Partida Rol por web

Múltiples Intenciones

Tarsonis

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10/09/2007, 11:39
Director

Incluso en un artefacto tan poderoso como era el holocrón la marca de Dante estaba grabada a fuego. La aparente interminable rabia del Merodeador dejaba su marca en todo objeto que alguna vez este poseyera. Preso de una emoción tan explosiva como la rabia Xsycissae comenzaba a comprender hasta donde podía llegar el poder del fundador.

A pesar de conocer la manofactura el Holocrón tenía sin duda una procedencia alienígena, o al menos se trataba de artesanía nunca presenciada por Lady Hagedis. No le extraña cada maestro solía dejar una imprenta única en el holocrón, no solo su conocimiento.

Finalmente merced a una voluntad implacable las energías del lado oscuro reactivaron la mezcla de tecnología y hechicería que animaba la reliquia. El holocrón se abrió con un enorme destello que al remitir dejó una figura esmeralda observando impávida a la hechicera.

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10/09/2007, 11:42
Darth Astharea

Hek Onwee nunca había escuchado una voz así. Su tonalidad era musical, a pesar de no formar ningún tipo de verso, simplemente prosa. Las palabras estaban más allá de las simples rimas, era como si fuera capaz de proyectarlas en los pensamientos de Xsycissae aunque sabía que no estaba siendo víctima de ninguna técnica de la fuerza.

- ¿Quien se atreve a compadecer ante Darth Astharea?. -

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10/09/2007, 12:56
Xsycissae

Xsycissae, acomodada en la postura de meditación, observaba fijamente, sin temor a la antigua maestra Sith que había acudido a la llamada del holocrón. Hacía mucho que el temor bañaba cada relación con los maestros, ahora ella misma era una maestra y, aunque siempre recorrería el camino del aprendizaje, era ella la qeinspiraba ese temor en los demás.

- Mi nombre es Darth Hagedis, Dama Oscura del Sith. Mi nombre es Hek Onwee, Hechicera de la Orden Sith. Poseo el conocimiento, poseo el potencial y recorro el único camino. Busco tu sabiduría como yo transmito la mía a mis aprendices.

Darth Astharea observó detenidamente a la tora naga mienras pronunciaba su presentación, estudiandola, sondeándola, juzgando su potencial y su capacidad. Estudiando qué conocimientos poseía ya la Sith y cuales estaban a su alcance.

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10/09/2007, 16:51
Darth Astharea

La figura holográfica de Astharea examinó por unos minutos a la Tora Naga, incluso en simple imagen la fascinación que provocaba la maestra fallecida era sobrenatural. Los reflejos de su piel acompasados por los de su armadura le daban un aspecto solemne, cualquiera sin entrenamiento se vería presa del hechizo invisible de Astharea.

- Bruja de las Tormentas, hace mucho que abandonasteis el camino del Aprendiz. Vuestra hechicería apela a las peligrosas fuerzas cósmicas que componen el tejido hiperespacial.

Semejante poder es un arte que solo dotada de una vida imperecedera podríais perfeccionar, sería desperdiciar un tiempo del que no poseeís.

Entrené al que resultó ser la decepción de Jintha'alor, contemplé gustosa su muerte. ¿Por qué debería entrenaros a vos? -

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10/09/2007, 17:15
Xsycissae

El poder personal de Hek Onwee, como si fuera llamado por la fallecida maestra que tenía ante sí, comenzó a aflorar en oleadas, una detrás de otra. Una marea de poder desatado comezó a surgir de la Dama Oscura influyendo en todos los seres vivos de la nave, espoleando su ira y enfocándola hacia la eficiencia. El orgullo de las cosas bien hechas llevadas al extremo. pronto la marea de poder superó los confines del Supresor y se expandió por el espacio adyacente.

No había sido una decisión consciente, simplemente el potencial de la Bruja de las Tormentas se expandía como queriendo mostrarse en todo su esplendor. nunca Hagedis había notado su poder personal de forma tan intensa, ella misma se sorprendió de la vastedad de su potencial.

En su cabina, Jarod Katshuara-Corino estudiaba la tradición Sith cuando la oleada le alcanzó. Miles de imágenes de glorias pasadas llenaron su cabeza. Triunfos y poderes inimaginables poblaron su mente acompañados de la certeza absoluta de que todos ellos estaban fuera de su alcance. La desesperación dió paso a la ira fria, calculadora para acto seguido ser aplastado por el temor al foco de esa ira. Quieto, apollado en el banco de trabajo, Jarod lloró.

En la sala de entrenamiento Alcabros practicaba su rutina de entrenamiento con sable de luz cuando el poder le golpeó. Por vez primera el vació de su corazzón rebosó con el poder puro que procedía de Hek Onwee. La ira, la determinación le cubrió por completo. Domínate a tí mismo antes de dominar a los demás. Las lecciones de su maestra resplandecieron en su mente como supernovas ene l vacío. La ira fue doblegada, el droide de comabte eliminado con un simple giro de muñeca. Jadeando, Alcabros rió.

En los aposentos privados de Xsycissae, la fallecida maestra percibia con claridad las emanaciones semivoluntarias de la Dama Oscura y las percibía con agrado.

- He demostrado con creces mi valía desde que fui iniciada en el camino de los Sith. No fracasaré donde otros fracasaron. Ninguna búsqueda de sabiduría es esteril. Cualquier conocimiento merece la pena ser cultivado si lleva a la mayor gloria de la Orden y de sus miembros.

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10/09/2007, 17:33
Darth Astharea

La compleja manofactura del holocrón lo convertía en una reliquia que no estaba ciega a su entorno, como pasaba con cualquier simple grabación. Cualquiera versado lo más mínimo en los caminos de la fuera podría haber percibido con total terror y precisión el poder de la bruja.

Astharea señaló a la hechicera con una brillante uña como el diamante, el rostro de una niña con la expresión de un demonio.

- Mero poder en bruto, poder de una Ordén de maestros mentirosos, ciegos y ocultos a su propio legado. Vuestras enseñanzas y tradiciones son en su mayor parte falacias por conveniencias de viejos egoístas, demasiado acomodados y aterrorizados para ver el infierno que se adviene sobre sus cabezas.

No me basta con buenas intenciones, mostradme vuestra hechicería bruja, mostradme un cataclismo sin que las barreras de la distancia os lo impidan. Mostradme hasta donde estáis dispuesta a sacrificar y tal vez os enseñe algo que os sirva contra los Sith Ancestrales. -

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10/09/2007, 23:40
Xsycissae

Xsycissae sintió la ira crecer en su interior ante las acusaciones de la fallecida maestra. Puede que la Orden a la que pertenecía se hubiera vuelto ciega al pasado, pero ella se estaba enfrentando a la Orden misma para desenterrar ese pasado y ponerlo en su lugar.

- No pertenezco a la Orden ciega que describes. Soy una traidora a los ideales corruptos que los Grandes Señores del Sith han propagado a través de los siglos. Busco la verdad de nuestra Orden, el conocimiento veraz de nuestra historia y tradición. - La voz calmada del reptil estaba templada con los fuegos de la ira. – No obstante, si pruebas quieres de mi dedicación a esa sabiduría, baste el hecho de ser declarada proscrita y cazada por mi propia orden. Mi nombre en el mejor de los casos pasará a estar proscrito y mis conocimientos declarados herejías. Se privará a la Orden de un nuevo e importante fragmento de comprensión de la Fuerza y eso la empobrecerá aún más. Eso estoy dispuesta a sacrificar, estoy dispuesta a sacrificar a los mismos Sith que me enseñaron todo lo que se.

Lady Hagedis tomó aliento mientras su mente fijaba la enormidad de lo que estaba arriesgando. Al rebelarse contra Lord Niban había firmado su sentencia de muerte. Pero no solo eso, de ser destruída, su recuerdo y su existencia sería borrada definitivamente de los anales de la Hitoria Sith. Conocía a su antiguo maestro, lo haría llevado por el odio y el orgullo. Toda la sabiduría acumulada en su persona, todo lo aprendido y todos lo que pudieran haber aprendido de ella serían borrados como si nunca hubieran existido. Realmente la Orden perdería un fragmento más de su comprensión del Lado Oscuro. Se debilitaría más aún. Tarde o temprano la Orden Sith sería barrida y olvidada por decisiones como aquella. Al rebelarse contra Niban estaba arriesgando la misma existencia del Imperio Sith de ser derrotada.

- Un cataclismo me pides. Un malgasto innecesario de energía y vidas. La destrucción sin sentido no hacen ningún bien al Sith. El dominio debe hacerse bajo la amenaza de la fuerza, no a través de la fuerza en sí. Y qué gana un Lord Oscuro de la muerte indiscriminada o la pérdida de recursos sin sentido? La ira es un poderoso aliado, pero si no tiene una razón de ser, si no tiene un fin, es nuestra ama en lugar de nuestra esclava.

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11/09/2007, 17:50
Darth Astharea

Darth Astharea río insidiosamente, disfrutando de cada palabra que recalcaba la peligrosa condición que voluntariamente Lady Hagedis se había asignado.

La figura del holocrón negó lentamente con un dedo mientras su rostro se tornaba desaprovador.

- No interpretéis al literal cada palabra Bruja de las Tormentas, la insidia de las metáforas puede ser más mortífera que la más consistente realidad.

Os pedí un cataclismo, y me lo habéis dado... aunque sin total y pleno conocimiento de vuestras palabras. Ninguna traición, por pequeña o enorme que sea puede ser borrada y olvidada.

¿Recordáis a Bane? Su nombre aun provoca desprecios y su recuerdo no se ha olvidado.

O tal vez sea mejor un ejemplo más cercano a vuestra época, tal vez Primus.

No existe tal traición, la lealtad solo fue jurada a un ordén, unas enseñanzas no a una cortina de mentiras, en estos momentos no hay más traidores que los que continúan portando con gusto el velo de las mentiras. -

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12/09/2007, 14:54
Xsycissae

La ira de xsycissae ardía totalmente bajo control en los amarillos ojos de reptil. Había dado a la maestra fallecida el holocausto que pedía llevada por esa misma ira. Era el momento de que Darth Astharea compartiese su sabiduría con ella.

- Entonces, maestra, cuáles son los conocimientos que me son vedados que considerais que merezco. Qué conocimientos volveran a pertenecer a un miembro de los Sith que busca llevar a la orden a su pureza original?

Darth Astharea, desde el cénit de la pirámide del holocrón, rodeada de la luz procedente de esta y emanando su propia luminiscencia observó durante unos segundos a lady Hagedis. Darth AStharea sonrió.

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14/09/2007, 16:47
Darth Astharea

- La Orden original pereció hace mucho, y aun incluso no era más que retazos, fragmentos y residuos que los verdaderos Sith han ido esparciendo por esta parte de la Galaxia.

Ahora os enfrentareis a viejos y gloriosos maestros que llegaron a dominar poderes y secretos del lado oscuro inimaginables, su ambición no tenía límites, y precisamente esa falta supuso su perdición.

Es patente la naturaleza corruptora e insidiosa del reverso tenebroso, pero todo Sith que se precie domina el lado oscuro, no es dominado por él, como muchos Jedis creen.

Los verdaderos Sith ya no doblegan el poder que subyace en las emociones catalogadas de oscuras. No cabalgan la ira, ni se alimentan del odio ni se fortalecen del rencor. Sus voluntades se han quebrado, ellos se han convertido en meras y patéticas marionetas.

Cuando es la oscuridad la que te domina y no al revés empieza la corrupción y el demacre, el cuerpo se va marchitando y también el espíritu. La mera carcasa mortal es consumida lentamente por el poder tenebroso que crece en su interior como una larva.

Aquellos que moran más allá de las estrellas están en un punto sin retorno de la corrupción, incapaces de dominar el mal que los pudre lentamente.

En su mezquindad deben buscar formas de detener la lenta corrupción que los acerca inexorablemente al colapso, y muy a mi pesar han encontrado un modo, una vieja técnica compleja y olvidada. Mediante ella no solo roban la vitalidad de su victima, sino que cortan su conexión con la fuerza, con la misma esencia de todo lo que existe, semejante acto, semejante profanación perpetua por un tiempo más sus viles existencias.

Como habéis adivinado, cuanto más poderoso es el individuo al que cortan el vínculo mayor es el tiempo que detienen su degradación, pero no es necesario siquiera que tenga capacidad de usar la fuerza, solo con estar vivo es suficiente.

Son meros vampiros estelares, parásitos decadentes que se alimentan de las estrellas fértiles, fantasmas del pasado que se niegan a desaparecer y dar paso a las nuevas generaciones.

Cuando os enfrentéis a ellos Bruja de las Tormentas, deberéis buscar en la parte más recondida de vuestra alma, un lugar del que ni siquiera sabíais su existencia, en esa morada yace el ojo de la tormenta, la semilla de poder, el eslabón que conecta vuestro espíritu con la fuerza. Allí deberéis enviar toda vuestra voluntad para que ese vínculo que se forja al ser engendrado no se rompa.

Ya que solo 1 persona en cada generación es inmune a ese poder, solo 1 persona en cada generación puede continuar existiendo a pesar de estar rota su conexión con la fuerza. -

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15/09/2007, 17:46
Xsycissae

Xsycissae escuchó atentamente las palabras de Darth Astharea aprehendiendo sus conocimientos como la aprendiz aventajada que fue en el pasado. La sith guardiana de los niveles superiores del holocrón le estaba hablando de los poderes y habilidades de sus enemigos y eso era información extremadamente valiosa.

La falta de control de los Sith Ancestrales asqueaba a Lady hagedis. Para ella, el dominio era el motor que movía a los Sith, la negativa aser esclavos de la Fuerza. Como mínimo la convertían en su aliada aunque el objetivo era doblegalrla a su poder. Las emociones debíaner un camino que llevaría al dominio, no debían ser el fin por el cal el Reverso Tenebroso subyugara el alma del Sith.

Así mismo, los metodos de su enemigo la asqueaban en igual medida. Apartar a sus víctimas de la conexión con la Fuerza era, a su vez, debilitar la propia Fuerza que debían utilizar en su beneficio. era una vida parasitaria y condenada al fracaso. Era vital evitar que la galaxia entera fuera consumida de esa forma.

Una esperanza se desvelaba en las palabras de Lady Astharea, una mención a la raiz de su propio poder. Hek Onwee había percibido fragmentos de ese poder cuando manipulaba las corrientes de Fuerza en el hiperespacio o cuando se formaban alrededor de ella tormentas de Fuerza de pequeño tamaño pero igualmente aterradoras. El hecho de contactar con la fuente de ese poder, de tratar siquiera de dominarlo, le parecía una arrogancia indescriptible, pero nada es imposible a través de la Fuerza.

- Maestra, habeis mencionado el ojo de la tormenta que se oculta en mi interior, mi única oportunidad de sobrevivir a los Sith. - El tono de la hechicera era respetuoso, deseoso de enseñanzas, de aprendizaje. -Podeis guiarme a ese lugar en mi interior o es acaso un viaje en el que no me podeis ayudar?

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17/09/2007, 12:19
Darth Astharea

El rostro severo de Astharea vaticinaba su negativa a la petición de Lady Hagedis. Cada reflejo de la armadura ceremonial pareció perder su brillo mientras la maestra negaba severamente.

- Solo los insensatos buscaría el Ojo de la Tormenta, para resguardarse precisamente de esa. Pero la creencia de ser un lugar en calma en la tempestad es errónea, solo es un remanso en calma preternatural vaticinando una sacudida un más violenta.

Yo no puedo guiaros al corazón de la tempestad, es un camino y una defensa que debéis seguir sola Bruja de las Tormentas, pero solo en ese lugar donde el poder está en su expresión más bruta más primal están las fuerzas y técnicas necesarias para resistir el vampirismo de esos parásitos llamados Sith.

En el Ojo de la Tormenta se esconde el poder necesario para controlar el caos informe del hiperespacio, en su momento deberéis aprender a marchas forzadas y dominar ese poder, pues será la llave que os permita viajar al pasado con el cual podáis salvaguardar el futuro. -

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18/09/2007, 23:14
Xsycissae

Hacía una hora que el Supresor había saltado al hiperespacio rumbo a Garos IV . A un nivel subconsciente Hek Onwee había notada claramente la entrada de la nave en el no-espacio en el que se movían los navíos entre los mundos. Sin embargo, Lady Hagedis no había prestado atención a se hecho mientras se encontraba en presencia de Darth Astharea.

En la oscuridad de sus aposentos, mientras sostenía en sus garras el ahora apagado holocrón, Xsycissae cavilaba sobre lo que la maestra, un reflejo animado por la hechicería de la verdadera Dama Oscura que había sido Astharea, le había revelado sobre el poder que se encontraba en su interior y que le sería necesario dominar.

Sobrevivir al vampirismo antinatural de los Ancestrales Sith, evitar la destrucción del la Galaxia, dependía exclusivamente de su habilidad para encontrar ese poder en su interior y, más aún, su capacidad para dominarlo para sus fines sin desaparecer arrollada por su fuerza. Era una tarea que acometería sin dudar, pues ella no sentía miedo, era ella quien solía causarlo en los demás. Le esperaba un largo viaje tanto físico, a bordo del Supresor, como espiritual al interior de ella misma, a lo más profundo de la tormenta que se agitaba en su interior.

Las palabras de Astharea tenían una cierta cualidad profética cuando decían que solo en el momento adecuado contactaría con ese poder, que debería aprender sobre la marcha a controlarlo, por ello no tenía esperanzas de que ese conocimiento llegara a ella durante el viaje a Garos IV. No obstante lo aprovecharía para continuar el entrenamiento de su aprendiz y indagar en su interior, meditar, allanar el camino hacia el centro de su ser, tal vez no consiguiera aún el conocimiento que necesitaba, pero tal vez si adquiriera nuevos conocimientos sobre sí misma y la posición que La Fuerza tenía dispuesta para ella.