Partida Rol por web

El druida escucho las explicaciones del mercader y analizó la situación.
- Si lo ayudamos que obtenemos a cambio? Luego hizo una pequeña pausa.
- No necesariamente debe de ser oro, sino que también puede ser pagado con equipo de primera calidad, objetos mágicos, lo que sea, siempre y cuando nos sea útil.
Sibelius no se andaba con vueltas y quería resolver el tema rapidamente, para poder ocuparse del mismo o atender otros que les pueden llegar a asignar.
Involucrarse con la guardia de la ciudad no era asunto sencillo, pues después iban a ser perseguidos, cazados, o como se le quiera llamar si no hacían bien el trabajo o encontraban pruebas suficientes para poder incriminarlos.
- Usted bien sabe que este es un tema muy delicado, y si hacemos el trabajo, como dije, necesitamos que sea extremadamente redituable.
 

Oficialmente no son la guardia de la ciudad, pero como originalmente fueron la guardia personal de los magos rojos y este es un grupo importante en la ciudad , han ido adquiriendo funciones de guardia pero sigue siendo una guardia privada juega con la proteccion de estos y portanto con una impunidad injusta por miedo a estos grandes magos . Pero aqui impera la ley del mas fuerte ante la corrupcion y los sobornos , Y como solo somos mercaderes y no luchadores por eso se aprovechan de su poder y ademas compran jueces . Nuestro unico recurso es el dinero ¿Que os parece 1000mo para cada uno , por rescatarlos

El dinero no lo es todo a veces, amigo mio! exclamó la guerrera carmesí.

Adoptando una pose felina, miro a los ojos de aquel mercader, diciendole: Si esta en mi mano, liberare a todos los que pueda, pero seguramente sería un buen incentivo para mis compañeros que el gremio nos dispensase, -haciendo una pausa- digamos la cantidad de 500 piezas de oro, por cada uno de los rescatados.

Por mi parte "Los Emplumados Rojos" os salen gratis, si mis compañeros no dicen lo contrario.

Que decís? Creo que no es una cantidad desorbitada para vuestro gremio y os aseguraís de darle un buen escarmiento a esos rufianes.

El druida escucho la oferta del mercader y contraoferta de su compañera. Se quedo esperando a que el resto del grupo diese su opinión o algún que otro comentario.
Mientras tanto pensaba en los guardias que eliminaron en el jardín de los magos rojos, habrán sido esos los guardias que hostigan a los mercaderes? 

Vaya vaya… lo cierto es que me encantaría enfrentarme a uno de esos magos rojos. Los magos son tan patéticos… pasan horas y horas memorizando cada uno de los conjuros que quieren lanzar en sus grandes y polvorientos tomos.

¡Me he esforzado mucho por estar aquí! – me dijo uno de ellos una vez, en una escuela de magia

¡Eso es porque no deberías estar aquí!

Por más que se esfuercen, no llevan magia en la sangre, son seres humanos inferiores.

Sonrío ante la oportunidad de provocar a los magos atacando su guardia. Me interesa el negocio… aunque no hablare con este mequetrefe.

Tantas idas y venidas terminan mareandome, pero al momento de las tasaciones pongo mis ideas en orden nuevamente, pero antes de abrir la boca Kiyra se adelanta y hace una contraoferta. No es que no me guste el dinero, pero yo hubiese presionado por algún item mágico para cada uno, que son más preciados y usualmente más caros.

Aún de puntitas de pie ante el escritorio le clavo mi mirada al mercader, tratando de hacerlo sentir incómodo con mi pequeña carita de nena caprichosa.

El portentoso semiorco seguiría al druida Sibelius a cualquier recóndito lugar de Faerun si este se lo pidiese. Tal era la amistad que tenía por el druida que nunca dudaba de su palabra, pero en este caso no había emitido palabra alguna lo que creo bastante desorientación y confusión en el explorador. Quien asentía embobado mirando a la pelirroja de ojos felinos. 

V-vale dijo dubitativo ante la mirada de klyra.

Trato hecho seran 500mo por mercader que rescaten y segun estado puede que os de mas si no tienen cortada una mano o un pie jejeje

Debeis dirigiron al coliseo de la ciudad el dia del espectaculo , ya que en un pasillo del hall principal se encuentra la entrada al subterraneo de la arena donde generalmente estan los gladiadores y otras pobres almas que solo serviran de carnaza a las fieras, creo que los mercaderes se encontraran en este segundo grupo lo mas probable y al ser los primeros en salir teneis que daros prisa en actuar

- Me parece bien señor. Le responde al jefe de los mercaderes.
Una vez que el grupo se retiro del recinto el Sibelius les dice a sus compañeros.
- Me transformare en lobo para parecer una mascota tuya Ralo, así capaz seamos capaces de entrar mas fácil a la arena con dos bestias para poder combatir. Ustedes que dicen? O alguno tiene un plan mejor? Luego hace una pequeña pausa.
- Ademas, hay que tener cuidado, pues si estos emplumados rojos, son la guardia de los magos rojos, nosotros ya nos hemos enfrentado a ellos. Debemos ser cautelosos.

Ningun problema, Sibelius, amigo. dijo el semiorco ante el plan que proponía el druida. Aunque el explorador no podía ni imaginar el combate que estaba por venir.

Lo que, a priori, nos está diciendo este hombre es que vayamos al Coliseo y accedamos al subterráneo desde el hall principal. Nadie te ha dicho que te metas en La Arena. Y, sinceramente, dudo mucho que dejen entrar un lobo al Coliseo.

Me parece que el plan es colarnos en el subterráneo, rescatar a los mercaderes y escapar de allí. No sé si la vía de escape será de nuevo el Hall Principal, aprovechando la gran cantidad de gente presente… o tendremos que buscar otra salida.

- Este es un trabajo para..... Super Amarilys!!!!!! - digo con voz chillona y fuerte. - ¿Qué tan difícil puede ser meterse en un lugar así y rescatar a unos mercaderes? Yo me puedo inmiscuir en el lugar, llegar a los mercaderes y ustedes se encargan de tener la salida libre y sin problemas para que puedan escapar tranquilamente. Al final y al cabo soy la mejor escondíendome - digo con aire orgulloso y sacando pecho.

El problema no sera entrar... sera salir. Al fin de al cabo ellos estan en una prision, diseñada para que no escapen. Y habra soldados. Podrias llegar hasta ellos sin ser vista pero no podras sacarlos tranquilamente.

Deberemos abrirnos paso a golpes... probablemente.
 

Lo primero será conseguir un mapa del coliseo. Creo que el bardo que conocimos en la primera visita a la ciudad por unas cuantas monedas, nos lo pueda conseguir.

Entrar amigos, por la noche seria lo mas factible! Amaralys y yo podemos desaparecer en las sombras y abriros paso a la zona.

Si estáis de acuerdo, vayamos a buscar al bardo.

Despidiéndose del mercader, salió del gremio en busca del solicitado.

El semiorco gruñó en torno afirmativo. Yo también puedo ser una sombra. dijo con su voz grave. Haríais muy mal en subestimarme. decía como si le hubiese ofendido que le tomasen por un torpe y escandaloso. Puedo ayudar y los enemigos no serán un problema... Además sibelius puede ser tan sigiloso y pequeño como quiera... Eso sólo dejaba al mago como único compañero que no era sigiloso y aunque en aquel momento Ralo no se lo plantease, seguramente tuviese el poder suficiente como para hacer su presencia indetectable. Entramos todos... No os hagáis las interesantes. dijo con cara aburrida el semiorco.

- Como murciélago puedo pasar desapercibido totalmente e intentar encontrar a los reos. Pero si quieren entrar dando golpes, tampoco objeto esa iniciativa.
El druida solo quería probar el poder de su nueva armadura.
Es verdad que iban a necesitar un mapa del coliseo, para poder moverse mejor.
Esto es si todavía estamos con el mercader
Por lo que observo al jefe mercader Tu no tienes un mapa del coliseo que nos puedas proporcionar?
Si no la otra opción era el bardo y averiguar también cuando iba a ser el próximo espectáculo.

Al escuchar las palabras de Rolo me acerco a él y en tono comprensivo, mientras le hago unas palmadas a una de sus rodillas, ya que mi altura no me permitiría hacerlo más arriba.... o sí pero no sería bien visto.

- Hay Ralo, Ralo... mi Ralo. No te enojes hombre, que todos sabemos que puedes - digo mientras le hago un guiño a Kiyra - pero en esta oportunidad déjanos las sombras a las muchachas.... ¿si? - termino con una sonrisa viendo para arriba al tremendo edificio que tengo frente mío. 

Observando al jefe del gremio, el druida espera una respuesta a su pregunta sobre el mapa.
Mientras escucha a sus compañeros idear un plan para poder ingresar y sobre todo poder salir del lugar lo mas rápido posible.