Partida Rol por web

Yo no cenaré, me llevo a Lona y Lucius a la habitación grande, cóbramela por la mañana

Tumbo a Lona cuidadosamente y reviso los vendajes cutres, por un instante mis manos se posan en sus heridas, deseando fervientemente tener su poder y así hacer que se recupere pronto, pero no está en mis manos tal voluntad... así que con cuidado la tapo y voy hasta Lucius.

No sé como se despertará, ni si lo hará, por si acaso, le ato manos y pies, y ato el extremo de la cuerda a mi propia muñeca, tumbándole en la cama le tapo igualmente y me duermo en la cama próxima.... mañana es un día extremadamente importante y único, exáctamente igual que todos.

Msoses caminaba algo tristón para ser un pícaro...Realmente no entendía qué le pasaba, pero sabía que algo en su interior se movía...

Cuando llegarona  la posada, Desi amablemente les ofreció cena, pero el comentario que le había hecho a Jenkins anteriormente se le había borrado de la cabeza, girándose hacia Jenkins Moses le dijo

"Lo siento amigo si venías con las esperanzas de una cerveza fría conmigo, pero creo que me voy a ir a la cama, se que es un comportamiento impropio de mí ¡Moses perdiéndose una posible aventura!..curioso...bueno pensándolo así, creo que sí disfrutarás conmigo la cerveza" y con una gran sonrisa, volviendo a su estado habitual, Moses se giró hacia Desi

"Yo quisiera un poco de pan y un poco de queso y si se puede una cerveza bien grande, ha sido un día duro y necesito recuperar...por cierto ¡otra igual para Jenkins!"

Desi toma nota de todo lo que habeis pedido, y al poco tiempo os lo sirve - Aquí teneis amigo, cuando termineis, será mejor que descanseis puesto que mañana Egil llegará pronto - dijo esta con una sonrisa - Ahhh y las pintas de cervezas bien fresquitas, espero que sean de vuestro agrado. - Despues volvio atras de la barra.

Moses se recupera con solo ver el plato de comida delante de sus narices con la cerveza bien fresquita

"Oh Jenkins, de esto te hablaba antes" y con un hambre voraz, se comió lo que Desi le acababa de llevar. Con la tripa llena Moses ya estaba satisfecho y un bostazo le salió de la boca

"Bueno Jenkins, ¿algo que añadir? yo creo que hoy ha sido un día curioso, aunque ahora que lo pienso debería descansa, aún no me he recuperado del todo, además tengo que intentar arreglar mi ballesta, que se me ha roto cuando casi mato a uno de los hombres serpientes que estaba atacando a Lona..." Moses empieza a soltar el rollo a Jenkins sobre una medio fantasía realidad como él ha querido ver los acontecimientos... parece que no parará a no ser que Jenkins le detenga...

Jenkins no paraba se reír y beber, puesto que siempre le había gustado la manera de ver las cosas que tenía su compañero Moses, y aunque estaba algo cansado se estaba divirtiendo en cuanto a las exageraciones que introducía en lo aventurado... Al cabo de un rato y cuando la cabeza le empezaba a dar alguna que otra vuelta se dio cuenta de que Moses podría estar toda la noche inventando y contando la misma historia, así que de un sorbo acabó con lo que le quedaba de cerveza para luego añadir...

- Bien amigo creo que mis huesos y mi mollera, necesitan se lago de descanso, siento que tenga que interrumpir tu gran relato, pero mañana será posiblemente otro día del cual podrás sacar más jugo a lo de hoy... Si te parece me iré al catre, tu deberías hacer lo propio... Eso si, quizá necesite algo de ayuda para llegar al mío, Jjajajajaja...

Ambos subis hacia vuestras respectivas habitaciónes y entre el cansancion y las cervezas, algún trastabilleo se escapa a los dos que os provocan unas sonrisas, quizas ya efecto del sueño. No os da tiempo a quitaros la ropa, tal y como caeis en la cama os quedais dormido profundamente.

Nace un nuevo día para todos, y esta vez hay un escandalo que os despierta - Lucius, Lucius amigo mioooo!!!! que ha pasado? - Egil había llegado cuando Desi le conto que habias llegado con alguien malherido.

- Egil?.. Egiiiilll amgio mio, que alegría poder volver a verte, pero donde estamos que hago aquí??, lo último que me acuerdo es que me secuestraron, ese maldito Milos - dice este.

- Estamos en la posada, en La Pluma del Estudiante, unos amigos mios te han salvado, disculpame un momento Desi me dijo que uno de ellos estaba muy malherido - Egil va hasta la habitación de Lona y empiza a tratar sus heridas con su conjuros de curación - Esta mejor Lona? - se preocupa Egil por el estado de esta.

Apenas tenía unas heridas leves de cuando arriesgué mi vida para salvar a Lona. Así que con pocos hechizos menores, me curaron del todo. A Lona la curaron del todo y al abrir los ojos me alegré mucho.

Lona, amiga mía, que bien que ya estás con nosotros de nuevo. Tuvimos que salvarte de las puertas de la muerte, jejeje. Yo recibí un mamporro por intentar taponar tus heridas, pero enseguida pudieron los demás encargarse de los enemigos. Moses ha sufrido mucho, pero ahora estará contento, verdad compañero? Jejeje.

Gracias Egil y Lucius por vuestras atenciones. Lucius, me alegro mucho de que te hayamos encontrado por fin. Supongo que tendrás muchas cosas que contarnos, y nosotros tenemos una gran curiosidad. Pero antes sitúate, no tengas prisa, disfruta de tu libertad y de estar seguro por fin y entre amigos.

Me sentía más seguro, más un mago de verdad desde aquella experiencia. Por fín había demostrado ser útil al grupo. Por fin podía sentirme orgulloso. Lástima que Abyl no tolerara que yo me pusiera en mi sitio como el mago que era. No quería reconocerme. Bien, entonces ahora veríamos si era un mago de verdad.

Abyl, me gustaría hablar contigo un momento antes de nuestro duelo. Le miré a los ojos y sentí su desconfianza, su falta de interés y que seguramente pensaría que era un cobarde que intentaba ganar tiempo y librarse de una muerte con honor.

Abyl, creo que no vas a cambiar de opinión sobre mí si no luchamos. Así que estoy dispuesto. Además, se que irás a matarme sin piedad. Y eso me da ganas de no tener piedad contigo, como no la has tenido en ningún momento desde que nos conocemos. Sin embargo, yo no tengo otras armas que la magia. Así que no usaré espada. Como para tí no soy un mago, creo que no podrás negarme emplear lo que no crees que tengo. Y si lo haces, es que en el fondo crees que soy un mago e verdad, por lo que este duelo no tendría sentido. Bien, qué dices? Tu espada contra mi magia? Te atreverás a quedar en evidencia si un hechizo mío te afecta? Yo me expongo a filo de tu espada. Creo que es justo.

Además quiero que tengamos padrinos y un testigo neutral que verifique que nadie comete una trampa, dejándose ir por los impulsos.

La retaíla de palabras que usa Mineas para decir que está preparado para un duelo me dan de repente una terrible jaqueca, y es que, esa es la única habilidad de este mago, dar dolores de cabeza, pero meneo la cabeza y sujeto mi espadón

A mí no me vengas con monsergas enano mental , sin ánimo de ofender Jenkins

Egil, compañeros, ahora volvemos, vamos a la parte de atrás de la taberna a solucionar el arranque que tuvo ayer

Sujeto de los hombros a Mineas, y me lo llevo por la cocina al patio de atrás.

Con el espadón entre las manos le apunto casi en la cara  -  ¿Estás listo mago?

Moses escuchó un poco de escándalo en la habitación de al lado, era una nueva aventura para su cuerpo y debía vivirla, responder a sus sentidos.

Salió disparado hacia Lona en cuanto la vio con un color más acorde con su belleza natural

"Oh Lona, señora de mi corazón amor mío, estás bien" dice Moses abrazandose a ella casi extrangulándola

"Oh perdona cielo mio no quería herirte estoy tan emocionado de verte.."Moses estaba soltándole muchos comentarios a Lona cuando de repente ve al que habían rescatado anteriormente.

Se levantó de la cama de Lona y le tendió una mano rápidamente

"Moses "activatrampas" Fuertenelbrazo a su servicio señor, si es que es así, Yo fui el artífice de vuestro rescate con una opca ayuda de mis compañeros" a todo esto Moses sigue dandole la mano a Lucius, meneándole completamente...

Quedais un poco asombrados puesto que lo que cuenta es algo...diferente a lo que realmente sucedió...

Abyl desaparece, y antes de que pasen 10 minutos vuelve a estar en la posada, con una sonrisa satisfecha, lleva el espadón como un bastón, sacudiendo algo de sangre y poniendo el suelo todo perdido del ferroso líquido.

Egil, Lucius, más vale vayais al patio de atrás, Mineas os necesita

Bueno, será cuestión de repartir el botín, tengo un barco esperando en el puerto y he de ir a un par de sitios hoy

Moses - Nombro acercándome a los baúles - ¿A cuanto tocamos cada uno?

Egil y Lucius se quedan con cara de asustados al ver la sangre gotear del espadon de Abyl - Pero que has hecho Abyl? - después de decir esto ambos salen corriendo fuera.

Las muestras de cariño por parte de Moses siempre eran excesivas, como siempre, lo cual no sabía si debía alegrarme o enojarme. A fin de cuentas, creía que no volvería a ver la luz de un nuevo día e incluso al abrir los ojos pensaba que las voces que escuchaba eran las de los arcontes de Pelor que venían a darme una bienvenida demasiado temprana.

Es por ello que las muestras de afecto del mediano me habían dejado tan trastocada y se habían llevado la discusión entre Mineas y Abyl a un segundo plano tan lejano e irreal que escapaba a mi comprensión. Pero cuando la mujer regreso con el espadón ensangrentado y pidiendo ayuda a Egil, sentí como un fuerte pinchazo me atravesaba el alma.

No sabía que había ocurrido, pero la calma con la que hablaba no aventuraba nada bueno y al mirar al sacerdote y escuchar sus palabras la realidad regresó como un huracán destrozando todo a su paso, porque en el fondo yo era la culpable de esto. Le había regalado ese arma. No con la intención de que la usara contra un compañero, sino para impartir justicia, salvar a gente como Lucius, derrotar a las hordas del mal... La imagen de mi pesar se dibujo en mi rostro según añadía más acciones a la lista. En verdad había muerto en aquel sótano, porque esto sólo podía ser un castigo por mis acciones enviado por el mísmisimo dios del sol para enseñarme que había logrado por mis acciones tan inconscientes.

Al final resultaba que el grupo seguía otro camino diferente al mío y por más que me esforzara no podría hacer nada por reconducirlos. Debería dejar que su destino les llegara, fuera cual fuera, y el único regalo que podría hacerles era encontrar alguien más acorde a sus ideas que cuidara de ellos en mi lugar.

Noté las lágrimas en mis mejillas conforme la realidad terminaba por formarse en mi interior e intentaba hacer salir unas palabras que me costaba horrores pronunciar.

- Es mi culpa Egil. No soy adecuada para ellos.

Despues de una tensa espera, Egil y Lucius vuelve solos - Mineas os ha dejado, Abyl no creo que hubiera motivos suficientes para hacer lo que has hecho, despues de todo fuera lo que fuese había intentado ayudar y eso es lo que cuenta - después al ver la tristeza de la sierva de Pelor se acercó a ella y poniendole la mano en su hombró - Lona, no es culpa tuya, no has podido hacer nada, estabas malherida, pero te entiendo y si quieres quedarte en nuestro templo sería un placer tenerte con nosotros, que me dices? - terminó preguntando este.