Partida Rol por web

Escuche la respuesta del Elfo. Iba a decir algo al respecto. Pero entonces Aina intervino.

La verdad es que me sorprendió bastante su actitud. Aunque claro si te haces una amazona desde luego la sutileza y la diplomacia las damos por perdidas.

Estaba claro que el Elfo era un ladronzuelo. Y mas cuando nos pedía una cena a cambio de información. Sin duda cenaría con nosotros , puede que intentara robarnos o incluso que la Elfa de la puerta fuera su aliada.

Pero no hay nada malo en firmar con el Diablo siempre que leas la letra pequeña. Y que tengas asumido lo que puede pasar.

Al razonamiento de la Ainia le faltaba una cosa. Y es que no teníamos armas. Y el si. Y si tenia mas amigos sin duda tendrían armas. Así que puestos a marcarnos faroles mejor seguirlos. Por que éramos un grupo pequeño , perdidos y no conocíamos nada. Y si veían que entre nosotros no había unión tendríamos un problema.

Por lo que espere la respuesta del chico. Aunque Alice se ofreció a pagarle una cena.

- Malo todos a una. Chicos.

Pero espere a ver que sucedía. Ya hablaría mas tarde con Ainia.

Una de las ventajas de estudiar el mundo clásico es conocer con todo lujo de detalles toda la literatura antigua: lírica, épica, tragedias y comedias. Dentro del género cómico, un personaje tipo era el del "parásito", personaje que haría cualquier cosa con el fin de comer algo. Un personaje sin vergüenza alguna para pedir manjares.

Ante la proposición del semi elfo, Kyle recordó al personaje plautino Curculio. ¿Acaso tenían delante otro rufián que pretendía comer "gratis"? Incluso en mundos de fantasía existían tal clase de personajes.

"Al final no va a ser tan diferente a nuestro mundo".

- ¿Sabes una co…?- Lymsleia no pudo terminar la pregunta. Segundos después de que pronunciase las primera sílabas, notó una mano en su hombro que la apartaba cuidadosamente a un lado. La elfa, extrañada, giró la cabeza para toparse con una Ainia que daba miedo.

Ésta ofreció un amenazador discurso al semielfo. Un tono intimidatorio que hizo que Lym abriese un poco los labios, sorprendida. El escalofrío que le recorrió la espalda al ver el dedo de Ainia trazar un corte sobre su propio cuello casi hizo que temblara.

"¿Soy yo o los demás están adoptando muy rápidamente el carácter de sus personajes?"

Sin duda, se había tratado de una presentación muy intensa y con claras intenciones de espantar el semielfo. ¿Tales acciones conllevarían consecuencias? Recordó los últimos juegos de rol cuyas elecciones afectaban el devenir de la partida.
Pese al ofrecimiento de Alice, Lym trató de aparentar tranquilidad, mientras ordenaba a su cuerpo que se preparase en caso de que la situación se tornase violenta.

El elfo mira a la amazona y sonriente dice:

- Señorita no es necesario llegar a tales extremos, también se dicen de las de su raza que son unas grandes amantes en el lecho y no por eso he de creerlo todo no? bueno también dicen que son unas folla animales, y nunca osaría el tratar de atacar a alguien que es capaz de esconder sus armas en tan pocas vestiduras...aunque como dicen las apariencias engañan mi señora

El elfo se ríe en una fuerte carcajada, da un salto hacia atrás y hace una reverencia exagerada a Alice, para decir:

- Mi señora me temo que he de rechazar su gentileza, ya que no deseo importunar a vuestra compañera de viaje

Sonriente dice entonces mientras comienza a caminar para alejarse:

- Pero permítanme regalarles un consejo, señora amazona, recuerde que la gente de Nuln es una gente desconfiada y a la que no le gustan los extranjeros y solo un extranjero les ofrecería ayuda ahora si me disculpan... he de ofrecer mis servicios a otras personas

Me quedé atónita por cómo avanzaba las cosas, y más todavía al ver las amenazas de Ainia. Sí que se ha tomado en serio su personaje, pero, ¿tan malo sería el elfo? No nos había hecho nada y, teniendo en cuenta que acabamos de llegar a este mundo, intentar matar a todo aquél que nos habla no creo que fuera buena idea.

- ¡Espera, espera! - Dije a Twins, poniendome frente suya.- Perdona a mi amiga, está en sus días, ya sabes.- Reí nerviosa, intentando quitarle hierro al asunto y esperando que Ainia no se enfadara demasiado conmigo.- Estamos nerviosos y cansados, ha sido un... viaje largo.- Medité bien mis palabras, no creo que me creyera si dijera que esto era parte de un juego de rol.- No conocemos nada del lugar y agradeceríamos un poco de ayuda.

Miré a mis compañeros. Sabía que no se fiaban del joven elfo, pero correría el riesgo.

No podia reprochar a las chicas que se pusieran a la defensiva pero...¿ser tan agresivo era necesario? Cuantas veces en una partida de rol, hacerse el bravucón había sido una mala experiencia, el pnjota era del gremio de ladrones y luego venían los colegas matones y había una pelea de taberna.  Con un poco de suerte, el elfo solo sería un bardo o algo por el estilo sin mayor peligro pero para mayor seguridad.... imitó a sus compañeras y miró que tuviera todo el dinero. 

Mientras ellas hablaban, el chico tenía la concentración dividida entre la escena que montaban y la extraña mujer con una katana. No le resultaba tan atractiva y misteriosa como la otra chica japonesa que habían visto pero dudaba que tuvieran relación pero en una ciudad donde había tan pocos extranjeros, dos japonesas debían llamar aun más la atención. La miraba para ver si podía ver algo que fuera una pista, un adorno o algo asi... se había leido alguna cosa del trasfondo de Arisu, porque su personaje era en parte de alli, quizás sus ojos deberian ver algo que a las chicas se les pasara por alto.

Y si, las dejó que hicieran, total el daño ya estaba hecho...

Alice asintió levemente ante la respuesta del muchacho y dio un paso atrás sin añadir nada más. Luego vio y escuchó la reacción de la pequeña hada y pensó que, si no querían parecer un grupo de paletos extranjeros novatos e idiotas, lo mejor era no contradecirse entre ellos, justo lo que estaban haciendo, unos decían una cosa, otros desautorizaban a los primeros pidiendo disculpas en su nombre y aludiendo, por si fuera poco, a "esos días del mes". 

Alucinante. Y entre chicas nada menos, era como decir: "Disculpa a mi amiga, no tiene puta idea de conducir porque es mujer y, bueno, ya se sabe..." Alice no dudó que la amazona se molestaría, y con razón, desacreditarla así delante de un extraño no había sido la mejor idea. Iban a tener que aprender a ponerse de acuerdo a pesar de sus diferencias o llamarían la atención más de lo deseado. 

Ya no se podía hacer gran cosa, así que al Shanjim simplemente se mantuvo en silencio, rezando para que la situación no se descontrolase, al menos Kat, Akesha y Lym parecían discretos.

Lymsleia relajó los músculos. Por un momento pensó que el semielfo saltaría sobre ellos, sin embargo, su "ataque" resultó ser una sonrisa, mezclada con palabras irónicas hacia su compañera amazona. Un intento de insulto que no sabía muy bien cómo se lo tomaría Ainia.

De la misma forma que había aparecido, realizó otra reverencia exagerada, tras declinar la oferta de Alice y se marchó. ¿Se comportaría siempre así con todo el mundo? ¿O tan sólo era una máscara?

Lym reflexionó sobre las últimas palabras. ¿Qué era advertencia y qué amenaza? ¡Y quién sería es gente de Nuln? Lym suspiró y le dio unas palmaditas al hombro de Ainia, como signo de apoyo. Después de eso, Lym se giró para mirar a Katsumoto. Se dio cuenta de que apenas había hablado con su colega Neithan, convertido en una especie de samurai.

Sonrió y se dirigió al lado suyo, justo a tiempo para presenciar cómo la pequeña hada salía disparada implorando el perdón al semielfo. Lym arqueó una ceja y soltó un pequeño suspiro jocoso. Algo le decía que no sería la última vez que viese a aquel semielfo.

- ¿Qué te parece?- le susurró al ponerse al lado de su compañero tras la súbita reacción de Navi.- Creo que vamos a necesitar ponernos todos de acuerdo en algunas cosas.- No era plan decir una cosa para contradecirla segundos después.- ¿Tendremos problemas con él?- le preguntó, bajando aún más su tono de susurro, mientras giraba su cabeza hacia él.- Espero que no.

Se le hacía difícil ver las cosas con perspectiva.Todo era muy reciente, muy nuevo, aún estaban atrapados por la sorpresa. Apenas rascaban la superficie y luego estaban las sorpresas. Estaban más concentrado de lo que debiera, porque no vio a Lym acercarse. Lym, queria decir Kyle... o ¿era Lym? No había sido más discreta que Zaira y había cumplido una cosa que más de un rolero había querido en sus propias carnes ¿que se sentía en llevar alguien del sexo opuesto y encima ser un elfo? Elfa en su caso. Carraspeo por un momento, incomodo. Miró a la elfa de arriba a bajo, olvidando la discreción... y olvidando que era Kyle. Quizás como personaje, la puntuación más alta en carisma y apariencia la tuviera ella:

-Emm... hola, no creo que tengamos problemas.. y si, busquemos una mesa apartada y hablemos... eso de no llamar la atención no nos ha calado... ejem ¿y como llevas tu nueva condición? Es una... verdadera sorpresa...

En teoría, era Kyle, diferente aspecto, misma persona pero Katsu lo ponía en duda... o dudaba. ¿era el mismo amigo con el cual se había ido a birrear y buscar algun rollo de una noche? Si se daba un poco de cuenta, casi podria detectarle algo de rubor en la cara, cosa que el no podía ver porque no tenía un espejo delante.. y un poco incomodo, le parecía a él.

La mujer de la katana se pone de pie, coloca su katana en su cinto y camina con tranquilidad hacia donde esta Alice, la mira fijamente y cuando llega a su lado en un tono algo seco pero sin ninguna intención ofensiva le dice:

- Disculpe, podría hablar con usted en privado?

Mira de reojo al elfo, para a continuación mirar a Lymm y decir:

- Y con usted también, si son tan amables

Tras esto se dirige a una zona algo mas apartada y se sienta en una mesa

Alice observa acercarse a la mujer de la espada, en principio se pone tensa bajo la capa, pero se recuerda a sí misma que están todos en un lugar público, no parece probable que la mujer vaya a hacerles daño abiertamente, por otra parte, ha enfundado el arma y su actitud no es agresiva ni violenta a pesar de su fría y seria mirada. La Shanjim se sorprende cuando la desconocida se dirige directamente a ella ignorando completamente sus esfuerzos por pasar inadvertida.

Sus miradas se encuentran y Alice responde con un sencillo asentimiento, ni por un momento se plantea rechazar la invitación, por suerte para ella, la mujer también solicita la presencia de Lym a quien la Shanjim lanza un rápida mirada mientras su interlocutora, sin esperar réplica, se aleja para sentarse en una de las mesas de la zona más apartada del local.

- Ha sido bastante educada - Hace notar en voz baja a la elfa sin dejar de mirar a la mujer de la espada - Hablemos con ella, no parece tener malas intenciones ¿Qué opinas?

Bueno por fortuna no todo estallo. Aunque claro. Bien podía haberlo hecho. El Elfo no pareció tomárselo a mal. Aunque le vigilaría por si acaso.

Lo que había dicho era cierto somos extranjeros pero ya no solo en esta ciudad si no en todo este mundo. Por lo que crearnos enemigos no es muy inteligente. Y claro por no mencionar el hecho de que en nuestro mundo si mueres te apena por el personaje pero te haces otro y listo. Aquí si mueres no esta nada claro el que te pase.

Y se acerco la mujer de la Katana la llevaba bien guardada en la funda y parecía educada. Escuche el comentario de Alice y asentí.

-Alice estamos aquí mismo. Comente indicando que las vigilábamos y que si necesitaban algo correríamos a ayudarlas.

-Si rubito vamos a una mesa en la que tengamos buena vista. Comente mirando  a la chica de la Katana y a nuestras compañeras.

Lym levantó la ceja y miró divertida la reacción de Katsu, a quien había roto su estado de ensimismamiento. Entendía la reacción de su compañero. No todos los días ves a un amigo convertirse de la noche a la mañana en una mujer elfa. La rueda de la fortuna tiene a veces un sentido del humor de lo más peculiar.

- Oye, sigo teniendo los ojos aquí arriba, eh?- le comentó en un tono divertido ante el examen visual al que le estaba sometiendo. Después pareció reaccionar, pero se le apreciaba el tono de sorpresa y duda en su voz- Sí, será lo mejor ir a una mesa para estar más tranquilos. En cuanto a mi, pues no sé muy bien qué decir…- Lym se quedó pensativa unos instantes, para a continuación poner una cara de resignación.- Oh, ¿a quién pretendo…?

La frase que iba a pronunciar se quedó a mitad al escuchar la voz de una mujer a su espalda.

"¿Qué pasa aquí, se han puesto todos de acuerdo para cortarme las frases?"

Lym abrió los ojos al ver que la mujer era la chica de la katana la cual dirigió unas palabras no solo a Alice sino también a la propia Lymsleia. La elfa asintió casi automáticamente ante la petición de la mujer, mientras ésta se sentaba en una de las mesas. ¿Por qué habría hablado de usted?

- Que se avecina un giro de guión interesante.- dijo sin mirar a Alice. La elfa echó otro vistazo a la mujer y después se giró hacia Alice.- Vayamos a ver de qué se trata, tengo curiosidad.- Acabó sonriéndole. Giró de nuevo su cabeza hacia Katsumoto, a quien le guiñó un ojo.- Luego hablaremos en un sitio más tranquilo y te contaré.

Hizo un gesto con la cabeza a Alice para la siguiera y se dirigió a la mesa donde estaba la mujer.

Desvió la mirada ante el reproche divertido de Lym. Le había cazado completamente. Cuando iba a contestarle, la mujer arisiana les interrumpió y, oh, sorpresa, quería hablar con Lym y la shamjim. Los otros no debían de ser muy importantes, él aun esperaba que algún penejota le hablara. Se encogió de hombros y oteó la taberna vió una mesa donde sentarse. Allí podrían sentarse, comer y que les atendiera una camarera. En los juegos de rol, siempre había camareras que les atendían amablemente. Chasqueó los dedos para llamar la atención de la hada y cuando la tuvo:

-Vamos, Navi-chan, veo una mesa donde podremos esperarlas... tenemos cosas que hacer y preparar, pero también tengo hambre...

Tenía que empezar a actuar más como su personaje y el motear al final de los nombres particulares, le venía al pelo. Echó una mirada un poco torba a Akesha ¿rubito?¿en serio? Iban a ser compañeros y no quería empezar con los motes. En las pelis como el señor de los anillos o el hobbit podía ser hasta gracioso pero allí no hacía gracia:

- Bueno, estamos en un buen sitio, ya sabemos como actuar... primero hay que reunir información del sitio, pero ese no es mi fuerte...iré a mirar el tablón de anuncios que es un clásico y seguro que hay algo... no sé, Navi-chan, quizás podrías dar una vuelta en la taberna, a ver si escuchas algo interesante...

Ainia se vio sorprendida ante la respuesta del elfo pero en seguida se dibujó una leve sonrisa en su cara, le gustaba meterse con la gente pero le gustaba aún más que fueran capaces de responderle de manera inteligente, sin embargo cuando ella iba a darle una respuesta Twint ya se había despedido. – error mío, me pareció más tonto: buen actor, listo y ágil… será un verdadero problema y seguro que lo volveremos a ver. - se quedó cruzada de brazos con una leve sonrisa viendo al elfo alejarse, entonces Limsleia le dio un palito en la espalda y no pudo hacer otra cosa que bajar ligeramente la cabeza como disculpa. Cuando ya había salido el elfo intentó explicarse aunque suponía que no les importara a la mayoría. – Os aseguro que no trama nada bueno, mejor que se vaya ahora. Solo intenté asustarlo… pero no funcionó y puede que ahora lo haya empeorado, en cualquier caso hablar con él era una opción peor. – Calló un segundo, ni siquiera sabía si alguien la estaba escuchando, seguía con la cabeza gacha – En adelante me morderé la lengua. - Era lo más parecido a una disculpa que podía pronunciar.

Una vez había pasado la mujer de la katana y Limsleia se disponía a ir tras ella, Ainia le cogió con suavidad del brazo para susurrarle lo que había visto. – Ella no quiere hacernos nada, pero sí quiere algo o alguien de nosotros que sea bueno o malo no lo sé. Confía en mí,  esta mujer es interesante, intentar sonsacarle cosas.
Tras decirle eso se giró para mirar al resto del grupo que no había sido reclamado por la mujer y vio que iban a sentarse a una mesa, le habían ignorado pero después de haberla liado no le extrañaba mucho, además de que estaba acostumbrada a que le dieran de lado por su mal comportamiento. En otra situación se habría ido a su aire pero allí tenía que estar con ellos para bien o para mal, así que se acercó allí donde escuchó a Katsu intentando organizarlos. – Yo mientras intentaré reservar una habitación para esta noche.

Una vez sentada en la mesa la mujer mira a las dos acompañantes, su mirada era seria, mira al camarero y hace un gesto, rápidamente llega un chico joven y servicialmente coloca tres cuencos con te y les sirve, la mujer da un meticuloso sorbo y finalmente dice:

• Curiosa escolta para alguien de vuestra raza… he de suponer que estáis aquí por mandato de Lady Beremode para investigar sobre el asunto de los demonios cierto?

La mujer miraba inquisitivamente a las dos mujeres, mientras esperaba la respuesta de Alice mira a Lymsleia y dice:

• Y vuestro dragón… donde habéis conseguido ocultarlo?

Un chico joven lleva una tetera y tres cuencos a las mujeres y les sirve, justo después vuelve a donde están el resto y casi corriendo llega a donde se han sentado los demás y dice tras hacer una reverencia:

• Bue…buenos días señores clientes que es lo que desean.

Mientras tanto en la barra donde estaba Ainia un hombre de edad media, le hace una reverencia y dice:

• Mi señora en que puedo ayudarle?

Entré junto con mis compañeros, tras suspirar al ver que no había conseguido calmar los ánimos.

Después de sentarme, Katsu me propuso "pasearme" para recabar información. Me brillaron los ojos, por fin podría hacer algo aparte de estrellarme. Asentí con la cabeza animada.

Busqué las zonas más oscuras, y, tras pensarlo, decídi ir por debajo de las mesas. En las tabernas la gente suele estar bastante borracha, así que nadie se fijaría en sus pies.

Con cuidado de no ser detectada (ni pisada), me pasé por las mesas.

Alice no tenía ni idea del tema que trataba aquella mujer ¿Asunto de los demonios? Aunque por supuesto se cuidó muy mucho de que su expresión mostrase cualquier signo de incomprensión por su parte. Se había apartado un poco la capucha, aunque no se la había bajado del todo. Estaban sentadas en un lugar que parecía discreto y ella, contra todo pronóstico parecía tranquila y segura de sí misma a pesar de no saber cómo saldrían de aquella extraña situación. 

 "Lady Beremode" Era la segunda vez que escuchaba aquel nombre, las palabras "Por mandato de..." hicieron suponer a la Shanjim que debía tratarse de la soberana de su raza o algo parecido, en cualquier caso la que partía el bacalao, por decirlo de algún modo.

- Suponéis bien - Respondió con simpleza asintiendo pero sin alzar demasiado la voz, y luego, como para ganar tiempo, añadió - Disculpadme, pero creo que aún no conocemos su nombre. En cuanto a mí, podéis llamarme Alice. 

Que chasco. Quería que una guapa camarera les atendiera, pero no hubo suerte. En una partida típica, con su master habitual, habría sido lo lógico y esperado. Se había quedado solo con Akesha y como le daba un poco de palo ir a ver lo de los anuncios, pues mejor, ir pidiendo algo de comer. Seguro que tendrían algún menu o algo así... o plato del día, siempre lo había, y tenía que seguir siendo así. De manera natural, sin parecer agresivo ni nada, le respondió:

-Me gustaría saber cual es el plato del día... seguro que sirven excelentes platos que degustar... ¿nos puede hacer alguna recomendación?

Era lo que tenía el rol in game. Ganarse a la gente. Se capturan más moscas con miel que con vinagre. Siempre había sido la forma de hacer y de pensar de sus personajes, ser constructivo, no destructivo y si tenían que pasar desapercibidos, era lo mejor... ya tenía bastantes ganas de que Lym y Alice volvieran y les contaran lo que les había dicho la misteriosa elfa con las katanas.

Escuche la respuesta de Ainia.

-Sinceramente espero que te equivoques y no le volvamos a ver. O si le vemos que no sea para mal.

Aunque creo que deberíamos de dormir por parejas y que nadie duerma solo o sola. Solo por seguridad.

Llegamos a una mesa . Y pronto un camarero joven se acerco a preguntarnos que queríamos. Katsu pregunto por el plato del día lo cual no era una mala idea la verdad.

-¿Que tal lleváis todo eso? Pregunte intrigada. La verdad es que casi todo el mundo parecía llevarlo muy bien.

Yo sinceramente estaba algo preocupada. No sabíamos gran cosa de este sitio. Y lo mas importante como habíamos llegado aquí.