Partida Rol por web

Nueva York, la ciudad que nunca duerme. O eso es lo que deben pensar los criminales, ya que dia y noche campan a sus anchas por toda la ciudad.
Durante años el crimen fue el principal protagonista en la historia de Nueva York, ocupaba la primera plana de todos los periodicos y cada dia los delitos se contaban con tres cifras. Esta fue la razon por la cual todos aquellos que querian ser heroes terminaban habitando en esa ciudad y, por la misma razon, todos los que deseaban enriquecerse con el crimen tarde o temprano la visitaban.

Las fuerzas se equilibraban generacion tras generacion, incluso con la aparicion de los superpoderes la balanza seguia completamente horizontal. Nunca hubo un periodo pleno de paz, aunque tampoco hubo una era completamente oscura.
Como si de una ciudad del salvaje oeste se tratase la llegada de nuevos villanos y la posterior ayuda de los heroes se sucedia una y otra vez. Sin embargo esa constante se fue ralentizando cuando dejaron de nacer personas con habilidades especiales. A medida que la humanidad se normalizaba dejaban de aparecer heroes y villanos, la piramide demografica de los superheroes no tardó en invertirse. Poco a poco empezaron a desaparecer, los grupos de heroes se disolvieron por falta de miembros y los ultimos villanos morian en la carcel o intentando su ultima fechoria.

Ahora, tras casi veinte años sin constancia de nuevos poderes, los ultimos elegidos intentan sobrevivir a un mundo al que ya no pertenecen.
Sabedores de esta situacion ambos bandos se afanan por exterminar de una vez enemigos con el fin de tener via libre hacia sus objetivos.

Lunes, 8:06 de la mañana. El sol entra por la ventana, volverá a ser otro de esos dias soleados pero frios de Febrero.
Anna ya se ha ido, ella no tiene tanta libertad horaria como tú. Aun asi te ha dejado una taza de café en el microondas, en la puerta del mismo ha pegado un postit con una cara sonriente.
Te acabas de despertar y ves el periodico del dia. En la portada el mayor criminal que existe, tan poderoso y peligroso como escurridizo. A su lado la foto de su ultima victima, algo que la justicia nunca podrá probar pero que todo el mundo sabe. Cada dia que pasa tienes mas ganas de cazar a ese cabron, pero por mas que interrogas y buscas nadie parece saber su paradero.
Mientras tanto te contentas acabando a tu manera con el crimen, podran cuestionar tus metodos pero no su eficiencia.

Deberias estar en la central aceptando un nuevo caso, pero desde hace mucho tiempo nadie te exige que cumplas, hay cientos de cosas mas importantes de las que preocuparse que de un inspector poco puntual.

Termino mi desayuno con calma y me visto: unos vaqueros, botas, camiseta, chaleco y sudadera con capucha. Guardo mi arma en su funda bajo el hombro, tras esgurarme de que está cargada y con el seguro puesto. También cojo mi cuchillo, pero me fijo que cerca de la empuñadura queda algo de sangre, asi que lo lavo con sumo cuidado.

No debería ser tan descuidado, sobre todo ahora que Anna pasa por aquí casi a diario.

Cojo el casco, la cartera con mi placa y me dirijo hacia el trabajo. Mi moto me espera donde la dejé aparcada, como un caballo siempre fiel a su jinete. Debería haber entrado hace tiempo, pero un poli efectivo no dura mucho tiempo. Si algo había aprendido en su vida, es que el poder atrae los sobornos. Mejor no destacar.

Son más de las 10 cuando llego al despacho de mi superior. No es que acabe de llegar a la comisaría, pero me apetecía pasar a saludar a los chicos antes de empezar la jornada y discutir sobre el partido de ayer. Los Yankees habían ganado de nuevo, y la liga estaba muy interesante. También pasé por la sección de pruebas, donde vi un precioso rifle de caza mayor aún por catalogar. Más tarde me pasaría a extraviarlo, nunca sabes cuando una buena mira puede serte útil.

Finalmente me dejo caer por el despacho, donde el comisario está felizmente leyendo el periódico.

-¡Hola jefe! ¿Tienes algo nuevo para mi? ¿Posiblemente algo acerca de la encuesta del times acerca de reclutar superhéroes para nuestras filas? Vaya chorrada, ¡pero si nosotros solos nos bastamos para poner en su lugar a esos bastardos que amenazan el orden público!

A ver si esta vez me das algo bueno de donde sacar algo de información...

En cuanto entras en el despacho del comisario Dekker este cuelga el telefono y levanta la mirada hacia ti. No te gusta esa mirada, ya la has visto antes en demasiadas ocasiones.

- ¡Wiiiiillsoon! ¿Que coño has hecho esta vez? Solo tenias que hacer un par de preguntas a esos camellos de poca monta. ¡Estan en el hospital! Me han llamado del ayuntamiento para saber por que coño nos dedicamos a dar palizas a los ciudadanos. Willson, quedan seis meses para las elecciones, si jodemos al alcalde nos dejaran el culo mas abierto que el puto gran cañon. Te dejo ir solo porque prometiste no crear problemas, pero como vuelvas a hacer algo te pondré un puto compañero que haga de niñera.

Coge una carpeta de su mesa y te la lanza para que la cojas.

- Lady Voleur sale de la carcel esta tarde. Se la rifan todos los putos mafiosos de esta ciudad y no precisamente para follarsela. Asi que ya puedes ir preparandote para seguirla y saber quien es el hijo de puta que la ficha esta vez. Y no se te ocurra intervenir, queremos detener a los jefes, no a dos matones soplapollas.

En la carpeta puedes ver un informe sobre Lady Voleur, cuyo nombre real es Alexandra Paressant. Una mujer con un cuerpo y una cara por la que millones de hombres darian un brazo por pasar una noche. Fue comerciante de arte hasta que la cogieron vendiendo copias de obras de arte como originales. Como devolvió el dinero apenas fue encerrada un par de años. Ahora que es libre muchos querran tenerla en sus filas por sus grandes conocimientos adquiridos durante su larga estancia en camas importantes.
Es un iman para el mal y, si dominas la situacion, será un anzuelo perfecto para todos los grandes enemigos en la sombra.

-Lo siento por esos hijos de puta, pero uno de ellos me sacó un pincho. ¡Amenazó a un agente! Deberían de dar gracias de poder seguir disfrutando de sus piernas, en lugar de lloriquear como niñitas.

Termino de mirar el archivo sobre mi nuevo objetivo. Me asombro de semejante belleza, y me pregunto a cuántos capos puede haber llegado a seducir.

Sus delitos son faltas menores, simples estafas. No me interesa su cabeza, si no sus contactos, aunque no creo que coopere por voluntad propia... En los bajos fondos puede pagarse muy bien la información que ella posee...

-Deacuerdo jefe, intentaré contenerme de ahora en adelante. Pero entiéndame que si me manda a espiar a semejante mujer... ¿Quiere que le mande alguna foto no oficial? Jajaja.

Tras esta broma con intención de distraer al comisario del caso de los camellos a los que trituré (literalmente, dado que uno acabó dentro de un camión de la basura al intentar ocultarse en un contenedor y tengo entendido que perdió la pierna derecha), cierro la puerta de su despacho y pongo rumbo a la sala de pruebas, y compruebo que el encargado ha salido a comer hace unos momentos. Rápidamente voy al baño, me meto en un retrete y cierro la puerta para que nadie me vea cambiar de aspecto y adopto su forma.

Al volver a la sala de pruebas cojo una bolsa negra de basura colocada en una de las papeleras, parcialmete llena, e introduzco en ella el rifle desmontado y municiones de varios calibres para mis armas, junto con los identificadores de la pruebas (sin registro, nunca han existido). Cierro la bolsa y vuelvo al baño, donde la tiro por la ventana al contenedor siempre rebosante de basura, dos pisos más abajo. Recupero mi aspecto y salgo de la comisaría a tomar algo con los compañeros.

Tras unas risas y una buena hamburguesa, vuelvo al parking para recoger mi moto, pero me paso antes por el contenedor a reger la bolsa del rifle en el callejón lateral. Saco las piezas y las municiones y las meto en mi mochila, y tranquilamente me voy del lugar.

Antes de empezar con la investigación, ya que la señorita Voleur no sale hasta las 18.00, paso por casa a dejar mis nuevos juguetes, limpiarlos y ocultarlos. También preparo ropa de abrigo, una libreta y unos prismáticos, dado que tendré que seguirla por la noche, supongo.

Miro la hora cuando termino y me doy cuenta que tengo que irme ya, y que Anna sigue de turno. Le dejo una nota romántica encima de la mesa de la cocina por si viene y no he vuelto y le mando un mensaje al móvil para avisarla que a lo mejor me toca currar hasta tarde, pero que intentaré no distraerme pensando en ellla para poder volver lo antes posible. La verdad es que lo peor de mis actividades nocturnas es precisamente el no poder estar con ella. Es como si su amor llenase el vacío que el ansia de venganza deja en mí.

Cojo mi arma, móvil y cartera, me pongo ropa de motorista (cuero y protecciones) y me cuelgo la mochila con mis cosas: libreta, bolis, prismáticos, cámara (no muy buena, por desgracia), municiones (nunca se sabe), un termo de café caliente y un silenciador.

Consigo llegar media hora antes al lugar. Es hora de que comience el trabajo por el que me pagan y consiga nuevas ampliaciones para mi hobby...

La prision femenina de minima seguridad de Edgecombe, destinada a presos por delitos fiscales, acoge a delincuentes de poca categoria. Sus integrantes son mayormente morosos o evasores de impuestos que no han podido pagar sus multas o fianzas.
Esta situada cerca de Broadway, en uno de los barrios mas seguros del Nueva York.

Cuando llegas en la puerta tan solo hay una furgoneta de mantenimiento y un par de coches que parecen ser de los empleados de la prision. Decides alejarte de la entrada y te situas en un lugar optimo para poder vigilar y tomar alguna fotografia sin llamar la atencion.
No tarda ni cinco minutos en aparecer el primer coche. Un lujoso Lexus negro aparca frente a la puerta, tan solo puedes ver al conductor pero apuestas tu moto a que se trata de alguna organizacion criminal.
Poco despues hace acto de presencia una nueva comitiva. Esta vez un par de Hummer escoltan una limusina, todos de color negro y todos con las lunas tintadas para evitar miradas indiscretas.
Uno de los Hummer se detiene detras del Lexus, se baja un tipo trajeado y se acerca al vehiculo que ocupa la entrada. Tras una breve charla el Lexus se marcha y el Hummer avanza hasta unos cuantos metros por delante de la puerta. Ese lugar lo ocupa la limusina mientras el otro Hummer cubre su retaguardia.
Esta claro que han echado a los del Lexus, asi que sea quien sea debe tener gran influencia.
Y por fin aparece la reina del baile. Paressant, alias Lady Voleur, sale por la puerta. Lleva un vestido ajustado y su rostro y peinado parecen recien perfeccionados. Avanza unos metros hasta que la puerta de la limusina se abre, no oyes lo que dicen pero la mujer sonrie ampliamente y sube al vehiculo.

Tras un par de minutos detenidos los tres coches se ponen en marcha rumbo al sur, hacia Manhattan. Mantienen la formacion, un Hummer por delante de la limusina y otro por detras. Apuestas a que los tres estan blindados y hay mas armas dentro que en el arsenal de la comisaria mas cercana.
Comienzan a alejarse aprovechando el trafico ligero de la zona.

Fotografío cuidadosamente el lugar sin llamar la atención, y tomo nota de las matrículas de los coches junto con sus modelos. También he prestado atención al Lexus, aunque parece que el pobre iluso que lo envió no poseía tantas armas como sus competidores.

¡Menudo despliegue! Me juego una semana comiendo verde a que esos tipos tienen relación con cierto mafioso estereotipado que llevo buscando desde hace tiempo...

Poco después (como toda mujer, haciéndose esperar) aparece la estrella de la función. Parece muy elegante para acabar de salir de la carcel... me temo que alguien con poder ahí dentro la quería mantener contenta.

Mmm, ahora caigo, seguro que los de la comitiva son algún antiguo buen amigo que no quiere que pase frío de vuelta a su casa... bueno, pues vamos a darles un poco más de seguridad, poniendo a un poli que cuide de ellos.

Según arranca el último coche, arranco mi moto y les sigo. Me aseguro de tener a mano mi amiga semiautmática de 13mm y sus amigas plateadas, aunque por ahora mejor no utilizarla.

Sigues a la comitiva y llegais a Manhattan. Los tres vehiculos se detienen frente a una exclusiva joyeria. Primero bajan los guardaespaldas para abrir la puerta de la limusina y de paso asegurar el lugar.
Primero baja la exconvicta, tras ella alguien a quien reconoces de inmediato. Se trata de Victor, uno de los consejeros de Pancratius, lider de la mafia rusa en Nueva York. Si ha enviado a uno de sus consejeros es que le da gran importancia a la "contratacion" de Lady Voleur.
No dudas ni un momento de que este viaje de compras esta pagado por el mismo Pancratius para contentar a su futura empleada.

Tras la compra de joyas llega el turno de la ropa. Otra parada en una lujosa tienda de moda y otro largo rato esperando a que la señorita salga llena de bolsas y con una sonrisa de oreja a oreja.
Finalmente deciden visitar un restaurante en lo alto de un edificio de oficinas, las vistas con tan impactantes como sus precios. En el edificio entran Victor, Voleur y dos guardaespaldas. Esta vez aparcan los coches en el parking privado del restaurante, parece que la cena será larga y tendida.

Analizas tus opciones para intentar captar algo de la conversacion. Puedes intentar colarte en el restaurante, aunque debe ser dificil lograrlo sin reserva. Si se sientan cerca de la ventana, que es lo normal, puedes probar a captarlos desde el edificio de enfrente. Tambien son oficinas y, aunque queda gente trabajando, puede que tengas suerte y encuentres un lugar propicio.
Sea como sea tendras que lidiar, como minimo, con un maitre o con un empleado de seguridad. Sea como sea no tienes orden judicial alguna y todo depende de tu inteligencia y carisma.

Tras una ruta turística por las tiendas del centro, los rusos paran ante un lujoso restaurante. Según bajan del coche intento sacales unas fotos a todo el grupo para poder identificar a los demás más adelante.

Bonito sitio para traer a una chica a cenar, aunque no se si podría permitirme invitar a Anna...

Miro a mi alrededor y evaluo la situación. Es obvio que necesito enterarme del por qué de tanto despilfarro. Espiar desde lejos no es una opción, no descubriría gran cosa. Lo mejor sería colarme en el restaurante, aunque tambíen podría desacerme del cofer y tomar su aspecto para ver donde termina el recorrido... No, sería muy sospechoso si me preguntaran algo o no supiese a donde ir a continuación. Decidido, voy a entrar.

Me meto en un callejón en el que no me vea nadie a cambiar mi imagen por la de un presentador del telediario que suele salir en suplecia y los domingos en la principal cadena local llamado John Jackson, que fue detenido hace unos meses por temas relacionados con drogas y cumple condena en su propia casa (arresto residencial). También cambio mis ropas por un traje elegante y me cuelgo mi mochila de forma que parezca un portátil colgado del hombro. Finalmente me aclaro la garganta y me dirijo al restaurante por la puerta principal.

Con tu nuevo aspecto, y voz, entras en el edificio. Pese a tratarse de un mero edificio de oficinas la seguridad y el lujo van de la mano. Es la primera vez que ves un ascensorista armado y que ademas te saluda con una agradable, y ensayada, sonrisa.
El ascensor se detiene en el atico y en cuanto se abren las puertas observas un amplio y elitista restaurante. Con solo verlo sabes que cenar aqui con Anna equivaldria a un tercio de tu sueldo, sin embargo para John Jackson es tan solo un gasto nimio.

En cuanto sales del ascensor se acerca a ti el que debe ser el maitre. Viste de un impoluto negro y porta en su muñeca una PDA. Tambien observas en su oreja el cable de un audifono para comunicarse con el resto de empleados.

- Bienvenido al Cougar caballero. Por favor, digame su nombre para comprobar su reserva.

A priori no te ha reconocido, y dudas que un presentador bajo arresto domiciliario haya reservado precisamente en este lugar. Dudas mucho que fuese cliente habitual, aunque puede que quien no sea el habitual sea el maitre.
Desde la entrada no ves las mesas, solo una barra de bar con un par de personas. Las mesas deben estar tras unos biombos que separan la zona de bar del resto del restaurante en si.

Según entro en el ascensor contesto con una sonrisa al encantador hombre armado de seguridad.

Mmm, me parece que hacer un simpa va a ser más jodido que de costumbre... Como no me sonría la fortuna voy a tener que tirar de tarjeta...

Evito iniciar una conversación con el guardia para no darle pistas de mi identidad robada, cuantos menos se fijen en mí mejor. Me quedo silvando una melodía mientras el acensor sube y, finalmente, sus puertas se abren para mostrar un refinadísimo restaurante. Los aromas y la decoración son impresionantes, junto con la música de fondo, que se trata de una suave y alegre pieza de jazz.

No me ha dado tiempo a disfrutar de todos los detalles de la entrada cuando un maitre se me acerca y me saca de mis pensamientos. Parece que no me ha reconocido, pero recuerdo haber leído que Jackson veía a cenar los viernes por la noche a este restaurante antes de ser detenido, por lo que supongo que es nuevo, o que mi memoria me acaba de meter en un buen lío.

Pues no me voy a echar atrás ahora... juguemos las cartas.

-Buenas noches, caballero. Es una pena que no me reconozca, antes solía ser un cliente habitual suyo, pero me temo que me ha sido imposible venir desde hace algún tiempo. Mi nombre es John Jackson, ¿le suena? De las noticias. No he podido hacer una reserva, pero teniendo en cuenta mi relación con el local y que vengo solo, he pensado que tal vez podrían conseguirme un hueco para tomar algo. Ah, no sabe lo que he echado de menos este restaurante ... Por cierto, no recuerdo su nombre, ¿es nuevo o de verdad hace tanto que no vengo?

El maitre te mira de arriba a abajo y consulta su PDA. Despues niega con la cabeza.

- El Cougar lleva abierto nueve años, me incorporé a esta gran familia una semana despues. Mi nombre es Jeremiah. Ni siquiera le recuerdo de la television y, lo mas importante, no tiene cuenta en nuestro magnifico restaurante.

Mira hacia atras para comprobar que nadie os oye antes de continuar.

- No obstante si usted es famoso y trabaja en television deduzco que tendrá un buen sueldo. Si me "convence" le puedo dejar pasar a la barra donde podrá saborear una lista exclusiva de cocteles. Pero sin reserva no podrá optar a una mesa.

Desde la barra no se puede ver el restaurante, pero al menos tendras la oportunidad de colarte o aproximarte. Lo peor que te puede pasar es que la seguridad del local te eche, o mejor dicho, eche a John Jackson.

Siento que acabo de meter la pata hasta el fondo. Hasta ahora no me ha salido una a derechas, aunque lo peor que puede pasar es que me echen y tenga que espera fuera a que terminen la cena. Vamos a jugar la última carta.

-Oh, vaya, es una pena que no me conozca. Bueno, verá, soy conocido en mi mundillo por ser bastante subjetivo con las noticias, y suelo hacer bastantes comentarios acerca de los lugares que he visitado. Tal vez si me deja pasar a la barra haga un par de comentarios a favor de este magnífico restaurante, aunque si me echa no me quedará más remedio que irme a comer al nuevo asiático que han abierto a dos manzanas. ¿No sería una pena perder un poco de publicidad extra y que esta acabara en la competencia?

Es tu turno, veamos si eres un empleado fiel al restaurante después de haber trabajado tanto tiempo para ellos.

El maitre parece inmune a la posible perdida de publicidad gratuita. Se dibuja en su rostro una ligera sonrisa cuando te contesta.

- Tres de los cuatro criticos mas reconocidos comen aqui cada semana. Tenemos reservas hasta Diciembre. ¿Cree que necesitamos que un presentador diga que aqui se come bien? Espero que en el asiatico tengan mesa para usted.

Hace un gesto con la mano y en seguida sientes la presencia de un enorme empleado de seguridad a tu espalda.

- Por favor, caballero, abandone el Cougar. Buenas tardes.

Sin mas que decir se gira y se aleja de ti consultando algo en su PDA.
El tipo de seguridad se pone delante de ti y te señala muy cortesmente la direccion del ascensor.

Me doy media vuelta hacia el ascensor mientras me despido malhumorado del maitre:

-Que no se ahogue con la pajarita...

Me resigno a esperar en la calle a que terminen de cenar, ya con mi forma original de nuevo y picoteando algo de mi mochila.

Al menos tengo café caliente... y no todo está perdido, sigo sabiendo donde están.

El empleado de seguridad te acompaña hasta el ascensor. Cuando llega hasta vuestra planta las puertas se abren para descubrir la presencia de Tom O'Connor, el presentador que sustituye a John Jackson al frente de las noticias.
Cuando te ve el hombre parece bastante sorprendido.

- ¿John? ¡John! Te han dejado salir, eso es fantastico. ¿Te acuerdas de Veronica, nuestra productora?

A su lado hay una mujer de unos cuarenta años con mas operaciones esteticas de las que podrias pagar con tu sueldo de policia. Veronica sonrie y te saluda con la cabeza.

- ¿Ya has comido? Vaya, esperaba que nos acompañases, tenemos muchas cosas que contarnos. No te vas a creer lo que quiere hacer la cadena: Noticias patrocinadas. Imaginate, "Mueren cien personas en la India, esta noticia ha sido patrocinada por Coca Cola". Es de locos.

Desconoces por completo la relacion entre Jackson y O'Connor, pero parece ser tu unica oportunidad de entrar en el Cougar. Logicamente no podras espiar tan facilmente a tu objetivo ya que tendras que fingir ser Jackson y, por lo poco que has visto, a su sustituto le encanta hablar.
Siempre puedes rechazar la invitacion y probar suerte mas tarde, en la siguiente parada tras la comida.

Bueeeeeeeeeeeeeno, hagamos un último intento... peor no me puede salir. Espero que al menos invite a cenar, jeje.

-¡Tom! ¡Y Verónica! Que agradable sorpresa...

Me acerco a saludarlos rebosante de alegría.

-No veais lo que me costó que me dejasen salir a dar una vuelta... ¡Y encima me lo comunican a última hora de la mañana! ¡Ni que fuese un puto asesino! Bueno, al caso. Vine a cenar aquí para celebrar mi noche de libertad, pero por lo visto no soy lo suficientemente popular para que me dejen ni sentarme en la barra sin haber hecho reserva... ¿Vosotros habéis reservado? Si es así, con mucho gusto os acompañaré. ¡No sabéis lo aburrido que es estar todo el día en casa sin salir!

Ambos sonrien al oir tus visicitudes con la justicia y tu libertad limitada. Detectas que si bien Tom parece sincero en sus reacciones no se puede decir lo mismo de Veronica.

El presentador en activo se acerca al maitre cogiendote del hombro. La sonrisa inicial de Jeremiah se desvanece al veros juntos.

- Jeremiah, este es mi buen amigo John Jackson, gracias a él me puedo permitir venir a este lugar. Asi que hoy cenará con nosotros y la proxima vez que venga él solo, tambien.

La respuesta del maitre viene acompaña de exagerados asentimientos que llegan a parecer reverencias.

- Si señor O'Connor, por supuesto. Le abriré cuenta y tendrá preferencia, los amigos del señor O'Connor son amigos del Cougar.

El maitre no tarda en llamar a un camarero para que os guie hasta la mesa. Vuestra posicion es privilegiada, en una esquina entre dos ventanales desde donde se puede ver todo Manhattan. La separacion de las mesas, con su respectivo aforo reducido, te hace pensar lo caro que puede ser cenar en este lugar. En cuanto os traen la carta, forrada en cuero, puedes certificar que los precios son prohibitivos para tu sueldo de policia. Al mismo tiempo te imaginas comenzar una carrera en el mundo de la television, parece que el dinero no es problema para los presentadores.
Mientras mirais la carta buscas a Lady Voleur y su acompañante mafioso. Se encuentra en la otra punta de la sala, en una zona elevada mucho mas discreta y apartada del resto de mesas. Buscas si hay forma de acercarse, pero los aseos no estan cerca y no parece haber razon alguna para pasar cerca de ellos.
Tom, sonriente desde que le has encontrado, te pregunta sobre tu situacion acutal.

- Bueno, John. ¿Este es el principio de muchos dias de libertad? ¿Como te ha ido estos ultimos meses? Ah, por cierto. ¿Que tal Gemma, seguis juntos?

Veronica no parece tan entusiasmada por tu presencia, o puede que haya algo que no le cuadre.

Al llegar a la mesa, me apresuro con discrección a acercarme al sitio colocado de espaldas a los ventanales, el que queda mirando hacia el interior del restaurante, para poder vigilar la mesa de los mafiosos.

-Por favor, insisto en que os senteis en los sitios con vistas a la ciudad. Es lo mínimo que puedo hacer tras el detallazo de cenar con vosotros.

Y así cada cual presta atención a las vistas que le interesan.

-Bueno, Tom, me preguntabas por mi encierro. Ya te he dicho abajo que llevo pidiendo el equivalente a los "permisos de fin de semana" desde que me encerraron, y hoy ha sido el primero que me han concedido. A último momento, y sin darme tiempo a planificar nada. No se qué monos dirjirán la burocracia del juzgado, pero no estoy en absoluto contento con sus gestiones. Es como si alguien no quisisera dejarme salir...

Hago una gesto de incredulidad para remarcar mis palabras y tomo un trago para aclararme la garganta y darme tiempo a pensar.

-Y en cuanto a Gemma... entiéndelo, no puedo salir de casa, las cosas no son como desearíamos ninguno de los dos. Las cosas se han enfriado basante, y parece que lo nuestro está estancándose... aún no hemos decididno nada, pero si als cosas no cambian...

Doy a entender que ese tema no me agrada, para intentar pasar a otra cosa.

-Pero basta de hablar de la aburrida vida dentro de 4 paredes. ¿Qué ha pasado en el mundo? Contarme que tal va la cadena, si ha ahbido cambios en el equipo... ¿¡y qué es de vosotros!? Seguro que vosotros sí que habeis hecho cosas interesantes estos meses... ¡Que envidia!

Tom comienza a relatarte un sin fin de noticias internacionales y nacionales aderezadas con sus comentarios personales, siempre cargados de falsa sabiduria y desde su propia perspectiva.
Poco a poco comienzas a ignorarle y solo asientes con la cabeza y sonries cuando parece necesario. Sutilmente observas a Voleur y compañia, se limitan a comer sin apenas hablar. Parece que todo lo que tenga que hablar ya ha sido dicho en la limusina o esperan a una reunion mas importante con Pancratius.
Cuando os acaban de traer el risotto de veinte dolares ellos ya van por el postre. Esta claro que el ritmo lo marca Voleur, quien se limita a tomar una cucharada de su postre antes de dejarlo. El resto de la mesa apenas ha terminado un bistec que debe ser mas caro que tu primer coche.
Calculas que en apenas diez minutos abandonaran el restaurante, no crees que haya sobremesa. Mientras tanto vosotros estais dando buena cuenta del primer plato, Tom sigue hablando y Veronica os ignora no sin cierto gesto de disgusto.

- ...y claro, el presidente de Zambia no conocia el protocolo. Asi que empezó a saludar a todo el mundo, incluso estrechó la mano de los camaras. El embajador se lo llevó de alli, pero fue un momento muy bueno. Logicamente no nos permitieron emitirlo, pero yo tengo una copia privada, cuando quieras puedes pasar por mi casa y vemos la grabacion.

El hombre de Pancratius pide la cuenta al camarero, en escasos minutos se marcharan. Os acaban de retirar el primer plato y traeran un exquisito filete de pez espada a la placha.
Aunque la comida esta deliciosa tu objetivo se moverá en breve y puede que te lleve directamente a la sede de Pancratius. Se hace tarde para continuar el maraton de tiendas de Lady Voleur.