivel de acceso que se requería y, ante todo, la erradicación de todo registro de la existencia de estas personas. A todos los efectos se habían convertido en unos fantasmas.

-Disculpen la tardanza pero, ¿qué está pasando aquí?