Partida Rol por web

Mientras observaba el comportamiento de Smith, aquel del que ya habían hablado los nuestros con cierta preocupación, no me sorprendió verle actuar con notables signos de megalomanía. Pero lo que sí que llamó mi atención fue verle cambiar su actitud agresiva por una paciente una vez Kenneth le regaló unas simples palabras. Me pregunté al instante qué relación de poder había entre ellos, qué acuerdo existía y qué beneficios generaba tal acuerdo como para volver levemente dócil a alguien que sin dudas debía atravesar sus días considerándose el pináculo de la evolución mágica. Sonreí un instante por lo que pensaba y volví al rictus que me caracterizaba, sin quitar mi vista de los presentes en momento alguno.

La mención de los que llamaron Aurora y Aaron me remitía simplemente a los esporádicos recuerdos de las pocas conversaciones de la noche, así como el haber conocido por lo menos a una de los sujetos mentados, pero había información de por medio que faltaba. ¿Qué había acordado Aurora? ¿Qué intereses guardaban los cambiaformas y magos? ¿Qué había necesariamente en esta ciudad además de la favorable y evidente larga noche que nos cobija? Claramente el lugar tenía poder, un poder que no podía percibirse a simple vista pero que estaba allí, latente, para aquel que pudiera y quisiera tomarlo.

Mis sentidos se agudizaron al escuchar nuevamente a Allan, mi mano se movió instintivamente a la espada y mis colmillos emergieron en una faz que denotaba mi desagrado ante el comportamiento del mago. Y aunque las palabras de Stein y Leonid no buscaban sino manejar de forma inteligente la situación, me mantuve expectante en caso que esas amenazas buscaran convertirse en acciones.

Allan da un paso, intenta hablar, sin embargo, la frente arrugada de Kenneth y una mano extendida sobre su pecho le hace detener.

Sus ojos estaban desorientados, parecía confundido, pero a su vez muy molesto, sonreía, pero no de manera agradable, sino más bien como reteniendo una ira interna que deseaba estallar.

- ¿Como que Aaron ha muerto? – en todo ese tiempo miraba el piso como buscando respuestas, sin embargo, al levantar la mirada el enojo ya no era un secreto oculto, por todas sus venas sobresaltadas se podía intuir fácilmente - ¿Quién? – respira profundamente y luego suelta varios bufidos nerviosos - ¿Quién fue? –

De pronto los papeles se intercambiaron, esta vez era Allan el que se puso frente a Kenneth para tratar de calmarlo.

Observa la reacción de Kenneth y mantiene su posición, contemplando como Allan lo intenta contener al ver que esa rabia ha de aflorar en ese mismo momento. Leonid mantiene esa expresión diplomática en su rostro y al mismo tiempo mostrando en su mirada cierta empatia por el sentimiento que el cambiaformas experimenta.

-Aaron iba a ser atacado por dos vampiros, de los invasores, que se encontraba en el callejón. El logro darles la muerte definitiva en un movimiento-.

Guarda silencio por unos segundos y prosigue.

-Uno de estos escapo y el se adentro al bosque, pero había algo...totalmente desconocido rondando en aquel lugar, deforme y monstruoso acompañado de otras dos figuras desconocidas. Esos seres lo asesinaron y se llevaron su katana-.

-Su Wakizashi esta aun en su oficina señor Mclapin y me estaba comunicando con usted para informarle los hechos pero fuimos emboscados por el enemigo externo en nuestro refugio. Tras organizarnos iba a informarle de esto a la brevedad-.

Vuelve a hacer una pausa en ese momento, avanzando un paso aun manteniendo la distancia de la trinidad presentada. Mostrando cierto sentido genuino de honor en sus palabras a pesar de ser un Cátaro.

-Por el honor como respeto hacia  su primo y a usted  don Kenneth nosotros deseamos colaborar directamente en todo cuanto necesite  para dar con los responsables y así vengar a don Aaron además proteger este lugar , su territorio, respetando las condiciones que usted dio a conocer en nuestro primer encuentro-.

Termina por decir ahora a la espera de la respuesta que ha de manifestar este sin perder la compostura emocional. Manteniendo sus ojos fijos en los de Kenneth  y dejando claro su sinceridad respecto al relato de los hechos como intenciones, al mismo tiempo que mira de reojo con expresión inquisitiva al Padre como al resto de los presentes para que guarden silencio y esperen la respuesta del Irlandés.

La mirada de reojo de Leonid era más que suficiente para quedarme a un lado. De todos modos, el ductus había optado por la la misma estrategia que yo mismo habría utilizado con los magos: la verdad.

Había un par de menudeces de su discurso que no terminaba de entender como lo del wakizashi o la formulación de "respetar las condiciones". Solo esperaba que con aquello no se refiriese al pacto de Aurora o me vería obligado a intervenir.

Por el momento, observaba el panorama con los ojos entornados en nuestros visitantes.

Realmente eran seres con un enorme poder, pero cada vez estaba más convencido de que su punto débil eran esas emociones desbocadas que podían hacerlos actuar de las formas más impredecibles. Lo había visto en Aaron y ahora Kenneth volvía a parecer al borde de perder los estribos ante una decena de vampiros que no conocía.

No me relajaría hasta tener a esas bombas de relojería bien lejos.

Arthur sencillamente se queda observando a los recién llegados, estudiándolos, buscando interpretar sus verdaderas intenciones ya que ésta es una situación bastante atípica en donde debemos conversar civilizadamente con quienes en otras circunstancias serían objetivos para aplicar el filo de la Espada de Caín. 

El buen Leonid se había ganado su respeto y sincero aprecio, demostrando ser un miembro leal a los intereses del Sabbat y quizás ésta sería una verdadera cruzada por el tenor de los potenciales aliados. 

Toma una postura más relajada pero sin que eso afecte a su estado de alerta.  

Magos y lupinos... lo que jamás se hubiera imaginado encontrar sin pensar en una gran batalla.

El buen Leonid le estaba sirviendo las vacaciones tan soñadas en bandeja de plata... si lograse salir vivo de lo que sería ésta cruzada contra lo que sea, tendría muchísimos motivos para hacer justo y merecido alarde. 

Las tierras indómitas de Alaska, eran quizás el último punto del globo que podrían brindar algo así de digno como reto. 

Arthur no pudo evitar esbozar una gran sonrisa de satisfacción ya que la cosa no paraba de ponerse buena.

"Solamente el Sabbat puede brindarte éstos momentos tan trascendentales" - pensó al mismo tiempo que sentía cómo una ola de calor interior le hacía sentirse como nuevo, como si la adrenalina circulase de nuevo por todo su torrente sanguíneo y su corazón bombease con una fuerza inhumana una vez más, desbocado como un corcel rampante.

Kassius lo vio venir, había maneras de decir las cosas y soltar la sopa de una sola vez no era la idea, el Padre Stein tenía algo que sobraba en su cuerpo y era su voz, era mejor que aprendiera a quedarse callado pronto! Afortunadamente Leonid medio saco la pata del barro, la situación era tensa cuando menos, pero se podía controlar.

Solo restaba ver si ibamos a dedicarnos a la acción o resolveríamos todo tranquilamente.

La rabia de Kenneth se podía sentir incluso desde la distancia, la pesadez del ambiente era síntoma de aquello, por lo que la tal Betha se le acerca para tranquilizarlo también y luego le da espacio a estos dos hombres para que conversen de algo que solamente ellos dos podían escuchar.

Lo que, tras pocos minutos de susurros y sentimientos compartidos, poco a poco hicieron efecto en el joven, quien se repuso y volvió a colocarse frente al grupo con una postura levemente parecida a la que tenía inicialmente.

- Muy bien… - se aclara la garganta - …entonces, si fueron bestias como ustedes dicen, lo más probable es que se trate de algún Danzante de la Espiral Negra, - un nudo en la garganta fue carraspeada y un puño cerrado con fuerza demostraba que aun le costaba mantener la compostura - cosa que no me sorprende ya que no son seres dignos de confianza alguna, tendré que hacerles una visita luego de nuestra charla…ahora…Allan desea decirles algunas palabras antes de que nos marchemos… - se voltea y mira al despertado, le da paso para que se ponga frente a él y pueda así hablar con los cainitas - …háganme el enorme favor de hacerle caso, ya suficientes conflictos tenemos en este caldo helado llamado Erebo como para sazonarlo con más problemas entre ustedes y mi familia –

Dicho esto, Allan se acerca y habla con una cara de estar realmente aburrido.

- En fin... Que no se diga que no soy agradecido - comento el mago mientras negaba con la cabeza - les ofreceré el mismo trato que a Aurora, otra vez, el cual consiste en que ustedes se comprometen a no lastimar o asesinar mortales que no los hayan atacado... Lo cual, claro está, no contara si ustedes los provocan. Si lo hacen, seré notificado y bueno... Digamos que Aurora la sacó barata. Por otro lado, como deben haberse dado cuenta ya, las guerras entre alimañas no me son particularmente interesantes, pero que no les quepa duda que encontraremos a los "vampiros invasores" y obligaremos a firmar el mismo contrato que ustedes. No estarán en desventaja en ese sentido. Es lo mejor que puedo ofrecerles -

Sonríe.

- Quizás hasta sean menos inteligentes que ustedes y se rehúsen. Siempre me gusta hacer una pequeña recreación de la Gehenna o como ustedes le digan a su mito de extinción -

Observa atento la reacción de Kenneth y como la otra mujer empieza a susurrarle algo al oído hasta lograr calmarlo y escucha atento la suposición del cambiaformas de quien pudo asesinar a Aaron.

-Es una posibilidad a no descartar o en el peor de los casos sea un tipo de criatura que desconocemos completamente. Por eso precisamos de iniciar la investigación a la brevedad-.

Antes de proseguir observa como Allan nuevamente da su oferta y la expresión no cambia en momento alguno, más aun jactarse del trato secreto establecido con Aurora. Sopesando que técnicamente la oferta es equivalente a someterse a la esclavitud de los antiguos pertenecientes a la Camarilla y sorprendido ante lo obtuso que es el mago en establecer este tipo de tratados.

-Veamos señor Smith, no ha respondido en momento alguno a los detalles del contrato y tengo entendido que Aurora técnicamente lo expresó a un equivalente de sometimiento las condiciones exigidas. En segundo lugar, estoy al tanto de que usted llevo a cabo la muerte de nuestro antiguo Padre como una amenaza directa antes de formalizar el contrato-.

La mirada del vampiro se torna inquisitiva al no ver con aprobación alguna la actitud amenazante presentada por Allan en ese mismo momento.

-En términos duros no deberíamos ni siquiera de estar considerando cruzar palabras con usted dada la manera en que ha procedido. Sin embargo veo con claridad que los tres sopesamos el interés superior por este lugar y eso ya nos coloca a ambos en esta situación de diálogo..-.

Demostrando su carácter pragmático sin parpadear y manteniendo un tono de voz neutro que no deja de ser diplomático. Dejando claro que no se dejará intimidar por una amenaza a secas.

-La amenaza de muerte definitiva no servirá con nostros señor Smith, cada uno de los presentes es un soldado que está consciente de que tarde o temprano morirá en la Yihad enfrentando a los antidiluvianos o quien amenace el espíritu de nuestra Congregación. Especialmente si atenta contra nuestra libertad-.

A primera vista pareciera rechazar el tratado pero esta lejos de ello, más bien Leonid en su trato diplomático busca que esta negociación se lleve a cabo con la formalidad que corresponde a este asunto tan delicado.

-Por lo mismo me pregunto, ¿que garantía tengo de que cumplirá con su palabra considerando todo lo señalado?-.

La pregunta no es irrespetuosa, lamentablemente las acciones precipitadas no son de fiar para él y lo que solicita en ese mismo momento es bastante sensato. No responderá a amenazas en una negociación delicada, más aun en un contexto de guerra.

-Tampoco deseo que existan problemas entre la Cofradía y su familia señor Mclapin, pero este asunto es serio y estamos en plena guerra. Cada punto debe ser tratado con sumo detalle para asegurarnos de que no tengan vacíos a ser utilizados en beneficio unívoco por una de las partes si efectivamente se ha de generar una alianza entre nosotros para garantizar la protección de este lugar y como he señalado, nuestra agenda dista de colocar en riesgo a sus mortales-.

Siendo transparente en sus palabras a pesar de ser evidente su palpable maldad pero que no pierde en momento alguno su pragmatismo. No aceptaría otra amenaza como respuesta ante aquella negociación y sus observaciones como exigencias a aprehensiones son justificadas.

-Espero comprendan mis aprehensiones al respecto-.

Dejando claro en sus palabras que no esta mintiendo y esta ocultando intenciones tras realizar su solicitud. Además de hacerse evidente que eso dará pie a establecer condiciones adicionales de llevarse a cabo el contrato entre ellos.

Arthur se queda en silencio, asqueado, deseando comprender el pésimo intento de negociación ofrecido "diplomáticamente" por el mago y aguardando el menor movimiento brusco para llenar la cabeza del mago con medio kilogramo de plomo, alerta, molesto y como quien diría con las bolas llenas de tanto exceso de testosterona en aquél mortal.

Nunca había matado a un mago pero bueno, siempre hay una primera vez para todo. No cerraba la puerta a esa oportunidad como tampoco a disecarlo y tenerlo como trofeo en su oficina.

La santa paciencia de Leonid, era algo que respetaba y admiraba, a la vez que no comprendía del todo pero - sí, un gran pero - es quizás una gran virtud que lo convertía en un buen candidato a un cargo más alto y quizás lo hacía tan bueno en el campo.    

En fin, esa quizás era la mayor diferencia entre ambos.

"Vacaciones soñadas, aquí estoy" - intentando contener todo lo que sentía pensó mientras esbozaba una sonrisa.-

El mago negó con la cabeza, su expresión todavía indiferente.

- Te equivocas: No mate a tu compañero para presionarlos o amenazarlos. Lo mate porque el asesino a unos Durmientes inocentes, pura y simplemente. Y Aurora te mintió, me temo. En ningún momento la obligue a hacer nada, y la única razón por la cual termino en ese estado tras nuestra reunión es porque intento matarme y tuve que defenderme. Pero como sabemos, a la larga firmo. Y firmo no porque temía por su vida, sino porque temía por las de ustedes... Tuve que demostrarle que estoy dispuesto a hacer para proteger las vidas Durmientes. No tengo inconvenientes en volver a hacerlo, esta vez contigo -

Busco en uno de los bolsillos internos de su abrigo, y saco una tablet de aspecto moderno. Con un lanzamiento casual, la arrojo a los pies de Leonid, con la pantalla hacia arriba. La pantalla parecía estar prendida, pero solo mostraba un fondo blanco.

- No hay detalles que afinar. No hay letra chica ni loopholes que yo o los míos podamos abusar. El tratado es simple y directo: Mientras ustedes residan en Erebo o sus alrededores, no atentaran contra la vida o integridad física o mental de los Durmientes a menos que tengan que defenderse. Esto se extiende, claro, a ser autores intelectuales del hecho, o en caso de que los provoquen, etcétera. Podrán alimentarse, claro esta, pero deberán ejercer control: Si su... presa - frunció el ceño al decir esto - muere o sufre daños permanentes, estarán incumpliendo el trato. 

Callo unos segundos, pasando lentamente la mirada de vampiro a vampiro. Era un grupo variopinto. Se detuvo un segundo de mas en el viejo que parecía ser el segundo al mando, el tal Stein. Le dedico una media sonrisa y negó con la cabeza lentamente antes de volver a su estoica expresión. El mensaje era obvio: Había notado su don, y aparentemente no lo afectaba.

- Que garantías tienes de yo cumpliré con mi parte y los dejare en paz mientras ustedes mantengan la suya? La garantía es que saldrán caminando de aquí - continuo al concentrarse de nuevo en el líder de los cainitas - No tengo interés alguno en ninguno de ustedes o su guerra santa, solo me importan los Durmientes del lugar. Mientras estos no terminen en el fuego cruzado de su Yihad, a mi no podría importarme menos. Kenneth y Betha se quedaran en Erebo para supervisar que nada se desmadre con los demás bichos del lugar, como esos Danzantes, pero no intervendrán de un lado ni de otro. Fuera de eso, si tenemos suerte, no volveremos a vernos... Mientras respeten el contrato. No tengo mas que añadir. Saben lo que haré a continuación si no aceptan, así que no me repetiré. Ambas opciones funcionan para mi -

Se encogió de hombros un instante, ajeno a los demás y aparentemente sincero en lo que decía. Observo a Leonid con detenimiento. Era la hora de la verdad.

Aurelio escuchó en silencio las palabras de aquel maldito hereje. Si el poder que ostentaba era reflejo de su actitud y su prepotencia, Erebo era un nido de corrupción que debería ser purgado con el tiempo. Sin embargo el clan Lasombra conocía bien los entresijos de la política, y evitar que los miembros de la espada poblaran las calles de cadáveres estaba acorde con su propia filosofía, los cadáveres no pueden arrepentirse en penitencia.

Por suerte la falta de perspectiva de aquel ídolo pagano autoproclamado, de aquel ser hinchado de poder impío era acorde a la de un simple humano. Pensaba en términos humanos. Solo le preocupaba la muerte y el daño físico, pero controlar el espíritu de la ciudad era mucho más importante. Extender sus redes de influencia para conquistar el corazón de los ciudadanos de Erebo, susurrar a los oídos del crimen organizado y dar discursos públicos para salvaguardar la moral del pueblo llano. Tentarlos y castigar a los que caigan.

Pues la pobreza y el hambre, las cadenas de un sistema judicial corrupto y las concesiones de una política comprada eran armas que no entraban en su "pacto". Si tenían que esperar un par de cientos de años, a la espera que el tiempo y la decadencia convirtiera a ese clan de magos superpoderosos en carne podrida sobre huesos envejecidos para cerrar su control sobre la ciudad, que así fuera.

Deberían ir con más delicadeza de la habitual, lo que aseguraría que el miedo y el dolor fueran los auténticos maestros que les permitirían conducir al pueblo de Dios de nuevo al redil.Tendrían que sacrificar las muestras públicas de fuerza quemando mendigos, homosexuales y prostitutas por daños menos... permanentes. Un sacrificio calculado y aceptable. Pero había cedido la negra corona del mando a otro miembro de su clan, faltaba saber como quería enfocar su ductus los términos de su tregua. 

Hubiese sonreído ante el comentario respecto de Aurora, que él tuviese esa visión de las acciones de ella lo vuelve a su juicio propenso a la corrupción por un delirio de moralidad. Esa es la carta a su favor en este mismo momento porque no connota a su parecer los colaterales de aquella guerra y lo complejo que puede ser, siendo una demostración demasiado evidente de debilidad a su parecer.

-Y eso me deja más curioso de como ella llego a intentar atacarlo, pero debe tener claro en algo señor Smith respecto a Aurora y eso es que ella realmente nunca vio por el bienestar superior de nuestra Congregación, menos por el de sus hermanos de Cofradía. Ambos actuaron en secreto y eso los ha convertido en un puñado de cenizas al ver solo por glorias personales...banales al final-.

Dice en un tono seguro manteniendo una expresión inquisitiva en su rostro, Aurora había logrado mucho y había un sentimiento fraterno hacia Athanasiv pero en este lugar actuaron demasiado viscerales al punto de llevarlos a la muerte definitiva. El comentario no es al azar, es una advertencia para el resto de los presentes y para dejar en claro a Smith que existe una gran diferencia entre ellos dos ahora imaginando como ocurrió realmente aquella conversación entre ambos herejes. Cosa que debió de ser poco práctica.

Luego no interrumpió hasta dejar que terminase de expresar todo lo que debía de decir como parte de lo protocolos de diplomacia más siendo evidente claro esta que a su juicio Smith carece de todas esas habilidades. No toma el tablero aun y lo observa con esa misma frialdad calculadora.

-¿Mi garantía?...como he señalado en base a los hechos no deberíamos de estar conversando dada las maneras en que han procedido estos eventos y voy teniendo una idea del tipo de conversación que sostuvo con Aurora antes de terminar estacada-.

Dejando claro que no se irán por lineamientos morales, eso a su juicio es dejarse dominar por una tripa demasiado personal y que al final hace que las partes pierdan la perspectiva de lo práctico en un acuerdo.

-A pesar de lo simple en su contrato puedo dilucidar los vacíos respecto al trato a tener con los humanos. En primer lugar porque los incluye a todos y al mismo tiempo a nadie, cosa que vuelve considerablemente ambiguo al momento de desenvolverse más aun en este estado de guerra que se encuentra el lugar. En segundo lugar porque aun se autoadjudica demasiadas atribuciones en asuntos que competen expresamente a ambas especies-.

Esto último lo deja completamente molesto a pesar de no expresarlo en su rostro y en su tono de voz mientras va saboreando cada vacío que se presenta en ese mismo momento.

-Nos interesa que al momento de ser rota una de las condiciones por uno de los nuestros sea de esta Congregación o ajena mantengamos el principio de que encuentren la muerte definitiva bajo nuestra mano y no la de un extranjero a nuestras costumbres. Y eso se aplicará también por lado de ustedes, de existir un mago que transgreda el tratado nosotros lo entregaremos a ustedes para que apliquen la justicia que corresponda...eso en primer lugar-.

Dice de manera clara porque ahora era el momento de comenzar a revisar bien las condiciones.

-En segundo lugar, aplica de manera genérica el termino durmiente, en una negociación de este tipo considero que esa es prueba suficiente de que no esta siendo claro porque desconocemos a que se refiere. Es como si nosotros nombrásemos de manera constante "bolsas de zumo" cuando he sido claro en señalar humanos y mortales...y eso ya es un pie para tener aprehensiones de la garantía-.

Guarda silencio mientras va repasando cada detalle porque la etiqueta en este tipo de negociaciones presentada por Allan deja demasiado que desear.

-Tercero, recordando lo conversado en reunión previa con el señor Mclapin, ¿ que ocurrirá con la población criminal y que busca abusar de los humanos residentes? don Kenneth ha dado una descripción más clara al respecto y me interesa saber si su regla de no agresión también se aplicará a ellos porque dentro de lo conversado él ha señalado que la no agresión no ha de aplicarse con ellos-.

Definitivamente estos son algunos de los puntos que deberán de comenzar a profundizar en este tratado y Leonid ha dejado ya claro su interés en establecer un acuerdo. Pero a diferencia de Aurora no terminarían en una escena vaquera, sino que se ha de llevar a cabo como corresponda y dejando claro que aun quedan varios puntos a pulir.

Mi concepto de los magus cada vez se volvía más mediocre. Tenían poderes de dioses pero se comportaban como niños engreídos.

Aquello no era un contrato en absoluto, si no una burda amenaza:

"hacéis lo que digo o moriréis"

¿Pff, entonces qué mas daba firmarlo o no?

Si no lo firmamos lucharíamos ahora, y si lo hacemos... tarde o temprano alguien quebrantará el trato y tendremos que luchar de todas formas.

¿Nos queréis dar más tiempo para prepararnos? ¿O quizás no estáis tan seguros de la victoria?

La mirada de Allan y su posterior sonrisa no pasan desapercibidas pero mi respuesta sigue siendo una lánguida indeferencia.

-Bla, bla, bla, ¡Soy Allan! ¡Mírenme! ¡Debo demostrar lo chulo que soy cada segundo o me explotará el pene!- Víctor se entretenía con esas tonterías e imaginar al mago con las tripas afuera intentando colocarlas en su sitio. Porque luego todo lo demás, a pesar que le prestaba atención, quedaba eclipsado por como lo exponía Smith. Le chocaba terriblemente cada parte de su ser y agradecía que fuera Leonid quien estuviera haciendo las negociaciones.

El grupo formado por eso tres sujetos era de lo más particular, siendo anclas emocionales de los demás de alguna manera. De haber estado solo Allan o Kenneth eso habría terminado en una batalla. Pero parecía que eso no iba a ocurrir, incluso aunque Leonid estaba tratando de ser claro sobre los puntos del maldito acuerdo, parecía que desde ese momento serian “buenos vampiros”.

Allan asintió con parquedad.

- Lo siento, es la costumbre. "Durmiente" significa humano que no ha Despertado. Un humano mortal, básicamente: No engloba Despertados, bestias cambiantes como los hombres lobos, fantasmas, ghoules, espíritus ni esqueletos bailarines - explico - Por otro lado, la ambigüedad del contrato es adrede, por supuesto. He vivido mas que cualquiera de ustedes y eso me ha enseñado que ciertos individuos responden mejor ante la incertidumbre. Sin la espada de Damocles pendiendo sobre sus cabezas se volverán complacientes y descuidados. Aprendan de los errores de Aurora y Athanavis: Mientras no agredan a mi gente o a un Durmiente, no tendran nada que temer de nosotros -

Dijo esto y volvió a asentir, en acuerdo con el otro punto del Ductus.

- Estoy de acuerdo con que sean ustedes quienes lleven a cabo la ejecución de un infractor, siempre y cuando Betha o Kenneth sean testigos presenciales de la condena. Pero como dije, el trato solo engloba Durmientes. No me hago responsable de lo que un Despertado ajeno a mi organización pueda hacerles, ni tampoco los haré responsables a ustedes si toman represalias contra este hipotético mago. Betha y Kenneth se quedaran en la ciudad... Si ellos deciden ser mediadores en dicho conflicto lo dejare a su criterio, es lo máximo que puedo ofrecerles si quiero mantener la neutralidad. Si alguien quiere joderlos, jódanlo el doble de fuerte, me da igual. En cuanto a los elementos criminales humanos...  - miro a Kenneth, que seguia algo afectado por la noticia de Aaron - he dejado en claro que si un durmiente los ataca sin provocación, podrán defenderse, no?

Saco de su bolsillo su celular y miro la pantalla unos segundos antes de volver a centrarse en Leonid.

- En fin, tendremos que irnos dentro de poco, el deber llama - dijo - Pareces un tipo inteligente y centrado. Aprecio eso. Espero que puedas ver que realmente no me interesa controlarlos o sacarles provecho alguno. Lo único que me importa es la vida de los Durmientes del lugar. Si estas de acuerdo con el contrato, levanta la tablet y firma con tu huella digital. Sino, bueno... Supongo que tendremos problemas. -

Al escuchar que Allan deja de tomar una postura defensiva y empieza a expresarse de una manera más centrada termina por sacar de momento ese prejuicio inicial. También coincidiendo en el punto de exponer mutuamente los errores cometidos por ambos hermanos.

-Por una razón ambos hemos expuesto las acciones de los fallecidos mencionados. Lo que menos necesitamos es otra guerra entre sobrenaturales en este lugar-.

Dice y cuando escucha con atención sintió cierta extrañeza que lo hubiese llevado de sonreír porque precisamente Allan propuso lo que él mismo esperaba de tener testigos para llevar a cabo las ejecuciones. Siendo este el primer paso para aplicar un sistema judicial para regular los intentos de quebrantamiento y esto viene a ser el voto de confianza más importante.

-Estoy de acuerdo que el señor Mclapin y doña Betha sean mediadores en este segundo punto, de esa manera garantizar la transparencia en el cumplimiento del contrato. Más si estamos apuntando a un mismo objetivo-.

Escuchando el comentario de Allan sobre su "no persona" al señalar que es alguien centrado y lo invita a corresponder en ese voto de confianza. No emite palabra alguna mientras va avanzando hacia la tablet cuya pantalla esta en blanco, tomándola con ambas manos y la observa por unos momentos.

Es la única manera de hacer prosperar esto y el tiempo dirá que ocurrirá más adelante.

Cruza la idea por su mente y observa a los ojos de Allan ahora con esa misma expresión fría, de alguien pragmático pero que puede dilucidarse esa sutil conformidad con como se ha desarrollado la plática.

-Como he señalado señor Smith, ante dos facciones que tienen intereses comunes no es necesario aplicar la advertencia de ese estilo. Más si ni uno de los dos ha mentido en esta conversación-.

Comenta con ese extraño acento entre ruso e italiano, observando el lugar donde debe aplicar la firma y formalizando con la huella digital. Tras terminar de realizar aquel acto que establece un pacto oficial entre ambos caballeros avanza hasta quedar a un paso de distancia y extiende la tablet a Allan.

-Tenemos un pacto señor Smith y confiaré en la palabra de ustedes-.

Luego de que el mago recibiera la tablet se apartaría un par de pasos, pensando en todos los próximos pasos que entrarán a llevarse a cabo. Quedando claro como han de cursar las acciones de la cofradía y para buena fortuna no distan del plan original.

Mis labios no se movieron mientras las palabras se pasearon entre McAlpin y Leonid, y luego entre Smith y nuestro ductus. La actitud de ambos, el cambiaformas y el mago, había empezado a molestarme prácticamente desde el principio, por lo que la tensión en mi cuerpo no había mermado en absoluto.

Sin embargo, le mención sobre el asesinato del anterior sacerdote de la cofradía Tenebrae fue lo que finalmente despertó en mí un rechazo inmediato, no sólo en Smith sino también en Leonid. Rápidamente el amargo sabor del desagrado y la ira comenzaron a invadirme, a sabiendas que frente a nosotros se mostraba un transgresor confeso, pero aun así me vi obligada a aguantarlo.

Uno de mis colmillos encontró mi labio y comenzó a presionarlo con fuerza hasta que la carne se desgarró levemente. Mis ojos, que hasta entonces no se habían movido de los recién llegados, encontraron de repente el suelo, y mi cuerpo me empujó a moverme en dirección a la casa, sólo para detenerme antes de alejarme del grupo. Lo que se estaba decidiendo distaba mucho de algo que me agradara... me parecía repugnante, pero deseaba creer con ganas que existía una razón valedera para que nuestro señor se sometiera. Y al fin y al cabo, mi lealtad estaba con él y el resto de la cofradía... era mi deber respetarlo.

En ese momento, vibra el celular de Leonid, difícilmente se haya podido percatar debido a las candentes negociaciones que se estaban formulando bajo el frio cielo rosáceo de la ciudad.

Sin embargo, fue Kenneth quien saco su móvil, lo mira, luego dirige su atención hacia Allan y un poco después hacia el ductus.

Se acerca al mago, le habla por lo bajo y al parecer le informa de algo que competía a todos los presentes.

- Nos…nos hemos quedado sin tiempo…al parecer requieren nuestra presencia en otro lugar… Betha, Allan, tenemos que partir –

- Pero joven, aún tengo a un primo ahí dentro, puedo quedarme y cuidarlo, prometo no hacer nada raro –

Melanctha quien observaba muy por encima y quien habia decidido no hablar durante todo ese tiempo, emite algunas palabras con su tono de voz lúgubre.

- ¿A qué se refiere con primo exactamente? –

Betha le sonríe mostrando aún más sus dientes frontales.

- Un… ¿cómo lo conocen ustedes? – se rasca la cabeza – ¿un farou? –

- Es garou Betha… - le corrige Kenneth y esta efusivamente lo señala a modo de afirmación - …si tienen a uno en verdad, no preguntare como consiguieron apresar a uno ni porque, a pesar de que en teoría es un familiar mío, ahora mismo es de mayor menester esta reunión, por lo que he de acotar que la mejor para cuidarlo es esta mujer, si desean pueden dejar a alguien para que se quede con ella y así asegurar que no pase nada que no sea del agrado de ustedes –

- Mi afinidad hacia los cambiaformas es tal que en ciertas tribus europeas me consideran como una parentela más, me han salvado varias veces y yo los he salvado otras tantas, por lo que mi deber como familiar de los lupinos es quedarme y cuidar de el que se encuentra malherido…no me moveré de aquí hasta que me dejen cuidarlo –

- Betha…no hay tiempo – le recrimina el irlandés –

- Joven Kenneth, usted ha venido desde el otro lado del mundo para cuidar a su gente…por favor, no me niegue mi derecho de cuidar de los míos –

El pumonca resopla, mira a Allan, este por su parte solo levanta los hombros sin agregar más nada.

- ¿Puede quedarse? – pregunta – intuyo que te ha llegado el mismo mensaje que yo Leonid, en verdad, y si es quien creo que es, debemos ir hacia allá -

De repente pudo notar que el celular comenzó a vibrar, al extraerlo del bolsillo interior de su abrigo enarcó su ceja derecha al observar la solicitud de reunirse a la brevedad en casa del gobernador. No reparo en que Akissi se retirara molesta por el pacto que acaba de realizarse y escucha las demandas de quien es llamada Betha respecto a querer ver al cambiaformas como la observación del punto señalado por Kenneth de como llego la cofradía de hacerse con uno de ellos.  Sin emitir comentario alguno al respecto mientras observa detenidamente a aquella mago.

Luego escucha la pregunta como comentario de que probablemente llegó un mensaje para él, guardando el celular con calma y nuevamente posando sus ojos en los tres.

-Nuestra hermana Akissi, Víctor y Kassius acompañarán a doña Betha para que pueda brindar los cuidados que el garou necesita. Eso si, el garou se queda con nosotros dado que lo rescatamos hace un momento-.

Dice en un tono claro de que permitirá el cuidado pero que hasta ahí llegará dicha autorización, pero no se presentan segundas intenciones o motivos perversos al respecto. Pensando que de a momento lo mejor es que los tres se queden en refugio dado lo irregular de los últimos eventos.

-El resto debemos encaminarnos a la morada del Gobernador-.

Dejando claro que es una orden a seguir, más aun porque cuatro de ellos son suficientemente antiguos para dar aportes importantes y defenderse en caso de ser una trampa.

-¿A quien se refiere don Kenneth?-.

Pregunta al irlandés ahora posando directamente sus ojos en este. Ahora meditando más la información dada por Selene, su gitana.

No podrían matar… Normalmente nunca mataba a menos que fuera necesario o cuando dejaba que su bestia saliera de su interior. Controlarse sería un gran problema, sobre todo porque últimamente necesitaba cada vez más “libertad” para sentirse pleno. De todos modos no hizo ningún comentario o gesto alguno, si Leonid creía que eso se debía hacer, no era nadie para cuestionarlo, mientras que tuviera algún idiota que le atacara para poder partir al medio estaría contento. Y seguramente no tardarían en ponerse a repartir muerte. Ese pueblo era un hervidero de idiotas.

-Le dejaron en la mierda… Literalmente- acotó cuando su ductus indicó que serían ellos los que harían de niñera del perrito y la conejo. A pesar de su aspecto, seguramente sería alguien a tener cuidado, de otra manera no le dejarían allí sola, rodeada de enemigos… o enemigos hasta hace unos minutos-. Esta abajo.

Con su mano indicó el camino, preguntándose a su vez que otra reunión tendría Leonid que se llevaba a casi a todos. Esperaba no perderse la acción.