Partida Rol por web

Muerte en la Nieve

Cantar de la Gran Compañía 2: Las colinas de la muerte

Cargando editor
24/10/2018, 12:15
* Juglar *

En efecto, mi buen público, la primera plantilla de la Gran Compañía, la más famosa de cuantas han viajado y combatido en las tierras de Valsorth, estuvo compuesta por un variopinto y poco nutrido grupo de aventureros con escasas afinidades y dispares objetivos. Una delincuente, una aspirante a dirigir la fe de la dama de la oscuridad, un salvaje gigante y un caballero de Stumlad... ¿Quién, de entre todos ustedes, habría apostado a que gentes tan distintas viajarían y combatirían hombro con hombro?

¡Yo no, a buen seguro!

Pero así sucedió. Esos cuatro héroes que aún no lo eran, partió de la posada caminando pesadamente sobre la nieve. El sol aún estaba alto en el cielo, aunque se ocultaba tras espesas nubes, pues encapotado era el estado más habitual del cielo de Terasdur. Incluso con el mapa elaborado por Perdest, resultaba complicado orientarse y difícil seguir un camino no marcado. El terreno era abrupto, lleno de accidentes naturales, y obligaba a caminar despacio. Sombra lo tenía más sencillo, cuando montaba sobre su poderoso corcel. También Nrog, merced a sus poderosas piernas y su gran tamaño, lograba avanzar con relativa facilidad. Ayudaba su natural resistencia al frío de aquellas montañas y de la nieve y el hielo que se acumulaban allí, ocultando el piso rocoso. Sin embargo, Luelar estaba mucho menos acostumbrada tanto al frío como a caminar por la nieve y en territorio tan accidentado. El caballero Tyron, por su parte, vestía ya su armadura de metal, y el peso que le hacía padecer podía resultar abrumador en aquel terreno. Echaba, sin duda, de menos la montura de la que disponía cuando realizaba las largas marchas con su regimiento.

Pasaron alrededor de un par de horas cuando el grupo divisó una espesa arboleda, muy diferente a la presencia de árboles dispersos que habían tenido alrededor hasta ese momento. Sin duda, observando el plano dibujado por el explorador, debía de tratarse del lugar donde descansaba la morada del anciano al que se había referido. Podía resultar una buena excusa para hacer una parada y descansar, con suerte disfrutando brevemente de un poco de calor si había un fuego al que acercarse.

Notas de juego

Al postear, hacedme cada uno una tirada de Atención, Saber Naturaleza, Supervivencia o Trato con Animales (la que sea mayor, si hay empate a vuestra elección).

Cargando editor
24/10/2018, 12:32
* Juglar *

Llegados a este punto, querido y amado público, hay un héroe al que debiera presentar, antes que nada. Ya era veterano mucho antes de formar parte de la Gran Compañía, con demasiadas vivencia y años a sus espaldas, pero aún había fuerza en él para seguir combatiendo. De hecho, de no ser así no habría elegido las duras colinas de Terasdur para asentarse, en una búsqueda de retirarse del mundo que le había dado la espalda. No en vano, aún había hombres sobre la faz de Valsorth buscándole para terminar con su existencia, y seguía en pie para ver otro día.

Ivar moraba en una desvencijada cabaña en medio de una arboleda, en un territorio habitualmente nevado que resultaba hostil para las buenas gentes. De tierras más altas descendían de cuando en cuando las hordas de orcos, en busca de pillaje y saqueo. Los elfos oscuros, sólo los grandes espíritus sabían de dónde surgían aquellos seres, aparecían de cuando en cuando para saltear caminos, aunque lo que más les gustaban eran las escasas caravanas comerciales que pasaban por la zona. Los Caballeros de Stumlad patrullaban el territorio en teoría, pero en la práctica era una tierra demasiado amplia para sus exiguas fuerzas, y se limitaban a hacer lo que podían. Peores eran las tribus de gigantes azules, belicosas y salvajes hasta el punto de hacer parecer civilizados a los humanos bárbaros. Sin embargo, Ivar había logrado evitar durante años todos esos peligros, así como a las bestias del bosque y otros inconvenientes.

Aquel día, ya avanzado y al que restaban tan sólo algunas horas de luz, Ivar buscaba ya el cobijo de su cabaña, donde había empezado a acumular troncos junto a la chimenea para pasar la noche lo más cálidamente posible. Sin embargo, algo le estaba inquietando, y aún desconocía de qué se trataba. El día estaba siendo como cualquier otro, pero algo no marchaba bien. Lo sentía en el vello de la nuca. Tal vez poseía un sexto sentido, que le advertía de las desgracias por llegar...

Notas de juego

Cuando postees, hazme una tirada de Atención.

Cargando editor
25/10/2018, 12:07
Ivar el Cuervo
Sólo para el director

Hay quienes dirían que solo soy un viejo loco, maldita sea, no es que pueda llevarles la contraria. Después de todo, aquí estoy, viviendo en medio de ninguna parte y rodeado de enemigos. Aunque si tienes algo de suerte y sabes cómo evitar lo que buscan los orcos, elfos y gigantes, puede que logres sobrevivir tanto como yo. Vivir al margen del mundo evita que me cruce con los terribles orcos, los crueles elfos o los brutales gigantes. Poco de valor pueden encontrar en este bosque, donde incluso la caza es escasa, no, el verdadero botín está en los asentamientos y las caravanas.

¿Por qué vivo aquí? ¡Bah! Si los grandes espíritus me sonríen, lograré mantenerme oculto el tiempo suficiente, como para pensar un maldito plan que realmente funcione para acabar con Sigurd. Además, si su maldita cacería salvaje viene a por mi, es probable que causen tan alboroto, que atraigan la ira de los orcos, los elfos o los gigantes, los cuales harán el trabajo para mí. Bien, sé que no es muy honorable, pero hace mucho tiempo que descubrí que el honor es para las historias de los bardos.

El anochecer se presenta rápido, los días son cortos y el frío intenso. Dormir junto a un pequeño fuego es algo que mis viejas articulaciones agradecerán, pero de nuevo está esa maldita sensación. El pelo de la nuca se me eriza y eso no es bueno. ¿Será hoy el día que la muerte por fin me alcance? De ser así, espero que sea rápido y que no pase largos minutos contemplando mis entrañas extendidas sobre la impoluta nieve.

Alzando la cabeza olisqueo el aire, algunos pensarán que soy un maldito perro. Pero no imaginas la de olores que se puede captar si el viento te acompaña. La suciedad, el vino, la cerveza...son olores muy característicos, que destacan en el bosque. También afino mi oído y observo los cielos, no hay demasiadas aves en las cercanías, pero es probable que se asusten si avanza un grupo de caza lo suficientemente grande...o ruidoso.

Sea como sea, tomo mi arco y me retiro a un lugar cercano a la cabaña. Con suerte tendré aún tiempo para ocultarme y aguardar para ver qué o quién está perturbando mi merecido descanso. No muy lejos hay un árbol con algunos matorrales, un lugar idóneo para ocultarse y ver los alrededores. ¡Maldita sea! La nauseas comienza a aparecer, no tendría que haber cenado tan pronto. Bueno, al menos saludaré a la muerte con el estómago lleno.

- Tiradas (1)
Cargando editor
27/10/2018, 23:50
Luelar Tyrundlin

Poco después de partir, me di cuenta de lo complicado que era aquel camino no marcado. Este estaba lleno de accidentes naturales, y la nieve no ayudaba nada a superarlos. Al menos, el cielo se encontraba lleno de nubes, librándome de la odiosa luz del sol.

Aun así, caminaba envuelta en mi capa con la capucha bien calada, casi siempre a la cola del grupo. Por lo que había podido observar, a Tyron y a mí era a quienes más parecía costarnos avanzar por aquel peliagudo terreno. Sombra tenía la fortuna de contar con aquel caballo, y Nrog parecía estar más que acostumbrado a moverse por lugares como aquel.

Llevábamos un par de horas caminando cuando divisamos una arboleda. Por la dirección que habíamos tomado y el dibujo que nos había hecho Perdest, parecía tratarse de la arboleda en la que vivía el anciano a quien debíamos dar su mensaje, y es que hasta llegar a aquel lugar no habíamos visto más que árboles dispersos.

- P-p-parece ser la arboleda que dijo el explorador, ¿n-n-no? – dije tiritando, y es que me encontraba helada de frío.

Puse rumbo hacia a ella, dando por hecho que los demás también querrían comprobar que se trataba de aquella arboleda y cumplir lo prometido a Perdest a cambio del mapa. Había aceptado cumplir aquel encargo, pero en aquel momento eso se había convertido en algo secundario, esperando que con aquella visita al viejo pudiéramos descansar un rato y arrimarnos a un buen fuego.

- Tiradas (1)
Cargando editor
30/10/2018, 10:57
Tyron Stark

Sin lugar a dudas, avanzar por la nieve no era sencillo cargando con la armadura, no a pie. Todo era mucho más sencillo cuando patrullaba junto al regimiento, a caballo, preparados para cualquier posible eventualidad. La armadura no pesaba, aunque pudiera resultar incómoda. Por lo menos, así era al principio, pues con el tiempo un Caballero de Stumlad lograba ser uno con ella, habituarse a cargarla y moverse cubierto por las protecciones y el metal. Pero una cosa era cabalgar, cargar y combatir con armadura, y otra realizar una larga marcha a pie sobre la nieve y soportando un viento gélido.

Debería serlo... -Respondí a la elfa oscura, Luelar, jadeando por el esfuerzo que había supuesto el largo camino que llevábamos recorrido- Es la única arboleda que hemos visto... y la única que aparece en su mapa.

En ese momento, con la arboleda tan cerca, fue la primera ocasión en que me fijé en la estampa que ofrecía aquel variopinto grupo del que formaba parte. La dama Luelar era una elfa oscura, cuya raza arrastraba una fama de ladrones y asesinos sin escrúpulos. La dama Sombra vestía completamente de negro, como las gentes que trataban de ocultar su identidad y moverse habitualmente en la noche. El hecho de cubrir su rostro con capucha no ayudaba. Y Nrog... era un gigante azul. Podía imaginar a un hombre viviendo en un lugar aislado, que viera a un grupo como aquel, y la escasa confianza que despertaría en él. Sin embargo, ¿cómo podía compartir con mis acompañantes mis pensamientos sin sonar ofensivo hacia ellos?

Ehm... Tal vez... cuando nos acerquemos al hogar de ese hombre... -Sugería, visiblemente incómodo, con el rostro azorado por la situación- ...habría de ir yo en cabeza. El símbolo de mi orden debería ofrecer confianza a un hombre de bien...

- Tiradas (1)
Cargando editor
01/11/2018, 08:44
[Abandono] "Sombra" (Nayí)

Se notaba que la tarde se nos echaba encima. El frío aumentaba a cada paso que dábamos. O más bien, que daban. Mi encargo la noche anterior y mi salida repentina de la ciudad, junto con poner la mayor cantidad de terreno entre aquella muerte y mis dagas, no me habían permitido dormir y descansar todo lo que realmente necesitaba. La idea inicial era llegar a la posada, comer, subir a mi dormitorio, disfrutar de un baño caliente y dormir hasta que el cuerpo dijese "basta". Esto no estaba programado. 

No entendí porque el caballero quiso viajar con su armadura pesada puesta, más aún mientras sus heridas se terminaban de cerrar. Pero ya rechazó con anterioridad mi ofrecimiento de montar a Thor, así que no iba a ofrecérselo de nuevo. A lomos de mi montura, la cual parecía seguir sin miedo a la extraña compañía a la que me había unido, comencé a dejar que mi cuerpo se relajase un poco y mis ojos se cerrasen. Thor era un caballo muy inteligente sabía que seguiría el camino que iban marcando delante nuestra, por lo tanto no impedí que el sueño me abrazase.

Estaba cansada y ese pequeño descanso podría marcar la diferencia entre la vida y la muerte.  Las voces de la elfa oscura y del caballero me hicieron abrir levemente los ojos. Traté de ver donde estábamos, pero mis párpados pesaban lo suficiente como para no dejarme ver. Cuando por fin logré abrirlos, mis ojos me devolvían una imagen borrosa y desenfocada. - ¿Qué? ¿Ya hemos llegado? - Pregunté estirándome un poco aún subida en Thor.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Con ese 8 en la tirada, entiendo que no me entero de nada. Así que dejo el post entero acorde a esa tirada.

Cargando editor
06/11/2018, 15:29
[Abandono] Nrog

Durante todo el trayecto fui siguiendo el ritmo que marcaban aquellas criaturas. Habría sido muy facil hacer ese camino en la mitad de tiempo, pero me resultaba gracioso contemplar las dificultades que estaban pasando para andar por aquel terreno nevado. - Criaturas pequeñas ser debiles. Si no poder con nieve, no poder vencer criaturas que esconden en nieve. HAHAHA.

Estaba seguro que alguno de aquellos pequeños seres moriria en aquel viaje, convirtiendose en comida para los animales que allí habitaban. Sin embargo, nada ocurrió, al menos nada en nuestro viaje a la arboleda que se mostraba ante nosotros.

Miré con extrañeza a la criatura cubierta de metal, sin entender muy bien que quería decir. Me acerque a él y me agaché hasta dejar mi cara a la altura de la suya. - ¿Que ser hombre de bien?¿Y porque tu generar mas confianza que Nrog?Esta tierra de Nrog, ¿Por qué forastero dar mas confianza que nativo de aqui?¿Acaso insultas Nrog? - A pesar de que buscaba mas intimidar que una contienda real, entrecerré los ojos en espera de una respuesta, de la cual podría depender el futuro inmediato de aquella criarura de metal.

- Tiradas (1)
Cargando editor
09/11/2018, 09:58
* Juglar *

¿Fue acaso la mera casualidad lo que quiso que, precisamente en aquel instante, cuando el gigante azul se encaraba de aquella manera con el caballero de Stumlad, fueran ellos dos, de entre todo el grupo, quienes se percataron del detalle que extrañaba lontananza? Pudiera ser que se tratase precisamente de la posición que adoptaron, al girarse ambos para mirarse fijamente, mientras sus compañeros se giraban dando la espalda a la dirección adecuada para verlo. O pudiera ser, como casi todo lo que acontece en esta historia que están ustedes oyendo de este humilde juglar, que la mano de los dioses estuviera dirigiendo sus majestuosos destinos.

Los meros hombres no podemos discernir tales cuestiones divinas.

Sin embargo, así fue. Tanto Nrog como Tyron, en el preciso instante en que se enzarzaron en aquella delicada situación, se percataron de algo. Y es que, muy a lo lejos, varias millas más allá de la propia arboleda a la que se dirigían y que debía albergar la morada de aquel hombre del que les habían hablado, el cielo estaba teñido por una nube oscura e irregular que se movía. Bastó fijarse un poco para darse cuenta de que no era un fenómeno atmosférico, sino que se trataba de... otra cosa. Aves. Un gran número de aves volando en círculos sobre algún lugar. Demasiados como para ser algo... normal. Si bien el caballero no estaba seguro de ello, a Nrog le quedó claro desde un primer momento. Aquello no era ni mucho menos algo normal.

Notas de juego

Nrog, puedes hacer una tirada de Saber (Naturaleza) si quieres. Dificultad 10.

Cargando editor
09/11/2018, 10:09
Tyron Stark

Más o menos, esperaba algún tipo de suspicacia por parte de mis compañeros ante mi sugerencia. No cabía duda de que era un asunto delicado, aunque suponía que, al menos las mujeres, se mostrarían con el suficiente sentido común como para comprender a qué me refería. No descartaba, sin embargo, algún comentario mordaz al respecto. No obstante, la reacción del gigante azul no resultaba ni mucho menos inesperada, si bien la duda de si le estaba insultando me pilló completamente con la guardia baja.

N-no, no, ni mucho menos... -Repliqué con seriedad y nerviosismo, negando con la cabeza mientras daba un casi imperceptible paso atrás, como una medida de precaución que me salió de forma instintiva, fruto del temor. Y es que el físico de aquel ser resultaba impresionante. Ni siquiera pertrechado con mi armadura me veía capaz de hacerle frente, a pesar de que había oído de boca de algunos veteranos que aquellos gigantes azules caían bajo el poder de nuestras espadas como cualquier otra criatura. Yo había combatido contra hombres y orcos, nunca contra gigantes, y se me antojaba una tarea imposible- Los humanos también son forasteros aquí, aunque algunos se hayan afincado en estas tierras. Son tradicionalmente vuestras, ¿no es así? De hecho, tu pueblo ha guerreado por ellas. Por eso... un humano que vive sólo en estas tierras podría temeros. -Traté de explicarle, hablando despacio y con un gran esfuerzo por no titubear- En cambio, mi orden se dedica... en teoría... -Tuve que admitir, bajando la mirada un instante con evidente molestia. Una cosa era la función de mi Orden, los valores en que se sustentaba, y otra la cruda realidad que había encontrado en aquellas tierras. Pero yo seguía teniendo fe en ella, en que aquello que había descubierto suponía tan sólo una manzana podrida que debía retirar del cesto- ...a velar por la paz, la justicia y el orden. Por eso podría inspirar más confianza... Y respecto a "hombre de bien", es una expresión. -Quise aclarar también, aunque en ese momento me distrajo algo que vi a lo lejos, y que hizo que mis palabras sonasen ausentes, lejanas, sin fuerza. Mi mirada se alejó de Nrog, observando el cielo en la lejanía, mucho más allá de la propia arboleda- Se... refiere a ser una persona... honesta... ¿Qué es eso? -Pregunté finalmente, señalando ese punto del cielo casi en el horizonte.

Allí, a varias millas más allá de la arboleda, el cielo estaba teñido por toda una nube de aves volando en círculos. Muchos. Demasiados.

Cargando editor
09/11/2018, 10:23
* Juglar *

Nuestro veterano héroe no dejaba de ser un hombre precavido. Sólo gozando de la mayor de las fortunas y bendiciones de los dioses alcanzaba nadie su edad sin contar con tal virtud. Tal vez Ivar atesoraba las tres cosas. El caso es que decidió tomar una posición estratégica, bien oculto, a la espera de que lo que pudiera venir a por él lo hiciera en desventaja. ¿Una incursión de los orcos? Los caballeros de Stumlad lograban habitualmente mantenerlos alejados de tierras tan bajas, pero los stumledses no eran infalibles ni mucho menos. ¿Una nueva cacería salvaje dispuesta a ganar gloria a costa de los huesos de un viejo enemigo? Se llevarían la misma gloria tras la muerte que los anteriores. ¿Acaso saqueadores de las tribus de gigantes azules? Solían ir a lo suyo, pero si el invierno era duro y les faltaba el alimento, eran capaces de cualquier cosa. ¿Elfos oscuros? Eran las caravanas comerciales lo que solía atraer su interés...

En tales pensamientos se sumió el veterano, y tal vez precisamente por eso no se percató de lo que en otras circunstancias habría llamado su atención. Pero no, sus sentidos se centraron en la dirección contraria, y por eso alcanzó a oír voces en la lejanía. Aquellas voces le hicieron descartar a los orcos, pues no se correspondían con sus gutural dialecto; incluso a los elfos oscuros, a quienes a buen seguro ni siquiera habría oído hablar. Pero aún no veía a nadie asomar por el camino.

Estarían acercándose por el camino... ¿Verdad?

Cargando editor
11/11/2018, 16:39
[Abandono] "Sombra" (Nayí)

Me estiré sobre mi montura viendo divertida como el gigante asustaba de aquella manera al caballero. La verdad es que el joven tenía razón. Yo no me fiaría de la elfa oscura, ni del gigante... y siendo mi profesión la que era, ni del caballero. Eso me hizo sonreir bajo la tela que cubría mi rostro. Si no hubiese sido por la promesa que le había hecho a mi esposo, ahora mismo estaría en la posada, preparándome para un cálido baño y no con aquella extraña compañía.

Miré al cielo cuando el hombre señaló hacia él, clavando mi vista en aquellas aves que volaban en círculos. Quise hacer memoria, tratando de recordar que aves hacían eso. Recordaba a los buitres, pero no podía ser. Siempre los había visto en zonas cálidas. Y era por todos sabido que las aves emigraban a zonas más calurosas antes de la llegada del frío o cuando el invierno permanente se volvía realmente duro en las montañas. Habían más pájaros que podrían corresponderse a aquel vuelo. Recordaba a águilas e incluso urracas. Pero no estaba segura de que fuese ninguna de ellas.

- No lo se. Pero no me gusta nada que estén ahí. No presagia nada bueno. Y menos aún si nuestro lugar de destino está cerca del vuelo de aquellas aves. - Seguí mirando el cielo mientras continuaba hablado. - Deberíais acercaros a cumplir con nuestra palabra dada al explorador, joven caballero. No creo que sea buena idea perder más tiempo aquí... - Cada vez estaba más segura de que nuestra presencia en aquel poblado, era necesitada de inmediato.

- Tiradas (1)
Cargando editor
14/11/2018, 02:47
Ivar el Cuervo
Sólo para el director

Maldita sea, la rodilla me está matando. No debí trepar a ese maldito árbol hace dos días, el nido estaba vacío y lo único que conseguí fue casi partirme la pierna cuando la rama en la que me posé, se quebró. Por los grandes espíritus, no hay descanso para este viejo saco de huesos. Un segundo...eso son...¿Voces?

¿Quién diablos a avanzaría por estas tierras desvelando su posición? A no ser claro, que sean un señuelo...o que yo esté demasiado viejo y paranoico. Lo mejor es esperar y ver qué es lo que los espíritus me tienen preparado. ¿Será hoy entonces? ¿Será hoy en la que la nieve se teñirá con mi sangre? ¡Diablos, espero que no! Hace demasiado frío como para morir hoy. He visto a hombres agonizar durante horas mientras el frío cubría sus cuerpos, les privaba poca a poco de sus sentidos, pero los sumergía en un mar de delirios de lo más agonizantes.

Recuerda lo que aprendiste y con un poco de suerte, sobrevivirás un día más. Observa pero no fijes la mirada sobre nadie, todos tenemos ese instinto animal que nos susurra en nuestro interior cuando estamos siendo vigilados. Así que revisa tus alrededores, apoya la espalda contra el árbol para que no te la clave por detrás y aguarda a ver quienes son los que cruzan el camino. ¿Gigantes quizás?

No es que me agrade demasiado, no desde que mis encías no son lo que eran, pero un puñado de nieve en la boca servirá para ocultar mi aliento. Ahora solo tengo que pensar que soy una piedra, las piedras no se mueven, no tosen, no sienten dolor y lo mas importante, nadie se fija en una maldita piedra así que...conviertete en una piedra y quizás vivas un día más.

Cargando editor
15/11/2018, 00:35
Luelar Tyrundlin

El caballero concordó conmigo en que aquella debía ser la arboleda en la que se encontraba el hogar del viejo mencionado por el explorador, mientras continuábamos acercándonos a esta. De camino, Tyron mencionó que quizás sería conveniente que el encabezara la marcha cuando estuviéramos más próximos a la casa de aquel hombre. El modo en que lo hizo me llamó mucho la atención, mostrándose incómodo e incluso tímido.

No me imaginaba que los Caballeros de Stumland se comportaran de esa manera.

Mi cabeza se giró hacia Sombra al escuchar su voz, pero en seguida volví mi mirada hacia Nrog, que no tardó nada en responder a la propuesta de Tyron. Si no fuera por aquel frío que calaba mis huesos, habría sonreído divertida ante la indignación del gigante azul. Aunque temblando, avanzaba atenta al caballero, preguntándome cómo saldría de aquella, cosa que terminó haciendo con nerviosismo pero de forma convincente.

- L-l-los humanos temen lo desconocido. Cuanto menos saben de nosotros y menos nos parecemos a ellos, más nos odian sin razón. E-e-es mejor que el rizos dorados vaya delante. – añadí temblorosa tras la explicación de Tyron, justo antes de preguntarnos qué era aquello que veía en el horizonte, lo cual señaló.

Una enorme nube de decenas de aves volaba en círculos varias millas más allá de aquella arboleda. No sabía qué podía significar aquello, y al parecer Sombra tampoco, aunque decía que aquello era un mal presagio. Me preguntaba si aquel comentario se debía a algo en particular o a algún tipo de superstición, cuando la mujer añadió que Tyron debía acercarse a cumplir con la palabra dada a Perdest.

- Y-y-yo también voy. – dije en seguida, pues no estaba dispuesta a perder la oportunidad de refugiarme en aquella casa un rato para librarme de aquel frío y descansar un poco. - D-d-deberíamos ir todos.

Cargando editor
15/11/2018, 18:27
[Abandono] Nrog

Me divertí viendo la reacción de aquella criatura a mi intento de intimidación. Las explicaciones que trato de darme, aunque carentes de significado para mi, resultaron ser un buen entretenimiento después de aquella larga y aburrida caminata. Sin embargo, el entretenimiento se vio interrumpido por el aviso de aquel humano de algo que se movía en el cielo.

Mire hacia el lugar señalado mientras escuchaba las voces a mí alrededor. Entrecerré los ojos fijando la vista en aquel lugar, eran aves, muchas. Todos comentaron algo acerca de lo que les parecía aquel suceso y yo, aun sin obligación ninguna, decidí darles mi parecer también. – No ser normal. Nrog vivir muchos año aquí. Nunca ver algo así. ¿Criaturas con alas en círculo? Muchas veces. ¿Tantas? Nunca.

No podía imaginar lo que podía haber provocado aquel fenómeno. Esa forma de actuar era natural de las aves carroñeras, pero allí había más de lo normal. ¿Qué podían estar sobrevolando? Un cadáver de un animal no atraería a tantas de ellas. ¿Qué entonces?

- Tiradas (1)
Cargando editor
16/11/2018, 09:21
Tyron Stark

La explicación que ofreciera al gigante azul, ayudado por la oportuna intervención de la elfa oscura cuya ayuda no esperaba y me pilló por sorpresa, parecieron convencer a Nrog. O puede que, sencillamente, el asunto de aquella inmensa bandada de aves que se vislumbraba en el horizonte le distrajera de continuar con el tema. El caso es que agradecí dejar atrás aquella hostilidad por parte de tan impresionante bestia, ya que su ayuda como aliado había de ser inestimable, pero como adversario... me causaba escalofríos imaginarlo.

El propio Nrog, habitante autóctono de aquellos parajes, confirmaba que aquello era algo insólito. No es que yo fuera un experto en el mundo animal, sino más bien al contrario. Aparte de saber manejarme sobre una montura, como correspondía a mi adiestramiento como caballero de la Orden de Stumlad, todo lo que sabía del mundo animal venía de los animales de granja que había podido ver criar a los campesinos. Eso, y lo sabido por todos acerca de las aves carroñeras, que fue precisamente en lo que pensé en aquel momento. Las aves volaban en círculos sobre su comida, a la espera de descender a degustarla. Sin embargo, tantas aves debía suponer... ¿cuánta comida?

Sombra había dejado claro algo importante, y es que el lugar que aquellas aves sobrevolaban estaba cerca del lugar al que debíamos ir. O sobrevolaban justo ese lugar. Se suponía que el lugar era un simple campamento de leñadores, y debíamos asegurarnos de que estaban bien y advertirles de un posible peligro, pero aquellas aves... ¿Estábamos quizás llegando demasiado tarde?

Será mejor que prosigamos, sí. -Accedí, con un nudo en la garganta- Cuanto antes lleguemos, tanto mejor.

Cargando editor
16/11/2018, 09:32
* Juglar *

Nrog conocía bien la fauna de aquellas montañas. No en vano, las había morado toda su vida, había cazado en su nieve, se había refugiado en sus cuevas, incluso había confeccionado herramientas con lo que allí había encontrado. Conocía cada animal que caminaba, reptaba y volaba en aquel lugar. No había aves rapaces, eso lo tenía claro. ¿Carroñeras? Había muy pocos buitres que se acercasen por allí, pues no soportaban bien el frío. Tan sólo en primavera se veía alguno, cuando el frío no apretaba tanto, pero ni mucho menos suficientes para crear aquella nube en el cielo. ¿Cuervos? Era posible, pues siempre había algunos por allí, aunque normalmente sobrevolaban tierras más bajas, cercanas a las selvas. En la nieve había poca comida, aunque de cuando en cuando la muerte de algún mamut atraía a una buena bandada. Nunca le quedaba claro si se daban el aviso entre ellos, para que cuervos que moraban tierras bajas ascendieran en busca de comida, o si se enteraban por sí mismos de alguna manera. Aún así, era raro que no descendieran a comer, y permanecieran en el cielo dando vueltas.

Cargando editor
16/11/2018, 09:39
* Juglar *

El grupo de aventureros avanzó por la nieve de nuevo, acompañados por tribulaciones que llenaron de silencio el último trecho que les adentraba en la arboleda. El camino pedregoso cubierto de nieve pasó a ser algo más suave y blando, sospechando a cada paso que habría tierra bajo aquel manto blanco. Los muy dispersos arboles que habían encontrado hasta el momento pasaron a ser un conjunto de arboles delgados que luchaban por atesorar la escasa luz de un sol que no se vería más de unas pocas veces al año en aquellas latitudes. Tampoco había demasiados arbustos ni vegetación en general, lo que dificultaba las emboscadas, y eso tranquilizaba, aunque sólo moderadamente. Seguía habiendo troncos caídos, desniveles del terreno, y un sinfín de lugares donde alguien podría ocultarse. Y a ninguno se le olvidaba del todo el enfrentamiento en la taberna con aquellos tres cazadores.

No tardó mucho el grupo en detectar en la lejanía la presencia de una pequeña edificación. Se encontraba al amparo de una pequeña colina, un desnivel del terreno que protegía un poco de los vientos helados de las montañas. Aún así, aquella desvencijada cabaña tenía su techumbre cubierta de nieve y, a pesar de contar con robustos muros de troncos, precisaba bastante mantenimiento. No era más que una sencilla cabaña de planta cuadrada, que a primera vista no contaría más que con una sencilla estancia que abarcaría todo el lugar. No se veía humo saliendo de la casa, y la puerta estaba cerrada, sin que se viera actividad en la zona. Nadie se asomaba de su interior ante la llegada de aquel variopinto grupo de desconocidos, encabezado por un hombre que portaba la célebre armadura de los caballeros de Stumlad, seguido de dos mujeres que se cubrían con ropajes oscuros, una de las cuales montaba un caballo negro de buena planta, mientras la otra parecía ser ¿una elfa oscura? Cerraba la comitiva un impresionante gigante azul, una asociación insólita sin duda. ¿Qué podía haber llevado a tan diferentes habitantes de Valsorth a caminar juntos por aquellos parajes?

Notas de juego

A partir de aquí, marcad a Ivar (aunque no le veis por ninguna parte).

Cargando editor
19/11/2018, 22:04
Luelar Tyrundlin

El gigante azul dejó a un lado la pequeña contienda con el caballero ante el extraño fenómeno que protagonizaban aquellas aves. Nrog parecía ser a priori quien mejor conocía aquel lugar, pues por lo que había dicho habitaba aquellas tierras, e incluso a él le pareció inusual la cantidad de pájaros que sobrevolaban la zona a la que no dirigíamos.

Tyron nos animó a continuar con nuestro camino, y así lo hicimos, en silencio; siendo testigo de cómo el terreno sobre el que nos movíamos iba cambiando. El suelo se tornó pronto algo más blando, lo cual era de agradecer, mientras que la presencia de árboles pasó a darse en conjunto. Aun así, la vegetación no era mucha, lo que impedía la emboscadas; mas sólo hasta cierto punto, y es que continuaba habiendo lugares que podrían servir fácilmente de escondrijo.

Espero que a esos necios no se les haya ocurrido seguirnos…

Pronto vimos a lo lejos una pequeña edificación que se encontraba al pie de una colina, una suerte de casa de manera que no estaba en muy buen estado. Me preguntaba si por dentro sería como aquella cabaña que había encontrado poco después de acceder a la superficie, cuando me fijé en que no salía humo de la chimenea. Maldije para mis adentros, pues aquello significaba la ausencia del fuego que tanto anhelaba para entrar en calor, o al menos eso tenía entendido; quizás los humanos habían hallado alguna otra manera de deshacerse del humo.

Nadie salió a curiosear al acercarnos a la casa, lo que hizo que comenzara a preguntarme si había alguien en aquel lugar. Quizás por eso no había señales de haber ningún fuego encendido, porque no había nadie dentro de aquella desvencijada casa, o puede que el anciano que vivía allí se encontrara enterrado bajo un montón de mantas por su imposibilidad de ir a por leña. Perdest no nos había dicho cuán viejo era su amigo.

- A-a-a lo mejor está muerto. – comenté mientras continuábamos aproximándonos al lugar, aún tiritando de frío. – Con este frío no me extrañaría.

Al acercarnos a la puerta, me detendría antes de llegar a esta para que Tyron se pusiera en cabeza, dejando que fuera él quien tocara a la puerta y se dirigiera al hombre en primer lugar. Si es que seguía vivo.

Cargando editor
19/11/2018, 23:13
[Abandono] Nrog

Siguiendo a los seres de piernas cortas, empezamos a salir de la nieve para adentrarnos en un terreno que a todas luces encontrarían mucho más amigable que la blanda nieve que lo precedía. Aquella cabaña a la que nos dirigíamos se encontraba cada vez más cerca, aunque yo seguía más preocupado por aquella mancha negra que sobrevolaba el cielo que por la cabaña en sí, al fin y al cabo, la promesa que hubieran hecho el resto nada tenía que ver conmigo.

Solo la voz de aquella criatura encapuchada me saco de mis pensamientos, advirtiendo que tal vez aquel hombre de la cabaña estuviera ya muerto, pues no se veía humo ninguno saliendo de la chimenea. Así de endebles eran aquellas criaturas, incapaces de soportar el frío sin abrigo o el amparo del fuego. – Vivir en montañas no fácil. Si, quizás muerto. Cabaña estar destartalada. - Seguimos acercándonos a la puerta con determinación, hasta que a una distancia prudencial, me dirigí a aquel ser envuelto en hierro. – Quizás hombre de bien deber adelantarse ya. Nrog no querer asustar al muerto HAHAHA.

Cargando editor
20/11/2018, 10:33
Tyron Stark

No me gustaba aquel lugar. Podía deberse a algo tan simple como que el problema no fuera el lugar en sí, sino yo. Cargaba mi armadura andando en lugar de a caballo como estaba habituado, sobre una nieve que dificultaba cada paso que era necesario dar, y caminábamos por un lugar donde, a pesar de que la vegetación no era abundante, no faltaban lugares tras los que esconderse. Aquellos tres indeseables de la taberna no se alejaban de mi mente, aunque no creía que fueran a intentar nada contra un grupo que les superaba en número y fuerza con creces.

No, si seguían tras mis pasos aguardarían a un momento más propicio, en que darme alcance en solitario.

En parte, agradecía la protección que aquella gente me brindaba. En todo momento parecían haber obrado de buena fe, incluso aquellos de los que por cuestiones raciales debería desconfiar, lo que lograba que me replantease todo lo que había oído acerca de los miembros de otras razas y pueblos. Sin embargo, por otra parte, casi deseaba que en caso de darse un enfrentamiento con aquellos cazarrecompensas sin escrúpulos, se diera sin ellos delante para participar. Puede que eso me dejase en absoluta desventaja, pero a fin de cuentas aquella era mi lucha, y no deseaba que ninguno de ellos sufriera mal alguno por mi culpa, por una cruzada que era personal.

Fue la voz temblorosa de la elfa oscura lo que me sacó de mi ensimismamiento, cuando nos acercábamos ya a aquella sencilla y en extremo humilde cabaña de madera. No pude evitar echar un vistazo a la mujer de piel azabache, comprobando cómo, efectivamente, temblaba ostensiblemente por el frío reinante. Un descanso en el interior de aquel refugio le vendría bien, aunque llamaba la atención que no hubiera humo abandonando el lugar. Era bien posible que su morador no quisiera gastar más leña de la cuenta, reservándola para las más duras horas nocturnas, pero también era posible que los temores que mis compañeros mencionaban fueran reales. Vivir en Terasdur no era fácil...

No lo sabremos hasta comprobarlo...

Suspiré ante la macabra broma del gigante azul, pero hice caso de su propuesta, algo que ya se había comentado con anterioridad, y me adelanté encabezando el grupo hasta llegar a la puerta de la cabaña, cuya superficie golpeé con firmeza con los nudillos de mi guantelete.

¡¿Señor?! ¡¿Hay alguien en casa?! -Llamé a voz en grito, tratando de hacerme oír incluso si aquel hombre estuviera durmiendo profundamente- ¡¡Señor, nos envía Perdest!! ¡¡Tenemos un mensaje para usted de su parte!!