Partida Rol por web

-¿En son de paz?- la voz del gangrel resuena con fuerza detrás de Selene, sus ojos escrutan al nosferatu con curiosidad. Eran tan feos como decían y no entendía como Selene les había abierto la puerta… Recordaba su nombre de cuando estuvo en el avión y dieron una pequeña reseña de todos los miembros importantes de Erebo-. Y yo que quería algo de acción.

De seguro había detectado sus presencias desde que estuvieron en las cloacas, siguiendo sus pasos y esperando el momento oportuno para… algo. Si los rumores eran ciertos, este tipo había querido derrocar a la príncipe desde hace rato. Solo que nunca lograron agarrarle con las manos en la masa.

-Muchacha, avisa a los demás que tenemos compañía. Esto es algo que seguro querrán oír- se apoyó en la puerta, tapando todo el interior con su corpachón. A pesar de la superioridad numérica aparente, no dejaba de pensar que alguien no aparecería por ahí a menos que tuviera un as bajo la manga-. Mamá y Papá me dijeron que no hable con extraños señor Yuri- estaba seguro que sabía que ellos no pertenecían a la camarilla y estaba tentado a arrancarles las cabezas allí mismo… pero un posible aliado era difícil de rechazar, sobre todo uno que ya estaba totalmente afianzado en la región y debía tener la más grande red de información y contactos-. Tiene suerte que no sea muy obediente. Aunque su compañero debería esperar fuera. Soy un buen anfitrión y no correrá peligro… algo que sospecho ya sabía al venir hasta mi puerta.

No dijo nombres ni ningún tipo de información adicional, tampoco reveló si era él el líder o no. El que aparecería justo cuando los demás no estaban era adrede. Como fuera, si dejaba a su acompañante esperando afuera, le dejaría entrar. Solo por si acaso.

Una euforia desgarradora la invadió al escuchar la voz de su camarada retumbar a sus espaldas. Se apartó discretamente, aprovechando para tocar ligeramente el brazo de Víctor en señal de agradecimiento ante su rescate. Se adentró en el salón de la planta baja y echó una mirada significativa a sus compañeros. Sentía que estaban en peligro y la adrenalina corría por sus venas.

Veloz como un rayo, sacó el móvil del bolsillo trasero de sus pantalones. No se había dado cuenta de que tenía un mensaje sin leer. Tecleó rauda y veloz sobre la pantalla del aparato, como era su costumbre, y volvió a guardarlo en su sitio antes de que Víctor hiciese entrar al punkarra. No quería que se pusiesen alerta ni que se esperasen que los refuerzos estuviesen de camino, en caso de que tuviesen pensado hacer algo. Se quedó cerca de uno de los sofás, cruzada de brazos, esperando a ver qué ocurría. 

Las chicas hacía rato que descansaban bajo tierra y ahora era Ramón el que lo hacía sentado en el sofá junto a Lawrence mientras veían la televisión.

-¿Aquí tendrán satélite? Compadre, mira a ver si encuentras Televisa o el canal Azteca, si tenemos suerte podremos ver el Chavo del ocho. ¡Órale! Que se nos va a acabar.

Alguien decidió que era buen momento para hacer una visita. Si se hubiera tratado de México podría ser algún cobrador, vendedor de seguros o ambulante. Pero aquello era Erebo.

¿Quien frijoles viene a molestar con el frío que hace? Hay que ser pendejo.

Quizás era alguno de sus compañeros, pero ellos tenían llave. Observó a Selene mientras acudía a abrir y no le quitó ojo de encima a la puerta, preparado para reaccionar ante cualquier imprevisto, uno no vivía cientos de años sin ser precavido. Cuando la puerta se abrió se puso inmediatamente de pie, era un vampiro y no era de los suyos, tampoco se fiaba de sus palabras amables. Se acercó a la puerta junto a Víctor y Selene no sin antes susurrar algo a Lawrence.

-Estate atento y preparado para cualquier cosa compadrito.

Se cruzó con Selene y asintió sonriendo a su advertencia mientras veía que agarraba el celular, hacía unos minutos había vuelto a escuchar el politono de la cucaracha pero estaba ya cansado de tener tantos mensajes en el teléfono. Si era su superior no tenía nada nuevo que contarle y si eran sus compañeros habrían enviado el pinche mensaje a los demás. Al llegar a la puerta miró de cerca a los recién llegados.

-Los camarillas siempre bien educaditos compadre, aunque no por eso menos peligrosos. Claro que usted no es así. ¿Verdad señor Yuri? Usted es un caballerote de palabra y eso lo respetamos aquí, si señor. -Dejó el paso libre al nosferatu, si Víctor le dejaba pasar él no tenía ningún problema, y echó un ojo a su acompañante.- Yo puedo cuidar de su amigo. Aunque hay algo que me inquieta tantito. ¿Le preocupa tanto la mascarada que se hace acompañar por un chamaco con una cresta roja? Muy discreto compadre, muy discreto. Jajajajajaja. ¡Me cae rebién este tipo!

No pudo evitar reírse, porque o aquel vampiro era un estúpido o era un genio. Quizás con alguien tan estrafalario las miradas se centrarían en aquella cresta y él mismo pasaría desapercibido.

El nosferatu sonríe con la presencia de Victor, deja así ver sus colmillos chuecos y terriblemente distribuidos en una boca para nada agradable de observar.

Luego el padre Ramón le habla, los ojos amarillos de Yuri se posan en el dejando ver una faceta seria e inquebrantable.

- Por supuesto padre, por supuesto, que es de un hombre sin su palabra, que es de la palabra sin que el hombre la haga valer – nuevamente se agacha levemente como un gesto exagerado de aprobación a sus palabras – no se preocupen por Rayleigh, él solo vino en caso de que no lleguemos a ningún acuerdo cordial, pero si los molesta, le pediré que se vaya –

- Lo hare, pero ten cuidado viejo, grita si necesitas mi ayuda… - dicho esto, el muchacho se aleja hacia los bosques con las manos en su chaqueta colorida y con su sonrisa inquietante, el vehículo de Aurora quien había conducido a gran velocidad para poder llegar rápido, se ve llegando no muy lejos de la casa, logrando cruzarse con el que parecía ser el guardaespaldas de Yuri, logrando zafarse por los pelos de ser arrollado, sin embargo en ningún momento se le quito aquella sonrisa tan extrañamente perturbadora de su cara –

Tanto Aurora, como Leonid y Athanasivs bajan del vehículo y Yuri, los saluda de la misma manera cordial que había hecho con Selene.

- Buenos días dama y caballeros, permítanme presentarme, mi nombre es Vladislav Yuri Spiridon, pero como se lo había dicho a la señorita que muy amablemente me había abierto la puerta, pueden llamarme Yuri, muy bien, creo que ya están todos presentes, o ¿Acaso falta alguien más? –  

Todos se disponen a salir del refugio del Padre Athanasivs siendo Aurora la que conducía su vehiculo a una velocidad que en otros lugares seria simplemente motivo de multa, sin mencionar que la nieve resultaba un factor agravante en cualquier tipo de maniobra por parte de la conductora, sin embargo y muy al contrario de lo que las estadísticas dictaban, llegaron sanos y salvos a la casa.

Antes de llegar a ésta, lograron cruzarse con un hombre quien contaba con cabello punk rojizo, chaqueta verde agua y como pantalones rasgados, el punki mira sonriente sin inmutarse por casi haber ligado terrible choque, tanto que ni siquiera saco las manos que llevaba dentro de la campera.

El extraño individuo se perdió en los bosques por lo que ahora el objetivo de todas las miradas era la del Nosferatu que se encontraba en la entrada de la casa, donde estaba Víctor haciendo del papel de guardia que no lo dejaba pasar.

Todos bajan y se acercan a aquel vástago de ojos amarillos, vestía con unos ropajes elegantes como de los años 20, todo ese conjunto bastante curioso se complementaba a la perfección con un bastón negro que le servía como soporte ante una posible cojera o simple moda, llevaba un sombrero típico de aquella época victoriana y saluda a todos con un ademan cortes realizado agachando la cabeza.

- Buenos días dama y caballeros, permítanme presentarme, mi nombre es Vladislav Yuri Spiridon, pero como se lo había dicho a la señorita que muy amablemente me había abierto la puerta, pueden llamarme Yuri – al sonreir, deja ver sus colmillos chuecos y terriblemente distribuidos en una boca para nada agradable de observar – muy bien, creo que ya están todos presentes, o ¿Acaso falta alguien más? –

En verdad podía confiar plenamente en sus compañeros, actuando de forma coordinada y esperando lo peor. Incluso el Padre Ramón se colocó a su lado, listo para detener cualquier hostilidad… y tenía un puto hoyo en el pecho.

El tipo raro de la cresta se alejó, sin protestar o molestarse de dejar a su compañero en un lugar desconocido con cuatro cainitas del Sabbat… O le importaba una mierda el bienestar de ese tipo o confiaba totalmente en sus capacidades. Como fuera, más razones para estar alerta.

La llegada de Aurora y toda la caballería le hizo lanzar una queda maldición de sorpresa, no esperaba que contestaran tan rápidamente, aunque no había visto el mensaje que les envió Selene. Aprovechando que el nosferatu miraba hacia dónde venían los demás cainitas, Víctor les hizo un gesto apaciguador, para que no empezaran una carnicería de la nada… al menos hasta oír lo que tuviera que decir el espanto ese.

-Papá y Mamá llegaron- dijo como si la diversión hubiera desaparecido de repente.  

Se acercó con rapidez a la puerta abierta para ver quién venía. No podía creer lo que veía. No había acabado de mandar bien el mensaje que los refuerzos ya habían llegado. -¿Pero qué coño...?  Si habían dicho que no venían... - susurra al padre Ramón. No estaba molesta, aunque su cara estaba seria. Estaba... sorprendida. Gratamente.

Se quedó posicionada al lado libre de Víctor, cubriendo así todos los flancos. Miró otra vez al bicho feo que quería entrar en su tranquilo y acogedor refugio y sintió un escalofrío de disgusto con la simple idea de que ese ser rompiese la perfección que Aurora había conseguido. Hizo una mueca, que se convirtió en una sonrisa ante el comentario de Víctor. - Se acabó la fiesta. - Soltó con una risita. 

Había echado unas cuantas risas mientras estaba de copiloto al ver la manera apresurada en que conduce Aurora, en esos momentos no puede evitar asociarla a una de las caricaturas de Hanna Barbera, los autos locos y es que en cierto modo esa conducción frenética solo podría haberla aprendido de esa serie. Verla en esa urgencia de llegar de manera expedita al refugio termina por resultar ser toda una distracción que está disfrutando y confía que ella también.

En ese momento su mirada se desvía hacia la ventana y sus ojos se posan en aquel sujeto vestido de punk, memorizando la apariencia de este con esa sensación de alerta disparada ante cualquier detalle que pueda resultar sospechoso. Especialmente al ver como este en esos mismos segundos entra en el bosque.

-Nota Aurora: probablemente ese chico signifique problemas-.

Dice en un tono atento y meditativo, sin sentir como el tiempo se terminó por acortar hasta que llegan al refugio. Quita el seguro a su Makarov para prepararse a desenfundarla cuando sea necesario, viendo a lo lejos que hay alguien en la entrada y eso lleva a disparar más sus alertas.

-Cubre mi retaguardia-.

Termina por solicitar a Aurora tras bajar del vehículo y comenzando a caminar en dirección donde se encuentran ellos. Quedando a cuatro pasos de distancia puede notar que se trata de un Nosferatu quien se presenta con un nombre de origen ruso con esa apariencia pulcra de los años veinte, cruzándose de brazos mientras estudia detenidamente su comportamiento y correspondiendo a ese ademán de saludo.

-Buenas noches señor Yuri, mi nombre es Yarilo-.

Dice tras escuchar la presentación de Aurora como si fuese una corsaria, cosa que lo llevaría a reírse si el momento no fuese tan delicado.

-Tiene cinco minutos para explicarse la razón de aparecer en este lugar-.

Termina de ordenar tras colocar las manos en su cintura y revelando las dos pistolas que porta tras echar atrás su chaqueta. Su tono marcado es tan ruso como el del Nosferatu, tomando confianza que todos están preparados a atacar de ser necesario y sabe que lo mejor es no revelar todo el conocimiento que ellos tienen respecto a la situación de la Camarilla.

Debe ser una trampa

Me quedo paralizado por la sorpresa al ver el cartel después de que ayer no hubiera ninguna señal en mi casa de que nadie hubiera venido a buscarme ni llamadas en mi smartphone. Decido, sin saber realmente porque preguntarle a Aurora. No se de donde me viene la confianza que deposito en ella, pero me cuesta muchísimo esfuerzo tan siquiera cuestionármela como estoy haciendo en estos instantes.

– No tenéis razón decir que estoy muerto y que me vean los que me conocían por aquí no parece la mejor de las ideas. – Asintiendo ante la propuesta de Selene. – Sí y ahora me he unido a vosotros que… Alguna cosa les tengo que contar ya que se extrañaran de verme con unos desconocidos.

Mientras estoy en la habitación dándole vueltas al asunto vienen las visitas y me situó al otro lado de Selene después de haber comprobado antes de salir de la habitación que mi arma reglamentaria está a punto.

Al cabo de poco llega Aurora con el que, que yo sepa es el jefe.

La sorpresa de la llegada repentina de Aurora era obvia ante todos los presentes, bajo con ella Leonid mientras que el Padre Athanasivs había sido dejado en las alcantarillas.

Yuri observa el arma, pero su rostro serio no es perturbado, al contrario, se ve una leve sonrisa en su malformada faceta.

- Entonces, debere aprovechar muy bien mis cinco minutos señor Yarilo –.

Agacha la cabeza y rápidamente dice:

– Creo que algunos de sus agentes han presenciado recientemente el ataque de unas criaturas que habían llegado desde el océano, muy amablemente dejaron uno de los cuerpos a la vista en un puerto que es ampliamente concurrido en horas de la mañana, pero por suerte, uno de mis muchachos rondaba cerca hace pocas horas y pudo ver el cadáver, por lo que la mascarada se mantuvo a salvo, pero me temo que no es la primera vez que esas criaturas hacen aparición en esta ciudad, en cantidades menores a cinco son una risa para un vástago con cualidades medianamente respetables, pero…cuando se trata de un ejército como al que nos enfrentamos a principios del milenio, o sea, en enero del 2.000, la situación era terriblemente peor, apenas los miembros de la Camarilla pudimos hacerle frente y todo gracias principalmente a la tribu del viejo Nanuk y a la Sheriff Darija que sabrán también, ha caído en una extraña alienación y como la Príncipe ha desertado de su ciudad, me temo que no tenemos remedio alguno que venir y pedirles ayuda a todos ustedes –.

Toma el sombrero con ambas manos.

- Soy consciente de la presencia de magos y quien sabe qué tipo de criatura más haya en esta extraña ciudad, pero…me temo que no somos nada para enfrentarnos a una nueva oleada de estos seres acuáticos, ni siquiera el viejo Nanuk está para ayudarnos ya que toda su manada fue eliminada -.

Su semblante se vio levemente entristecido, pero al rato levanta de nuevo la mirada.

– Sabemos que han llegado para tomar la ciudad y nuestro código no nos permite hacer nada más que ceder nuestro puesto siempre y cuando nos ayuden a defender la ciudad, incluso la capilla pasara a ser del Sabbat, solamente pido una oportunidad más de vida para aquellos que no tienen culpa alguna de nuestros asuntos sobrenaturales –.

Mete la mano en su saco y saca un libro, sellado con una cuerda antigua y cubierto con cuero animal, uno de esos libros que hoy en día serian prohibidos debido a su inmoral presentación.

- Es un libro, no un arma, calmense -

– Consideren esto un regalo de buena fe, se trata de un libro del cual podrán sacar mucha información de todo lo que respecta a estas criaturas acuáticas y algunas otras que al parecer pertenecen a una zona alejada de lo que podría ser la Umbra u otra zona aún más desconocida…el libro es uno de los pocos que quedan en el mundo, solo sé que un par de ellos se encuentran en Londres, y este particularmente sufrió la desgracia de perder varias hojas debido a la antigüedad e incompetencia de su anterior guardián, está escrito en Latín, es una obra que data a una época anterior al siglo cuarto después de Cristo, fue escrito por intelectuales germanos y hoy por hoy, pertenece a una manada que espero la sepan cuidar como el tesoro que es… -.

Dicho esto, estira la mano suavemente esperando que Leonid lo agarre.

– Espero que los minutos hayan valido la pena – sonríe y calla -.

Otra facción... Genial -Piensa mientras sigue hablando ese "no`sfeo ni nah" . 

Aurora se calla muchas, muchísimas cosas que podría decir en esta situación, incluido dos escopetazos a bocajarro para acabar con la miseria de ese tipo, pero le corresponde a Leonid llevar la voz cantante y como dicen en la pelicula de El Padrino, no debes dejar que sepan lo que piensas.

Suspira antes de decir algo.

-Suena a que has venido a negociar la rendición de la ciudad.  Yarilo, quizá deberíamos pasar todos a dentro de la casa y hablar como buenos hijos de cain. -Eso ultimo se lo dice a Leonid con un gesto que indica urgencia o peligro

Su expresión seria se mantiene durante la explicación que va dando el Nosferatu respecto a la situación que esta viviendo aquella ciudad remota. Comenzando a imaginar como ocurrieron los hechos y en cierto modo recordando los eventos asociados al 1999 cuando se pensó que llegaría la Gehena,  como eso genero una histeria colectiva en el pueblo de Caín junto a las consecuencias que terminó por traer.

Entonces eso explica porque se estableció este pacto entre sobrenaturales pertenecientes a esta ciudad. 

Sigue escuchando mientras comienza a conjeturar y lamentablemente su teoría número tres viene  a ser en realidad la piedra angular que descarta la primera teoría pero corrobora la segunda como mecanismo de estrategia básico.  Siendo este su más grande temor ahora.

Nanuk, la Príncipe y la Sheriff llenaban los lugares de poder, permitiendo establecer un orden como ocurre con el crimen organizado. Esos poderes quedaron vacíos y ha causado que se generen los caudillos, aprovechado por parte de Kenneth como lo haría cualquier gremialista criminal, significando que existen otros seres sobrenaturales que estén actuando de esta misma manera sin que nos enteremos.

Termina por ser su revelación hasta que observa el libro extendido por el Nosferatu, además de ofrecer la Capilla Tremere como ofrenda de paz al costo de proteger a los habitantes. Los ojos dorados de Yarilo muestran un brillo  color carmesí intenso en pequeños puntos como respuesta emocional, escuchando al mismo tiempo la sugerencia de Aurora y guarda silencio por un segundo posando nuevamente la mirada en el Nosferatu.

-Fueron cinco minutos que ha logrado aprovechar bien-.

Observa al resto de la Cofradía llevando las manos a los bolsillos de sus vaqueros.

-Todos adentro ahora-.

Dando la orden y esperando a que todos se encaminen a esa sección del refugio para hablar  dentro con más calma.

-Todos apaguen sus celulares, no es seguro hablar asuntos importantes en el exterior-.

Comenzando a encaminarse en dirección a la sala principal del recinto para hablar con más tranquilidad de aquel tema. Especialmente porque cuentan con minutos para tomar una decisión.

Víctor se apartó de la puerta donde, junto con el Padre Ramón, formaban una especie de barrera entre el Nosferatu y el refugio. Luego hablaría con Aurora sobre como ese ser había logrado encontrar el puto refugio tan rápidamente. No podían pasar desapercibidos ni cinco minutos.

-Un ejército de apestosas criaturas- pensó con desagrado-. Genial.

Hizo caso a Leonid y apagó su celular, para tomar posición en un lugar que le permitiera vigilar el exterior y el interior por igual. Estaban todos, armados y preparados, pero eso no significaba que no apareciera algún otro ser queriendo joderles. Por lo menos había acertado en que ese cainita tenía algo que ofrecerles, aunque siempre pensó que nada era gratis y siempre se termina pagando intereses. Yuri tenia mucha informacion, asi que era una excelente oportunidad para aclarar eso que no sabian, pero una vez mas era algo que decidirian los demas. Él solo queria destazar algo.

Ante la invitación de Aurora y Leonid, Yuri intenta pasar no sin antes darle paso primeramente a las damas.

- No se preocupe caballero, no cuento con teléfono alguno, si prefiere, puede realizarme un cateo -.

Una vez todos adentro, el vástago nosferatu ingresa y se coloca junto a la pared más cercana a la salida, al caminar, se nota que era levemente cojo, una condición bastante extraña entre los no muertos, pero real tal y como podían notar en Yuri.

- Agradezco enormemente la amabilidad brindada de dejarme entrar en la casa, sé que puede ser sorprendente que los haya localizado, pero…los rumores de que llegaría una manada del Sabbat a esta ciudad, me exigieron buscar aliados y agentes que constantemente los rastree por motivos de seguridad, ustedes comprenderán que desgraciadamente su secta no tiene buena reputación, pero no los estoy juzgando ni nada, simplemente me atenía a las posibilidades que conllevaban tenerlos aquí -.

Calla un momento, toma su bastón con ambas manos y fija su mirada hacia la ventana.

- El caballero que me acompañaba es un cambiaformas, uno de los tantos extraños que rondan esta ciudad, hasta ahora tengo información de un hombre oso, un hombre puma y un hombre zorro…el hombre zorro era mi acompañante, se llama Rayleigh, es un personaje con una risa molesta, pero…es un buen espía, especialmente por su capacidad de acceder a la Umbra, ha sido él el principal encargado de seguirlos…pero incluso la Umbra aquí es un plano demasiado volátil, extraño, oscura, terrible -.

Se pierde en sus pensamientos y vuelve a mirar a los presentes.

- Erebo ha resultado un pedazo de tierra muy especial desde mucho antes de que los hombres la colonizaran, es por ello que deseo preservarla y evitar que los seguidores de ese dios durmiente la tomen para no sé cuál sea la razón exacta…  - nuevamente calla un rato y se percata de que sus palabras pueden resultar realmente confusas - …disculpen mis desvaríos, patrañas de viejo que salen sin querer -.

- ¡Uy! ¡Pero si los que tienen ganas de fiesta son ellos! - susurró de nuevo. Una sonrisa que se reflejaba en su mirada había aparecido en su cara. Miró a Aurora con admiración. Se dio cuenta de que esa tía tenía los ovarios bien puestos. Y encima conocía al bicho feo. En realidad no se sorprendió. Aquí cada cual tenía sus recursos. 

Prestó mucha atención a la información que estaba dando el horrendo ser. Estaba segura de que ahí estaban muchas de las claves que estaban buscando. Se quedó perpleja: no podía creer lo que estaba oyendo. Estaba siendo muy fácil colocarse como grupo dominante del territorio y le estaba dando muy mala espina. Lo que se les venía encima debía ser realmente grande, peligroso, mortal. Si no, esos pobres desgraciados hubiesen peleado su posición. Cuando el bicho feo sacó el libro, le costó contenerse para no arrebatárselo de las manos. Después negociaría con el jefe para que la dejase echarle un vistazo. Quizás fuese mejor que el que habían encontrado en el museo y contuviese algo de lo que estaban buscando para, por fin, poder tirar de un jodido hilo. Sacudió imperceptiblemente la cabeza, intentando dejar de irse por las ramas y volvió a prestar atención a lo que estaba ocurriendo. 

Pocos segundos después de que Leonid diese la orden ella ya se había apartado de la entrada, adentrándose hacia los sofás y apoyándose en el reposabrazos de uno de ellos, en segundo plano, y había desconectado su móvil. De momento ya no me vibrará el culo, pensó divertida. Se fijó en la cojera de Yuri. No tenía constancia de ningún ser que pudiese dañar de tal forma a un vampiro como para provocarle un daño permanente. Quizás esas criaturas marinas fuesen la causa... Miró con interés al Nosferatu, escuchando la historia que tenía que contar.

Aurora que era las atrasada se asegura de ser la ultima en pasar muy pesar de los intentos del nosferatu por ser el último.

Tras pasar deja la puerta abierta lo máximo posible e insiste en ello. Aunque pueda parecer de los mas extraño teniendo a Yuri con ellos, si este decidía de escapar podria hacerlo por cualquiera de los enormes ventanales rompiéndolos como en las películas de acción. No quería gastar dinero ni tiempo en reparaciones.

...Si prefiere, puede realizarme un cateo.

-No hará falta un chequeo, dudo que lleves algo bajo esa ropa que pueda matarnos a todos de un plumazo.

El vástago nosferatu ingresa y se coloca junto a la pared más cercana a la salida.

Se le queda mirando a muy poca distancia mientras escucha la historia que tiene que contar, de la cual le salen ciertas dudas que expondrá pronto. Coge el obsequio de buena fe de la mano del nosferatu con poca delicadeza para comprobar que no tenga ninguna trampa mágica y se la entrega a Ramón. Intuye que al ser sacerdote igual ha dado alguna misa en latín y pueda traducir eso. 

A continuación vuelve a ponerse a una distancia de tres pasos del camarilla. -Disculpa si nuestros modales no son los de un Ventrue o Tzímisce anfitrión, no tenemos nada de beber para ofrecerte. Pero ya que has venido aqui a... Parlamentar y has captado nuestra atención, deberías sentarte. Le apunta con la escopeta desde la cadera para que entienda que lo de sentarse no es negociable.

Espera que se siente para poder seguir la conversación o por el contrario apretaría el gatillo para arreglarle esa cara.

Coge una silla y se sienta en ella colocando del revés el asiento, con el respaldo por delante orientado hacia su invitado.  -Antes de las negociaciones entre caballeros creo que vienen unas preguntas de cortesia, como un preámbulo, eso si no tiene que alegar daños y perjuicios, creo.  

Lo primero de todo es que quiero que le digas a Rayleigh que venga, quiero hablar con el y que forme parte de las negociaciones. 

Segundo, un manual de instrucciones pordiosero de como matar bichos marinos que es vuestro trabajo, no es garantía de nada. Te veo y solo veo un enemigo. ¿Como podemos saber que algo de lo que salga por tu boca es verdad? 

Siendo sincero consigo mismo aquel vampiro no le desagradaba a pesar de ser de la Camarilla, aunque solo por eso no iba a perderlo de vista, sabía lo engañosos y falsos que podían llegar a ser y si intentaba jugarsela lo lamentaría. Parecía muy seguro, así que o estaba disimulando muy bien, o tenía un plan de escape, en cualquier caso se alegró y sorprendió al mismo tiempo al ver aparecer el coche de sus compañeros con Aurora al volante.

¡Vaya! ¡Es rápida y furiosa la chamaca!

Quizás era que no habían llegado al refugio pues volvían los mismos que se habían marchado. Quien sabía. Con el permiso de Leonid para que pasara y la retirada definitiva de su acompañante se dispuso a escuchar lo que tenía que decir. Se acercó a una ventana y se apoyó para así poder echar un vistazo si alguien se acercaba, quizás solo quería distraerlos. Abrió los ojos sorprendido al escucharlo hablar.

¡Híjole! Si que habla rápido el pendejo.

Al parecer necesitaba ayuda y a cambio les regalaría un pinche libro. No es que no le resultara curioso, es más, le gustaría echar un vistazo a aquel volumen, pero la propuesta era cuanto menos extraña. A la orden de Leonid sacó su celular y lo apagó, no más politonos mientras estuvieran reunidos, cosa que en el fondo agradecía. Ramón sonrió cuando Yuri dijo que no tenía teléfono, cosa que no ponía en duda.

-Aurorita chamaca, igual quieres cachear a nuestro compadre. -Ramón intentaba contener una risotada, para hacerlo volvió al tema principal de la conversación.- Este lugar es repadre, no hay tiempo para aburrirse aquí. -Comenzaba a preguntarse si allí habría humanos normales, si no hubiera bebido de alguno y enterrado a otras comenzaría a dudarlo.- Una lástima que ese pendejo nos haya localizado, queríamos organizar una fiesta sorpresa nomás, ahora nos la arruinó... ¿A cambio usted quiere que le organicemos otra fiesta para unos seres acuáticos que nos importan un carajo?

Ramón no tenía claro que fuera necesario hacer eso. Habían ido a Erebo con una misión y lo que se saliera de ella le importaba bien poco, como si la ciudad se llenaba de peces con patas cuando se marcharan. La única ventaja de aquello era convertir Erebo en una plaza fuerte para el sabbat, pero esa decisión no le correspondía a él, así que siguió atento sin dejar de mirar al exterior vigilante.

Había permitido que Aurora funcionara como anfitriona y cogiera el libro dado que al ser de contenido ocultista ella podrá darle un mejor uso.  Tras ver que todos ingresan, cierra la puerta para encaminarse rápidamente donde se encuentra el cómodo living y ve como el Nosferatu se apoya en una de las paredes mientras el Lasombra decide tomar asiento en el sillón principal, ese que queda al costado derecho de la ventana de un tono caoba bastante cómodo.

-Como ha dicho la señorita, debe tomar asiento. Es parte del protocolo para una negociación -.

Sabe que no es necesario entrar a registrar al Nosferatu, aunque se lamentó en un principio de no hacerlo por sus propias aprehensiones protocolares en la red de espionaje. Pero en cierto modo, ha dejado claro un mensaje bastante claro que entre los espías transmiten para marcar posición de poder "si deseáramos eliminarlos, lo habríamos hecho hace rato".

Tras tomar asiento  apoya los brazos en los respaldos correspondientes y posiciona su espalda de manera recta mientras la Bruja se mantiene a su lado apuntando al Nosferatu ante la mínima señal de traición. Pensando que todos comprenden la libertad de participación en realizar preguntas y establecer observaciones dentro de esta reunión, pero que al final quienes tomarán la decisión en las negociaciones son él junto a Aurora.

Creo que han pasado por alto ese dato.  Nos han estudiado hace tiempo y sabían desde un principio de nuestra llegada, de eso puedo realizar toda una serie de preguntas importantes y que aun nuestra posición es precaria.

Piensa mientras va escuchando atentamente el relato de las intenciones de la Rata por proteger la ciudad y su primer alcance de datos sobre la existencia de los cambiaformas, entre ellos un zorro que es su aliado además de un hombre oso además del puma, sin evitar pensar que posiblemente este último se trate de un aliado de Kenneth o de el mismo.  Enarcando la ceja por unos segundos aun manteniendo la seriedad en su rostro a la que pocos están acostumbrados y viendo como muchos se apresuran en realizar preguntas.

-Como ha visto, muchos de nuestros hermanos tienen preguntas a realizar. Y es importante como ha señalado la chica de la escopeta con ovarios de acero que llame a Rayleigh a participar en esta conversación si es un aliado importante para usted y la situación que ha planteado-.

Lo observa directamente a los ojos en ese dorado centelleante y marcado en astucia.

-Primero responderá cada una de nuestras preguntas y la negociación se formalizará de acuerdo a los términos que han de establecerse entre usted, yo y la chica de la escopeta-.

Termina de decir en ese marcado acento ruso, dando las directrices de como se llevará a cabo la reunión además de ser evidente una astucia natural ante este tipo de situaciones. A pesar de su aspecto algo delicado, es evidente que exuda un aura depredadora, de alguien amenazante y despiadado, depravado en consumir completamente la inocencia, ese tipo de sensación que vienen a la rastra antes del abrazo.

Amo esa ingenuidad salvaje de Aurora. No deberíamos de mostrar todas las cartas