Partida Rol por web

El grupo de supervivientes, junto con Lord Badak se abrieron paso hasta llegar a una sala circular, lo suficientemente grande como para pensar que esta era la zona central de toda la sección en la que se encontraban en esos momentos. Después de haber salido del lugar en donde el horrendo experimento de Azkaban (un Boggart modificado con magia tenebrosa) Se encontraba, por fin pudieron llegar a las secciones inferiores de esta horrenda prisión, en la que habían despertado para formar parte de un tétrico y cruel experimento del cual, ahora buscaban salir y escapar. Tiberius podría saber con más exactitud que en efecto, estaban cerca de una posible salida, pero todos los demás podrían sacar esta misma conclusión por la simple naturaleza de la sección en la que se encontraban; dejando atrás las horribles celdas o más bien, las salas de tortura en donde se mantenían los prisioneros, y ahora teniendo delante largos pasillos que dejaban a la vista multiples salas administrativas, lugares de reunión y bloques de celdas provisionales que se veían mucho más limpias y éticas que las que ya habían visto en pisos superiores ¿Acaso era la forma de dar una fachada? Todos estos pasillos conectaban a la sala circular que servía como eje central de todo este piso.

Teniendo la libertad de llegar hasta dicho eje central, el grupo de magos y bruja pudo darse cuenta que esta sección no parecía tener ningún peligro directo o repentino, que saltara sobre ellos de un momento a otro ¿Sería posible que los responsables no tuvieran contemplada la derrota del Boggart? Matthew Bloodborn, principal responsable de toda la matanza y horrores que habían estado viendo dentro de Azkaban no parecía ser un hombre que bajara la guardia de esa manera, seguir avanzando con cautela sería la mejor opción. Sin saber donde se encontraba localizada la salida de este piso y teniendo múltiples pasillos y salas, lo más prudente sería investigar este nuevo piso, de forma que pudieran localizar la forma de descender, pistas que les dieran más información de todo lo que estaba pasando allí y, si era necesario, también localizar posibles peligros que estuvieran esperando por ellos. Los Lethifolds ya les habían enseñado que tener demasiada confianza podría salir caro, incluso una túnica podia ser mortal en un lugar como Azkaban…

Por otro lado, también tenián a Lord Badak, a quién habían logrado salvar de un destino tan atroz como lo era caer en un abismo sin fondo con ese Boggart como único acompañante. El Arlequín Feliz parecía perdido, mirando de aquí a allá de forma casi inhumana, como si se tratara de un fantasma errante vagando por los pasillos de lo que antes era un mejor lugar, por suerte parecía que sus risas dementes y sonidos tétricos habían cesado. Ahora, a comparación de pisos anteriores, todos en el grupo se hallaban si bien adoloridos y perturbados por todos los horrores a los que se habían estado enfrentando casi sin descanso, también contaban con el valioso conocimiento de quién era el verdadero enemigo al que se enfrentaban, con el Ministerio y el cuerpo de Aurores metidos hasta el cuello en los horrores que se habían cometido en la prisión (Bloodborn dando fé de ello) ahora tenían claro que, estaban solos, nadie iría a rescatarles y ya sea que simplemente tuvieran en mente huir o exponer todo esto, dependía únicamente de ellos, seguir sobreviviendo hasta el final ya no parecía tan descabellado después de haber llegado tan lejos, emerger hacía la luz o morir eran las únicas opciones.

Brianna no podía rendirse, no estando tan cerca de hallar la salida, pero el dolor de sus heridas y el agotamiento de sus músculos hacían que su mirada se nublara y que un sudor frío recubriera su cuerpo. 

Caminó por el pasillo, iluminando delante suyo y apoyándose con la mano izquierda en la pared. Al llegar a una sala central, sintió como su corazón empezaba a acelerarse. Pestañeó, intentando despejar su mirada y alzó la varita para poder contemplar más detenidamente los pasillos que se extendían a uno y otro lado. 

— Ya debemos estar cerca. —

Masculló y apretó los dientes, ahogando un gemido de dolor. Caminó, dando un rodeo a la sala y observando todo lo que les rodeaba. La salida estaba cerca pero tenían que encontrar algo, no podían irse con las manos vacías, no después de todo lo que habían sufrido. Allí tenía que haber alguna cosa que pudieran utilizar para señalar a los culpables. Si no lo hacían, cogerían a otros y retomarían aquellos experimentos macabras y mortales. 

Tras echar un primer vistazo a la sala central, empezó a buscar por los pasillos y las diferentes habitaciones. Tenía que encontrar lo que fuera, algo para poder demostrar lo que estaban haciendo allí y poder detenerles... Pero estaba tan cansada y tan dolorida... 

«Maldición, espabila...» Se dijo, sacudiendo ligeramente la cabeza y pestañeó con fuerza, intentando despejar su mente abotargada para poder centrarse en su búsqueda.

Brianna, a pesar del daño físico que había recibido y que era un malestar constante, decidió seguir adelante y echar un vistazo por los pasillos y habitaciones que se podían encontrar dentro de la sección, con la finalidad de obtener algo que pudiera demostrar las horribles cosas que se habían hecho en Azkaban y que aún seguían sucediendo, tras la mentirosa fachada de haber cerrado la prisión y cesado toda operación dentro de este lugar. Aunque en un principio podría parecer bastante incierta la posibilidad de encontrar algo incriminatorio allí, la mujer no tardó en identificar algunos puntos de interés en los que valdría la pena echar un vistazo. La primera y mas evidente era la sección del "Archivo" donde muy seguramente se guardaban los registros de todos los prisioneros asi como sus respectivos historiales, Brianna pudo observar que esta habitación era bastante amplia en tamaño, y no hacía falta entrar completamente en la misma para ver de reojo la gran cantidad de estantes llenos de papeles y expedientes, seguramente si se ponía a buscar entre los documentos que esta habitación tenía encontraría algún dato de interés para ellla y el grupo. Tal ves Michael, y sus habilidades como bibliotecario podrían ayudar mucho también.

La mujer pudo darse cuenta también, que tanto los bloques de celdas provisionales, como las salas destinadas a hacer interrogatorios o reuniones entre los prisioneros y sus abogados en su gran mayoria se encontraban vacías y, a comparación de pisos anteriores, bastante ordenadas, tal vez ante el ojo público, estas secciones generales si fueron debidamente evacuadas antes del cierre definitivo. Aún asi tal vez podrían buscar dentro de las celdas por si acaso se les pasaba algo, aunque todo apuntaba a que estaban cerradas bajo llave, y lo más probable es que tendrían que hacer uso de algún Bombarda o encantamiento similar para abrirse paso.

Aunque lo más importante, sin duda alguna, era que la sección se encontraba sospechosamente libre de cualquier indicio de peligro o trampas, no era demasiado difícil de percibir, y es que todo parecía estar sumido en un abandono completo, sin criaturas o hechizos trampa, muy diferente a lo que habían encontrado en pisos superiores, en los cuales fueron atacados la mayoria de veces casi al instante. Ya fuera que Brianna encontrara esto como algo bueno o malo, al menos significaba que tendrían un respiro, uno muy necesario para su cuerpo adolorido, y también para poder investigar por algún dato que pudieran usar a su favor, sin estar presionados por algún peligro constante.

Estaban cerca de la salida, pero ya fuera por su estado mental o por la lección que había aprendido con los lethifolds, Michael se encontraba seguro de que no estaban precisamente libres de peligros. Dirigió una mirada a su alrededor, intentando determinar si había algo llamativo en las habitaciones y pasillos que se hallaban frente a ellos. Después de haber escuchado aquellas voces, estaba seguro de que aquellos desafíos de Bloodborn aún no habían terminado.

-Todos en alerta... -dijo el bibliotecario, con voz queda, mientras dirigía una mirada a su alrededor-. Bloodborn nos tiene que tener preparado algo más. Hay una serpiente aquí, la escuché antes, dos veces... ¿Vosotros no la escuchasteis? -miró a sus tres compañeros con desconcierto, puesto que ninguno de ellos había expresado nada al respecto.

Tras una primera inspección, Brianna se volvió hacia sus compañeros. Frunció ligeramente el ceño al escuchar nuevamente a Michael hablar sobre la serpiente. Tras haber visto su comportamiento en la otra sala, temía que su cordura estuviera sufriendo severos daños, pero no podían desatender sus advertencias. A ella misma le sorprendía la tranquilidad que había en toda aquella sección, era como si el peligro se ocultara, latente tras las paredes. 

— Yo no he escuchado nada, pero tienes razón, no podemos bajar la guardia. Erick, Tiberius, vosotros estad alerta. — Su mirada se entrelazó con la del bibliotecario. — Allí está el Archivo y parece que no lo han vaciado. Quizás encontremos algo... Necesito que me ayudes... — Le pidió y una sonrisa trémula asomó a sus labios. — Yo tardaría demasiado, pero seguro que tú entenderás mejor cómo están archivados los documentos y podremos centrarnos en encontrar algo que pueda hacer que cierren definitivamente este lugar. Algo que demuestre lo que han estado haciendo... No podemos irnos con las manos vacías...—

Erick los miró con preocupación un momento, pero luego recapacitó. -De acuerdo. Nunca se sabe, y menos aquí dentro. Voy a asegurarme de que nuestro aliado no se la encuentra y de paso echar un vistazo...

​​​​​​Varita en mano, siguió la ruta errática de Badak. Por el camino, aquí y allá, aprovechó para detenerse en las habitaciones abandonadas a revolver entre las mesas abandonadas o observar las paredes, esperando tropezarse con algo interesante, o al menos que no fuera inmediatamente letal.

-Dígame, Lord Badak...¿nunca había estado en esta parte? -le comentó, como quien no quiere la cosa, mientras se inclinaba a mirar bajo un escritorio. 

El bibliotecario, tal vez debido a aquellas voces que habia empezado a escuchar desde el enfrentamiento con el horrible Boggart, parecía encontrarse extrañamente perspicaz en esos momentos, como si estuviera en un estado tal que sus sentidos llegaron al máximo posible. Lo primero que pudo percibir a simple vista fue que sin duda, la zona entera a la que habían llegado estaba extrañamente libre de cualquier peligro latente, nada que pudiera saltarles de forma repentina como había pasado en pisos superiores ni trampas escondidas que se activaran al dar un mal paso… Esto por supuesto podía alertar más que calmar, pues seguían estando dentro de Azkaban, territorio de Bloodborn, aún asi tal parecia que esta zona también era la más ideal para encontrar algo que pudiera ayudarles a incriminar a los responsables, tal como Brianna habia dicho. La mirada de Michael no dudó en escanear aquella sección del Archivo que la mujer del grupo había resaltado, y debido a sus sentidos, tan solo bastó una mirada de reojo para ir decifrando como estaba organizada la habitación, si él se ponía en serio estaba claro que podria encontrar al  menos algo que fuera de utilidad, no sería muy diferente de cuando organizaba por largas horas las amplias secciones de la biblioteca de Hogwarts, o los documentos que el director del colegio de magia y hechiceria le confiaba para catalogar y acomodar, estaba en su área de conocimiento en esta labor.

Sin embargo, pronto aquellos susurros volvieron y le distrajeron unos segundos, al momento en que la lengua parcel llegó a sus oídos como si se encontraran danzando entre los pasillos y habitaciones de la sección.

—Oh Michael… Nadie puede escucharme, incluso si tuvieran oídos prestos…— El basilisco habló, esta vez de forma más normal en vez de repetir la misma frase una y otra vez. —Tu eres el único que puede entender…— Razón tenía, Michael sabía que seguramente de entre sus compañeros, el era el único capaz de entender y hablar parcel, algo que en esos momentos parecía ser una maldición. Los siseos de aquella criatura tenebrosa se escuchaban lentos y bastante graves, haciendo un eco perezoso que resonaba en el hombre.

El grupo, decidiendo que deberían mantenerse alerta en todo momento a pesar de la aparente calma que había en esta nueva sección que se abría ante ellos, comenzaron la exploración. Brianna había indicado que el "Archivo" que se encontraba en esta sección podría ser un gran punto de interés de cara a encontrar algo con lo que poder exponer las barbaridades y el horror que se estaba llevando a cabo dentro de Azkaban, bajo la fachada de haber cerrado el lugar y detenido toda operación allí (Algo por supuesto, que era una total mentira). De igual manera, la única mujer del grupo invitaba a que Michael, quién se encontraba algo extrañado por escuchar cosas que sus demás compañeros no podían, le ayudara a buscar en esta habitación, haciendo uso de sus conocimientos como bibliotecario de Hogwarts y estando segura que con él podrían agilizar dicha busqueda de información, algo importante pues estaba claro que quedarse mucho tiempo allí, sin avanzar hacia una posible salida no era lo más óptimo tampoco, no fuera que atrajeran a los Dementores.

Por otro lado, Erick había decidido echar un vistazo también alrededor de los demás pasillos y habitaciones varias que habían, decidiendo que seguiría el errático camino de Lord Badak también para vigilarle. Ambos hombres entonces terminaron yendo hacia los pasillos contrarios de donde Brianna estaba, tal vez asi, mientras unos se concentraban en buscar dentro del archivo, el comerciante podría ver si había algo más de interés para ellos, o encontrar la forma de seguir su camino hacía la salida de esa maldita prisión, algo que sería bueno como forma de matar dos pajaros de un tiro.

El hombre que a todas luces era un muerto viviente, o al menos seguramente era lo más cercano a uno, tan solo echo a reir débilmente ante la pregunta de Erick, el Arlequín parecía estar mirando detenidamente las paredes del pasillo en el que se encontraba avanzando, aunque a simple vista no parecía haber nada allí que fuera de interés, tampoco era como que los demás del grupo tuvieran la capacidad aún de entender la forma de actuar de aquél Alter Ego de Badak, el cual había sido creado por la exposición a la magia oscura que había en ese lugar. Aún asi, el hombre caminaba sin rumbo ni lógica, hasta que se detuvo únicamente para por fin, mirar al comerciante. —La entrada… siempre es recordada ¿No es asi que la persona sabe que a sido abandonada?— Sus palabras seguían sonando extrañas, pero tal vez era la forma del Arlequín de decir que si recordaba estas secciones inferiores, después de todo, de acuerdo a lo que había leído Brianna, Lord Badak había entrado por voluntad propia a Azkaban, a diferencia de ellos que habían despertado como parte del asqueroso juego experimental de Bloodborn. Una vez dijo estas palabras en forma de rima, el hombre continuo avanzando sin una meta fija por los pasillos, de vuelta a su mundo.

El comerciante había decidido ver a su alrededor mientras seguía el errático paso del Arlequín Feliz, quién, a simple vista no parecía tener ningún indicio de estar siguiendo un camino en particular con lógica, por lo que Erick pudo aprovechar a ver por si mismo si percibía algo que pudiera ayudarles a él y su grupo. Mientras revisaba sus alrededores, a travéz de los largos corredores y las diferente habitaciones que habían en esa sección, pudo darse cuenta que tanto los bloques de celdas provisionales, como las salas destinadas a hacer interrogatorios o reuniones entre los prisioneros y sus abogados en su gran mayoria se encontraban vacías y, a comparación de pisos anteriores, bastante ordenadas, tal vez ante el ojo público, estas secciones generales si fueron debidamente evacuadas antes del cierre definitivo. Aún asi tal vez podrían buscar dentro de las celdas por si acaso se les pasaba algo, aunque todo apuntaba a que estaban cerradas bajo llave, y lo más probable es que tendrían que hacer uso de algún Bombarda o encantamiento similar para abrirse paso.

Fuera de esto, y salvo la sección del "Archivo" que Brianna había mencionado como un punto de interés, no parecía haber algo adicional que pudiera ayudarles a atar más cabos, y a pesar de las advertencias del biblotecario sobre una serpiente que aparentemente, solo él podía detectar, Erick pudo darse cuenta que toda esa sección se encontraba en un aparente orden, libre de peligros repentinos que pudieran saltarles en cualquier momento ¿Sería esto algo bueno? O por el contrario, una razón para estar mucho más alerta y no fiarse de sus alrededores, como ya había aprendido en ese lugar.

Sin embargo, el comerciante no pudo evitar, gracias a su percepción, escuchar un pequeño sonido que provenía del pasillo en el que se encontraba, era pequeño, como un suave eco que solo sería perceptible desde la posición en la que él se encontraba en esos monentos. Este curioso sonido parecía venir del final del pasillo en el que tanto él como Lord Badak se encontraban, mismo que estaba contrario a la zona en donde Brianna le había pedido ayuda a Michael, para revisar ambos el Archivo que tenía esa sección en particular. Tal vez mientras sus compañeros se encontraban en esa labor, el podría seguir adelante y ver que se encontraba al final del pasillo, pues aunque podía jurar que había escuchado algo, el mismo sonido que llegó a sus oídos era tan solo un delicado soplido, el cual era imposible de identificar en esos momentos a menos que buscara su origen.

Michael seguía escuchando voces y, al menos por el momento, estaba convencido de que aquello no podía ser parte de la locura que le estaba inudando. Esa voz era real, tenía que serlo...

El bibliotecario echó una mirada a su alrededor, determinando que no existía ningún tipo de peligro. Decidió entonces avanzar en dirección al archivo que había indicado Brianna, decidido a examinar los documentos. Como bibliotecario sabía que aquellos documentos podían estar clasificados de diferentes formas, por año de antigüedad o alfabéticamente, o en algunos casos, tal vez con ambos sistemas mezclados. Era una suerte que tuvieran allí a alguien con sus conocimientos para ahorrar tiempo a la hora de buscar.

-Veamos. Tiene que haber algo por aquí... -indicó, situándose frente a los documentos.

El bibliotecario decidió examinar primero si dichos documentos se clasificaban por año o letra alfabética. Si era por año, les iba a resultar mucho más sencillo, ya que únicamente tendrían que echar un vistazo a los documentos de los últimos años, aquellos que demostrasen qué había sucedido para que Azkaban terminase cerrada. Siguiendo esa metodología, Goldman centró sus esfuerzos en tratar de buscar los documentos más recientes del archivo.

Erick abrió la boca para contestar que no sabría decirlo porque estaba dormido cuando llegó, pero entonces se dio cuenta y la volvió a cerrar. Indicó por señas a Badak que se detuviera y giró la cabeza en la dirección del soplido...sí.  Justo en el límite de lo que podía oírse. ¿Qué era aquello? ¿Una señal de otro pasadizo? ¿Una puerta mal cerrada? 

Fuera lo que fuese, necesitaba saberlo. Señaló al final del pasillo y añadió, en voz muy baja ​​​​​​. -Allí hay algo. Si es una trampa...huir y buscar a los demás. 

Sin esperar respuesta, apretó con fuerza su varita y fue en busca del origen de aquel sonido. 

Brianna agradeció que Michael se hubiera centrado lo suficiente como para poder revisar los Archivos de Azkaban. Ella lo había intentando, había abierto varios cajones y la cantidad de documentos y su extraño orden la habían abrumado. Levantó la mirada, entrelazándola un instante con la del bibliotecario y asintió con un suave gesto de cabeza antes de volver a centrarse en los papeles que tenía en la mano. 

Al bajar de nuevo la mirada sus labios se torcieron en una mueca de dolor. Todavía sentía sus heridas pulsantes y la ropa pegajosa por la sangre que había estado brotando de ellas. 

Pestañeó repetidas veces, alejando la sensación de mareo que tenía y volvió a concentrarse en revisar aquellos condenados archivos.

Erick se había alejado del grupo junto con Lord Badak, internandose aún más dentro del pasillo contrario a donde ellos se encontraban, con él fuera de su rango y con Tiberius aún en el centro de aquella sección a la que habían llegado, fueron Brianna y Michael los únicos que se internaron dentro del Archivo para que asi, este último pudiera buscar y ver si lograba encontrar algo que fuera de valor para los fines del grupo, esperando que al salir de la horrible prisión pudieran contar con algo que les ayudara a exponer los horribles y tortuosos crimenes que se llevaban a cabo allí dentro. Aunque Brianna intentó ayudar y se puso a revisar los numerosos estantes, muebles y archiveros que habían allí dentro, parecía que la cantidad de archivos y expedientes que habían a su alrededor terminaron por superarla, más aún cuando no daba con más que documentos de gastos, nombres de prisioneros que databan de años en los que ella tal vez aún ni había nacido y más papeles con cero utilidad para ellos, sin contar con la constante distracción de su cuerpo adolorido, aún asi, la mujer siguió intentando buscar algo de utilidad después de recuperar un poco la calma entre tantos archivos.

Michael por su parte, empezó con una metodología habitual de clasificación, el bibliotecario no tardó en hallar en donde se encontraban los documentos más recientes, en efecto estos estaban distribuidos por año y cada año, a su vez estaba organizado por orden alfabético. Lo extraño era que, aunque uno podría esperar que el Archivo llegara únicamente hasta el último año oficial de operaciones, antes de ser abandonado y olvidado (Según el Ministerio) había secciones que pertenecían a todos los años posteriores, llegando hasta la fecha actual. Buscando entre los documentos más recientes, el hombre no tardó en encontrar algo que sin duda le haría decir "Bingo" Se trataba de un pergamino a modo de carta, tanto Michael como Brianna podrían identificar que se trataba de un pergamino mágico, algo usual pero bastante avanzado para mandar mensajes entre puntos con distancias abismales entre uno y otro, algo útil cuando Azkaban estaba en el medio de la nada...

 

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"Espero que todo este yendo sobre ruedas por la prisión... ¿Ya tienes algún progreso? Nuestra reputación depende de este proyecto.

te he mandado la lista de nuevos candidatos, es lo mejor que he podido hacer, ya sabes que no quiero arriesgar mucho a aquellos con talento, pero por un par que desaparezcan...

Solo asegurate de darles buen uso"

Estaba claro que se había mandado este pergamino al principal responsable de todo el horror y matanza que había dentro de Azkaban; Matthew Bloodborn, quién ya habían tenido la desdicha de conocer en persona pero no había ninguna firma que pudiera indicar quién había escrito aquello, de igual manera no había constancia de la fecha en que se había mandado, pero debía, sin duda ser de alguién superior al jefe de aurores por lo que estaba escrito. Una vez este pergamino fue puesto a un lado, lo que el bibliotecario pudo encontrar, dentro de la misma sección de documentos de donde tomó la carta, sin duda era para dejar helada la piel… clasificados en orden alfabético, habían al menos un par de docenas de folders con expedientes, todos etiquetados con nombres desconocidos como titulo, y a su lado los sellos de "Aprovado" y "Rechazado según correspondiera, lo tétrico vino cuando, tanto el bibliotecario como la rompemaldiciones que se encontraba con él, vieron sus respectivos expedientes, junto con los de Erick y Tiberius, todos como aprovados...

Al abrir estos, pudieron ver sus respectivas fotografías, asi como sus datos básicos, y un breve resumen de sus profesiones, en el caso de Brianna, incluso se listaban todas las zonas en las que había estado debido a su profesión, y en el de Tiberius, todos los casos en los que había logrado sacar a algún prisionero de Azkaban gracias a su defensa. Todos los expedientes tenían algo en común sin embargo, la leyenda, escrita con lo que parecía ser un tipo de tinta roja de "Candidato apto para el experimento". Si veían en los demás expedientes, magos y brujas de todas las edades, situaciones sociales y aptitudes varias se encontraban allí, algunos aparecían como rechazados y no aptos, aquellos que como ellos, eran aptos, solo podían imaginar que estaban próximos a acabar como ellos o, habían perecido ya a manos de los crueles experimentos de Azkaban. Sea como fuera, imaginar esto era algo horrible, aunque ahora tenían en sus manos las pruebas de que el secuestro hacía sus respectivas personas se había planeado de cierta manera, de forma bastante metódica y con una evaluación previa.

Si Michael seguía buscando, tal vez podría encontrar algo más, aunque tenían que pensar bien ya que no sabían a donde había ido Erick, quién estaba con Badak, y bajar la guardia podría tener sus consecuencias, aunque la información que podian seguir sacando podría valer millones, como ya habían comprobado, y además, Tiberius podría alertarles de algo al haberse quedado en la zona central.

El Arlequín Feliz, aunque un tanto indiferente a las palabras y acciones de Erick, terminó siguiendo al hombre, sin decir nada y en vez de mantener un perfil bajo, continuando con esa manía que había adquirido desde que el grupo llegó a aquella sección de ver fijamente las paredes, como si pudiera ver a travéz de ellas o algo por el estilo, al menos era bueno que Badak, aunque perdido en su demencia y el horrible destino que había encontrado en Azkaban, atendía lo que escuchaba a su manera. Pronto, el comerciante pudo ver que se habia terminando alejando completamente del resto de su grupo, y junto con el Arlequín, llegaron hasta el final del pasillo al que se habían adentrado, con el fin de encontrar el origen del curioso sonido que había llegado hasta los oídos de Erick, uno que había logrado alertarle o al menos despertar su curiosidad. Para sorpresa del hombre, al final del pasillo se encontraba una pequeña zona que daba a una escaleras, con una única puerta de metal enrejada protegiendo la forma de descender ¿Tal vez el viento se había colado y eso había escuchado? La puerta protegiendo las escaleras parecía estar cerrada bajo llave, aunque muy seguramente se podría tirar abajo haciendo algún Bombarda o encantamiento similar para derribar algo con potencia.

Sin embargo, el sentido de alerta de Erick parecía encontrarse en su punto ideal, y aunque era cierto que se podía sentir una cierta ventisca colándose a travé de la sección inferior, esta no parecía ser el origen real de lo que había escuchado. El comerciante entonces, se pudo dar cuenta, al estar tan cerca de esta zona, de lo que en verdad había esuchado; se trataban de voces… pequeños cuchicheos se lograban filtrar en lo que eran suaves ecos, sin embargo, estos se iban haciendo más y más cercanos a medida que se quedaba escuchando ¡Iban hacía allí! Por supuesto el Arlequín Feliz no se enteraba de nada, aunque por suerte para Erick y todos sus compañeros que desconocían esto, Badak no había vuelto a reir como loco o a gritar como antes lo había hecho, de lo contrario seguramente hubiera alertado a quién fuera que estuviera de camino a la sección en la que se encontraba ¿Sería Bloodborn? Pronto esta pregunta sería respondida, cuando las voces se acercaron aún más y fueron lo suficientemente audibles para que el comerciante las captara y escuchara sin problemas.

—Mierda… ¿Porque Matthew nos puso a hacer esta tonteria?— Una voz dijo, parecía ser un chico, posiblemente de unos veintisiete años tal vez, la misma parecía estar quejándose. —Ni siquiera es posible que hayan salido vivos ¿O si?— Su expresión ahora fue de una curiosidad casi plapable, como si la posibilidad pudiera existir.

—No digas tonterias, por supuesto que no es posible… Nadie sobreviviría— Afirmó un hombre que sonaba aún más viejo que el primero que hablo, aunque el mismo parecía estar un tanto inseguro de su afirmación, parecía que ambos hombre cargaban algo consigo. —Pero estamos yendo a lo seguro, Matthew no seria tan tonto como para dejar cabos sueltos— Volvió a afirmar, convencido de cierta manera, de que todo era parte del plan.

Las voces pronto dejaron de hablar, pero en su lugar vino el sonido caracteristico de estar subiendo una escalera. Erick tenía que salir de allí corriendo, y llevarse consigo a un Badak que estaba distraido mirando dentro de una de las habitaciones que estaban cerca de la zona, de lo contrario también podrían esconderse, aunque esto significara no alertar a sus compañeros del peligro inminente que estaba yendo hacía ellos, y con Brianna, una de las más habilidosas para el combate seguramente distraída con Michael en el Archivo, esto podría ser muy peligroso. Aún asi la decisión era del comerciante, siempre y cuando se alejara de ese lugar pronto, pues aquellos hombres, quienes fueran estaban yendo a un paso veloz y pronto llegarían a la zona de la puerta.

El abogado permanecía en la zona central de la sección, aún sin haber elegido que es lo que quería hacer en el lugar al que había llegado con sus demás compañeros. Sin embargo, se dió cuenta que pronto se encontró a si mismo solo en el lugar, con Brianna y Michael dentro del Archivo que la misma mujer había ya mencionado anteriormente, con el fin de ver si encontraban algo que pudiera servir como prueba para exponer la terrible y tétrica situación que había dentro de Azkaban a escondidas de la comunidad magica. Y por otro lado, parecía que Erick junto con Badak se habían ido al lado contrario, caminando hacía uno de los pasillos e internandose en este.

Brianna ahogó una exclamación al ver los documentos que Michael había descubierto. cogió la carpeta que contenía su nombre y empezó a ojearla, pasando los papeles con mano temblorosa. 

— ¿Crees que con esto bastará para que alguien haga algo? — Preguntó, aunque no estaba muy convencida de ello. Aquel archivo era enorme, seguro que habían más cosas... Soltó un suspiro y dirigió la mirada hacia la puerta. Ya no se escuchaba la voz de lord Barack y, a pesar de que era un descanso el no tener que escuchar aquella risa que se metía hasta los huesos, su ausencia dejaba toda la prisión demasiado silenciosa. 

— Se están alejando demasiado... — Masculló, frunciendo ligeramente el ceño y se volvió a mirar nuevamente al bibliotecario. — Voy a asegurarme que están bien. Aunque parezca que ya lo hemos superado todo, no me fío... ¿Tú te quedas aquí, comprobando que no haya nada más? 

El abogado finalmente se quedó inmerso en sus pensamientos ¿En qué momento un auror, aunque no creo que sea el único, tan reputado, decidió dejarse corromper? ¿Quién más estará en sus mismas condiciones? Él solo no puede estar metido en todo esto... y si fuera el caso... ¿cómo han podido ocultarlo tan bien? Suspiró.

No entendía cómo podía haber personas en el mundo así. Él se metió a la abogacía para defender a los inocentes. Muchas veces había ganado la batalla, otras, las había perdido. Había defendido a personas que en un primer momento parecían inocentes y finalmente eran culpables y al revés. Noches enteras estudiando diferentes casos para defenderlos ¿Qué puedo hacer para que el mundo pueda ver esta corrupción y esta brutalidad? Pensaba. Le seguía dando vueltas y algo muy dentro de él también le decía que ya se las apañarían para callarlo.

En un momento dado, se dio cuenta de que se quedó solo en medio de la sala. Había perdido, en cierta forma, la noción del espacio tiempo. Observó la sala Ya estamos cerca... pensó. Vio que Brianna y el bibliotecario se pusieron manos a la obra con el archivo. Erick junto al Arlequín siguieron por otro lado de la sala. El abogado decidió ir en la dirección opuesta del mercader, para abarcar más perímetro de investigación. 

Llevaba su varita en mano y estaba atento a cualquier signo raro. Con su varita, señaló la pared - Aparecium - conjuró esperando a que aquellas paredes pudiesen aportarle algo.

Michael observó los documentos que habían logrado encontrar, sorprendiéndose ante dos hechos de lo más llamativo. El primero de ellos, que los archivos no terminaban en la fecha en que la prisión de Azkaban había sido cerrada oficialmente, llegando hasta la actualidad. El segundo es que en ninguno de aquellos documentos figuraba la firma de Matthew Bloodborn ni de ninguno de sus posibles superiores. Los documentos estaban ahí, pero para el bibliotecario aquello no se sentía como una victoria.

-No. No lo creo -respondió, con sinceridad, el bibliotecario cuando Brianna le preguntó si aquello bastaría para que hubiera alguna consecuencia legal contra los implicados-. No hay firmas. No hay nada que atestigüe que han sido ellos, aunque nosotros sepamos que sí. Podrían justificar que son documentos falsificados y culparnos a nosotros. No... no sé si esto sería suficiente...

Goldman asintió a las palabras de Brianna cuando la rompemaldiciones le preguntó si se quedaba allí mientras ella acudía a buscar a los restantes compañeros antes de que se alejasen demasiado.

-De acuerdo. Me quedo aquí -indicó el bibliotecario, tomando en ese momento el documento en el que venían sus datos, con la intención de leerlo detenidamente. Tenía curiosidad de saber por qué Bloodborn o sus superiores le habían escogido a él para aquel macabro experimento.

Tan cerca de la libertad y de nuevo en apuros. Badak miró la puerta con pánico: ¡Por supuesto que Bloodborn cubría todas las posibilidades! 

¿Esconderse? Sería fácil pero el problema seguía estando ahí y era una canallada dejar que cogieran al resto por sorpresa. ¿Emboscarlos? Badak era una incógnita y él un duelista mediocre. Sólo le quedaba huir. Se arriesgaba a una maldición por la espalda, pero ¿no había eludido ya otros peligros? 

Con su mano libre, tiró furiosamente de Badak, que parecía no haberse enterado- ¡Gente de Bloodborn!¡Rápido!- y salió disparado antes de que lograran abrir la puerta. 

Cuando oyó el crujido metálico de su apertura ya se hallaban muy lejos. Casi había llegado al archivo. Sólo un poco más...