Partida Rol por web

En cuanto avanzó lo suficiente para no ser escuchado, Jarik cogió su comunicador del cuello; era un método para que en caso de necesidad poder usarlo en el menor tiempo posible.
- R2, ¿estás ahí?
- beepboop.
- Sí, bueno. Considerando lo que sueles hacer cuando te aburres se me ocurren un montón de lugares en los que podrías estar.
- boop boop beep.
- Venga, no seas tan susceptible. Tengo algo de trabajo para ti. ¿tienes la muestra de la armadura del asesino?
- beep.
- Bien, utiliza tus sensores junto con los del deslizador y mira a ver si encuentras más material como ese. Centrate sobretodo en la zona … Aquí se gira, orientándose para ver por dónde se había ido Dante. … en la zona noroeste de donde tuvo lugar la reunión.
- boop.
- Sí, ya sé que la última vez no lo localizabas pero ahora ya tienes algo más para centrarte. Si no lo logras no pasa nada. Después, habrá que mirar si nos vamos del planeta, o al menos si conseguimos algo más de información. Voy para allá.

Hacía mucho tiempo que Xsycissae no sentía una oleada de asombro tan poderosa. Le parecía increible el desinterés de los presentes pori ntentar salvar las vidas de todos aquellos que formaban la red que mantenía unida la Fuerza.

Podía entender la postura de Dante, al fin y al cabo ya había pasado su ciclo vital y la muerte no podía ser más que otro paso para él. Lo que no podía entender era la actitud de los Jedi. Esa era la actitud que cabía esperar de los autoproclamados "Defensores de la Galaxia"? Con tal de no asociarse en unos terminos que no les gustan, con tal de slavar su malentendido orgullo, preferían dejar morir la galaxia. La actitud del caballero gris era más acorde con lo que se podía esperar de él; estaba dispuesto a ayudar, aunque tampoco parecía preocuparle mucho que la reunión no fructificara.

La furia producida por la perplejidad y la frustración amenazó con hacerse con el control de sus emociones pero fue brutalmente refrenada por la mente consciente de la hechicera. No era momento para la ira. Debía intentar al menos mantener unidos alos miembros e la Profecía que quedaban, el momento para aclarar las cosas llegaría en su momento.

- No puedo creer lo que estoy viendo, aunque el Jedi es libre de elegir su camino y condenarnos a todos, no puedo sino preguntarme hasta que punto los miembros de la Oerden Jedi siguen los preceptos que ellos mismo promulgan. -Hek Onwee hizo una pequeña pausa mientras desterraba de su mente cualquier preocupación colateral y se centraba en el momento. - Creo fervientemente que deberíamos trabajar juntos. Tenemos poco tiempo y, aunque la profecía parece no tener ya sentido, tal vez tengamos más posibilidades si trabajamos juntos. Maestro jedi, Caballero Tharen, apartaran sus juicios de valor hacia mi persona y colaborarán con una usuaria del Lado Oscuro?

El zabrak no estaba satisfecho. La reunión había resultado un fiasco, aunque tampoco esperaba otra cosa. Incluso sintió una leve indignación al escuchar las imprecaciones a lo lejos. ¿Orgullo? Qué tontería. Si ese "León" pensaba así de verdad, o estaba completamente ofuscado o su poder no era tanto como para vislumbrar una simple verdad.

No tenía nada que ver con eso, pero las miras de los "no-sith" tampoco parecían muy amplias.

¿Entrarías en el lado oscuro si con ello salvaras la Galaxia? Fue la pregunta que su maestro Mo-Sey-Nyjj le hizo cuando era un padawan que apenas sí contaba 12 años. Ante el silencio de su aprendiz, el cereano asintió.

Ya has respondido a la pregunta, dijo. Si lo piensas es porque sabes que no deberías, que sabes bien que el lado oscuro es anatema en tus enseñanzas más básicas. Sin embargo, no respondes inmediatamente porque el fin es poderoso, muy poderoso, de hecho.

Este fin es un arma del lado oscuro. En almas nobles como la tuya, la mejor forma que tiene el lado oscuro de sembrar la duda es convencer de forma irrefutable de que sin él el fin está cerca, para tus amigos, para la Orden, para la libertad, para la vida.

Personalmente creo que si el lado oscuro fuera la solución en términos más importantes, entonces todos seríamos sus adeptos. Pero no es así. Verás, jovencísimo padawan. Si el lado oscuro te convence para asomarse en tu interior con esa premisa, quizá te ayude, pero no hay contacto sin rastro. En la próxima ocasión, no necesitará tanto para convencerte. Y luego menos, y menos, y menos...y pronto te encontrarás matando a una persona impunemente por el bien de la Galaxia, un bien que para ti se traduce en un hombre, un Emperador, que sabrá guiar los destinos de todos...¿Entiendes?

El bigote del cereano vibraba mientras hablaba, con su enorme altura visto por un niño. Te dirán que la Fuerza tiene sus propios planes, te dirán que la Fuerza une el universo y lo moldea con paz, sabiduría y vida. Te dirán que la Fuerza es un ente vivo. Yo te digo otra cosa. Si la Fuerza no está viva, entonces no tiene voluntad, ni moral. Sólo es una fuerza que intenta prevalecer, con aspectos en uno y otro lado que tú usas a tu conveniencia. No hay maldición, sólo la consecuencia de jugar con el lado oscuro. La corrupción de tu cuerpo y tu mente no es un castigo, sólo un efecto.

Sin embargo, si la Fuerza está viva, entonces ¿qué defiende? ¿Qué protege en realidad? ¿Son dos Fuerzas antagónicas, una luminosa y otra oscura? ¿Penetran ambas y luchan continuamente en nuestro interior por vencer? ¿Son la misma cosa con distintos aspectos?

Eso te corresponde decidirlo a ti, en realidad. La orden jedi se ha basado en unos principios que nos permiten convivir con el resto de las especies vivas, es decir, en el fondo, simplemente cogemos lo que nos conviene para la supervivencia del todo. No hay juicio de valor, no hablamos de mal o bien...pero sí de correcto o incorrecto. Establecemos prioridades y nos atenemos a ellas. Vida, libertad, paz, la misma Fuerza...¿cuál importa más? ¿La misión aunque suponga la pérdida de vidas? ¿La libertad aunque la misión fracase? ¿La mayoría frente a la minoría? En ese caso... ¿qué mayoría?

Así que en el fondo todo se compone de una elección. Una simple decisión que harás tú en función de lo que sabes y de lo que sientes...así será. ¿Comprendes lo que te digo?

El zabrak joven continuó en silencio.

Ya veo. Es posible que me haya dejado llevar, que te haya formulado esta cuestión demasiado pronto. Mejor olvida lo que te he dicho. Te lo preguntaré dentro de unos años.

Pero Carr Junn no lo olvidó, y quedó además convencido de que su maestro sabía muy bien lo que hacía, y le habló así no demasiado pronto, sino en el momento adecuado para sembrar algo no muy común en el corazón de un jedi...una duda. La duda era una herramienta que ayudaba a alcanzar la verdad. La duda te hacía mejor investigador.

Tiempo después, en una situación parecida, el jedi hombre ya tenía su respuesta. La supo desde hacía tiempo, y su marcha de la reunión respondía a esa coherencia de opinión.

El orgullo no movía a un buen jedi, en todo caso movía al León, cuando prejuzgaba alegremente e imponía su verdad como si no cupiera otra. Quizá no anticipó algo tan sencillo como que un jedi no tiene por qué creer a un usuario del lado oscuro. No sin confirmación. Toda esa información que les daba podía ser muy interesante, y sin duda su poder era extraordinario, pero también podría ser lo contrario. Múltiples intenciones, ¿por qué no una más? Carr nunca se había fiado de las cosas que oía una sóla vez, nunca había creído algo sin más, por eso era un jedi extraño, del que se hablaba por ahí. Él podía ser quizá el más fiable de todos, precisamente porque no aceptaba la doctrina sin más, sino porque la entendía y estaba de acuerdo con ella.

Claro que intentaría salvar la Galaxia. Claro que daría su vida por ello. Pero no a costa de entrar en el lado oscuro, porque entonces no podía estar seguro de si la ayudaba o favorecía su caída. Era algo tan evidente...un jedi no era un estúpido confiado que creía cualquier cosa y la aceptaba con la promesa de que al final conseguiría lo que buscaba, la vida, la libertad. Y además dicho por un adepto del lado oscuro. El mejor de los interlocutores, sin duda...

Al menos, la bruja le había recordado algo interesante...la biblioteca de la orden era la mejor de la Galaxia...tendría ocasión de utilizarla.

Con ese fin se dirigía al complejo ithoriano para establecer comunicación con la Orden en Coruscant y buscar la verificación de esos datos.

Carr se dirigió al complejo ithoriano. Si esa historia era cierta o no, tendría que consultarlo con alguien que supiera. Le pareció sorprendente que Erianne no dijera nada, si fue padawan de la bibliotecaria...eso podía ser tanto bueno como malo, y debía averiguarlo.

El León era un idiota o no tenía tantas miras como él mismo se pensaba. El orgullo no era la característica de un zabrak. De un humano o un tarsoniano, quizá. La del zabrak era la obstinación. Y él necesitaba confirmación.

No informaría al Consejo ni a nadie, sólo intentaría contactar con quien pudiera confirmarle ciertas...informaciones...No quería que el León se sintiera amenazado y le matara. No serviría de nada.