Partida Rol por web

Los sonidos obscenos iban llenando la tienda, dentro de lo que cabía la tienda no era mas que tela y pieles así que seguramente si hacíais demasiado ruido acabaría por escucharse fuera, pero ahora mismo aquello era algo secundario, al menos para las que estaban dentro. Ambas vaginas, tanto la de Cocoa como la de Matcha eran muy suaves y cómodas de masturbar, Cocoa en cambio parecía mas sensible que Matcha ya que cuando Radha empezó a jugar con ella esta empezó a tragar el miembro de una forma un poco mas lenta.

Tenia las mejillas todas sonrojadas y esa mirada tan fiera que tenia se suavizo bastante mirando como si fuera una gatita en celo, sus morenos labios estaban húmedos y los ásperos dedos de Radha atraparon con facilidad el clítoris para darle cierto castigo. Su humedad no tardo en mojar la palma de la mano de la barbara mientras que la felyne intentaba seguir con el ritmo de la mamada. Por otra parte, Matcha movía su cadera, buscando mas roce de esos pervertidos dedos mientras que su lengua y labios besaban continuamente el cuello de la barbara, bajando una mano hacia uno de sus tersos pechos para agarrarlo con firmeza.

Los maullidos y gemidos fueron en aumento hasta que Radha les dio unas palmadas en la nalga para que se movieran, Cocoa se separo del miembro mientras un hilito de baba y liquido preseminal aun unía su lengua con el miembro, tosiendo un poco mientras miraba confundida a Radha. -Ya correr?- Pregunto Cocoa pero fue bastante gráfico lo que Radha quería de las felynes. Matcha se levanto de donde estaba y fue hacia Cocoa, tomándola por delante con cariño y llevándola con ella. -Vamos a hacerlo juntas.- Aseguro la peliverde mientras acariciaba a la felyne y empezó a maullar donde Cocoa le devolvía el maullido.

Dejando un poco de lado a Radha, mientras se acomodaba, las felynes intercambiaron un beso tierno delante de la barbara regalando una vista de lo mas sensual. Ambas lamían sus labios y buscaban lamer sus lenguas mientras que tanto Matcha como Cocoa se iba tocando y acariciando el cuerpo, tanto cintura como espalda hasta llegar a sus nalgas, donde las separaban y volvían a juntar de forma pervertida. Cocoa estaba como algo mas mareada, cuando se separaron fue Matcha la que guio a la felyne hasta acabar entre las piernas de Radha, poniendo su culo cerca del de la barbara mientras que Matcha se sentaba en el vientre de la musculosa guerrera mirando hacia atrás con una sonrisa felina. -Te haremos sentir bien, dejalo salir cuando querer.

Cocoa y Matcha se fueron acercando mas y mas hasta que, cruzando ambas piernas alrededor del miembro juntaron sus pelvis haciendo que el miembro quedara atrapado entre ambas vaginas, siendo lamido por los labios vaginales de las felynas. Estas empezaron a mover la pelvis de forma irregular, no iban acompañadas pero era un roce de lo mas placentero, subiendo y bajando por el miembro como si fuera una mamada pero con sus vaginas, las felynes no tardaron en empezar a maullar de forma linda por el placer y Radha solo podía ver la espalda de Matcha como se movía pero su cola se balanceaba tentativa de lado a lado.

-Mew...-

— N-no, yo… — contestó Radha ante la pregunta de Cocoa, siendo que su voz salió temblorosa no porque estuviera avergonzada ni nada, sino debido a que el placer del momento la hacía sentir como débil al tiempo que le requería esfuerzo solo aguantar para no terminar explotando. Ya que Matcha parecía haber entendido sus intenciones y que la morena empezó a hablar con ella, la bárbara las dejó hacer pues a maullidos no podía explicar nada, al fin y al cabo…

Mejor, pues, la bárbara se dedicó a observar aquel espectáculo que a propósito o no daban las gatitas. El beso entre ellas se veía tan tierno como tentador, de hecho a la humana se le antojaba gracias a lo delicadas que se veían sus compañeras, sin embargo Radha no intervino directamente justo por la imagen que le daban, la cual no quería interrumpir o enrarecer, más fue incapaz de evitar que sus manos acariciaran las piernas o hasta los traseros de las gatitas con cierta vehemencia mientras observaba.

Según se iban acomodando, la humana fue dándoles espacio aunque eso supusiera interrumpir sus caricias, pues por otro lado estaba ansiosa de ver qué terminarían haciendo las felyne frente a su petición, y más pronto que tarde se volvió obvio el hecho de que la habían entendido…

 — Eso… no sé qué tan difícil será — sintiéndose toda una pervertida por haberlas llevado a eso, la humana respondió a Matcha intensamente ruborizada, ansiosa pero también con el rostro poblado por una sonrisa bastante traviesa. En primera instancia la cazadora no dudó en acariciar el trasero de Matcha que era lo que tenía a la vista, separar un poco las nalgas ajenas y hasta estimular un poco lo que alcanzara de la rajita ajena desde esa perspectiva, utilizando solo un pulgar para ello. Avanzando más la bárbara subió hasta el expuesto ano de la gatita, mismo que acarició pero solo por encima, utilizando el mismo pulgar que antes y que por lo ello ahora estaba ligeramente lubricando; Radha no penetró ni nada, solo quería estimular aunque fuera unos momentos…

Al quedar finalmente “atrapada” entre los cuerpos mininos, la bárbara no pudo evitar estremecerse y hasta empujar un poco con la pelvis, ello mientras gemía un tanto más fuerte que otras veces de modo que si alguien iba pasando cerca de la tienda sin duda escucharía… pero es que para empezar a Radha ya hasta se le había olvidado donde estaban.

Que solo pudiera ver la espalda de la arquera, lejos de quitarle inspiración, sirvió para que la imaginación de la humana se activara y potenciara lo que sentía, ya que Radha comenzó a “rellenar los huecos” con las imágenes de antes e incluso con lo que había visto antes de cambiaran de posición, o sea cuando Cocoa estaba lamiendo su miembro falso y Matcha se frotaba sobre tu pierna; instintivamente, además, la bárbara comenzó a empujar suavemente con su pelvis más pronto que tarde, ello valiéndose de la fuerza de sus músculos y de que las felyne para empezar no eran muy pesadas; con esto la cazadora provocaba un roce que iba en sentido contrario al de las ajenas, pero que gracias a lo mojadas que estaban todas era placentero para las tres, sin fricción.

A los maullidos ajenos se unieron jadeos y uno que otro gemido de la bárbara, misma que no conforme con lo anterior, buscó acariciar la espalda de la gatita todavía evitando su cola, luego aferrarse a los muslos de la morenita y hasta utilizar ese movimiento para atraerla un poco más; a pesar de que sabía que debía expulsar el veneno, sin embargo, cuando sentía que estaba cerca de no poder más Radha como que se contenía, pues aquello simplemente era demasiado bueno para terminarlo rápido, o al menos eso se esforzaba por pensar a modo de distractor en los momentos que más lo necesitaba…

Por otro lado la mujer se sentía embriagada por la combinación de esencias ajenas con la propia, por el cálido tacto de las pieles de sus compañeras o la viscosa humedad. Los maullidos la volvían tan loca como las delicadezas ajenas, sin embargo aquello que catapultó su lujuria fue pensar en cómo se sentiría estar dentro de ellas con un miembro que estuviera unido a su cuerpo y no solo algo plástico…

Matcha era la que mas caricias se estaba llevando por parte de Radha, quizás porque era la mas demandante de las dos o por la proximidad que tenia en ese momento, pero sin duda la felyne se estremecía ante los dedos y impulsos de Radha. La barbara podía notar como sus nalgas eran de lo mas firmes, podía tocar poco de su vagina ya que prácticamente estaba hundida en el miembro, pero su ano era otra cosa. Era muy prieta, la felyne se tenso un poco cuando Radha empezó a masajear esa zona pero no parecía inquieta del todo, solo podía sentir como apretaba un poco su agujerito como queriendo decir de no entrar, pero era mas porque la felyne no estaba acostumbrada que por autentico rechazo.

Por otra parte, aunque Radha no pudiera verla, Cocoa se estaba esforzando, estaba toda sonrojada moviendo la pelvis de arriba a abajo empezando a ir al compás de su compañera, su boca estaba entreabierta con hilos de baba que unían sus labios mientras que daba un espectáculo de lo mas tierno a Matcha. Con cada avance, con cada empujón, las felynes se quedaban quietas todo lo apretadas que podían para que fuera la barbara la que usara sus labios vaginales para masturbarse. El miembro estaba cada vez mas brilloso y estimulado y no era por menos después de tener dos bellas felynes atendiéndolo.

Al estar tan juntas, las felynes dejaron de estar semiseparadas para empezar a acercarse cada vez mas, Radha solo podía ver la recta espalda de Matcha y sus nalgas moviéndose como si estuviera dando sentones a su pelvis, pero si pudiera verlo desde otra perspectiva vería una escena de lo mas tierna y lasciva.

Matcha rodeo con los brazos a Cocoa, la felyne se dejo abrazar y prácticamente quedaron sentadas encima de la pelvis de Radha atrapando su miembro entre sus labios vaginales, pero no solo eso. Al estar tan cerca, cada vez que el miembro sobresalía se chocaba contra los dos vientre unidos de las gatitas las cuales notaban como el glande empapaba de liquido preseminal pegajoso sus ombligos. Las felynes empezaron a besarse, abrazarse y darse caricias, con una mano Matcha estimulaba los pechitos de Cocoa mientras que Radha podia ver una mano de Cocoa abrazando su cintura.

Ambas llevaron una mano al glande de Radha y empezaron a estimularlo con sus dedos, jugando y delineando cada zona sensible, palpando su glande y entrelazando los dedos masturbando el miembro lo mejor que sabían, sincronizándose para darle placer a la barbara.

— Hah… s-se siente… d-demasiado bien… — se esforzó para decir, y es que para ese momento los movimientos pervertidos de ambas gatitas ya la estaban haciendo estremecer demasiado, sin embargo Radha quien se preciaba de su aguante y que encima quería disfrutar más, estaba haciendo lo posible por contenerse.

Movida por ello buscó reincorporarse un poco, no obstante lejos de querer detenerlas, lo que hizo la bárbara fue interrumpir un momento aquella escena tan tierna como lasciva entre ellas, sí, pero solo para poder cambiar un poco la posición…

— Cocoa, Matcha… e-esperen — así pues indicó dando una nalgada “suave” a cada una — Hay que movernos — y mientras decía ello, aprovechando su fuerza la bárbara medio levantó a ambas juguetonas sujetándolas por debajo de los muslos para “girarlas”, de ese modo la postura quedaría casi igual, salvo que ahora podía ver los costados de las dos, y así también lo que hacían.

Dada la cercanía que aún mantenía de ellas, Radha entonces se unió a los besos empezando por Cocoa, de ahí pasó a Matcha quien estaba a milímetros y finalmente intentó conducir las cosas de manera que se encontraran las tres en beso grupal, húmedo y algo rasposo gracias a las lenguas felinas, pero también muy caliente y significativo ya que estarían compartiendo. Obviamente las manos de la mayor en tamaño no se quedaron quietas, pues ya que estaba cerca aprovechó para masajear las nalgas de sus compañeras entres de volver a llevar sus dedos cerca del ano de la arquera, pero ahora también de la curandera.

Traviesos sus dedos se valían del ritmo que ponían las gatitas en frotar su respectiva vagina contra el “miembro” de la humana, aunque sería mentira decir que la bárbara no empujó un poco, buscando penetrar aunque sea algunos centímetros las prietas cavidades traseras de las otras. Por el frente, casi en paralelo, la humana estaba dejando que sus compañeras hicieran sus propios movimientos ayudados por aquella especie de líquido preseminal o miel resbalosa que convertía aquello en un cielo de lubricación.

El calor era tal que la cazadora ya sudaba y jadeaba automáticamente, sin embargo lejos de querer alejarse, buscó unirse más al propiciar un nuevo beso que ahora inició con Matcha y luego fue hacia Cocoa, jalando pues a la arquera para que entre las tres compartieran humedades bucales tal como lo hacían en sus entrepiernas…

— ¿Colas? — inesperandamente (o no tanto) Radha de pronto preguntó con sonrisa maliciosa, quizás arriesgándose demasiado... pero es que así era su vida.

Las felynes se quedaron un momento como paradas, mirando a Radha mientras movían sus orejitas con algo de curiosidad, estando abrazadas aun antes de que notara el fuerte abrazo de la barbara. El abrazarlas hizo que las felynes estuvieran mas unidas, ademas de que pesaban muy poco y era relativamente facil hacerlo. Ahora estando de lado, Radha podia ver la morena piel de Cocoa un poco perlada por el sudor mientras que Matcha estaba visiblemente mas entera, como si tuviera mas experiencia que la morena.

Los movimientos continuaron tanto por parte de Radha como por parte de las felynes las cuales masturbaban el miembro mientras que sus labios vaginales empapaban este con sus fluidos y lubricaban todo con el liquido preseminal, era una mezcla pervertida y lasciva la que se estaba generando en la pelvis de las felynes.

Sus anos estaban cerrados, solo por entrar el dedo Radha podía notar lo tensas que se ponían, sus colas se erizaban un poco y también se tensaban un poco sus orejitas como si fuera mucho estimulo por parte de la barbara. En cambio el beso si se hizo cómplice, era adorable el ver como las felynes se iban intercambiando para besar a Radha, la barbara estando tan cerca incluso pudo notar como ronroneaban en cierta medida, como si su garganta temblara conforme se besaban hasta que todos los labios se unieron en un lascivo beso en trió.

-Nya?- Se quedo parada Cocoa al escuchar a Radha mientras miraba a Matcha y iba negando. -No...es molesto.- Y entonces hubo un momento en que Matcha empezó como a maullar hacia Cocoa la cual respondía con ciertos bufidos, entonces Matcha se puso como un poco mas seria y parando de mover su pelvis se lanzo contra Cocoa tirándola al suelo. Fue una escena un poco extraña pero no por ello menos lasciva, Matcha tomo de las muñecas a Cocoa la cual forcejeaba un poco con la arquera, sacando los dientes mientras Matcha también los sacaba, mordiendo un poco el cuello de Cocoa mientras ella soltaba un lascivo gemido de placer antes de mirarla un momento.

Se hizo el silencio mientras la tienda se llenaba como de bufidos antes de que Matcha apoyara la pelvis encima de la de Cocoa, uniendo ambos labios vaginales todas húmedas mientras su cola se iba tranquilizando lentamente balanceándose mas contenta. -Prrrr...- Matcha fue lamiendo los labios de Cocoa la cual débilmente la iba correspondiendo, dejando de zaranderase y abandonándose al toque de Matcha la cual se iba frotando encima de ella antes de abandonar el beso y mirar hacia atrás.

-Un poquito estar bien.- Dictamino Matcha mientras Cocoa parecia que se había rendido a la idea, aunque había habido un momento tenso, la imagen no podía invitar mas, los labios morenos de Cocoa rozaban los blanquecinos de Matcha, sus labios entreabiertos mostraban sus humedades rosadas mientras que en si las figuras de las felynes invitaban a ser un poco “malvadas” con ellas.

Realmente no era necesario preguntar por lo de las colas, pues la verdad es que Radha estaba de lo más contenta con aquella visión y las sensaciones que le daban tanto los besos como la manera en que se frotaban, incluso la reticencia en los estrechos anos ajenos, sin embargo también era verdad que la bárbara era curiosa y sabía que ese punto les causaba un placer especial y por lo visto intenso, así que quería intentarlo para hacerlas disfrutar al máximo también… pero esta vez sí se dignó a preguntar. Lo que nunca hubiera esperado fueron las reacciones que siguieron a ello…

— ¿E-eh? ¿Qué sucede? — la humana todavía estaba ruborizada y con expresión de pervertida cuando ambas gatitas se fueron al suelo en una muestra que por momentos parecía pelea y en otros una especie de juego; en todo caso la escena era muy pervertida y estimulante tanto a la vista como a los oídos, cosa que dejó a Radha sin saber exactamente qué hacer. Al final, Matcha tuvo la última palabra en aquello y la bárbara no podía estar más tentada a solo arrojarse para unirse al apetecible par.

— V-vale… — tras tragar saliva, la humana se apresuró a bajar y ponerse de rodillas, de esa forma pudo deslizar su miembro entre las dos vaginas puestas de manera que parecían querer quedarse unidas, y valiéndose de la lubricación ya conseguida por todo lo que habían hecho antes, ahora ella fue la que empezó como a penetrarlas. De esa manera rosaba no solo los labios ajenos, sino también los respectivos clítoris de las gatitas; la presión ligera hacía el masaje más intenso, y la miel que manaba de su pene falso hacía todo tan viscoso como húmedo. En un momento dado Radha tomó sin más a Matcha de la cola, precisamente su base, y con algo de fuerza pero no al extremo apretó, acto seguido comenzó a ir un poco de abajo hasta casi la mitad de la colita, sin soltarla, como si masturbara un miembro.

Obviamente no se olvidó de Cocoa pero con ella la cosa fue distinta, ya que a sabiendas de cómo reaccionaba luego de agarres intensos, Radha prefirió probar otra cosa: para empezar la bárbara se lamió la punta de sus dedos índice y pulgar, tras ello tomó pero solo la punta de la cola, masajeándola con ligera presión como si fuera una especie de glande; poco a poco comenzó a bajar pero al final siempre subía para volver al inició, todo esto de forma suave pero constante.

La bárbara además estaba atenta a las reacciones de ambas, para ver qué les gustaba más, eso sin contar que inquieta su pelvis ya se movía acometiendo por el simple instinto, encantada con la suavidad combinada de ambas…

Cocoa ya no parecía estar luchando contra Matcha, pero aun con todo la arquera la tenia sujeta por las muñecas, fue mirando como se iba acercando Radha hacia ella y levanto un poco la cintura como invitando a que el miembro reposara en ella. Cocoa estaba abajo, con las piernas abiertas mientras que Matcha se encontraba arriba, tuvo que arquear un poco la espalda para que el miembro se sintiera verdaderamente conectado a ambas haciendo como que Matcha estaba medio sentada en la pelvis de Cocoa la cual tenia que mostrar una gran elasticidad. Pero el resultado era el esperado, los delicados y suaves labios vaginales besaban y lamían el miembro de Radha conforme ella pasaba, haciendo que el toque a sus clítoris fuera como duro, como su pulsara un botón continuo haciendo que Matcha lo disfrutara, sonrojada y jadeaba de placer en suaves maullidos. Mientras Cocoa empezaba a tener la respiración un poco entrecortada, como si estuviera recuperando la excitación y humedeciéndose mas si es que aquello era posible.

Ambas pelvis estaban lubricadas y el liquido preseminal ayudaba a que la barbara tuviera mas control sobre la situación siendo ella la que ahora movía la cintura para penetrarlas, entonces ocurrió el roce con las colas. Matcha se quedo como un momento quieta cuando Radha agarro su cola, se tenso entera y podía notar como el vello que tenia en la zona lumbar se erizaba un poco al igual que la cola. Un poquito de baba bajaba de la comisura de sus labios mientras todo el cuerpo de la felyne se tensaba, hasta el punto de arañar un poco las muñecas de Cocoa por lo tensa que estaba.

Se sentía extraño, su cola estaba rígida pero conforme movía la mano podía notarla blanda por dentro y muy cálida, la sensación era suave, mullido y si no fuera porque notaba la cola con vida, es decir sangre, músculos y demás, daría la sensación de que era como gelatina, como si pudiera apretar todo lo que quisiera. Matcha solo podía contener un poco sus gemidos, mordiéndose el labio mientras Radha podía sentir perfectamente como sus labios vaginales se encontraban diluviando, como su entrada se había abierto un poquito para que sus fluidos salpicaran contra el miembro como si estuviera teniendo pequeños orgasmos sincronizados.

En el caso de Cocoa era algo similar, Radha pudo notar como sus pies se tensaron cuando vio los dedos acercándose a la base de su cola, hasta un movimiento pelvico como intentando detenerla, pero enseguida los húmedos dedos de Radha tocaron la zona de forma suave. Los jadeos de Cocoa fueron en aumento, no de forma exagerada pero si que podía notar como su vagina se humedecía de tal forma que los fluidos bajaban por entre sus nalgas hasta la palma de Radha, la sensación era igual que la ultima vez que había tocado y Cocoa ahora mismo estaba con los ojos cerrados pero se podía ver un precioso y lindo rubor en sus mejillas. Por fortuna se podía notar como ya no apartaba la cintura así que Radha no parecía estar haciendo algo que la estuviera molestando, solo que no estaba acostumbrada a sentir con tanta intensidad.

A pesar de lo mucho que disfrutaba y de lo caliente que se encontraba en ese momento, Radha trataba de mantenerse lo más atenta posible a las reacciones ajenas, ello no solo porque disfrutaba contemplarlas en gran medida, sino debido también a que quería darse cuenta si lo que hacía les resultaba desagradable en algún momento o forma, para detenerse. Por suerte ese no parecía ser el caso.

Llegó un momento, pues, en que lo único que la bárbara deseaba era tener más manos para tener menos problemas eligiendo cómo hacerse cargo de las felyne, sin embargo no era como si con las dos resultase imposible: simplemente debía coordinarse bien.

Según las reacciones ajenas la humana fue experimentando un poco: con Matcha hizo un poco de más presión pero también comenzó a mover su mano con mayor soltura, yendo desde la base hasta la punta con metódico ritmo; de vez en cuando Radha también añadía su pulgar a la ecuación para que el roce fuera mayor, todo porque la textura de la cola felina hacía muy agradable el sujetarla con firmeza. Del lado de Cocoa, Radha continuó con aquella pretensión de suavidad que la llevó a “exprimir” un poco, o sea a apretar la punta de la cola ajena pero ni de lejos era algo rudo, más bien como si estuviera jugando con los pezones de la gatita o algo así. Si notaba a la morenita muy ansiosa, la bárbara comenzaría a ser un poco más intensa, pero quería primero ser tan dulce como fuera posible con aquella de personalidad fuerte.

— Me encantan, podría quedarme así para siempre… — en un momento dado la bárbara confesó tras gemir, toda ruborizada pero también sonriente, quizás con la cabeza hecha un lío por las sensaciones pero no por ello confundida. Por otro lado al estar tan resbalosa el área donde se frotaba, con el movimiento continuó la humana terminó resbalando de más… y de pronto empujó con cierta fuerza hacia la entradita vaginal de la arquera aunque no llegó a penetrarla del todo. — Hah… — eso le causó una gran descarga de placer, y aunque se inclinó para ver qué había sentido su compañera, casi de forma instintiva Radha propició lo mismo pero ahora hacia Cocoa.

— Esto… esto se siente muy bien… ¿no? — dijo con voz bastante pervertida, quizás la más hasta la fecha, antes de comenzar a dar un “piquete” tras otro a los sexos de sus compañeras, alternando tan diestra como podía, aunque a veces solo resbalaba y ya. Hacer esto mezcló todavía más los respectivos fluidos, pero a la vez que hacía el encuentro también más obsceno, aumentaba en cierto modo la “comunión”, ya que básicamente estaban teniendo sexo las tres al mismo tiempo…

-Nyaa....- Matcha jadeaba de placer mientras Radha iba jugando con su cola, toda estaba como erizada y conforme la mano firme de la barbara pasaba por ella el pelaje se iba destensando y tensando haciendo que una oleada de placer cruzara todo el cuerpo de la arquera. Con Cocoa por el momento se mantenía estable pero si que parecía relajarse por momentos y mas porque seguía presa de Matcha la cual sujetaba con firmeza como si estuviera dominándola de alguna manera.

Al menos Matcha fue quien empezó a mover la pelvis para frotar mas el miembro y fue la causa de que el miembro se deslizara hacia su interior. Era un interior apretado, lubricado, cálido...sin duda muy diferente a como se habia sentido al usar un juguete, solo de entrar parecía una boca golosa que quería mantenerla dentro y al salir el miembro seguía resbaloso y lubricado pero el liquido preseminal se había quedado dentro de la felina. Al penetrar, Matcha arqueo un poco mas la espalda haciendo una pose de lo mas erótica mientras maullaba sacando un poco los dientes, mirando hacia atrás como salia el miembro y se dirigía a los labios de la morena.

Radha pudo notar levemente como las piernas de Cocoa se abrieron un poco de mas antes de que esta entrara dentro imitando el maullido de Matcha también enseñando colmillitos antes de volver a la peliverde. -Continua...- Invito Matcha al notar el miembro posándose en su sexo y entrando en el. -No...tengas miedo...vamos....-Aquello fue seguido de un jadeo lastimero y placentero por parte de Cocoa en la cual Matcha se fue recostando de nuevo en su cuerpo, mirándola con intensidad felina antes de lamer sus labios y recostarse de tal forma que uno de sus pechos estaba al alcance de la morena.

En ese momento casi a la única que se escuchaba era a Matcha, la cual maullaba de placer mientras notaba como Cocoa mordía y jugaba con su pezón como si fuera una felyne pequeña mientras que Radha la penetraba de aquella forma tan alterna, relamiéndose. La felyne dejo de sujetar una mano de Cocoa, la cual fue directamente al otro pecho y tomo la mano de la barbara que estaba en su cola para apartarla y posarla en su cadera para que la pudiera sujetar mejor. -Muévete...como preferir, tu tranquila nosotras estar bien.

Para la bárbara sentir el interior ajeno era tan difícil de explicar como cuando estuvo con Galea, y es que en eso era novata, pero por otro lado Radha estaba segura de que si continuaba así más pronto que tarde terminaría volviéndose adicta a la presión, la humedad y el calor que le producía sentirse en el interior de alguien más, en este caso sus compañeras. Tan grande fue el placer para la bárbara que incluso su vagina experimentó una serie de espasmos y hasta empezó a lubricar más de lo normal, que al fin y al cabo su “miembro” no era otra cosa que un clítoris modificado por el veneno.

Así pues la mujer gimió fuerte en el cambio de una a otra felyne, perdió un poco el equilibrio pero se reincorporó sin variar mucho el ritmo, besando durante ese proceso la espalda de Matcha.

La visión de la arquera sobre la curandera resultó en aliciente para la ya alta lujuria de Radha, misma que se potenció todavía más con la invitación de la verdecita. De ahí que la bárbara aumentara el ritmo de sus embestidas y también el ímpetu que ponía al mover sus caderas para hacer más intensa la penetración. A pesar de que Matcha la condujo hacia sus caderas, Radha no tardó en “resbalar” hacia la nalga ajena más cercana, donde dio una palmada algo fuerte y luego acarició sin perder vehemencia; para entonces su ritmo la había llevado de nuevo hacia la arquera, así que la cazadora aprovechó el impulso para quedarse por un momento unida al interior ajeno y así mover sus caberas de forma circular, como si quisiera llegar a varios puntos sensibles al mismo tiempo.

En cualquier caso Radha no se olvidó de Cocoa, así que eventualmente salió de Matcha y volvió con la morenita. Primero dejó tranquila su colita, más subió su mano de modo que pudiese atrapar una de las orejas felinas, esto la llevó a inclinarse sobre ellas de manera que parecía querer aplastarlas, pero con su fuerza la bárbara logró detenerse. Justo entonces penetró a Cocoa aprovechando el ángulo para obtener mayor profundidad, y tal cual como con Matcha, en ella se quedó un rato deleitándose con su interior.

— A-aunque si lo hago terminará pronto… ustedes simplemente se sienten demasiado bien, me vuelven loca — ruborizada y entre jadeos aseguró. Enseguida Radha dejó resbalar su mano por la nalga de la arquera con el fin de llegar a su suave entrada, lugar donde dejó ir su índice y comenzó a remover sin problemas dada la lubricación cuantiosa; mientras hacía eso, la bárbara movía las caderas para estimular todo el interior de Cocoa y por ende a su miembro, sin separarse en lo posible. Aprovechando la posición, ella incluso buscó alternadamente las bocas de las felyne para darles besos bastante húmedos y apasionados.

Pronto un segundo y un tercer dedo siguieron al primero, pues así quería mantenerlas bien estimuladas a ambas sin contar lo que ya hacían entre ellas…

Si en algún momento había alguna duda de que las que estaban fuera de la tienda pudieran oíros, estaba claro que con los gestos de la barbara esa duda se diluía. El miembro de Radha recorría el interior de Matcha hasta que ambas pelvis estuvieran unidas haciendo que al retirarse para dar una nueva embestida los fluidos se quedaran pegados en el miembro de Radha haciendo que las hebras se sintieran como pequeños hilos que unían a ambas mujeres. La nalgada fue bien recibida por parte de Matcha la cual soltó un chillido parecido a un maullido agudo, ademas de una expresión entre peligrosa y lasciva ya que saco los dientes un poco pero no lo suficiente como para que la barbara se sintiera amenazada.

Costaba un poco de mas dilatar el interior de Matcha, era blanda si pero al mover de forma circular el miembro se podía sentir lo tersa que era el interior y lo poco que era capaz de moverlo a voluntad, aun con todo la sensación de estar pasando el miembro por las zonas sensibles de la felyne hacia que tanto el placer de una aumentara como el de la contraria, la cual estaba siendo atacada por dos bandos ya que Cocoa aun seguía jugando con su pecho.

El miembro salio todo lubricado para adentrarse en el moreno y rosado interior de Cocoa la cual arqueo la espalda hacia arriba y alzo un poco las piernas para apoyarlas en la cadera de Radha, se la notaba mas relajada después de los gestos de la peliverde y al no tocar tanto su cola también se había relajado un poco mas. El pecho obligo a ambas a medio separarse, haciendo que ahora Cocoa abandonara el pecho de Matcha para abrazarse a su espalda y apoyarse en su hombro, Radha podía ver como los ojos de Cocoa estaban de lo mas vidriosos y estaba curiosamente como si fuera una felyne joven que recibía por primera vez placer.

-N...nya...- Maullaba Cocoa con cada embestida mientras que no parecía poder hablar demasiado, enterrada en el placer de la barbara mientras Matcha gemía por los dedos que se encontraban en su interior, curiosamente Radha podía comprobar de primera mano el goloso interior de la felyne. Por lo lubricada que estaba, tanto por sus propios fluidos como por los fluidos del miembro, el interior estaba resbaloso y al adentrar un dedo se sentía bien pero no hubo problema alguno en adentrar los tres dedos haciendo que Matcha moviera las piernas de tal forma que se veía incluso lindo el como sus labios vaginales se separaban para aceptar los rugosos y tersos dedos de la barbara.

-Mhnnnn....No temer...correr cuando querer...disfrutar...deber ser...ah...difícil manejar veneno en interior.- Entre jadeos de placer respondió Matcha antes de encontrarse con los labios de la barbara. Habia un nuevo contraste, los besos de Cocoa eran como tímidos, la lengua pasaba por los labios de Radha y se podía ver que en ese momento Cocoa estaba como débil de alguna forma, la aguerrida felyne habia sido reemplazada por una mas adorable al menos siendo sometida por ambas guerreras. En cambio Matcha parecía mas suelta, al recibir el beso Matcha aprovecho para morder un poco tanto la lengua como los labios de Radha, juguetona como estaba en ese momento, acompañando mejor los besos apasionados de la barbara.

La cola de Matcha se deslizo por el muslo interno de Radha acariciando esta antes de llegar a sus húmedos labios vaginales, no era demasiado estimulo pero conforme Radha se movía podía sentir una sensación agradable en su vagina ya que la cola se frotaba suavemente contra esta.

Quizás de estar más lúcida Radha podría haber sentido cierta preocupación de ser escuchada, pero no en ese momento, no con ellas dos, pues a su respectiva manera ambas felynes la estaban enloqueciendo y lo cierto era que la bárbara no quería que aquel momento terminara nunca, de ahí que buscara quedarse unida a ellas a través del vínculo de carne que estaban compartiendo, que no quisiera soltarlas, y es que pese al veneno y a saber sobre la misión que tenía actualmente, dentro de esa habitación para la bárbara las prioridades estaban claras…

La reacción de Matcha fue casi salvaje y eso aumentó la excitación de la humana, lo cual se tradujo en un espasmo que por instantes endureció su miembro falso a un nivel doloroso, capaz de hacer que Radha soltara un fugaz grito algo grave y a su vez que se estremeciera dentro del estrecho interior de la gatita; Cocoa por su parte mostró indefensa y tierna como pocas veces, llena de dulzor que normalmente no mostraba, y eso catapultó los ánimos de la humana todavía más allá.

Por lo mismo cuando tuvo oportunidad para besarlas Radha lo hizo de forma apasionada y a decir verdad bastante lasciva, ya que la lujuria le salía por cada poro llegada a ese punto y sabía por palabras de Matcha que con ellas no debía contenerse…

Progresivamente la cazadora fue empujando sus dedos dentro de la estrecha arquea, valiéndose del tacto y ahora también de la vista; allí Radha trato de separar sus dedos con cuidado para dilatar en lo posible, siendo que apenas notara cierto avance haría como forma de ganchito para dar un masaje intenso pero cuidado, continuo al interior del sexo ajeno, ello jalando un poco hacia el frente pero también presionando contra su pubis; la cazadora aprovechó también la posición de Cocoa para sostenerla bien y así poder empujar con más intensidad, recordando a cuando la penetró con el juguete solo que ahora las sensaciones eran mil veces mejores para ella, y confiaba que hasta cierto punto también lo fueran para la felyne pues ahora había lubricación natural y el pulso de un órgano vivo.

La bárbara correspondió la mordida de la arquerita dando una propia, esta sobre el labio inferior ajeno con cierta intensidad, como si quisiera aumentar la naturaleza un poco salvaje que parecía buscar Matcha, sin embargo al mismo tiempo la mano de la bárbara subió hasta las orejitas de Cocoa con tal de darles mimos de una manera bastante cariñosa pero a la vez pervertida, asegurándose de estimular cada punto sensible de aquella que se veía tan indefensa. A la morenita también le mordió cerca del cuello, solo que utilizando más los labios que sus dientes; al final Radha prácticamente estaba sobre ambas, o al menos tanto como se lo permitieran las respectivas penetraciones.

Cuando ya la bárbara sintió que el fin estaba cerca, suspiró antes de soltar un fuerte gemido, enseguida por puro instinto sacó su miembro de la morenita y lo llevó de nuevo al espacio que había entre ambas gatitas, solo allí fue que soltó una “corrida de miel” mucho más potente y voluminosa que cuando estuvo con Galea, gracias tanto a la excitación que había acumulado como al placer que le causaron. Por la posición, el “semen” se esparciría con gran facilidad entre las ajenas, llegando quizás a salpicarlas muy arriba dado que mientras se arqueaba de placer Radha realmente llegó a expulsar el veneno con intensidad.

En cualquier caso, al final una jadeante bárbara estuvo a punto de desplomarse, pero logró mantenerse despierta, aunque eso sí, abrazando con fuerza a las dos responsables de llevarla hasta ese punto...

La calidez de toda la escena, la intensidad que se podia tanto sentir como escuchar era tremenda. El trió de cuerpos emanaba un cierto calor agradable y todo se estaba volviendo de lo mas lascivo y en cierta manera también cómplice ya que todas habían estado de acuerdo en hacer aquella especie de tratamiento para Radha. El miembro cruzaba de forma pervertida el interior de Cocoa, Radha no podía verlo pero se podía ver un poco como el glande golpeaba ciertas zonas profundas de la felyne marcando su vientre por donde pasaba, pero aquello solo lo podía notar Matcha que era la que estaba unida y encima de esta.

En cambio la húmeda entrada de Matcha aceptaba los dedos de Radha pero tal como pudo comprobar no pudo dilatarla demasiado, lo que si podía notar que cada vez que acariciaba ciertas zonas la cola de Matcha se tensaba y destensaba como si estuviera tocando una zona de lo mas sensible. Los maullidos iban en aumento, sobretodo por parte de Matcha ya que Cocoa, después de recibir aquellos besos tan intensos y esa mordida en su cuello no pudo aguantar mas. Rodeo con sus piernas la pelvis de Radha, cosa que no dificulto su salida ni tampoco su orgasmo, y mordió el hombro de Matcha con cierta fuerza, cosa que hizo que Matcha chillara por un momento pero luego simplemente se dejo hacer, como si hubiera recibido algo a cambio de lo que había hecho.

El orgasmo no fue multiple, pero si agradecido, ambas tuvieron espasmos de placer cuando Radha deslizo el miembro por entre sus labios y se corrió en su vientre, podía notar los fluidos calientes de ambas felynas mojando su miembro mientras estas se manchaban de semen pegajoso y espeso. Matcha se quedo jadeando mientras Cocoa estaba como avergonzada con los labios pegados al hombro de la felyne, lentamente empezó a maullar mas delicadamente mirando hacia Radha con una sonrisa. -Has...soltado todo?- Pregunto mientras con cierto cuidado se iba levantando, sentándose encima de Cocoa. Radha ya había podido ver el semen anteriormente pero ahora había mas luz que la vez anterior, era igual que el semen corriente solo que se notaba mucho mas pegajoso ya que solo por separar sus vientre se creaban como hilos pegajosos entre ellas, ademas de que tenia un cierto color amarillo, no tenia mal aspecto pero sin duda no se podía considerar semen normal y corriente.

La intensa corrida de Radha había bañado todo el vientre de Matcha y por estar tumbada había llegado hasta los pechos de Cocoa, justo en medio mientras la pequeña se iba como recuperando jadeando, tragando saliva una y otra vez como si le faltara el aliento. -Que cansada...buena nya...- Lo ultimo lo dijo en un maullido y Cocoa respondió con otro, hubo un intercambio de maullidos como si estuvieran hablando de algo cortito antes de que Matcha lamiera un poco el semen de entre sus pechitos y se lo llevo a la boca de Cocoa la cual abrió y recibió la extraña mezcla antes de tumbarse como de lado, ya visiblemente relajadita, cerrando las piernas y todo.

Matcha se desperezo un poco tensando sus brazos hacia arriba y se podía escuchar el crujir de huesos mientras miraba a Radha, esa madura lascivia parecía ir diluyéndose por segundos pero aun había rastros de la juguetona Matcha que había estado divirtiéndose con ambas. -Mas relajada?- Pregunto mientras tomaba un trapo y primero limpiaba un poco el miembro de Radha, tomándolo entre sus manos como si fuera algo delicado y cuando estuvo un poco limpio empezó a limpiarse ella misma el vientre. -Has dejado salir mucho...tener que ser complicado, avisar si no poder aguantar, tener que doler.- Pero no fue la unica que esta volviendo.

-Kyum? Kyum kyum...kyum kyum....- Se podía ver una naricita como pasaba por debajo de la puerta de la tienda de campaña, pero no llegaba a entrar y el sonido de las patitas rascar la tela sin usar las uñas como queriendo entrar. -Kyum? Kyum kyum.

-Limpiar antes...- Escuchaste decir a Cocoa con los ojos cerrados mientras suspiraba intentando recuperar el aliento.- Como vernos así....poner tonta...y no poder hoy ya mas...estar cansada...- Aunque Matcha rio con una risa cristalina ante lo ultimo que había dicho, al contrario que Cocoa Matcha se veía mas entera, con mas vitalidad.

Durante unos momentos la bárbara se estremeció y fue invadida por una cantidad de placer tal que la hizo temblar; el calor la asfixiaba y todo su cuerpo se sentía tenso, pero a la vez más débil de lo normal, inclinado a estremecimientos que luego se convirtieron en temblores; Radha observó a la erótica dupla minina hasta el final, y ello ayudó a que sus “disparos” fuesen todavía más intensos. Eso sí, para cuando la cantidad acumulada de veneno salió de ella la bárbara apenas si podía estar de pie…

— Hah… hah… s-sí… p-por ahora… — comentó mientras las acariciaba, pero en estos movimientos iba también implícita la necesidad de sostenerse un poco.

Ahora bien, a Matcha ahora la veía como una mujer quizás no totalmente en su madurez pero sí con experiencia y mañas, alguien que no ponía reparos en lo que le causaba placer y así mismo era hábil compañera de cama; por otro lado Cocoa era un poema a lo delicado y hasta a lo inocente, muy tentadora a su manera pero también necesitada quizás de cierta guía que la arquera le sugirió con su actuar de hace poco. Realmente eran diferencias dignas de admirar.

Todavía jadeando fue que al fin se separó antes de que le dieran ganas de probar aquel semen falso, pues a pesar de su estado sabía que era veneno y no estaba segura de sí le afectaría para mal; suponía que sí, al menos hasta que las vio intercambiarlo en un beso y de paso recordó a Galea dándole sexo oral. Siendo así ella también tomó un poco solo para probar, todavía movida por cierto morbo.

Apenas pudo Radha se echó un poco hacia atrás para sentarse en lo primero que tuviera al alcance, ya que sus piernas temblaban y temía perder el equilibrio si estaba de pie por mucho, fue entonces que la atenta Matcha se acercó. Al sentir de nuevo el tacto ajeno sobre su miembro falso la bárbara se estremeció pues se encontraba en extremo sensible, así que no estaba segura de sí sentía placer o solo una sensación difícil de describir. — N-no duele… mucho, es más como incomodidad, presión que debe ser liberada o no me deja pensar ni actuar… si sucediera durante una pelea sería complicado concentrarme — comentó, y lo último por sí solo ya era sorprendente tomando en cuenta que como bárbara podía pelear estando en furia, así pues la necesidad de liberar el veneno sin duda debía ser muy intensa al darse.

— Pero de cualquier forma quiero agradecerles, ustedes me ayudaron mucho hoy, como siempre… y la verdad disfruté bastante hacerlo entre las tres — ya que sentía un poco de más fuerza se estiró para acariciar a ambas: a Matcha en la cabeza y a Cocoa en las piernas, aunque no de manera pervertida, solo tierna y amorosa hasta cierto punto, sin embargo entonces el alboroto afuera le recordó a Radha el mundo que las rodeaba.

— ¡M-Mochi! — como pudo la bárbara se apresuró a limpiarse ante el consejo de la felyne y de paso ayudar un poco a Cocoa en ello; la humana en ese momento estaba muy ruborizada aunque sonriente, animada a pesar del cansancio. Apenas viera que todas estaban listas ya, iría a abrir la puerta para dejar entrar a la Tobi, que en ese momento casi le daba penita…

El calor del ambiente persistía, pero parecía que todo se iba poniendo un poco mas relajado. Cuando Radha probo el semen tenia un sabor extraño, seguía siendo salado, amargo con una textura extraña ya que era muy espeso pero aun con todo tenia unos ciertos toques dulces que no lo hacia desagradable, aun con todo eso no era recomendable el tomar mucha cantidad ya que no dejaba de ser veneno pero no se encontraba desagradable al paladar. Las felynes aceptaron esas palmada, mas Matcha que Cocoa la cual solo movió un poco su cuerpo para sentarse y empezar a limpiarse en medio silencio como era ella.

-Nosotras también, Cocoa ser...un poco fría.- Empezó diciendo Matcha mirando a Cocoa por si la iba a replicar pero no se escucho replica por parte de la morena mientras se iba colocando la ropa interior, de hecho estaba como boca arriba con las piernas levantadas para irse vistiendo un poco. -Pero ser normal, yo una vez también tener que cuidar compañera que tuvo veneno, estuvo un mes pero fue de criatura diferente así que no preocupar. Ser importante el drenar veneno, eso explicar a Cocoa.

Ya todas un poco mas limpias y decentes, Radha abrió la puerta de la tienda para que la pequeña Mochi pudiera entrar. Por un momento Mochi se quedo como parada en la puerta, dando saltitos de lado a lado antes de entrar como corriendo, paseándose por toda la habitación mientras pasaba la nariz por todas partes. -Kyum...kyum kyum...- Como si buscara algo antes de ir primero a por Cocoa lamiendo un poco su mejilla como si fuera una perra que no había visto a su dueña en dias, haciendo que la morena soltara un “Quieta...quieta babosa...” mientras la apartaba un poco antes de ir a por Matcha la cual solo puso la mano y la propia Mochi paso por ella como si se estuviera rascando.

Finalmente fue a por Radha donde se subio a sus piernas y empezó a olfatear el vientre musculado de la barbara con bastante intensidad, Radha podía sentir su naricita bien pegada a su piel antes de ir corriendo a por Matcha y hacer lo mismo, todo entre palmadas de su cola que parecía excitada. -Cocoa...- Empezó Matcha antes de que Cocoa tomara a Mochi por la nuca y la obligara a tumbarse. Pataleo un poco y soltó chilliditos como de querer seguir pero al final se fue relajando hasta que ese momento de excitación paso por parte de la Tobi. -Ssssssshhhhh....quieta....-

El viento frio del exterior era hasta agradable, era difícil el saber cuanto calor ahora desprendía la tienda pero el contraste era muy agradable como si se aireara una habitación por la mañana.

— Quizás, aunque eso la hace encantadora… — Radha confesó respecto a Cocoa mientras se rascaba un poco la nariz, no quería hacer la pelota, estaba siendo sincera y eso se notaba fácilmente en la seguridad de sus palabras. — Tal como a ti ese lado travieso que mostraste hoy — agregó para Matcha.

— ¿No sería veneno de Rathian, verdad? — preguntó luego a la arquera pues tampoco recordaba muchas más criaturas cuyo veneno se sintiera afrodisiaco, aunque claro, hablaba desde su limitada experiencia.

Ver a Mochi siempre le daba alegría, pues la pequeña tenía más energía que todas juntas y casi siempre estaba animada quizás por lo mismo, pero ahora parecía tener un extra de ambas cosas. Radha no sabía qué tanto podía percibir la ardillita, pero seguro sospechaba lo que había sucedido allí; cuando fue hacia ella, pues, la bárbara aprovecho para revolverle la melena con mimo — ¿Dónde anduviste eh pequeña loquita? — además le preguntó curiosa. Una vez Cocoa se encargó de ella las dejó ser aunque sintió algo de pena por la Tobi, pero era un hecho que la morenita sabía cómo controlarla.

De cara a la puerta abierta la bárbara aprovechó para desperezarse un poco y hasta bajar algunos grados la temperatura de su cuerpo luego de todo el calor que acumuló, eso se sentía bien. Ver hacia afuera además revivió su curiosidad, y es que la vista del lugar era realmente hermosa, distinta del campamento.

— ¿Alguna se apunta a una caminata? Tengo curiosidad de ver más de este sitio y quizás averiguar alguna cosa — invitó, pues ya más o menos sabía el estado de las felyne pero mejor se aseguraba, lo mismo con la Tobi. Mientras esperaba una respuesta Radha se dio un par de golpecitos en las mejillas para enfocarse, enseguida dio unos pasos hasta la salida…

-Rathian? No no, ella no hacer eso, como era...mmmm...- Matcha se quedo como un momento pensativa hasta que vio su arco. -Aaaaaaah...la Naruga, esa ser, clavo una pua en una de mis compañeras y entonces ella no poder luchar con miembro entre sus piernas, tuvimos suerte de salir de allí con vida.

-Kyum kyum! Kyum...-Contesto la Tobi antes de ser sometida por Cocoa lo cual fue lo mejor que pudo hacer porque enseguida empezó a relajarse y a lamerse las patitas, como si fuera algo bastante normal. El ambiente en aquella tienda era agradable, habían pasado un momento tierno y lascivo y no parecía que ninguna estuviera molesta, ni siquiera Cocoa. -Yo no...estar cansada...- Dijo Cocoa mientras bostezaba un poco y Matcha ladeo un poco la cabeza varias veces.- Yo ir pero mejor preparar equipo, porque no llevar Mochi? Así cansarla un poco.- Cuando dijo eso Mochi levanto las orejas reconociendo que la conversacion iba para ella y ignorando a Cocoa y su mano salio corriendo hacia fuera como una flecha, seguida de Radha claro.

El sol estaba bajando ya, la oscuridad se empezaba a notar en el ambiente y poco a poco el campamento estaba tomando un nuevo tinte. Habían encendido una hoguera de considerable tamaño justo en el centro y alrededor de la zona habían como fuegos creados con madera y carbón que arderían probablemente durante toda la noche si se cuidaban, estaban encendidos en unas pequeñas estructuras de madera y hierro para que mantuvieran mejor el calor y también no se quemara nada alrededor.

Las investigadoras se sorprendieron nuevamente con Mochi y una de ellas intento acariciarla pero esta no se dejo, corriendo de un lado a otro hasta volver al lado de Radha, rodeando una de sus piernas por un momento antes de ya acompañarla tranquilamente. Radha tenia muchas opciones que hacer, había suficiente gente como para conversar con ella, tanto las cazadoras que estaban vigilando como las investigadoras, también estaba Gena que se podía ver que estaba dando algunas indicaciones mientras examinaba un pergamino a la luz de un candil. La opción de salir del campamento y ver un poco los alrededores tambien estaba disponible ya que si no se alejaba demasiado no debería haber ningún problema.

— Eso suena… doloroso — Radha se estremeció al escuchar a la felyne y hasta se cubrió la entrepierna con las manos como por instinto — ¿La lograron vencer… o escaparon? — enseguida preguntó pues el comentario de la arquera se podía entender de muchas formas.

— Vale pues — la bárbara se adelantó un poco como ya se dijo antes, ello para vigilar que Mochi no se alejara demasiado. — Descansen, no creo que tardemos demasiado — antes de irse avisó a la arquera y a la morenita que parecía querer dormir temprano, algo que era una costumbre en ella o al menos eso reconocía Radha, pues lo había visto un par de veces desde que se conocieron. Ya cuando la arquera estuvo lista, la humana se despidió de Cocoa y Matcha, cerró la puerta y comenzó el paseo…

Incluso con la naciente oscuridad aquel lugar tenía otro aire, era como más salvaje que su campamento, aunque quizás se debía a que tampoco habían construidas tantas cosas y a que había menos gente; cuando Mochi evitó ser acariciada, Radha aprovechó para despeinarla un poco ya que la tenía al alcance — No te hará nada malo… — le dijo, pero tampoco era como si fuese a obligar a la Tobi a que fuera con extrañas, en todo caso la humana solo le sonrió a la investigadora.

El fuego hacía todo más agradable y cálido además de dar importante luz para no perderse o caerse, aun así debía ir con cierto cuidado ya que no conocía el lugar y aun con toda la luz podía tropezarse o algo así. Contemplando sus opciones, la primera idea de Radha fue ir justamente hacia donde estaba la chica que había intentado acariciar a Mochi antes, esa que como otras parecía ser una investigadora, o desde la perspectiva de la bárbara “una mujer de números y letras”.

— Hey, hola, soy Radha y ella es Mochi — antes que nada se presentó a ella y a su compañera — Disculpa lo de antes, Mochi es un poco nerviosa a veces, pero es muy linda y juguetona cuando se siente en confianza — aseguró — Imagino que debe ser extraño, ¿no? ver a una Tobi así… — dijo, y es que no estaba segura de que fuera la única en ese estado, pero tampoco había visto a otras. Desde ese lugar Radha aprovechó para observar más o menos a lo que la rodeaba, tal vez planeando qué hacer después…

-Vencer? No no, esa criatura ser muy peligrosa, nosotras tener suerte de poder escapar.- Acabo por explicar la historia Matcha mientras señalaba su arco. -No recordar que decirte que mi arco estar echa de sus escamas y plumas? Pero no llegar a derrotar, tener suerte de que soltar unas pocas durante combate.

-Kyum?- Miro hacia arriba mientras era despeinada, sin entender mucho, de hecho estaba ladeando la cabeza de lado a lado antes de ponerse a dos patas como para olfatear la cadera de Radha antes de volver a correr, parecía que no llevaba rumbo pero casi era como si hiciera una especie de circuito, solo la Tobi lo entendería.

-Encantada, mi nombre es Mine.- Inclinándose un poco la investigadora de forma respetuosa, todas las investigadoras vestían igual, llevaban una túnica para no pasar frio ya que quizás el ambiente era demasiado húmedo para personas que estaban acostumbradas a estar entre 4 paredes. Pero debajo de esa túnica se podía ver un vestido simple de cuero que acababa en falda, dejando que pudieran moverse mas o menos cómodamente ademas de llevar una mochila tipo bandolera donde llevaban sus pergaminos, tinta y plumas. -Las Tobi-Kadachi son unas criaturas fascinantes, parientes hermanas de las ardillas, su evolución es fascinante y una criatura muy peligrosa, a sido muy refrescante y emocionante el poder ver a una asi de mansa, no se preocupe puedo entender su nerviosismo.

La investigadora se arrodillo para estar a la altura de Mochi cuando se acerco de nuevo, esta levanto las orejas estando muy atenta antes de irse hacia otra dirección soltando un largo “kyum” como para que no la atraparan. -Sin duda fascinante...- Sonriendo Mine antes de levantarse.- Haré un buen informe sobre ella, también es extraño que una cazadora lleve una compañera tan joven, por lo general se suelen ver a lomos de otras criaturas mas grandes y maduras.

— Mmm… — Radha se quedó un momento pensativa tratando de recordar cuando conoció a Matcha, siendo que hasta después de unos instantes llegó a la memoria que buscaba — Tienes razón, perdona — reconoció — Yo… me pregunto si algún día nos encontraremos con alguna criatura así… — sin embargo no tardó en agregar con un brillo de emoción en sus ojos, pues sí, sabía que seguramente estaba lejos de poder con algo así, pero por otro lado su corazón latía más rápido, con emoción, solo de pensar qué criatura haría hablar así a la arquera.

La bárbara tampoco entendía del todo a su compañera Tobi, sin embargo con que Mochi pudiese estar feliz o al menos tranquila la humana ya tenía para estar igual, además de que la energía de la más peque era contagiosa.

— O-oh, es un gusto — Radha se apresuró a imitar la reverencia ajena aunque un poco torpe en comparación; la chica le recordaba más a Felicity que a otras guerreras, cosa que era obvia la ocupación ajena, sin embargo se le hizo que carecía un poco del porte de la mencionada, aunque esto quizás se debía a que la llamada Mine no era encargada como otra. La variedad de instrumentos que llevaba, así como la delicadeza de estos, hizo que la humana se preguntara cómo podía cargar con ellos sin que se rompieran o dañaran a pesar de ver su bolsa.

— ¿En verdad? Bueno, nunca he visto una salvaje — un poco avergonzada la bárbara reconoció — Pero Mochi ha sido bien entrenada, en especial por una compañera felyne llamada Cocoa — luego explicó — A veces es muy instintiva eso sí, pero creo que, si te ganas su confianza, podría ser posible acariciarla un poco — tras decir esto llevó su mirada a la corredora de circuito que ahora parecía volver aunque fuera por un rato, siendo pues que para afirmar aquello se basaba en su experiencia.

— Espera, ¿qué? — lo que no se esperó fue que la chica dijera tan casualmente aquello, y es que aunque durante la misión de la montaña ya había tenido una breve pista de ello, en su momento Radha no había caído en cuenta, a diferencia de ahora…

— ¿Entonces de verdad hay quien puede montar criaturas? Cocoa, la compañera felyne que mencioné antes, monta a Mochi, pero yo nunca pensé que una cazadora pudiera hacerlo igual, aunque reconozco que me encantaría… ¿has visto muchas? — de un momento a otro el semblante de Radha pasó de amabilidad a emoción casi extrema, pues hasta se acercó un tanto a Mine al tiempo que la miraba con un rostro lleno de brillos, así la imponente bárbara hasta parecía una cría…