Partida Rol por web

 También comencé a mirar el estado de las heridas de aquellos que habían resultado mal parados, había realizado con anterioridad un ciclo formativo de enfermería y podría ayudar, aunque reconocía sentirme frustrada por todo lo que estaba pasando y porque a mis preguntas no les llegaban respuesta.

Alcé la mirada a aquel hombre cuando éste se disponía a responder, tenía ciertas sospechas pero necesitaba verificarlo.

- Soy Angela Stinson, no soy policía, estudio para ello y espero serlo algún día. - Dije con firmeza. - No hay de qué, gracias a usted por haber ayudado... no quisiera pensar en que hubiera pasado sin su aparición. - Dije con voz tranquila, pero los nervios que se agolpaban en mi estomago me hacian sentirme algo fatigada, mi poder había sido revelado y una información así era muy jugosa para cualquiera que quisiera ganarse no solo fama.

Lo siguiente que dijo me tranquilizó enormemente, había prometido guardar el secreto y mi rostro se fue relajando poco a poco, asintiendo sin palabras en forma de una gratitud eterna, pero pronto hablé, si iban a ir a ese almacén, yo tendría que acompañarles, apagaría el fuego.

- Si me lo permite, le acompaño, el fuego no es problema para mi, llegaremos más rápidamente si utilizamos mi poder. - Dije aquello mirando esta vez al Capitán, no me olvidaba de que él seguía siendo mi jefe.

Tras escuchar tu propuesta el hombre parece pensarselo, finalmente asiente.

- No me gusta nada involucrar a los civiles, pero no parece que haya otra solucion. Solo te pido que si hay algun problema salgas corriendo antes de resultar herida. Y... muchas gracias. La verdad, ahora mismo no creo que fuera capaz de llegar sin un extintor o sin tu ayuda. Llamame Anthony, por favor.

Te hace un gesto para que le sigas pero antes de atravesar la puerta que lleva al interior se detiene y se gira hacia el capitan.

- Esto puede caerse en cualquier momento, asi que mejor ir por el camino rapido. Clarke, ¿puedes ocuparte tú solo de estos dos? Si tenemos algun problema o quedamos atrapados, pegaré un tiro al aire para avisarte. ¡Suerte!

Clarke levanta su pulgar en señal de aprobacion mientras examina la pierna herida de uno de sus hombres. Sin mas dilacion os encaminais al interior del edificio y comprobais los estragos del ataque.
Las paredes estan salpicadas de improvisada metralla y todo el mobiliario ha salido volando. Trozos de mesas, sillas y puertas salpican el suelo combinados con cristales.
El humo se evade por el agujero del techo hundido mientras el fuego se reparte aleatoriamente por las distintas salas.
Bajais las escaleras que hay detras de la recepcion y llegais a lo que hasta hace unos minutos era el almacen de pruebas. En este punto el fuego es muy intenso, todas las cajas almacenadas arden y lo que queda de las estanterias son solo hierros retorcidos. El mostrador enrejado parece ahora al rojo vivo, una barrera de fuego se interpone entre vosotros y la puerta metalica del almacen.
A primera vista no hay cadaveres ni supervivientes, aunque esta zona apenas es transitada.

 Anthony me permitió ir con él, de lo que allí encontrara dependería quien había ocasionado todo esto. Miré una última vez a Clarke, observando como se habia quedado con los dos heridos, aun no podía creer que tuviera el poder de dividirse... o mas bien poder... ¿pero que creia?... ¿que yo iba a ser la única?... En absoluto pero... no me lo imaginaba para nada.

Seguí los pasos de Anthony, todo estaba destrozado, la explosión habia provocado que por donde antes estaba la oficina, ahora era un espacio diáfano con trozos de muebles rotos y en su mayoría habían salido disparadas o habian sido fulminadas y convertidas en cenizas.

Reconocía hacia donde nos dirigíamos, al almacén donde estaban registradas todas las pruebas de los casos... pero aquello estaba inundado de llamas, era como si alguien quisiera borrar unas pruebas pero era probable que fuese casualidad. Lo que si me extrañaba era el hecho de venir aqui... quería ayudarlo por lo que tenía que saber que era lo que buscabamos.

Ante nosotros se nos presentó un muro de fuego, justo delante de la puerta metalica... ésta estaría al rojo vivo, pensé.

Comencé a concentrar mi poder de hielo en mis manos, haciendo que éstas desprendieran vaho helado.

- ¿Que es lo que buscamos Señor?. - Pregunté a la misma vez que comenzaba a lanzar una rafaga de frío  hacia el muro de hielo para apagarlo.

Una vez has extinguido las llamas el agente Willson se pone sus gafas de sol y se tapa la cara para evitar quemaduras por el calor.
Antes de entrar al almacen de pruebas se gira hacia a ti para responder a tu pregunta.

-Un cadaver... O al menos restos chamuscados de uno.

Se agacha para intentar evitar el humo y atraviesa lo que queda de la puerta. Cuando apenas ha avanzado unos metros se detiene junto al mostrador y extiende sus manos a una zona que no puedes ver.
Le imitas agachandote y cubriendo tu piel y te acercas a él. Descubres que esta examinando un cadaver, pero tu estomago se revuelve cuando compruebas que en realidad es tan solo una parte de un cuerpo humano. No sabes donde esta el resto del cuerpo, pero ante ti tienes la mitad de un torso y la cabeza de alguien. La espalda y la nunca estan perforadas por metralla y abrasadas. La cabeza esta casi separa del cuerpo, apenas cuelga por la garganta.
Al girarlo se puede apreciar por la escasa parte del rostro no quemada que se trata de un hombre de unos cincuenta años. Te llama la atencion una herida en su frente y la abundante sangre que mancha su cara y su escaso pelo.
Viendo su posicion con respecto a la explosion no tardas en deducir que esa herida es de bala.

 Intenté no mirar fijamente el cuerpo, o lo que quedaba de él, tan solo medio cuerpo, y cuando vi como lo giraba se pudo apreciar un agujero en la cabeza... no entendía nada...  le habían disparado y despues hicieron la explosion.

- Supongo que esto os dara una pista de lo que ha ocurrido... - Comenté mientras me tapaba la boca y la nariz.- ¿quien haria esto?... - Dije casi lamentandome observando al muerto para luego levantar la vista y mirar a mi alrededor, todo daba lástima de ver.

Willson no responde a tu pregunta. Al girar el cadaver observa el rostro y parece reconocerlo.

-Tony...

Su rostro refleja una mezcla de furia y tristeza, parece que conocia al hombre que yace ante vosotros.
Sin decir nada se levanta y te hace un gesto indicando que os marchais. Parece que aqui hay poco que hacer, o al menos nada demasiado importante como para respirar humo y arriesgarse a que todo se desplome sobre vosotros.
La intencion del agente es salir de la comisaria, su paso es firme y su mirada perdida. Sus pensamientos parecen estar dando caza al causante de todo esto.

 Por unos instantes lo miré fijamente sin decir nada, pues supuse que necesitaba unos segundos para digerir que habia encontrado a alguien que conocia, seguramente un amigo muerto, a sus pies.

Se levantó y me hizo un gesto para marcharnos, pero ahi no pude hablar, teniamos que hacer algo, y si él sabia quien habia ocasionado tal desastre, esa información no debe ocultarla.

- Siento la perdida de su amigo Señor, pero cualquier información que sepa... - Dije siguiendo su paso, era firme y decidido, casi tuve que dar varias zancadas para alcanzarle.

- ¿Tiene ya alguna idea de lo que ha podido ocurrir aqui?, el motivo... la o las personas que hayan ocasionado tal desastre... - Tras decir aquello lleve mi mano derecha al bolsillo y activé la grabadora... 

Caminais hasta el exterior donde puedes ver un gran numero de ambulancias, camiones de bomberos y medios de comunicacion. Ves al Capitan Clarke junto a una ambulancia, acompañando a uno de los hombres heridos en el aparcamiento.

Ante tu interes sobre pistas o indicios Willson mantiene un hermetismo profesional.

- Lo siento, pero esto es información secreta en una investigacion policial en activo. Usted ya ha hecho mucho, señorita Stinson. No quiero que un civil se exponga a una situacion de riesgo porque me vaya de la lengua. Por favor, sigame.

Mientras hablais ves como sacan varias camillas con la sabana ocultando los cuerpos. Seguramente el numero oficial de victimas no se conozca hasta pasados varios dias, cuando retiren todos los escombros.
Llegais hasta una de las ambulancias, por el camino el agente saca una libreta y comienza a apuntar algo en ella.

- Deje que los equipos la atiendan, ya que puede haber inhalado humo. Y muchas gracias por su ayuda.

Arranca una pagina de la libreta y te la entrega. En ella puedes ver un numero de telefono y la frase: "Si quiere ayudar espere unos dias".

- Si recuerda algo que pueda haber pasado por alto llameme.

Sin esperar respuesta se aleja de alli y se aproxima a Clarke. Te deja junto a la parte trasera de la ambulancia, donde un enfermero se acerca a ti para comprobar tu estado.
Te giras para atender a un sanitario y cuando vuelves a mirar ya no esta. No obstante le ves alejarse con cierta prisa y desaparecer entre todo el personal que hay alrededor del edificio.

 Me sentí frustrada al ver que Anthony no iba a contarme nada mas, yo en esos momentos no me sentía una civil, tuve la tentación de seguir metiendome en aquello aunque tuviese que hacerlo por propia cuenta pero... no era algo que me conveniese si algun dia quería ser detective.

Escribia algo en su libreta mientras me indicaba que fuese a una de las ambulancias a que me trataran, no me encontraba mal, no lo vi necesario, solo estaba algo aturdida por lo ocurrido, pero asenti mirando a ningun lugar fijo, pensativa, hasta que vi que me dio un papel, se trataba de un numero de telefono.

- Eso haré... gracias. - Dije pensando en que mas podia decirle, no tenia ni idea de lo que habia pasado alli, pero estaba pensando si mi subconciente si se habia dado cuenta de algo. 

También pensé que el Capitan Imbecil no se había presentado... ¿como era posible?, tal vez desde el aire hubiera visualizado a quien habia ocasionado tal desastre... pero no... a el le preocupa antes un estupido traje blanco que el terrorismo.

Un enfermero se acerca para tratarme, yo con un suspiro miro el suelo con desgana pensando en lo que podía hacer a continuacion... recordé que tenia que llevar el traje a ese imbecil, de paso podria cantarle las cuarenta.

- Gracias y acabe pronto por favor, tengo algo que hacer. - Comente al enfermero.

El enfermero te hace un reconocimiento basico y, a tu entender, innecesario. Mientras respondes preguntas sobre mareos, tos y escozor de ojos observas como las ambulancias se llevan a los hombres de Clarke. El Capitan se levanta y una mujer que te resulta familiar, seguramente una administrativa del departamento, se acerca a él y le entrega un par de hojas escritas.
Clarke se detiene mientras las lee, cuando termina su cara de panico te da mas miedo que la explosion. Al verte se acerca a ti al tiempo que dobla las hojas y las guarda en uno de sus bolsillos.

- Muchas gracias, puede atender a otras personas.

El Capitan despacha al enfermero antes de que concluya su trabajo, te echa un ultimo vistazo y asiente con la cabeza justo antes de ir en busca de otro herido.
Clarke te hace un gesto con la cabeza para que le sigas, os alejais unos metros de la ambulancia y el hombre se acerca a ti en busca de intimidad.

- Stinson, la mitad de mis hombres ha muerto y la otra mitad esta camino del hospital. Tú eres lo mas parecido a un agente que tengo, y ni siquiera tienes permiso para llevar un arma y una placa. Pero necesito tu ayuda.

Echa un vistazo a vuestro alrededor, como asegurandose de que nadie os escucha.

- La ciudad esta siendo atacada. No solo han puesto esta bomba, la sede del Capitan Increible ha sido reducida a escombros. Se desconoce su paradero, lo estan buscando entre los restos del edificio porque nadie puede confirmar donde se encontraba. Tambien me han avisado de que hay multiples coches con bombas adheridas y algunos han explosionado. Sea quien sea el que esta detras de todo esto debe ser alguien con muchos recursos. He visto lo que puedes hacer, no se de que eres capaz pero ya tienes mas aptitudes que cualquier persona normal. Necesito que te reunas con uno de mis contactos, regenta una tienda de antigüedades en Central Park. Su nombre es Watai, dile que vas de mi parte y mencionale lo que has visto en el garaje. Dile tambien que me reuniré con el antes de que acabe el dia, no puedo irme de aqui sin mas.

Se calla repentinamente cuando pasan corriendo a vuestro lado un par de enfermeros. En cuanto se han alejado varios metros prosigue sus instrucciones.

- Esto esta por encima de la policia, y mas ahora que somos las victimas. No te puedo explicar lo que quiero que hagas, no aqui. Pero Watai te lo dirá. No te preocupes, podras negarte. Aunque algo me dice que no lo haras. Confio en ti Stinson, cuento con tu ayuda y confio en que sabras guardar todos los secretos que te he confiado en el dia de hoy.

 Observo a Clarke fijamente, habia llegado a la conclusión de que si no querían contarme nada por mi condición de civil, no tenia otra cosa que observar sus expresiones, estudiar sus rostros para sacar algo de todo aquel cáos, pero en esta ocasión no me hizo falta, el Capitán se acercó a mi después de haber visto algo en aquel papel que le fue entregado, algo que hizo que su rostro se rompiera.

Lo sigo sin rechistar cuando me pide, alejándonos de cualquier persona que pueda oir, y fue entonces cuando me resume lo ocurrido con sus hombres, y que lo que habia ocurrido allí no era lo único, mis ojos se abrieron de par en par cuando me contó que toda la ciudad habia sido atacada, no me lo quería creer. Pensé que no podía asombrarme mas, pero cuando dijo que la sede del Capitan Imbecil había sido destrozada...

Asentí repetidas veces cuando me dijo que debía citarme con un contacto suyo.

- Así lo haré, Capitan. - Dije sin mas, quería saber en aquel instante que era lo que aquel hombre me contaría, pero ahora el Capitan Clarke no estaba para preguntas, así que rápidamente me dirigí donde estuviese mi coche y salí a una velocidad moderada hacia la tienda de antigüedades.

Buscaria un aparcamiento lo mas cercano posible y entraría sin miramientos... el tiempo apremia.

Tras recuperar tu mochila abandonas los concurridos alrededores de la central de policia para aproximarte a tu coche.
Por una vez la suerte parece estar de tu lado, tu coche ha salido indemne a la explosion al encontrarse en el aparcamiento para civiles. Todos los vehiculos de agentes y oficiales han sido aplastados por las paredes que han cedido o los trozos que han salido volando. En el caso de tu viejo coche lo unico que ha cambiado es la cantidad de polvo que tiene encima.

Durante el trayecto observas que la ciudad sigue sumida en un caos, pese a que la situacion parece haberse tranquilizado notas que el trafico se satura y las sirenas de policia siguen resonando a tu alrededor.
El viaje, que normalmente apenas dura unos quince minutos, se convierte en una odisea de casi media hora a causa de los constantes parones para permitir el paso a las fuerzas de la ley o los coches bloqueados.
Cuando ya estas cerca de Central Park observas que el trafico se detiene definitivamente. Esperas pacientemente hasta que el conductor del coche que te precede se baja del vehiculo. Tu haces lo mismo y para tu sorpresa el parque entero esta acordonado por el ejercito. Estan desviando el trafico hacia el Sur pero aun asi es imposible movilizar a los vehiculos acumulados en la calle.
Ves numerosos soldados alrededor del parque y las calles colindantes cortadas. Te aproximas caminando hasta que te obliga a detenerte un soldado de infanteria con un enorme fusil apuntando al suelo.
Desde donde estas puedes ver una tienda de antigüedades a apenas treinta metros. No recuerdas que haya muchas mas tiendas similares por la zona, asi que ese debe ser el lugar que indicaba Clarke.
Sin embargo no hay forma de llegar hasta alli, aunque junto a la tienda hay un portal. Es posible que a la vuelta de ese edificio haya una escalera de emergencia, si logras entrar en el edificio puede salir por el portal y acceder a la tienda.
O puedes intentar convencer a los soldados para que te dejen pasar o pensar alguna otra forma de llegar hasta alli.

  Abrumada por lo que esta ocurriendo a mi alrededor y ser detenida por uno de los soldados veo que ante mi, a unos metros puedo divisar esa tienda de angüedades donde el camitan Clarke me había dicho que me encontrase con su contacto. Miré al soldado con decepción, estaba ahí... a unos pasos... no podian detenerme. Y aunque fugazmente habia visto alguna posibilidad de ir hacia alli, tendria el riesgo de que me detengan por no hacerles caso... eso si me fiesen claro.

El soldado escucha tu suplica. Tu necesidad y argumentos, aunque falsos, logran convencer al soldado. Sin embargo, pese a mostrarse empatico en un primer momento, parece recapacitar.

- Lo siento, pero no puedo permitirle el paso para realizar unas compras. Salvo que resida en alguno de esos edificios nadie puede pasar. Es por su seguridad.

Cuando vas a intentar hacerle cambiar de idea se produce una fuerte explosion a unos cien metros de vosotros, justo en la calle que hay al otro lado del parque, frente a la tienda. La gente cae presa del panico y comienza a huir de alli dejando sus vehiculos abandonados. Los soldados tambien retroceden, aunque en su caso realmente se acercan al lugar de la explosion. El hombre con el que hablabas corre varios metros para ver que ha ocurrido, dejandote una oportunidad unica.
Si eludes la valla y entras en el perimetro podras ocultarte y avanzar entre los arbustos del parque. La misma pared del recinto te servirá para alcanzar tu objetivo siempre y cuando el ejercito siga vigilando el exterior y no te acerques demasiado al interior de Central Park.
Logicamente si eres detectada tendras serios problemas.

 Mi rostro iba cambiando totalmente frustrada en cuanto me iba diciendo que no me dejaría a no ser que viviese por allí cerca. Podría mentirle y decirle que si, y seguramente me pediría algún mi identificación para comprobarlo... cosa facil si le decía que mi oficial donde he sobrevivido todo habia desaparecido tras la explosión.

Entreabrí mi boca para engañarlo pero de pronto una explosión, mi rostro no estaba preparado ni tampoco mi voz que salio de mi boca en forma de grito por el susto. Muchos de los soldados se dirigieron hacia allí entre ellos el que me habia negado el acceso, ahora era mi oportunidad... tenía que ir hacia allí de una manera rápida y lo mas dificil, de forma que no me vieran.

Me agazapé lo mas que pude y comencé a caminar de forma rápida dejandome apoyar por las verjas lejos de todo aquel caos y de esas personas para lograr alcanzar la tienda de antigüedades. 

En cuanto los soldados te pierden de vista para centrarse en la explosion comienzas a correr hacia el parque. Dejas atras las vallas de maderay te pegas a las verjas del recinto. Las enredaderas y demas flora te ayuda a pasar inadvertida hasta casi alcanzar tu objetivo.
Tras recorrer unos cuarenta metros te detienes en la esquina suroeste del parque y te asomas para comprobar si hay soldados a la vista. Hacia el norte hay un par de hombres alternando su mirada entre la calle y el fuego. Aunque parece que su mision es vigilar la calle que debes cruzar su curiosidad les hace girar de vez en cuando la cabeza para comprobar como evoluciona el coche en llamas al otro lado del parque y si hay algun herido.
Tus opciones son escasas, debes atravesar una calle compuesta por dos carriles con filas de coches aparcados a ambos lados. Por suerte para ti hay un par de vehiculos en mitad de la calle, de modo que solo seras visible entre al pasar de un coche a otro.

Mientras buscas alternativas menos arriesgadas se abren las puertas de varios coches. Asustada miras al interior de los vehiculos y compruebas que no hay nadie en su interior. Las puertas se han abierto solas y, debido a su colocacion, forman un pasillo por el que puedes llegar a la tienda sin ser vista.
Aun asi hay un par de metros al descubierto desde tu posicion a la puerta del primer vehiculo.
Desconoces por completo quien o que ha habilitado tu movimiento, pero desconfias de que en el peor momento las puertas se cierren y quedes al descubierto.
Por el momento los soldados no se han percatado de la apertura repentina de puertas, sus fugaces miradas hacia tu ubicacion no parecen contener demasiada atencion.

 Pegada en la vaya, entre las enredaderas observo mi situación, no es tan mala, pero podría ser mejor. Comienzo a sentir cierta angustia, no podía hacer nada. Son en esos momentos cuando desearía poseer otra clase de poder, convertirme en un pequeño animal para cruzar sin ser vista, o ser invisible... o poder cambiar de forma, convertirme en uno de esos soldados.

Suspiré, pensando rápidamente, observando que en el trayecto que aun debía cruzar había un par de soldados que vigilaban alternativamente mi zona y la del coche incendiado y todo el caos que eso provocaba.

Puedo ver que hay algunos coches aparcados que me podían ayudar, aunque pasar de coche en coche sería complicado por ese pequeño espacio donde podían verme. Estaba pensando en una estrategia, hacer que se tropezaran en el momento justo en la que cruzara pero de pronto las puertas de los coches se abrieron, haciendo que mis ojos se abriesen de par en par y mis cejas se arquearan.

No tenía ni idea de que podia ser, pero perfectamente podría ser alguien con poderes... que al principio pudiera pensar que me está observando y me está echando una mano, pero puede que no me haya visto y sea el que ha provocado todo esto. Pero no podía negar que fuese una oportunidad de oro. Así que coloqué mis manos sobre el suelo para que una capa bastante gruesa comenzara a deslizarse por el suelo hasta torparse con los pies de los dos soldados, podía ser arriesgado, pero mas si por el rabillo del ojo observan como hay movimiento en el lugar donde deberían estar vigilando. En cuanto viese que se tropezaran, comenzaría a correr agazapada  hacia uno de los coches.

Ahora no podía pensar en la posibilidad de que aquello fuese provocado por un enemigo... mi idea de rodearlo con escarcha en ese instante se había borrado de mi mente, tenía algo mejor que hacer. Agazapada me deslice un poco hasta apoyarme en una de las puertas abiertas, mis ojos miraron interior del coche por inercia... como si intentara ver si hay algo. Lo mas posible es que esa persona invisible o lo que fuese, ya habría salido del coche... pero me quedé mirando unos instantes igualmente, como si esa invisibilidad se pudiese ver de forma tenue... como una de esas peliculas de ciencia ficción, ese alieligena que podía hacer eso gracias a su tecnología.

Giré de nuevo mi rostro y vi que tenía que pasar hacia el otro coche, esto era lo facil, las puertas abiertas me facilitaban el paso, y los guardias estaban en proceso de levantarse. Del mismo modo, y agazapada comencé a correr entre las puertas, habiendo dejado atrás ese punto donde podían verme.

Si no viera más peligro, me adentraria en la tienda lo mas rapido posible.

Observas la situacion y te preparas para aprovechar la oportunidad.
Cuando estas a punto de actuar ocurre nuevamente algo que te favorece. Un coche en mitad de la calle comienza a moverse lentamente hacia los soldados, al estar situado tras ellos no lo ven.
El vehiculo se desplaza a escasa velocidad, como si le hubieran quitado el freno de mano. Poco a poco se acerca a los soldados mientras ellos permanecen ajenos a este movimiento.
Por un momento te cubres pensando que puede producirse una nueva explosion. Uno de los soldados se gira y en ese momento el coche se detiene. Al haberse percatado del movimiento avisa a su compañero y ambos se dan la vuelta para comprobar el vehiculo.
En cuanto ellos llevan varios segundos de espaldas a ti tú ya estas al otro lado de la calle, tras atravesar la muralla de coches y puertas que te cubre.
A medida que te acercas la puerta de la tienda se abre sola y entras en ella. Desconfiada te quedas en la entrada, en el punto justo donde nadie del exterior puede verte y con opciones de salir de alli rapidamente si se da la necesidad.

El interior de la tienda es oscuro. Hay cientos de objetos por todas partes lo cual hace que las ya de por si reducidas dimensiones de la tienda parezcan aun menores.
Todo tipo de objetos decorativos se amontonan en estanterias a cada lado. En el centro hay una fuente redonda de piedra de poco menos de un metro de diametro, a sus pies todo esta repleto de mascaras tribales e incluso lanzas. Tambien ves tambores de guerra y una espectacular armadura de samurai cerca de la puerta.

Al fondo, a unos cinco metros de la puerta, hay un pequeño mostrador con mas objetos curiosos. Tras él hay una puerta de la que cual provienen unos pasos que comienzas a oir acercarse.
De repente se asoma alguien con una mascara veneciana, de esas cuya nariz es extraordinariamente grande. Su voz, masculina, denota cierto acento oriental.

- Demasiados riesgos para visitar una tienda de antigüedades. ¿Busca algo en especial?

 Ya estaba del todo segura, algo o alguien me seguía y muy de cerca, era como si estuviese guiandome hacia la tienda, despistando a los soldados, y cuando iba a entrar por la puerta, ésta se abrió, no estaba sola.

Cuando me adentré me eché a un lado para que en el exterior no pudieran observarme, casi apoyo mi espalda en la pared y miro a mi alrededor, era común ver viejas armaduras de épocas antiguas y de oriente, era inevitable verlos mientras pasaba mis ojos por todos los lugares en un intento de ver algo.

Apreté la mandíbula, tensa, estaba a punto de preguntar "¿Quien eres?", pero de pronto el sonido que venia del mostrador me distrajo, eran unos pasos y por la puerta que seguramente darían con el almacén del lugar apareció un hombre con una máscara veneciana.

Ademas de darme entender lo que ya sabia, que estábamos en un momento de alerta, me preguntó a que venía. Aún desconfiada y mirando alrededor le respondí, aun extrañada de verlo con una máscara.

- ¿Es usted Watai?- Pregunté mientras me quedaba donde estaba.

El hombre se levanta la mascara y puedes ver su rostro. Definitivamente es oriental, aunque eres incapaz de saber cual es exactamente su pais de origen.
Camina hasta el mostrador y deposita la mascara en un expositor. Una vez sus manos y rostro estan libres te contesta.

- Mi nombre es Watai. Esta es mi tienda y usted es una clienta, o al menos eso creo. Si bien la puerta esta abierta me temo que la tienda esta cerrada, aunque eso no depende de mi. El ejercito lo ha decidido en mi lugar, ahora no podrá salir de aqui hasta que todo haya pasado.

Por su tono no lo identificas como una amenaza, detectas cierta resignacion en sus palabras.
Su expresion afable cambia repentinamente a una sonrisa picara, como si el baile de mascaras hubiese terminado.

- Como sigo vivo deduzco que no ha venido a matarme. Asi que, si es tan amable, me gustaria saber con quien estoy hablando y en que le puede servir Watai.

Espera tu respuesta en pie, con las manos apoyadas en el mostrador y echandote una mirada analitica intentando deducir tu respuesta antes de que la lleves a cabo.