Partida Rol por web

Los fluidos de Radha bañaron los dedos de la Kirin que no los aparto en ningún momento, ni de su clavícula ni tampoco de sus labios que no paraba de frotar continuamente. Radha podía sentir la fuerza de las piernas de aquella criatura, pero también la suavidad de su pelaje, era un contraste delicioso ya que cuando apretó sus muslos podía sentir sus fuertes músculos y su cuerpo caliente mientras que su pelaje suave estaba como perlado por el frescor de la llovizna que no había parado, entonces la Kirin era calidez, una calidez que contrastaba con el frescor del ambiente.

Cuando acerco los dedos a la pelvis de la Kirin, esta miro con mas profundidad si era posible a Radha mientras que esta notaba un poco la diferencia de contraste entre una zona y otra. Al ser un miembro equino, o al menos así lo parecía, la piel alrededor de su miembro estaba como replegado, no era desagradable pero se notaba un poco mas tosco, ya que faltaba pelaje en esa zona y era mas bien el color de la propia piel de la Kirin, pero mientras mas tocaba mas cálida se ponía la zona y parecía que la Kirin no hacia el gesto de escapar ni tampoco de ponerse violenta. -Esta bien...- Apoyando parte de su cabeza en el hombro de Radha, soplando un poco con su respiración antes de alejarse un poco y incluso ayudar a que se desnudara.

No parecía demasiado diestra con ese conocimiento, de hecho dejo a Radha ir haciendo mientras ella misma parecía estar excitándose, los rojizos ojos se quedaron mirando todo el proceso mientras la barbara se quitaba la ropa mientras ella tranquilamente se iba como acomodando de pie. Entonces su pelvis empezo a reaccionar y con un jadeo parecido a un débil relincho empezó a emerger de su entrepierna su miembro. Era azulado, de un azul verdoso como si se hubiera mezclado las tonalidades de su cuerpo, era un miembro equino asi que el glande era extraño con el agujero de la uretra bastante generoso y una forma animal. El tamaño era mas que respetable, mas grande que el de Radha llegando a un grosor estimulante pero al mismo tiempo elegante en las piernas de la Kirin aunque no por ello no la hacia mas amenazante. Con toda tranquilidad, la Kirin se fue acercando a Radha enervando aquella “arma” que acababa de crecer entre sus piernas esperando pacientemente a que ella diera el primer paso.

Por otro lado los maullidos iban en aumento, viendo que por el momento no habría un combate las felynes se estaban abandonando un poco al placer, en ese momento ambas dos estaban lamiéndose desde las orejas hasta los labios mientras cada una con una mano estaban masturbando el miembro de Mochi la cual estaba muy excitada y nerviosa ante esos cariñitos por parte de ambas.

Radha no era una seductora experta, y menos con algo tan sutil como provocar a través del proceso de desnudarse, sin embargo llegada a ese punto lo intentó más que nada por la excitación que la llenaba, dejándose pues guiar por los instintos. Aun así (o quizás precisamente debido a esto) sus movimientos fueron más rudos que tentadores, tan así que casi parecía una exhibición de su fuerza y músculos que de sus curvas; gracias a la llovizna, no obstante, su piel bronceada y llena de cicatrices tenía un brillo húmedo bastante invitante que se combinaba a la perfección con la presencia de gotas recorriendo buena parte de su anatomía.

Entre sus piernas destacaba una rosada hendidura algo abultada por la lujuria, del mismo tono que sus erectos pezones, mientras que más hacia arriba, coronando su vagina, el miembro-clítoris ya bastante hinchado y hasta lustroso por la combinación del veneno que se filtraba y el agua que caía destacaba por mérito propio.

Con mirada tan seria como penetrante Radha se acercó a la Kirin tras escudriñarla de pies a cabeza, además, también aprovechó para ver lo que hacían sus compañeras al ser llamada su atención por los ruidos de estas. Ruborizada la bárbara notó que no estaría “sola” con la Kirin, pues por mucho que las gatitas y la Tobi estuvieran más allá, los maullidos y otros ruidos las acompañaban, además de que los actos ajenos agregaban mucha perversidad. Solo entonces la humana sonrió a la imponente criatura eléctrica y sin miedo pero con mucho cuidado y delicadeza sujetó el miembro equino por la base con una mano mientras que con la otra iba acariciando esa misma parte pero por debajo, deteniéndose en el glande antes de regresar.

Cuidadosamente la humana también fue pegando su cuerpo al ajeno de modo que el miembro de la Kirin terminase junto al suyo entre los abdómenes de ambas, y una vez estuvo lo suficientemente cerca intentó besar a la criatura a la vez que movía un poco sus caderas para frotar los falos húmedos y tibios; obviamente también se encontrarían entre sí sus respectivos senos, y para aumentar la cercanía, si se dejaba la ajena, Radha buscó atraerla deslizando una mano hacia su espalda y otra hacia las caderas de la electrizada.

En cualquier caso Radha estaría al pendiente pues eso era una costumbre como más humana y no sabía si la Kirin la tomaría a bien o no…

-Mmmm...- La Kirin hizo un ligero gesto con los cascos, casi parecía como si por un momento se hubiera puesto en guardia cuando Radha sujeto su miembro pero enseguida volvió a la posición inicial, esperando pacientemente que la hembra, en este caso Radha se acercara a ella por propia voluntad. Era un miembro diferente, se notaba resbaladizo si por la forma que tenia pero al mismo tiempo mientras pasaba por el glande, un glande bastante duro a decir verdad, si acariciaba un poco mas hacia abajo podia notar cierta rugosidad en aquel miembro equino, se parecía un poco a la piel que rodeaba el miembro cosa que no era de extrañar, aun con todo no era ni mucho menos desagradable pero se notaba mas que duro rígido como si se pudiera mover con facilidad.

La Kirin resoplo un poco cuando Radha se acerco de mas a sus labios y hizo el gesto de apartarse antes de quedarse mirándola y ceder un poco, se notaba que no estaba acostumbrada a ese tipo de besos mas humanos, después de todo la Kirin era una criatura. Las manos de la Kirin fueron a las nalgas de Radha, una de ellas al menos mientras que la otra se poso en su zona lumbar, un poco mas arriba, mostrando una especie de agarre mientras que su miembro se deslizaba como si estuviera conociendo al miembro de Radha, lubricándose un poco con el liquido preseminal del veneno de la barbara.

El beso fue un poco confuso, la Kirin abrió principalmente la boca mostrando una lengua pequeña, no demasiado larga, que empezó a frotar primero contra la lengua de Radha antes de juntar sus labios, pero esta no hacia como el gesto de besar, no apretaba los labios ni hacia gesto de beso, para la Kirin parecía mas beso el simplemente rozarse ambas lenguas algo que Radha ya había visto en otras criaturas, no era de extrañar. Aun con todo la lengua de la Kirin era un poco rasposa, un poco similar a las de las felynes pero un poco mas musculada, su saliva era tibia y se filtraba por su boca para acabar empapando la de Radha mientras sus pechos poco a poco iban mostrando unos pezones blanquecinos que sobresalían de su pelaje, acabando de formar su cuerpo femenino.

Cuanto mas se frotaban mas iniciativa tomaba la Kirin y se podia notar que iba dejando que se moviera Radha, sus caderas empezaron a moverse para frotar bien miembro con miembro y Radha podía sentir la fuerza de su cadera, como el glande equino al igual que su fueran labios vaginales recorría todo el miembro de abajo a arriba en un beso lascivo, sobretodo por la forma que tenia. En uno de estos movimientos unas chispitas pasaron por el miembro de la Kirin llegando a la base del miembro de Radha y sintió una descarga muy parecida a cuando alguien llegaba al orgasmo, lo único que sin la necesidad de correrse, pero la sensación era muy similar.

Mientras tanto, mientras ambas jugaban las felynes parecían estar pasándoselo bien, no se habían quitado del todo la ropa pero parecían estar jugando con Mochi la cual estaba siendo literalmente acosada por dos felynes que habían perdido gran parte de la vergüenza. Matcha tenia sujeta las manos de Mochi obligandola a permanecer boca arriba mientras iba buscando la lengua de la Tobi mientras que Cocoa se estaba centrando por completo en su miembro, llevándoselo a la boca con largas lamidas mientras sus manos no dejaban de masturbarla tanto en miembro como en vagina, de forma un tanto agresiva.

— Solo es un beso — murmuró Radha con una sonrisa que pretendía ayudarle un poco a la Kirin, ello de cara al intento de beso, aunque tampoco sería sorprendente si tal gesto causara poco o ningún efecto en la criatura, al fin y al cabo la bárbara ya había comprobado que muchas veces las cosas de humanas les parecían raras o hasta innecesarias.

Aun así notó el agarre ajeno y con calma se dejó hacer, mostrándose pues cooperativa para no inquietar demasiado a la electrizada además de que así ella misma disfrutaba más. No hace falta decir que durante el beso que buscó, la cazadora trató de guiar un tanto a la ajena, para esto Radha comenzó a frotar la lengua con cierta sensualidad y ritmo contra la contraria, buscó también sus labios y succionó pero solo un poco, para que la Kirin no fuera a creer que quería morderla.

Pese a lo peculiar, la experiencia fue de hecho disfrutable para la humana, tentadora no solo por el roce y los toques que sentía, sino por los que ella misma dio al bajar sus manos por los costados de la criatura. Las manos de Radha eran duras y algo rasposas, grandes por su estatura y por el hecho de estar adaptadas a manejar el espadón, de modo que la bárbara pudo aprovechar el tamaño un poco menor de la Kirin para darle mimos algo intensos en diversas zonas de su cuerpo sin tener que moverse mucho para ello; en cualquier caso más pronto que tarde la mujer terminó posando sus manos sobre las nalgas ajenas, mismas que sin pudor magreó. Durante un momento Radha pensó tocar la cola de la contraria, pero solo de recordar cómo reaccionaban las felyne se contuvo, pues no quería causar un problema por algo así. En lugar de eso, pues, eventualmente su diestra subió por la espalda de la Kirin hasta casi la mitad y allí se estacionó mientras hacía amable presión.

Su izquierda por otro lado subió por el abdomen hasta los pechos ya bien descubiertos de la contraria, siendo que no dudó demasiado en tomar uno y masajearlo desde la parte cerrándose hacia el pezón. Una vez allí tiró de este muy suavemente, solo para ver la reacción de la Kirin.

Obviamente no pasó desapercibida la forma de frotarse que iba impulsando la otra, así que Radha fue correspondiendo un poco a su manera, algo ansiosa y torpe por la excitación que eso le causaba, pero por suerte ambas estaban muy húmedas de allí y por tanto no había fricción indeseada. Lo que no esperaba la humana fue aquella sensación como descarga eléctrica que a pesar de ir hacia su miembro no tardó en expandirse, causándole espasmos también dentro y fuera de su vagina como un delicioso orgasmo doble que la hizo gemir de forma sonora y hasta buscar sostenerse por un momento de la Kirin, ya que sus piernas temblaban.

Radha no se corrió a causa de ello, sin embargo tal placer sí que consiguió hacer que su jugo femenino escurriese por sus fuertes muslos, que su hinchado clítoris se estremeciera y se pusiera como más pegajoso gracias al veneno, y que de forma lasciva la mujer sacara su lengua mientras gemía una y otra vez sin contenerse.

Impulsada por la lujuria, la bárbara fue directo hacia el otro pecho de la Kirin para capturar parte de este entre su inquieta boca, misma que no tardó en llenar de besos y lamidas el área, incluso succionó con vehemencia, pero además la mano que antes había estado en la espalda ajena fue directa hacia el peculiar miembro equino para comenzar a masturbarlo con claro ahínco. La forma de este cautivaba a la bárbara, para ser sincera, y sin duda quería tenerlo en su boca, sin embargo había otra parte de ella que quería sentir era forma inusual…

Por lo anterior, si la Kirin la dejaba, Radha poco a poco inclinaría el pene ajeno hacia adelante para llevarlo entre sus muslos, más precisamente hacia la entrada caliente y palpitante de su vagina, la cual utilizaría para “besar” a la extensión contraria mientras los fluidos se mezclaban.

Huelga decir que al ver la situación de Mochi le pareció envidiable, pero por más que quisiera unirse debía antes lidiar con aquello que había buscado…

— ¿Te gusta ir arriba? — así que susurró pervertida a la Kirin para luego alejarse de ella, pero solo para dar la vuelta como si quisiera mostrarle todo de sí, atrayéndola si era posible hacia el nido de la criatura…

El no tocar la cola de la Kirin quizás había sido un acierto por parte de Radha, estando tan cerca pudo sentir un poco el pelaje que tenia, era mas duro que el pelaje que cubría el cuerpo de la equina, pero no por ello era desagradable, pero al no haber podido tocarlo mas directamente se quedo con esa sensación. En cambio las nalgas eran firmes, muy firmes, unos buenos cuartos traseros que costaba de apretar incluso para la barbara, la Kirin volvió a resoplar de nuevo como dando a entender que estaba permitiendo que tocara su cuerpo pero no estaba del todo conforme con ello, aun así dejo que siguiera disfrutando y tentando.

Sus pechos eran firmes, suaves al tacto y el pelaje cubría prácticamente todo el pecho a excepción de los dos pezones blancos que se notaban mas firmes por la excitación, los cascos de la Kirin resonaron en el suelo cuando tiro de este solo para hacer un leve relincho, era difícil saber si estaba disfrutando o no porque su semblante era tan tranquilo, si se había sonrojado no se notaba nada, el unico indicativo de que estaba disfrutando realmente era su miembro erecto y sus pezones.

Las dos manos de la Kirin apoyaron a Radha en su cuerpo mientras jugaba con sus pezones, volviendo a relinchar un poco, era un relincho un poco grave para la voz de la Kirin pero como no parecía defenderse quizás no estaba siendo desagradable para ella, el tacto del miembro se podía sentir con mucha mas facilidad y si pasaba la palma por el glande equino podía sentir algo húmedo en el, como algo trasparente parecido a liquido preseminal pero sin serlo del todo.

Ahora era turno de la Kirin la cual dejo que se alejara después de que notara ese roce contra su vagina, un par de hebras de fluidos ahora colgaban del miembro mientras la Kirin se quedaba un poco impasible antes de empezar a seguir a Radha, no de forma obediente, pero si como si estuviera persiguiendo a una presa o al menos era lo que parecía a simple vista. -Arriba...siempre arriba.- Respondió de forma tranquila con esa suave voz la Kirin antes de ya llegar a lo que era su nido.

Su nido era bastante simple, fresco y mullido musco que se acumulaba de tal forma junto con ciertas hierbas para formar un colchón natural. En el momento en que Radha se fuera a acomodar, la Kirin empezó a tomar ya iniciativa atrapándola de la cintura mientras pegaba bien su cuerpo. -Tu decir que hembra...comportar como tal, cazadora...- Susurro la Kirin mientras iba cargando el peso de su cuerpo encima de la espalda de Radha, haciendo que cada vez el impulso de estar tumbada fuera mayor hasta que finalmente, de forma voluntaria o involuntaria la Kirin consiguiera que Radha se tumbara boca abajo. Por un momento la Kirin se quedo asi, recargando su miembro entre los muslos de la barbara antes de apoyar ambas manos a ambos lados de la cabeza de Radha, apoyándose en el musgo antes de bajar su cabeza mirando a la barbara desde atrás.

-Mmmmm...ahora yo.- Susurro de nuevo antes de acercar un poco mas su cabeza y empezar a lamer. Era extraño pero la Kirin estaba literalmente lamiendo el cabello de Radha, pasando su pequeña lengua por su cabello frondoso como si lo estuviera cepillando antes de ir bajando cada vez mas y mas. Con toda calma su lengua fue recorriendo nuca, hombros y espalda, lamiendo como si limpiara a la barbara de alguna forma o la estuviera cepillando, todo con lentos movimientos pero largos, haciendo que Radha pudiera notar bien su calidez, si Radha hacia el gesto de girarse se podría encontrar con los ojos de la Kirin mirándola de forma intensa como indicando que no quería que lo hiciera, parando unos segundos antes de ir continuando mas y mas.

Cuando llego a sus firmes nalgas, la Kirin dejo de apoyarse para llevar sus manos a esta, frotando un momento sus nalgas antes de abrirlas y apoyar la nariz directamente entre sus labios. Radha podía notar como la Kirin daba un largo respiro encima de la entrada vaginal de Radha, solo uno, antes de cerrar los ojos como si estuviera pensando algo o estuviera debatiéndose internamente. Quizás tardo cerca de diez segundos antes de que su lengua se pusiera realmente agresiva con esa zona. Los labios de la Kirin se posaron finalmente alrededor de los labios vaginales de Radha, acariciando y pasando por ellos para llegar a su entrada y con su pequeña lengua delinear si entrada vaginal, mientras tanto las manos de la Kirin mantenían las nalgas bien abiertas para ella todo sin dejar de mirar a Radha, dándole un buen oral a su zona mas femenina.
 

A pesar de las reacciones ajenas Radha era impulsada fuertemente por sus instintos, de modo que siguió tocando un poco a la Kirin más aunque en paralelo tratara de no llegar a molestarla demasiado. Tal era una situación donde se mezclaba el riesgo obvio y la excitación por ello, así como por el resto de la situación, una especie de peligroso juego que podría salir muy mal… pero también significarle bastante placer no solo a la bárbara, sino al grupo en si dado lo que se veía y quizás hasta a la criatura eléctrica. Además estaba el hecho de que la Kirin se diera tanto a desear incluso si ella misma no tenía esa intención…

A diferencia de la ajena, Radha sí que estaba ruborizada y también un tanto agitada, sintiéndose rara por la autoridad que desplegaba aquella cuyas formas estaba disfrutando tanto, pues aunque no tenía duda de que como criatura la Kirin estaba en una jerarquía superior a anteriores rivales, por sí misma Radha solo era así de “pasiva” cuando se le obligaba, generalmente tras perder una batalla, pero ahora ella misma estaba tratando de ceder por lujuriosa curiosidad, fue precisamente lo que la impulsó a preguntar a la Kirin.

Se alejó traviesa, pues, quizás no muy invitante dada su falta de sutileza pero en cualquier caso la criatura parecía responder de manera distinta como lo haría una humana, más instintiva que pasional. Aun entonces a la bárbara le emocionó sentirse “perseguida” así que trató de mover su firme culo de manera que sirviera como una especie de provocación o invitación que complementara su acto; desde atrás también destacaba la marcada espalda de la bárbara, misma que por la forma de vida de Radha se había desarrollado un buen tanto, así casi hasta parecía la de alguna criatura salvaje aunque solo de lejos, claro, pues vista de cerca o con mayor atención sin duda seguía siendo humana.

En el nido buscó acomodarse sin pensarlo mucho, ya que, si bien era simple, de igual forma resultaba cómodo y agradable al tacto de su cuerpo acostumbrado a veces a dormir sobre el suelo sin más. Lo que no esperaba fue que para entonces la Kirin que había permanecido tranquila comenzara a tomar más iniciativa, aunque eso para nada le desagradó. Tomada pues por la cintura, la cazadora arqueó su espalda hacia adentro con tal de asumir una posición más provocativa y a la vez cooperativa, excitada solo por ese hecho ya que normalmente ella estaría donde ahora se encontraba la Kirin.

— ¿De verdad? Y yo que pensé que te estaba gustando… — la humana podría no estar muy acostumbrada a la posición, sin embargo aguantó bien el peso ajeno ya que tanto sus piernas como sus brazos eran bastante fuertes, y de hecho en el presente las formas de sus muslos se marcaban especialmente bien, aun así Radha se dejó tumbar ya que así sintió que estaría más cómoda, además de que le daba curiosidad qué vendría después. Esos momentos de expectación fueron tortuosos a la par que excitantes para la bárbara ya que podía sentir el cuerpo de la contraria encima del suyo, así como también un atisbo de su intensidad; siendo una criatura su compañera de lecho Radha no sabía si haría algo previo o no, pero fuera cual fuera el caso seguro la experiencia sería única, como la Barroth con su lodo, por ejemplo.

A pesar de eso la cazadora se sorprendió visiblemente cuando empezó a sentir aquellas lamidas en su melena, cosa que la hizo mirar de reojo aunque no lograra mucho, pues tampoco era que estuviese intentando quitarse ni nada. Cuando pasó a su piel la lengua ajena fue causando estímulos peculiares gracias a su textura, pero ya desde que tocaba su melena daba pequeñas provocaciones a Radha gracias a que indirectamente estimulaba su cuero cabelludo al ir moviendo un poco sus hebras. Aquello, pues, era algo a lo que la cazadora se podía entregar pues resultaba placentero aunque más aun relajante, salvaje de una manera peculiar, pero eso no le disgustaba. En más de una ocasión intentó girarse para mirar mejor a la Kirin, pero ya que esta parecía no querer tenerla de frente la bárbara eventualmente cedió por curiosidad.

Claro que cuando sintió que la Kirin cambiaba de acción Radha se estremeció al tiempo que el calor que se había juntado por lo anterior parecía como extenderse por todo su cuerpo; el acercamiento repentino de su contraria provocó además que la bárbara volviera a ruborizarse bastante, pero no luchó ya que de hecho se sentía bien. Durante el momento de calma Radha podía escuchar a su corazón latir con anticipación, temblaba un poco pero ya de deseo. Estaba por intentar mirar lo que hacía la Kirin cuando esta de pronto arremetió de aquella manera que la hizo gemir fuerte, como cuando afuera tuvo esa sensación de orgasmo, solo que ahora instintivamente empujó sus caderas hacia el rostro ajeno mientras que sus cavidades palpitaban al unísono, hasta su miembro falso de estremeció, poniéndose más duro.

El ritmo de la Kirin era un poco caótico pero no por ello menos disfrutable, su lengua sacaba a la bárbara gemido tras gemido, y de hecho la criatura podría notar que Radha se había humedecido bastante durante los últimos minutos; buena parte de ello se debía a las sensaciones ya descritas que subían por el cuerpo de la humana hasta esparcirse y calentar su sangre, pero también había una parte para nada pequeña que era consecuencia puramente de lo excitante que estaba siendo para Radha dejarse hacer así, tanto que instintivamente bajó la cabeza hasta poder recargarla sobre el musgo y por consecuencia su parte baja subió, quedando tan expuesta como podía ante la Kirin, invitando o más bien pidiendo con lascivos movimientos que aquella no parara…

Las formas de Radha, el cuerpo y el como lo estaba usando sin duda estaban dando buenos resultados hacia la Kirin la cual ahora mismo estaba de lo mas interesada en lamer su vagina. Las manos de la Kirin rodearon las nalgas de Radha como si estuviera abrazándolas mientras que notaba la presión en sus labios por parte de la barbara, sentía la calidez de sus fluidos bajando por sus labios y lengua mientras la Kirin no dejaba en ningún momento de lamer, pasando su pequeña lengua por sus labios vaginales, acariciando con la punta de esta su entrada, delineandola antes de adentrarla todo lo posible para poder lamer su interior.

La cadera levantada hacia que para la Kirin fuera todo mucho mas fácil, la cual estaba en ese momento en cuatro detrás de ella, lamiéndola de forma algo frenética, sus manos dejaron de abrazarla ahora que la tenia medio presa y empezaron a deslizarse. La primera iba a su zona lumbar, mas hacia su espalda y Radha podía sentir la presión en su espalda, como si a la Kirin le hubiera gustado esa forma sumisa de esta y quisiera que se mantuviera asi. La segunda paso por su cadera y vientre, dando una suave caricia por algún motivo en esa zona antes de bajar hacia su miembro y tomarlo con firmeza.

Radha había notado y lo podía confirmar que prácticamente todo el cuerpo de la Kirin estaba cubierto de un pelaje suave, sus manos también y esa sensación ahora se transmitía a su miembro el cual estaba siendo masturbado con bastante rudeza. Aunque la Kirin parecía delicada se podía notar que tenia algo de fuerza y la estaba usando para apretar el miembro de Radha y hacer firmes movimientos de arriba a abajo masturbandola con decisión. En una de estas, la Kirin se la quedo mirando unos segundos antes de relamerse y su cuerno empezó a brillar de nuevo haciendo que una nueva descarga golpeara los minerales y cubriera todo de esa electricidad estática. Radha pudo escuchar que no era la única que se lo estaba pasando bien.

Las felynes estaban raras, Cocoa estaba cabalgando el miembro de Mochi con bastante rudeza haciendo fuertes sentones encima de la pelvis de la Tobi mientras que Matcha se había subido a su rostro, usando sus piernas para mantener a la Tobi bien sujeta por las manos. Matcha movía las caderas mientras que la Mochi iba lamiendo su vagina, la cola de Mochi palmeaba un poco el suelo y parecía estar un poco revoltosa pero las felynes la tenían bien sujeta y incluso podías ver como Matcha le daba alguna bofetada, no muy fuerte, a Mochi para corregirla cada vez que se ponía demasiado nerviosa. Era curioso pero esa faceta dominante de las felynes no se veían demasiado seguido y parecían un poco idas.

Pero no podías centrarte demasiado en esa escena ya que la Kirin dejo de lamer y se puso de pie por un momento blandiendo su miembro que se quedo por un instante mirando firmemente las nalgas de Radha antes de que la propia Kirin soltara un jadeo de placer. La lluvia paro, se seguía notando el roció en el aire pero la llovizna había parado y ahora parecía que el calor se podía sentir aun mas. Con un suave movimiento, la Kirin apoyo su equino miembro en la entrada de Radha mientras se iba colocando, sus cascos hicieron un poco de fricción en el suelo y la cadera de la Kirin parecía tensarse mientras que la yegua no paraba de mirar a Radha firmemente sin apartar la mirada, había un cambio, Radha podía sentir que la Kirin desprendía deseo por penetrarla.

Realmente ser la parte pasiva no era muy lo suyo, pero ni Radha podría negar lo bien que se la estaba pasando en ese momento, víctima de la hábil lengua y los estímulos animalescos de la Kirin; su sexo natural se volvía loco a base de estremecimientos, humedeciéndose en gran medida al mezclarse la saliva con los jugos, no obstante el falo que consiguió por medio del veneno también se estaba notando seriamente afectado gracias a las atenciones ajenas, solo que en su caso el miembro escurría pegajosa sustancia casi transparente a modo de líquido preseminal…

No tendría pues que obligar a la bárbara a permanecer así, ya que con tanto placer esta ni se planteaba el moverse. De su lado entonces la humana simplemente jadeaba y como que empujaba un tanto las caderas pidiendo más, eso sin contar que sus estremecimiento la llevaron a enterrar los dedos entre el musgo y la tierra al quererse sostener se algo. Tensas sus piernas querían estirarse, pero no las dejaba ni la posición ni la certeza de que así perdería un tanto del goce que estaba sintiendo.

La fuerza que sintió masturbándola, lejos de molestar o lastimarla, le produjo nuevos estremecimientos al tiempo que le arrancaba más gemidos; a ese ritmo sentía que pronto se iba a correr, pues la Kirin estaba siendo muy intensa, y por si no fuera suficiente con aquello los sonidos se afuera la estimularon más… ya ni digamos lo que vio.

¿Desde cuándo las felyne se comportaban así?

Sería mentira decir que eso no la excitó en mayor medida, que por un momento la bárbara quería ir a por las tres y unirlas a la pervertida sesión que estaba teniendo con la Kirin, pero además de que Radha suponía que eso no le gustaría a la criatura, suficiente tenía ya lidiando con el placer que le daba como para estar buscando más, sin embargo esa imagen quedaría sí o sí grabada en su mente. Ella por su parte también estaba un poco idea, babeando de gusto…

A pesar de eso pronto sintió más de una diferencia empezando porque la criatura se detuvo; Radha volteó a mirarla cuando la lluvia pareció seguirla, y si bien no se levantó, sin que fue capaz de notar lo que estaba como demandando la electrizada. Testigo de ello la humana tragó saliva y comprendió, cosa que, dicho sea de paso, alborotó bastante a su lujuria, y de manera instintiva la llevó a arquearse más, tanto como podía, de manera que parecía estar presentando su intimidad hacia la ajena.

— D-dámela… — pidió entonces la cazadora en voz baja pero suficiente para que la escuchara la otra. Se notaba un poco más dulce comparada a la habitual, no por ello indefensa pero si cooperativa, y aunado a ello Radha incluso buscó el contacto con el miembro ajeno desde su húmeda cavidad. — F-fóllame… — pidió deseosa, agitada y por supuesto caliente, recordando muy vagamente a cuando Laika se entregó a la legiana…

A diferencia de un miembro humano, la Kirin tenia un miembro equino y eso se notaba cuando Radha pego un poco la entrada de su humedad hacia el miembro de la Kirin. Era morboso de ver, la Kirin tenia esa respiración entrecortada y Radha podía jurar que por un momento un poco de vaho salio de entre sus labios como si por dentro ya estuviera de lo mas caliente. Entonces la Kirin apoyo ambas manos en los hombros de Radha, aunque lo natural hubiera sido que la tomara de la cintura pero parecía mas cómoda de esa forma mientras se iba acomodando la cadera.

La Kirin empezó a apretar un poco pero por la forma del glande y de lo lubricada que estaba Radha el miembro se deslizaba, se apoyaba en su entrada vaginal y por todos los fluidos se deslizaba hacia abajo o hacia arriba como si no supiera entrar dentro de ella. Pero lejos de frustarla la Kirin lo intento un par de veces mas, como si fuera el propio miembro el que la estuviera lamiendo antes de que, con cierta firmeza, el glande equino abrió el interior de Radha. Fue diferente, el glande era circular y eso hacia que desde el primer momento la entrada de Radha y su interior tuvieran que dilatarse por completo para aceptarla, la Kirin salto un pequeño soplido mientras se iba apoyando mas y mas en la espalda de Radha mientras con la cadera iba deslizando su miembro por su cálido interior.

Era suave, se notaba como firme pero se notaba enseguida que no era un miembro duro, era mas bien elástico pero se sentía muy bien, se sentía diferente porque por la forma del glande rozaba todas las paredes interior mientras buscaba alojarse en la parte mas profunda de Radha, sin detenerse en ningún momento hasta que el glande beso la entrada de su cervix. Entonces la Kirin se detuvo soltando un jadeo de placer, arqueando la espalda hacia arriba sin dejar de estar sujeta a los hombros de la barbara balanceando sus firmes pechos, mirando hacia arriba con gesto de placer. -Apretada...mmmm...buena hembra...yo te montare...- Susurro la Kirin mirándola desde una posicion un poco mas elevada, no sonrojada pero se notaba que estaba disfrutando y su cuerno levemente iluminado de azul.

Las firmes caderas de la Kirin comenzaron a moverse, no fue suave, se notaba la fuerza que tenia en esa zona y el como bombeaba el miembro chapoteando en la humedad de Radha haciendo cada vez mas fuertes sus embestidas mientras intentaba matenerla quieta con las manos. El miembro llegaba hasta lo mas profundo de Radha y salia mas o menos hacia la mitad antes de volver a penetrarla pero aquello no era todo.

Al principio se podía sentir una especie de hormigueo conforme iba pasando el miembro, pero ahora se notaban pequeños calambres, chispas de electricidad que recorrían el miembro dando espasmos de placer por donde pasara.

Solo el contemplar la forma del miembro ajeno causó que la lujuria se Radha se disparara más, si cabía, pues la forma y aspecto le causaban una extraña fijación así como antojo; eso no lo había vivido con otras criaturas antes, pero pues, para todo había una primera vez. No hablemos del tamaño y el grosor, que sin duda inspiraron en la bárbara curiosidad por cómo llegaría a sentirse algo así en su interior.

Cuando la Kirin utilizó esa peculiar manera para sostenerla tendría que haberlo anticipado, imagino al “sumar” los factores en su mente, pero si de normal la cazadora era algo cortita en ese sentido, con el deseo fluyendo tan fuerte en ella pues no le quedaba mucha razón de la que echar mano, y menos aún control para aprovecharla en cualquier caso.

Por otro lado mientras la criatura se frotaba intentando entrar, la bárbara se dejó llevar por la placentera sensación de masaje y cercanía que experimentaba; a esa distancia tanto el aroma como la temperatura de la ajena eran compartidos con la humana, y estando allí tumbada Radha sentía como fuera más salvaje que nunca, por ende se notaba instintiva, libre en un cierto sentido, y eso le gustaba… claro que lo anterior llegó a un fin inesperado cuando la yegua eléctrica por fin logró penetrarla.

— ¡AGH! — gritó tan fuerte que por un momento pensó que su garganta se desgarraría, y es que ser abierta así, sobre todo para alguien como ella que no tenía tanta experiencia siendo penetrada, resultó un tanto doloroso, pero merced de la gran cantidad de lubricación entre ellas y de lo dispuesta que estaba, la humana logró sentir cierto placer también, en especial cuando la ajena frotó sin más aquellas zona donde era más proclive al estímulo. Instintivamente Radha estrechó su interior, pero también arqueó incluso más su espalda a fin de facilitar el ángulo de penetración.

Por dentro la mujer se estremecía, al tiempo que por fuera se iba poniendo más y más húmeda; al hacer presión sus pechos contra el piso acolchonado de musgo Radha complementó ese placer rudo y salvaje que sentía. La voz ajena la llevó a mirare a la Kirin…

— Sí, móntame… — aquello no era una orden ni una petición, sino complicidad pura, deseo que externado en forma de palabras sirvió para que la bárbara expresara lo que su cuerpo suplicaba. Cuando las embestidas comenzaron, ella las fue aguantando de manera tan estoica como podía, dejándose empujar y sintiendo como la yegua la invadía totalmente a cada vez, sin embargo para cuando llegaron los calambres eléctricos, inevitablemente Radha se corrió mediante un orgasmo que la hizo temblar por completo; incluso su voz se silenció aunque su boca no fue cerrada, ya que dejó salir de manera obscena lengua de la que colgaba un poco de saliva; sacudiéndose la bárbara también llevó su vista hacia la nada, abstraída y tensa por un momento, aunque su entrepierna chorreaba como loca.

¿Acaso la quería matar de placer

Los fluidos de Radha bajaban por sus piernas después de haberse corrido, las contracciones en su interior fueron notadas por la Kirin la cual se quedo unos instantes parada para que Radha pudiera acabar de sentir su orgasmo antes de volver a moverse, parecía que la Kirin no tenia intención alguna de dejarla descansar.

Lejos de ellas pero cerca, las felynes habían cambiado de posiciones, ahora era Matcha la que estaba cabalgando el miembro de Mochi mientras que Cocoa estaba abrazada a ella, desde su pelvis hasta su cara, jugando con su lengua sin parar pero se podía ver esa faceta dominante aun en las felynes, con ambas manos Cocoa tenia sujeta las manos de Mochi mientras que a sentones, Matcha habia colocado sus piernas en las patitas de la Tobi haciendo que no pudiera darse la vuelta. Sus expresiones eran de puro placer y los maullidos iban en aumento como si fuera el hilo musical de aquel lugar.

Volviendo con la Kirin, esta resoplo al sentir la calidez del interior de Radha y volvió a tomar un buen ritmo, mirando como la barbara estaba disfrutando de mas de aquellas sensaciones. La Kirin lentamente dejo de sujetarla para tomarla de una de las piernas para que por un momento Radha quedara de lado, aquella posición no duro demasiado pero fue de lo mas agradable. Por como se estaba moviendo la Kirin, Radha pudo notar en uno de sus muslos unos labios vaginales muy suaves, cálidos y humedecidos que se frotaban con su propia piel, eso indicaba que debajo de los pesados testículos que también se frotaban contra ella la Kirin tenia órganos femeninos. Las embestidas se fueron haciendo mas y mas profundas hasta que la Kirin acabo por dar la vuelta a la barbara quedando ahora de frente a ella.

Por un momento la Kirin freno sus embestidas para quedarse mirando a la barbara con sus ojos color rubi, estaba estoica aunque por tranquila que estuviera Radha podía sentir que estaba agitada y excitada, algo se lo decía aunque fuera difícil de identificar. La Kirin dejo de sujetar las piernas para apoyar ambas manos a los lados de la cabeza de Radha, al igual que lo había hecho cuando la había lamido y volvió a arremeter contra su pelvis con fuerza. Ahora por la posición en la que estaba, aunque fuera poco, Radha podía notar un bulto formándose en su vientre cada vez que el glande equino besaba la parte mas profunda de su anatomía, la Kirin no parecía estar cerca del orgasmo y no iba a parar hasta lograrlo pero hubo un poco de complicidad por su parte.

Se abrazado un poco a Radha, bajo el cuerpo lo suficiente para que ambos pechos se rozaran y sacando su lengua nuevamente empezó a lamer pero esta vez el rostro de Radha a modo de cariño hacia la barbara, pero aquello se mezclaba con aquellas sensaciones que solo la Kirin podía dar. Si Radha la tocaba o se fijaba lo suficiente podía ver como parte del pelaje de la Kirin estaba erizado y unas pequeñas corrientes eléctricas pasaban por ella, esa electricidad no tardo demasiado en entrar en contacto con el cuerpo de Radha.

En su interior el miembro cada vez que entraba descargaba un poco de aquellas chispitas que la habían echo correrse, no sucedía cuando salia solo cuando entraba pero se estaba volviendo una sensación continua como si la Kirin atacara su interior, mientras que cada vez que sus pezones se rozaban con cualquier parte de la barbara esta sentía esa electricidad pasando por su cuerpo y esparciéndose por toda esa zona en una placentera sensación.

Seguir apenas se había corrido la hizo retorcerse, pues estaba muy sensible y la Kirin no era fácil de aguantar ya normalmente, menos aun cuando todo el interior de Radha estaba al borde del agónico placer; que la criatura se detuviera por un momento ayudó hasta cierto punto, mas al no salirse de la bárbara le dejaba a esta muy poco margen.

Para colmo estaba la imagen de las felyne dejándose llevar sobre una Mochi a la que no sabía si quería ayudar o bien si la envidiaba, pues aunque ya había tenido momentos calientes con ellas, por lo general las gatitas no eran tan efusivas, al menos Cocoa, hasta los últimos momentos. Realmente esa vista podía volverse adictiva tan fácilmente como la sensación que arremetía en el interior de la bárbara.

El resoplido ajeno sirvió como caricia etérea para hacer erizar su piel, mimo que a la vez estimuló a la humana de forma contrastante con las fuertes embestidas de la Kirin arrancándole nuevos gemidos; a diferencia de antes, sin embargo, la voz de Radha salía entrecortada y a nivel más bajo, aguda de manera que inspiraba mayor sumisión y un estado indefenso por parte de la que sentía sus pechos frotarse y aplastarse contra el rugoso suelo. Deseosa la cazadora alternaba su boca abierta con pequeños cierres que hacía para así poder morder su labio inferior o tragar saliva, además externaba no pocos jadeos que resonaban haciendo eco gracias a las condiciones del lugar.

Sin interponer resistencia la mujer se dejó manipular con tal de seguir sintiendo ese placer, el cual dicho sea de paso tomó un cariz como más humano por un breve tiempo, cuando la Kirin la levantó así; en esa oportunidad Radha pudo ver lo que la ajena tenía más allá del miembro masculino y quiso tocarlo, ver lo que sentía la yegua si lo hacía, pero no lo hizo por dos razones: una porque apenas si podía mantener cierto control sobre sí misma gracias a la deliciosa sensación que la llenaba, y la otra porque no sabía si la criatura se tomaría eso como un ataque o algo así…

Ya frente a frente la bárbara observó a su compañera de lecho; a diferencia de esta, Radha sí que demostraba su excitación tanto por medio de su gesto en sí como a través del rubor que la cubría ampliamente. Sus ojos estaban brillosos y su sonrisa se veía amplia, traviesa. Al retomar la ajena sus embestidas la bárbara se agazapó un poco y de forma instintiva levantó sus caderas, empujándolas contra la Kirin como si quisiera quedar conectada a ella sin lugar a dudas, no obstante le sorprendió en gran medida que la yegua buscara abrazarla. Para corresponderle entonces la cazadora se abrazó a ella y comenzó a darle lamiditas cada que sus bocas se encontraban, pues comprendía que igual un beso se le haría extraño a la otra, además de ese modo creyó la bárbara que no perdería su papel sumiso.

Eso sí, al tocar más a la criatura la electricidad hizo que se erizaran su piel y su melena de forma automática, pero según pasaban los minutos Radha iba aprendiendo a apreciar el extraño placer que le daba aquello, cosa que sin duda habría sido mucho más inconveniente en batalla. A pesar de lo anterior también era cierto que la mujer era muy débil a eso, y que cada que la Kirin soltaba esas chispas en su interior o bien que los pezones de la susodicha hacía algo similar en el exterior, la bárbara se estremecía y se ponía como más caliente; por suerte logró no correrse cada vez, pues de lo contrario sería peligroso y quizás terminaría enloquecida, pero ya lo suficientemente deseosa por más de aquello también aprovechó para abrazar a la Kirin también con sus piernas y así atraerla todo lo posible.

— M-me encanta tu electricidad — tras lamerla un tanto le susurró de forma dulzona, esto mientras sus dedos recorrían pervertidos desde el cuello de la yegua, bajando por su firme espalda hacia el coxis, de ahí a las nalgas, de las cuales se sostuvo siguiendo el ritmo de las embestidas que recibía. Allí una vez más tuvo la inquietud de agarrarle la cola, y de hecho lo hizo, pero solo el inicio, como una caricia, momento en que sentía a sus entrañas inquietarse y hormiguear, signo de que estaba a punto de llegar a otra cima de placer— N-no es justo… e-eres d-demasiado hábil… — dijo más femenina que nunca, de hecho llorosa por su cercanía al éxtasis…

La mano de Radha fue bajando por el cuerpo de la Kirin, se podía sentir bien como estaba de perfilada y al llegara a sus nalgas podía sentir la fuerza con la que estaba embistiendo, entonces fue cuando toco un poco la cola. La cola era áspera, curiosamente no era suave y se podía sentir de una forma diferente a todo el pelaje que cubría su cuerpo, era como duro y áspero, en cierta manera rígida, no era para nada esponjosa como podía ser el cabello de Mochi. De por si la Kirin estaba recibiendo con buen agrado los intentos de Radha de acercarse a ella, ella misma pasaba la lengua por la lengua de Radha y por la posición el miembro de la barbara estaba teniendo un muy agradable masaje en el suave vientre de la yegua.

Pero parecía que el tocar su cola puso un momento en alerta a la Kirin la cual dejo de lamer el rostro de Radha para mirar hacia atrás con curiosidad mientras miraba la mano de esta, entrecerrando un poco los ojos antes de volver a mirar a Radha y decir con firmeza. -No...- Aun con una mano tomando a Radha la otra tomo la muñeca de la barbara y la levanto por encima de la cabeza de la tumbada cazadora sin dejar de mover la pelvis. -No se toca la cola...- Continuo diciendo con firmeza, el agarre de la Kirin era firme y se notaba fuerte pero Radha podía notar que si ella se pusiera seria y de veras quisiera apartarse de ese agarre lo podría hacer, la Kirin mas que fuerte físicamente tenia otras cualidades.

En esa nueva posición, los pechos de la Kirin rozaban los de Radha y la electricidad hacia que Radha estuviera descubriendo un nuevo placer de manos de la criatura, la electricidad estaba recorriendo una y otra vez su cuerpo, tanto, que ahora ya no era solo la electricidad de la Kirin la que pasaba a Radha si no que ella misma también mandaba ciertos estímulos a la Kirin aunque ella no parecía notar demasiado de aquello. El como se movía pidiendo mas y los rostros que ponía, parecía que estaba poniendo de buen humor a la Kirin y había olvidado rápidamente que la había tocado, entonces, sin soltar su mano, la tomo de la cadera y la fue sentando encima de ella.

Aquello fue muy extraño pero fue erótico, la Kirin se puso en la posición del loto mientras con una mano agarraba una de las nalgas de Radha y la otra, de forma dominante, intentaba mantener la mano de Radha en su espalda, nuevamente si la barbara quisiera podría poner resistencia a aquello. Por la gravedad, Radha quedo sentada en el miembro equino de la Kirin, el glande estaba besando y empujando el cervix de Radha pero no era capaz de entrar por la forma que tenia su miembro, pero si que se notaba de lo mas profundo, empujando su interior. Ahora si lo deseaba, Radha se podía abrazar a la Kirin con una mano, tenia las piernas rodeando su cadera y el miembro totalmente hundido en su cavidad, de hecho casi podía sentir como sus nalgas estaban apoyadas en sus pesados testículos.

Cuando parecía que la Kirin quería que Radha se moviera, con el poco espacio que quedaba entre ella y el suelo la Kirin empezó a moverse de arriba a abajo haciendo que la propia presión acompañara los movimientos de ambas, haciendo cabalgar a Radha encima del miembro equino que no abandonaba lo mas profundo de su interior. Los roces fueron en aumento, ahora el miembro de la barbara estaba atrapada entre los dos vientres apuntando a sus pechos y había muy poca separación entre las dos.

Sorpresivamente, si aquello fuera posible, el miembro se estaba empezando a hinchar y la electricidad estaba volviéndose de lo mas intensa, las pequeñas chispas se estaban convirtiendo en verdaderos calambres, el miembro casi parecía electrificado dando estímulos por toda la vagina de Radha obligandola casi a contraerse y cuanto mas apretada estaba mas se notaba esa corriente. -Te daré mi electricidad...- Susurro la Kirin la cual estaba agitada, ahora si, su respiración acelerada estaba entrecortada y la Kirin cerro los ojos como si estuviera concentrándose en algo, sus caderas golpeaban con firmeza la cadera de Radha y se notaba que estaba al borde del orgasmo.

“¿Por qué todas parecen tan reacias a dejarse tocar la cola menos Mochi?”

Tal fue el pensamiento que cruzó por la mente de Radha al recibir esa negativa que fue como un eco del pasado cercano, cosa que la hizo sonreír muy levemente. A pesar de todo, o quizás por lo anterior, la bárbara realmente no luchó para zafarse de un agarre que sentía intenso pero no a un grado extremo, mejor entonces se concentró en la mirada de la Kirin y suspiró para luego volver a buscar su lengua.

Incluso si la cola estaba tan firmemente prohibida la humana podía disfrutar con el tacto del resto del cuerpo, siendo que en esa posición el peso de la yegua aplicaba agradable presión, dejándole sentir las texturas de su piel y su calor; entre los vientres de ambas el falso miembro de la cazadora palpitaba según las pieles lo frotaban, pues estaba ya demasiado sensible y hasta pegajoso, por otro lado los pechos de Radha aceptaron de muy buena gana el estímulo resultante del contacto con los ajenos; esa electricidad era como invitación al vicio, algo que, por mucho que se esforzara, la bárbara no lograba describir del todo en sensación ni en efecto, mas sus gemidos y expresiones complementaban el obvio disfrute.

La lujuria del momento dio paso a cierta complicidad nueva que sorprendió un poco a la humana, pero curiosa estase dejó hacer mientras que con su respiración acariciaba el rostro ajeno y con su brazo libre la tenía rodeada de la cintura. Con ganas de jugar Radha no se resistió a ese agarre que le daba cierto cariz intenso a la posición, además sentir el miembro ajeno en ese nuevo ángulo la hizo temblar y agitarse otro poco más. — Que rico… — murmuró tras relamerse, acto seguido buscó un nuevo contacto entre ambas lenguas al tiempo que sus caderas hacían un suave movimiento circular, como si la bárbara estuviera cabalgando usando como centro la polla de la yegua. Con cada movimiento los músculos se su cuerpo se marcaban perlados, pero incluso así estos se veían más eróticos que imponentes, definidos en una manera lasciva; por dentro el cuerpo de la bárbara iba reaccionando a los estímulos provocados por el contacto, de modo que por momentos parecía querer succionar a la Kirin o bien alternaba con pequeñas sacudidas. Notarse invadida era en extremo placentero para alguien como la cazadora, al parecer.

Más pronto que tarda la bárbara abrazó más fuerte a la ajena con solo el brazo ya mencionado y volvió a hundir sus dedos en la piel azulada; su efusividad se notó también en el aumento de ritmo de su respiración. Para colmo fue entonces que la Kirin comenzó a moverse también, con cierto aire demandante, y claro, la humana sin duda correspondió empujando con sus caderas de manera más rítmica y continua; así las pieles chocando hacían un ruido lascivo pero no más que el coño de la bárbara que rebosaba de fluidos; pronto además se unieron nuevos gemidos que Radha intentó acallar llevando su boca al cuello de la yegua, pero no lo logró realmente…

— S-si… d-dámela toda… — en ese momento la cazadora no razonó bien lo que acababa de escuchar, pero solo por la deliciosa sensación y la imagen que le regalaba la criatura ya estaría más que convencida. Además ella también estaba cerca de un nuevo clímax, cosa que no podía evitar solo por sentir esos choques y calambres que estimulaban tanto su interior como su exterior de maneras impensables; lo que sí podía hacer, en todo caso, era posponerlo solo por un poco más.

Tratando pues de llevar a la Kirin hasta el punto de no retorno, Radha puso toda su fuerza en sostenerse de ella, de modo que acto seguido pudiese impulsar sus caderas a plena potencia cabalgando de forma bastante intensa. Por un momento parecía que iba a entrar en furia, más luego su expresión extasiada y sus gemidos dejaron claro que no, que solo estaba follando no como humana sino como criatura, desesperada por obtener esa “electricidad” tan cercana como fuera posible a su propio orgasmo. Mientras cabalgaba, sin embargo, su mano fue hasta más debajo de la Kirin no para agarrarle la cola, sino para poner un dedo sobre la parte exterior de su entrada anal, buscando estimularla a través de un leve masaje…

Mas que tener sexo, era casi como si estuvieran peleando, cada una con su estilo propio de dar placer. Con cada embestida la Kirin podía sentir los movimientos de Radha la cual intentaba llevar a la Kirin a ese punto de no retorno donde estallaría en un clímax intenso, mientras que la Kirin queria intentar llevar ella misma a una indomable Radha la cual no dejaba de moverse buscando su propio placer y también el de la contraria.

La Kirin dejo que Radha buceara por su cuerpo, se moviera como ella quisiera siempre manteniendo una de sus manos en la espalda, al pasar los labios por su cuello podía sentir como la sangre bombeaba a través de la Kirin y su fortaleza mientras que poco a poco todo se estaba volviendo confuso y lascivo. Desde esa posición Radha podia ver perfectamente a sus compañeras como disfrutaban de Mochi, parecia que no tenían ningún reparo en estar una y otra vez con la Tobi que cada vez parecía mas sumisa ante las demandantes felynes que no la dejaban descansar.

Pero Radha tenia otras cosas en las que pensar y era en lo que tenia en su interior. El miembro de la Kirin golpeaba una y otra vez la boca de su cervix, besándola y debilitandola con cada calambrazo y embestida que daba pero por la forma de su miembro era imposible para una humana aceptar aquello en su interior, ademas de que la Kirin aunque estaba muy bien dotada no tenia mas miembro que ofrecer a Radha, cosa que no parecía ser un problema. De pronto la Kirin dejo de sujetar la mano de Radha y llevo ambas manos a las nalgas de Radha haciendo mas y mas presión con ella llegando a alzarla un poco en el aire con cada movimiento de pelvis. Estaba tan perdida en su placer que apenas noto o al menos no impidió que Radha tocara la entrada anal, esta se notaba rugosa y aunque no la podías ver era una entrada amplia al menos, no la podía ver desde esa posición pero era mas grande que la de una humana corriente, seguramente estaba oculta por la cola la mayor parte del tiempo ademas de su entrada vaginal, se notaba cálida y rugosa pero con el tacto apenas se podía notar algo mas. Entonces la Kirin soltó un largo y dulce relincho.

El relinchar de la Kirin era muy parecida al de una yegua, solo que en ese momento por dos factores era un relinchar agradable de escuchar, el primero era el tono de voz de la Kirin la cual era mas melodiosa y el segundo es que en ese preciso instante cayo un nuevo rayo en los minerales cercanos haciendo que el placer se intensificara aun mas. El semen empezó a brotar del miembro de la Kirin, era un semen terriblemente espeso y abundante y Radha podía sentir como rápidamente inundaba todo su interior hasta el ultimo recoveco que tuviera su anatomía, pero eso no era todo. La electricidad de la Kirin continuo brotando de su miembro y parecía que su semen era conductor, entonces todo el interior de Radha empezó a sentir unos calambres intensos que se esparcían por toda la parte baja de su cuerpo, llegando hasta los dedos de los pies antes de que una oleada de placer fuera subiendo por su vientre y pechos dejándolos de lo mas firmes hasta llegar a su cabeza. Era un orgasmo continuado en el tiempo uno de los mas largos que podría haber experimentado la barbara, conforme el miembro estaba dentro de ella y el semen la bañara el orgasmo continuaría, se podia ver a una relajada Kirin dando placer mientras que Radha sufría ese placer por todo su cuerpo mientras que la Kirin con toda calma la fue colocando boca abajo, apoyando todo su cuerpo en las nalgas de la barbara sin dejar que el miembro saliera.

Tanto el semen de Radha como el de la Kirin comenzaron a bañar la cama de musgo mientras la Kirin resoplaba en la nuca de la barbara, dejando su respiración en su piel antes de ir deslizando lentamente, casi de una forma agónica, el miembro hacia afuera dejando ya que finalmente el semen empezara a salir a borbotones de su interior y la electricidad abandonara el cuerpo de Radha, aunque la sensación aun perduraba. -Buena hembra...- Susurro de nuevo la Kirin mientras se levantaba con el miembro cubierto de su propio semen, se quedo unos segundos mirando a Radha mientras que la inconsciencia parecía golpearla con un cansancio que nunca antes había sentido, la Kirin bajo la cadera un momento para golpear una sola vez con su miembro el rostro de Radha antes de alejarse, haciendo resonar sus cascos hacia las felynes que continuaban acosando a Mochi. Eso fue lo ultimo que Radha pudo ver antes de perderse en su cansancio, a Matcha cabalgando el miembro de Mochi mientras que una salida Cocoa se acercaba a la Kirin maullando a cuatro patas como una gatita en celo.

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El sol calentaba el cuerpo desnudo de Radha conforme iba teniendo consciencia de ella misma, sentía todo el cuerpo entumecido y de lo mas adolorido como si hubiera dormido en frio durante toda la noche en mala posición...lo cual era cierto en cierta medida. Nada mas levantarse, el aroma a sexo estaba presente en su cuerpo, toda su pelvis estaba manchada de semen y su vagina aun goteaba un poco de la pasión de la Kirin, su rostro se sentía pegajoso y en cierta manera se podia considerar que Radha se encontraba sucia, pero satisfecha en cierta medida.

A poca distancia, una acaramelada Mochi tenia tanto a Matcha como a Cocoa rodeada con su gran cola mientras que ambas dos presentaban prácticamente el mismo aspecto de Radha, sus rostros y parte del cabello estaban llenos de semen al igual que sus cuerpos, la única que estaba decente por increíble que pareciera era Mochi la cual estaba relativamente limpia y parecía tranquilita incluso.

Había sol, las nubes habían desaparecido del horizonte y aunque había alguna que otra nube natural había que decir que el paisaje desde donde estaban, que era la cima mas alta de todo el valle coralino era espectacular, se podían ver todos los colores de los corales y de las setas que habían por todo el valle en un estallido de naturaleza viva. Ademas de aquello, los minerales parecían estar tranquilos, quizás un poco duros para poder picarlos con la espada pero parecía que no había electricidad en el aire y por todas las lluvias aun estaba el pequeño estanque de agua clara por si Radha necesitaba limpiarse o beber agua pura.

Kirin no estaba, no había rastro de ella pero no era la única cosa que ya no estaba, solo con moverse Radha podía notar que algo faltaba en su cuerpo y al bajar la mirada efectivamente. En su cintura había un cúmulo de semen amarillento ya conocido por el veneno de la reina vespoid pero parecía que la Kirin había conseguido drenar todo el veneno que tenia acumulado en su cuerpo y ahora el clítoris de Radha se encontraba tranquilamente abrazado por sus labios vaginales.

Literalmente Radha sintió la tormenta hacerse con su cuerpo cuando la Kirin se dejó ir, esto no solo por la electricidad, sino también debido a la intensidad con que la yegua la tomaba y a las sacudidas que instintivamente dio ella misma a su propio cuerpo. En cierto momento del encuentro aquello bien podría ser calificado como una especie de placentera lucha entre ambas, motivo de competencia para ver quién hacía correrse primero a quien, no obstante al final era difícil llamar a cualquier resultado una “pérdida”…

Lo anterior le quedó claro a Radha cuando la electricidad la invadió seguida por ese falo caliente, tan ancho como largo, que intenso besaba su interior. Llevada a este punto la bárbara solo atinó a abrazar tan fuerte como pudo entonces a la yegua, mas su cuerpo entero se retorcía guiado por un placer que no parecía querer detenerse. Si bien con otras criaturas ya había sentido cosas difíciles de describir, y ahora con su miembro falso creado a partir del veneno de la vespoid Radha conocía bien el peculiar goce de correrse al doble, ahora era como si cada poro y terminación nerviosa en su cuerpo se corriera al mismo tiempo, una y otra vez.

La humana se tensó de pies a cabeza con su cuerpo arropado por los dulces calambres; los dedos se le separaban creando arcos bien visibles, aunque enseguida se agazapaban unos contra otros; marcados sus músculos contrastaba con los gemidos que se convirtieron en gritos, pues estos lejos de ser rudos se escuchaban de lo más melodiosos y agudos, dulces hasta cierto punto, pero mucho más pervertidos.

Su vagina literalmente escurría según el interior se iba llenando de la espesa corrida ajena, una tan abundante que no tardó en hinchar un tanto el vientre de la cazadora pero además comenzar a buscar escape hacia el exterior. En algún momento la usuaria de espadón dejó el cuello de la Kirin a fin de echar la cabeza un poco hacia atrás como consecuencia de su ser arqueándose, entonces la Kirin podría ver a la humana sacando su lengua y moviéndola en el aire de forma más que obscena, y que además se complementaba con su mirada casi perdida al no ser capaz de encajar tanto placer al mismo tiempo. Cualquiera podría pensar que Radha estaba sufriendo en ese momento… a menos que viera su amplia sonrisa, signo de todo lo contrario.

Dentro de todo la cazadora podía comprender perfectamente a las felyne, pues al parecer ese lugar “hechizaba” para sacar lo más pervertido de una, o más específicamente, era la electricidad de la criatura la que estimulaba a cuerpo y mente. Tomando en cuenta aquello no fue se sorprender que la bárbara terminara tirada, retorciéndose en el piso mientras que su cuerpo “sufría” continuamente espasmos de placer; tenía tanto calor que sentía como si le saliera vapor, aunque a toda vista lo que fluía de ella era el espeso semen que no pudo contener del todo en su interior debido a la cantidad. También escurrían sus propios jugos perlando sus hinchados sexos, ya fueran en forma de femenino néctar desde su vagina o bien como esa pervertida miel generada a partir del veneno de la vespoid.

Instintivamente Radha quiso lamer aquel miembro que la tenía encantada apenas estuvo lo suficientemente cerca, pero junto a una imagen de lo más sugerente mostrada por sus compañeras, por mala suerte no fue capaz de aguantar más y finalmente cayó rendida.

Nunca había “perdido” de manera de placentera, que la dejara con ganas de más y más…

*****

Cuando despertó la cabeza le daba vueltas, estaba un poco babeada y confundida, mas pronto las sensaciones en cuerpo la llevaron a recordar el día anterior tanto como ver el paisaje; a pesar de lo anterior, ahora el lugar parecía otro. Mientras se ubicaba mejor Radha se estiró con tal de desperezarse y quitarse lo entumida, aunque al haber pasado muchas horas en mala posición ello dolió, haciendo que de manera instintiva la bárbara se agazapara en sí misma.

Desde esa posición logró ver a sus compañeras durmiendo en similar estado al propio, salvo Mochi, que sorpresivamente se veía hasta a gustito a pesar de lo que la bárbara recordaba; de manera espontánea esto le sacó una sonrisa a la mujer. Eventualmente Radha se pudo poner de pie y así caminar hacia el estanque, esto de paso le sirvió para comprobar mejor los alrededores y ver cómo era la apariencia del paisaje sin lluvia o nubes muy densas — Se ha ido… — dijo para sí misma al no ver a la yegua, lo que de paso le provocó una nueva sonrisa al preguntarse si sus palabras habían funcionado o producido algún pensamiento en la criatura que llevara eso; en cualquier caso que no estuviera lastimada sugería que la Kirin se había ido en buenos términos, ¿acaso terminó satisfecha?

Pensando en ello estaba la bárbara cuando empezó a lavarse, para ello tomó un poco de agua entre sus manos y con estas mismas fue esparciéndola por su cuerpo. Al bajar la vista, no obstante, notó lo otro que faltaba, y aunque técnicamente eso no significaba más que el hecho de que se había curado, la sorpresa luego de haberle agarrado gusto al falo fue bastante — ¡¡¡¡¡¿¿¿EEEEEHHH???!!!!! — tanta que hasta gritó con una fuerza capaz de hacer retumbar su voz por los alrededores…

-Ah....-

-Basta....-

El grito de la barbara, que no solo retumbo por todo el lugar si no que hizo un gran eco por todos lados al ser una zona tan alta y que conectaba con varias zonas hizo que las felynes se despertaran pero no de una forma agradable. Ambas empezaron a como a desperezarse y poner mala cara, realmente tenían mala cara, tenían un poco de ojeras, no profunda pero se notaba bastante, ademas de que Cocoa en vez de despertarse del todo apretó la cara contra el cuerpo de Mochi como si no quisiera despertarse.

Tal como había visto Radha una vez libre de la sensación del semen de la Kirin en su cuerpo el miembro había desaparecido, era una sensación extraña, como de liberación como si se hubiera quitado una espina que hacia mucho tiempo que tenia. Matcha se levanto como pudo pero enseguida se cayo encima de Mochi la cual sacudía su cabeza como de lado a lado mirando a ambas felynes con cierta curiosidad.

-Me...encuentro fatal...- Empezó a decir Matcha con una mano en la cabeza mientras Cocoa empezaba a mirar por todos lados. -Donde estamos?- Parecían realmente confundidas y si Radha queria deducir lo que les estaba sucediendo era parecido a cuando alguien tenia resaca, una fuerte resaca.

Mochi empezó a moverse y ambas se cayeron al suelo, esta miro un momento el laguito con curiosidad, pasando la mano por su superficie antes de dar un largo trago a la cristalina agua y hundirse por completo, de forma limpia pasando por el fondo antes de emerger en el otro lado y sacudirse como una perrita, de lado a lado salpicándolo todo. Mochi no parecía estar de mal humor después de haber sido abusada de las felynes pero al mismo tiempo no estaba de aquel humor alegre de todas las mañanas estaba como pensativa, sin saber muy bien como tratara sus emociones.

-Que...demonios ha pasado? Porque estar desnuda?!- Mirándose a si misma Matcha antes de que Cocoa continuara. -Y porque llena de semen...apesta...

Radha todavía escuchaba su voz resonar por los alrededores cuando se percató de las palabras de quienes estaban más allá; un poco culposa volteó a verlas, pues era más que obvia la razón por la que se despertaron, no obstante le extrañó el estado que tenían.

Ella se sentía relativamente bien, al fin y al cabo, sí adolorida pero nada del otro mundo, sin embargo mientras más miraba a sus compañeras, mayor era a impresión de que tenían una especie de resaca o por lo menos algo similar… menos Mochi. En ese momento la bárbara recordó cuando vio cómo la Kirin iba hacia ellas y se preguntó si el estado actual de las gatitas se debía a eso, no obstante de momento no les extendería la duda a Coca y Matcha.

— En el nido de la Kirin, arriba del altiplano, ¿recuerdan? O al menos lo que era; parece que la Kirin se fue…  — en lugar de eso comentó a modo de aclaración para la morenita mientras avanzaba hacia ellas; tras haberse dado cuenta de que le faltaba el miembro, Radha se sentía como con problemas de equilibrio, pero eso era normal ya que tuvo una impresión similar cuando le salió, eso sí, a diferencia de al principio, ahora hasta lo extrañaba…

En ese punto también le extraño lo peculiar que se veía la tobi, ¿acaso estaba resintiendo lo que sucedió en el pasado?

— Bueno, digamos que al caer bajo el efecto de su electricidad, todas nos calentamos un poco de más y terminamos teniendo una especie de orgía… ustedes a la fuerza con Mochi y yo con la Kirin, aunque cuando yo ya no pude más, creo que ella vino a por ustedes — explicó con una mezcla de nervios y culpa, más que nada por el estado de las tres. Como no llevaba ropa, las gatitas bien podrías darse cuenta de lo que le faltaba, y es que la bárbara no era vergonzosa en ese sentido.

— Al menos estamos vivas, y por lo que se ve en el cielo, parece que la Kirin se fue y no volverá pronto… creo — un tanto insegura comentó pues tampoco conocía a la criatura o a sus hábitos, es más, todavía tenía dudas si aquello era consecuencia de su petición, de lo que hicieron luego o simple capricho de la yegua eléctrica.

Radha intentó entonces acercarse a Mochi para darle unas palmaditas y acariciarla, si es que la dejaba, a ver si así recuperaba el humor.

-Recuerdo....- Empezó Cocoa mientras cerraba los ojos como si estuviera haciendo un verdadero esfuerzo por recordar. Mochi al ver como se acercaba Radha al principio se sacudió un poco mas como para quitarse el agua de encima y olfateo su mano antes de dejarse acariciar, parecía que estaba un poco tocada pero no del todo porque enseguida se alzo sobre sus dos patas para que la acariciaras un poco mas.- Kyum, kyum kyum.-

-Recuerdo el ver a Kirin.- Continuo Matcha mientras hacia el esfuerzo por levantarse, todas estaban desnudas en ese altiplano, la ropa estaba fácilmente al alcance pero estaban mas preocupadas por saber que había ocurrido que por su desnudez, ademas había cierta confianza entre las cazadoras, ya se habían visto desnudas.

-Si, eso recordar...recordar...esa electricidad...-

-Era como si un calor...recorrer todo el cuerpo.- Iban intercalando Cocoa y Matcha mirándose de tanto en tanto hasta que se llevaron las manos a la cabeza y miraron rápidamente a Mochi.

-Ai dios...-

-Sentir Mochi...no poder controlarnos...- Acabo por decir Cocoa mientras ponía una expresión triste y se acercaba a ella. Pero parecía que Mochi no era rencorosa y al ver que Cocoa se preocupaba por ella se acerco lo que quedaba de espacio y empezó a lamerle la cara, aunque estuviera un poco sucia, Cocoa comenzó a acariciar las mejillas y cabeza de Mochi ya que ella era la encargada como de adiestrarla, quizás habían pasado un momento amargo pero no parecía que ninguna estuviera resentida.

-Recordar parte pero no todo...es como si todo nublado...pero si hacer daño a Mochi...luego Kirin acercarse y....uffff...- Las mejillas de Matcha se acabaron por sonrojar mirando hacia otro lado tapandoselas un poco antes de carraspear un poco para recomponerse. -Pasar...ser sin duda peligrosa la Kirin, parece ser que ayudarte a ti también. -Señalando la pelvis de Radha.- Ya no tener veneno, eso ser bueno y si no estar poder avisar a investigadoras o felynes, donde querer ir?

Decidiera lo que decidiera Radha ambas felynes se lavarían un poco en el agua, no sumergiéndose porque acabaría por contaminar el agua pero si limpiándose lo mejor que podían, Cocoa estuvo maullando un poco hacia Mochi como si estuviera hablando con ella y Mochi contestaba con sus “kyums”, el que se estuvieran entendiendo o no quedaba en la imaginación de cada una pero sin duda Mochi fue recuperando el humor conforme mas hablaba Cocoa con ella.

Al ver que la tobi reaccionaba bien, Radha sonrió y hasta aprovechó para acariciarla con un poco de más intensidad, yendo a su espalda y hombros, sintiendo la humedad remanente, inclusive despeinándola un poco, aunque en todo momento estuvo atenta para no terminar con la mano llena de púas, claro. Mientras estaba en ello escuchaba también a las felyne.

Tras haber estado con la Kirin, acariciar a Mochi resultaba curioso porque se sentían distintas y solo así le quedaba claro que la tobi era un espécimen mucho más joven. — Sí, yo también recuerdo haber sentido eso cuando los rayos caían, fue una situación… rara, aunque no diría que fue desagradable — un poco ruborizada por lo que llegó a su mente la bárbara intervino, sin embargo claramente se sorprendió con la reacción de las gatitas una vez parecían tener una imagen más clara de lo que pasó.

Huelga decir que la escena entre la morenita y la albina le sacó una sonrisa enternecida a la humana pues parecía que la extrañeza inicial solo había sido eso, y menos mal, tomando en cuenta lo cercanas que eran ellas dos en especial. Para darles un poco de espacio ella dejó de acariciar a Mochi.

— Su habilidad era muy extraña, me preguntó qué habría pasado si hubiéramos luchado contra ella… — algo seria Radha dijo mientras veía a Matcha, no obstante al poco tiempo suspiró — Pero por otro lado, como dije antes, fue una experiencia curiosa; ojalá para ustedes hubiese sido menos traumática… — ella en su momento quiso unírseles o bien que se unieran ellas y Mochi a lo que hacía con la Kirin, pero viendo las reacciones de todas supuso que lo mejor era no mencionarlo por ahora. — Sí, lo descubrí hace un rato apenas, por eso grité… — a modo de arrepentimiento Radha se rascó detrás de la nuca mientras sonreía.

Luego de eso bebió un poco más de agua y ya entonces comenzó a vestirse con lo poco que usaba; en paralelo continuó con la plática. — Primero… diría que hay que volver con las felyne, ver si ahora que no hay tormenta están menos nerviosas, y si quieren hablar — si bien la respuesta era a la pregunta de la arquera, Radha comentó en general — Al fin y al cabo en el campamento nos pidieron también hablar con ellas, así que necesitamos averiguar antes si algo cambió para poder reportarlo — explicó.

Mientras se ponía de vuelta el espadón fue viendo cómo Cocoa y Mochi parecían terminar de hacer las pases y eso le sacó una nueva sonrisa, es más, incluso la llevó a acercárseles para darle nuevas palmaditas sobre la cabeza a Mochi y mostrarle su gesto feliz a Cocoa, pues dudaba que esta simplemente se dejara igual. — Aunque me preguntó si regresará pronto la Kirin… — enseguida agregó mirando hacia el horizonte.

Una vez estuvieran todas listas se dispondría a bajar, aunque no estaba segura si eso sería más o menos difícil que subir…