Partida Rol por web

Abro los ojos y miro mi brazo... O joder... digo mientras noto el dolor algo mas suave que hace... ¿cuanto tiempo llevo aquí? Busco con la mirada si me encuentro solo en la habitación, si tengo compañero de cama o quizás alguna enfermera se encuentra en ella.

Trato de moverme, incluso de incorporarme y sentarme en la cama, primero noto como me tira el cable del brazo y enseguida el dolor de la pierna se agudiza llegando a un punto bastante fuerte... la doy un vistazo para ver como la llevo Dios... pero que mierda joder... Al ver que no puedo incorporarme siquiera, y que estoy rodeado por simples cortinas, trato de alzar la voz... Eyy, hay alguien aquí !!! digo tratando de levantar un poco la voz, aunque ello me supone bastante dolor...

Como respuesta a tus incipientes gritos una de las cortinas se descorre, dando paso a una mujer vestida con el familiar traje verde, es joven y nada más entrar se lleva un dedo a los labios en un gesto universal de solicitud de silencio.

Sonríe a continuación acercándose a tu posición, Buenas tardes señor Heller, soy la enfermera Giselle Frings, procure guardar silencio por favor dice con un tono de voz suave, Fue operado con éxito y se encuentra en observación, ¿Qué tal se encuentra? pregunta.

Bueno, a parte de tener la boca pastosa, bastante sed, aunque ahora que te fijas hay una botella de agua en una pequeña mesita que antes no habías acertado a ver, y cierta sensación de mareo, obviando lo de la pierna claro, has estado peor.

Al ver que entra alguien me relajo, y mas al ver como me pide que guarde silencio... De nuevo me recuesto en la cama, y esta vez con la voz mas adecuada a la de la enfermera le respondo... Pues esperaba que me lo dijera usted.. cuanto... cuanto tiempo llevo... a que día estamos? miro y observo la botella de agua sobre la mesa... Giro mi rostro y miro a la enfermera, mientras doy un suspiro...

Giselle, porfavor... serías tan amable de acercarme un vaso de agua... me duele hasta la punta del dedo meñique... digo tratando de bromear, aunque la misma risa hace que me duela más la pierna... Pues la verdad, ¿creo que un poco jodido no? me duele todo el cuerpo, y la pierna... en cuanto trato de moverla, duele mucho

La enfermera asiente con una sonrisa cuando le pides el agua, sirviendo una parte de la botella en el vaso y tendiéndotelo para que bebas, Tranquilo, no has estado días inconsciente, sólo unas horas desde que llegaste, son las nueve de la noche, cuando terminas de beber vuelve a recoger el vaso depositándolo en la mesilla.

Es normal que te duela, los calmantes están a un nivel bajo, por decirlo de alguna manera, el doctor no quería atiborrarte de los mismo, es más práctica la inmovilidad durante un par de días su sonrisa es agradable y su voz dulce, Estás en el hospital de Saint Joseph, por un momento se pone más seria, como si hubiera recordado algo.

Tengo a un agente de policía ahí fuera desde hace más de tres horas, esperando para hablar con usted, ¿se encuentra con ánimos?

Doy un suspiro al escuchar esas palabras.. sabía que tarde o temprano tendría que hablar con ese agente, así que porque no quitármelo de encima cuanto antes... además quizás si le hago pasar pronto piense que no tengo nada que ocultar o algo parecido...

Sonrío a Giselle cuando bebo el agua... Aaaa, muchas gracias... y bueno. digo un poco colocándome en una postura que no me duela demasiado el cuerpo... Supongo que si, pude decirle que pase... mientras no me torture supongo que no habrá problema jaja digo riéndome durante un segundo ya que el dolor al contraer los músculos se acrecienta... me parece que voy a guardarme las bromas para cuando pueda reírme...

Asiento con la cabeza... Si, dígale que puedo hablar si quiere justo cuando la enfermera va a correr la ventana termino... A, y muchas gracias Giselle...

Al cabo de unos cinco minutos, la cortina se abre, dando paso a un hombre vestido con un traje no demasiado elegante, ni demasiado nuevo, seguramente ha conocido tiempos mejores, va sólo, y tiene aspecto cansado.

Buenas noches señor Heller, soy el subinspector Lehman, me han dicho que se encuentra algo mejor, me alegro se acerca a la cama, un ligero olor a alcohol te llega cuando lo hace, Me gustaría que me contara que es lo que ha sucedido en aquella sala, ha habido tres muertos, y su testimonio sería de mucha ayuda

Trato de girarme un poco para poder mirar a ese hombre... me entran unas pocas arcadas con el olor, aunque enseguida pasan... Bu, buenos días digo ya acomodado y tras pasar el dolor de moverme.

Pues verá, yo... entré para pedir un autógrafo a la señorita Liessel Van Troy, y justo cuando me lo estaba firmando, apareció aquel hombre, yo, la verdad es que no lo vi entrar, iba acompañado de una mujer... llevaba, aquel hombre llevaba una espada, creo y es con ella con la que me cortó y me... dirijo la mirada a la pierna y doy un suspiro, bueno y me pego un tajo. Entonces no recuerdo mucho mas, la señorita Van Troy estaba con sus hijos y salieron corriendo, y yo traté de defenderlas, pero ya ve... lo que pasa por hacerse el héroe. Tras recibir el corte asustado traté de huir, pero no pude pasar de la entrada... y entonces es cuando apareció la ambulancia y... y bueno el resto ya lo sabe...

Me muevo un poco quejándome por el dolor, No, no recuerdo si ocurrió algo más...

El policía ha sacado una libreta y comienza a anotar todo aquello que te le vas contando, ajá dice una y otra vez de manera monótona mientras hablas.

Bien, aquel disparó a tres personas, matándolas en el acto, ¿sabe usted si buscaba algún objetivo concreto?, o ¿simplemente le dio la impresión de disparar al azar? pasa una hoja más de su pequeño cuaderno.

¿Vio como escapó aquel hombre?, ¿iba sólo? continúa el subinspector.

Sin moverme del sitio alzo la mirada hacia el techo como recordando, muevo los ojos hacia arriba a la derecha, se que eso es símbolo de que se está recordando, y si el agente de policía es observador quizá se percate de ello...

La verdad es que no tengo ni idea... yo, yo solo vi a aquel hombre disparando, y con aquella... espero un poco cerrando los ojos y volviéndolos a abrir... aquella espada, no se, creo que estaba solo, aunque tampoco lo vi marcharse, lamentablemente estaba demasiado asustado y solo pude irme corriendo...

Su expresión se afila al escuchar tus palabras, dejando ver parte del hombre que alguna vez tuvo que ser, quizás no hace demasiados años, un pequeño brillo de lucidez en unos ojos que parecen inmersos en un tremenda y rutinaria situación.

¿De qué conocía a la señorita Van Troy? te mira ahora directamente a los ojos, Una testigo nos ha dicho que ella huyó del lugar de los hechos en un coche, del cual, usted le entregó las llaves del mismo, así como que intercambiaron unas palabras, y ahora la chica anda en paradero desconocido su tono se vuelve más inquisidor, ¿Qué me puede decir sobre este hecho?

No puedo evitar sonreír al escuchar sus palabras... Ooo, la señorita Van Troy, soy su fan número uno, la adoro lo miro y me muevo un poco. Lo cierto es que sabía que estaría allí y fui a pedirle un autógrafo, y fue entonces cuando pasó todo. Traté de defenderla, y bueno... ya ve como terminé.

Luego cuando escapé me la encontré, estaba triste no recuerdo porque, pero me dijo que tenía que ir a buscar a sus... hijos, no me dijo donde, así que le dí las llaves de mi coche, para que pudiera ir a buscarlos.

Sonrío y trato de subir un poco en la cama colocando la espalda en la almohada... Sabe, para mi es todo un honor que ella viaje en mi coche, aunque no me dijo a donde iba, supongo que... que le di miedo, o no se... al fin y al cabo era un desconocido para ella, por mucho que yo la adore.

El hombre sigue impávido ante tus respuestas, como si estuvieras dando las noticias, o simplemente recitando algún tipo de monótona secuencia.

¿Sus hijos? posa la vista en el cuadernito, Antes ha dicho que estaban con ella, dudo mucho que en unos segundos, o incluso minutos que transcurrieron desde el terrible suceso hasta que la testigo los vio conversar, tuvieran tiempo de huir a algún sitio que precisara un coche para buscarlos, además, según tengo entendido, apenas tienen dos años un gesto indefinido, un leve encogimiento de hombros.

No creo que una madre se separe así por las buenas de sus hijos dice con algo más de dureza.

Frunzo el ceño... Vaya, ti... tiene razón digo dando un suspiro tras sus palabras. Dios, como he podido ser tan tonto termino negando con mi cabeza... Seguramente solo querría mi coche para marcharse o yo que se... me ha engañado...

Mierda...

El agente pone cara de epcesticismo, no parece convencerle para nada tu explicación, suspira y luego vuelve a la carga con las preguntas, aunque su tono de voz vuelve a la monotonía inicial.

¿Sería tan amable de decirme cual es su coche?, así podremos buscarlo y localizar a la señorita sonríe por primera vez y a su vehículo, que no están las cosas como para ir regalándolos.

Claro se trata de un mercedes clase C, con matrícula 5418 CNU, es... de color negro miro al hombre sonriente también... Gracias señor, espero que la señorita Van Troy se encuentre bien... y mi coche.

Miro de nuevo el vaso de agua, seguramente pueda cogerlo, pero se lo voy a pedir al policía... Disculpe, podría acercarme un poco de agua por favor...

El policía apunta en la maleta la matrícula, y se queda pensativo, pero finalmente cierra el cuaderno de notas, y se centra en ti, te acerca el vaso de agua cuando se lo pides, esperando a que bebas para después volver a depositarlo en su lugar original.

De acuerdo señor Heller, esto es todo de momento, muchas gracias por su colaboración se da media vuelta y abre la cortina con la mano derecha, antes de se salir se gira hacia ti, espero que se recupere, y, aunque creo que tiene que pasar algún tiempo aquí en el hospital, avíseme si se marcha de la ciudad, le he dejado una tarjeta sobra la mesa, junto al agua la señala con el dedo, y abandona el lugar.

Descuide, le llamaré antes de salir del hospital... y le digo lo mismo cuando encuentre mi vehículo digo levantando la mano a modo de saludo cuando se va.

En cuanto se ha ido, me tumbo de nuevo relajando todo el cuerpo para apaciguar un poco el dolor, espero no tener que estar muchos días aquí metido...

La somnolencia empieza a superarte, demasiadas emociones y sucesos de extraña índole incluso para hombre acostumbrado a vivir situaciones extraordinarias, pocos se hubieran enfrentado a aquel hombre, a aquel asesino que no es tan diferente de ti, él tenía un objetivo, y nada parecía detenerlo hasta eliminarlo.

Pero aquella joven que amenazó su propia vida consiguió de alguna manera que se detuviera, apostó su vida en el envite, y ese hombre abandonó la mano, pero algo te dice que desde luego, no la partida.

Aquel arma que portaba, no era una convencional, de eso no tienes dudas, las conoces bien, siempre estás a la última, como cualquiera que desee ser bueno en su trabajo, analizándolo fríamente, no es tan diferente al de cualquier otro, sólo hay que tener más convicción en lo que se hace que la mayoría.

El sueño, el dolor, necesitas dormir, tu cuerpo ha decidido rendirse por hoy.

Mis ojos se cierran debido al cansancio y al dolor, aunque este mismo poco a poco va remitiendo, o al menos mientras duermo no me molesta...

Pasan pocas horas dos o tres hasta que me despierto, no puedo dormir, la imagen de aquel hombre me tiene demasiado intrigado... no le vi salir, no le vi entrar... sin embargo aquella mujer que lo acompañaba. A pesar de tratarla como a un trapo parece que su vida era importante para él... ¿porque?

Dándo vueltas a la cabeza, vuelvo a caer dormido hasta que a eso de las 5 de la mañana vuelvo a despertarme, doy un suspiro y trato de incorporarme y sentarme en la cama. Busco en la habitación mi ropa, la veo sobre una silla. Espero que siga ahí... trato de levantarme apoyando con cuidado la pierna, para ver si me sostiene, nada mas apoyarlo un intenso dolor me recorre como un relámpago... Mierda.

Me siento de nuevo y miro la ropa, de nuevo me levanto esta vez apoyado sobre la pierna buena y con las manos en la cama. Me acerco como puedo hasta la ropa y la reviso para ver si encuentro el papel con el número de Liesel apuntado...