Partida Rol por web

(inserte aqui comentario de Albert)

Es monomacia, estúpido colmillo de puta. No monomaNcia. Lo primero es un ritae sagrado. Lo segundo es una masturbación mágica. Dilo bien. -A Aurora se le agrió la cara pero no dijo nada. 

Luego se quedó pensando si era una buena idea meter a Sam al refugio pero tras deliberarlo seria lo menos malo hacerlo asi.

-Vale, serán unas preguntas rápidas y por mi nos podemos ir al refugio o a donde te de la gana, tenemos que darle un uniforme a la niña y compartir todo lo averiguado y sacar ideas en claro antes de saber que hacemos en lo que queda de noche.

Pasa a hablar con la recluta.

-Abrazo está bien dicho. Ahora una corrección, los vampiros no existen, la palabra que buscas es hija de Cain o cainita. Es muy importante que te lo metas en el coco, si te refieres a cualquier sabbat es la palabra correcta y para referirte a un camarilla o indepe se les llama vástagos. Te puede salvar la no-vida

¿Sabes a que clan perteneces? ¿Recibiste los ritos de creación y/o aceptación? ¿ Sabes usar ya disciplinas o las dones de la sangre?

Es un placer conocer a otro toreador. Yo soy una Brujah. - respondo siguiendo su broma y dándome cuenta de que no he indicado mi clan- Espero poder ser útil a lo que deseas para esta manada.

Es un honor estar en la misión que tus sueños te predigeron - respondo a Kupuka, realmente orgullosa de poder ayudar a alguien como él.

Sí a todo - respondo a mi interrogadora.

Espero para ver si tiene más preguntas.

¡Oh! -Exclamó con satisfacción mientras alzaba una ceja. -Genial, asi no hay que hacer de niñera

AL refugio pues. -Y comenzó a andar a paso calmado hacia la salida para coger el auto.

La manada decidio dividirse para poder abarcar mas lugares, uno de estos lugares era el refugio comunal donde se suponia que aguardaba un posible nuevo recluta para la manada. Por otro lado Nicolas se encontraba aun en medio de su busqueda.

Martin era el primero en avanzar junto a Albert, Luis y Kupuka. Al entrar no fueron recibidos de forma especial solo recibieron la miradas de los mas curiosos antes que estas se fueran. Al examinar el lugar notaban que habia una gran cantidad de manadas presentes, no tanto como en la Letania pero era un numero considerable de Sabbats. No parecia que hubiera un evento especial sino que esa noche muchos de ellos habian decidido refugiarse ahi.

Mientras cerca del estrado se escuchaba a un motoquero dando la noticia de que las alcantarillas estaban fuera de los limites de transito para la secta en este momento.

Al ingresar me doy cuenta de la gente, pero no me sorprende, seguro con lo que sé,  la situación no esta muy buena que digamos.

- Camino utilizando mi baston, la gente puede notar que tengo una cojera que si bien, no me incapacita para caminar o correr hace que ande raro, estoy con ropa común pero con una capucha que me quito al entrar al lugar comunal y reviso con mi mirada a los presentes, que no es que esten muy interesados en nosotros, somos uno más, dentro de muchos-

Buscamos a un sujeto bien vestido- murmuro a Kapuka y a Albert- supongo que podemos preguntarle al abbat, mi contacto me dijo que estaba en este sitio

Doy una mirada general al sitio a ver si veo un sujeto que cumple las caracteristicas de lo que dijo mi contacto.

He tenido mucho tiempo para reflexionar sobre los últimos acontecimientos, y ahora que he movido las piezas en el tablero, sólo me queda esperar la citación con el destino.

Mis pies me arrastran de nuevo hacia la zona comunitaria, aún tengo otras tareas inminentes igual de relevantes. Observo a los hijos de Kayyin con un interés moderado, en busca de aquello que encaje... Cuando de repente oigo a un motero decir tonterías sobre unas alcantarillas.

Con la curiosidad de aquel que busca enemigos, me acerco al grupo que andan escuchándolo para averiguar de qué va el asunto. ¿Trata de poner algún límite porque hay una amenaza para el Sabbath? ¿O está levantando la pata de lo que considera su nuevo territorio? Si es lo segundo, igual acabé captando mi interés, pues quién algo oculta, algo esconde.

Presto atención a lo que comenta el grupo que escucha y a él mismo.

Llegado a nuestro destino, es momento de hacer nuestra parte de la mision. Pero la cojera del Ductus, es algo que no habia notado tan evidentemente, cosas de la vida supongo que algunos tenga cuerpo peor que el mio-No deberia ser muy dificil, todo buen vestido llama mucho la atencion-Y miro a los presentes de forma disimulada.Ya que aun, no queria mucho contacto visual.

Mi mirada se centra en el hombre y murmuro a Albert y Kapuka

- Creo que ya lo estoy viendo

Mi nariz se tuerse un poco como si olfateara y mientras camino hacia el con mi singular paso trato de analizarle físicamente, ¿será algo que necesitamos o simplemente otro papanatas?, sin embargo recuerda las palabras de su contacto y la impresión que de dio.

Camino hacia él entonces, y me le acerco.

- ¿Es usted quien esta buscando una manada?

Trato de concentrarme sobre lo que sucede con los moteros, mientras las oleadas de carne muerta se agolpan unos a otro, en busca de calor humano. Je, que ironía. En esos momentos oigo una voz, me pregunta algo que ya sabe la respuesta.

Mi rostro impasible se gira unos instantes para observar al dueño de la voz. Mi imagen es la misma que tuve al llegar, un aspecto engañosamente joven para mi auténtica edad, unos ojos fríos y calculadores, con una mirada demasiado intensa y un rostro excesivamente quieto, excepto cuando recuerdo que debo gesticular. Poseo ropas elegantes, aunque no las trato con el cariño que merecen, y bajo la gabardina algo se esconde. En mi espalda, una mochila y bajo ella, atada, un maletín que oculta un violín.

Lo admito, tengo la pinta de un loco errante.

-Así es joven, y ya que me ha hecho una pregunta, ahora yo le haré otra. ¿Cómo lo ha sabido?

Mi voz dista de ser presuntuosa o a la defensiva, es más una curiosidad felina, quizás con un tinte predatorio, pero en esencia no hostil con el Nosferatu. Cuando lanza su respuesta, embisto con otra pregunta.

-Asumo que tenéis algo que contarme, sin embargo, la educación es primordial -extiendo mi pálida mano- Nicolás Alejandro de Valaquia.

“¿Joven?, ¿yo?”,  me hubiera carcajeado en otras circunstancias, y sí, ciertamente habla muy educadamente tal como me dijo el contacto, posible "demasiado educadamente",  posiblemente es más de lo que yo había esperado, pero ciertamente como la educación es primero me presento.

Martin Alcide Feraud, por mi parte- digo de manera seria- supe por medio de un contacto que estaba buscando una manada, no sabía mucho de usted pero me dijo que  estaba por la zona. Soy el Ductus de rats de montréal, nuestra manada esta en crecimiento y me comentaron de usted, así que quise venir a conocerle junto algunos miembros de la manada.

Miro a los demás.

Si gusta podemos hablar en un lugar menos ruidoso y saber si usted podría encajar o no en nuestro grupo.

Suelto una risa agradable al escuchar su sagaz respuesta. Me cae bien el Nosferatu, además ha sabido corresponder mi gesto, por lo que estrecho su malformada mano.

-Debería recordar preguntar el quién y no el cómo la próxima vez. Pero el fallo ha sido mío, y apruebo el resultado. Entonces, rats de Monreal. ¿Porqué ese nombre?

Uno podría pensar por la vinculación casi instantánea que se suele hacer de un Nosferatu con las ratas, y siendo el ductus igual va por ahí la cosa. Pero también podría ser porque són el grupo más tirado y cercano a la escoria de Monreal. O igual luchan con la ferocidad de las ratas acorraladas. Podrían ser tantas cosas, y todas tan fascinantes...

Miro al resto, mientras dibujo una leve sonrisa.

-¿Ruido? Yo diría música. La música de la miseria, de la esperanza, de la constante pugna. Pero estoy de acuerdo, Ductus de les rats de Monreal, prefiero estudiar el timbre de tu hermosa voz sin interferencias. Váyamos al lugar dónde más a gusto os encontréis, al fin de cuenta, ésta es vuestra ciudad.

Hago un leve asentimiento a modo de reconocimiento y saludo a aquellos que le acompañan, aún no nos han presentado, ya llegará el momento, pero de momento las costumbres deben prevalecer.

Por un momento me quedo sorprendido con la rara descripción que hace de el ruido, y me pregunto si realmente habla en serio. Me huele que puede ser un toreador, aunque no sé, podría ser de cualquier clan, aunque lo que me importa es el ser Sabbat, lo otro son detalles.

Sígame - pensaba contestar su pregunta luego de que presentara a los presentes- le presentaré a los presentes,  hay otras miembros pero están en estos momentos ocupadas.

Y siendo así camino hacia  dos personas que esperan, uno de ellos es evidente un hombre con características animales y el segundo un hombre de mediana edad con ropas algo descuidadas

Nicolás Alejandro de Valaquia, le presento a nuestro sacerdote, Kapuka el cabra

Y a  Albert.   Hago una señal de presentación. Y sobre su pregunta nos llamamos así porque  una rata puede esconderse, escuchar e investigar, morder si es necesario para roer la verdad y aún así salir  airosa en este caos.

Me dirijo a los presentes.

Vamos a un sitio más tranquilo.

Escucho la explicación del nombre y creo que pueden encajar perfectamente con... lo que estoy buscando. Oidos adicionales. Igual no busquemos lo mismo, o quizás si... pero poco importa si acumulamos información para el interés de todos. Al fin de cuentas son Sabbath, y si buscan a un desconocido como posible recluta, debo considerar que la probabilidad de que sean infernalistas es nula.

Creo que he encontrado la manada perfecta.

Con las presentaciones, estrecho la mano a los dos inviduos, mientras anoto mentalmente que faltan mujeres en la lista.

-Que vuestras noches sean largas y fructíferas -les digo a modo de saludo amistoso-Muy bien, vuestras respuestas encajan con lo que deseo. Veamos si mis respuestas os sacian de igual forma. Os acompañaré.

Kupuka estrecho la mano del hombre, dandole una sensacion extraña a este al tocar su piel y acercarsele tanto. Tanto la pie de su mano como la de su rostro parecia de tierra o al menos le hacia recordar a esta. "Que las tuyas tambien sean largas y sino que sean gloriosas hermano." dijo el sacerdote con neutralidad. Guardandose por el momento su opinion del otro hombre. Cuando el Ductus les hizo mover lo siguio sin mas.
 

Le ofresco la mano al desconocido, que de palabras complicadas y misteriosas le gustaba presentarle. Cosa que no llamaba para nada mi atencion, ¿Porque no mejor lo directo y sencillo ?-Soy Albert, un gusto.
Espero que esto sea el inicio de una larga relacion.-Y con esto, me aparto y sigo al Ductus, en la zona mas privada donde nos podamos mostrar sin tanto formalismo.

Una vez hayamos encontrado un sitio sin tanta interferencia digo.

Creo que acá esta bien.

Debemos hablar. digo tras llegar a un sitio tranquilo- no  se corten en preguntar algo si les viene en gana, esta es una decisión importante para el grupo- le digo a Albert y Kapuka.

Me dirijo a Nicolás claramente. La situación en la  ciudad no es la mejor, y quiero saber porqué buscas una manada y qué haces acá en Montreal, qué te motiva...

Un miembro nuevo  será una decisión compleja.

Observo el lugar que han elegido, uno al azar. El ductus decide abordar sin medias tintas y anima al resto a preguntarme. Empieza por las preguntas que más le interesan, el "porqué" y mis motivaciones.

Mi rostro antes sonriente, deja de sonreir, pues ahora estamos en la intimidad y no hay necesidad de ser cordial cuando las preguntas van al hueso.

Sin embargo, aunque no creo que sean sospechosos, por haberme elegidos ellos en primer lugar, debo ser cuidadoso, pues podrían tener la lengua más desatada que la de las mozas de una casa de baños. Aún no les conozco suficiente, así que debo adornar la verdad con un velo.

-Si os soy sincero, desconozco el estado actual de la ciudad, y estaría muy interesado en saber cual es la situación. Pero no os preocupéis, voy a responder a vuestras preguntas.

Empezaré mejor por el orden en que se me preguntó.

-Busco manada como penitencia, joven ductus. He cometido errores, llevo mucho tiempo viajando en solitario, debo experimentar la comunión de la Vaulderie, para sorber mis pecados.

En cuanto a qué hago en Montreal... tarde o temprano lo entenderá, ya que si formamos manada lo acabará sabiendo, pero no hay necesidad de dar todos los detalles de golpe.

-Estoy en Montreal, precisamente por la agitación que se rumorea asola en Montreal. Y más que un rumor, parece ser cierto, ya vi una escena antes dónde se veía claramente bastante tensión. Quiero asegurarme de que antes de que finalice el ciclo lunar, Montreal vuelve a ser un bastión del Sabbath estable.

En cuanto a mis motivaciones... si tuviera ánimos me reiría.

-Lo único que me motiva, ductus de les rats de Monreal, es encarrilar al Sabbath en la buena dirección. Cazar a los padres fundadores y ganar esta guerra. ¿Responde eso a vuestras cuestiones?

Hago otra pausa, y añado:

-Una cuestión, para el sacerdote -miro hacia Kupuka- ¿Qué te motiva a ti? ¿Que mensaje das a la manada?

“Por lo que escucho me motiva las mismas razones que ha ti, aunque supongo que esas razones son las que comparten todos en el sabbat.” respondio señalando que tal vez su motivación terminaba siendo una no demasiado especial y de paso pareciendo evadir la complejidad de la pregunta. “Mi mensaje es uno de cooperacion entre los miembros de la manada para encontrar el objetivo que buscamos. Si terminas uniendote recibiras mi mensaje lo suficiente para que no debas volver a preguntar por este.” Dijo el gangrel aunque a pesar de todo lo veias sospechando de tu persona.

-¿Que clase de pecado cometiste que quieres co-comugar tus pecados ?-Pregunto con curiosidad, al menos el nuevo aun no habia usado de nuevo palabras misteriosas-¿Y porque te interesa tanto tales motivaciones ? Vives solitario, sin grupo. No pareces muy sociable.