Partida Rol por web

Náhoda či Dopuštění

Chemnitz

Cargando editor
28/08/2008, 11:13
Director

Tras despedirse de los agentes algo precipitadamente, la teniente encontró un taxi con facilidad, uno que le condujo a las cercanías de la dirección que le había indicado Schwarz, el barrio sigue siendo deprimente, pero ni siquiera tienes tiempo de fijarte pues te acercas al lugar, un edificio de seis plantas, gris, sucio, con la mayoría de los cristales rotos, medio abandonado.

No se veía a nadie por los alrededores, este tipo de edificios solían tener dos entradas, una por la típica escalera de incendios del lateral, y la de la puerta principal, que en este caso se encontraba abierta.

El silencio se ve interrumpido por unos disparos que seguramente provienen del interior del edificio, de detrás de un contenedor sale una persona corriendo, a tus espaldas, huyendo al oír las armas, esa parece ser la primera opción en este tipo de lugares, ¿viviría alguien en un lugar semejante?.

Notas de juego

marca solo para el director en tus siguientes post.

Cargando editor
28/08/2008, 11:54
Lausanne Soranno

Soranno mira con preocupación como se marcha Strindberg, sacando la mano de su bolsillo para frotarse la cara, luego se vuelve hacia Takeshi cuando este le habla, buscando directamente su mirada, Vamos tras ella, creo que nos oculta algo había algo de travieso mezclado en la seriedad con la que había pronunciado aquellas palabras.

Paso su mano libre en el brazo de Takeshi, acercándose a él, era bajita y tenía que alzar la cabeza para poder mantener fija la vista en los ojos de su compañero, sabía que aquello no era una petición habitual, ni el procedimiento correcto, Hazme caso, se encoge de hombros, Llámalo intuición femenina, o como quieras dice liberándote de su contacto.

No tenía ni idea de porque tenía ese extraño pálpito, pero sentía una ansiedad en el pecho difícil de explicar, ¿Me había llamado Lausanne? no pudo evitar una sonrisa.

Notas de juego

marca solo para el director

Cargando editor
28/08/2008, 12:10
Kanda Takeshi
Sólo para el director

En el fondo mientras la teniente se marchaba y yo pedía a mi compañera que siguiéramos con nuestro caso, sabía que esto iba a ocurrir. Bueno, para ser sincero conmigo mismo no lo sabía a ciencia cierta, pero tenía una seguridad bastante alta de que esto podía ocurrir.
Intuición femenina, curiosidad, imprudencia... Puede tener muchos nombres lo que vamos a hacer... Porque creo que, finalmente, vamos a hacerlo. Es posible que nos oculte algo, no sé bien qué ni por qué, pero aunque no fuera así mi compañera ya está decidida a seguir a la teniente y tirar de este peculiar hilo. Y sé que por mucho que diga, convencerla de lo contrario va a ser algo casi imposible. Suspiro, finalmente, resignado, frotando un lado de la cara. Recojo mi bolsa de viaje y el estuche de la katana, que cuelgo al hombro, y compruebo mi arma reglamentaria y la munición disponible para la misma. Porque tengo la impresión de que voy a tener que utilizarla.
-Está bien... Vamos tras ella... -accedo.

Cargando editor
28/08/2008, 17:21
Madeleine Strindberg

Al llegar al edificio mi corazón dio un vuelco, era obvio que las cosas no estaban nada bien. Saqué mi arma y corrí hacia la entrada del edificio y con las manos por delante empuñando en arma, atenta y muy pegada a las paredes, entro con calma y cuidado. Empiezo a subir las escaleras, no oigo nada aún, pero el último disparo parece venir de arriba, más arriba. El olor es caracteristico de esos lugares, voy caminando con los ojos muy abiertos, pensando en todo lo ocurrido pero sobre todo esperando que Scwarz esté bien; vamos, es un buen policia pero no es inmortal.

¡Diablos, Steffan, esto te pasa por venir sin mí!

Continúe subiendo las escalerillas obscuras y sucias, luego di vuelta y una vez más lo mismo, recorrí los pasillos del primer piso, en general había habitaciones ya sin puertas, con miles de desechos, humanos y no y ahí no veía a Steffan, ni a la persona que estuviera con él. Iba sin hacer ruido, no quería alertar a quien quiera que pusiera en riesgo la vida de mi compañero. Subí un par de pisos más y lo mismo, las paredes pintadas con graffittis en el mejor de los casos y con señas obscenas en el peor de estos pero nada que pareciera fuera de lo normal.

Al caminar por el pasillo, voy mirando en las habitaciones, al parecer aquí las puertas se han salvado, necesito escuchar algo; quizás eso que viene de la puerta del final son murmullos pero no estaré segura hasta que me acerque lo suficiente. Estoy segura que si hubiera más silencio, mi corazón se escucharía fuerte y claro; una gotita de sudor resbala por mi frente y piso lo que parece ser heces humanas, hago una mueca y continúo con más cuidado que antes.

Ojalá esté bien...

Cargando editor
29/08/2008, 09:18
Director

Antes de llegar a la puerta del pasillo, el sonido de una nueva cadencia de disparos interrumpe tu camino, viene de una planta más arriba, estás segura, y el hecho de ver pasar oir pasos sobre tu cabeza te lo confirma.

Al dar media vuelta oyes una maldición lejana de alguien cuya voz te resulta familiar, No joder, maldita sea, JOSEF pronuncia en voz alta, dos disparos más y los sonidos de varias puertas al abrirse y cerrarse.

El tema interesante está en la segunda planta de este lugar, hace mucho tiempo que no has participado en ningún tiroteo, ni siquiera en simulacros, y uno en el que esté envuelto el teniente Steffan Schwarz, no es ni de lejos el más indicado para recuperar la práctica.

Notas de juego

Ahora si quieres ir con sigilo, escuchando o cualquier cosa, tienes que especificarlo.

Cargando editor
29/08/2008, 09:59
Lausanne Soranno

Soranno asiento con una sonrisa satisfecha, y un gracias dibujados en sus labios, sólo para ti, ya que las palabras no salen de sus labios en ningún momento, sin más dilación, se da media vuelta para coger la mochila, pero de alguna manera extraña, sus pies se enredan y termina teniéndose que apoyar en una silla, que se escurren, y choca con la mesa, de la que algunos vasos se vuelcan, pero, por suerte, aguantan el peso de la agente que consigue tenerse en pie. Inmediatamente todo el mundo se fija en vosotros, y la chica se sonroja, pero coge la mochila, y recolocándose un poco el jersey y agarrando el abrigo se da prisa en salir hacia fuera.

Desde luego, eso de que pueda llevar un arma encima, no te tranquiliza para nada, ha conseguido parar un taxi, y espera a que llegues a su altura para entrar y dar vuestra dirección de destino, diciendo al taxista que pare un par de calles antes, el barrio es deprimente, os acercáis al lugar, un edificio de seis plantas, gris, sucio, con la mayoría de los cristales rotos, medio abandonado.

No se veía a nadie por los alrededores, este tipo de edificios solían tener dos entradas, una por la típica escalera de incendios del lateral, y la de la puerta principal, que en este caso se encontraba abierta.

El silencio se ve interrumpido por unos disparos que seguramente provienen del interior del edificio, de detrás de un contenedor sale una persona corriendo, a tus espaldas, huyendo al oír las armas, esa parece ser la primera opción en este tipo de lugares, y entrando por la puerta principal, conseguís ver la esbelta figura de la teniente Strindberg.

Cargando editor
29/08/2008, 10:07
Kanda Takeshi

El momento del enredo de Lausanne lo contemplo con una cara que, aunque no la veo, me recuerda inevitablemente a la de algunos personajes de manga de los que leía cuando era joven. Por supuesto, me adelanto a ayudarla, pero llego tarde, pues ya se ha desenredado. La verdad es que a estas alturas lo de menos son las miradas de los demás. Es más, casi me entran ganas de saludar con la mano a los presentes... Y no hago otra cosa que repetirme constantemente un mantra: "Ha pasado las pruebas... Ha pasado las pruebas... Las ha pasado..." Y en verdad rezo porque así haya sido. Aunque no queda otra, maldita sea. Es agente de Inteligencia, ha tenido que pasarlas por fuerza.

Antes de salir del taxi tomo la matrícula del mismo y la identificación del taxista, apuntándolas en la libreta. Seguidamente le muestro la placa de la Interpol y le hablo: -Caballero, tenemos aquí dos maletas y no podemos salir con ellas, pues nos entorpecerían. Le voy a dar cincuenta euros además del coste del viaje... Puede hacer dos cosas: esperarnos aquí hasta que volvamos y colaborar en una investigación que puede implicar cierto riesgo; o por otro lado tiene usted la posibilidad de llevar nuestras maletas al hotel "Munich", decir que pertenecen a Lausanne Sorano y Kanda Takeshi para que nos las guarden. Usted decide, caballero -termino, sonriendo y dándole el billete-. Oh, y no mire las maletas ni se las lleve... Tenemos su número de matrícula e identificación.

Así pues, bajo con el estuche al hombro, la gabardina cubriendo la sobaquera, y Lausanne a un lado... La escalera de incendios podrá servir de conducto de huida de un posible conflicto, como asumo que hay aquí. La teniente Strindberg habló de "no contestar al teléfono", razón por la cuál asumo que puede verse en peligro. Bien, deberíamos desplegarnos. Yo soy bastante sigiloso... Debería seguir a Strindberg y mantener informada a Lausanne.
-Bien, haremos esto: seguiré a la teniente dentro del edificio mientras tú te centras en la parte lateral, que puede ser una vía de escape para posibles sospechosos o maleantes. Cuando vea a qué piso llega te enviaré un mensaje al móvil. Colócalo en modo silencio y vibración y estate pendiente; el mío ya está en ese modo, para no tener ningún problema con él -comienzo a caminar hacia la entrada principal-. Suerte y cuidado, por si acaso -le deseo a mi compañera.

Y me dispongo a hacer lo dicho.

Notas de juego

*Esta era la cara manga -_-U xDDDDDDDD

Cargando editor
29/08/2008, 17:22
Madeleine Strindberg
Sólo para el director

Nuevamente escucho disparos, puertas cerrarse y abrirse o viceversa, los pasos por encima de mi cabeza no me dejan lugar a dudas y luego escucho su voz. Cuando lo hago, respiro nuevamente.

Al menos sigue con vida el muy...

Continúo por el pasillo a paso lento pero sin dejar de avanzar, mirando donde piso para no alertar a quien quiera que sea Josef y al fin encuentro las escaleras, más obscuras, más sucias que antes y con un horrible y putrido olor. Me llevo una de las mangas hasta la nariz, mi estómago hace una arcada pero me concentro para no vomitar en ese momento, sería una estupidez, una de esas. A la mente me viene aquel error en Suecia, la razón por la que terminé en Alemania y ahora siguiendo a Steffan.

Mientras avanzo pensando en aquellos hechos, mis manos tiemblan levemente. La última vez que fui al salón de tiro, no estuvo mal pero esto era muy distinto, la vida del imposible estaba en peligro y como siguiera con aquella actitud, la mía también lo estaría. Subo el último peldaño con cuidado, casi tropiezo con una botella de vino que alguien había dejado allí con un poco de liquido ya descompuesto. Miro en las dos direcciones del pasillo, pero yo venía de la derecha, así que hacia allí me encamino pegada a la pared, respirando con cuidado como si eso me fuera a delatar. La primera puerta está ya muy cerca de mí, miro hacia el piso nuevamente, no quiero patear nada. Un dibujo grotesco emulando al diablo en la pared de enfrente, me roba el pensamiento por unos minutos. Luego vuelvo a mirar, necesito encontrar a Steffan pero aún no le voy a gritar. Abro la puerta de pronto, sin hacer mucho ruido y me asomo brevemente.

¡Ojalá no me dispares a la cabeza!

Cargando editor
01/09/2008, 10:01
Director

Abres la puerta de la habitación con cuidado, pero no con el suficiente como para pasar inadvertida, pues nada más abrirla, una bala pasa cerca tuya estrellándose por encima de la cabeza, lo que te ha dado tiempo a ver es una loft completamente diáfano, sin paredes, sólo decorado con algunos muebles viejos y una gran cantidad de cajas de madera y cartón, seguramente será algún tipo de almacén para droga u objetos robados, es bastante habitual.

Oyes unos pasos a tu espalda, subiendo por la escalera, retroceder empieza a ser también una mala opción, podrías intentar buscar cobertura dentro de la habitación, o intentar ir a otra puerta cercana, porque si el que sube es enemigo, las cosas pintarían bastante mal, un disparo más resuena pero esta vez no iba dirigido a ti.

Notas de juego

Decidas lo que decidas hay que tirar iniciativa por si acaso...XDDDD, a ver si sobrevives rubia!

Iniciativa = 1d10 + 8

Cargando editor
01/09/2008, 10:11
Director

Soranno asiente con más convencimiento del que desprende su mirada, que parece algo dubitativa, pero bueno, parte de su trabajo es realizar este tipo de cosas, o así debería ser, extrae su teléfono móvil, pulsa unos botones y luego te mira, sonríe, y sin mediar palabra se separa de ti, yendo cada uno al lugar que has asignado.

Entras por la puerta principal del edificio, la puerta alguna vez debió tener cristales, pero debe hacer ya bastante tiempo de eso, lo primero que te llama la atención es el olor, tan característico de este tipo de lugares, unas escaleras sucias y oscuras son el único camino para ascender, y una puerta enfrente de la entrada lo único que hay destacable en este piso.

Esa puerta estaba cerrada, y el sonido de disparos suena unos cuantos pisos arriba.

Notas de juego

Intentaré hacer post no demasiado largos en esta escena por si hay tiroteo o algo. Si quieres hacer alguna tirada de sigilo, esconderse y algo parecido hazla sin problemas y ya la interpretaré yo.

Cargando editor
01/09/2008, 15:48
Kanda Takeshi
Sólo para el director

Sigo a la teniente con discreción, esperando que no me vea.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Perdona si es corto, pero estoy bastante empanado y simplemente voy a hacer la tirada, xDDD. Vaya puta mierda de tiradas... Takeshi no tiene suerte, xDDD.

Cargando editor
02/09/2008, 14:17
Madeleine Strindberg
Sólo para el director

Me agacho instintivamente, aunque no es necesario, la bala pasò justo arriba pero uno nunca sabe; maldigo al desgraciado que hizo eso y continùo por entre las cajas, buscando rastros de mi compañero cuando escucho los pasos tras de mì; por un instante me quedo de pie ante una pila de cajas, respirando profundo, sudando a pesar del frìo.

¡Mierda! ¿En què lìo me metì?

Mi corazòn resuena al màximo, a mi mente vienen recuerdos de aquella vez en Suecia, debo superarlo o estarè perdida, debo vencer al miedo y continuar caminando o de nada servirà haber llegado hasta aquì. Me asomò de nuevo, tras de mì primero y aunque los pasos son audibles, no veo a nadie, si me matan por la espalda, merecido me lo tengo; me asomo al otro lado, nada, asì que es mejor que yo siga por la espalda a alguien. Rodeo otro montòn de cajas, cuidando de no pisar algo que haga alertar al maleante o los maleantes sobre mi presencia, es seguro que quien viene tras de mì, no es un amigo.

¡Maldito seas, Steffan!

Aunque lo maldigo, espero que estè bien. No haber demorado mucho y llegar a tiempo o simplemente esto serìa desastroso. Un nuevo disparo y viene de donde vino el primero, debo encontrarlo pronto.

- Tiradas (1)
Cargando editor
04/09/2008, 10:20
Director

Con el máximo cuidado la teniente se abre paso entre las cajas, sigilosa, pero el tiroteo sigue de vez en cuando, pero no como esos de las películas americanas donde las balas no paran de silbar, aquí son ráfagas de dos o tres disparos, después silencio, ruido de pasos, como si el tiempo se detuviera con cada uno de esos silencios.

Llegas a un lugar donde el número de cajas almacenadas se eleva por encima de tu cabeza, televisores, DVD, videoconsolas, gran cantidad de material robado, y al mirar justo al otro lado, ves la figura de Steffan, agachado junto al cuerpo ensangrentado de un hombre, en ese momento, se levanta y clava sus ojos en los tuyos alzando el arma, pero cuando te reconoce, intenta dibujar algo parecido a una sonrisa en su rostro que se diluye casi al instante, y su mirada se clava en algún lugar por encima de ti.

Al mirar tú en esa dirección, ves como un hombre ha saltado de las cajas blandiendo una navaja, se encuentra en el aire y el objetivo es claro, Madeleine Strindberg.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Tu tienes más iniciativa, así que actuas antes.

El combate es una secuencia descendente de numeros, del 30 al 1... cuando llegue tu número de iniciativa, es tu turno, puedes hacer cuantas acciones desees, pero cada una añade un +3 adicional a todas las dificultades. Si haces 1 acción, no hay penalizadores, si haces 2, tendras un +3 para todas las acciones, si haces 3, será un +6 a todas las acciones, y asi sucesivamente.

Para usar cualquier habilidad, tira siempre 1d10 + Habilidad + Atributo

Cargando editor
04/09/2008, 10:26
Director

Subes las escaleras y continuas por el pasillo a paso lento pero sin dejar de avanzar, mirando donde pisas para no alertar a nadie, y otras escaleras, más obscuras, más sucias que antes y con un horrible y pútrido olor. Subes el último peldaño con cuidado, casi tropiezas con una botella de vino que alguien había dejado allí con un poco de liquido ya descompuesto.

Y al girar la cabeza, un hombre sale de unas de las puertas, pistola en mano, y se dispone a seguir a la teniente, que en ese momento, acaba de atravesar una puerta lateral, el sonido de unos disparos rasga el aire, pero no como esos de las películas americanas donde las balas no paran de silbar, aquí son ráfagas de dos o tres disparos, después silencio, ruido de pasos, como si el tiempo se detuviera con cada uno de esos silencios.

El tipo no parece percatarse de tu presencia, demasiado centrado en su objetivo.

- Tiradas (2)
Cargando editor
04/09/2008, 17:08
Madeleine Strindberg
Sólo para el director

Al pararme cerca de las cajas, pensé que las cosas no podían ponerse peor; Steffan que estaba agachado sobre el cuerpo inerte de un hombre, pareció apuntarme pero por suerte para mí, pronto me reconoció. Creí ver una sonrisa en su rostro, una que desapareció al instante y como un reflejo, seguí la dirección de sus ojos sobre mi cabeza. Me volví casi lentamente, eseperando que no fuera lo que parecía pero no fue así. Enseguida levante los brazos haciéndome un paso hacia atrás para tener a modo al tipo.

-¡Maldición!

No tenía la mejor posición pero al menos le había visto a tiempo y sin pensarlo más pues era su vida o la mía, disparé. La primera bala dio en algún punto que luego vine a ver era su brazo pero la segunda ni siquiera le rozó. Me parecía una jodida broma de mal gusto, no lo tenía tan lejos y había fallado como las peores, su navaja se veía reluciente y dispuesta. Intenté esquivarlo tirándome al piso y rodando sobre mi costado derecho pero la última palabra no era la mía.

- Tiradas (6)
Cargando editor
04/09/2008, 18:31
Kanda Takeshi
Sólo para el director

El edificio es verdaderamente repugnante... No sólo por el olor, sino también por cómo está en general. Claro, que en un trabajo como este hay que saber acostumbrarse a este tipo de cosas y situaciones... Casi me viene a la memoria la captura de un peligroso asesino en serie en Tokyo... La situación no era muy diferente, con la diferencia de que aquello fue un verdadero infierno. Pero ahora no estoy como para ponerme a recordar nada. Parece que ese bastardo está demasiado centrado en la teniente. Rezo porque no haya salido herida... Si tan solo hubiera sido un poco más rápido... Lo bueno es que ahora cuento con el factor sorpresa y, por suerte, no se ha percatado de mi presencia. Salgo de mi escondite tras una esquina y apunto a la mano con la que sostiene su arma durante unos instantes antes de disparar... Para mi sorpresa, el arma se encasquilla... y no parece que vaya a resucitar en mucho tiempo, por no decir nunca. Perfecto.

El momento perfecto para que ocurra esto, sin duda alguna... Por suerte tengo permiso para utilizar la katana. Ni siquiera lo pienso, la vida de la teniente puede estar en peligro. Por suerte durante la subida había previsto algo así y la había sacado de la funda, colocándola en el cinturón. La desenvaino con la maestría de un campeón mundial de kendo y iaijutsu y, colocándome un segundo en posición, utilizo mi kiai para cargar mi energía espiritual.
-¡Aaaaaaaaaaaah...! -un suspiro, más ronco que mi voz normal, como si en lugar de soltar aire lo estuviera tragando-. ¡¡TEEEEEEEEEEEEEEE!! -justo después, en el mismo momento en que mi pie derecho avanza y pisa el suelo con tal fuerza que retumba en todo el pasillo, surge un ferocísimo grito desde mi garganta al lanzar un ataque a la mano del bastardo, lo que en kendo sería "Kote".

- Tiradas (8)

Notas de juego

Yo flipo... Y además en colores... Daño 11 ¬¬U

Cargando editor
05/09/2008, 09:08
Steffan Schwarz

Todo va muy rápido, tu disparo impacta el hombro del tipo con claridad, y giras de manera bastante elegante dadas las circunstancias quedando nuevamente en pie con las pistola apuntando al tipo que ha logrado caer de manera aceptable pese a todo, quedas mucho más cerca de Steffan, el cual se mueve con rapidez, de manera sorprendente, se enfrenta a ti con la pistola apuntando por encima de tu cabeza ligeramente agachada aún, y apartándote con la otra mano

El sonido de los disparos es simultáneo, el cuerpo de Steffan es violentamente rechazado hacia tu posición, mientras que su disparo se pierde en el aire, destrozando uno de los focos halógenos que iluminaban el lugar, sumiéndolo en una oscuridad bastante evidente, el grito del agente es sordo, un estertor mortal, probablemente esa bala te habría alcanzado a ti, o tal vez no.

- Tiradas (6)
Cargando editor
05/09/2008, 11:58
Director

El tajo es limpio y poderoso, la pierna casi seccionada, el tipo cae primero de rodillas, y luego, con un ruido sordo, el resto del cuerpo se desploma sobre el sucio suelo, sin moverse, en ese momento varios disparos se suceden en la habitación, entras con cuidado, aunque debido al ruido pasas bastante inadvertido.

Un tipo con la mano en el hombro, agarrando una herida, en la otra tiene una navaja, vestido con unos pantalones vaqueros y una camiseta, tras él, la teniente Strindberg sostiene el cuerpo de alguien que acaba de ser acertado por un disparo, y en ese mismo momento, otra bala, proveniente del cuerpo que ha caído, impacta en la lámpara fluorescente del techo, reduciendo drásticamente la iluminación del lugar.

Cargando editor
05/09/2008, 20:38
Madeleine Strindberg
Sólo para el director

Los disparos, su mano haciéndome a un lado, el corazón contraído, los latidos a flor de piel de pronto más disparos o quizás los mismos, la luz que desaparece y su cuerpo que cae violentamente contra el mío. Intento ponerme en pie, pero no lo consigo. Escuchar su lamento, no puede ser, me volveré loca.

No el primer día...

Lo sujeto del hombro, buscando sus manos, buscando indicio de vida. Siento la tibia sangre manchar mi mano y unas ganas enormes de gritar, de levantarme y matar al hijo de puta que hirió a Steffan. Me acerco hasta su cabeza e intento contenerme, respiro una o dos veces por la boca, inhalo por la nariz, exhalo por la boca. Busco mantenerme tranquila, ambos lo necesitamos.

-¿Steffan? ¡Estarás bien, resiste un poco!-busco entre mis ropas el móvil y lo sostengo para llamar a la base.-Agente Strindberg en el 53 de Bonn Street... Agente herido. ¡Envíen refuerzos! ¡Y una maldita ambulancia!-me agacho nuevamente sobre él.-¿Teniente, estás bien? ¡Di algo por Dios!

Pero no siento nada, no lo siento respirar aunque bien puede ser el nerviosismo. Levanto la mirada en un inútil intento de ver algo pero la obscuridad se cierne sobre nosotros. Apunto como un animal asustado en la obscuridad, como si alguien se nos acercara. No puedo creer todo aquello en un día, un sólo día.

Debo dejar esta mierda...

-No te mueras, Steffan, no te mueras...-repito abrazada a él con una mano, sujetándolo y con la otra apuntando por encima de mi cabeza.

Noto como las lágrimas tibias empiezan a caer por mi rostro.

Cargando editor
16/09/2008, 17:45
Steffan Schwarz

Unos dedos se aferran con desesperación a tu brazo, apretándolo con mucha fuerza al principio, pero diluyéndose con rapidez, la sangre manaba con abundancia, manchando tus manos y tus ropas, pero ya no podías verla, y esa sensación era aún peor, impotencia, eso era lo que prevalecía sobre el resto de las cosas.

Van Troy está en Viena un susurro, desgarrada la voz, agonizante, Josef Herzog está muerto, ve a su casa, y protege a la chica, es muy importante que lo hagas se va a apagando, notas como escapa su vida con cada palabra, el contacto empieza a aflojar.

Lo hubiéramos pasado bien…rubia… casi imaginas su cara al decirlo, con esa sonrisa que apenas había mostrado, esa complicidad que surge a veces sin explicación entre dos personas que aparentemente no se soportan, una última palabra muy adecuada a la personalidad de Steffan Schwarz, fallecido en acto de servicio, eso pondrán las hojas oficiales.

El sonido de unos pasos que parecen alejarse te hacen volver a escuchar lo que sucede a tu alrededor.