Partida Rol por web

Luego de ver que el círculo para consagrar el cáliz con la sangre de cada hermano, observa como este nuevamente es depositado en sus manos y lo deposita en sus labios para dar un sorbo lo suficiente para experimentar como se establecen los lazos con cada uno de los integrantes de la Cofradía hasta convertirse en un solo corazón y mente.

Delegando el cáliz al próximo integrante que ha de forjar los lazos de sangre y así convertirse en un solo ser. En una manada

-Hermano Víctor, hermano Kassius ¿están de acuerdo en aceptar esta investigación de las actividades de la Bratvha local?  Más aun considerando que el asunto de los hombres peces a pesar de su retirada dista de haber terminado​

 -¿Meternos en un culto a unos asquerosos hombres peces comandando por rusos cuyos autos explotan a la primera de cambio? ¡Claro!- la última vez no habían podido hablar, pues iban a cazar y justo se cruzaron en su camino, pero si ahora era en plan tranquilos, se sentía preparado para cualquier cosa: había estado en la guardia de un montón de danzantes.

Se llevaron a cabo muchas muestras de raras promesas y decir en voz alta sermones propios de películas históricas donde se dan espadazos los unos a los otros. Víctor solo se mantuvo estoico y asistió a todo ello con profesionalidad. No entendía mucho, pero lucia épico e importante, luego todos terminaban cubiertos de sangre igual que él, que era lo importante.

Luego de una rapida pero intensa busqueda de enemigos y reconocer cada centimetro del terreno, llevaron a cabo el ritual de Vaulderie. A pesar del ambiente frio, señorial y serio, Victor sonreia contento, pues pronto mas hermanos se unirian en esa divertida tarea de poner de rodillas a la ciudad. El gangrel respetaba enormemente ese ritual, lo que le emocionaba de esa forma, demostrandolo con unos afilados dientes.

Arthur sonríe, tiene un brillo de gran emoción y satisfacción en los ojos, es un momento trascendental para él compartir algo a lo que podría llamarse una verdadera comunión de cuerpo, alma y espíritu. Una verdadera unidad que solamente el Sabbat puede brindar.  

Observa a cada compañero tomar la copa y beber de ella con solemnidad. Escucha con suma atención a los que hablan y cuando llega su turno de beber alzando el cáliz dice unas palabras:

- Hace unas horas no nos conocíamos, hace unas horas solamente éramos miembros del Sabbat con diversos intereses, anhelos y deseos pero desde ahora seremos hermanos - bebe la cantidad debida.- Unidos para vencer a nuestros enemigos y destruir todo lo que separa a nuestros espíritus. Me gustaría poder realizar con todos una Danza del Fuego para ahuyentar nuestras debilidades físicas y flaquezas espirituales, hermanos. Hemos venido a vencer y lo haremos.

Akissi le parece bastante apetecible, quizás antes no se había fijado en lo buena que estaba así como no había valorado en profundidad las virtudes de Kasius y León pero el Padre Stein... le seguía pareciendo todo lo interesante que podría llegar a ser alguien ordinario.  

Luego de realizarse el vínculo de sangre, observa a todos los presentes con expresión atenta y en cierto modo teniendo visión de todo cuanto van a alcanzar como todos los riesgos que han de correr al seguir investigando aquella tierra desconocida. Tan exacto como los primeros colonos Sabbat cuando llegaron al nuevo mundo y debieron de enfrentar tribus nativas además de otros horrores que templó en la sangre como en el fuego sus voluntades hasta la actualidad.

-Somos ahora un solo corazón y espíritu hermanos..como Arcani Tenebrae-.

Dice en un tono formal mirando ahora con ese respeto a los sacerdotes de la Cofradía. Dando a conocer en la expresión de sus ojos solicitar la palabra con intención de recapitular todas las misiones asignadas debido a que el tiempo es escaso y necesitan moverse a la brevedad.

Cada agente tiene misiones asignadas con combinaciones de equipo que lograrán acoplarse bien:

Melancht/  Aurelio: Los asuntos asociados a la Taumaturgía, especialmente que buscaba el rito del antiguo Regente. y Y la madre Melanchta tiene el encargo especial de llevar a cabo la investigación de las tierras sombrías junto a lo descubierto por Selene..mi Selene

Aurelio/ Stein /Arthur: Control sobre la Alcaldía e investigación de la gobernación además de comenzar a influir sobre las bolsas de zumo para que inicien una Inquisición de sobrenaturales.

Víctor/ Kassius: Investigaran nuevamente a la mafia rusa y sus implicaciones con las criaturas marinas. No puedo descartar que estos seres hayan desaparecido definitivamente.

Akkisi: Tendrá la misión especial de investigar el paradero de la Sheriff y deberá moverse en el sector más arriesgado, en este caso las cuevas de la fallecida tribu Fenrir y que ahora es territorio de los Danzantes...

Cada uno presenta combinaciones de combate, control social, investigación perfecto para cumplir con creces cada una de estas misiones. 

Su mente comienza a considerar y reconsiderar nuevamente todas las posibilidades planteadas.

Concretada la Vaulderie, el recién nombrado ductus de la nueva y peculiar cofradía había comenzado a dictaminar las directrices a ser seguidas dentro de la ciudad, por lo que el grupo había decidido acatar las órdenes y salir de la calidez del inmueble, para sentir el intenso frio que afuera se percibía entre copos de nieve y ventiscas leves, que silbaban entre los lejanos pinos ennegrecidos por la oscuridad de una noche repleta de nubes rosáceas.

Sin embargo, cuando todos ya estaban fuera, un peculiar obstáculo se materializo en una imagen imposible de concretar incluso para las mentes no muertas de los cainitas.

Un portal, uno con forma esférica que rasgaba la realidad se abrió y de él surgieron tres figuras, Víctor pudo reconocer a dos de ellos, el del centro era aquel líder de los magos que los había insultados hacia un tiempo, Allan Smith, quien esta vez se lo veía con más cabello que la última vez, y mucho más desaliñado, contaba con una gabardina oscura que tapaba todo su cuerpo y varios vahos materializados en vapores que salían brevemente por su boca; a su izquierda estaba Kenneth, el líder de la mafia irlandesa local, sus parpados apenas dejaban ver sus ojos verdosos y sus jeans rasgados con su chupa parda no iban para nada acorde al infierno helado que implicaba aquel lugar, por su parte, a la derecha de Allan había una mujer anciana con una sonrisa pacífica, era rechoncha y se asemejaba a algún personaje de caricaturas ya que contaba con una cabellera rojiza atada en un excéntrico peinado, con dos dientes frontales sobresaliéndole de tal manera que su labial solo hacia enaltecer su figura cómica.

El trio avanzo hacia ellos. El archimago tenía una expresión de desdén en el rostro, como si estuviera perdiendo su tiempo.

- Hey, perrito – era la molesta voz de Allan quien llamo la atención a Víctor - ¿Que paso? ¿Perdiste a tu dueña? ¿Quién está al mando ahora? –

La maga por su parte olfateaba el aire, no de manera desagradable, simplemente como si tratara realmente de percibir algo, de pronto habla.

- Uno de mis primos se encuentra aquí…está muy débil…posiblemente medio moribundo…pobrecillo, ¿me dejan verlo? – su voz era aguda y canturreaba mientras brotaba las ultimas silabas de su boca con forma de conejo –

Luego de coordinar todos los objetivos comenzaron a salir del refugio Arcanista para iniciar a la brevedad los movimientos correspondientes contra la invasión de la Camarilla como otras posibles sectas cainitas en la ciudad. El abrigo permite proteger en ese momento del frío, recordando que a pesar de la naturaleza occiso de su cuerpo aun puede sufrir quemaduras a causa de las temperaturas bajo 0 no diferentes a ser expuesto al sol.

Había bajado unos peldaños , deteniendo rápidamente sus pasos cuando contempla un portal y por reflejo desenfunda su pistola Makarov. Observando que de ese lugar emergen tres sujetos, uno de ellos lo identifica bien, es Kenneth acompañado de otros dos más y va sacando las cuentas que el segundo por la descripción de la fallecida Aurora debe ser Allan Smith mientras la mujer rechoncha resulta ser todo un misterio para él.

Levanta su mano izquierda ante todos los presentes, de no actuar, deshaciendo el gesto luego de ser visto por cada uno de los integrantes de la Cofradía. Escuchando el comentario dado por Allan y la pregunta realizada por aquella mujer.

-Don Kenneth-.

 Saludando con es extraño acento italo ruso  formal y marcando respeto a este. A su juicio el destino le había sonreído porque debía tratar algunos puntos con él y entre ellos era la aceptación de una alianza en base a los términos establecidos.

-¿Su primo?, en-.

Luego mira de manera atenta a Allan, manteniendo su distancia.

-Asumo que usted debe ser Allan Smith-.

Cuando escucha el comentario de quien esta al mando una sonrisa educada y cruel se dibuja en su rostro. Más recordando que se dio por sentado el falso liderazgo de Aurora.

La Vaulderie había concluido, pero no las sorpresas. Ver el portal me produjo una repulsiva punzada en las sienes: Magos.

Cuando parecía que nos habíamos librado definitivamente de su presencia, volvían a personarse en nuestra puerta y tal como imaginaba, a dos de ellos ya los conocía de oídas: Kenneth McAlpin y Allan Smith, el asesino de Athanasivs.

Los miro de arriba abajo, realmente debían ser entes poderosos si se atrevían a personarse así sin más ante toda nuestra manada al completo. Pero bueno, eso mismo había pensado de Aaron y... ¿Por eso están aquí? ¿Por Aaron? ¿o quizás por la infame maldición de Aurora?

Por el momento me posiciono al lado de Leonid con los ojos entrecerrados y dispuesto a interceder en cualquier momento.

Los engranajes al fin empezaban a girar para poner la maquinaria del sabbat en funcionamiento. Debían ocupar y conquistar la ciudad, extendiendo el manto de la espada de caín y erradicando el mal y la herejía. Los demonios parecían estar conspirando en las sombras y pronto acabarían con la amenaza anarquista y los últimos supervivientes de la caída torre de marfil desde la que dirigían sus ciudades la camarilla.

Los primeros vínculos de la vaulderíe recorrieron su cuerpo, abriendo su corazón marchito a sus hermanos. Asintió ante las tareas que le fueron encomendadas y se dispuso a salir junto a sus compañeros. Cuando un enorme portal de magia impía atravesó el cielo, desgarrando con su luz funesta la propia realidad para escupir a esos brujos y hechiceros. Se disponía a atravesar sus corazones con la espada consagrada cuando el Ductus dio el alto. Debería esperar para purgar su mancha herética de la tierra.

No podía olvidar que el nuevo ductus llevaba algún tiempo luchando en la ciudad, había perdido a hermanos en el campo de batalla y nadie mejor que el podía decidir cuales eran los enemigos a abatir y cuales debíamos tolerar hasta afianzar nuestra posición en la ciudad. Sin embargo debían estar preparados, intensificó el poder de la sangre en su cuerpo y aumentó su destreza para estar listo en el caso que iniciaran las hostilidades y se rompiera la negociación.

Mis labios tocaron primero el cáliz y luego la sangre, y al instante sentí cómo comenzaba a caer esta última por mí garganta, extrañamente cálida, como lo había hecho ya una vez nos reunimos los Arcanistas en Richmond. Pasé la lengua por mis labios y di el cáliz al siguiente miembro de la manada, y luego cerré mis ojos mientras el poder de la sangre se movía en mi interior. "Se cortó con un cuchillo y sangró para mí. Bebí del cuenco. Era dulce...", recité en mi mente antes de volver a mirar a cada uno de los presentes.

Leonid cerró el ritae y bautizó la manada, atándonos unos a otros mediante la sangre. Mientras veía a mis compañeros, sentía en mí arder el efecto del vinculum, y no pude más que sonreír recordando las palabras que le había dicho ya a Stein... con la vaulderie éramos una manada, éramos hermanos, y en consecuencia era ya mi honor el que empujaba mi lealtad a expensas de los dones de la sangre.

Con las tareas designadas, comenzamos a movernos un poco. A prisa me dirigí a mi dormitorio para buscar un saco que ponerme y que pudiera ocultar cómodamente la espada, al igual que algunas cosas que llevar conmigo -como el teléfono-, y seguidamente volví al vestíbulo para salir junto al resto. Pero grande fue mi sorpresa al ver el despliegue de los tres aparecidos que llegaban a nuestra puerta.

"Magos, así que han vuelto. Sólo esto faltaba tomando en cuenta las fuerzas que se asientan en Erebo", me dije al verles. Mi mano se movió instintivamente hacia mi espada y la hoja asomó unos centímetros mientras me mantuve alerta a lo que pudiese suceder. Sin embargo, la señal de nuestro Ductus me hizo desistir en mi postura, envainando nuevamente la espada aunque manteniéndome atenta a los movimientos y las palabras de los recién llegados. La pregunta ahora era saber qué buscaban y por qué.

Las casas se habían unido, la Vaulderie nos permitia ser una sola manada, un solo vinculo que nos alineaba hacía un objetivo común, el dominio de La Espada de Caín sobre Erebo, con las misiones recibidas saliamos del Refugio cuando de un portal aparecen 3 entes desconocidos totalmente para Kasius, cuando se disponía a tomar iniciativa ve la señal del Ductus y se tranquiliza, ya este tenía tiempo acá por lo que era de suponer que sabía lidiar con los demás sobrenaturales.

Quedo a la espera de las decisiones de Leonid con respecto a que hacer sin embargo estaba listo para la batalla de ser necesario.

-¡¿Es que no podíamos tener un puto refugio sin que todos los hijos de puta de kilómetros a la redonda lo encontraran?!- que eso parecía una muy mala broma, que no pasaban ni unas horas cuando ya tenían escoria plantadas en sus puertas. Y para colmo, era el idiota de Allan, siempre soltando sus mierdas como si todos fueran nada. La idea de arrancarle esa sonrisa con mandíbula y todo pasó con rapidez en su cabeza, pero hizo falta un solo gesto de Leonid para contenerle.

Ni siquiera se molestó en contestarle, pues solo iban a intercambiar insultos medianamente ingeniosos hasta que uno de los dos explotara. Mejor dejar a los que verdaderamente piensan con las palabras y ya si había que destazar algo, se encargaría él.

La mujer rara si le llamó la atención, pues obviamente se estaba refiriendo al perro encontrado en la iglesia. Aunque dijo “primo”, así que supuso que no era de la misma especie. Al menos tenían algo  con que negociar si esa tipa lo quería. Ya con los otros dos… cualquier cosa que no incluyera agonía en sus cuerpos no le interesaba.

Arthur había tenido su momento apoteósico y como todo Sabbat fanático se sentía muy pero muy orgulloso de su ritualística y gran espiritualidad, algo que le hacía sentir superior al ganado y a la inferior Camarilla. No terminaba de comprender las motivaciones personales de sus compañeros de lucha, sus hermanos de armas pero no importaba, su negocio era hacer dinero y era aburrido en extremo pero bueno, ¿quién como él que podía asesinar para divertirse? Pocos.

Se terminó de vestir y equipar esbozando una sonrisa idiota de satisfacción, atrasándose quizás unos segundos. Fue siguiendo al equipo, absorto en sus pensamientos sobre una noche perfecta con sexo en el baño de unos, en ese momento desconocidos y la siguiente Vaulderie y en eso ve a tres idiotas, quizás drogadictos o peor aún, bastarditos de la Camarilla,  ingresar al territorio de la casa comunal.

¿Perros parientes del del sótano? Ésto se ponía bueno, quizás podría matar a alguien... Lo único que faltaba para una noche perfecta. Quizás hacer chorizos del cadáver y dárselo de comer a los familiares del difunto... tenía una buena erección debido a tanta emoción.

Como "quien no quiere las cosas" se puso en un buen lugar con ángulo de tiro perfecto para volarle la cabeza quizás a la mujer de dientes de madera o al líder drogo. Su mano estaba bien ubicada y ya tenía activada Celeridad... si no era el segundo en actuar, al menos sería el tercero.

- Buenas noches, dama y caballeros, ¿se han perdido y necesitan ayuda? ¿Sus drogas estaban vencidas? ¿Han venido de juerga?

Había que romper el hielo, innegable.    

Me cago en los lupinos y sus portales - pensó.-

Sali a la interperie de fuera junto a mis hermanos en silencio, ordenando en mi cabeza la situacion en la que nos encontrabamos... Hasta que fui interrumpida con una vision un tanto desconcertante e inusual.

Frunci mi nariz ante el insulto del hechiero hacia mi hermano, mientras ardia en mi pecho el deseo de vengar la afrenta contra la Espada.

-Tu eres el mortal que asesino a Athanavis y maldijo a Tenebrae - sisee - como osas volver a ponerte frente a nosotros? No reconoces la muerte cuando esta te mira a los ojos?

Cuando la Heraldo habla, automáticamente Allan le contesta:

- Soy tan mortal como tu agradable a la vista, preciosa –

Cuando le toco a Arthur hablar, también obtuvo una respuesta.

- Cierra el pico, garrapata. Dado que ni siquiera se puede confiar en que se maten entre ustedes o no, vengo a presentarle a sus niñeras. Voy a ofrecerles… -

Cuando los insultos empezaron calentar el helado aire que había entre ambos grupos, antes de que Allan termine, Kenneth le toca el hombro y le dice algo muy por lo bajo casi al oido.

Esto hace que el archimago relaje un poco su expresión y se cruce de brazos, sin dejar de mirar de manera crítica a los vampiros, pero observando con cierta calma a Kenneth, de tal manera que lo consideraba parte de su grupo.

Acto seguido, el líder de la mafia irlandesa con sus ojos sumamente verdosos suelta una amigable sonrisa y saluda a todos los presentes guardando las distancias.

- Buenas…noches – mira el cielo, se notaba confuso por la oscuridad a la que había decidido abandonar durante los últimos meses – aún me cuesta adaptarme al perpetuo ocaso de mi ciudad, lo que me entristece y alegra en partes iguales…curiosa ambivalencia – suelta una leve risa que enaltecía aún más la belleza innata del joven – no hemos venido a buscar problemas, sé que nuestra llegada fue cuanto menos inesperada, pero al parecer un contrato se ha visto turbado y Allan deseaba saber que ha pasado…yo…por mi parte, he venido buscando alguna señal de Aaron, quien no contesta mis llamadas desde hace varias horas y eso bueno…me ha preocupado, ustedes sabrán que los enemigos abundan en este lugar y espero que no le haya pasado nada… -

Calla, mira a todos los presentes y por unos segundos se puede notar como sus ojos cambian a los de un felino.

- Espero no incomodarlos con mi apariencia, es que hay que estar siempre atentos a cualquier cosa, no digo que no confíe en ustedes, simplemente como decía mi abuela: “más vale prevenir que curar”… – vuelve a sonreír amenamente – por Gaia, ¿Dónde están mis modales?... – se da un golpecito en la frente - …mi nombre es Kenneth…Kenneth McAlpin, mi amigo aquí efectivamente, es el célebre Allan Smith y esta es Betha Lynch, una archimaga extranjera quien se ha unido a lo que los despertados llaman “cábala” de Allan…sobre su primo se refiere a algún garou, tiene una afinidad por nosotros los cambiantes y nos considera a todos sus parientes de alguna u otra manera… – nueva sonrisa y algunos segundos de silencio - …bueno, ahora Allan, por favor… - le hace un ademan cortes para que pueda hablar nuevamente –

Allan resopla molesto y dice con un tono cargado de sarcasmo.

- En señal de respeto a Aasiyah, y de mi amigo Don Gato aquí presente y su hermosa ciudad, les ofrezco el mismo trato que le ofrecí a la finada Aurora, o los matare ahora mismo y me ahorrare el problema de seguir aguantando ver sus caras… -

Se notaba que Kenneth deseaba decir algo, sin embargo, no hubo palabra alguna entonada, ni siquiera la extraña mujer con dientes de conejo se animó a brindar expresión alguna más que unas cejas levantadas y unos ojos apartados hacia el suelo.

Cojo aire y lleno mis pulmones muertos para poder pronunciar las palabras que siguen a continuación:

- Aaron ha muerto.

Prefería ser yo quien diera las malas noticias y ahorrarle el mal trago a nuestro ductus.

- Soy el Padre Stein, - correspondo a sus buenos modales con la misma moneda.- y yo mismo presencié su exterminio la misma noche en que lo conocí. Justo cuando acabábamos de cerrar un pacto de alianza.

Si lo deseas puedo mostrarte las imágenes que vi en sus últimos momentos.

"siempre que me dejes acceder a tu mente, claro"

- Cayó a manos de nuestros mismos enemigos y justamente por eso no es una buena idea renovar ese contrato del que habláis.

Si queremos plantar cara a las demás facciones de caínitas, necesitamos recurrir a todas nuestras herramientas. No podemos estar constantemente pendientes de la no transgresión de un contrato que va en contra de nuestra más intima naturaleza.

-Suficiente-.

Dando orden a los miembros de su manada para que guarden silencio a menos que sus comentarios sean para aportar a la negociación, ya debió de lidiar con comentarios impertinentes como los de Aurora y Athanasiv que comprometieron de manera considerable la posición de la Espada en la ciudad. Estudiando bien el comportamiento de Allan en ese momento mientras va tomando nota de como se desenvuelve dentro de una negociación.

No quiero pensar que este chico es más ingenuo y obtuso de lo que parece.

Considerando a su juicio que en todo contrato hay vacíos que puede usarse a favor, más aun tomando en cuenta que el problema no es quedar atados al contrato de un mago sino las garantías efectivas de contar con todo cuanto se necesite para mantener el poder territorial. Siendo este su objetivo principal, pero sale de sus pensamientos y notas del comportamiento en cada uno de aquella trinidad con la intervención del Padre Stein.

-Padre, habrá momento para abordar la perdida de don Aaron y don Kenneth podrá estar al tanto de todo además de los puntos abordados en aquella reunión. Pero un paso a la vez-.

Dice en un tono diplomático sin perder esa capacidad de mando, de que no tolerará más intervenciones de ese tipo en negociaciones delicadas. Ahora posando sus ojos directamente en Allan Smith.

-Bien señor Smith, vamos ordenando esto un paso a la vez.  La señorita Aurora actuó de manera solitaria y guardando muchos secretos a la Cofradía, cosa que lamentablemente se aplica al contrato realizado entre ustedes dos sin ser representante directa de una decisión univoca de todos los integrantes. Y veo que se autoadjudico suficientes atribuciones con usted-.

Mantiene el tono formal, dando a conocer el comportamiento de ella y que efectivamente él es el líder legitimo de la Cofradía reinventada. Sin parpadear, sin suspirar como muestra de abrazar su naturaleza occisa.

-Por lo mismo realizo la forma correspondiente de presentación. Mi nombre es Leonid, "el zorro negro", Ductus de esta Cofradía desde su fundación hasta la fecha-.

Guarda silencio manteniendo esa sonrisa cortés, dando de manera sutil clases de diplomacia.

-Me interesa que ahondemos en este asunto, primero necesito conocimiento completo de como se genera este trato entre ustedes dos y su articulación de condiciones. Sin referirme a sus exigencias dado que estás ya se encuentran sobre entendidas respecto al cuidado de este pueblo-.

Su mirada es atento manteniendo un constante respeto, dejando claro al resto de los presentes que a pesar de los logros alcanzados por Aurora, ella encontró la muerte definitiva al actuar en solitario y por tanto eso causó que se entregara a una innecesaria visceralidad tan peligrosa que la llevo a morir a manos de un Inquisidor.  Por lo que sería una advertencia como lección para todos los presentes, al mismo tiempo que estudia el comportamiento de Allan al igual de la otra mago.

Aurelio frunció su mirada de ojos azabache. Escuchando atentamente en un primer lugar el cruce de insultos y amenazas propios de unos preludios ajados e innecesarios. Luego las declaraciones importantes, la existencia de los pactos oscurecidos por un manto de secretos tejido por la propia aurora, la muerte de aliados por ambas partes y la presencia siempre amenazante de sus enemigos. Apenas habían conseguido expulsar a la cúpula directiva de la camarilla, y su cuerpo aún seguía coleando cual lagartija moribunda. De seguro los suburbios estaban llenos de brujahs vengativos y las cloacas de nosferatus intrigantes dispuestos a luchar una guerra de tierra quemada hasta que llegaran los refuerzos. Por ello la misión de Akissi era tan vital, debían evitar que la resistencia se reagrupada alrededor de una figura de poder.

Y a ello tenían que añadirle cambiaformas y la presencia ominosa de la podredumbre demoníaca entre los hechos inexplicables que relató la inquisición. Esos magos, ese maldito hombre gato podían suponer la diferencia entre la muerte o la victoria, aunque sabía por experiencia propia que había precios que valía mas no pagar.

Por el momento se dejaron claras las premisas, Aaron estaba muerto, Aurora que había negociado en secreto y en falsa representación del sabbat estaba muerta. Era el momento de convocar la tabula rasa e iniciar negociaciones desde cero. Y confiaba en la fría visión de Leonid para evaluar los pros y los contras de los pactos y bravuconadas que escupiera ese maldito mago hereje.

Menos mal que se mordió la lengua antes de rebajarse al nivel del mago, quien tenía más ego que cerebro, propio de alguien que acumuló mucho poder rápidamente. Solo esperaba que un día esa enorme lengua suya fuera cortada y se la metieran en el culo. Todos los presentes deseaban cortarle en tiras, pero el tipo seguía ahí, mostrándose como el amo de todo el puto lugar. Ni siquiera estaba durante el asalto de la capilla o cuando los peces atacaron. Un grupo de chupasangres habían salvado toda la ciudad mientras él se comía los mocos. ¡¿Y ahora venía a qué?! ¿Rogar por su ayuda de alguna manera disfuncional? Ese tipo debía tener una relación rara con su madre, con toda seguridad. No tenía ni puto sentido lo que decía.

Y el otro. El asesino de Atha, se mostraba por encima del imbécil, siendo quizás el verdadero artífice de todo aquello. Querían algo, pero no lo decían, como todos los demás intrigantes que hacían las cosas a medias. Como odiaba toda esas cosas.

Por suerte tenían a Leonid haciendo las negociaciones y seguramente sería mucho más calmado que Aurora. Que no había porque negarlo, le caía bien, pero estaba como una puta cabra. Ya de por sí, el nuevo líder estaba actuando con tranquilidad.

Kassius observaba tranquilamente la escena, las diferentes intervenciones llamaban su atención despertando en el opiniones positivas y negativas de acuerdo a lo expresado, le gustaron las palabras de nuestra bruja y no tanto las de Stein, revelaba información innecesariamente de manera muy fácil, la manera como se entregaba información podía resultar en guerra o paz y con esta gente se debía ser cuidadoso.

Por el contrario la manera de hablar de Leonid le fue muy de gusto, parecía medir las palabras de manera muy exacta, si era así en la batalla debía ser un oponente formidable sin duda alguna, sintió algo de pena por el mago, se ve que perdía los estribos fácilmente., en fin, empezaba el juego de palabras y bueno realmente no era mucho lo que Kassius podía hacer salvo escuchar y estar listo ante cualquier amenaza que atentará contra la manada.