Partida Rol por web

Dathomir, planeta oscuro de los Territorios del Borde Exterior, situado en el Sector Quelii. Algo menor que Coruscant y su gravedad ligeramente inferior a lo normal, su periodo de rotación se acerca mucho al estándar mientras que su periodo de traslación era largo.

Según el criterio humano se le considera un mundo bello y templado, con distintos tipos de terreno, lagos, pozos de alquitrán, bosques tupidos, montañas de cumbres nevadas, ríos torrenciales, sabanas extensas, casquetes glaciares pequeños y fosas tectónicas espectaculares. Incluso durante el gobierno de la Nueva República, nueve décimas partes del planeta estaban aún sin explorar y deshabitadas, la población se concentraba en una pequeña zona a lo largo de la costa de uno de los tres continentes principales, una región de tierras altas y riberas flanqueadas a un lado por un océano inexplorado y hacía el otro por un vasto desierto.

A medida que los paneles del Supresor informaban sobre la paulatina reducción de velocidad el tremendo eco de la fuerza procedente del planeta se volvía más perceptible para cada uno de los usuarios de la fuerza.

La Bruja de las Tormentas era la más sensible al tremendo poder que emanaba de la superficie, las Brujas de Dathomir tenían una comprensión y técnicas muy distintas a las Jedi y Sith, pero no por ello menos efectivas, rivales formidables y guerreras mortíferas.

Jarik Tharen recordaba rumores de boca en boca, habladurías, chanzas, anécdotas que se comentaban en los espaciopuertos, las tabernas, y cualquier lugar en donde pilotos disparos se reunían para descansar o ahogar las penas en un vaso de alcohol. Pero incluso tras su condición de Caballero Gris podía percibir el potencial emanando desde el planeta, la fama no era en absoluto inmerecida.

Pero la imagen que eclipsaba Dathomir era la nave que se observaba en la lejanía. Extraña y destartalada, emitía extraños pulsos de color azulado. Su aspecto viejo y descuidado contradecía el hecho que volase impunemente. Tenía un diseño propio de las Fragatas, con un tamaño considerable, aproximadamente 300 metros de eslora.

Extraños dispositivos tecnológicos estaban ensamblados a lo largo del casco. La propia luz veía alterada su trayectoria al acercarse a ese navío fantasmal.

Se rompió el silencio ante los informes del oficial de comunicaciones.

- Lady Hagedis, los sensores son incapaces de fijarse en esa nave, ninguno de nuestros radares es capaz de ubicarla en pantalla, ni establecer sus coordenadas, nuestros sistemas de armamento literalmente están apuntando a ciegas. Es como apuntar a un fantasma. -

Dathomir, planeta oscuro de los Territorios del Borde Exterior, situado en el Sector Quelii. Algo menor que Coruscant y su gravedad ligeramente inferior a lo normal, su periodo de rotación se acerca mucho al estándar mientras que su periodo de traslación era largo.

Según el criterio humano se le considera un mundo bello y templado, con distintos tipos de terreno, lagos, pozos de alquitrán, bosques tupidos, montañas de cumbres nevadas, ríos torrenciales, sabanas extensas, casquetes glaciares pequeños y fosas tectónicas espectaculares. Incluso durante el gobierno de la Nueva República, nueve décimas partes del planeta estaban aún sin explorar y deshabitadas, la población se concentraba en una pequeña zona a lo largo de la costa de uno de los tres continentes principales, una región de tierras altas y riberas flanqueadas a un lado por un océano inexplorado y hacía el otro por un vasto desierto.

Geela había escuchado muy poco sobre Dathomir en su corta vida, pero recordaba habladurías sobre sus habitantes, llamados "Brujas de Dathomir", capaces de esgrimir misteriosos poderes equiparables a los Jedi.

El Primarca llevaba un par de horas en una órbita estacionaria. Cada minuto de silencio eran angustioso en esa nave fantasma. Zhoriam estaba en el puente, mirando ocasionalmente una de las consolas sin demasiado entusiasmo.

Los sensores del Primarca se activaron al unísono al detectar una perturbación en el hiperespacio. A los pocos minutos una enorme nave de guerra apareció en la lejanía.

Sin duda era un navío capital, tan grande como un destructor imperial de clase II, empequeñecía al Primarca en tamaño.

Su diseño terminaba en una cabeza de martillo, saturada de armamento, el blindaje de aquella nave también parecía exagerado, no debía ser muy rápida o si lo era sus motores debían ser sometidos a esfuerzo constante.

Todos los dispositivos del Primarca se habían encendido, cualquier cosa podía ocurrir.

- Un Cabeza Martillo de Tarsonis. Una nave así no se aleja tanto del espacio Sith sin motivos. Solo es una amenaza leve para el Primarca, a pesar de ser mucho más grande y portar aparentemente mayores arsenales.

Aunque no vienen a pelear, sino a dialogar. Y temo que es con usted Srta. Ominia. -

Jarik había escuchado la traducción de lo que ponía la tabla, y era igual que lo dicho por Dante; quizás incluso Dante lo había leido de allí.

- Esa inscripción ... es lo mismo que nos comentó Dante, si mal no recuerdo incluso palabra por palabra.
- beepbip booop.
- De acuerdo R2; es lo mismo palabra por palabra.

El trino de R2 para lo que parecía corregir a Jarik sorprendió a lady Hagedis, que no estaba acostumbrada a que los androides la corrigieran a ella; ni ya puestos muchas personas. También le sorprendió el hecho de que Jarik parecía entender al androide astromecánico; parecía que el caballero gris tenía algunas capacidades después de todo, aparte de saber escuchar.
Pese a lo poco o mucho que la había podido sorprender esta corta conversación, no dejó traslucir nada en su semblante; ni siquiera para alguien acostumbrado a su raza.

Los pensamientos de Lady Hagedis fueron interrumpidos por el aviso de salida del hiperespacio y los avisos de la tripulación sobre la nave.

Jarik al oir lo que comentaban sobre la nave que estaba fuera se sorprendió por las capacidades de la nave para no ser apuntada por los sistemas de armamento ni otros sensores; eso era algo que estaría bien conseguir duplicar en su nave.

Según lo que comentó, ¿está en esa nave la heredera?

Ignorando momentaneamente la pregunta del Caballero Gris, Xsycissae presionó el botón del cuadro de mandos que tenía frente a ella que le ponía en contacto con su oficial de comunicaciones. Su voz traslucía una calma glacial mientras hablaba, sin dejar traslucir en ningún momento su satisfacción por el curso de los acontecimientos.

- Oficial de Comunicaciones Sherina, entablen comunicación con la nave en orbita. Transmitan nuestra identificación y saludos a la CDM Primarca y a sus ocupantes y esperen respuesta. Cejen asimismo de intentar fijarlo en nuestros sistemas y pasen a control visual.

La conmoción que habíacausado en el puente de mando la mención de que se encontraban ante la legendaria nave Tarsoniana se notaba claraente incluso en la sala de reuniones en que se encontraban. La imaginación excitada de la tripulación creaba ecos en la Fuerza que resultaban agradables dentro de la fría eficiencia reinante en el Supresor.

Tharen tenía la sensación de que algo se le había pasado por alto pero le resultaba incomodamente dificil precisar de qué se trataba. El Primarca era la nave en la que se suponía viajaba la descendiente, por lo que se podñia dar por respondido. no era eso lo que le faltaba.

Súbitamente cayó en la cuenta. Por el intercomunicador habían llamado a la Sith Lady Hagedis, desconocía el significado del nombre, pero sí del título. Lores y Ladies eran los tratamientos que se reservaban para los Señores y damas Oscuros del Sith, el más alto rango en la jerarquía Sith después del de Gran Señor Oscuro, lo que daba una nueva perspetiva a la identidad de su interlocutora. Hasta el momento la había considerado una simple Hechicera, no una Dama Oscura.

Sin embargo, al presentarse en Garos IV, había dicho que el único nombre al que tenía derecho era Hek Onwee y como tal se había presentado. Qué podía significar aquello? En ningún momento había detectado doblez en las palabras de la tora naga por lo que delante suyo tenía un enigma interesante. Una Dama Oscura que renunciaba a su nombre? Interesante.

- En efecto, Caballero, en el interior del Primarca es dónde, si nuestros informes son correctos, se encuentra la última descendiente a la que alude la profecía. Esperemos ahora poder unirla a nuestra causa. sospecho que la muchcha no será facil de convencer, asi como el propio Primarca. La personalidad de la nave, se encuentra en sintonía con la de su propietario por lo que tal vez tengamos dificultades.

La personalidad de la nave? Tharen encontraba cada vez más cosas interesantes a bordo del CabezaMartillo Sith.

Tharen pensaba sobre la personalidad de la nave. Por lo poco que había dicho Hek Onwee, podía significar que la nave tuviera una capacidad de raciocinio parecido a un androide; quizás parecida a la personalidad de su dueño. Eso sería digno de ver, y de intentar averiguar cómo es posible.

- Convendría que nos pusiéramos nosotros mismos en contacto; no creo que nos mire con buenos ojos teniendo en cuenta que ésta es una nave de guerra y por lo que tengo entendido la última descendiente estuvo hace poco en zona de guerra.
También hay que tener en cuenta la posibilidad de que sea sensible a la Fuerza, al menos lo suficiente como para detectar el lado oscuro. De ser así, hay que esperar que no piense mal de nosotros por ser un grupo tan dispar.
- beep deepdop
- Sí, R2. Tienes razón. Esperemos que "el Primarca" no nos considere hostiles.

Es increible lo que podía pasar mal y todo por no tener toda la información. Será mejor que deje de pensar así y veamos cómo ponernos en contacto con la última descendiente y ver si se une al grupo. Después de todo, todavía tenemos que localizar la máquina a reparar.

Después de un momento de silencio Jarik continuó:
También sería conveniente ver si se pueden interceptar mensajes sobre Garos IV, para tratar de averiguar cómo fue el ataque. Echó un rápido vistazo a Erianne, pues no sabía cómo se encontraba la jedi. Con un poco de suerte, sepamos algo sobre los jedi que quedaron atrás.

La primera reacción de la twilek había sido de admiración ante la imponente nave que se mostraba en pantallas. En muy escasas ocasiones había tenido la oportunidad de trabajar con naves capitales, siempre le fascinaba los diseños tan dispares según el mundo de procedencia, como afirmaba Zhoriam el término "Cabeza Martillo" describía a las mil maravillas el buque de guerra.

- ¿Dialogar? Eso es bueno, ¿Pero por qué conmigo y en este remoto paraje? Estoy confusa, creo que me estoy perdiendo algo. -

No era confusión, sino la firme idea de secuestro la que tomaba cada vez más forma en la mente de la twilek, Zhoriam jugaba con mucha ventaja y poco a poco todo parecía seguir un patrón de sucesos orquestados. Nada desagradaba más a Geela que no estar en control de la situación.

Pero ¿qué podía hacer? todo jugaba en su contra, a lo pronto tendría que esperar y buscar un buen momento, planeando una rápida huida, demasiadas cosas que ignoraba se urdían a sus espaldas.

La confusión de la twilek era visible, pero incluso en su estado Zhoriam se limitaba a contemplar la información de los computadores mientras respondía con la calma acostumbrada. Había algo en su voz que denotaba cansancio, o tal vez era resignación, como si la situación tampoco estuviera bajo su control, como un peón más en un tablero gigante.

- Se que está confusa, y no es para menos. Podría intentar solventar algunas dudas, pero solo crearía más. Simplemente eres mucho más importante de lo que crees, mucha gente poderosa se interesa o se va a interesar en localizaros, no puedo decir si "malos" o "buenos", es demasiado ambiguo, pero los tripulantes de esa nave tienen algunas respuestas que sin duda te interesaran. -

Supresor y Primarca intercambiaban un ritmo frenético información, incluso para los oficiales más avezados resultaba complicado seguir el inmenso flujo de datos que circulaba por las pantallas.

Desde trayectos recorridos, identificadores de fabricación, esquemas de la nave, códigos de los oficiales, etc. Un sinfín de parámetros estaban siendo evaluados por los tripulantes del Supresor, y quien sabe por la tripulación del Primarca.

La primera interrupción del silencio vino en labios de un controlador de comunicaciones.

- Transferencia y confirmación completada, nave identificada como fragata de asalto experimental "El Primarca", se creía perdida desde años, último propietario legal Coronel Alexander Dante. La nave conserva los códigos viejos y protocolos militares viejos, pero ha enviado las identificaciones adaptadas a la estructuración del imperio.

Imposible fijar el sistema de camuflaje que usan, sea lo que sea está afectando a casi todo el espectro, no obstante por comprobaciones en viejos registros la presencia de reformas sustanciales en el Primarca es evidente, hay un número mayor de sistemas de armamento desconocidos, a su vez de un incremento de la superficie del blindaje.

Lady Hagedis, desplegamos mensaje secundario del Primarca en pantalla. -

"Su presencia en Dathomir concuerda con el plan establecido, a pesar de la ceguera en los sistemas saben perfectamente que nave soy. Acorde a su último curso fijado su procedencia data del planeta Garos IV, punto importante de inflexión en la vieja historia.

A pesar del perfecto estado de su nave el Supresor no tiene la tecnología necesaria ni velocidad para emprender la última etapa del viaje, los integrantes de la profecía así como las personas que estimen oportunas deberán trasladarse a mi interior para contrastar información. En cuanto el capitán retorne se programará el que tal vez sea el último salto.

Los Sith aun conservan su modus operandi, debo informarles que detecto un emisor de posición oculto en un hueco entre dos paneles blindados de protección, la localización es la escotilla A-347, hangar, 342,56 cm hacía arriba con una desviación a la derecha de 57,03 cm.

Tienen el estado de nave traidora, dada la situación aconsejo un zafarrancho de combate, realicen el transporte cuando se termine el peligro"

-Entonces habrá que ponerse en comunicación con ellos o esperar a que ellos intenten contactar?? Creo que lo de dialogar no se me da especialmente bien, pero habrá que intentarlo.

Mientras tanto Geela estaba calculando posibilidades, quizas desde la otra nave huir fuera mas facil, o quizás la gente que estuviera en ella fuera como Zhoriam, lo cual le dificultaría aún más la huida...............esperar, si, esperar sería lo mejor, una vez en tierra firme tendría posibilidades, ahora necesitaba concentrarse con todas sus fuerzas para saber distinguir las oportunidades, y sobre todo para poder conservar su vida, lo cual cada vez le parecía mas complicado.

Observó atentamente a Zhoriam, calculando la precisión y velocidad de sus movimientos..... le resultaría imposible enfrentarse a el, parecía prever en todo momento lo que sucedería en el instante siguiente. Durante algunos instantes el rostro de Zhoriam mostró una mezcla de intriga, duda y tensión... realmente era posible que el tampoco supiera lo que estaba sucediendo???

Geela suspiró, se colocó las manos sobre el cinturón de herramientas, y se concentró con toda la intensidad posible en la nave que se mostraba frente a ella, tratando de analizar sus movimientos, su estado, su construcción, y con la esperanza de que su llegada no empeorara las cosas. - Dialoguemos entonces dijo con total resolución, y una seguridad en si misma que hubiera hecho temblar a cualquiera, por desgracia Zhoriam no era cualquiera, ni siquiera fingió interés por sus palabras.

El impenetrable rostro de la tora Naga permaneció impasible mientras consideraba el rumbo a seguir. Era peligroso abandonar el Supresor pero no parecía haber otra opción. Su propia seguridad se vería comprometida al entrar en una nave tan llena de secretos como el Primarca, pero hacía tiempo que se había comprometido con la Profecía y ya no había marcha atrás.

- Comandante Kratas, envíe un grupo técnico a inspeccionar la zona indicada por el Primarca. En caso de encontrar el rastreador, procedan a desalojarlo y neutralizarlo.

La voz del Comandante se escuchó a través del comunicador cuando éste respondió dándose por enterado de la orden. - Recibido Dama Hagedis

De nuevo ese nombre, pensó Tharen al oir el mensaje de Kratas, será su rango? Por otro lado el Primarca ha dicho que el Supresor tiene estatus de nave traidora. Esto cada vez resulta más interesante.

La Sith se dirigió hacia sus invitados, mirandolos fijamente y calibrando sus posibles reacciones. Era consciente de que su tregua no se basaba precisamente en la confianza y de nuevo la alianza estaba en peligro. - habeis oido lo que nos pide el Primarca. Yo, personalmente estoy de acuerdo en arriesgar la vida y trasladarme a su interior. Uds que deciden: confían en mi y tentamos a la Fuerza o prefieren arriesgarlo todo y abandonar?

Antes de recibir respuesta, Xsycissae activó de nuevo el comunicador interno. - Preparen una lanzadera para dentro de 10 minutos; me desplazaré al Primarca en ese periodo de tiempo. Comandante Kratas, queda al mando del Supresor hasta mi regreso. Podía notar de una forma casi física el odio de Jarod por no haberle elegido a él como su sutituto en su ausencia. Tarde o temprano tendría que ocuparse de él, pero no era el momento. En esos momentos necesitaba al mando a alguien en quien udiera confiar y Kratas era el hombre que necesitaba. Sentía respeto por él y, aunque su confianza no era ni mucho menos total, Hek Onwee sabía que en lo referente al León de Tarsonis y la Profecía, podía contar con él.

El automatismo de esa nave no estaba para nada exagerado. Incluso a lo largo de todo el proceso de las comunicaciones todas las tareas fueron realizadas por el Primarca, sin que hubiera incidencia alguna por la mano de Zhoriam o de Geela.

De nuevo la misma sensación de estar prisionera en aquella nave, si bien podía decirse "prisioneros". Pues Zhoriam no tenía ningún control sobre la nave, solo un estatus algo superior, como si fuera un preso de renombre.

Hubo una transmisión en la que se incluían planos y estructuras propias de ingeniería naval. El Primarca solo mostraba una frenética sucesión de datos en pantalla, ni una sola confirmación, no una sola autorización a cargo del supuesto "oficial" de la nave. No quedaba duda quien estaba al mando.

La voz inclemente de la nave rompió el silencio. No se podía distinguir emoción alguna, pero de alguna manera irradiaba autoridad, como sino esperase obediencia, de algún modo tenía la certeza de que los acontecimientos transcurrían según lo programado en sus computadoras.

- En breves una lanzadera trasladará un grupo selecto del Supresor a nuestra posición, nada más se instalen procedan al intercambio de información, cuantas menos dudas queden menos tiempo se perderá hasta la llegada del Capitán.

La posibilidad de un combate contra terceras fuerzas es posible, manténgase alerta. -

Por unos instantes aquel hombre se quedó contemplando la inmensa nave en pantalla. Su expresión no solía revelar mucho, pero era evidente que solo podía resignarse ante los designios del Primarca. Un minúsculo suspiro fue la única respuesta a las palabras de la nave antes de volverse hacia la twilek.

- Casi adivino lo que está pensando, y no se equivoca Srta Ominia. Mi papel en todo esto está casi acabado, tenía que traerla aquí, y reunirla con nuestros insignes visitantes. No puedo decirle más, aunque tampoco conozco más detalles.

Pase lo que pase no se deje impresionar por ellos, dentro de poco va a contemplar con sus propios ojos una oscuridad sin precedentes, como una maldita tormenta. Una Bruja de la fuerza.

No se cual es su cometido en esta estupidez, pero se me dejo bien claro que su vida es mucho más valiosa que la mía, si debo matar para protegerla que así sea. -

¿un localizador? ¿podría ser...? Bueno, dejemos primero que investiguen; después de todo, por lo visto es en alguna zona de la nave y no el trozo de armadura que le quitó al asesino sith.

Disculpe ... Dama Hagedis. Jarik decidió utilizar el mismo nombre que utilizaban sus hombres, pues no sabía cómo podían reaccionar ante otro. Por lo que veo, el Primarca seguramente puede llevar mi nave; podríamos ir en ella. Es bastante rápida, y no está del todo indefensa. Además, si considera esta nave - comenta haciendo un gesto que pretende abarcar todo el Supresor - como traidora, será mejor ir en una nave que no tiene nada que ver con ella.

El comentario de Jarik tenía sentido, aunque Hek Onwee pensaba que también estaba el hecho de que no le gustaría dejar su nave sin ningún tipo de vigilancia durante demasiado tiempo.

Había otra cosa que le extrañaba a Jarik, y era el hecho de que dejaba al mando al comandante de la nave. Competente sin duda, para alcanzar ese rango y servir a las órdenes de alguien que seguramente no aguantaria apenas errores, pero sin la capacidad para el uso de la Fuerza de su discipulo.

Se giró hacia la jedi. ¿vienes con nosotros? Un ligero asentimiento con la cabeza fue la única respuesta que dió. posiblemente aún estuviera conmocionada por los hechos que debieron pasar en Garos IV; tendría que hablar con ella para saber lo que vió, aunque mejor esperar a estar a solas. Algo que, de momento, no iba a ser posible.

Los tripulantes del Supresor estaban acostumbrados a dar las órdenes, no a recibirlas. Resultaba irónico que estuvieran obedeciendo los deseos de una nave muy inferior en eslora y supuesta potencia de fuego.

Pero el Primarca portaba consigo una leyenda, cuya magnitud incluso desafiaba al Supresor, buena prueba de ello era la incapacidad de fijarla en las pantallas.

A pesar de todo la última orden de Xsycissae se cumplía con brillante eficacia, 10 minutos era un tiempo más que suficiente, pero la tripulación apenas necesitó 3 para disponer de una lanzadera plenamente operativa. A su vez un contingente especializado de técnicos revisaba con celo la sección descrita por el Primarca.

- Ingeniero Jefe Landor a puente de mando, se ha completado la separación de los paneles estructurales, encontramos emisor multifrecuencia sin ningún tipo de identificación. La transmisión de datos se realiza en un complejo encriptado desconocido, se procede a sobrecargar con una ráfaga iónica el dispositivo.

El ruido de un disparo amortiguado cerró la comunicación, era un problema aparente del que no preocuparse más, si bien resultaba totalmente factible que su posición ya estuviera emitida y una flota hostil se desplazara hacia su emplazamiento actual. Dada las características del Supresor era muy juicioso esperarse naves de la misma eslora.

Las frecuencias de comunicación se habían cerrado, aunque en realidad era imposible establecer un canal de comunicación ante una nave indetectable, si el Primarca podía escucharlos o no era un misterio.

No obstante una última instrucción de aquella nave llego a las consolas del supresor.

“Si a lo largo de su empresa han conseguido recuperar cualquier vestigio de tecnología ancestral con un funcionamiento que debería ser imposible trasladen ese hallazgo también a mi interior, algunos dispositivos actúan como balizas y carecen ustedes de la tecnología necesaria para aislarlos así como la comprensión de su funcionamiento.

A pesar de su desmesurada potencia de fuego no lograrían soportar un combate mucho tiempo contra cualquier nave de los Sith Ancestrales, por no hablar del uso que darían a esa tecnología”

La transmisión volvió a cerrarse, la tripulación no tenía nada que añadir a esa última petición del Primarca, ese tema solo abarcaba la voluntad de Lady Hagedis, para nada la tropa se implicaría.

Jarod mantenía una frágil compostura, Kratas se limitaba a ignorar las miradas de odio, Alcabros revisaba metódicamente el instrumental que se transportaría al Primarca, no era mucho, pero comprendía útiles de entrenamiento, así como dispositivos de almacenaje de información y cualquier necesidad que la Bruja de las Tormentas requiriera.

- Ingeniero Jefe Landor a puente de mando, revisión terminada. El transmisor estaba conectado a partes del sistema informático, 99% de posibilidades de filtración de información, no se detectan virus ni alteraciones así que este mecanismo actuaría como una simple puerta de comunicaciones. Procedemos a ensamblar de nuevo los paneles. –
El único que disfrutaba de la situación, si es que eso era posible era R2-T4, el pequeño androide recorría el puente de mando, parándose al lado de cada consola, incomodando visiblemente a los oficiales. Las luces de su carcasa brillaban con rapidez revelando que el pequeño droide pensaba o tenía algo en mente.

- Duoooo, biiip, bip, biiip, duooo. –

Pero solo Jarik Tharen podía comprender esa jerga de pitidos en lenguaje androide, acto seguido R2-T4 saco uno de sus módulos de datos y comenzó a cargarlo con algún tipo de información almacenada en su memoria.

La Jedi abandonó su largo mutismo. Su entrenamiento no era suficiente para soportar la presencia de Lady Hagedis, Alcabros tampoco ayudaba a paliar la incomodidad, ni incluso Jarod, si bien este tenía una instrucción muchísimo inferior a la de Erianne.

- Recuerdo esa nave… fue hace mucho tiempo. Cuando yo apenas era una muchacha bajo la tutela de mi maestra. Habíamos viajado al mundo desolado de Kiva, destruido hace mucho mediante experimentos imperiales. El ambiente es muy duro, queríamos investigar unas viejas ruinas que fueron una laboratorio de investigación, pero para nuestra sorpresa nos encontramos con esa nave aterrizada no muy cerca.

Sentí el corazón fallarme, y de repente todo me molestaba, tenía ganas de encolerizarme como nunca, y apenas era una niña… incluso mi maestra cambió de expresión, de las pocas veces que contemple su rostro preocupado.

Allí estaba él, vestido de negro, con dos sables láser en la cintura, era como contemplar a un fantasma, sus ojos rojos como el infierno, aun más que estos Tarsonianos.

Mi maestra me hizo retroceder, se que hablaron, durante mucho tiempo. La rabia de ese hombre no se apagaba, pero estaba en calma, como un león dormido. Algo le dio a mi maestra, creo que era un módulo de datos, abandonamos ese lugar después de la conversación. Cuando le pregunte a mi maestra quien era se limitó a decirme que la mayor contradicción que existía. –

- Me siento más inclinada a ir en mi popia lanzadera, Caballero, no obstante tal vez sea más juicioso seguir su ofrecimiento. Iremos en su nave, Caballero Tharen. - Xsycissae parecía haber ignorado el apelativo por el que el Caballero Gris se había referido a ella, pero no era así. - Darth Hagedis es un apelativo que de momento no puedo portar. Mi Orden me ha declarado proscrita por lo que ya no soy una Dama Oscura. Hek Onwee es lo que soy ahora. Volvere a ser Hagedis, cuando Niban deje de ser Niban.

El grito de furia de Jarod llenó la sala y su movimiento veloz. Su sable de color rojizo saltó disparado a su mano e intentó una estocada mortífera a la garganta de la Maestra. Sin embargo la respuesta de Hek Onwee fue incluso más rápida. Tanto que ninguno de los presentes llegó a ver como la Tora Naga extraía de entre sus ropajes su propio sable, un arma artesanal de exquisita factura y diseño único en la galaxia, y con el filo de la guarda del mismo cercenaba sin esfuerzo la muñeca del Acólito para volver de nuevo a su lugar en la túnica de la Hechicera.
El muñón comenzó a sangrar abundantemente mientras mano y sable caían al suelo. Un empujón en la Fuerza era claramente perceptible emanando del traidor hacia Hek Onwee, sin embargo éste la envolvió sin afectarla.
La respuesta de la Hechicera fue mucho más intensa, el espacio pareció moverse en la habitación, una ola de Fuerza recorrió el trayecto entre los dos antagonistas y barrió a Jarod, su mente se apagó como una vela en la tempestad aunque su cuerpo permaneció inmóvil, de pie, desangrándose poco a poco al ritmo del bombeo de un corazón que no sabía que su poseedor había desaparecido barrido por la Tormenta.

En el lapso de tiempo en que todo había ocurrido, a Alcabros solo le había dado tiempo a extraer su propio sable de luz para defender a su Maestra. un sable que brillaba inutil en su mano mientras la vida del Acólito se escapaba con su sangre. La perplejidad recorría a todos los presentes dejandoles sin palabras ante la velocidad y brutalidad de lo que habían presenciado. finalmente el cuerpo cayó al suelo, convirtiendose rápidamente en un cadáver.

- Alcabros, vete a buscar el artefacto. Kratas,en cuanto partamos salte 2 años luz dirección Korriban desde aquí. No es seguro que el Supresor permanezca en este punto. Por lo que sabemos pueden aparecer más CabezaMartillos en nuestra Búsqueda o la propia Flota Negra. Nos encontraremos en ese punto.

Poco a poco, la sala comenzó a volver a la vida. Alcabros guardó de nuevo su sable y abandonó la habitación.

La tripulación del Supresor estaba conformada por un nutrido grupo de veteranos procedentes de Tarsonis, si había sorpresa en sus rostros era producto de la velocidad a la que se había librado ese ya decidido combate. Los estertores agónicos de Jarod y la sangre extendiéndose lentamente por el suelo no causaban la mínima repulsa en una tripulación acostumbrada a la brutalidad de la guerra.

Puede que para Jarik Tharen o la Jedi hubiera un silencio incómodo, pero el resto de tripulantes se limitó a continuar con sus labores como sino pasara nada. Una pareja de soldados introdujo el cuerpo sin vida del traidor en una bolsa tras despojarle sus escasas pertenencias. Un androide de mantenimiento ya había aparecido comenzando a limpiar la película roja formada en el suelo metálico del supresor.

Alcabros retorno a los pocos minutos acompañado de un androide de carga, la maquina sostenía una curiosa caja que debía resultar extraordinariamente pesada para necesitar un androide.

A Jarik Tharen le resultaba muy familiar, había visto algunos contenedores de diseño parecido cuando se adentró en las ruinas del complejo ithoriano, la diferencia es que todas estaban abiertas y esa permanecía sellada. Algo muy poderoso se guardaba en su interior, su entrenamiento de caballero gris le mostraba el tremendo desequilibrio hacia el reverso luminoso que se escondía en aquel interior metálico, no le resultaba extraño, en cierta medida se asemejaba al del Éter.

Cuando Alcabros se acercó a su maestra algo inesperado ocurrió, el androide fue incapaz de mantener la fijación de aquella caja, incluso a pesar de sus servobrazos y electroimanes, aquello que se guardase en su interior comenzó a brillar eclipsando la luz de toda la estancia, blanca e inmaculada, mero poder bruto del reverso luminoso.

El alienígena fue incapaz de sostenerse, aquella luz era casi abrasiva para los usuarios del reverso tenebroso, solo la inquebrantable disciplina de Hek Onwee permanecer impávida ante tal espectáculo de poder, pero en su fuero interno sentía el tremendo poder que atesoraba esa reliquia ancestral.

Erianne padecía otros síntomas, era incapaz de mantener un objeto asegurado en el interior de su túnica, el mismo destello provenía del interior hasta que finalmente un pequeño tubo rompió una sección de la túnica y se precipitó directamente hacia la caja, el liquido cristalino brilló con aun más poder que la caja dejando a un Alcabros inconsciente en el suelo y una tripulación cegada durante unos breves segundos.

Cuando la luz se apartó la caja reposaba inerte en el suelo, el tubo contenedor del Éter estaba pegada a ella.

- La transmisión de instrucciones está finalizada. En breve un transporte se dirigirá a nuestra posición, es bastante probable que a la par esa nave de combate abandone este emplazamiento, no está segura aquí.

Desconozco quienes subirán, pero todo está ocurriendo tal y como mi maestro había predicho y organizado. Pero dista aun de estar completo, aun necesitamos a otras 2 personas y al capitán de la nave, pero imagino que a lo sumo serán unos días más de espera en la órbita.

Como le he dicho no tema por su seguridad, para esa gente usted es valiosa más allá de toda concepción, probablemente le revelen datos sobre su persona que usted misma desconoce. Si serán o no de su agrado ya no me atrevo a aventurar. -

Otra vez las cosas ocurrían con demasiada rapidez para detenerse a pensarlo con calma; el hecho del ataque a Hek Onwee, aunque le había pillado por sorpresa parecía tener sentido por las palabras que había dicho antes, las relacionadas con que ya no tenía derecho a usar su nombre y que estaba proscrita por su orden.
El problema que tenía ahora mismo era la reliquia y el éter; habían reaccionado al estar cerca, y se podría decir que se habían fusionado. Lo más extraño es que después de ese despliegue de poder, ahora parecía todo demasiado tranquilo; pero eso no podía durar. Jarik no creia que ese poder hubiese pasado desapercibido para los sith, por muy lejos que estuviesen; sobretodo teniendo en cuenta que por lo visto el Supresor tuvo un localizador, y él mismo tenía algo que podían hacer que los encontraran.
Creo que deberíamos irnos cuanto antes; Erianne por favor, podrías encargarte de la reliquia. De seguido miró a Hek Onwee. Desconozco si han hecho algunos escáneres sobre la reliquia, de ser que sí no estaría de más llevar los resultados con nosotros para si tenemos tiempo mirar lo que ha podido variar; reconozco que el equipo del que dispongo no es de lo último pero espero que sea suficiente para unos estudios minimos. ¿nos vamos?.
- beepboop.
La respuesta del androide bien podía ser un comentario sobre el equipo del que disponía Jarik como confirmar que era el momento de ponerse en movimiento, pero como Jarik era quien lo entendia él prefirió no decir nada.

- Veré que puedo hacer Sr. Tharen, nunca había visto semejante demostración de poder bruto. -

Aunque a pesar de sus esfuerzos la Jedi poco podía hacer para separar aquel tubo de la caja sellada. Ambos objetos se atraían con un poder difícil de superar, como si estuvieran imantados irreversiblemente, pero en esta ocasión no se trataba de mera atracción magnética sino de un vínculo entre la fuerza proveniente de esas dos reliquias.

- No puedo separarlas, se atraen con muchísima fuerza y tengo el presentimiento que no sería buena idea intentar separarlas.

Pesa considerablemente, no puedo cargar con ello, tendría que recurrir a la fuerza y me agotaría el empleo continuo para poder mover estos artefactos. -