Partida Rol por web

Ser una proscrita del Imperio Sith, en un navío de guerra pesado robado, resultaba verse sumergida en una posición francamente desfavorable.

No obstante el encontrarse flotando en el espacio de la Nueva República, con un planeta bajo asedio no mejoraba absolutamente nada la situación.

Disponían de algún tiempo mientras la situación de Garos IV se estabilizaba, tal vez unas horas o unos días en los que esperaban no llamar en exceso la atención. Podían dar pequeños saltos hiperespaciales pero podían coincidir con la supuesta llegada del Sr. Tharen.

La reunión había sido un desastre, muchos estaban ciegos por el orgullo, lo sorprendente fue que en esa ocasión un Jedi se dejo llevar por los prejuicios. Dante lo debería haber matado allí en cuestión de segundos, lo único que había reprimido al Merodeador era el conocimiento absoluto del papel del Zabrak en la profecía, se había salvado por aquello que se negaba a aceptar.

Con solo un aliado potencia en el Caballero Gris Xsycissae no lograba desarrollar un curso de acción que detuviera a los Sith venidos de los bordes galácticos. La información de Dante sobre los agresores era privilegiada, ella, unida a las técnicas desconocidas utilizadas por los invasores convertían la labor de la Bruja de las Tormentas en la más formidable odisea.

Lady Hagedis necesitaba tiempo, pero era un bien del que no disponían. Cada sensor del supresor enfocaba a Garos IV, retazos de información se mostraban en las pantallas revelando una invasión terrestre, grupos de Sith camuflados atacaban radares, estaciones de energía, comunicaciones. Estaban dejando al planeta ciego, sordo y mudo a la república.

Con ignorancia a su posible destino final Garos IV preparaba su flota pidiendo auxilio a los planetas cercanos en caso de un posible ataque. Ni en sus peores pesadillas los defensores de Garos podían llegar a imaginar la amenaza que podía borrarlos de la existencia en cuestión de segundos.

Y lo más exasperante, era tener que esperar parcialmente impotente a la llegada del Sr Tharen.

Los motores trucados del Vigilante junto con los ajustes de R2-T4 dotaban a la nave de una velocidad endiablada. Incluso entre el caos en que se había convertido el cielo de Garos Jarik Tharen fue capaz de pilotar con destreza la nave, los escudos no se inmutaron al atravesar la atmósfera mientras las coordenadas del salto se mostraban ya en pantalla.

Desde su privilegiada posición Tharen observaba no sin cierta camaradería como las naves de defensa de Garos tomaban posiciones, conscientes de que una supuesta "Flota Pirata" podía hacer acto de presencia como autores de los sabotajes planetarios.

Jarik los habría advertido, pero solo acarrearía más problemas, y a fin de cuentas, era solo la palabra de un piloto. No tenía ni más ni menos valor que la larga cadena de mando que había dispuesto la defensa planetaria.

La mujer que lo acompañaba miraba con una minúscula lágrima surcando sus ojos la esfera que se alejaba cada vez más de ellos. Portaba en sus manos como si fuera un bebe el "Éter", la sustancia más extraordinaria que Tharen jamás había conocido, no desmentía en absoluto todo lo que había aprendido hasta el momento de los míticos Ancestros.

- Abajo en tierra quedan hombres buenos, aquí en el espacio hay hombres valientes que no puedo dejar de imaginar que se precipitan a una muerte dolorosa. Toda esta pesadilla no hace más que recrudecerse a cada segundo. -

- Toda pesadilla tiene un despertar que la deja atrás. - Contestó Jarik con total convicción en sus palabras.

No le parecía un buen momento para lamentaciones, tenía un trabajo complicado y el salto era inminente. Por cuarta o quinta vez el pequeño androide confirmó las coordenadas con el ordenador de a bordo. Paulatinamente el Vigilante fue acelerando hasta adentrarse en el hiperespacio.

Garos IV había quedado atrás, Jarik Tharen sabía que no tardarían más que unos minutos en alcanzar su destino. Sundri se encontraba en su órbita a 128 millones de kilómetros. Una distancia muy corta viajando a la velocidad de la luz. Dado que se acercaban a un punto intermedio Tharen calculaba menos de 7 minutos de trayectoria. Un tiempo más que normal en viajes por el mismo sistema.

El Vigilante abandonó el continuo fluir del hiperespacio, Sundri era visible a simple vista como una enorme esfera árida, pero su tamaño y rotación era casi idéntica a la de Garos.

La enorme nave de Lady Hagedis ya era detectada en el radar. No obstante los sistemas de camuflaje del Vigilante y la distancia eran suficientes para permanecer por el momento sin ser descubiertos.

- Vayamos al punto de encuentro, esconderse no tiene ya sentido alguno. -

- ¿Duooooooo bip biuuuu bip bop bop bop? -

Erianne no podía entender la pregunta de R2-T4, pero Jarik si, demasiado bien. Por ello prefirió no hacerla pública. Pero su alocado amigo rojo tenía toda la razón.

Si los Sith disponían del "Erradicador de Estrellas" tal vez Garos no sufriría un bombardeo, todo lo contrario, el sol explotaría en Supernova, abrasando previamente los 4 primeros planetas al convertirse en una gigante roja, para luego irradiar Sundri y apagarse como una enana negra.

Dante lo sabía, por ello estaba tan seguro de sus palabras. Era algo tan obvio que no cabía a entender como no lo habían sopesado antes.

Bueno R2, tenemos una cita con una Tora Naga, y su tripulación. Dice Jarik comprobando en los sensores el punto que es la nave de Hek Onwee. Al entrar en el hiperespacio, Erianne todavía miraba hacia la dirección de Garos IV.
El contador llegó a cero, y las estelas se transformaron en estrellas. Junto con las estrellas, apareció una nave capital.
- R2, ¿qué tipo de nave es?
- diiipdooop.
- Así que es un crucero pesado cabeza de martillo. ¿de dónde has sacado eso? Pregunta Jarik a la información que sale de la pantalla. Son sólo unos datos sobre ese tipo de naves, pero como Jarik nunca la había visto se preguntaba de dónde lo sacó R2.
-beeep beep.
- Ah, así que de aquella vez también encontraste datos sobre naves.
- booop.
- ¿cómo? Que ya estaban comprobando con los sensores de la que salimos; o tienen suerte o nos esperaban. Es extraño pues no llegamos por una dirección lógica. Será mejor que envie la señal que me dió Hek Onwee o nos barrerán.

En el Supresor, la llegada de la nave de Jarik no les había cogido por sorpresa. Hek Onwee, dió aviso de la llegada segundos antes de que ésta se produjera.
- La nave que ha llegado no emite ninguna señal nuestra. En cuanto a la identificación ... parece estar trucada. Tardaremos unos minutos en tenerla.
- El nombre no me importa. Si es el invitado que espero tiene un código para saber que es aliado. Espero por su bien que lo utilice.
La respuesta de Hek Onwee indicaba que había que tomar precauciones; aunque la nave que se acercaba no podía hacerles nada no debían de bajar la guardia.

Jarik puso en marcha el sistema de comunicaciones. Primero, envió la identificación que le dió Hek Onwee, y después esperó.
- Señora, tenemos confirmación de la nave. Se ha identificado con uno de nuestros códigos.
- Bien, indíquenles un lugar de aterrizaje y que unos hombres le acompañen. Recuerden que es un invitado, no un prisionero; pero no lo pierdan de vista.
El oficial de comunicación se puso a obedecer.

- Atención, aquí el Supresor. Identífiquese.
- Aqui el "Vigilante", solicitando permiso para acercarme.
- Vigilante, se le ha dado permiso para aterrizar. Siga las coordenadas que le enviamos.
- Bueno, allá vamos.

Mientras la nave se acercaba, quedaba patente el tamaño del Supresor. Parecido a los cruceros Mon Calamari, su cabeza era como un tiburón martillo. Jarik dirigió la nave a la zona de babor indicada por el oficial de comunicaciones. Con destreza giró la nave dentro del muelle para dejarla preparada para salir.
- Bueno, Erianne. Hemos llegado. R2, vete dibujando un mapa de la nave para que nos hagamos cuanto antes una idea de la distribución. Aunque muchas naves suelen tener un diseño parecido, cada especie suele poner algo de sí en ellas.
Jarik mira por el cristal de la cabina y ve a unos hombres armados en posición de firmes esperando. Un hombre, con un traje distinto a los otros estaba unos pasos adelantado.
- Ah, ahí tenemos un comité de bienvenida. Veremos a dónde nos llevan.
Todos bajaron de la nave para encontrarse con Hek Onwee. La esperanza de Jarik, era que esta reunión terminase mejor que la anterior.

Jarod Katshuara-Corino esperó pacientemente a que el Caballero Gris y su acompañante Jedi descendieran de la nave. POr dentro emociones encontradas luchaban contra su deseo expreso de encontrar la paz en la Fuerza. Aún no había asimilado la traición de Lady Hagedis hacia el reverenciado Lord Niban, la herejía de su comportamiento al rechazar la autoridad del Gran Lord Oscuro y, ahora, además debía acoger en el Supresor a un Jedi y un Caballero Gris. La indignación y la desconfianza crecía en su interior y sólo la seguridad de que revelarse contra Hagedis representaría su muerte le hacía acatar sus ordenes.

A sus espaldas se encontraba una pequeña muestra de la guardia personal de la hechicera. Soldados de asalto Tarsonianos instruidos por la propia Dama Oscura en la lucha con arma blanca, portaban armaduras formidables en cuanto a protección y ligereza producto de la inventiba de su raza así como sendas espadas de aspecto simple pero letal. Jarod sabía esa guardia estaba allí tanto para ofrecerle4 protección como para asegurar su lealtad. No había podido ocultar sus sentimientos ante Darth Hagedis y ésta confiaba en él lo corresopondiete a lo que había leido en su interior. Ni siquiera él, portaador de un sable laser e instruido en su uso por el Sacerdocio, tendría nada que hacer contra ellos.

Finalmente los ocupantes del Vigilante salieron al hangar y se dirigieron con precaución hacia él. Todo en su porte les delataba como usuarios de la Fuerza, todos a años luz de lo que él mismo sería nunca capaz de desarrollar. El rencor le consumía por dentro. Por qué él, que había dedicado su vida a la adoración del Reverso Tenebroso, que se había entregado a él por completo sirviendo a sus legítimos usuarios, por qué se negaba la Fuerza a otrogarle una brizna de la comprensión necesaria para ser un verdadero Sith. Por qué teníana el Don seres como Alcabros, cuya devoción era débil y él era relegado al olvido?

El Acólito se tragó su ira, debía cuimplir con acierto y diligencia sus obligaciones, la paciencia para la insubordinación de su ama ya era de por sí escasa y dudaba seriamente que su vida valiera mucho en estos instantes para ella.

- Saludos, - su voz, acudiendo a todo su entrenamiento, consiguió no reflejar absolutamente ninguna emoción.- Mi nombre es Jarod Katshuara-Corino y he sido enviado para darles la bienvenida al "Supresor". Lady Hagedis se reunirá con uds en breve. Mientras tanto soy el encargado de asignarles aposentos. Han de saber que tienen, como invitados, libertad deambulatoria completa. no obstante espero que comprendan que se les será asignada una escolta que vigile sus acciones dentro de la nave. La Dama Oscura no puede permitirse tener una confianza ciega en uds después de lo ocurrido en Garos.

La nave entera parecía estar sumida en el Reverso Tenebroso, las emociones de sus tripulantes estaban marcadas por la violencia y la ira pero, sorpendentemente parecían ser emociones totalmente bajo control, la misma sensación de caballo frenado por el bocado que había acompañado a la presencia de Hek Onwee en Garos residía ahora en la nave en conjunto. El foso de Oscuridad que era la Hechicera se localizaba facilmente en la proa del navío pero lo que dejaba desconcertados a los visitantes fué un percibir un estallido del Lado Luminoso de la Fuerza procedente de la popa, la sensación de estar percibiendo una estrella de luz abrasadora ques e compensaba con el agujero negro que era la Bruja de las Tormentas.

Jarik había estudiado hace tiempo algo sobre los distintos trajes militares, para poder saber quién era quién en caso de enfrentamientos; entre eso, y la información de R2 sobre el tipo de nave le indicaban que estaba con tarsonianos. Sin embargo, el nombre del que se presentó le recordó al estudio sobre Marik Ishtar; pues estuvo relacionado con la Casa Corino del sector corporativo. Lo más extraño era que el que estaba relacionado con Marik era del lado de la luz.
Esto no tenía que distraerle, tanto Erianne como él notaban las diferentes fuerzas que había en la nave y Jarik no quería que Erianne siguiera pensando en Garos IV. Iba a ser dificil decirle a Hek Onwee lo que debía decirle sin que Erianne se alterara.
Hek Onwee ... Cuando se presentó les dijo que ese era el único nombre que podía usar, sin embargo, Jarod la había nombrado como Lady Hagedis; sin duda su nombre como sith, y el apodo de Dama Oscura. Eso también debía esperar.
Jarik, para no notar de una manera tan fuerte la presencia del lado oscuro prefirió seguir manteniendo ocultas sus capacidades para el uso de la Fuerza. Cualquiera que le sondeara no notaría diferencia de alguien normal.
Recordando una de las enseñanzas jedi sobre ceñirse al presente aunque sin perder de vista ni el pasado ni el futuro, se dispuso a contestar.
Ahora mismo los aposentos pueden esperar. Es indispensable que hablemos cuanto antes con Lady Hagedis.
Jarod simplemente cabeceó en señal de afirmación. Giró sobre sus talones y avanzó. Cuando Jarik y Erianne se pusieron en movimiento los demás guardias avanzaron dejándoles a ellos en el centro.
Puede ser escolta, como para evitar que causemos daños.
Jarik ... La voz de Erianne interrumpió sus pensamientos. Miró hacia ella y supo que quería hablarle sobre el lado de la luz que se notaba en la popa; por desgracia, les dirigían hacia la proa directos hacia el lado oscuro de Lady Hagedis. Jarik no podía hacer nada por ella de momento.
Sí, lo sé. Ahora no. Jarik esperaba que entendiera que no era conveniente hablar de ello delante de todos los guardias, en especial de Jarod. No notaba un gran potencial en él, pero eso no significaba nada.
Entraron en un pequeño turboascensor lateral que redujo el tiempo para llegar considerablemente. Jarik y Erianne se sentaron juntos, con R2 al lado en un silencio inusual. Todos los demás permanecieron en pie.
En pocos minutos llegaron al puente, y allí estaba Hek Onwee en el centro. Parecía atenta al espacio profundo como si no necesitara los sensores para ver más allá. Aún así, no se perdía detalle de lo que sucedía en el puente y por ello se giró en el momento en que entraban.
- Bienvenidos al "Supresor". Sr. Tharen, no sabía que iba a venir acompañado.
- Erianne ha decidido dejar Garos IV y hemos decidido viajar juntos, al menos por un tiempo. Lamento decirle, que de momento no puede haber una reunión como la que me pidió porque han decidido quedarse a defender Garos IV. Así que sólo me queda preguntarle qué piensa hacer para detener la amenaza de la que nos habló Dante. Por mi parte, ya le digo que estoy dispuesto a cooperar; aún así, espero poder ponernos en movimiento cuanto antes. No quiero permanecer cerca del combate que se va a librar.
Al pronunciar ese nombre se notó como si la tripulación hubiese dejado de trabajar. Era sólo una sensación, pues estaban bien entrenados y no dejaban su puesto, pero eso significaba que estaban atentos a lo que se diría a continuación. ¿habría cometido Jarik una equivocación al preguntarle a Hek Onwee directamente?

Xsycissae observó fijamente al Caballero Gris y su acompañanate durante unso segundos al escuchar las noticias que éstos le traían. El hecho de que los Jedi nombrados en la Profecía hubieran decidido quedarse en un planeta condenado ponía las cosas mucho más dificiles. La decepción amenazó con apoderarse de nuevo de ella pero fué rapidamente suprimida. Lo importante es el Presente. Si era voluntad de la Fuerza que la Profecía se cumpliera así sucedería, sino no podrían hacer nada al respecto y tendrían que buscar acciones alternativas.

- Tenemos mucho que hablar, Sr Tharen. El hecho de que el Sanador y el Inquisidor hayan decidido sacrficarse sin sentido nos obliga a trazar una estrategia a parte de la dictada por una oscura profecía. - Las palabras de la Bruja sobre el exterminio de sus compañeros Jedi alteraron visblemente a Erianne, que permaneció en silencio observando fijamente a su interlocutora. - Tiene razón al desear alejarse de este sistema, no estamos en lugar seguro.

En los monitores del Supresor seguían sucediendose los datos del asalto terrestre al que estaba siendo sometido Garos IV. Uno tras otro todos los puntos estratégicos del planeta caían ante los invasores. Sin poder oponer una resistencia efectiva, el planeta iba caminando hacia su completa destrucción con paso firme. Hek Onwee cerró los ojso sintiendo la fluctuación en la Fuerza que causaba aquella invasión.

- Aún siento las presencias de sus necios compañeros, jedi. tal vez no este todo perdido y recuperen la razón antes de que todo esté perdido. Toda la invasión de Garos esta siendo llevada acabo por apenas una escuadra de Siths Ancestrales, imagínese lo que será capaz de hacer la flota negra cuando slga del hiperespacio. Espero que haya pactado una forma de comunicación con ellos en caso de que sobrevivan.

Un hombre vestido en el sobrio uniforme de la marina Sith dió un paso hacia adelante, hacia la Bruja de las Tormentas. Sus rasgos eran jovenes pero decididos, sus ojos rojos le marcaban como Tarsoniano y las tiras identificativas de su pechera le identificaban como Comandante. Su voz firme y profesional llenó por completo el puente de mando.

- Señora, el sistema más cercano es Ottega, aunque seguiríamos encontrandonos en territorio de la República.

Xsycissae se sumió en los recuerdos de sus estudios de Astronavegación, ubicando su situación actual y los sistemas cercanos de la República. No estaban lejos del espacio Sith pero no quería enfrentarse aún a un eventual ataque de su antiguo maestro. La solución estaba delante de sus ojos.

- Comandante Kratas, el Supresor tomará la Via Hydiana hasta el sistema Queli. Aún nos encontraremos en espacio republicano pero Dathomir no pertenece a la República. Las Hermanas de la Noche rechazan su liderazgo, podremos permanecer el tiempo que sea necesario en la orbita del planeta ya que no disponen de defensas planetarias.

El Comandante se cuadró y comenzó a dar las ordenes necesarias a su tripulación mientras la hechicera se volvía una vez más a sus visitantes.

- Ahora creo que podemos proceder a mostrarles sus aposentos y después hablaremos sobre lo sucedido en Garos y lo que haremos después. - Los reptilianos ojs de la Sith se fijaron durante una fracción de segundo en el pecho de Tharen antes de pasar a sus ojos con una intensidad y curiosidad nuevas. - Y tal vez podamos hablar sobre el antiguo símbolo de la Casa Quimera que porta ud al cuello.

Erianne no quiso responder a la pulla de la sith. No era por no tener las palabras, pues ella no consideraba necios a quienes querían sacrificarse para salvar el mayor número de vidas; era la preocupación por sus compañeros y por toda la gente buena de Garos IV a la que se estaba dejando a su suerte.

Jarik decidió seguir intentando convencer a la bruja de que debían hacer otra cosa.

Tengo un curso de acción mejor. Dante no sólo habló de nosotros sino de una mujer que al parecer puede ayudar a reparar una máquina que podría dejar sin salir a esa flota de los sith, la misma que había impedido hasta ahora que salieran. En cuanto estemos a solas le diré lo poco más que sé sobre ella.

Jarik esperaba que entendiera que no estaba seguro de comentar toda la información delante de todos los soldados del puente; empezaba a entender el por qué querían haberlo llevado primero a los aposentos, pero era primordial ponerse en la dirección adecuada cuanto antes. El "Supresor" empezaba a virar, sin duda para obedecer la orden de la Tora Naga. Sin embargo, la sensación de que la tripulación estaba atenta a las palabras de Jarik era aún mayor. Jarik no estaba seguro de por qué.

En ese caso sería mejor si pudiéramos ir al último lugar que dijo en el que se encontró. Por lo visto sobrevivió al ataque a Geonosis que la flota sith hizo hace unos días. Se supone que está con alguien más, aunque desconozco su descripción; también hay una lanzadera desaparecida en la que lógicamente los dos supervivientes escaparon.

Jarik tomó un pequeño respiro, lo siguiente no le iba a gustar a Erianne pues iba a significar que también estaba de acuerdo en dejar a su suerte a sus compañeros jedi.

También considero mejor seguir trabajando sin esperar a los otros; por mucho que peleen me preocupa que no sea eso lo que pretenden los sith sino algo peor. Si sobreviven, pueden ponerse en contacto conmigo por el comunicador del "Vigilante".

Jarik pensó en comentar algo sobre lo que decía sobre la Casa Quimera, pero lo de que lo llevaba al cuello. ¿cómo podía saberlo? Sí, se veía la cadena del collar, pero no el collar. De hecho no se lo había enseñado a nadie; ni siquiera a R2-T4. Sólo se lo había descrito a una persona, para que buscara lo que pudiera sobre él. Alguien muy interesado en las corporaciones, pero que Jarik sabía que no les tenía mucha simpatía. Prefirio esperar a que estuvieran a solas para ver a qué se refería, y quizás para que R2 pudiera acceder a la base de datos del Vigilante para ver si tenía alguna referencia a la Casa Quimera. A Jarik le sonaba, pero no sabía de qué.

El Supresor realizó un salto al hiperespacio impecable en el tiempo en que el caballero gris terminaba su última palabra. La velocidad de calculo y realización del salto en una nave de tal tamaño dejó anonadado a Tharen. Ni siquiera el vigilante er capaz de realizar el salto hiperespacial con tanta velocidad. La sorpresa le dejó momentaneamente sin habla. Sin duda los navíos de guerra del Imperio Sith eran una fuerza formidable si tal efectividad se veía extendida al resto de sistemas, por un momento se alegró de que ambos, Imperio y República respetaran su acuerdo tácito de no agresión.

- Geonosis es un planeta muy alejado de nuestra posición actual, sr Tharen. - Aclaró la Hechicera mientras observaba el fluir contínuo del hiperespacio. - El Supresor estará más seguro en la orbita del primitivo planeta de Dathomir hasta que diseñemos un curso claro de acción.

El réptil se giró hacia sus invitados y comenzó a caminar hacia ellos, traspasándoles y guíandoles de nuevo a las entrañas del CabezaMartillo. Estaba claro que esperaba ser seguida y así hicieron Tharen y Erianne, así como el droide y la escolta que tenían asignada. El trayecto hacia los aposentos asignados a los visitantes transcurrió en absoluto silencio hacia la zona de la nave en la que tanto el acólito como la Bruja de las Tormentas y su aprendiz tenían sus aposentos y recintos de entrenamiento. Una puerta se abrió ante ellos mostrando una sala de conferencias con una mesa alargada en s centro con sitio para que una decena de personas pudieran sentarse a ella con comodidad. Xsycissae entró e hizo entrar a sus invitados, la guardia que se les había asignado se quedó en el exterior de la puerta.

- Bien, Sr Tharen, Maestra Erianne, creo que deberían ponerme al día de todo lo que me perdí en nuestra fallida reunión previa. Yo a mi vez les procuraré los huecos que puedan quedar en su información. Si está en mi mano.

Jarik estaba sentado pensando en cómo presentar un resumen de lo que les había contado Dante.
Bueno, como se suele decir, la mejor manera es por el principio.
Nos contó que en la guerra anterior entre los ancestros y los sith, los primeros consiguieron encerrar a los sith gracias a una máquina para ello. El problema es que esa máquina está perdiendo energia, y algunas naves han empezado a pasar por pequeños huecos. El primer problema es que si consiguen salir todas estaríamos hablando de unas 10.000 naves con tecnología superior a la que tenemos.
Nos habló sobre una profecia en la que decía que se nombraba a los dos jedi, a él mismo, a usted, a mi y a la última descendiente. Una persona llamada Geela Ominia, es mecánica y escapó milagrosamente con vida del ataque a Geonosis.
Según Dante, juntos podríamos parar a los sith pues el plan que tienen es la destrucción completa de la galaxia ... y dice que tienen la tecnología para ello.
Tomó un pequeño respiro, la sith no se inmutó en ningún momento; o no le afectaba lo que decía o como había visto últimamente en los usuarios del lado oscuro, los mantenía bajo un férreo control.
Dante no nos dijo su plan exacto para detenerlos, pero la parte básica es encontrar a esa mecánica; supongo que para que pueda reparar la máquina que mantenía encerrados a los sith. Antes de que me pregunte por qué ella y no cualquier otro, tiene que ver con lo de la última descendiente. Al parecer es heredera de uno de los Ancestros, y gracias a ello debió de conseguir sobrevivir. Es de suponer que ella tendrá que reparar la máquina, pero desconozco que pintamos los demás aparte de estar en el lugar y momento adecuados. Para encontrarla lo único que sé es su nombre, que por lo visto escapó junto con alguien más en una lanzadera.
Jarik no pudo evitar pensar en que eso era el epitafio de muchos usuarios de la Fuerza, en especial de jedi.

Desde la subida al Supresor la mujer parecía descentrada. Nada más lejos de la realidad, la presencia de Lady Hagedis era un poder corruptor sin precedentes. Sumando la presencia del Éter sumia a la mujer en una batalla por dos frentes.

Cuando Jarik terminó su narración Erianne hizó el gesto visible de añadir un retazo más, súbitamente su expresión se congestiono de dolor mientras se apretaba el pecho con fuerza. Una diminuta lágrima se escapo de sus ojos.

- Gorek... le han, le han arrancado el alma, separado de la fuerza. ¿Qué mente enferma es capaz de atreverse? -

Con apenas segundos de diferencia uno de los oficiales del puente de mando llegó con visible apuro. Aun así la férrea disciplina impero antes que sus emociones, cuadrándose y saludando a Lady Hagedis reveló una información que solo la Sith comprendía.

- Lady Hagedis, tenemos pinchada la red de espionaje Sith "El Primarca" abandonó la órbita de Geonososis hace semanas. Defensa planetaria disparó contra la nave confundiéndola con un pirata, las comunicaciones dicen que los turbolaser no llegarón ni a arañar el blindaje hiperpesado.

Inteligencia dice que la nave no estaba pilotada, solo detecto 2 presencias vivas en su interior. -

Hek Onwee observó unos segundos a su oficial hasta que éste noto claramente que había interrumpido una reunión privada. El joven, fiel a su estirpe tarsoniana se mantuco imperterrito ante la acusadora mirada del reptil, sin sucumbir al miedo que dominaba a las criaturas inferiores.

- De acuerdo, teniente. Puede retirarse. - El joven oficial se giró marcialmente y abandonó la sala de reuniones. Xsycissae volvió su mirada hacia sus invitados.- Parece ser que la pieza que falta en el rompecabezas ya no se encuentra en Geonosis, lo que puede complicar enormente la búsqueda. El Primarca es la nave personal de Alexander Dante, por lo que esperemos que éste sobreviva al ataque de Garos, sino podemos dar por perdida también a la última descendiente.

La Tora Naga observó atentamente a la Jedi y pareció durante unos segundos paladear su tristeza. - Gorek era el joven padawan, verdad? En tal caso tal vez con su muerte puedan empezar de una vez a comprender a qué nos estamos enfrentando y la estupidez que representó la actitud del Inquisidor. Esperemos que sobrevivan aunque no apostaría por ello. - La presencia de Hek Onwee se hizo aún más intensa cuando se sentó a la mesa, sin dejar de mirar a Erianne a los ojos mientras hablaba. - Se pregunta que clase de monstruo sería capaz de cortar la conexión de alguien con la Fuerza? Llevamos tiempo intentando haceroslo ver, señora, alguien que no dudaría en exterminar a la Fuerza misma destruyendo la propia galaxia que la sustenta. El Caos, el Vacío, en eso se han convertido los Sith Primigenios, a eso nos enfrentamos.

- Agradezco sus intentos de privarme de mi "ceguera". Pero tengo mis propias opiniones que pueden o coincidir en mayor o menor medida con las del Sr. Junn.

La persona de Alexander Dante no inspira confianza, ni tranquilidad. Es totalmente comprensible que alguién no confíe en el a primera instancia, más si se presenta con un augurio del apocalipsis. -

A Jarik no le gustaba lo que oía. Seres capaces de separar a alguien de la Fuerza y con una tecnología superior. Y luego estaba las noticias sobre la última descendiente. Si viajaba en esa nave, "El Primarca" a saber dónde podía estar; aún así ...
- De todas maneras, sigo pensando que ir hasta allí podría ser una opción; quizás tengan su posible vector de entrada al hiperespacio con lo que podríamos intentar averiguar hacia dónde iban. Y si tienen imágenes o ustedes tienen una descripción de la nave, sería empezar a buscar a qué planeta puede dirigirse.

Después se volvió hacia Erianne. Aún no estaba seguro de qué podía decirle; parecía estar concentrada en Garos IV y no sabía si estaba muy unida a Gorek. Aún así, Jarik recordaba que algunos jedi se habían visto privados de la Fuerza aunque nunca encontró la forma de recuperar el contacto con Ella.
Erianne ...- Jarik no estaba seguro de qué decirle. - si lo han separado de la Fuerza, no sé sabe qué va a suceder. A lo largo de la historia, a varios jedi les ha pasado y sin embargo no perdieron la vida; y estoy seguro de que tampoco la esperanza.

Luego, se dirigió de nuevo a la Tora Naga. -De nada sirven las recriminaciones, y más teniendo en cuenta que cada uno es libre de actuar como crea conveniente. Se hayan equivocado o no, deberíamos centrarnos en lo que nosotros vamos a hacer al haber decidido colaborar para detener esta amenaza.

Jarik se tomó una pequeña pausa, tanto para calibrar cómo era recibido lo que decía como para reordenar sus ideas.
- Me gustaría saber qué profecia escuchó usted, y qué es lo que la ha llevado a considerar que el Inquisidor y el Sanador eran los jedi que han decidido quedarse a defender Garos IV. Desde mi punto de vista, las profecias pueden ser malinterpretadas; después de todo, por muy poderosos que fueran quienes hicieron esas predicciones, las hicieron sobre el futuro. Algo permutable, y que como tal no está quieto y resulta terriblemente dificil ver con claridad.- Y alejando cualquier sentimiento de su rostro termina diciendo. - También me gustaría que me dijera que sabe sobre el símbolo que porto, teniendo en cuenta que no se lo he enseñado a nadie.

Xsycissae observó a Tharen atentamente mientras hablaba, pesando sus palabras y casicándolas en su mente. Su rostro de reptil parecía inexpresivo para el Caballero Gris y su atención era pesada, incómoda, constante. Según las palabras iban surgiendo Tharen se iba dando cuenta de que realmente era tenido en cuenta por la Sith. Comenzaba a considerarle un semejante, no un niño como parecían considerar los Señores Oscuros a los Jedi.

-Es posible que tenga razón sobre las pistas que haya podido dejar la Descendiente en Geonosis. - la voz de la Tora Naga cuando por fin habló era pausada, reflexiva. - Y tal vez sea una buena idea comenzar a investigar desde alli, aunque el viaje a Geonosis sea un retraso de magnitudes potencialmente catastróficas. Nos llevaría semanas llegar y no sabemos de cuáno tiempo disponemos. Tal vez deberíamos enterarnos primero de lo acaecdo en Garos IV en cuanto por fin lleguemos a la órbita de Dathomir y decidir en consonancia.

Hek Onwee activó entonces un comunicador insertado en la mesa de reuniones seguido por un corto código. Ante los ojos de los presentes, un pequeño holograma del aprendiz de la Bruja apareció enfrente de ella.

- Si, mi maestra?

- Alcabros, recupera la tabla de Jintha'alor y traelá al aula.

- Si, mi maestra - la voz de Alcabros continuaba siendo la voz de su vacío interior, pero su maestra había comenzado a sentir un eco de las emocione que comenzaban a llenar ese vacío.

- Será mejor que leais la profecia vosotros mismos y aportéis vuestras interpretaciones. Así no habrá riesgo de sospecha sobre la tergiversación de la palabras. - la mirada de Lady hagedis se centró de nuevo en el pecho del Caballero Gris antes de volver a hablar. - En cuanto al simbolo que portas, Caballero, podéis aprovechar este tiempo hasta que llegue a Alacabros para mostrarmelo? Solo he percibido su presencia a través de la Fuerza, pero los ojos tmbién pueden ayudar en éstos menesteres.

Jarik estuvo callado un rato mientras los pasos de Alcabros se alejaban. No se lo había enseñado a nadie, aunque sí se lo había descrito a una persona. Rebuscó dentro de su camisa y sacó un medallón redondo con una cadena de plata. El medallón tenía el grabado de una cabeza de lobo mostrando las fauces abiertas; era todo blanco menos los ojos, rojos.
Llevo buscando alguna referencia a este símbolo desde hace muchos años; sin embargo no he encontrado más que vagas referencias, y todas referentes al animal que representa ...

La Tora Naga, lo cogió con sus manos. No parecía estar escuchando lo que decía Jarik, pero tampoco se fijaba especialmente en el colgante. Lo acariciaba como si fuese un ciego intentando saber cómo era, los ojos cerrados e intentando ver más allá. El cosquilleo de Jarik debido a la sonda de la Fuerza fue cortado por el respingo de Erianne; parecía que la concentración de ésta no le impedía notar los usos de la Fuerza cercanas.

Por fin, abrió los ojos.

- El lobo Fenrir era la insignia de la Casa Wülf, - la voz de Xsycissae llegaba lejana, como si estuviera perdida en las profundidades del recuerdo o de la Historia. - un orgulloso y fiero clan que gobernaba sobre 50 mundos entre Kadi y la Marca Helada. Una de las familias que se dividieron en el pasado el llamado Sector Corporativo.

Desde su capital, Middheim, mantuvieron durante siglos a salvo el Sector de las intromisiones del Antigüo Imperio Sith de Marka Ragnos. Eran combatientes salvajes, curtidos por las codiciones adeversas de su helado planeta. Solo los Tarsonianos podíán presumir de mayor bravura en combate. Sin embargo, el poderío bélico no es suficiente para mantener un gobierno estable. Poco a poco, la Casa Wülf se fué anquilosando, las otras Casas alcanzaban mayor esplendor y riqueza. Los acuerdos firmados con el Dragón permitían sobrevivir a la Casa, pero no eran suficiente y parecía abocada a una larga agonía y a la desaparicíon.

Hek Onwee hizo una pequeña pausa en su narración y una irónica sonrisa apareció en su rostro. - Es irónico que precisamente su salvación posterior fuera a costa de la desaparición que pretendían evitar.

Las tres Casas principales, las más importantes que se habían repartido el gobierno de las porciones más extensas del Sector Corporativo no podían ser más diferentes. Los salvajes Wülf poco tenían que ver con los rígidamente aferrados a la tradición Draako o los pragmáicos Corino. Nada hacía sospechar a sus gobernantes ni a sus respectivos pueblos, lo que estaba a punto de suceder.

Los hechos acaecidos en aquella época cambiaron la historia no solo de los que los vivieron, sino la de billones de personas, asi como de la galaxia entera. Las ondas de aquel cambio aún resuenan en la Fuerza pues tuvieron como consecuencia la renovación del Imperio Sith, y la aparición de los Caballeros Grises. Caballero Tharen, supongo que empieza a ver la importancia para su persona del pasado remoto.

En una epoca en la que el Imperio Galáctico estaba próximo a su fin y la Alianza Rebelde estaba destinada a convertirse en una Nueva República, en un apartado y olvidado sector de la Galaxia se estaba gestando el futuro de la misma.

El como las tres casas se fundieron en una es historia antigua, quizá haya oido rumores o estudiado relatos fragmentados, pero lo cierto es que un padawan jedi y un Merodeador del Lado Oscuro fueron piezas fundamentales en aquel tablero de Dejarik concreto. El resultado final fue que un extraordinario matrimonio tuvo lugar entre los herederos de las tres Casas principales. Una matrimonio que fusionó de forma unilateral las tres casas en contra de los deseos expresos de sus gobernantes. Una fusión que se aceptó ante la negativa de los Altos Señores de marchar a la guerra contra sus propios hijos. Un cambio de tal magnitud motivado no por la política, sino por el amor mutuo de tres personas. Un amor que fundó la Casa Quimera, única Casa superviviente y actual "gobernante" del Imperio Sith.

Amor que propició el auge de nuestro Imperio decadas después al exigir el pago de deudas contraidas por la nueva Casa con el Merodeador del Lado Oscuro que ayudó a su fundación. Deudas que, al ser cobradas también ayudaron al resurgir de una Nueva Academia Jedi en Luthien, que al conocer la existencia de la de Yavin, trajeron una nueva edad dorada a la Orden Jedi. Y, el resurgir de ambas ordenes antagonistas, creó el caldo de cultivo adecuado para ala aparición del primer Caballero gris.

El Merodeador del Lado oscuro del que hablo lo ha conocido ud en Garos Iv, el colgante lleva la marca de una casa ya extinta. El pasado nos habla a través de la Fuerza. 400 años son una eternidad para nosotros, pero un suspiro para la galaxia. Nos enfrentamos a un horror del pasado y estamos unidos a ese pasado. Podría ser una casualidad, pero no creo en las coincidencias.

La conversación se desarrollaba fluidamente. Jarik Tharen había demostrado una mente más abierta o al menos más receptiva a colaborar abiertamente con una Sith, proscrita o no. Era lamentable el infierno que se había desatado en Garos por la necedad de un zabrak.

No obstante la información que devolvían los sensores del supresor ponía en contrapunto el dramatismo de la situación, la Flota Negra había salido a la órbita de Garos IV, siendo recibida a los pocos minutos por defensa planetaria, el combate se tornaba rápido y fatal para las defensas de la república.

Pero de alguna manera, o bien Dante o bien los Jedi o puede que ambos había logrado tener éxito en tierra. A pesar de ser un combate ganado de antemano la Flota Negra abandonó la órbita con celeridad saltando de nuevo al hiperespacio.

Las bajas habían sido escasas, pero notables, los considerables efectivos de defensa no habían logrado ni dañar una sola nave, las baterías terrestres habían resultado totalmente inefectivas contra ese invasor desconocido.

Lady Hagedis disponía siempre de segundos de ventaja. Su analítica mente ya le había avisado de esa familiar sensación que siempre precede a los acontecimientos en el hiperespacio.

Algo se aproximaba, tan perturbador, tan poderoso que dejaba una profunda huella en las corrientes del espacio y del tiempo. Una sola nave del tipo fragata, antigua, tanto como una parte de la historia, emponderada por el lado oscuro de la fuerza y poseedora de una inteligencia única sin precedentes.

Los sensores del supresor no captarían ese navío hasta que saliera del hiperespacio. Hek Onwee ya sopesaba las consecuencias cuando la tripulación tarsoniana viera con sus propios hijos una de las naves más legendarias de Tarsonis.

Jarik pensaba en lo que le contó Hek Onwee. Años buscando el significado de ese símbolo y lo buscó en el lugar y tiempo equivocados. sin embargo aún quedaba alguna duda. Era una duda que quedaba por resolver; cómo había llegado a la familia de Jarik ese símbolo. Había más detalles en la descripción, como el pequeño cambio en la entonación de la palabra gobernante, al referirse a la actual casa que rige el imperio sith. Aún así, tampoco iba a preguntar mucho más; al menos no aún.

Decís que ese símbolo era el de una casa que gobernaba en el Sector Corporativo; ¿a quién le daban esos emblemas?. ¿Significaban algo en especial para esa casa?.

Erianne seguía callada, aún concentrada en Garos IV; y el foco que indicaba a la persona que Hek Onwee presentó como Alcabros empezaba a acercarse.

Mientras esperaba la respuesta Jarik pensaba en lo que sabía, o al menos había oído, sobre esa historia. Lo que más sabía era sobre Marik Ishta y de lo que más había averiguado era que había estado un tiempo bajo la casa Draako aquellos gobernados por alguién a quien llamaban Dragon. Incluso había una historia, más antigua aún que hablaba por lo visto de que uno de esos dragones había luchado contra la oscuridad en el sector corporativo. Sin embargo, no había encontrado mucha información porque no se había acercado demasiado a esas fuentes. Todas en el sector corporativo.

Un símbolo relacionado en la historia con la aparición del primer caballero gris. No, Jarik tampoco creía en las coincidencias. Pero también podía ser porque él podía trabajar más abiertamente con los sith y con los jedi; y por lo tanto, ser el punto de unión de la fuerza que debería de detener el peligro que amenaza ahora a la galaxia. Sólo el tiempo lo diría. Sólo la Fuerza lo sabría.